Transcripción automática
0:00:00 Hablaremos hoy de Ana Ivanovna.
0:00:03 Es una emperatriz de Rusia, le pasó a decir.
0:00:06 Así que ubiquémonos en Rusia, a comienzo del siglo XVIII,
0:00:10 y vamos a centrarnos en la figura de la farina Ana Ivanovna,
0:00:15 que gobernó a partir de 1730.
0:00:18 Subió al trono después de la muerte la segunda esposa de Pedro el Grande,
0:00:23 que se llamaba Catalina Skabronska,
0:00:26 y después de la muerte de Pedro II, el hijo que Pedro el Grande había tenido con su primera esposa.
0:00:34 Como Pedro II no tuvo hijos, la sucesión pasó a Ana Ivanovna, que era una sobrina de Pedro Grande.
0:00:41 De todos modos, esa no fue una sucesión diáfana, fue producto de una decisión política.
0:00:47 Pedro el Grande había tenido hijas con Catalina Skabronska,
0:00:50 pero por intrigas de palacio se quedaron sin trono, que le tocó como se ha dicho Ana.
0:00:56 Bueno, vamos a Ana.
0:00:58 La verdad es que Ana no estaba preparada, rolón para gobernar,
0:01:02 y el llamado al trono fue una sorpresa para ella.
0:01:05 Era viuda y vivía fuera de Rusia.
0:01:08 No es un buen lugar para gobernar Rusia, el vivir fuera de ella.
0:01:14 Y disfrutaba de los amores de un hombre que se llamaba Iohan Buren, que era de la Beshalia.
0:01:22 Cuando recibió el llamado al trono, se le indicó a Ana que debía abandonar a su amante para viajar a Rusia y cumplir con su mandato.
0:01:33 Bueno, mira, hemos nombrado a un peratriz de Rusia, así que larga el coso es.
0:01:41 Ella fingió aceptar las indicaciones que le dieron y se lo llevó al tipo igual con ella.
0:01:50 Hizo su entrada en Moscú en febrero de 1730 y no se sometió en absoluto al poder de un Consejo de Estado
0:01:58 que había sugerido todas las clases de procedimientos que ella no cumplió nunca.
0:02:07 En cuantitos igual el trono barrió con todos los que intentaron limitar sus potestades imperiales.
0:02:14 En cuanto al amante y Iohan Buren, se instaló junto a la farina y prácticamente gobernó con eso.
0:02:22 Las eccentricidades de Ana Ivanovna y su favorito, el Buren, fueron notables.
0:02:30 A los dos les encantaba el lujo y los placeres.
0:02:35 Bueno, tan excéntricos no eran, igual que a mí mismo, cualquiera.
0:02:39 Lo que sí parece que no era muy escrupulosos en materia de limpieza, le digo como dato lateral.
0:02:45 Dice la crónica que Ana le gustaba que Buren tuviera olor a sudor o a establo, según la circunstancia.
0:02:54 A sudor cuando sudaba y a establo cuando andaba entre los caballos, me imagino.
0:03:01 Entonces estimulaba este hombre para que no se bañara y para que sudara.
0:03:07 Adnalga loco y rara.
0:03:08 Adnalga, date cinco vueltas masales y vení.
0:03:13 Ese mismo, según se afirma, se empeñaba a limpiarse la piel con manteca fundida.
0:03:21 Después de este proceder, de luego le quedaba un honor nausiao.
0:03:29 A la emperatriz le gustaba mucho comer y beber.
0:03:33 Era muy alta, debiente voluminoso y pecho opulento.
0:03:38 Sobre ese cuerpo, se alzaba un rostro hinchado y abotagado.
0:03:47 Cuentan que le gustaba mucho los animales, pero experimentaba a sí mismo un placer sádico matándolos o incluso torturándolos.
0:03:58 Parece que poco antes de ser coronada viajó de Moscú a San Petersburgo y se instaló en el Palacio de Invierno.
