Transcripción automática
0:00:00 Hablaremos hoy de Abdul Hamid. Aquí es Abdul Hamid, y ahorita dan en la vila del fondo. Es un Sultan turco. Así que ubiquémonos para eso con Tantinopla a mediados de siglo XIX.
0:00:17 El Sultan Abdul Mesit tuvo entre 1842 y 1848 11 hijos. El nacimiento de cada hijo real era anunciado a cañonazos.
0:00:32 Las salvas por cada hijo varón se repetían cinco veces al día durante siete días. Así que calculó que se tiraron, si no me falla, 365 cañonazos.
0:00:47 Acá usan estos 35 por 1.
0:00:52 La salva por cada hijo varón ya se lo he dicho. Pero para el nacimiento de una hija, las salvas se disparaban solo durante tres días.
0:01:01 Entre los hijos de Abdul Mesit estaba Abdul Hamid, que es el objeto de nuestra chava de hoy. La madre de Abdul Hamid era una de las mujeres de la leyenda del Sultan.
0:01:12 Antes de que Abdul Hamid se convirtiera en Sultan le tocó gobernar a un emanaz promayor, que fue nada menos que Murat V, que hemos hablado muchísimo aquí.
0:01:23 Estaba loco y era borracho. No se sabía donde empezaba una cosa y terminaba la otra, como solo durrís cuando esa combinación sucedió.
0:01:32 Mientras el su hermano Murat V gobernaba, Abdul vivía en la caja, en la caula, porque era allí en una sala del palacio Topkapi, en donde se confinaba de los hermanos menores de los sultanes reinantes, para que no conspiraran.
0:01:47 Así que vivían totalmente aislados del mundo.
0:01:50 Los únicos compañeros de los príncipes cautivos eran los del Nucos y algunas mujeres.
0:01:56 Si el sultán no conseguía la disendencia, entonces le tocaba el trono a algunos de estos hermanos, a los cuales el encierro solía perturbar gradamente, si no venía a estar perturbado de fábrica.
0:02:10 Bueno, Abdul Hamid le tocó reinar porque, como se ha dicho, Murat V estaba loco y por eso se lo desplazó.
0:02:18 Murat parece que se aterrorizaba ante los querigos ortodoxos griegos. Para mí también me da un poco de miedo.
0:02:26 Ahora que se ve un querigo ortodoxo griego por la calle, era algo corriendo.
0:02:32 Bueno, este también, con solo verlo, salía corriendo a los gritos y se encerraba en su habitación, así que tan loco me estaba.
0:02:39 Adoraba los payasos, ahí sube. Le provocaban tanta risa que se orinaba delante de todos y no permitía que lo cambiaran, no sé si a él o al payas.
0:02:52 Además, escupía cada momento porque tenía la saliva muy amarga y según el creía esa amargura provenía de alguna clase de veneno que se saliva conllevada.
0:03:06 Así que no se la tragaba, sino que la escupía continuamente.
0:03:10 Intentaron curarlo con encantamientos y la locura de la saliva, no sé decirlo. Con hechizos con sangría, pues lo dejaron peor.
0:03:19 El Concijo Imperial Otomano quiso que lo atendiera el doctor Leidersdorf, alienista, bienes, como todos los alienistas.
0:03:29 Los ministros impidieron que el sultan fuera trasladado a Vienna, así que Leidersdorf abandonó el caso.
0:03:38 Finalmente, el gabinete de ministros decidió deponer directamente al sultan por incapacidad mental.
0:03:44 Y lo mandaron a la jaula del Toptapi y más tarde una salva de cien cañonazos anunció a la población que había nuevos sultans.
0:03:53 Y el concepto de comunicación de aquel tiempo pasaba por el cañon más que por la radio difusión.
0:04:00 ¿De cual en algún caso podía tener una ventaja?
0:04:03 Actualmente hicieron balas de salva.
0:04:06 Bien, Abdul Hamid inició su reinado en agosto de 1876. Tenía 34 años de edad.
0:04:17 Poco después de llegar al sultanato, Abdul tenió una venganza del loco de cuesta.
0:04:25 Esa idea fue creciendo con el tiempo y lo transformó en uno de los sultanes más récordas de la historia automada.
