Transcripción automática
0:00:00 Sí, señor, como dice el agutor.
0:00:03 Muy bien, continuamos en la venganza. Será terrible.
0:00:05 Estamos en el auditorio de Radio del Plata en Gorriti 5963.
0:00:09 Maniana también estaremos aquí. Atención a la medianoche.
0:00:13 Pero el viernes, el viernes estaremos en Chipoletti.
0:00:18 Se llama temprano además. Pero los que vengan acá no van a ser atendidos por nadie.
0:00:22 Así que el viernes, este no vengan.
0:00:24 No, vayan a Chipoletti, a día de la provincia de Rio Negro.
0:00:26 A la frente de la mujer también la gente puede escuchar el río e ir a ver el programa.
0:00:30 Nos llega la información de que sí vamos a estar en Paraná.
0:00:33 Sí, en Paraná, aparentemente en octubre y en San Luis, aparentemente en noviembre.
0:00:38 Muy bien. Vamos a hablar esta noche...
0:00:42 Esos son los míos.
0:00:46 De algunos resucitados.
0:00:50 De los mitos griegos.
0:00:52 Y de los que pudieron hablar de Asclepio, el más famoso de los dueños del poder de resucitar los muertos en los mitos clásicos.
0:01:01 Tampoco contaremos los episodios de personajes desmembrados en guiso.
0:01:08 Como Pélope y luego recompuestos y resucitados por algún dios.
0:01:15 Contaremos sucesos de la mitología griega menos transitados.
0:01:20 Hay algunos en donde las resurrecciones fueron muy acotadas en el tiempo.
0:01:28 Hablaremos de Sténelo en primer lugar.
0:01:31 Hay varios hombres que se han llamado Sténelo en los mitos.
0:01:35 Uno de ellos será hijo de Héctor y compañero de Heracles, a quien siguió en su expresión contra las Amazonas.
0:01:44 Sténelo fue herido en una lucha contra estas mujeres y murió al regreso de la expedición en Paflagonia.
0:01:53 Fue enterrado cerca de la costa.
0:01:56 Ahora muy bien.
0:01:57 Tiempo más tarde, cuando los argonautas pasaron por la región, Pereséfone,
0:02:03 que por esos tiempos permanecía junto a Ades en la dirección...
0:02:09 La primera dama del infierno, digamos.
0:02:10 Claro, en la dirección del infierno.
0:02:12 Le permitió a Sténelo volver a la tierra durante unos días para ver a los expedicionarios.
0:02:21 Y Sténelo resucitó.
0:02:24 Los argonautas lo saludaron, le ofrecieron un sacrificio como un héroe y continuaron su travesía.
0:02:32 Y Sténelo, tranquilamente, después del homenaje, del lago, se murió de nuevo.
0:02:41 Otra resurrección acotada fue la siguiente.
0:02:48 Había una chica llamada la odamía.
0:02:53 Han puesto el aire acondicionado.
0:02:55 No, pero hay un frío.
0:02:58 Se diría preferir apagarlo.
0:03:01 Sí, no, porque viene en forma de viento y el aire que se mueve no está caliente sino frío.
0:03:09 Bueno, la muchacha llamada la odamía, esposa de Protecilado.
0:03:16 Protecilado fue el primer héroe griego que murió en la guerra de Trosa.
0:03:21 En realidad, el asunto fue así.
0:03:24 Un oráculo había baticinado que el primer neacto que hiciera pie en la costa de Trosa iba a morir.
0:03:35 Y así fue. El primero fue justamente este tipo, Protecilado.
0:03:41 Y murió. Fue el primer muerto de la guerra de Trosa.
0:03:44 Es una profecía fácil. Cuando uno se pare en algún lugar, casi siempre es verdad.
0:03:49 Pero era casado este tipo.
0:03:52 Se había casado con la odamía.
0:03:55 Y habían tenido una noche de bodas y al alba Protecilado partió a la guerra.
0:04:04 Sólo habían estado juntos aquella noche.
0:04:08 Matrimonio perfecto.
