Reflexión: Pedro Verigin y los Doukhobors
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https://en.m.wikipedia.org/wiki/Doukhobors
Transcripción automática
0:00:00 Vamos a hablar hoy de Pedro Berigin y de los Ducogor, por Ducogor. Es una sala rara, vamos a ver si alcanzamos a darle algún interés.
0:00:12 Los Ducogor generalmente calificados como anarquistas místicos, que demonios es una anarquista místico, es algo para calificar generalmente a los Ducogor.
0:00:27 Una comodidad, anarquista místico, dicen a Dios, dos puntos. Comodidad intelectual y lingüística y civilista para definir a los Ducogor, especialmente cuando uno no sabe qué demonios son.
0:00:40 Mejor, digamos, en decir que los Ducogor eran un culto pequeño que tiene origen en Rusia, que tuvo origen en Rusia, que ya todavía es mejor decir, y que existe aún en Canadá, en Ucrania y en Rusia propiamente.
0:00:56 Se calcula que hay unos 70 mil fieles. Para los Ducogor no existían intermediarios entre Dios y el hombre.
0:01:05 Rechazaban de ese modo, cazardotes, mesas y conozcaciones cartólicas, etc.
0:01:12 Ignoraban naturalmente todos los sacramentos, empezando, dice nuestro cronista de un modo retórico por el autismo.
0:01:20 Se trata de negar todos los sacramentos, no se ve de qué manera uno puede empezar la negación por uno de ellos.
0:01:26 De qué modo, suspendiéndola para los otros.
0:01:29 Ni siquiera existían entre ellos el matrimonio, que era reemplazado por lo que se llamaban un unión libre y provisional, es decir, el matrimonio.
0:01:43 En cuanto a la Biblia no era cuenta de inspiración, así todo la secta se consideró siempre cristiana.
0:01:53 Ya no sabemos bien por qué.
0:01:55 Dicimos que los Ducogor no tenían en sus jerarquías sacerdotes, pero aseguraban tener un líder espiritual que era ni más ni menos que la encarnación del Mesías.
0:02:08 Así como, es decir, ya que no tenemos intermediarios entre los hombres y Dios, como líderes tenemos a Dios mismo.
0:02:16 O al enviado de Dios y el fequilario.
0:02:19 Así como varias religiones esperaban largamente un heresío entre los Ducogor aparecían heresíos sus sacios con notable fluidez.
0:02:28 El milagro de la sacada de un Mesías se producía cada momento.
0:02:32 ¿Cómo sucede todavía entre los Llamas?
0:02:36 Claro, el Dalai.
0:02:38 El Dalai Lama es revelado.
0:02:42 Cada vez que muere uno lo sucede otro que es elegido no por sucesión canguinea sino por revelación.
0:02:49 Unos signos que algunos monges saben leer revelan a cierta persona como el sucesor de esa dignidad.
0:03:02 Generalmente, y creo alivilar que por comodidad, siempre es uno del rescindario.
0:03:10 No es un calcino lejano, difícil. Me encuentro sólo que vivo por ahí a pocas cuadas donde ha muerto el Dalai Lama.
0:03:17 Es una cosa que no hay más que ir a buscarlo, si le toca el timbre.
0:03:21 Y de este le hizo el hombre para hacerse cargo del Dalai Lama, de por vida, y entonces para amar aquellos dones que se supone de ver el Dalai Lama.
0:03:33 De este mismo modo procedían los Ducogor.
0:03:39 Esta secta comenzó a mediados del siglo XVIII, vivían en comunidad y reestajaba las Naciones Nacionales.
0:03:48 Pues bien, Pedro Beriguin, de quien hablaremos hoy, nació en 1859 y pertenecía a la secta de los Ducogor.
0:03:56 Cuando murió Pedro Cárnecos, que era uno de los tantos messías, si creyó, se presumió, se supo que Beriguin era el elegido.
0:04:07 Pero hubo inconvenientes tremendos en este caso. Lo creyeron algunos.
0:04:13 Cuando un cargo se resuelve por revelación, es indispensable que todas tengan la misma revelación.
0:04:21 Si tenemos revelaciones en discrepancia, si usted se le revela un mesías y a mí o a otro sonando.
0:04:32 Y esto fue lo que debitadamente ocurrió. La asustación fue problemática.
0:04:37 Y la disputa fue no solamente de orden delicioso, sino de económico, porque el mesías correspondiente se hacía cargo también de ciertas instituciones comunitarias que tenían interés económico.