0:04:05 Allí hizo disponer escopetas cargadas en todas las habitaciones.
0:04:11 Y a veces, dominada por un deseo irresistible, que echaba una escopeta y disparaba al techo como si acercaba una ventana y le daba a los pájaros de los jardines.
0:04:26 En esos casos, el humo de la pólvora invadía a los aposentos y la farina, entonces, extaciada, convocaba a sus amas de honor y las obligaba a imitarla.
0:04:37 Me imagino, imitarla en el sentido de tirar tiros a los pájaros por la ventana.
0:04:41 Y entonces, en esos casos, el Palacio de Invierno parecía tomado por un batallón femenino que disparaba en los pasillos por la ventana.
0:04:49 Incluso ya cuando, en ausencia de pájaros u otros blancos, le tiraban a los cuadros de próceres pretéritos.
0:05:01 Ana no sentía ninguna necesidad de cultivarse con los libros o junto a los eruditos de Palacio.
0:05:09 Aprovechaba cualquier momento libre para disfrutar de una siesta.
0:05:14 Le gustaba despertarse con un coro.
0:05:18 Esto está bien. Cuando abría un ojo, llamaba a los gritos a su dama de honor y les hacía cantar alguna canción popular.
0:05:29 La dama de honor eran todas corautas.
0:05:34 Ese momento se prolongaba tanto tiempo que las cantantes se quedaban prácticamente sin voz.
0:05:40 Si una de ellas por ahí ex-Austabajaba el tono, desafinaba o se desmayaba, Ana se incorporaba y le aplicaba a ella misma una patada.
0:05:53 A menudo también hacía ir hasta su lecho a contadores de cuentos o a poetas, como hacen tantas.
0:06:00 Por suerte.
0:06:03 Aunque le comienes.
0:06:07 El pésimo poeta Trediakovsky, en realidad nos invitaba a leer y a contar cuentos.
0:06:13 Como se ha dicho, sus placeres pasaban más por la gula, el asesinato y el asesinato que no por otra cosa.
0:06:22 El pésimo poeta Trediakovsky fue invitado a leer ante la farina unos versos que le pertenecían a él.
0:06:32 Así relata el propio Trediakovsky en una carta, su abudiencia de consagración literaria.
0:06:39 Dice así.
0:07:31 No, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, nogno, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no no,
0:08:01 Los rusos inventaron una palabra para designar al régimen de terror que impuso Burrem.
0:08:11 Se hablaba de la Burren of China, algo así como el desastre al modo Burrem.
0:08:18 Ana también desplegaba su maldad.
0:08:20 La emperatriz se enorgullecía de tener una colección de personas que padecían deformidades.
0:08:26 Un prediglecta era una vieja calmúca cuya fealdad horrorizaba a todos.
0:08:31 Un día la vieja le dijo a la emperatriz que quería casarse.
0:08:35 Y ese deseo inspiró en Ana la organización de un casamiento morboso.
0:08:40 Convojó al anciano noble Mijaíl Golichsín, que también era muy feo,
0:08:45 y le dijo que le había encontrado a esposa y que en su extrema bondad
0:08:48 estaba dispuesta a hacerse cargo de la organización del caso a mío.
0:08:52 Golichsín dijo que sí.
0:08:55 Y siguiendo las instrucciones de la farina, el ministro Bolinsky hizo construir a orillas del Neva
0:09:02 una gran casa hecha de bloques de hielo.
0:09:05 Adentro se dispuso un dormitorio amoblado con una gran cama blanca también de hielo.
0:09:10 Por orden expresa de su majestad, representante de todas las razas del imperio,
0:09:16 vestidos con sus trajes típicos, fueron invitados a asistir a aquella gran fiesta.
0:09:21 La fiesta era para casar a la vieja y al viejo, aquello que la fealdad era probable.
