Transcripción automática
0:00:00 Vamos a hablar hoy de los pasticarejos de la luz entre protestantes y católicos en Francia, en el siglo XVI.
0:00:12 Hablaremos de Francisco I y de un enfrentamiento palasiego para convertir al rey Francisco I un protestante.
0:00:22 La duquesa de Tamp, que era la favorita de Francisco I, era protestante.
0:00:27 Pero estaba ya la de Cuartíe, que era la favorita del hijo de Francisco I, el príncipe André, que era católico.
0:00:35 Y hubo una disputa entre estas dos bechas mujeres para ver qué revisión provalecía en Francia, concretamente para ver quién convencía al rey Francisco de que optara por una u otra visión.
0:00:49 Dimos antes de contar esta intriga en un cuadro de la situación.
0:00:54 Un poco antes de la aparición de Martín Lutero, muchos eclesiásticos no vivían en el estado de cástida desearos por los miembros del Consejo General de la Estrada.
0:01:05 Sin embargo, eso no molestaba mucho al pueblo francés.
0:01:11 Había muy pocas personas que se quejaban de los aserlotes mujerienos.
0:01:15 Pero la cosa cambió cuando no contentos con mantener en sus casas a concubinas o recibir sus alcobas a muchachas de vida alegre, los religiosos empezaron a enamorar a las peligresas, a las incertiduras, a la iglesia.
0:01:34 Y entonces, muchos de los que parecían no molestarse se pusieron nerviosos, particularmente porque la cosa sucedía que esas peligresas eran su propia mujeres y las hermanas o algo, o no hubieras.
0:01:48 La gente que no pensaba en discutir ni de dogmas ni de directurcia, desció entonces que la iglesia procediera a hacer algunas reformas.
0:01:57 Y se empezó a desear a Arque los aserlotes, que en lugar de verse reducido a ser privado de esposas, deberían buscar, digamos, el apaciguamiento de sus heredores en el santo sacramento del matrimonio.
0:02:12 Entonces se originaron disputas.
0:02:14 Algunos recordaban la autoridad lamentable de las esposas de los obispos, de las famosas Episcopae, del siglo VI, los católicos que reclamaban el matrimonio, de los cielos, y se asciberon sin saberlo, en un estado de ánimo que podía propender al ciso.
0:02:37 Apareció también, por esa misma época, el libro de las casas de la Corte de Roma, revelado como hemos contado alguna vez el curioso comercio de indulgencias.
0:02:51 Venían las indulgencias, como hemos contado acá. Dame 20 mangos, te perdón a los pecados. Tome, padre, he dicho 30 malas palabras.
0:03:10 La idea de una reforma, que al principio tenía que ver solamente con cuestiones de celibato, recruesio, quienes la pretendían eran los llamados de 1011 antipapistas.
0:03:21 En Francia empezó a zonar el nombre del traile martín Lutero, que en realidad no era en absoluto un personaje grave y solemne como algunos lo hacen aparecer.
0:03:33 Si no, que era bueno orador, era un tribuno popular, a quien le gustaban las mujeres, el vino, las canciones, y sus discursos que estaban llenos de humor y de expresiones hasta escatológicas.
0:03:50 Era una especie de ravele alemán, lo cual pareció un obsímbolo, alguna contradicción en la de que erí.
0:03:58 En 1525 Lutero, que había cobrado los hábitos, encontró una manjista llamada Tatarina Fombora y se enamoró de ella. La raptó y se casó.
0:04:10 Naturalmente los patistas se aprovecharon esa circunstancia para tratar de desacreditar a Lutero, a quien presentaron como disoluto.
0:04:20 En Francia, en los relacionados al celibato, muchos católicos antipatistas empezaron a considerar con simpatía la doctrina del traile casado.
0:04:32 Fue entonces cuando numerosos personajes de la Corte Francisco I, se sintieron atradidos por las preyectas de Lutero.
0:04:42 Ande Pizelbe, la duquesa de Tam, que era la favorita transisco, y partidaria de toda liberalidad, eso no es cuanto a asuntos amorosos, naturalmente no políticos, se declaró seguidora de Lutero.
