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29 de Marzo de 2007

Milagros religiosos

Transcripción automática

0:00:00 Tenemos una nueva sección de nuestra habitual, de nuestro habitual espacio estirado de los milagros.
0:00:11 Sí, tenemos más milagros, y eso hablamos de milagros, eran todos, pero a cada momento.
0:00:17 Hoy tenemos una definición del concilio Vaticano que después de ondas de liberaciones,
0:00:25 me curó que el milagro es un fenómeno habitual, anormal y en algunas oportunidades públicos.
0:00:32 Es una idea un poco vaga del milagro, así como son vagas las instrucciones que tenemos para hacer este programa.
0:00:41 Otros van al diccionario y compreban que milagro viene del latín mirare,
0:00:48 que es en el más estricto sentido mirar con algún matiz de admiración.
0:00:53 Estamos viendo lo que es un milagro más bien, que el más estricto sentido no nos va a permitir percibir el milagro.
0:01:02 El caso es que en el transcurso de los veinte siglos del cristianismo, saber qué cosa era un milagro,
0:01:07 o saber si un hecho era milagroso o no, desde luego ha dado lugar a diversas posturas polémicas, etcétera.
0:01:15 Un ejemplo, aunque un eclipse de sol sea un episodio insólito y prodigioso, no constituye un milagro,
0:01:23 de manera que no basta el carácter insólito y prodigioso de un hecho para que este sea un milagro.
0:01:28 En todo caso yo discrepo con el charlista o con nuestro proveedor, que en este caso creo que es Volter,
0:01:40 porque yo creo que un eclipse de sol no es prodigioso, salvo por extensión.
0:01:46 Cuando decimos que tal guitarrista es prodigioso, no lo estamos diciendo en el sentido literal sino en el sentido metafórico.
0:01:54 San Agustín fue el primero en intentar circuncribir el hecho milagroso, acotarlo, definirlo,
0:02:02 y este amigo de Hipona reconocía la evidencia de la mano de Dios, pero desmentía, araca muchachos,
0:02:11 el carácter sobrenatural de un milagro. Qué raro, ¿no? Negar el carácter sobrenatural de los milagros es negar que sean milagros.
0:02:21 San Agustín decía que los prodigios eran elementos ya contenidos en la naturaleza de las cosas,
0:02:28 y si Dios se manifestaba por medio de un fenómeno inabitual, lo hacía sólo para afirmar con mayor claridad su presencia.
0:02:36 Es decir, no hay milagros, decía San Agustín.
0:02:40 Sigo leyendo a San Agustín.
0:02:42 Las maravillas que Dios nos ofrece en el mecanismo del universo, se nos han llegado a ser tan familiares que han terminado siendo banales,
0:02:50 que así nadie presta así y la menor atención al asombroso poder que Dios manifiesta en un simple grano de trigo.
0:02:58 Bueno, San Agustín aseguraba que Dios se guardaba el eventual cumplimiento de hechos prodigiosos para que los hombres insensibles ante las maravillas cotidianas
0:03:11 resultaran cada tanto impresionados por la presencia del creador.
0:03:14 Es decir, que el milagro tiene más que nada para San Agustín un sentido proselitista.
0:03:22 San Anselmo I, y después Santo Tomás de Aquino, renovaron aquellas teorías.
0:03:28 Digo, estos dos crean que el milagro era la estricta manifestación del poder divino.
0:03:33 Hasta ahí estamos viendo.
0:03:35 Y no consideraban milagros a las diversidades de la creación.
0:03:39 Bueno, entonces lo contrario de lo que dice San Agustín.
0:03:42 Con el auge del racionalismo comenzó a impugnarse, que no sea una trascendencia divina.
0:03:49 Ahí está el amigo Montaigne, el señor, el varón de Montaigne, que comenzó a designar el milagro de la siguiente manera.
0:03:56 Dice Montaigne, es el producto de la ignorancia que padecemos sobre la intimidad de la naturaleza.
0:04:03 Montaigne quería que lo que reputábamos milagroso no era más que algo cuyo natural funcionamiento desconocíamos.
0:04:11 No me satisface tampoco, ¿no?
0:04:14 Hay muchas cosas de cuyo funcionamiento.
0:04:17 No se trata de una emoción, ¿no?
