Transcripción automática
0:00:00 Vamos a la charla del día de hoy. Es una charla que a mí me gusta mucho, que cada tanto...
0:00:08 No digo que repetimos, sino que cada tanto transitamos.
0:00:13 Así que vamos a hablar de algunos trabajos del amigo Heracles.
0:00:17 Heraclito para los amigos.
0:00:20 Hércules.
0:00:21 Hércules para los amigos.
0:00:25 Puedes llamarme como quiera.
0:00:32 Algunos trabajos de Heracles, no los doces.
0:00:36 Heracles, saben ustedes, eran un héroe griego obligado por el rey Euristeo,
0:00:43 con la complicidad de la diosa Hera, a realizar 12 trabajos,
0:00:49 a sañas imposibles.
0:00:51 A sañas en las que siempre había una imposibilidad
0:00:57 y había grave riesgo para la vida de Heracles,
0:01:01 porque la diosa lo tenía montado entre ceja y ceja.
0:01:07 Hablaremos del sexto de tu trabajo y de algunos otros más.
0:01:11 El sexto fue expulsar a las innumerables aves del lago Stinfalo.
0:01:18 Y había unas aves que eran una porquería.
0:01:21 Tenían pico alas y garras de bronce.
0:01:25 Incluso yo creo que también tenían plumas de metal.
0:01:30 Me gusta la idea de que cada tanto perdían una pluma,
0:01:33 es un modestísimo agregado a la leyenda,
0:01:37 que cada tanto perdían una pluma y esa pluma,
0:01:39 como una afilada navaja,
0:01:42 caía y cortaba narices, orejas,
0:01:46 de las personas que acertaban a pasar por abajo.
0:01:50 Vivían en el inmundo pantano de Stinfalo,
0:01:53 porque yo le llamé el lago por puro...
0:01:56 de bueno, de puro bueno que soy, de puro criollo.
0:02:00 Se comían a los hombres, vamos a decirlo de una vez,
0:02:03 me refiero a las aves del lago Stinfalo como tantas.
0:02:06 Tenían aspecto de grulias,
0:02:08 pero sus picos eran tan fuertes
0:02:11 que podían atravesar una plancha de metal.
0:02:18 Parece que se criaban en Arabia, provenían de Arabia,
0:02:22 y allí también atacaban a los hombres,
0:02:25 pero los árabes eran diestros en la construcción
0:02:28 de unas corazas protectoras hechas con corteza trenzada,
0:02:32 donde finalmente se atrancaban los picos
0:02:35 de las aves estinfalidas.
0:02:38 Luego, el atacado, me refiero al árabe,
0:02:42 aprovechando que el ave estaba atrapada
0:02:45 y ensartada contra su coraza,
0:02:47 le retorreció el pejuello con total alegría.
0:02:51 En el pantano de Stinfalo,
0:02:54 estas aves procreaban,
0:02:56 y de vez en cuando remontaban vuelo en enormes bandadas
0:03:01 para matar hombres y animales.
0:03:04 Esto lo hacían levantando sus plumas de bronce,
0:03:08 y parece que, además otro detalle ominoso,
0:03:13 el excremento de estas aves era venenoso
0:03:20 para el que era alcanzado por estas deposiciones aéreas.
0:03:26 Cuando Heracles llegó al pantano,
0:03:29 se vio en la imposibilidad de atacar a las aves complechas,
0:03:32 primero eran muchas,
0:03:34 y después tal vez las lechas no alcanzaban a atravesarlas.
0:03:38 Además, el pantano no era muy sólido
0:03:41 para que un hombre pudiera caminar sobre él,
0:03:44 ni tan líquido como para utilizar una embarcación.
0:03:48 Era ese beche de dulce de leche
0:03:51 que no sirve ni para navegar ni para caminar.
0:03:56 Mientras será que les permanecían la orilla sin saber qué hacer,
0:03:59 la diosa Atenea acudió en su ayuda y le dio una matraca.
0:04:06 La matraca la había construido en festos,
0:04:13 el dios más industrioso del olimpo.