0:04:55 Ay, dice, a mí me gusta Lutero.
0:04:59 Y trató de convertir al rey al protestantismo.
0:05:03 Es decir, cada vez que finalizaba uno de sus encuentros amorosos, la señora de Tam empezaba a llenar de marote al rey con asuntos del protestantismo.
0:05:17 Pero se encontró con algunas complicaciones, entre las que destacaba la enorme oposición que le hizo Diana de Puati, que era sorbiente católica, era la amante del hijo de Francisco I.
0:05:35 Entre Cipeleré de Rondelike.
0:05:37 Tres pues serían Reike Segundo.
0:05:39 El ambiente que frecuentaban Diana y el del cine Enrique era muy distinto al más humanístico y de los sentistas que frecuentaban Francisco I y Sonante, la señora de Tam.
0:05:52 Diana y Enrique eran más que refinados, eran rústicos.
0:05:59 Le gustaban las demostraciones de coraje, los torneos, la exhibición de fortaleza, esas cosas.
0:06:08 Mientras que Francisco y la guquesa de Tam andaban ahí con mucha poesía y mucho búlego.
0:06:19 El caso es que entre esos dos ambientes la disputa fue...
0:06:24 Así la guquesa de Rarto les llevaba predicadores luchadanos al rey.
0:06:32 Un día el gobo a uno se llamaba Le Cog.
0:06:35 Que no eran muy guantes.
0:06:38 Se sabía dos o tres argumentos que le había soplado la propia favorita.
0:06:44 Y se volvó a impresionar lo que les quería decir, que le recitó.
0:06:48 Pero cuando se volvó el rey, el Le Cog se puso tan nervioso que se olvidó los argumentos.
0:06:54 Entonces empezó a golpear el público y a agredar.
0:06:57 ¡Arriba corazones! ¡Arriba corazones!
0:07:00 ¡Arriba corazones! Y el rey se pusió.
0:07:04 Pero la guquesa la se dio por vencina, después llegó a otro predicador, un tal Landry, pero también.
0:07:12 Francisco le hizo objeciones y Landry se quedó sin respuesta.
0:07:17 Así que los predicadores que llevaban la guquesa del Tam, le precien buenos a ella.
0:07:29 Tras este nuevo fracaso la guquesa decidió emplear todas sus influencias, no solo para convertir al rey, sino para contribuir a la propagación general de sus creencias protestantes.
0:07:41 Pero cuando ella nos enteró de que la guquesa era favorable a los protestantes, convocó al maestro Montmorency para obligarlo a admitir la necesidad de mostrar al rey los peligros de un sisma que podía disindir a Francia y arriesgar la estabilidad del trono como después de hacerlo.
0:07:59 Pero en realidad, esta disputa religiosa escondía una acuación de celos entre las mujeres.
0:08:11 Estaban celosas la una de la otra y esta discrepancia religiosa era lo que así es estar ya, desde el cono previo.
0:08:22 El caso es que Montmorency fue al rey le dijo, Majestad hay que tomarlo cereje.
0:08:27 Jamás respondió Francisco, otro fracaso. Francisco no entraba.
0:08:32 La guquesa del Tam adivinó fácilmente quien era el investigador de lo que se le había pedido al rey y decidió vendarse.
0:08:39 Y eso circuló unos versos sobre su enemiga para lo que tiró a Joral, el poeta que le llamó a Maró, que era un tipo, un poeta que había cortejado a Diana de Cuartier y había sido rechazado.
0:08:51 Ya se sabe que no hay peor pluralidad que la de la amante rechazada.
0:08:57 Entonces Maró se mandó unos versos en contra de Diana de Cuartier, mitad porque se lo podía deducar y mitad porque le estaba enojado.
0:09:05 Y este tres es otro verso, pero de lo peor, no, este es.
0:09:11 Muy bien, salieron los versos que dimundaron.
0:09:18 Diana horrorizada quiso hacer arrestar a todos los protestantes protegidos por la guquesa del Tam.