0:04:19 No las computamos milagroso.
0:04:21 Este pequeño juicio contenía, el de Montaigne, críticas que venían después, pero con mayor astucia, guán, bolter.
0:04:29 Para esto pensadores del milagro resultaban imposibles.
0:04:32 Y ahí está, porque resultaban en intrusión en el libre albedrío.
0:04:39 Y era como una intrusión de la S.A.R. en el determinismo de las cosas.
0:04:43 Tampoco me gusta.
0:04:45 ¿Quién dijo que no hay S.A.R.?
0:04:48 Estaban varios figurines atrasados, pero bueno, está bien.
0:04:52 La ciencia avanza a veces, y yo con tanta rapidez y con tanto alcance,
0:04:57 que parece incluso usurpar los poderes divinos.
0:05:01 Acá no hay nada que me explique qué pasa si el sol un día retrocede.
0:05:09 Ahí no me sirve todo esto que han dicho.
0:05:12 ¿Qué? Nuestra ignorancia porque retrocede.
0:05:14 Bueno, es milagroso, Flaco.
0:05:16 No va a retroceder igual, ¿qué dice Tanque?
0:05:20 Bueno, contaremos algunos milagrosos.
0:05:26 Paganos y cristianos.
0:05:28 Hace 25 siglos se realizaban peregrinaciones a Atenas, o a Cozo, o a Alejandría,
0:05:37 a templos dedicados a esculapio, asclepius y pequere, el Dios de la medicina.
0:05:43 Iban estos peregrinos, ya en los tiempos clásicos de Grecia,
0:05:47 y después, durante el enismo, a buscar el supuesto poder curativo del Dios asclepius.
0:05:55 Y las personas depositaban en Atenas, o en Alejandría, joyas,
0:05:59 objetos de plata con forma de mano, de pie, de ojo,
0:06:05 pensando que podía suceder una curación milagrosa.
0:06:11 Es decir, según lo que le dolía, era la forma del objeto que llevaban.
0:06:17 Dígame qué le dolen.
0:06:19 La rodilla.
0:06:20 Muy bien, se tenía que llevar una rodilla de plata, de oro, o lo que decía.
0:06:25 Pausañas cuentan que existían en aquel lugar seis grandes piedras
0:06:30 que conmuevoraban las curaciones más sorprendentes de asclepius,
0:06:34 y aparecían en esas piedras más de 60 historias.
0:06:38 Digo que en cada historia había más de 60 piedras.
0:06:42 No, que en cada piedra había más de 60 historias.
0:06:45 Bien se ve que por lo menos había 360 curaciones verificadas en aquellos altares.
0:06:51 Pero la gente que iba allí, se sometía a un extraño ceremonial.
0:06:56 Había que esperar turno, había unas colas, imagínense, más enfermo que ahora.
0:07:01 Y se podía dormir mientras esperaba, ya que tenía que esperar mucho.
0:07:06 Y estos peregrinos se sumían en un estado casi hipnótico,
0:07:11 y decían que asclepius era propenso aparecerse a los peregrinos durante ese sueño,
0:07:19 y conceder la curación vayan a proceder a la casa.
0:07:23 Uno de estos procedimientos fue el que utilizó para curar a clemen de argos que era tuerto.
0:07:29 Era tuerto.
0:07:34 Ser tuerto en argos es casi una paradoja,
0:07:37 porque se acuerda que argos era un personaje que tenía cien o dos,
0:07:41 o segundo hizo usted mil, ¿no?
0:07:43 No, ley alguna vez.
0:07:46 No, no, no, no, no, no, no.
0:07:52 No, ley alguna vez.
0:07:53 Pero estamos hablando de argos, la ciudad, ¿no?
0:07:55 De argos, el personaje mítico.
0:07:57 Clemen era argivo y era tuerto.
0:08:00 Bueno, asclepius se le apareció con un líquido preparado por él en sueños,
0:08:05 y se lo tiró allí donde tenía que estar el ojo, ¿no?
0:08:11 Y ahí estuvo un rato tirándole líquido sobre el ojo amcente.
0:08:17 Y más tarde, Clemen de argos advirtió que tenía un ojo nuevo.
0:08:22 Repito, advirtió que tenía un ojo nuevo.
0:08:26 Es advertir, ¿eh?
0:08:27 ¿Cómo advertir?