0:09:26 Y así se formó un cortejo de octiacos, kirgíses, fineses, amolleros y acustos.
0:09:32 El pésimo poeta Trediakowsky, que está condenado a ese típulo de pésimo poeta,
0:09:39 recitó en aquel caso.
0:09:42 Al caer la noche, el cortejo marchó hasta la casa de hielo.
0:09:45 Ana se encargó de que los recién casados se acostaran en la cama de hielo y se fue.
0:09:51 Unos empinegas fueron puestos en la puerta para que no dejaron salir a nadie.
0:09:55 Por ahí que se quería ir a la vieja o el viejo, ¿no?
0:09:59 Cuando se vieron.
0:10:01 Después, bueno, vivieron juntos los dos hasta que Ana murió.
0:10:06 O hasta que el gobierno de Ana terminó y ahí se pudieron separar.
0:10:10 En 1740, en realidad la que se enfermó fue la emperatriz.
0:10:14 Los médicos no precisaron de que se trataba la enfermedad.
0:10:19 Podía ser una enfermedad rena al que se dio.
0:10:22 Y Ojambovren aprovechó la circunstancia para pedirle a su amante que lo nombrara regente del imperio
0:10:27 hasta que se eligieron sucesor.
0:10:29 Y ella le otorgó esa potestad poco antes de morir, cosa que sucedió en octubre de 1740.
0:10:36 Cuentan que la despedía de Ana Ivánovna tuvo algo de teatral.
0:10:40 Como sabía que se aproximaba la muerte, dio un largo discurso a los que la rodeaban
0:10:46 y lo remató con una dios a todos.
0:10:50 Pero no se murió.
0:10:53 Tuvo como tres días más sin morirse y no volvió a hablar por esos tres días.
0:10:57 Tal vez porque ya pensaba haber dicho sus últimas palabras que las tenía muy calculadas, claro.
0:11:02 Y no quería arruinarlas como alguien ha dicho por ahí con algún inciso banal.
0:11:08 Hasta que al final se murió no más.
0:11:11 Su amante, Ojambovren, no le fue bien.
0:11:14 Se produjo una revuelta cortesana.
0:11:16 Y en noviembre de 1740 un grupo de guardias y rompió en la pieza de Ojambovren
0:11:25 y tras moderlo a Palos lo llevaron desvanecido a una fortaleza.
0:11:31 Buscaron algún delicto del que acusarlo para encarcerlarlo definitivamente.
0:11:38 Al final lo acusaron de haber precipitado la muerte de Ana
0:11:42 al incitarla a andar a caballo con mal tiempo.
0:11:49 La pena de muerte fue cambiada por el deshielo a Siberia.
0:11:53 Es más o menos la misma cosa.
0:11:55 Y de allí no volvió jamás.
0:11:58 Ana, Leopoldovna, una sobrina de Ana Ivanovna,
0:12:02 se convirtió entre gente del imperio pero eso ya se lo trae.
0:12:05 ¿Qué les parece esta mujer?
0:12:08 Qué parte le gustó más?
0:12:11 A mí me gustó cuando me tiraba el tiro a los cuadros.
0:12:15 Los pretéritos próceres.
0:12:24 Bueno, dedíquenle esta charla a alguno.
0:12:27 Sí, bueno, yo se la voy a dedicar a las corebutas que pobre cantaban,
0:12:31 las fallecerias y me las pateaban.
0:12:33 Y si usted no permite a Treyakovsky...
0:12:35 Me decimos poeta Treyakovsky.
0:12:37 Es medio de tanto horror intentaba la poesía.
0:12:39 Lo que hemos leído no estaba tan mal.
0:12:41 No, para nada.
0:12:43 Hemos resuelto ilustrar esta pequeña reseña de la vida
0:12:50 de la excéntrica inmalvada Ana Ivanovna
0:12:56 con un fado que se llama caprichosa
0:12:59 y que alude probablemente a los caprichos,
0:13:02 a los siniestros caprichos,
0:13:05 ya Ana Ivanovna,
0:13:07 hay caprichos que son muy dulces de todo modo.
