Transcripción automática
0:00:00 Nuevo catálogo de cabezas perdidas.
0:00:03 Atención amigos.
0:00:05 Hemos hablado ya del destino de la cabeza de Carl, de Cowell,
0:00:10 de Walter Gales y de Joseph Feibond.
0:00:13 ¿Se acuerdan?
0:00:14 Hace un mes más o menos.
0:00:16 Bueno, otra cabeza perdida, atención,
0:00:20 fue la de nuestro amigo Emanuel Sverenburg,
0:00:23 que murió durante un gaje en la perla.
0:00:26 En 1772 fue enterrado en la Iglesia Sueca de Londres.
0:00:31 Cuando el gobierno sueco reclamó los restos de Sverenburg,
0:00:36 se descubrió con enorme desagrado que faltaba la cabeza, faltaba.
0:00:42 El funcionario dijo,
0:00:44 ¿acá se hicieron el melón?
0:00:49 Pisen que esa cabeza ilustre fue secuestrada por un frenólogo amater
0:00:54 con la idea de descubrir el sitio en donde se asienta el pensamiento teológico.
0:01:00 Ya se sabe que los frenólogos pensaban que la forma de la cabeza de un individuo
0:01:07 daba absoluta cuenta de su pensamiento, de su talento y de sus capacidades,
0:01:13 y aún de sus tardes.
0:01:15 De modo tal que era posible conjeturar la naturalidad intelectual y moral de un señor
0:01:22 solo, tanteándolelo a él.
0:01:25 Y entonces quería saber dónde estaba el pequeño vulto que seguramente produce
0:01:30 el pensamiento teológico.
0:01:33 Pero como este frenólogo no pudo llegar a ninguna conclusión,
0:01:36 parece que le vendió la cabeza a otro interesado en tales investigaciones.
0:01:41 El caso es que la cabeza, Emanuel Sverenburg,
0:01:44 pasó sucesivamente de manos hasta que fue colocada a la venta
0:01:50 en un antiquario legal, parece que estaba expuesta con un cartel que decía
0:01:56 Sverenburg, gran pensador, no tocar.
0:02:02 Alguien la compró y en vez de restituirla la tumba decidió volver a venderla.
0:02:07 La cuestión fue que la cabeza dio vueltas en el mercado de que se fue cortada.
0:02:12 Lo último que se sabe es que fue rematada por Söremis en 1978.
0:02:19 No hay noticias desde entonces.
0:02:24 El estilo de Sverenburg es curioso por donde se lo mire.
0:02:29 Se sabe que tiene un hombre en un pensamiento muy claro
0:02:34 y un día pareció que el Londres se le apareció Dios mismo
0:02:40 y le permitió seguir algunas excursiones a las regiones elecciones.
0:02:45 Escuchiones de las cuales dio cuenta en unos libros
0:02:53 que incluso por Borges, a nuestro país.
0:02:57 La cabeza del piloto Barba Negra, llamado Edward Tash, tuvo un destino triste.
0:03:08 Barba Negra murió agribilizado a Balazos en 1978.
0:03:15 Era pirata, el tipo era malísimo, lo hemos hablado de él.
0:03:19 Tenía por costumbre trenzarse la barba y atar en la punta de cada trenza
0:03:26 un fuebito, una especie de pequeña vela de modo que venía ardiendo el tiempo.
0:03:38 Pero usaba esas velas para sentar las mechas de los cañones.
0:03:42 Eso es lo que hizo, para eso me enteré.
0:03:44 El caso es que lo mataron los hombres del teniente Guávar Maynard
0:03:48 y después lo decapitaron.
0:03:51 Durante muchos años la cabeza del tirato de Barba Negra
0:03:54 fue expuesta en las unidades costeras de Carolina del Norte de Virginia
0:04:00 hasta que quedó sobre una estaca en el estuario del río Hampton.
0:04:04 Era una advertencia, los piratas que pasaban por allí
0:04:08 para que no se me pierdan en la vida sola.
0:04:12 Pero aquella señalización duró poco.
0:04:15 Parece que el traño de Barba Negra fue arrancado en el estaca
0:04:19 y terminó siniendo de ponsegra, es un recipiente para servir lérico,
0:04:26 en la taberna rale de Williamsburg en Virginia.