0:08:28 Es advertir realmente.
0:08:31 Yo le contesto, los refutadores de milagros dicen
0:08:34 que algunos sacerdotes médicos aprovechaban aquel profundo sueño
0:08:40 de los peregrinos para llegar a cabo elementales tratamientos.
0:08:46 Bueno, muy elemental no debe ser poner los nuevos ojo.
0:08:49 Un ojo, sí.
0:08:50 Y trasplante.
0:08:51 Si yo fuera reputador de milagros, lo que diría...
0:08:55 Es que eran mentiras.
0:08:57 Redondamente, me cuentan.
0:08:59 A un tipo que se dormía frente al portal,
0:09:01 se le apareció en sueño asclepius y le hizo un ojo nuevo.
0:09:06 Reputación de los refutadores de milagros.
0:09:09 Seguro que eran los médicos mientras el tipo dormía.
0:09:12 A la reputación, como un ojo nuevo, no le asombró al refutador.
0:09:17 No le pareció asombroso ojo nuevo.
0:09:20 Asombroso le pareció que hubiera sido asclepius.
0:09:26 Para oponerse a ese cuento que dice,
0:09:28 son mentiras de tantos glosadores y narradores de historia.
0:09:32 Nunca sucedió eso.
0:09:34 Fueron los médicos que estaban ahí escondidos y pusieron un ojo nuevo.
0:09:38 Ya hemos dicho que en el islamismo se manifiere una escasa propensión al milagro.
0:09:45 Pero también en el budismo.
0:09:47 En el budismo.
0:09:49 Los protestantes tampoco.
0:09:51 Lutero tenía una idea extraña.
0:09:53 Decía que una vez establecida la fe, no había necesidad de milagros.
0:10:01 Con respecto al fastidio que tienen los budistas por el milagro,
0:10:05 hay una historia que aparece en distintas formas.
0:10:09 Por ejemplo, un monje budista que quería alcanzar un plato que estaba sobre un palo.
0:10:15 Parece que un mercader rico había puesto un bol de plata, dice la historia,
0:10:22 en la punta de un palo.
0:10:25 Un bol de jar, quizá.
0:10:28 Era un palo muy alto y difícil de escalar.
0:10:31 Tal vez estaba enjabonado.
0:10:33 El detalle de jar se lo pongo yo.
0:10:36 Acomplica.
0:10:38 Y todos los chinos trataban de subir y mejor todavía sería que trataran los hindúes de subir.
0:10:47 Claro, porque estaba más cerca del palo.
0:10:49 Ya que eran budistas.
0:10:52 Y el budismo llegó a China en una etapa posterior.
0:10:58 Todos los chinos trataban de subir, que se dio.
0:11:01 Y lo hacían porque el mercader rico había dicho que quien alcanzara subir al palo
0:11:07 se podía quedar con aquel plato de oro o con el bol de jade o lo que sea.
0:11:14 Y bueno, entonces un monje budista muy santo y que por su santidad era capaz de volar,
0:11:20 levantó vuelo y tranquilamente cachó el bol y se lo quedó.
0:11:24 Y entonces el jefe de la congregación lo echó.
0:11:29 Lo echó porque dijo que había hecho un milagro de gusto por no decir otra cosa.
0:11:35 Igual le pasó a otro monje que ante la ausencia de un barquero cruzó un río volando.
0:11:43 Y también fue expulizado.
0:11:45 Gastaban polvo a la enchimangos.
0:11:48 Es una frase del budismo clásico.
0:11:54 Bien, como sabemos han existido cientos de santos, digamos,
0:12:00 centenares de santos con poderes.
0:12:05 Vamos a hacer un catálogo de santos con poderes.
0:12:09 Hablamos alguna vez de Giuseppe da Copartino, aquel santo volador.
0:12:14 Pareció que San Francisco de Asisi también le evitaba.
0:12:20 Volaba un poco.
0:12:22 Está el hermano Leo, que fue su biógrafo.
0:12:26 Dice que muchas veces lo vieron levantarse del suelo.
0:12:29 A veces un poco, a veces no tan poco, porque solía llegar hasta la copa de un árbol.
0:12:33 O incluso en tantas medidas alturas que apenas se veía un punto en el cielo.
0:12:38 Ese punto era Francisco.