0:04:10 Es el matrimonio perfecto.
0:04:12 Y así no han entendido algunos autores griegos que al referirse a este suceso y al amor de la odamía y de Protecilado,
0:04:26 decían que la razón principal era la brevedad.
0:04:29 Bueno, partió el marido. La muchacha estaba muy enamorada de él.
0:04:38 Y, día en un día, ya conoció la noticia de su muerte.
0:04:42 Y empezó a pedir a los dioses que se lo devolvieran, al menos solo por tres horas.
0:04:48 Protecilado por su parte, en el infierno había formulado pedidos de la misma índole.
0:04:56 Bueno, los dioses se enternecieron ante estos pedidos coincidentes
0:05:01 y le otorgaron a Protecilado la posibilidad de ese regreso efímero.
0:05:07 Bueno, volvió el tipo que hacía que estoy.
0:05:11 Debió ser una velada angustiosa.
0:05:15 Tremenda, tremenda, sí.
0:05:17 Te siguen quedando tres horas.
0:05:20 Es muy superior la tristeza de saber que te vas a marchar de nuevo.
0:05:23 Que la alegría de volverte a ver por ese lapso tan breve.
0:05:29 Sin embargo, a mí me parece que para nosotros esto tendría una aventura superior,
0:05:38 una dicha superior, a saber conocer que hay la posibilidad de regresar del otro mundo,
0:05:47 aunque sea por tres horas.
0:05:50 Es mejor todavía que hay el otro mundo.
0:05:53 Bueno, esa es la buena noticia.
0:05:55 Esa es la buena noticia.
0:05:56 Pues el tipo vuelve cinco minutos.
0:05:58 Solo te se guarda que hay el otro mundo.
0:06:00 Y si las toma, listo.
0:06:03 Porque es el resto de su vacación.
0:06:05 Que hay una vida allá.
0:06:07 Teniendo esa noticia de todo lo demás, importa mucho.
0:06:10 Pero estamos ente descreídos que no tenemos la posibilidad de esa dicha.
0:06:15 El caso es que llegó el tipo, tuvieron ahí.
0:06:17 Y se va a saber que, y dice, bueno, me voy, y se protegila.
0:06:21 Se va a hacer con la hora.
0:06:22 Y entonces la odamea le dijo, te acompaño y se suicidó.
0:06:28 Esa es mi mujer.
0:06:29 Y marcharon los dos, entonces, ya que estaban, lo acompañó hasta la muerte.
0:06:37 Hay, yo escrito alguna cosa sobre este asunto.
0:06:43 No hace mucho.
0:06:45 Y he dado en inventar un desencuentro que se produce en esas tres obras.
0:06:54 El tipo regresa y hay un conflicto.
0:06:58 Y hay un conflicto, no importa.
0:07:03 Pero es una buena idea.
0:07:05 Y produce el milagro del regreso.
0:07:07 Claro. Contra todas las cosas.
0:07:09 Debo marcharme al alba.
0:07:11 Y en esas tres horas surge algo parecido al astío, al desamor, al desencuentro.
0:07:20 Otras resurrecciones.
0:07:23 Hay un mito que tiene como personaje a Moria, que era una mujer lidia.
0:07:29 Que cosa, que Moria sea lidia.
0:07:33 Un día en que su hermano Tilo, como le va, se pasaba por las orillas del río.
0:07:42 No se dio cuenta y tocó una serpiente.
0:07:45 Y la serpiente lo murió.
0:07:47 Y Tilo murió en el acto.
0:07:49 Moria, que había visto desde lejos el suceso, llamó en su socorro Adamacén,
0:07:56 que era un gigante.
0:07:58 Siempre conviene tener un gigante para llamarlo en socorro propio.
0:08:02 Adamacén entonces arrancó de cuajo un árbol y aplastó con él a la serpiente.
0:08:08 Y bueno, esa no es ninguna ayuda.
0:08:12 Como debieramos aprender.
0:08:14 Sí, claro, de una buena vez.
