Transcripción automática
0:00:00 Hablaremos hoy, tenemos una charla áspera poco académica, un poco académica, un poco relacionada con el leotismo y con la pasión.
0:00:12 Es una mezcla interesante, interesantísima, casi, y es el secreto de la felicidad.
0:00:18 Un poco de académicismo, un poco de arte y un muso de pasión.
0:00:22 Hablaremos de Pedro Abelardo, de los universales y de Loísta.
0:00:28 La malte Abelardo.
0:00:31 Fue el John Siltton, un célebre medievalista francés, quien investigó la correspondencia entre Pedro Abelardo y su amada de Loísta.
0:00:42 Gracias a estas investigaciones se pudo reconstruir la historia del amor trágico y la vida de un pensador muy importante.
0:00:51 Todo sucedió en París durante el siglo XII.
0:00:55 Pedro Abelardo, que había nacido en el año 1081, era un académico de éxito, era ambicioso, inteligente y según él mismo, en sinú, en alguna carta, físicamente atractivo.
0:01:10 Al usarla no nos referimos a un perro en particular sino a cualquier perro.
0:01:16 Diga perro, rolón, perro, mira.
0:01:19 Rolón se ha referido a cualquier perro.
0:01:22 Si decimos el perro es el mejor amigo del hombre, no estamos recibiendo a un perro determinado.
0:01:28 Por ejemplo, dice el profesor Bosch, a nuestro perro llamado Arturo.
0:01:32 Si no hombre con perro, ¿no? Si no al perro en general.
0:01:37 Tenemos a nuestra disposición entonces dos signos.
0:01:42 Uno, perro y otro, Arturo.
0:01:45 El signo Arturo vendría a estar en lugar de un determinado objeto que es nuestro perro.
0:01:51 Al menos eso es así para nosotros en las circunstancias habituales.
0:01:55 Arturo es nuestro perro.
0:01:57 Pero el otro signo perro para nosotros y en las circunstancias habituales está también en el lugar de algo.
0:02:05 Bueno, aparentemente sí, está en lugar del perro en general o de la especie perro.
0:02:10 Pero puede decirse que el perro, que el objeto, que el perro es un objeto, el perro en general, ¿entiende?
0:02:19 Si es un objeto, la especie perro.
0:02:22 Si usted responde que sí, si la especie perro es un objeto,
0:02:27 usted se la respeto al asunto de los universales realistas.
0:02:31 Pero si usted cree que el objeto perro en general es de naturaleza muy distinta al del perro Arturo,
0:02:40 es decir, porque el objeto perro en general no tiene ni un tamaño determinado,
0:02:45 ni un color determinado, ni una edad determinada.
0:02:48 Bueno, entonces usted es nominalista.
0:02:52 Creí que eso no es un objeto, sino que es un nombre.
0:02:58 Y que no hay nada que sea un perro en general.
0:03:03 ¿Puedo que decir como nominalista?
0:03:05 Había, yo nunca he visto un perro en general.
0:03:08 Y tendrá razón yo tampoco.
0:03:11 Los filósofos mediovales llamaron universales a estos términos,
0:03:16 correspondientes a género sospecio, digo perro en general.
0:03:19 Y este apareció una tercera posición, más allá del realismo y el nominalismo.
0:03:29 ¿Qué es la de Abelado?
0:03:32 Que dice que en realidad el perro en general existe pero en la mente.
0:03:41 En la mente.
0:03:42 Los universales existen pero en la mente.
0:03:44 Es decir, que la existencia de la especie perro no es de la misma naturaleza,
0:03:48 sino de los perros de carne y hueso, sino que es de carácter mental.
0:03:52 El universal es un concepto que existe en una mente.
0:03:55 Y esa posición, la de Abelado, y la nuestra, y nuestros amigos,
0:04:00 son las que están aquí.
0:04:09 Abelado la vio y quedó fascinado porque la mina no solamente dominaba el latín, el griego y el hebreo,
0:04:15 sino que además tenía de donde agarrar.