0:12:42 ¿Quién es ese punto que está ahí?
0:12:45 ¿Quién es ese punto que está por allá arriba?
0:12:49 Algunos teólogos estivaban que un grado de espiritualidad llevado a determinados niveles
0:12:54 podía elevar materialmente a determinados cuerpos.
0:12:58 Hacían todo eso para no admitir que volar era un milagro.
0:13:02 Especialmente si uno es un señor, si uno es una langosta, desde luego no.
0:13:06 Pero si uno es un ingeniero y vuela, es un milagro.
0:13:11 San Teateresa de Ávila afirmaba que sentía a veces una livian da tal en todo su cuerpo
0:13:16 que en varias oportunidades sus pies perdían el contacto con el suelo.
0:13:21 Quien también volaba era Simón Mago.
0:13:25 Eso entre otros prodigio, porque convertía las piedras en pan,
0:13:29 se convertía en serpiente o en cabra, aparecía con dos caras,
0:13:35 creaba oro, y según algunos los muebles de la casa se le presentaban por sí solos para el servicio.
0:13:44 Como sabemos su muerte fue precisamente durante el ejercicio de uno de sus milagros.
0:13:49 Simón le había asegurado a su tocallo, el apóstol Pedro,
0:13:54 que podía volar por los aires, y para demostrar sus palabras efectivamente voló.
0:14:00 Pedro, celoso, le imploró a Dios que lo estrellara.
0:14:05 Oh Señor, estrella a este milagro.
0:14:10 Y así fue. No se supo si porque Dios lo estrelló efectivamente o porque algo le falló a Simón, el Mago.
0:14:18 Hay una multitud mirando aquel vuelo y Simón se precipitó,
0:14:23 fue uno de los primeros accidentes aéreos de la historia.
0:14:31 Si usted quiere hacer el milagro de volar, es preferirle que el milagro le falle enteramente.
0:14:37 Que no remonte directamente.
0:14:39 Que le falle desde el principio.
0:14:41 La granza es levantar bueno.
0:14:43 Y por eso se le puede ocurrir que el milagro le salga por la mitad.
0:14:47 Que alcance mil metros de altura, y después se le corte en inspiración milagro 6 en el piso.
0:14:53 En otro orden se aseguraba que Santa Catalina de Siena
0:14:57 pasaba sobre brazas ardientes durante sus trances de éxtasis.
0:15:04 Parece que se pasaba horas enteras sobre las brazas
0:15:08 sin experimentar el menor efecto y molestia,
0:15:12 y sin que ni siquiera sus ropas llegaran a chamuscarse.
0:15:16 En los libros Vaticanos llega a perderse la cuenta
0:15:20 de los pedazos de hierro caliente que solía tomar por diversión
0:15:24 San Francisco de Paula entre sus manos.
0:15:28 Parece que cuando no tenía nada que hacer,
0:15:31 calchaba con la mano un fierro al rojo vivo,
0:15:35 y siempre salía de hileso.
0:15:37 Él decía que no se trataba de milagros,
0:15:40 sino que afirmaba ser tan rústico que el fuego y el calor no les iban daño.
0:15:46 Una última curiosidad.
0:15:48 Son bien conocidos los milagros desancenados de Napoles.
0:15:54 Algunas veces por año, una vez cada tanto,
0:16:00 a intervallos regulares,
0:16:02 esta sangre del sangrenaro que está encerrada en una botella,
0:16:09 se hace líquida.
0:16:13 Yo leía cuando era chico que se había licuado la sangre del sangrenaro,
0:16:20 y no tenía idea de lo que ocurría.
0:16:23 Parece que hay unas costritas de sangre dentro de la botella,
0:16:27 y que cada tanto no sé en qué fecha se vuelve en líquida.
0:16:30 Es el milagro que yo pensaba en licuadoras.
0:16:34 Y Alejandro Dumas cuenta la historia del general francés Jean Pionier,
0:16:39 que ocupó Napoles precisamente al principio del siglo XIX,
0:16:45 y desesperado este hombre corrió a la catedral donde se producía este milagro,
0:16:50 y se fijó a ver si la sangre de santo se había licuado.
0:16:54 Y parece que los napolitanos dicen que cuando este milagro no sucede,
0:16:58 sobre vienen terribles desgracias.