0:08:16 Entonces vieron como otra serpiente, dicen que la hembra,
0:08:20 se metió en un bosque vecino y volvió poco más tarde,
0:08:24 trayendo en la boca hierba valis que tenía poderes milagrosos.
0:08:28 Le aplicó a la nariz de la serpiente muerta, esas hierbas,
0:08:33 y la serpiente muerta resucitó y usó.
0:08:38 Y Moria, aleccionada, hizo lo mismo con su hermano,
0:08:41 que volvió a la vida y también usó.
0:08:47 Pero con el mismo procedimiento hay un mito mucho mejor.
0:08:53 Había un hijo de Minos, el rey de Cretas.
0:08:57 De Minos sí es su esposa pasifa,
0:09:00 aquella que tuvo una aventura con un toro.
0:09:04 Glauco se llamaba este chico.
0:09:06 Y un día que Glauco, niño Glauco,
0:09:10 presiguió un ratón,
0:09:12 se cayó adentro de una tinaja de miel y se ahogó.
0:09:17 No fue culpa bótica.
0:09:19 Minos lo buscó durante mucho tiempo
0:09:22 y gracias a la ayuda de Apolo,
0:09:24 encontró el cadáver en la tinaja.
0:09:27 Ustedes saben que los Cretes eran unos genios molestos
0:09:32 que poseían el don profético.
0:09:34 Y vieron que Minos estaba desesperado
0:09:37 y le informaron que un hombre podía devolver en la vida su hijo.
0:09:41 Ese hombre debía ser el que mejor supiese describir
0:09:47 el color de una determinada vaca de sus rebaños,
0:09:50 cuya tonalidad cambiaba tres veces al día.
0:09:53 De blanca pasaba a roja y luego a negra,
0:09:57 volviendo a reanudar el ciclo al día siguiente.
0:10:00 Minos convocó a los hombres más sábiles de Cretas
0:10:03 y les pidió que describiesen el color mudable de la vaca maravillosa.
0:10:08 Uno solo lo consiguió.
0:10:10 Se llamaba Poligido.
0:10:12 Era hijo de Serano y tenía el don de la profecía.
0:10:17 Respondió que la referida vaca tenía el color de la mora.
0:10:22 Ciertamente ese fruto empezaba siendo blanco.
0:10:25 Y después en roja, en estado de madura, se vuelve negro.
0:10:30 Minos, juzgando que Poligido había resuelto el enigma,
0:10:35 le ordenó que le volviese la vida a Glauco
0:10:38 y lo encerró junto con el cadáver.
0:10:42 Poligido, naturalmente se hallaba perplejo e inoperante,
0:10:48 cuando vio entrar en su encierro a una serpiente
0:10:52 que se dirigió hacia el cuerpo del muerto.
0:10:55 Temiendo que la serpiente lo devorara,
0:10:58 o al menos lo deteriorara,
0:11:00 Poligido la mató.
0:11:02 Al poco tiempo entró una segunda serpiente
0:11:05 que al ver a la otra sin vida se retiró,
0:11:09 pero no tardó mucho en volver llevando en la boca una hierba
0:11:13 con la que tocó a su compañera,
0:11:16 y esta resucitó en el acto.
0:11:19 Poligido entonces se apoderó velozmente de la planta,
0:11:23 frotó con ella a Glauco,
0:11:25 que volvió inmediatamente a la vida
0:11:29 y todos fueron felices para siempre.
0:11:32 Sirse y Medea,
0:11:35 usaban la hierba a Vális para resucitar personas,
0:11:39 eran hermanas,
0:11:41 y Medea, aunque generalmente se las refiere, mitos diferentes.
0:11:46 Diferente, sirse, una tradición de los cuantosórticos.
0:11:49 Minos, el rey de Creta, era muy ambicioso,
0:11:53 y aunque tenía a su hijo otra vez con vida,
0:11:56 no se declaró satisfecho.
0:11:59 Y antes de permitir a Poligido que regresara a sus tierras,
0:12:02 quiso que le enseñara su arte profético a Glauco, al hijo.
0:12:07 Y así lo hizo.