0:04:32 A mediados del siglo XVII, esto con respecto a la cabeza barba negra.
0:04:37 Ahora viene lo que pasó en Francia mediados del siglo XVII.
0:04:43 Vivía en la localidad de Cusier, Madame de Mont-Basson.
0:04:49 Había sido una cortesada muy famosa en tiempos de Luis XIII
0:04:53 y como había perdido el favor,
0:04:58 la nobleza vivía apartada en aquella localidad cerca a Natour.
0:05:04 Pero es cierto que había elegido ese lugar para estar cerca de joven candónico
0:05:08 Armand Jean de Goutilnet, de Gance, que era armazón con Natour
0:05:13 y además amante de Madame de Mont-Basson.
0:05:19 Esta escandalosa relación está bien en este momento.
0:05:22 ¿Cómo se escandalizan las personas del público?
0:05:26 Especialmente algunas damas mayores.
0:05:28 En este momento se repitan.
0:05:33 Esta escandalosa relación era conocida por todos.
0:05:37 La mayoría de los habitantes del sur cantaban coplas burlonas sobre los amantes.
0:05:44 En septiembre de 1657 Madame de Mont-Basson se casó un serampeón muy violento.
0:05:55 Se agarró un serampeón del tamaño grandísimo.
0:06:02 Y murió ese serampeón.
0:06:04 Muy bien, casaron los carpinteros a tomar la media de la afinada
0:06:08 para confesionar una tabú.
0:06:11 Pero lo hicieron mal.
0:06:12 Cuando se presentaron el otro día para meter a la disjuntad,
0:06:15 se dieron cuenta de que la muerte no estaba.
0:06:20 Y para no perder tiempo, tomar una sierra,
0:06:27 le cortaron la cabeza a Madame de Mont-Basson
0:06:30 y con aquel arreglo el cuerpo entró fácilmente en el espacio de cima.
0:06:35 Cuanto a la cabeza fue depositar en una silla,
0:06:38 y bueno, no tipo se fue.
0:06:42 Unas horas más tarde, nada menos que el propio arcibíaco no,
0:06:47 Rans, llegó a la habitación de su amada
0:06:52 y se encontró con el marote arriba de la silla.
0:06:57 Bueno, primero se perturbó muchísimo y después tomó la cabeza,
0:07:04 la envolvió en una manta y se la llevó para su casa.
0:07:07 ¿Qué va a ser?
0:07:09 Rans se permaneció afectado por el dolor durante años.
0:07:13 Se usó aislamiento, se lo incluso utilizó en la cabeza de su ex amante
0:07:19 y la ciencia se oculta para intentar reencarnar a Madame.
0:07:26 Como no lo logró, se deprimió muchísimo.
0:07:31 Ya se sabe cómo se deprime uno cuando no consigue
0:07:36 que las ciencias ocultas conviertan la cabeza de una amante muerta
0:07:41 en una amante resucitada.
0:07:44 El caso es que se retiró a la vadea de la trapa que estaba bajo su jurisdicción.
0:07:50 Y así se va adelante una reforma que hizo de los trapenses
0:07:55 la más severa de las órdenes monácticas.
0:07:59 Esta severidad de los trapenses proviene de la esperación de la archivía cono Rans.
0:08:06 En la sielda donde vivió 30 años lo acompañó siempre el cráneo de Madame de Montbaston
0:08:13 en el que Rans sentó se apoyaba para dormir y sobre el cual murió.
0:08:22 Impresionante.
0:08:29 Otra cabeza, ilustre, muy ilustre.
0:08:32 Todos sabemos que Mozart fue enterrado en una cosa común.
0:08:36 Eso sucedió por pereza y descuido más que por pobreza.
0:08:41 En esa época los ataúdes usaban por el traslado hasta el cementerio solamente
0:08:46 y todos, algo verdaderamente rico, eran amontonados sin lápidas ni recordar con ellos.
0:08:52 Pero la lista de bienes de Mozart al morir
0:08:55 muestra que llevaba una vida más o menos acomodada.
0:08:58 Que su perico fuese llevado al cementerio a la nochecer
0:09:03 no era signo de ocultamiento, de desgén.
0:09:06 En bienes estaban prohibidas las procesiones cúnebres a la luz del día.
0:09:10 Procierto que nadie es algo lenterador, supo donde se arrojó y cuarta.