0:04:33 Pueblos enteros, a ver, parecieron su tiranera.
0:04:37 Al cambie eso parecía que era un poquito extravagante, nada más, pero de un poco de lo esperable.
0:04:43 Era excelente cartintero y pasaba mucho tiempo en su callar.
0:04:47 Esto ya es un poco extravagante. Si vos estás gobernando un imperio, no podés perder el tiempo haciendo taburetes.
0:04:54 Parece que armaba las camas de las mujeres del aren y se amuelaron varias dependencias con sus obras.
0:05:01 Tenía además un museo de animales disecados, mandó también a construir un hospital para sus perros y se compró.
0:05:12 Quiso tenerlo en una habitación del palacio, pero los destrozos y los rugidos del animal molestaban,
0:05:21 allí que envió al animal abuso lógico.
0:05:24 Ya por esos días tenía la manía de estiar a todos los que lo rodeaban.
0:05:28 A menudo se lo veía mal escondido, escuchando a sus hermanos y hermanas, que comenzaban a hacer que a disuntas de la corte.
0:05:36 A Artur Hamid le gustaba andar por la ciudad.
0:05:40 Compraba él las cosas en las tiendas y cada tanto entraba a Montafre.
0:05:45 Aunque tenía una aren a su disposición, se enamoró de una vendedora delva que tenía una tienda de ropa en el centro.
0:05:54 Se llamaba Flora Coglier y era hermosa.
0:05:57 El sultán tenía la costumbre de ira y se negoció a verla.
0:06:01 Y era un poco tímido, sólo se acercaba para comprar guantes.
0:06:05 Con ese pretexto estaba en conversación.
0:06:08 Esta incidente la contó Benjamin Bischray y el I, que fue el primer ministro inglés, en una carta a Lord Salish Goy.
0:06:18 Dijo que se produjo en el negocio un casamiento secreto.
0:06:22 Aprájeme osado, probablemente.
0:06:25 Aunque esto nunca fue reconocido oficialmente.
0:06:29 Una vez, después de haber asistido en unas 20 ocasiones y haber comprado 20 palas de guantes,
0:06:36 el sultán Artur Hamid se acercó a Flora y le preguntó si podía casar secundario.
0:06:42 Ella acertó y fue a vivir a un palacio secundario en las orillas del bósforo, ese canal que se paraba hacia de Ropa.
0:06:54 El romance entre Abdul y Flora corrier duró un año, a causa de la oposición de funcionarios y parientes del sultán.
0:07:02 Nada se dice esa después de la ruptura.
0:07:05 La tienda de centro apareció cerrada.
0:07:09 Corrieron rumores de que Flora había sido enviada de vuelta a Benfica.
0:07:13 Abdul le costaba también en teatro.
0:07:16 Y contrató a una compañía ambulante y actores italianos dirigido por Artur Strabollo.
0:07:23 Abdul quería, muchas veces, que se cambiaran los argumentos de las obras y de las operas porque odiaba los finales de Gracia.
0:07:32 La traviata, por ejemplo, fue llamada Madame Camelia.
0:07:35 Y allí Violeta recupera la salud en el último acto, en vez de morir cual parecía ser vestido de Violeta y de su equivalente literario Margarita Lothier.
0:07:49 Abdul era un lector buraz sobre todo en avenas policiales.
0:07:54 Las leía el jefe de guardarropa imperial, Ismet Bey, que se sentaba oculto tras una celosina.
0:08:02 El favorito del sultán era el personaje favorito, el Asherlo Pons.
0:08:07 Así que tan pronto como apareció un nuevo libro de Conan Doyn, ordenaba que se lo tradujera en una noche.
0:08:15 Igual que no son nunca muy esperancias las historias de los salojón de Javi.
0:08:21 Para eso trabajaba un departamento de traducciones en el palacio.
0:08:25 Sus ministros y secretarios podrían ser llamados a su presencia cualquier hora de la noche porque Abdul sufrió de insomnio y cuando se aburría llamaban los ministros para haber ordenes.
0:08:37 Como se ha dicho Abdul, tenía miedo de que se produjera una constilación para restaurar a su hermano Murat en el trono.