0:04:20 Era una joven muy hermosa.
0:04:23 Era de la hermana Sobrina de Culverto,
0:04:26 un hombre de la religión, el acanónico de la catedral de Notre Dame en París,
0:04:31 que frecuentaba los mismos ambientes donde brillaba Abelado.
0:04:35 Esto le permitió al filósofo poner en marcia un rápido plan de conquista.
0:04:40 Puso en juego todo su encanto para ganarse la confianza del tío.
0:04:46 Y no le costó mucho hacerse designar preceptor de la musacia.
0:04:51 Y calma en el área, le quedó.
0:04:55 Durante las tardes que pasaban solos en la Villa de Culverto,
0:05:01 el maestro utilizó todos sus recursos para seducir a Eloisa.
0:05:07 Le explicó el asunto de los universales, le tiró el suelo moneda de 50 litras,
0:05:14 le preguntó si conocía el cuento del loco de las tres orejas, todos los recursos.
0:05:21 Es decir, mostró su brillante y su talento, usó su fama, suelo, cuencia,
0:05:26 e incluso, sinón el mismo confesó, la fuerza física.
0:05:30 El hecho fue que algunas semanas más tarde,
0:05:33 los progresos de la Villa tuvieron mucho más que ver con la carne que con el espíritu.
0:05:38 Una tarde el tío, Culverto, ya sé, Culverto, llegó temprano a la casa.
0:05:45 Mareñito, me miremos.
0:05:49 Aquello está revoluoso.
0:05:52 Llegó temprano a la casa.
0:05:57 Y comprendió del modo más crudo lo que estaba ocurriendo.
0:06:04 Ya la palabra crudo es un anticipo, ¿no?
0:06:10 Yo comprendí el modo realista. No nominalés.
0:06:15 Esto será el sexo en general o es arturo.
0:06:25 Bueno, no había terminado el tío de reponerse de desusto
0:06:40 cuando el obispo le dijo que estaba embarazada.
0:06:44 Pero sí, claro, ahí el tío comprendió que no era la primera vez.
0:06:50 Pero había pasado algo más grave.
0:06:52 Abelardo estaba perdidamente enamorado y no sabía cómo sostener su prestigio académico.
0:06:59 Se había conducido de un modo innoble, ¿no?
0:07:02 Y había ido contra lo que se esperaba de un filósofo y un teólogo.
0:07:06 Recuerdo decir, el carácter delicioso de la enseñanza en aquellos años.
0:07:10 Y lo hizo también estaba enamorada.
0:07:13 Bueno, para calmar la huya del tío, porque Culverto se había puesto intratable,
0:07:18 Abelardo propuso casarse con Eloisa, pero en un intento desesperado por salvar su jamás y prestigio,
0:07:25 pidió que el matrimonio fuera un secreto.
0:07:28 Eloisa no quería el casamiento.
0:07:31 Estaba segura de que Culverto no iba a mantener el secreto
0:07:36 y que ese sería el tío de la carrera de Abelardo.
0:07:40 No quería convertirse en un obstáculo para la gloria de su amado.
0:07:43 Mira qué mía, ¿eh?
0:07:45 Y le propuso hacer su amante fuera del matrimonio.
0:07:49 Mira, escuchame, Abelardo, si quieres, seré tu amante por afuera, no por adentro.
0:07:56 Sin embargo, Abelardo la persuabió acerca de las ventajas del matrimonio secreto.
0:08:01 No sé cuáles fueran, si se ve.
0:08:04 Abelardo creía controlar de este modo a Culverto.
0:08:08 Nos casamos en secreto, ahí se entera.
0:08:11 Culverto se queda tranquilo y se nos felice los tres.
0:08:15 Y lo dice que Abelardo se casaron de madrugada.
0:08:19 Sólo estuvieron presentes Culverto y algunos parientes.
0:08:23 Inmediatamente el tío violó el secreto prometido a los diez minutos
0:08:28 y contó la noticia de la boda a todo el que quisiera escuchar.