0:09:26 Y la ocasión iban a proporcionarse en los mismos luteranos porque en octubre 1534 casi todas las poblaciones de Granos y abrieron sus paredes cubiertas con paccines que atacaban la autaristía.
0:09:40 ¡Ay, se va bajo la autaristía! ¡Qué se pierde! Es una gracia.
0:09:45 Uno de los carteles incluso estaba pegado en la puerta de los aposentos del rey.
0:09:51 Se de Diana acusó a la guquesa de haber participado en la concurrencia, haber pegado el cartel que estaba en la puerta de la fiesta del rey.
0:09:59 Pero bueno, este, el rey volvió a defenderla y no tomó represalias contra los protestantes.
0:10:07 Sin embargo, en el Parlamento donde Diana tenía amigos, se ordenó levantar hogueras y se quemó a seis protestantes que fueron los primeros en la historia falsa.
0:10:18 Más tarde Diana hizo correr el rumor de que la guquesa del Tam engañaba al rey con protestantes.
0:10:29 No era el recrute de la guquesa.
0:10:32 Después de amar al rey durante cuatro noces, hizo destruir algunas imágenes de los santos en la puerta de las incinesias.
0:10:41 Este que tospan los cartólicos y así con esa guerra entre las dos armas se tijaron odios y se prepararon solamente, pero efectivamente, las matanzas de Amboa, de Vassi y las famosas matanzas de San Martolome.
0:10:56 Aquella de agosto de 1572, durante el rey de Carlos IX, donde mataron a todos los protestantes.
0:11:04 Siguieron durante un tiempo las peleas entre la guquesa y Diana.
0:11:14 La guquesa mandó a publicar nuevos verdes contra Diana, estos escritos por San Vizalier.
0:11:20 Diana tenía por entonces 40 años y era mucho mayor que su amante, el Prisci Pembreche.
0:11:26 Entonces, le hizo un beso al tipo, apenas que quedan dientes en la boca y el único que tienes, una pulga, eso es un hilo con toda tranquilidad.
0:11:36 Las cosas así.
0:11:39 Los cartólicos se sintieron untrajados por estos insultos y para vengar a su protector, a matar unos contra-protestantes en objeto de tierra.
0:11:52 Y eso que pasó en tiempo y el rey no se convertía, sigue siendo castólico.
0:11:59 La guquesa empezó a pensar también que el rey transició primero en algún momento si iba a morir y no podía saber qué iba a pasar con Enrique II.
0:12:09 Cuando pasara a ser rey, dominado como estaba, por Diana de cuartier.
0:12:14 ¿Y eso sucedió?
0:12:17 Se durió no más Enrique, ya sabemos cómo.
0:12:20 Le gustaban los torneos y las demostraciones de fuerza.
0:12:24 Y en un torneo un tipo le acertó un lanzazo por el agujerito del Gellmold y lo liquido.
0:12:31 Pero eso no fue que por Enrique, que murió.
0:12:34 No fue así como que murió, porque murió.
0:12:36 Y heredó a Enrique.
0:12:38 Y bueno, ahí se...
0:12:42 La mujer más importante no fue otra que Diana de cuartier.
0:12:46 Y empezó para la pobre guquesa de Tamp una penosa decadencia fuera de la corse.
0:12:53 La mandaron a un castillo muy libre y allí estuvo confinada hasta el fin de sus días,
0:13:02 mientras que Diana de cuartier se encargaba de dominar la vida francesa
0:13:11 con gran pesada de los protestantes, pero no solo los protestantes, sino incluso de la mujer
0:13:17 de Enrique Segundo, de la otra que Catalina de Medellín, que suscría muchísimo
0:13:21 por todas las filigacías de Diana de cuartier.
0:13:24 Se dice que incluso Catalina, la verdadera mujer de Enrique Segundo,
0:13:27 se había hecho hacer un agujero del pecho de la habitación donde Diana se encontraba con Enrique
0:13:34 para esquiarlo por el agujero.
0:13:37 Y aquí había sufría, entonces ¿sabes cómo es?
0:13:39 Esos son agujeros para sufrir.
0:13:41 Un agujero que da a la felicidad de la persona que amamos con otras personas,
0:13:45 es un agujero que produce sufrimiento como tal.