0:04:17 Entonces Heracles le dio una estribación del monte Silene,
0:04:22 que domina el pantano, empezó a tocar la matraca,
0:04:26 y esto produjo un estruendo total.
0:04:34 Las aves levantaron vuelos formando una gran bandada
0:04:38 y se marcharon para no volver jamás.
0:04:41 No se sabe cuál fue la suerte de esa matraca.
0:04:45 Siempre todo se pierde con enorme facilidad.
0:04:50 El mundo de las cosas que se han extraviado
0:04:54 es mucho más amplio que el mundo de las que se han conservado.
0:04:59 Los paisanos del campo, ignorantes en general,
0:05:03 de las hazañas de Heracles,
0:05:05 auyentan a las langostas golpeando unos tachos, como usted bien sabe.
0:05:10 Tachos que no hacen ni la mitad del ruido que hacía la matraca de Heracles.
0:05:16 Si hubieran cruzado la carrera de letras,
0:05:19 cosa que sería necesario hicieran los agricultores,
0:05:22 aunque más no fuera para afectar un aire amargado,
0:05:26 digo si hubieran consultado a las hazañas de Heracles,
0:05:29 se apresurarían a construir enormes matracas.
0:05:33 ¿No vio que en la época del cacerolazo no quedó ninguna langosta en la ciudad?
0:05:36 Efectivamente, demorían sin que supieran por qué.
0:05:40 Otro trabajo de Heracles, que más me gusta,
0:05:44 es la lucha contra la hidra, la Hidra de la Erna.
0:05:47 La hidra era un monstruo convenientemente horroroso
0:05:51 y convenientemente hijo de Equirna y Tifón,
0:05:55 ya que todos los monstruos griegos eran hijos de Tifón y Equirna,
0:05:59 una especie de pareja de pura sangre de monstruos.
0:06:04 Qué peligre.
0:06:06 Por ejemplo, de Embrujo y Platería, o de Selín Asán y Yucca.
0:06:14 En este caso, todos los monstruos griegos son hijos de Equirna y Tifón.
0:06:22 La hidra había sido criada por Hera, justamente, la mujer de Zeus,
0:06:26 para que sirvese de ayuda a Heracles.
0:06:31 Dicen que la diosa la crió debajo de un plata,
0:06:34 cerca de la fuente de amimones.
0:06:37 Pero en realidad era una serpiente de varias cabezas.
0:06:40 Esto de la ayuda de Heracles no.
0:06:43 Era, crió la hidra, si es que la crió, para que destruyera Heracles.
0:06:49 Nadie se pone de acuerdo sobre cuántas cabezas tenía la hidra.
0:06:53 Se ha dicho también que estas cabezas eran humanas.
0:06:57 Algunos hice 50, otros 34 y otros 14.
0:07:03 Por si cualquier cosa.
0:07:05 El aliento que salía de las fauces de la hidra, la atención, señora,
0:07:09 era mortal.
0:07:12 Hasta el punto de que al acercarse a alguien y respirar aquella fete y des,
0:07:21 moría.
0:07:23 Te echaba el aliento en la hidra y te morías.
0:07:25 Parece que incluso con ese mismo aliento,
0:07:29 arruinaba cosechas y mataba ganado.
0:07:33 Para convertir a la hidra, Heracles recurrió a flechas encendidas.
0:07:38 Pero no le dio resultado.
0:07:40 Después comenzó a cortar las cabezas de la hidra con una especie de cimitarra.
0:07:44 Lo ayudaba su sobrino, Yolao, el hijo del mellizo mortal,
0:07:51 del mellizo pobre, del hermano malo de Luis Andrini, que era yfriclón.
0:07:58 Bueno, esta ayuda era muy necesaria, porque cada vez que cortaba una cabeza,
0:08:04 le salió una nueva, de sagrada breva tráceo.
0:08:08 Quiere decir que no solo era necesaria la ayuda de Yolao.
0:08:19 Hemos dicho que era necesaria, pero me pareció que más bien era inútil.
0:08:23 Cada vez que cortaba una cabeza, le crecía de nuevo,
0:08:27 y me parecía que me iba a estar así durante todo el libro.
0:08:30 Pero para impadir que esas cabezas renacieran, Heracles pidió a Yolao
0:08:34 que incendiara un bosque vecino.