0:08:32 ¡Eh, eh! Se les ha casado.
0:08:35 Me hizo abril a Culverto.
0:08:38 La gente no creía en la adorción de Culverto.
0:08:41 Y Culverto se indignaba.
0:08:43 Sube entonces una reacción desmesurada, acorde con la sensibilidad de aquellos años.
0:08:48 Culverto y sus parientes cobornaron a un sirviente de Abelardo
0:08:52 para que los descaran pasar a la casa.
0:08:57 Y una noticia entró en la habitación de Abelardo
0:09:01 y consumaron una cruel venganza que todos ustedes conocen.
0:09:06 Lo castraron.
0:09:08 Castraron a Abelardo, ¿ecúltenme?
0:09:11 Pero eso sí.
0:09:13 Abelardo quedó hundido en el dolor y la vergüenza.
0:09:17 Más tarde Culverto fue encontrado cómplice del crimen
0:09:21 y todos sus bienes fueron confiscados.
0:09:23 El servidor de Abelardo y dos parientes de la oija
0:09:27 corrieron peor suerte.
0:09:29 Les vaciaron los ojos y sufrieron la misma mutilación que habían practicado.
0:09:36 Era un mundo más tuve que este.
0:09:39 Abelardo resolvió, no está seguro,
0:09:42 Abelardo resolvió convertirse en monje
0:09:45 y le ordenó a Eloisa que también tomara los hábitos.
0:09:49 Era un poco autoritario el cara de Abelardo.
0:09:52 Ella obedeció una vez más, y se mase de ella, ¿vamos a decir?
0:09:57 El maestro se transformó en un hombre de oración,
0:10:00 se convirtió en un filósofo al servicio de la voluntad divina.
0:10:04 No bien tomados los altos, Abelardo fue recibido por los monjes de la avadía de San Dionis.
0:10:10 Bueno, él les estuvo profundamente agradecido por este gesto,
0:10:14 pero no encontró mejor manera de devolverles el favor
0:10:17 que complicándoles la vida.
0:10:19 Se embarcó en un investigador sobre la historia de la avadía
0:10:22 y demostró que el relato oficial de su fundación era falso.
0:10:28 Probó que San Dionisio nunca había pasado por la comarca,
0:10:32 ni por casualidad, y lo rajaron.
0:10:36 Es por eso que esa comprobación lo rajaron.
0:10:39 Al poco tiempo recibió una invitación de los monjes de otra avadía,
0:10:43 Bretona medio escondida,
0:10:45 pero cuando se dio cuenta de que había sido víctima de un malentendido.
0:10:49 Allí en verdad vivían monjes violentos y corruptos
0:10:53 que le propusieron convertirse en el cabestillo de una banda de chorro.
0:10:59 Con el pretexto de que vivían en un encerre,
0:11:03 con vento y que se hacían los londos monjes,
0:11:05 un monastello que le ayudó a la monje,
0:11:07 ahora no se salían a chorear.
0:11:09 Y le dicen, Abelardo, por qué no se prende total usted,
0:11:11 que tiene que perder.
0:11:14 Abelardo se embarcó en una tarea de reforma
0:11:19 que casi le costó la vida.
0:11:22 Por eso tiempo se escribió Historia Calamidadum,
0:11:26 Historia de mis recanturas,
0:11:28 una especie de autobiografía.
0:11:30 Las cosas se pusieron más difíciles en el año 1541,
0:11:34 cuando varias de sus optimas
0:11:36 fueron atacadas como erécticas en el Concibido de Sierna.
0:11:40 Así que si no es malo estar casado
0:11:43 cerca de la derecha es peor.
0:11:46 Así que cayó en desgracia.
0:11:49 San Bernardo Claraval consideraba
0:11:51 que los métodos dialécticos de Abelardo
0:11:53 eran peligrosos, escépticos y poco respetuosos,
0:11:57 con los dogmas de la fe.