0:13:58 La estrella de la guquesa de Tamp se hirto y luego también la de Diana de cuartier,
0:14:04 pero sin embargo, la huyera que enseñieron,
0:14:08 terminó en una lucha espantosa entre protestantes y cartólicos,
0:14:14 que como bien sabemos, costó la vida de muchísima persona.
0:14:18 ¿Cuál es la moraleja?
0:14:21 Ninguna, ni siquiera tenemos ni una moraleja.
0:14:25 Si acaso tienes cero de una dama que no profesa tu misma fe,
0:14:30 te atente a introducirle la fuerza porque podrías desaparte una guerra de televisión
0:14:34 en la que morirías muchísimas personas.
0:14:36 Especialmente si tu eres la amante del príncipe
0:14:40 y la otra mujer es la amante del rey.
0:14:43 O sea que limita muchísimo el alcance de una moraleja.
0:14:47 Y aquí solamente es aplicable a un amante del príncipe,
0:14:51 siempre cuando el rey también está en la amante.
0:14:54 O sea que es muy compleja, especialmente en el torre de monocras,
0:14:57 en donde casi ningún país registra 10 sitios de reyes
0:15:02 para no hablar de la amante de ambos.
0:15:05 Así que nos amagaremos por esa mera razón,
0:15:08 nos la tendremos de toda la moraleja,
0:15:11 es dado que la aplicación de esta moraleja sería tan retrunjida
0:15:15 que tornaría inútil nuestro empeño.
0:15:19 ¿A quién podemos dedicar esta charla?
0:15:23 Es difícil. Al pueblo francisco primero,
0:15:27 que a pesar de los intentos de su amante,
0:15:32 no respondió nunca con violencia.
0:15:36 Además porque era un hombre amable con las mujeres
0:15:41 y fue el autor de esa famosa frase que apareció hoy en Rigolesco,
0:15:47 que es La Dona de Moris.
0:15:50 Claro que lo escribimos hace.
0:15:54 No sé a quién otro dedicar esto.
0:15:58 No sé. A todos los que nos escuchan.
0:16:03 Hemos ido a la discoteca para buscar canciones alusivas
0:16:08 a este hecho, a esta rivalidad entre Diana de Fuatíe
0:16:13 y la señora de Tampo.
0:16:16 Todavía están ustedes saben en el lube que se le vilían
0:16:22 los reyes, especialmente a partir de Enrique,
0:16:27 están en las escaleras y en los escanso de las escaleras,
0:16:34 unos escudos grabados
0:16:39 con una H de una D, la H de la Rí, la D de Diana,
0:16:43 que ha sido agravada el rey de Enrique para estimular
0:16:48 el amor que le sentía a Diana de Fuatíe.
0:16:51 Está en ahí.
0:16:54 Por el papel de la presión de la persona.
0:16:57 La mujer pasaba y veía que no era el rey,
0:17:00 cuando nos pongamos por caso por leñador de vacas,
0:17:05 escribe a un hombre que le sona en un árbol,
0:17:09 que se desliza en la cuarta cualquiera,
0:17:12 cuán y rinda.
0:17:16 Y listo, pero cuando uno es rey,
0:17:19 hace escultir en el techo del lube
0:17:25 esta cosa con un escudo
0:17:29 y es imposible no verlo.
0:17:32 Es imposible no verlo.
0:17:34 Entonces se borra tan fascinante como que todavía está así
0:17:38 y puede que hacía que no empezara.
0:17:41 Bueno, hacemos la discoteca para que nos dieran discos
0:17:44 y se declararon absolutamente algunos de todos
0:17:48 conocimientos acerca de estos episodios
0:17:51 y dijeron que no había ningún talgo
0:17:54 que tuviera algo que ver con Diana de Fuatíe
0:18:00 con la...
0:18:05 y si lo andaba a tal vez.
0:18:10 Buscamos ya por asuntos más específicos, digo,
0:18:13 venta de indulgencia, no.
0:18:18 Casamiento de los... de los... de los clérigos.
0:18:22 ¡Ay, puede ser, Bisey!