0:08:36 Dijo, anda, ese por favor, Yolao, incendiame el bosque vecino.
0:08:41 Entonces con auxilio de los tizones, procedieron a quemar cada corte de cabeza.
0:08:47 Cada vez que cortaba una cabeza, al muñon le ponían un tizón.
0:08:53 Este es un ripio de la historia, una comodidad.
0:08:57 ¿Cómo sabía esto, Heracles?
0:08:59 ¿Cómo sabía que con un tizón en el muñon, una cabeza pertinaz, iba a dejar de salir de nuevo?
0:09:08 ¿Tenía mucha experiencia en cabezas que surgían del mismo lugar donde se las cortaba?
0:09:15 Bueno, eso es trampa.
0:09:18 El caso es que otros decían que la cabeza del medio,
0:09:23 es decir, esto implica un número en par de cabezas, era inmortal.
0:09:28 Sin embargo, Heracles, cuando cortó esa cabeza que era inmortal, la enterró y le puso una roca encima.
0:09:39 Pero esta cabeza no es que resurgía.
0:09:41 ¿Me entiendes? Cortaba la cabeza inmortal, no le salió,
0:09:44 pero la misma cabeza era inmortal, así que todavía debe estar viva, aunque enterrada, como tantos de nosotros.
0:09:52 Así que le puso una roca muy pesada, por más que la posibilidad de movimiento de una cabeza sola,
0:10:00 es bastante reducida.
0:10:02 ¿No qué camina una cabeza con la glótis?
0:10:06 ¿Se come una tortuga?
0:10:12 Bien, así que atención a aquellos que acostumbren a remover rocas,
0:10:17 porque pueden encontrarse con la cabeza del medio de la hidra, así que igual.
0:10:23 El caso es que Heracles empapó sus flechas en la sangre de la hidra y las convirtió en venenosas.
0:10:29 En el resto de los trabajos utilizó estas flechas envenenadas para atacar a sus enemigos.
0:10:35 En su lucha contra Heracles, había mandado a la hidra un cangrejo gigante.
0:10:41 Y este cangrejo mordió a Heracles en el talón, pero Heracles lo aplastó, poco digno de una diosa.
0:10:51 Esta ayuda, ¿no? La hidra gritaba, no me ayude más, señora.
0:10:55 Mandó un cangrejo, duró dos líneas.
0:10:58 Lo mordió en el talón, el tipo lo aplastó.
0:11:02 Nada, ¿qué dice?
0:11:07 Los trabajos de Heracles, que siempre contamos como doce, eran en realidad diez.
0:11:16 Pero el rey Euristeo, que era el que controlaba, no contó dos de ellos.
0:11:21 Uno fue este. No lo contó porque se hizo ayudar por su sobrino.
0:11:28 Y después no contó la limpieza de las caballerillas de Aguillas, porque para limpiarlas desvió un río.
0:11:36 Entonces le encajó dos más.
0:11:38 Hay también una interpretación ebemerista del mito de la hidra.
0:11:44 Ebemero fue un señor que explicaba que todo mito tenía una base verdadera, etcétera.
0:11:49 Parece entonces que Lerno era un señor que tenía 50 arqueros que lo defendían,
0:11:55 y que cuando uno moría era reemplazado por otro, etcétera.
0:11:59 Entonces la hidra representa los arqueros de Lerno.
0:12:06 El undécimo trabajo, que es el último de los que los haremos hoy,
0:12:12 consistió en conseguir las manzanas de las esperides, los frutos de un manzano,
0:12:20 que en realidad eran frutos de oro, y eran el regalo de bodas que la madre tierra hizo a Era cuando se casó con Zeus.
0:12:29 Era estaba tan contenta con el regalo que había decidido plantarlo en su jardín divino,
0:12:35 pero ese jardín estaba lejos en la punta del mundo, en la ladera del monte Atlas,
0:12:42 y así terminaba el mundo, entonces, cerca de las columnas de Heracles justamente, que aún no se llamaban así.