0:11:59 Por su parte, la entrada de la oígena en la reelección
0:12:01 no había sido para expiar ningún pecado contra Dios.
0:12:04 Cuanto más insistía Abelardo en hacer de ella
0:12:06 una monja perfecta, más insistía a ella
0:12:09 en mantener vivo su rol de amante.
0:12:12 Cuando en el último tramo de sus vidas
0:12:15 Abelardo el fijo de Aloisa
0:12:17 que olvidara su condición de amante
0:12:19 por una vez se encontró con un rotundo no.
0:12:23 Ante la condena,
0:12:25 en el año 1141 por Ereje,
0:12:29 Abelardo decidió viajar a Roma
0:12:31 para hacer su defensa frente al Papa.
0:12:34 Nunca se gojó.
0:12:36 Pasó sus últimos días entre los montes de Cluny
0:12:38 y allí murió el 21 de abril de 1142
0:12:41 a los 63 años.
0:12:43 El Abad decidió,
0:12:45 se encargó de escribirle a Aloisa
0:12:47 para transmitirle la noticia
0:12:49 y ella le respolvió pidiendole el cuerpo
0:12:52 que fue transportado en secret.
0:12:55 Igual que el Matrimonio.
0:12:57 El Aloisa sobrevivió a Abelardo más de 20 años.
0:13:01 Fue enterrada en la misma tumba
0:13:04 donde alcanzaba Abelardo
0:13:06 y en 1617
0:13:08 ambos cuerpos fueron trasladados
0:13:10 a una tumba común en el cementerio
0:13:12 de Pérez de la Lches en Fares,
0:13:14 que se conoce.
0:13:17 esta es una historia triste,
0:13:19 finalmente.
0:13:20 Tiene pasión,
0:13:22 tiene filosofía,
0:13:24 tiene inteligencia y sin embargo es triste.
0:13:27 Porque tiene estupidez.
0:13:29 En el medio tiene estupidez.
0:13:32 Recuerda un poco algo de la idea
0:13:34 de los griegos alejando acerca de que era peligroso
0:13:36 tener demasiada suerte.
0:13:38 Y este hombre era atractivo, era inteligente,
0:13:40 era seductor.
0:13:42 Tenía relación
0:13:44 con el deseo, con el pensamiento,
0:13:46 tenía una mujer que lo amaba
0:13:48 y cumplía sus deseos.
0:13:50 Aparecía demasiada suerte, no dirían los griegos.
0:13:52 Sí, pero era un mundo.
0:13:54 Los griegos no lo hubieran hecho nada.
0:13:56 No, seguro.
0:13:58 Los griegos no lo hubieran hecho nada por ello.
0:14:03 Pero en la edad media,
0:14:05 no la desmesura griega, sino simplemente,
0:14:10 la intolerancia.
0:14:16 Me ha quedado impresionado,
0:14:18 no, impresionada por ese hombre.
0:14:20 Yo no sé a quién se lo voy a dedicar a usted,
0:14:22 pero yo se lo dedico a él.
0:14:24 Y también a ella, porque
0:14:29 Yo simpatizo
0:14:31 con los dos.
0:14:33 Simpatizo con los alumnos,
0:14:35 con las alumnas que se enamoran de los profesores,
0:14:44 eso da pie a la intervención
0:14:46 de nuestra simpatía,
0:14:48 de nuestra piedad.
0:14:52 Y simpatizo también
0:14:54 con los profesores que se enamoran
0:14:56 de las alumnas, porque esto da pie
0:14:58 a la intervención de la policía.
0:15:04 Bueno, y si usted me lo permite,
0:15:06 yo creo que son dos personajes
0:15:09 muy conflictivos en sí mismos,
0:15:11 a la hora de tomar partidos.
0:15:13 ¿Tenía que ser un serco?
0:15:15 ¿Tenía que ser amoró de una alumna?
0:15:19 Yo empecé a ser locenta muy joven,
0:15:21 tenía diciembre hoy.