0:04:52 Los enemigos de Beriguin rompieron la tradición y presentaron una demanda ante un tribunal ruso, al cual no creían, toda vez que, como se ha dicho, no se respetaban las leyes secundarias.
0:05:06 Esto era una auténtica blasfemia, desde el punto de vista de esta gente.
0:05:11 Jamás se había tenido que disputar el puesto de messías y menos de mejoro público, o que se se hageno y que no creían en los Ducogor.
0:05:19 Entonces el tribunal ruso rechazó la demanda y les dijo a los muchachos que resolvieran entre ellos sus problemas.
0:05:25 Finalmente, Pedro Beriguin fue designado de nuevos messías y se produjo en el ubicado de Metu una exición en la secta.
0:05:34 Se produjeron enfrentamientos, hubo cierta violencia y el SAR aprovechó para terminar con aquel grupo.
0:05:42 Al SAR le gustaban muchas persecuciones y lo hacía al mínimo pretexto para que el tribunal se perseguiera al cualquiera.
0:05:49 Así que dijo que hacía una ocasión para perseguir a los Ducogor.
0:05:53 Y fueron y lo detuvieron al Pedro Beriguin.
0:05:57 Lo condenaron, al principio vivieron una residencia vigilada, más tarde se exilió en Sankurt y comenzó con unos pocos adeptos su predica y su trabajo.
0:06:07 En 1993 envió a sus vicículos una directiva en la que los combinaba a rechazar en los sucesivos servicios militar.
0:06:16 Esto que asumó sin partico al Tarde Rusia.
0:06:22 Centenarios de Ducogor se llegaban a empuñar las armas.
0:06:26 En el caso de que los llevaron otra vez en Cana Beriguin, los Ducogor se convirtieron en peligrosos compiradores anti-saristas.
0:06:36 Mientras los discípulos de Beriguin se oponían al SAR con gestos más bien emblemáticos, Beriguin escribió desde la cárcel a la empera Tres,
0:06:47 una carta comoverora en la que le suplicaba que dejara marxar a su pueblo.
0:06:53 Él dice, doy emperate, nosotros estamos acá al Diego con el SAR porque no aceptamos el servicio militar, porque no aceptamos las Bleyes de Rusia, porque no las deca él.
0:07:04 Al mismo tiempo, en Inglaterra, unos amigos de este programa, los cuajeros, aquellos a los que el bolsero admiró tanto, aquellos que semblaban metade de la indignación,
0:07:16 y ahí se ven su nombre, los cuajeros, dirigían desde Inglaterra una campaña de apoyo a los Beriguin.
0:07:23 Creo que hay gente que se gaza la plata en apoyar a personas lejanas.
0:07:29 Y también escribieron algunos escritores renombrados a favor de Beriguin, entre ellos otro amigo de este programa, don Leon Tolstoy.
0:07:39 Y así fue como a finales del siglo XIX, las autoridades taristas se dieron, hay que más, hay que se gaza.
0:07:45 Los du Kovor eran libres para exiliarse y recibieron permiso para tomárselas.
0:07:50 ¿A dónde va a moer? Dicieron los du Kovor.
0:07:52 Y pensaron en el Canadá. Lo he dicho como si fuera obvio.
0:07:58 Como si cualquiera que pensara ahí, al ruso, pensara inmediatamente en el Canadá.
0:08:06 Y era obvio para un ruso. Pensaron en el Canadá. Un ruso me iba a pensar desde luego en Acti.
0:08:12 Pero sí en el Canadá, que se parece a Rusia, al menos desde aquí.
0:08:22 Se Rusia por ahí no tanto, pero de aquí se parece mucho.
0:08:26 Es un país lejano, frío, desierto, lleno de extranjero.
0:08:34 Un ministro canadien, el llamado Trixxos-Eskam, era favorable a la llegada de los du Kovor, lo padre de la que no tenía mucho que hacer.
0:08:42 Esperaba que los du Kovor fueran a colonizar tierras todavía virgenes y que aceleraran el desarrollo de las regiones más frías.
0:08:50 Me hace gracia. Amada mía.
0:09:02 El razonamiento era válido, pero no tenía en cuenta cierta característica de los du Kovor.
0:09:09 Cuando llegaron los primeros inmigrantes en el 1898, no tenían más ni idea, juntar su propia sociedad lejos de los hombres y lejos de la autoridad canadiense.