0:08:44 Para el tarla cerró el palacio a todos los que no tuvieran una operación expresa de él para avistarlo.
0:08:52 A partir de entonces, apenas se lo vio al público, excepto cuando debía ir a una mezquita.
0:08:57 Por sus miedos llegó a permanecer encerrado un mes en su habitación.
0:09:02 Su violencia para evitar confiraciones encontró lugar con los arneños.
0:09:10 Ahí empezó a que asunto.
0:09:12 Turquía estaba en pie de guerra con Rusia, país que apoyaba a los nacionalistas arneños y eran sojuzgados por el resultato.
0:09:20 En 1696 los nacionalistas arneños lanzaron una bomba al paso de Abdul Amin cuando iba a la mezquita.
0:09:27 Salió y lesó pero murieron algunos guardias.
0:09:30 En la primera represalia fueron asesinados 10.000 arneños que vivieron en Istanbul.
0:09:35 Las masacres continuaron y causaron indignación en Europa Occidental.
0:09:40 Y el primer ministro inglés Blaston llamó a Abdul gran asesino mientras que en Prado se aclamenzó el tígreno.
0:09:48 Se recibió a él como un sultan sangriento.
0:09:51 A todo eso sus hermanos miraban el loco.
0:09:54 La gente se iba en la caída sin intrigar en absoluto.
0:09:59 Su escaliadía allí se limitaba a la lectura, al encuentro con muchachas de un areu subsidiario.
0:10:06 Un arrendre segundo orden, rueda de cerdedores.
0:10:09 Y en todo caso al cuidado del pájaro de colores.
0:10:13 Te gustaron los pájaro de colores a muy alto.
0:10:16 Pero como estaba loco, tan loco eso, no pensaba en una plaza de sombra.
0:10:21 Murat murió en 1904 después de 28 años de ansiedad.
0:10:25 Abdul Jamech, denigrado en Occidente como sultan sangriento,
0:10:29 inició los últimos años de su opresivo reinado en el Yildiz al allí, otro palacio,
0:10:36 una prisión en la que se encerró el mismo.
0:10:42 En julio de 1905 hubo otro atentado contra el soltar.
0:10:46 Y se salvó con el hilo de una pata una vez más.
0:10:50 El jefe de policía le hizo la culpa a los armeños.
0:10:53 Abdul tenía miedo de todo el mundo.
0:10:56 Se sospechó de su ejército, del personal que lo rodeaba, de sus mujeres.
0:11:01 Así que sus gobiernos hizo todavía más respófico.
0:11:04 Se insurró libros, periódicos, obras de teatro.
0:11:07 Ese, últimamente, al italiano estrabolo.
0:11:11 Y en cárcelo, con el que es posible sospechoso de nivel alísimo.
0:11:15 Un grupo llamado los Jóvenes Turcos, serán republicanos, se opuso a la piranida.
0:11:22 Y con ello se empezó la decadencia y luego la caída del imperio otomano.
0:11:26 Los Jóvenes Turcos llamaron al derrotamiento de Abdul en pro de la democracia.
0:11:31 Aunque fuese necesario el uso de la violencia.
0:11:35 A la lucha que habían despertado los Jóvenes Turcos, se unieron algunos hombres del ejército.
0:11:41 Mahmud Pasha fue uno de ellos que entró con sus tropas a Zambul.
0:11:47 Los guardias del palacio Yildiz desertaron y Abdul quedó indefensa.
0:11:53 Parece que las mujeres del Arem entraron en panico, como suele ocurrir cuando entra Mahmud Pasha en una ciudad.
0:12:01 Los encenas de las armas de Zempará, porque tenían que las cuidarse,
0:12:06 tenieron los ultrajes de los soldados.
0:12:08 Ya se sabe lo que suceder con los soldados cuando entra en la aglomarra en descuidad.
0:12:13 Ultrajes.
0:12:15 Algunas suicidaron.
0:12:19 La mayoría gritaban hasta que el lugar dio la impresión de eso que nos guiaban y lo que lo eran.
0:12:24 El soldado Abdul Hamid se entregó a...
0:12:28 Se pegó que era su preso.
0:12:32 No es que se puso ante los soldados con vocación de ultrajes.
