La Venganza de los Viernes, el (inesperado) Retorno de lo Terrible
Alejandro Dolina, Patricio Barton, Gillespi
Introducción
• Entrada0:01:48
Segmento Dispositivo
• La bilocaciones de Sor María de Ágreda y los embustes de Sor Patrocinio0:02:15
• "Ropa Sucia" ♫ (Toca el TSN) P. Rey y sus Redonditos de Ricota, ¡Bang! ¡Bang! ¡Estás Liquidado!, 1989.
Segmento Humorístico
• Cosas que un verdadero hombre debe hacer cuando se encuentra una billetera0:21:13
Segmento Humorístico
• ¿Dónde se producen la mayoría de los accidentes?0:48:00
Sordo Gancé / Trío Sin Nombre
• Presentación1:16:05
• "Eight Days A Week" ♫ (The Beatles, Beatles for Sale, 1964)
• "Seguir Viviendo Sin Tu Amor" ♫ (Luis Alberto Spinetta, Peluson Of Milk, 1991)
• "Araca Corazón" ♫ (Enrique Delfino/Alberto Vaccarezza) Canta Gardel, 1927. Julio Sosa, 1963.
• "Ain't No Sunshine" ♫ (Bill Withers, Just As I Am, 1971) Michael Jackson, 1972. Tom Jones, 1973. Sivuca, 1973. José James, 2018.
• "Insensatez" ♫ (Antônio Carlos Jobim, Vinícius de Moraes) Canta João, 1961. Jobim, 1962. Nara Leão, 1971.
• "Hit The Road Jack" ♫ (Percy Mayfield; grabada por Ray Charles y las Raelettes, 1961) Still in peaceful dreams I see, the road leads back to you.
Comentarios recientes
Es una adivinanza, ¿verdad, Ciudadano32? Dejame intentar: los cátaros. ¿No? Ah, entonces: la gallina. ¿Tampoco? Bueno, me rindo; no tengo idea de quiénes pueden ser.
Gracias Krank por traer este fragmento, estoy de acuerdo. La propaganda, si bien es necesaria en algún punto "mas sano" al menos como para dar a conocer lo que se hizo bien, es muy proclive a caer en la generación de fanáticos; y los fanáticos no les sirven a nadie (hablando en función de la sociedad), el fanático es el que te termina hundiendo, es el que empieza a usar argumentos flojos de papeles, el que no escucha y no piensa y finalmente, el que espanta.
Los cancheros, los que se jactan de mojar orejas y polarizar son un cáncer para cualquier partido político. Hoy a algunos les pueden parecer simpáticos porque hinchan para su propio equipo y les pasan los apuntes a la noche, para que a la mañana vayan a la oficina y mojen orejas ellos mismos; mañana van a estar predicando para nadie.
A la corta o a la larga, la gente que se mostraba a favor, va a empezar a desconfiar de tanta virtud moral; y eso es un signo de inteligencia; que no es propia exclusivamente ni de filósofos, ni de genios matemáticos, ni peronistas, ni de neoliberales; el laburante se termina dando cuenta que le hacían el diario de Yrigoyen; o al menos que lo están queriendo manipular y lo consiguieron durante ese tiempo.
Y es que es eso: manipulación. El adoctrinamiento sirve, pero por corto tiempo y luego se las cobra fuerte. Una persona que se siente traicionada en su buena fé, puede disparar para cualquier lado: pienso en la actualidad.
Pero ojo: las novedades aparecen para renovar esto, que siempre fue igual. Las redes sociales, los memes y los videos cortos vinieron para llegar a los jóvenes, que se creían superados y que su cultura moderna y sapiencia en sistemas con modalidad on-demand eran superiores que la de las generaciones anteriores, con sus televisores. Nunca se dieron cuenta cuando entraron en la gatera.
El debate interno no solo es sano e interesante, es necesario para no terminar echando mano a ciertas minorías con problemas de autoestima muy fuertes, muy flojas de pensamiento y beligerantes que no hacen otra cosa que espantar a la ciencia y la razón. Es un mecanismo de mejora constante, del que todos parecen renegar.