0:09:19 Así que a partir de 1899 se establecieron en Canadá varias comunidades que se negaron y se niegan todavía, hablar otra lengua que no se nos dio.
0:09:29 O sea, el ruso. Esta negativa es imposible de torcer, especialmente cuando uno no sabe ruso.
0:09:39 Si posible, cuando uno no sabe inglesos, alceses, en Canadá.
0:09:44 No es que los tipos no quisieran realmente hablar en ruso, y no sabían, de modo que no podían obligarlos.
0:09:55 Es interesante. Nadie podría, a mí, por ejemplo, obligarme a hablar en ruso, porque no sé.
0:10:02 Si tuviera por ahí con un pardo que iban a la razonabilidad, no se irían fácilmente.
0:10:09 Bueno, a todo esto Berignin seguía preso en Rusia. Lo soltaron en 1902.
0:10:15 Agradecido se reunió con León Toz, y que como hemos dicho, había escrito a favor de Berignin, había escrito también otras cosas por suerte.
0:10:25 En supuesto, me sigan y Tolstoy no se llevaron bien. La entrevista fue decepcionante.
0:10:31 Tolstoy pensaba encontrar a un luchador campesino y descubrió un hombre amaneado, de voz demasiado afectada,
0:10:40 que decía de ser Cristo con total certeza.
0:10:44 Y esta ambición teocrática de Berignin molestó a Tolstoy, que abandonó violentamente la rusa.
0:10:50 Y como así, yo me llevo el piso de su vez.
0:10:52 Berignin viajó a Canadá, pero allí también la situación de los rocobor se había deteriorado.
0:10:57 La opinión pública canadiense estaba preocupada por aquella secta rusa que profesaba la rebelión,
0:11:04 que no mandaba los hijos a las escuelas, que vivía en un especie de comunismo agrario, etc.
0:11:09 En su calidad de jefe espiritual Berignin llegó adelante algunas acciones diplomáticas para tranquilizar las autoridades,
0:11:16 pero estas medidas apasiguadoras provocaron la aparición de una tendencia del ujo bor extremista, los hijos de la libertad.
0:11:25 Y estos hijos de la libertad habían inventado una técnica de manifestación que molestó todavía más a las autoridades canadiense.
0:11:33 Cada vez que querían quejarse desfilaban desnudos, llevando banderolas.
0:11:40 Disculpenos.
0:11:43 Antes los superjuartos ibanos canadiense leían a Iván, llevando banderolas los ucobor completamente desnudos.
0:11:57 Este nudismo tenía un sustento filosófico al menos para los ucobor.
0:12:03 Decían que querían recuperar el estado adámico del cuerpo y de la propiedad.
0:12:11 Eso decían mientras marchaban al truque.
0:12:18 Vecuosos de forzar a sus pares a vivir en estado de pureza espiritual,
0:12:23 llevaron a cabo así mismo una vasta campaña de incendios.
0:12:26 Yo sí sabe que la pureza espiritual exige antes que nada del incendio, como lo sabe Cuaquerca, que le hizo una película.
0:12:33 Cada vez que una familia se quiere purificar, es indispensable que la casa paterna se incendidaba completamente.
0:12:41 Principando por Hitchcock en un rebeque.
0:12:44 A la casa se incendia y todos nos purificamos.
0:12:47 Incluso los asistentes al cine se encodean y se están purificando.
0:12:54 Entra a ver cómo arde la casa.
0:12:56 Así lo entendieron los ucobor que realizar una vasta campaña de incendios,
0:13:01 quemar a Escuelas, Centros Comunitarios,
0:13:03 y a la falta de otra cosa quemaba las propias casas de los ucobor,
0:13:07 especialmente de aquellos que respondían al Mesías Berguín, como se sabe, era más templado.
0:13:16 En aquel rebuelta las autoridades canadienses no distinguieron entre ucobor moderados e hijos de la libertad.
0:13:23 Los mataron a todos.
0:13:26 Como hizo Simone de Montfort cuando las tropas de Francia y el Papa marcaron contra los cátaros allá en el sur de Francia.
0:13:35 Y se encontraron con gèncias y cuáles eran los cátaros.
0:13:39 Y ese Simone de Montfort dijo, matadlos a todos y que Dios se vieja a los huyos.
0:13:47 Dice mismo modo, procedieron los que ante la inviabilidad y una interrogación invivada.