0:12:51 Tanto terminaba el mundo así que los caballos del carro del sol terminaban así su viaje,
0:12:58 y allí era donde Atlas, uno de los titanes, sostenía la esfera celeste sobre sus hombros.
0:13:06 Esta es una cosmología que no coincide exactamente con la del Discovery Channel.
0:13:14 Pero algunos prefieren creer que cómo se sostiene la esfera celeste.
0:13:19 Hay cuatro tipos y uno de ellos es Atlas, eso tiene cuatro columnas, de qué otro modo vamos a sostener.
0:13:26 Un día era descubrió que las hijas de Atlas, las esperides, a quienes había confiado el cuidado del manzano,
0:13:34 se afanaban las manzanas, se afanaban las manzanas de oro, entonces mandó un dragón,
0:13:41 al dragón, ladón, disculpe, para que se enroscara alrededor del árbol como guardián.
0:13:47 Este dragón, Ríazé de la Hidra de Lerna, tenía 100 cabellas y hablaba con varias lenguas.
0:13:58 La voz de aquel dragón era probablemente polifónica y acaso polisémica,
0:14:05 de modo que decía muchas cosas al mismo tiempo y cada cosa que decía tenía distinto significado,
0:14:12 motivo por el cual nadie le hablaba.
0:14:15 Heracles, que no sabía dónde se hallaba el jardín de las esperides, marchó a través de Ilyria hasta el río Po.
0:14:23 Hay también aquí una geografía fabulosa, donde los ríos nacen donde le conviene al mitógrafo.
0:14:31 Bueno, se encontró Heracles con el dios marino Nereo, que le dijo que si iba en busca de las manzanas de oro,
0:14:38 no las arrancara personalmente porque algo malo le iba a pasar, sino que empleara a algún comedido.
0:14:46 Y el mejor, según le dijo Nereo, era Atlas, que estaba por ahí cerca sosteniendo la obeda.
0:14:54 Entonces, Heracles le pidió a Atlas que arrancara las manzanas.
0:15:04 Y le dijo, yo te tengo un rato de la obeda, andá y arrancáme las manzanas.
0:15:10 Atlas hubiera realizado cualquier trabajo con tal de tener un rato de respiro en su tarea,
0:15:15 pero le tenía un poco de miedo al dragón aquel, ¿no? Al dragón polifónico.
0:15:22 Heracles entonces, dijo, espera un poquito, fue y lo mató de un flechazo al dragón.
0:15:27 Y le dijo a Atlas, andá que el dragón esfinado.
0:15:31 Y Atlas fue, primero inclinó la espalda, le dio la obeda celeste toda ahí, a que las obtuviera Heracles,
0:15:44 y fue y al rato volvió Atlas con tres manzanas.
0:15:48 Pero la sensación de libertad le pareció deliciosa.
0:15:51 Y entonces le dijo a Heracles que él mismo le llevaría las manzanas a Euristeo.
0:15:57 Heracles, qué momento este.
0:16:00 Heracles simuló a estar de acuerdo.
0:16:03 Dijo, ¿cómo no andá?
0:16:05 Nereo ya le había advertido que no aceptara ninguna oferta de esa clase.
0:16:10 Y entonces dijo, sí, sí, andá vos, mejor que vaya vos.
0:16:15 Dijo, ya eso sí, dice.
0:16:17 Tenemos un cachito que me voy a poner un almohadón en el hombro.
0:16:23 Y... o me voy a levantar los casas, sí, eso es lo que sé.
0:16:28 Y Atlante se dejó engañar.
0:16:32 Y entonces Heracles agarró las manzanas y salió corriendo.
0:16:38 Al cabo de algunos meses, Heracles llegó con las manzanas frente a Euristeo.
0:16:43 Y fueron llevadas a Atenea.
0:16:45 Y bueno, ya está.
0:16:47 El dragón Ladón era muy amigo de Hera, la dueña del árbol.
0:16:53 Y Atenea se la devolvió a Hera.
0:16:56 Pues no es una cosa de importe.
0:16:58 Pero la dueña del árbol lloró por la muerte del dragón polifónico y polisémico.
0:17:03 Y entonces lo puso en el cielo como la constelación de la serpiente que todos podemos observar.