En mi comentario anterior escribí sobre la torpeza proselitista de las radios en las que Dolina trabajó entre los años 2010 al 2016; en este programa (marcas de tiempo desde 2:31 hasta 8:21) expuso a Dorio sus dudas sobre la eficacia de esas estrategias de comunicación. No puedo transcribir el texto completo, pero sí quiero citar esto:
Esa presunta infalibilidad —más propia de la religión revelada que de la política del siglo XXI— hizo que muchos retiraran para siempre su apoyo a ese espacio (me incluyo). Era un fanatismo análogo al que hoy muestran quienes defienden con su vida las muchas arbitrariedades sin sustento de la teoría económica académica (según Mario Bunge, la pseudociencia más peligrosa de todas).
En ese fragmento de audio también hay varias críticas de Dolina y Dorio a la inconveniencia o imposibilidad de llevar el mecanismo de debate a los medios masivos de comunicación y otros asuntos de interés, considerando lo que ocurrió no tanto tiempo después de eso.
De paso, Dolina hace en este mismo programa algunas observaciones —creo que muy acertadas dentro de su brevedad— sobre las corrientes musicales que se alejan del sistema tonal funcional (marcas de tiempo desde 32:07 hasta 34:16), y sospecho que aquí sí pudo haber pensado en cosas como Jazz From Hell.
Ya que Dolina solía mencionar tanto a Leonardo Sbaraglia y a Norman Briski (al punto de incluirlos como personajes en algunos segmentos humorísticos), y a veces a Mónica Ayos, paso para decir que vi «El hombre que amaba los platos voladores» y que me gustó; la película es mucho más feliz que su título. El final fue denostado por muchos, aunque supongo que acepta una segunda interpretación menos literal.
Creo innecesario aclarar que nunca tuve la intención de enemistarme con nadie por disentir con algunas opiniones; estoy convencido de que el diálogo pacífico y racional en un marco de respeto y convivencia es lo que nos hace crecer como ciudadanos, como personas y como seres humanos. Sí, a vos te lo digo. ¿Qué me mirás así, mamerto? ¿Tengo monos en la cara? ¡Con mi vieja y con mi hermana no, eh! ¡Agarrenmén, agarrenmén que lo mato a piñas a ese jueputa!
Mariela, gracias por citar a Julio Palacio; a pesar de mi interés por la musicología, nunca pude leer sus textos sobre la diatonitis. (Estuve por escribir algo parecido respecto a la percepción musical de Dolina y de otros músicos que tampoco tuvimos desde la infancia el piano como primer instrumento junto con su literatura asociada, y me detuve para averiguar algo más sobre el tema; hasta ahora no pude encontrar material de Palacio.) La referencia a «Blacks Without Soul» me arrancó una carcajada.
Ciudadano32, me gustó la espontaneidad de ese «¡No me reconcilio nada, estúpido!» y la apurada de Barton; extraño ese docto salvajismo aconsejado por la participación de Dorio.
Noto que Dolina insistía en destacar la diferencia entre credibilidad y veracidad en esta serie de programas de los años 2011 al 2013 (algo que tenía sentido durante ese período), aunque la evidencia demostró que los creíbles tenían la razón aunque mintieran, y en especial porque mentían. ¿Fue sensato condenar a millones de argentinos a la miseria y la desigualdad solo por no faltar a una verdad tan sobrestimada como brumosa? Un sociópata utilitarista como yo se negaría a responder esa pregunta con un sí.
Hago notar la insoportable falta de profesionalismo del personal de las dos radios en que trabajó Dolina durante ese período, quizá una consecuencia de la mística de la militancia (¿qué?) aplicada a la comunicación masiva en el siglo XXI. En estos programas que conservan los segmentos informativos también puede oírse a funcionarios y dirigentes que —con voz telefónica de escribano anciano y estreñido— se burlaban de los papelones que estaba haciendo la oposición, que desconocía un inciso perdido de la ley de presupuesto o una ordenanza municipal del año 1873; el mensaje era: «No se preocupen, ¿quién va a votar a esos ignorantes?» Ganaron los papeloneros, naturalmente, y no fue la única vez.
Cuando dejó ir a Dorio y Mactas y entraron Gillespi, Barton y ahora Cora Barengo
Cuando por caprichoso cambió Radio 10 (la de Hadad) por Nacional y después, peor aún, AM750
Cuando no pudo llenar el Multiteatro o el Regina y ahora está en el Chacarerean, 100 localidades
Y lo más patético, la semana pasada hicieron 1000 km para dos funciones de 400 localidades c/u en la Banda, Sgo del Estero.
El Dolina brillante, cáustico, sutil, inteligente de los 2000 no volverá nunca.