0:13:59 Ustedes, qué clase de ucobor es. Máqueme que contestaban al ruso.
0:14:04 Sabían o no sabían.
0:14:06 No, no. La matanza se retardaba, no sé qué me encontró.
0:14:12 Entonces hubieron de matarlos a todos.
0:14:20 La lucha en el sello de los ucobor continuó.
0:14:23 El Mesías Pedro Berguín finalmente fue muerto.
0:14:27 Le hicieron explotar un vagón de Jorro Carril en donde se trasladaba.
0:14:32 El circunstancia que normalmente produce el fallecimiento de los que ocupan el vagón explotado.
0:14:42 Muchos han afirmado que se trató de un atentado de los hijos de la libertad, pero nadie ha podido asegurarlo.
0:14:47 Al mejor los canadienses.
0:14:51 Y entonces el siguiente Mesías de los ucobor fue Pedro Cristiaco, pero ya quedaban tan pocos ucobor
0:14:57 que la historia se hizo poco interesante y desapareció de las primeras pladas de los diarios.
0:15:03 Y casi de la consideración general hasta hoy en que en un humilde suburbio del mundo
0:15:11 hay un secuardo de los ucobor.
0:15:13 ¿Quién será ahora, ya que todavía quedan algunos, el Mesías de los ucobor?
0:15:18 No lo sabemos. No lo sabemos.
0:15:20 Conocemos el nombre del presidente de los Estados Unidos, pero no del Mesías de los ucobor.
0:15:28 Esto está dicho con tono de como quien enuncia una injusticia.
0:15:34 Y no veo que la justicia sea el que nadie se acuerde del Mesías de los ucobor, pero no lo sabemos.
0:15:41 Probablemente algunos de nosotros oyentes sea el ucobor y hasta sea el Mesías de los ucobor.
0:15:48 Por ahí escuchan, ya que tienen costumbres tan extrañas, bien podría ser una de ellos que les escuchen este programa.
0:15:54 Si allá desde Canadá, desde Rusia o desde Ucrania nos está escuchando el Mesías actual de los ucobor,
0:16:02 les solicitamos que nos haga conocer su nombre, su dirección y el estado actual de esos simpatios secundarios.
0:16:11 No sabemos si continuaron los defiles milistas, no sabemos si continuaron los incendios purificadores.
0:16:18 En todo caso, aún desaparecidos los ucobor, siempre hay adecuados remplazos, ya que hay mucha gente desviando desnuda,
0:16:28 hay muchos incendios y hay muchos vagos que saltan por los aires y hay muchas luces de absurdo y de estupidez.
0:16:40 Así que la estirpe está salvada.
0:16:43 ¿A quién dedicaba esta noticia acerca de la existencia de los ucobor?
0:16:49 A todos los ucobor.
0:16:51 ¿A todos los ucobor?
0:16:52 Escuchen este programa, si es Dani Hagenlin por ejemplo.
0:16:54 Dani Hagenlin es su ucobor y con esto.
0:16:56 No es que sea Luzista, es Dani Hagenlin, es la inserida.
0:17:02 Les leco a amigos que han venido de España, Dani Hagenlin es el conductor del programa anterior y es un poco Luzista.
0:17:09 Un poco Luzista quiere decir que anda en casa un cine.
0:17:13 Es un poco Luzista y naturalmente un poco de ucobor.
0:17:16 Claro, no será el Mesías, no es la Liga.
0:17:19 Probablemente.
0:17:21 Tiene un cieno, es soviético, la Ané, los ojos de eslabos que hay en el cangue.
0:17:29 Vengan acá, vemos muchos eslabos.
0:17:32 Aquí hay otras personas por la mujer.
0:17:35 Al emperatriz de Rusia que recibió la carta de hijo Masimars en Canciller, con mi forma.
0:17:41 ¿A todos?
0:17:42 A todos, soy alertoso y en sus últimos años, lo hemos dicho algunas veces aquí, no?
0:17:53 Se arrecintió de sus trabajos literarios
0:17:57 y les pareció que tenían que filosofar, que tenían que preocuparse por el mundo, por las injusticias que lo rodeaban.
0:18:05 Y le hizo un flaco favor a las causas que defendió y a la literatura, retirándose.
0:18:11 Siempre con uso mejor escribiendo que, por ejemplo, apoyando a los ucobos.