0:09:15 Y ese enterrador llamado Josef Rothmeyer
0:09:21 sufrituó unos años más tarde sus supuestos a ver.
0:09:24 Dijo que sí recordaba el lugar donde había sido colocado Mozart.
0:09:29 Cuando 10 años más tarde el enterio fue reorganizado
0:09:33 cuando se dispuso de los huesos antiguos para recuperar espacio
0:09:37 Rothmeyer aseguró tener el traño de Mozart
0:09:41 y quedó como souvenir este traño entre los enterradores
0:09:45 hasta que uno de ellos lo cedió a Josef Rothschild
0:09:49 un anatomista y frenólogo bienes.
0:09:52 La verdad es que el frenólogo no llegó a ninguna conclusión
0:09:56 porque no encontró en el traño las huellas de la genialidad
0:10:00 ni las de la precociidad.
0:10:03 Cuando el doctor Dr. Drassof murió, su esposo se entregó el carnal al Mozart Theum desalburgo
0:10:10 donde está guardado hasta hoy.
0:10:13 Se guardan con un orgullo tímido, hijo de cierto es el piscino.
0:10:19 Claro, hay que saber de quién es el temarote.
0:10:22 Digan los del Mozart Theum cuando nadie los escucha.
0:10:28 Pero está bien, ese traño de Theum desalburgo es una ciudad bellísima
0:10:35 pero en cada momento se lleva uno por delante placas que aun que en calle estuvo Mozart
0:10:40 y vivía ahí, ahora estábamos en todas partes.
0:10:44 Como si una viva a nuestra España aquí no vivió del Torú.
0:10:48 En realidad es mentira que oiga la placa.
0:10:52 A mí me pareció bellísima.
0:10:57 Todo caso está en la Casa de Mozart, es un departamento.
0:11:05 No digo mil, actualmente debe estar muertillado.
0:11:13 Y está el piano, que no es un piano, es un sabicordio.
0:11:17 Que si no recuerdo más a Roland tiene las teclas con color invertido.
0:11:26 Las alteraciones blancas y las teclas como una meca.
0:11:31 Me parece, pero tampoco estoy seguro.
0:11:34 En la esquina había una cervecería.
0:11:38 Y de eso sí, estoy seguro.
0:11:43 Que tenía un patio al aire libre y yo en todo había tomado cerveza.
0:11:48 Al trigo, que hablaban de sus cosas.
0:11:51 Me divertía.
0:11:53 Pero ahí me parece que tendrán que haber puesto también una alcachia estuvo Mozart.
0:11:58 Bueno, pero mi cráneo no lo hizo.
0:12:03 Seguro porque no están seguros.
0:12:07 Seguro porque no están seguros es una ropa.
0:12:09 Seguro porque dudan de la autenticidad de este cráneo.
0:12:14 Entonces no lo mueven, no tienen guardado.
0:12:16 Teníamos guardado el cráneo de Mozart pero no se lo podemos mostrar.
0:12:27 Bien, aquí hay que ser de verdad.
0:12:29 Bueno, me permite a Mozart por una cuestión de admiración y también a la amiga Manuel B. Del Mor.
0:12:35 Y ahí porque me encantaría que hubiera tenido razón.
0:12:39 Me gustaba ese cielo de pares y de subpíados.
0:12:42 Es un cielo intelectual, señor.
0:12:44 Manuel fue y no podía encontrar así.
0:12:49 Me pareció una medida estupenda que nos dejaría fuera muchos de nosotros.
0:12:54 Bueno, allí nos veremos el infierno dejando.
0:13:05 ¿A usted? ¿Lo va a dedicar al uno de nosotros?
0:13:09 Viendo el disco que nos ha dado el cotegario que justamente entró presto del divertimiento de Fama y de Mozart.
0:13:19 Vamos a escuchar una obra de Mozart que es la última de las cabezas.
0:13:24 Aunque no estamos muy llenos.
0:13:30 Bueno, la gilarmólica suavemana de Ia por Andorco Licio.
0:13:35 A conversa, señor, de breve la quimencia rondó presto del divertimiento de Fama y de Mozart.
0:15:35 Hemos escuchado el rondó presto del divertimiento de Fama y de Mozart por la gilarmónica suavemana.
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