0:18:24 Tenemos el casamiento, pero no de los clérigos de un tipo.
0:18:28 ¡Era que mal, haga, mismo!
0:18:30 El tango del casamiento.
0:18:32 Y siempre le damos ese tango del casamiento.
0:18:34 ¿Dónde está el padrino del casamiento?
0:18:38 Ya era tarde y cualquiera que me hubiera dado
0:18:42 me hubiera aceptado.
0:18:44 Así que está el tango padrino pelado,
0:18:46 que es un tango del casamiento,
0:18:48 exactamente porque el padrino es una figura
0:18:51 importantísima del casamiento,
0:18:53 particularmente para aquellos que,
0:18:55 siguiendo una vieja costumbre, viendo el curso,
0:18:58 van a la fuerte de la civilización
0:19:01 y a buscar las monedas si se supone
0:19:04 va a tirar el padrino.
0:19:06 Esta costumbre ha caído en total de su suerte, ¿verdad?
0:19:08 O siguen los padrinos
0:19:10 arrojando monedas en los casamientos.
0:19:14 ¿Cuáles rojan monedas en los casamientos?
0:19:16 Contrazón.
0:19:18 No, el monedas.
0:19:20 ¿Patazón o mentira?
0:19:24 Bueno, lo que pasó.
0:19:28 Bueno, pues,
0:19:30 en el caso de los padrinos en las puertas de las ignejas
0:19:33 en ocasión de los casorios,
0:19:35 escucharemos el tango padrino pelado,
0:19:37 que canta Don Carlos Ardell,
0:19:39 ajeno del todo,
0:19:41 a asuntos que habíamos ocurrido en su patria.
0:19:58 Y a que yo pebre que correo en el barrio,
0:20:02 a que voy llegando para venir a ver
0:20:06 el barrio Alborota,
0:20:08 con el bolero de Arabia,
0:20:10 al día en la mereda se vende el muerto,
0:20:13 el rostro para el míso que aljó la perreta,
0:20:17 que la patria me puede poner en mi opinión.
0:20:20 Y así con los azotes,
0:20:23 la vida del barrio,
0:20:25 en el barrio Alborota,
0:20:27 con la respiración,
0:20:29 a visto señora,
0:20:31 que poca vergüenza,
0:20:33 para seguir y tenerme a un pozo fuerte mejor.
0:20:36 Y un salón de amor,
0:20:38 resombré la cuerda,
0:20:40 porque aún con un barrito mal,
0:20:42 con el tofado,
0:20:44 así me atata,
0:20:46 porque con mi infrar,
0:20:48 me encontré en su cuenta que usted conguna.
0:20:51 Abajo, padrito,
0:20:53 viene a percumber,
0:20:55 la masica es el barrio Alborota,
0:20:57 porque a ellos es un amigo,
0:20:59 un caballón.
0:21:01 El caballón,
0:21:03 que el barrio Alborota,
0:21:05 a un día más fuerte,
0:21:07 y a un día más fuerte,
0:21:09 ni a un cabre a tirados,
0:21:11 con el rojo de Broca,
0:21:13 al buscado,
0:21:15 a ir los ayos,
0:21:17 un brite no por mi papá,
0:21:19 ni la perra,
0:21:21 y a un sol desde la viandur,
0:21:23 y a su alfartita,
0:21:25 y percaldo, pero no tendrá alguna cual.
0:21:29 Y así por los ojos,
0:21:31 la hija de Patio,
0:21:33 con el salmaco,
0:21:35 con la de Mirajino,
0:21:37 ahorito señora,
0:21:39 de poca vergüenza,
0:21:41 seguí y tené el anjo después que me cobro.
0:21:44 Y a un cabre,
0:21:46 resombré la cuerda,
0:21:48 porque a un rojo,
0:21:50 resombré la cuerda,
0:21:52 aquí en esta casa,
0:21:54 usted no me entra,
0:21:56 en mi conta tu cuenta,
0:21:58 que usted con un colado.
0:22:02 A cantar el Carlos Arden,
0:22:04 de Construcir el Trino,
0:22:06 Tagrino de Lago.
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