0:18:21 Contábamos el otro día que, por suerte, en un momento de suvejez, se pasaba a decirle estas cosas, ¿no?
0:18:29 Hablando a favor de bibliotecarios, cosas así.
0:18:32 Pero por ahí se escribió una novela, ahí en medio de esta locura de comisiones de momento y eso.
0:18:41 Se escribió La Muerte y Van Ilyche, que es una novela impresionante.
0:18:47 Ya no tenía tanto tiempo para andar con guerras y pásenas.
0:18:51 Entonces le metió La Muerte y Van Ilyche, que es una novela.
0:18:56 Y después terminó así y siguió ahí con sus amigos.
0:19:02 Bueno, a Leuhtolstoy.
0:19:05 Últimamente no estoy a acordar lo mal de él, porque lo último que he leído de Leuhtolstoy es un libro muy desafortunado también,
0:19:14 que es En Contra de Wagner.
0:19:17 Es un libro llamado Aquí Es El Arte.
0:19:20 Es un libro muy conservador y muy cerrado.
0:19:30 Que está dirigido en muchas sus páginas.
0:19:34 Adena estar a Wagner, cosa que estaría de momento aunque yo la dame.
0:19:40 Me ha quedado sin embargo, aquella serie de injusticias contra Wagner,
0:19:45 de Lizard en ese librito, un dañuazo que es, si bien se ve una gran observación.
0:19:52 Se ve que todo esto es mucho más abierta de música, pero hace una observación que es deliciosa.
0:19:57 Disha, mire, ¿cómo podría explicar como es esto de Wagner? Es así.
0:20:04 Imagínese un tipo que empieza muchas obras, pero que nunca la sigue.
0:20:10 Son muchos comienzos y ningún final.
0:20:14 Es una descripción, pero encantadoramente sabía de lo que verdaderamente es la música de Wagner.
0:20:21 El error de Leuhtolstoy está en que todo comienzo necesita una resolución,
0:20:27 una resolución tonal y una resolución como la que le estaba acostumbrado a escuchar.
0:20:33 Pero efectivamente es así.
0:20:41 Escuchado o leído esto en medio del odio, produce una sensación paradójica.
0:20:51 Pero no estamos hablando de todo esto.
0:20:53 ¿De qué estamos hablando?
0:20:54 Del anijangri.
0:20:55 Del anijangri es el nudismo.
0:20:58 Del nudismo, del incendio purificador, de las fogatas de San Pedro y de San Pablo,
0:21:09 de Rusia, el frío que hace el Russo de la Hermandad entre Rusia y el Canadá,
0:21:17 como que limitaban.
0:21:20 Después de todo Alaska pertenecía a Rusia.
0:21:24 Aquí Estados Unidos se la compró por una discoteca.
0:21:27 Hemos ido a la discoteca a buscar discos de tango relacionados con el rujo vor.
0:21:34 Pensando que los autores de tango habrían tenido en cuenta algún rasgo tanguero de los rujos vor,
0:21:41 ¿qué tal podría hacer?
0:21:43 Porque no es propio de compadres ni de mal andrás el desfilar de nudos.
0:21:50 Mucho menos el incendio como purificación.
0:21:53 Los personajes tangos más se han purificado a Punea Ladas.
0:21:58 Pero igual preguntamos al de la discoteca y el de la discoteca,
0:22:03 y está para sacarnos encima, nos dijo que tenía un tango rujo título,
0:22:08 revelaba una cierta locura, una cierta heterodoxia al menos,
0:22:14 y ese tipo les reviraba una palabra que entre nosotros significa algo parecido al otro.
0:22:22 El que lo interpreta es Gary Bartholme.
0:22:26 Tocan así Horacio Malvichino, el corconsol, el Vinelli, Nicolás Ledesma,
0:22:32 y por lo menos ya está otro amigo del programa.
0:22:35 Tocan este tango de Astor que se llama Revirado,
0:22:38 y yo pues crido ciertamente ahora lo creo por Astor pensando en los rujos vor.
0:22:43 Si es cierto que los malevos no pensaban en los rujos vor, Astor seguro que sí.
0:22:49 Adelante, don Gary Bartholme.
0:22:56 A ver, ¿qué es lo que es lo que es lo que es?
0:23:01 No sé, no sé, no sé.
0:26:05 Este begrato se lleva en fragmento 5.
0:26:09 Al Hehuelech de Gari Barton
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0:26:18 He大概ado, en fin,
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