0:17:02 En realidad casi siempre sobre vienen terribles desgracias.
0:17:06 Y que eso es que Jean Pionier vio que la sangre estaba allí sin licuarse.
0:17:10 Y todos los napolitanos decían que en realidad no se producía el milagro
0:17:14 por culpa del invasor.
0:17:16 Claro que era Jean Pionier.
0:17:18 Entonces se anticipó a esta reacción.
0:17:21 Tomó al oficiante de esa catedral, lo amenazó con un revolver o con un pistolón,
0:17:30 le prometió volarle la tapa de los esos,
0:17:34 si la sangre de santo se licuaba dentro de los inmediatos cinco minutos.
0:17:40 Esto era amanecer directamente al santo, no sólo al oficiante.
0:17:44 Amenazó además con reducir escombros la ciudad,
0:17:48 si el prodigio no se producía,
0:17:52 y el prodigio aceptó el ultimatum,
0:17:54 o por lo menos así se lo comunicaron las autoridades al pueblo.
0:17:58 En cinco minutos se licuó la sangre de san senado.
0:18:01 Así que este es un milagro realizado bajo amenaza.
0:18:05 Es el único caso de un milagro realizado bajo la influencia de un revolver.
0:18:12 Bueno, sabemos que en las épocas actuales los milagros tienden a ser cada menos frecuentes.
0:18:24 No tengo más nada que decir.
0:18:28 He visto hace poco con respecto al Orón de Montaigne,
0:18:32 que dice que los milagros son una consecuencia de nuestra ignorancia de las causas de los sucesos.
0:18:37 Hay un documental que pasa, documental ebemerista,
0:18:44 explicando algunos episodios de la Biblia puntualmente el éxodo,
0:18:50 el éxodo del pueblo de Israel, de Egipto,
0:18:54 exactamente, las diez tragas de Egipto,
0:18:57 y la ulterior apertura de las seamos del mar rombo,
0:19:01 y lo explican a raíz de una catástrofe de una erupción volcánica producida en el Mediterráneo,
0:19:09 que produjo numerosísimos fenómenos,
0:19:13 cada uno de los cuales venía a explicar que el nilo se volvió a rojo,
0:19:18 que aparecían las plagas, los mosquitos, las enfermedades,
0:19:23 hasta la muerte de los primogénitos.
0:19:26 La muerte de los primogénitos se explica en el siguiente modo.
0:19:30 Para mientes en una catástrofe ocurría en un lago no hace mucho,
0:19:38 en donde unos gases surgidos del interior de la Tierra,
0:19:42 sulfurosos y venenosos,
0:19:45 aparecieron más que una forma de neblina a las orillas de un lago,
0:19:53 y mataban a todas las personas que no estaban a suficiente altura.
0:19:59 Y explican diciendo que los hijos primogénitos de la nobleza egipcia
0:20:03 dormían en las partes inferior.
0:20:07 En la estera más baja.
0:20:09 Sí, en la estera más baja.
0:20:11 Y después los otros dormían más colgados.
0:20:13 Entonces se moría el primogénito de nada más.
0:20:17 Y los terremotos produjeron la apertura del mar rojo.
0:20:21 Bueno, importa si uno cree o no cree en esto.
0:20:23 Pero decidí prenegar el milagro también.
0:20:26 Después de todo el mar rojo se abrió, pero de casualidad.
0:20:30 Lo grande es que después de todo eso dice,
0:20:33 bueno, pero lo que hizo Dios fue manipular la naturaleza.
0:20:37 Qué curioso, ¿no?
0:20:40 ¿Qué manera tan rara de creer en los milagros o no creen en ellos?
0:20:45 Pues si un milagro es una cosa natural, no es milagroso.
0:20:49 Ahí no hay milagro.
0:20:51 Entonces el milo se puso rojo porque hubo una emergencia
0:21:00 de, a través de unas grietas en la tierra,
0:21:04 una especie de erupción subterránea que puso en la superficie,
0:21:08 en el fondo del lago,
0:21:11 cosas de hierro, no sé qué, que le pusieron el óxido,
0:21:17 y eso apareció rojo, el río, qué eso es bueno.
0:21:20 Pero no hubo milagro.
0:21:23 No es una manera de creer en los milagros.
0:21:27 Yo no voy a creer en los milagros porque me los expliquen.