0:12:09 Pero, al ser puesto en libertad, en el mismo momento de partir,
0:12:14 Poligido escupió en la boca a su discípulo,
0:12:19 con lo cual Glauco perdió toda la ciencia que acababa de adquirir
0:12:23 y que jamás pudo usufructuar.
0:12:26 Sépase que escupir en la boca de alguien
0:12:29 significaba abolir las enseñanzas.
0:12:32 Recuérdese el caso de Cassandra y Apolo.
0:12:36 Cassandra, la hija del rey Grajo,
0:12:38 que profetizaba sin que le crecieron.
0:12:41 Cassandra, la hija del rey de Troya,
0:12:45 conoció al Dios Apolo.
0:12:51 Y le dijo que se iba a entregar a él
0:12:56 si le enseñaba a profetizar.
0:13:00 Apolo le enseñó el arte de la profecía
0:13:03 y después ella se hizo la que no quería.
0:13:06 Entonces Apolo le escupió en la boca
0:13:09 y en realidad no perdió del todo el arte de profetizar,
0:13:12 pero sí fue condenada a que nadie creyera en su profecía.
0:13:17 De manera que aquel maestro, que arrepentí
0:13:19 de haberle inculcado a algún alumno
0:13:21 una enseñanza que después vino a saberse, no merecía,
0:13:25 debería escupir en la boca
0:13:27 de legresado discípulo.
0:13:30 Cosas no siempre es fácil porque los discípulos ingratos
0:13:34 suelen marcharse a Estados Unidos.
0:13:36 Con un barbijo.
0:13:38 Con un barbijo de manera que todo escupitaje
0:13:40 en la boca resulta inviable.
0:13:42 Le dije que la Lloy y la Lloy es el padre de Dispo,
0:13:45 el marido de Jocasta, no es la yo el nombre del padre
0:13:47 de Néstor y Paz.
0:13:49 Era el rey de Trocha, no?
0:13:51 Dejémoslo ahí.
0:13:53 Pero pensé, Alejandro, que hay una especie de condición extraña
0:13:57 en esto de la gente que vuelve de la realidad muerta,
0:14:00 porque en general hay algo que no va a funcionar siempre.
0:14:04 A ver, digamos que toda partida es irreparable y letal.
0:14:08 No hay forma de remediar una partida.
0:14:10 Siempre uno ve las elecciones que se da
0:14:12 en algunas historias de terror,
0:14:14 que vuelve, vuelve por ejemplo, en la misma condición que estaba,
0:14:17 o sea, podrido y con las víceras afuera y que se yo,
0:14:20 o bien vuelve y es otro.
0:14:23 Es alguien que ha sido atravesado por esa oscuridad de la muerte,
0:14:26 esa oscuridad que una vez atravesada no le permite a uno distinguir.
0:14:30 Ese es el argumento del cuento.
0:14:34 El que se muere cambia.
0:14:38 Ya no sos el mismo.
0:14:40 Es lo mismo cuando uno se va del pueblo, no?
0:14:42 El que vuelve de la muerte vuelve cambiado.
0:14:45 Vuelve cambiado.
0:14:46 Yo lo lamento, señor.
0:14:47 Pero, este, y digo, del mismo modo uno debería pensar que las partidas,
0:14:55 los viajes, uno se va de viaje y cuando vuelve tampoco es el mismo.
0:14:59 Aquella cosa uno nunca es el mismo y el segundo es siguiente,
0:15:03 pero cuando media algún tipo de iniciación,
0:15:06 no ociosamente las grandes historias y iniciatricas del mundo tienen
0:15:10 una vida a los infierros y un viaje.
0:15:13 Si uno piensa en Gildames,
0:15:15 Un viaje de que uno vuelve otro.
0:15:17 De que uno vuelve otro.
0:15:18 Dos partes de Dios, una parte de hombre.
0:15:20 Me pasa de todo el viaje, se encuentra conectido.
0:15:22 Nuestro querido Dante Agilieri,
0:15:24 que también al volver, efectivamente,
0:15:27 no será otro porque se acaba de convertir en el escritor
0:15:29 más maravilloso de la historia de la humanidad.