0:12:37 Es decir, no, a mí también.
0:12:41 Una improvisada asamblea lo declaró indigno de Reignar.
0:12:45 Lo había hecho transigualmente.
0:12:48 Pidió vivir entonces en un palacio alejado de la ciudad.
0:12:51 Se triunguó esa posibilidad y lo exiliaron a Esalónica.
0:12:55 Y fue en un tren, junto con cuatro sus hijos, tres esposas, cuatro concubinas, cuatro glucos, algunos gatos y un perro.
0:13:04 Las damas que quedaban en el aren fueron desalojadas del palacio.
0:13:08 Una de las procesiones más trifes de las numerosas retiradas de grandes caídas fue la compuesta por estas damas.
0:13:16 Las infortunadas eran de todas las edades y tantas que hicieron falta 31 carravajes para sacarlas del Gilbija.
0:13:25 El nuevo gobierno entró en contacto, en contacto, sería mejor todavía, con las poblaciones de donde provenían la mayoría de las mujeres del aren,
0:13:33 notificando que pasaran a buscar a sus padres.
0:13:36 Alguna de las mujeres no fueron reclamadas, vio, como Saloparían.
0:13:40 Así que el gobierno anunció que se harían mantenidas por el estado hasta que fueran pedidas en matrimonio.
0:13:46 Más tarde, en una comisión fue, allá de ese habitado palacio de Abdul, para realizar el inventario de las propiedades del sultano.
0:13:55 Se produjo entonces un extraño en Sida y Tund.
0:13:59 Cuando los funcionarios decían al trabajo, se sorprendieron al escuchar muchas voces,
0:14:06 muchas voces enronquecidas, que provenían de una habitación.
0:14:11 La sorpresa se convirtió en alarma cuando osieron lo que hicieron estas voces, sin larga vida de su hija.
0:14:19 Entonces fue un guardia, mejor que algunos guardias, entraron violentamente a aquella habitación donde pensaban que había seguidores de Abdul.
0:14:27 Pero el grito no procedía de reaccionarios, sino de cientos de loros, de loros hambrientos, a los que se les había enseñado aquella frase, larga vida de sultano.
0:14:39 Bueno, nominalmente ocupó el sultanato, un hermanastro menor de Abdul, pero el control del gobierno lo tenía la unión de jóvenes turcos,
0:14:48 que en 1914 procedió a embarcar al imperio en la primera guerra como aliada de Alemania.
0:14:56 Esa fue una decisión fatal para el imperio otomano, bácticamente porque después de perder la guerra dejó de sentir,
0:15:04 incluso cuando el imperio entró en guerra, alguien en Londres, ya me acuerdo de alguien, dijo, el imperio otomano ha cometido su simbio.
0:15:14 Y efectivamente así fue porque la alternativa de la guerra no existía más.
0:15:19 Abdul Hamid murió en 1918, un año antes todas sus esposas y sus concubinas, menos una, habían pedido permiso a la Asamblea para abandonarlo a él.
0:15:29 Las pocas que le quedaban, no, de Sattreo IV, de vez en cuando, y pudieron irse.
0:15:34 Y una tal musica se quedó con él hasta el final, y Abdul Hamid murió en su plazo.
0:15:42 Esta fue esa que lo convuera, al ser, y lo lave.
0:15:45 Y a pesar de lo malo que era una gama llamada musica, lo haya abrazado en el último instante, o no lo convoyó en una solito.
0:15:55 No, y bueno, a mí tampoco.
0:15:59 ¿A quién podemos dedicar esta recordación?
0:16:03 Bueno, a algunos de los alcances de aquel pueblo arméneo que fue brutalmente tratado por los surcos en algún momento.
0:16:11 ¿Y por qué no ha dejado a las chicas de la arén de primera y de la junta de la arén de segunda?
0:16:17 Es que iban también dando sus placeres a pesar de algunas invitaciones.
0:16:22 Yo quiero informar que hay alguien que está prendiendo los agurmerios en cantidades industriales.
0:16:28 Después estamos todos...
0:16:30 Yo no estoy tan loto como Murat Quinto, pero yo siento un mismo que me tenía que crear,
0:16:38 hacer el fondo de los pulmones y me perturbo intensamente.
