A mi tampoco me gusta el gobierno. Pero no me gusta no por su carácter "progresista" sino por características inaceptables que nada tienen que ver con una ideología (salvo que alguna ideología incluya delitos). Se puede, por ejemplo, estar de acuerdo o no con la intervención del Estado en la economía (yo estoy a favor de la intervención estatal en todos los ordenes). Es algo discutible y ese puede ser el lado para el que uno se acuesta, pero lo que uno no puede es acostarse para el lado del delito. ¿Se puede apoyar tanto a un gobierno que roba de la manera descarada que roba el kirchnerismo solo por que algunas politicas (algunas en la práctica y otras solo en teoría) nos gustan? Por otra parte, la corrupción lleva entre otras cosas a la ineficiencia en la gestión porque esa plata que se llevan los "paladines de la redistribución" se hace patente que falta cuando tenemos los trenes que tenemos, cuando se corta la luz si la temperatura pasa de 30º dos dias seguidos, cuando tenemos millones de tipos que viven en condiciones de precariedad inaceptables, cuando el PAMI deja morir a un viejo que necesita una operación ya pero lo hace esperar meses y meses y finalmente no hay que operarlo porque se murió mientras esperaba, cuando los jubilados ganan 2 lucas, etc, etc. Si a eso le sumamos defectos de gestión como tener un 25% de inflación anual, con todas las consecuencias negativas que eso tiene en especial para los más pobres (los supuestamente protegidos del gobierno), que destruye toda posibilidad de tener una moneda propia fuerte (algo con lo que coincido plenamente, pero con 25% de inflación es imposible) entonces me resulta cada vez más dificil entender tanto apoyo incondicional.
Si además el gobierno tienen tendencia al autoritarismo y a ir acomodando las cosas según sus necesidades (lease todas las llamadas "democratizaciones" que viene encarando) y cuando se impulsa una ley de medios (con lo que también concuerdo) resulta que surgen 200 medios nuevos y casualmente todos tienen la misma línea editorial a favor del gobierno (diria propagandistica), uno empieza a sospechar cuál es la "diversidad de voces" que quiere el Gobierno.
En fin, no dejo de escuchar y disfrutar a Dolina por eso (hoy entré a comentar precisamente por lo mucho que me gustó el programa de ayer). Tampoco dejé de escucharlo cuando apoyó a un candidato que llevaba de ministro de seguridad a Aldo Rico ni me escandalice porque en 2007 publicara en Ñ sus cuentos de futbol. Disfruto de lo que hace, me jode un poco cuando tergiversa el perfil del tipo descontento con el gobierno y me pregunto como puede estar tan comprometido con politicos tan abiertamente corruptos, ineficientes, hipócritas y autoritarios que en definitiva son el resumen de las razones por las que el kirchnerismo no me gusta nada.