0:15:23 La más que ha sido una de las que tenía
0:15:24 la influencia.
0:15:26 ¿Por qué? Porque nosotros no podemos.
0:15:32 ¿Qué moral, donón?
0:15:34 ¿Cuál trato?
0:15:36 Ciclo 18, una cicla 18,
0:15:38 bueno, no puede tener nada.
0:15:40 ¿A qué edad, un empezo ser concreto?
0:15:42 Pero le decía que el personaje
0:15:44 yo iba a optar por dedicarse a ella.
0:15:46 Hay un punto que me genera conflicto.
0:15:48 A mí seguramente
0:15:50 chano es no usted, Alejandro,
0:15:52 pero por encima del agradecimiento
0:15:54 me genera un poco de...
0:15:56 Y a mí la cien lo dice yo por el medio.
0:15:58 ¿Esto diría en contra de mi profesor?
0:16:00 De la bada.
0:16:02 ¿Tá qué no le digo?
0:16:04 No, a to' rá.
0:16:06 Bueno, todo lo dice.
0:16:08 A mí lo más se le parece a la casa del tío.
0:16:10 ¿Qué le costaba llevarlo ante los yus?
0:16:12 Yo guapo.
0:16:16 Entonces yo me sumo con medicatoria,
0:16:18 pero a ella que en definitiva aparecía
0:16:20 aquí en este jugado por su estrés.
0:16:22 La que estaba enamorada era él.
0:16:24 Déjeme.
0:16:26 No sé lo que decía señora.
0:16:28 No, creo que era usted.
0:16:30 Era el monje.
0:16:32 Era el monje.
0:16:34 Hemos resolto
0:16:36 amoblar esta
0:16:38 charla
0:16:40 con un tango que llama
0:16:42 que nadie se entere.
0:16:44 Hay dos tangos
0:16:46 llamados que nadie se entere.
0:16:48 El otro tango es
0:16:50 el bellísimo tango de Alberto Gomez
0:16:52 que nadie se entere.
0:16:54 Aquí se le iba a mojaponer, pero el disco estaba roto.
0:16:56 Y el otro tango que me pertenece
0:16:58 se forma parte de un rayo cine.
0:17:02 Y va a cantarlo Carina de Aria or Lady.
0:17:04 Desde luego ambos tangos,
0:17:06 el de Alberto Gomez y el que hemos hecho
0:17:08 para los rayos cine,
0:17:10 han sido eso pensando
0:17:12 en Abelardo, en el tío Julverto.
0:17:14 Que nadie se entere.
0:17:16 Que nadie se entere.
0:17:18 Quiere decir que nadie se entere.
0:17:20 De que Abelardo y el Obisda
0:17:22 mantienen la mojaponer.
0:17:24 La letra dice otra cosa.
0:17:26 No parece muy Abelardo, es mi loí.
0:17:28 No, justamente para evitar que alguien se entere.
0:17:30 Especialmente.
0:17:38 Escuchamos entonces
0:17:40 a Carina de Orleguín
0:17:42 con Federico Mislaski
0:17:44 en que nadie se entere y por ahí
0:17:46 aparezco yo en un pequeño video.
0:17:48 Pero nadie se va a dar cuenta.
0:17:50 Adelante Mislaski.
0:18:14 En el tío Julverto
0:18:16 es el único que se entere.
0:18:18 Y no parece muy Abelardo, es mi loí.
0:18:20 Especialmente.
0:19:26 Impresionante.
0:19:28 He escuchado que nadie siente riga.
0:19:30 No era la versión
0:19:32 que había
0:19:34 PREVÍS PARA
0:19:37 mi intervención ha sido abuelida.
0:19:41 Pero bueno, sabía.
0:19:43 Quien a la disentere de Alejandro Bolivia,
0:19:45 para que nadie se entere,
0:19:46 me recento pasar la mitad del tango.
0:19:50 Por Carina Biorlegui y el trigo de Cámbara,
0:19:53 pertenece al disco Radio Cinectepa.
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