0:16:41 Así que si alguno tiene prendido el saumel, se puede apagarlo.
0:16:46 Tanto el celular como el saumel, se puede apagarlo antes de entrar al programa.
0:16:52 ¿Lo lo cuesta, señor?
0:16:57 Sí, usted lo percibe.
0:16:59 Efectamente estoy absolutamente perturbado por semejantes gendores industriales.
0:17:05 ¿Y el ardor de los ojos también?
0:17:08 Sí, sí, sí. Yo puedo irlo con la tos.
0:17:10 Sí, con la tos, claro. Es muy difícil.
0:17:13 Todo esto es muy difícil.
0:17:15 Bien, pero me pregunto con qué podemos amaldar, con qué tango, con qué canción, que yo ya podemos amaldar esta historia.
0:17:24 Y recordé la saliva, la amarga saliva de Abdulhamid. Es una de las mismas que hay en saliva amarga.
0:17:33 Y entonces me pareció que el tango amargura no estaba nada mal y que seguramente había sido compuesto pensando
0:17:43 en ese desorden glandular que producía un mal sabor en la boca de este hombre.
0:17:53 Hay una frase que está de modo en España, que es, me deja mal sabor de boca, dice.
0:18:00 Sí, no me gusta ni una metáfora alitoxica.
0:18:05 Y cuando uno quiera un poco triste dice que quiera con mal sabor en la boca.
0:18:08 Yo he estado a veces muy triste, sin embargo, con cabores, amantes y acampores.
0:18:14 Y otras veces estaba muy alegre, con gustos eboyunos.
0:18:23 Y fernetoja nada más.
0:18:28 Así que no necesariamente van de la mano la cualidad del alma y la del aliento.
0:18:32 No, es la preferible que los charles y las personas limpias de corazón tienen, que últimamente, un cien, no es el cíctrico.
0:18:40 En los alientos.
0:18:43 Bueno, en cualquier caso, un salido bueno para prevenir, te digo, no, Alejandro?
0:18:47 Para prevenir el aliento mediante el...
0:18:50 El aliento de la felicidad o para prevenir el aliento.
0:18:54 O el control del aliento.
0:18:55 No, cuando uno conociera al aliento, digamos, que este detalle de los charles, ya que en el alma de esa persona hay algo que no está viendo.
0:19:02 Bueno, como el aliento es tanta, tanto sea que su orición sea la melancolía o la falta de higiene.
0:19:11 La falta de higiene es una forma de la melancolía, entonces...
0:19:19 Canta el tango a margura.
0:19:21 Soy el torno de un carroso.
0:20:01 M disappeares y a losальgos se le laughter maya y bl Burgáquia multiply
0:20:05 Luis Mán, los lessripaba, mis példulas contuvo
0:20:09 Su boca que reía los no pude matar
0:20:16 Turops tu amor de obrira
0:20:19 Todo mi fortuna
0:20:24 turo bien mi alegría
0:20:27 A los calvos tiran la luna
0:20:32 Por querer la calma
0:20:36 Por confiar en Lega
0:20:40 Hoy ayer mi huelga
0:20:43 Con los lardos y mi honor
0:20:46 Dolido estoy abocito
0:20:49 Mi vieja y la sangre
0:20:51 Ve vamos a trocer algo
0:20:53 Que yo quiero mirar
0:20:55 Pero estas penas
0:20:57 Son tan fias por ir a este año
0:20:59 Como las lervas malas
0:21:01 Son de una fiar rancar
0:21:03 Del fondo de mi copa
0:21:05 Tu imagen me viola
0:21:07 Es como una sondera
0:21:09 Su reina sexual
0:21:11 Lo que te hay desciedada
0:21:13 Su boca me encabela
0:21:15 Se burla hasta la puerta
0:21:17 En la hidrata en el cinta
0:21:21 Vengo el tu amor de un día
0:21:25 Toda mi fortuna
0:21:29 Con bien y alegría
0:21:33 A los calvos tiran la luna
0:21:37 Por querer la calma
0:21:41 Por confiar en Lega
0:21:46 Hoy ayer mi huelga
0:21:49 Con los lardos y mi honor
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