0:21:30 Pues si me los explican ya no es milagro.
0:21:33 Qué cosa.
0:21:35 Bueno, disculpenme.
0:21:37 Me enoje.
0:21:40 Lo que digo es que uno puede creer que cuando le dicen,
0:21:44 mira, el sol se detuvo para mejor observar un triunfo,
0:21:47 usted puede decir, bueno, es una mentira,
0:21:49 o puede creer que es cierto y que es un milagro.
0:21:51 Lo que no puede creer es que sí se detuvo,
0:21:54 pero no sabemos por qué, y hacer caso al varón de Montaigne.
0:21:59 O se detuvo, en cuyo caso es milagroso, o no se detuvo.
0:22:03 Pero no, sí se detuvo porque,
0:22:05 que si yo...
0:22:08 No hay explicación porque no hay.
0:22:10 Eso no hay.
0:22:12 ¿A quién quiere dedicar esto?
0:22:13 Disculpenme.
0:22:15 No, no se lo dice.
0:22:17 Tengo una idea tan elemental.
0:22:19 Un milagro es un milagro, si no no es nada.
0:22:21 Un milagro por la mitad.
0:22:23 Bueno, pero mire que es por...
0:22:26 Un radio queremos decir otra cosa,
0:22:28 eso es una metáfora,
0:22:30 que no es que el mar rojo sea ya abierto realmente,
0:22:33 sino que construyeron unas barcas y a eso,
0:22:37 bueno, es que se en broma.
0:22:40 Pero no se abre la noche.
0:22:43 ¿Sin más crecente yo que...?
0:22:46 Sí, que esto, que quiero explicarlo.
0:22:48 Sí, sí, que es lo mismo crecente.
0:22:51 Bueno, si usted me permita, Alejandro,
0:22:54 yo se lo voy a dedicar a su sceptero de copartino.
0:22:57 A yo sé pensar bartero,
0:22:58 pero siempre el copartino es el santito volador,
0:23:00 el monje volador.
0:23:01 Que creo que fue, si no me falla la memoria, Alejandro,
0:23:04 usted me lo ha contado alguna vez,
0:23:06 el que tuvo que detener un milagro por la mitad...
0:23:09 Bueno, a ese quiero yo, no me acuerdo cómo se llamó.
0:23:12 Uno que hacía milagro y se lo prohibió.
0:23:14 Ese me gusta por si...
0:23:16 Un día venía por la calle el type y se cayó un obrero de un andamio.
0:23:20 Que le habían dicho que no volara más.
0:23:23 No, no, no, no, no tiene que ver con el vuelo.
0:23:25 Hacía milagro este monje.
0:23:27 Y un día se cayó un obrero de un andamio.
0:23:31 Y este se acordó que le habían prohibido.
0:23:34 Entonces, ¿qué hizo?
0:23:35 Lo paró en el aire al obrero.
0:23:37 Y le fue a preguntar al padre superior a ver si le daba permiso
0:23:42 para hacer un último milagro.
0:23:44 O si lo soltaba.
0:23:46 O si lo soltaba.
0:23:47 Sí, lo como usted dice.
0:23:48 Le dieron autorización, pero con la promesa que ya no hiciera más ninguno.
0:23:52 Entonces salvo al obrero.
0:23:53 Y no hizo más.
0:23:54 Y no hizo más.
0:23:55 Bueno, a ese quiero dar cárcelo, a ese me gustaba.
0:23:57 Bueno, nosotros hemos resuelto saludar a Clemente Argos,
0:24:03 aquel que se encontró con unos joven nuevos.
0:24:07 Al tuerto Clemente.
0:24:09 Ojalá les hayan puesto uno del mismo color de los que tenía él.
0:24:16 Eso, ahí es, usted quiere tener mucha suerte.
0:24:19 Todo no se puede.
0:24:21 Todo no se puede.
0:24:22 Y por eso uno con huevo.
0:24:23 Y ahí se queja que le tocó a su lengua y él los tenía negros.
0:24:26 Bueno, tengo que vamos a escuchar esos ojos negros
0:24:31 y creo que son los dos.
0:24:33 Adelante, gracias Algan.
0:27:01 En la venganza será terrible hemos escuchado a Horacio Salgan interpretando ojos negros.

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