0:15:32 Y general con los riegos nos pasa lo mismo.
0:15:34 A lo sumo hay una especie de redención,
0:15:37 así cuando lo que vuelve no es una persona, sino una estación,
0:15:40 la primavera, precepto, este tipo de cosas.
0:15:43 Pero como nuestra condición es de la humana,
0:15:45 yo y usted lo decía también.
0:15:47 A ver, ¿qué otra noticia?
0:15:48 Va a haber más importante que quise saber que hay otro mundo.
0:15:51 Esto ya nos convertiría de alguna manera en inmortales.
0:15:54 Y entonces una vez que uno es inmortal,
0:15:56 difícilmente tenga, le presta atención a tres horas.
0:15:59 Tres horas no tiene sentido para mí si soy inmortal.
0:16:02 Y esto quizás es lo que le da valor a nuestras cosas.
0:16:05 Pero aún es la situación de aquel que no ha ido a los infiatos,
0:16:10 no ha muerto para volver, sino aquel que uno va a buscar
0:16:14 cuando vuelve de la muerte.
0:16:16 Porque aquel que lo está esperando va a tener una enorme alegría
0:16:19 hasta que vea que usted, o el que vuelve, el que regresa,
0:16:22 se arruese el que él esperaba.
0:16:24 Y esto también es así.
0:16:25 Si uno espera a alguien o algo, lo que llega nunca es ese algo
0:16:28 que uno esperaba o ese alguien.
0:16:30 Porque justamente ese alguien o ese algo es algo conocido.
0:16:33 Porque se gana siempre es desconocido o si no no hay novedad, no hay cegada.
0:16:37 Ya lo sumo le queda a la persona que estaba esperando
0:16:40 ese regusto amargo de poder contar con historia prodigiosa.
0:16:43 Pero es una historia que en la que el prodigio se acaba
0:16:45 después de una primera frase que dice,
0:16:47 volvió una noche.
0:16:49 Volvió una noche y canta Carlos Gardel.
0:17:03 Volvió una noche y no le esperaba.
0:17:10 A mí el rosa lo tan tan llena.
0:17:14 Y esto me pena hasta recordarle su fenonía y su cruelda.
0:17:22 Me dijo humilde si me perdona.
0:17:26 El tiempo viejo otra vez vendrá.
0:17:31 La primavera es nuestra vida.
0:17:35 Verás que todo nos sorreirá.
0:17:40 Mentira, mentira, yo quise decirle,
0:17:45 las olas que pasan ya no vuelven más.
0:17:49 Y a la noche me pido el ronquillo.
0:17:53 Las olas ya no vuelven más.
0:17:56 Y así mi cariño al tuyo enlazado.
0:18:00 Es solo una fantasma del viejo pasado
0:18:04 que ya no se puede resuciar.
0:18:08 Calde mi amargura y tu papira.
0:18:12 Tus ojos azules muy grandes que abrieron.
0:18:16 Mi pena inaudida pronto comprendieron.
0:18:21 Una mueca de mujeres vencidas me dijo es la vida y no la vi más.
0:18:29 Volvió esa noche, nunca lo olvido,
0:18:33 con la mirada triste y fina.
0:18:37 Y tuve miedo de aquel espectro que fue loco en mi cuventud.
0:18:45 Se fue el silencio sin un reproche.
0:18:49 Busqué un espejo y me quise mirar.
0:18:53 Había en mi frente tanto sin vierno
0:18:57 que tan bien ella tuvo piedad.
0:19:02 Mentira, mentira, yo quise decirle,
0:19:07 las olas que pasan ya no vuelven más.
0:19:11 Y así mi cariño al tuyo enlazado.
0:19:15 Es solo una fantasma del viejo pasado
0:19:19 que ya no se puede resuciar.
0:19:23 Calde mi amargura y tu papira.
0:19:27 Tus ojos azules muy grandes que abrieron.
0:19:36 Y con una mueca de mujeres vencidas
0:19:41 me dijo es la vida y no la vi más.
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