0:13:09 En general,
0:13:11 este que está hablando con usted,
0:13:13 es beneficiario más de caprichos que de amor.
0:13:15 Casi nadie se ha enamorado de mí,
0:13:17 pero muchas se han encaprichado.
0:13:19 Bueno, cual desde luego,
0:13:21 que salí mejor parado
0:13:23 porque ya se salió un capricho
0:13:25 que dura mucho más que un amor.
0:13:28 Así, al menos lo decía Oscar Wilde.
0:13:32 Así que escucharemos caprichosa
0:13:34 en la versión original de Karina Björlegge.
0:13:36 ¿Qué quiere decir original?
0:13:38 Es la grabación de la primera vez que lo cantó
0:13:40 para un registro.
0:13:42 ¿Qué fue en barberencia más?
0:13:44 Creo que hizo otra grabación.
0:13:46 Me imagino yo más cuidada.
0:13:48 Y, por lo menos,
0:13:50 es una grabación de la primera vez que lo cantó.
0:13:52 Y, por lo menos,
0:13:54 es una grabación de la primera vez que lo cantó.
0:13:56 Y desde luego, peor.
0:13:58 Porque
0:14:00 algo que se llama caprichosa
0:14:02 debe ser también un poco
0:14:04 caprichoso en su estructura.
0:14:06 Digo, yo me entiendo
0:14:08 de un modo
0:14:10 más descarado.
0:14:12 Quiena que ve el tículo de la canción
0:14:14 con los procedentes
0:14:16 de sus arreglos,
0:14:18 arrasallos,
0:14:20 minajas, así que
0:14:22 siempre es preferible cantar bien que mal.
0:14:25 Eso seguro.
0:14:27 Pero bien va a cantar Carina Berlegui ahora
0:14:29 con Federico Misragi,
0:14:31 con Trio de Cámara
0:14:33 y creo también que con un coro
0:14:35 estarán seguramente nuestros amigos.
0:14:37 Manuel Moreira,
0:14:39 que ha regresado hoy de Europa,
0:14:41 Paul González,
0:14:43 Alejandroito Dolina y Martín Dolina
0:14:45 que eran los correntes
0:14:47 de El Varda del Infierno.
0:14:49 Yo no sé si estoy cantando ahí.
0:14:51 Pensé que no.
0:14:53 Inf characterized
0:15:23 Siempre así
0:15:26 Deja de ser caprichosa por tu deseída
0:15:29 Me doy una vez el sí
0:15:31 En Portugal tengo un ídolo
0:15:35 Hasta ahora abandonado
0:15:37 Donde se escucha el oído
0:15:40 Siempre irás a cantar un faló
0:15:43 Si tú quieres por yo tu gueta
0:15:46 Vamos juntos para allá
0:15:49 Y abrazados sentiremos
0:15:52 a la canción de Portugal
0:16:06 DÉSIRTE PORTUGUÉS AQUEL TIEMPO SE MARCHA PARA NO VOLVE
0:16:26 EL NIVIDO NO SE PERA Y ASTA QUE ME MUERA YO TE DEQUERES
0:16:32 Ay, de mi siempre así
0:16:37 DÉSIRTE PORTUGUÉS AQUEL TIEMPO SE MARCHA PARA NO VOLVE
0:16:43 En Portugal vengo unido, hasta ahora abandonado
0:16:49 Donde si escucha el oído siempre irás a cantar un toado
0:16:55 Si tú quieres portuguesa vamos juntos para allá
0:17:01 Y abraza nos sentiremos la canción de Portugal
0:17:07 Aaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaa
0:17:37 La Carina de Orlegui, acompañada por Federico Miragi y un coro, interpretando Caprichosa.
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