0:17:08 Grace también tiene una teoría de Bemerista.
0:17:11 De estas manzanas que crecía en el oeste del mundo conocido,
0:17:16 en el lugar donde moría el sol y se suponía iban los muertos también.
0:17:21 Pero ese lugar era también España.
0:17:24 Y parece que en la antigüedad clásica, o poco antes,
0:17:29 las naranjas no eran conocidas en Europa, pero sí en el oeste, en España,
0:17:35 en las islas, en el norte de África.
0:17:38 Y los primeros viajeros tomaron aquellos frutos, cuando los vieron,
0:17:42 por manzanas de oro.
0:17:44 Me pareció que eran manzanas, pero de oro.
0:17:47 Esa es la explicación que da Grace en este mito.
0:17:50 Y a él le parece que en este solo caso,
0:17:53 la explicación de Bemerista es más bella que la fábula,
0:17:57 porque la metáfora es hermosa, una manzana de oro.
0:18:01 El idioma francés está lleno de eso.
0:18:04 Bueno, estos son los tres trabajos o asañas que hemos querido glossar.
0:18:11 Un trabajo tiene siempre el carácter de continuidad,
0:18:15 de algo que uno hace para ganarse la vida.
0:18:19 Mientras que estos encargos tienen más bien un carácter de prueba,
0:18:23 de acciones imposibles de cumplir.
0:18:26 Dedicamos este recuerdo a Ayracles,
0:18:30 ese amigo de este programa,
0:18:32 y por eso lo llamamos como lo llamamos.
0:18:37 Atenía también en el efecto a que el pobre herrero de los dioses,
0:18:41 el rengo, que era feo, pero estaba casado con la más linda, con la frodita.
0:18:45 Cierto que la diosa lo engañaba con el Dios de la guerra, pero bueno.
0:18:49 Piero a aquellos que no los engañan nunca, pero...
0:18:56 Dedico también esto a los que se involucran en asañas.
0:19:01 Y fuimos a la discoteca, le contamos todo al discotecario.
0:19:10 ¿Qué dijo el hombre?
0:19:11 Se sintió muy impresionado por aquella confusión entre las naranjas y las manzanas.
0:19:17 Esta revelación de que las manzanas de oro no eran otra cosa que naranjas.
0:19:21 Y nos dio entonces el disco que se llama Naranjo en Flor,
0:19:26 que no es otra cosa que una manzana de oro.
0:19:30 Así que escucharemos este tango en la voz de nuestro amigo Horacio Molina,
0:19:38 que canta naranjo en flor con manzanas en la mano.
0:19:42 Y le muestra al público manzanas, el público cree que Horacio está equivocado,
0:19:46 y Horacio está en el cierto.
0:19:48 Una naranja es una manzana de oro.
0:19:51 Adelante Horacio.
0:20:16 Y en esa calle de tío, calle perdida, dejó un pedazo de vida, y se marchó.
0:20:36 Primero hay que saber sufrir, después amar, después partir,
0:20:41 y adentrar sin pensamiento.
0:20:45 Perfume de naranjo en flor, promesas de ganas de un amor,
0:20:49 que se escaparon en el viento.
0:20:52 Después, qué importa, después toda mi vida se la hacer,
0:20:58 que me defienden el pasado.
0:21:01 Eterna y vieja juventud, premio de que ha dado a comarganos.
0:21:08 Como un pájaro sin luz, que le habrán hecho mis manos,
0:21:19 que le habrán hecho marodejarle en el pecho.
0:21:30 Tanto dolor, dolor de vieja arboleda,
0:21:37 canción de esquinas con un pedazo de vida.
0:21:48 Naranjo en flor.
0:21:54 Primero hay que saber sufrir, después amar,
0:21:58 después partir, y adentrar sin pensamiento.
0:22:02 Perfume de naranjo en flor, promesas de ganas de un amor,
0:22:06 que se escaparon en el viento.
0:22:09 Después, qué importa, después toda mi vida se la hacer,
0:22:15 que me defienden el pasado.
0:22:18 Eterna y vieja juventud, premio de que ha dado a comarganos.
0:22:24 Como un pájaro sin luz.
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