Transcripción automática
0:00:00 Tenemos un catálogo místico de calumnias y mentiras.
0:00:04 Así que contaremos algunas historias de personajes que han mentido,
0:00:08 son los mitos griegos en este caso,
0:00:10 episodios
0:00:12 además donde la mentira vino a provocar terribles consecuencias.
0:00:17 En los mitos griegos la mentira
0:00:20 aparece
0:00:21 personificada como...
0:00:24 no digo como como...
0:00:27 como un personaje pero sí como una atracción al menos.
0:00:31 Fue engendrada por Eter que es la personificación del cielo superior
0:00:36 más allá del auron.
0:00:38 Del auranos.
0:00:42 No es un mito muy interesante, el mito de la mentira, la que no tiene leyenda
0:00:47 propia,
0:00:47 es más bien una genealogía bastante caprichosa, fíjese.
0:00:51 La mentira es hija del cielo.
0:00:53 Parece que el cielo se juntó con la tierra como sólo ocurrieron todos los
0:00:57 mitos y engendraron el mar.
0:00:59 Hasta ahí bien. Pero también junto con el mar
0:01:02 el pesar, la ira y la mentira.
0:01:06 Estas genealogías
0:01:08 no me satisfacen, muchos del punto de vista poético.
0:01:11 Son más bien propias
0:01:13 del registro civil,
0:01:15 que no de un poeta.
0:01:18 Aparecen en los mitos
0:01:19 unos seres poco conocidos
0:01:21 que se encargan de castigar a los que mienten.
0:01:25 Estos son los palicos o pálicos.
0:01:29 Dios es gemelos,
0:01:30 oriundos de Sicilia,
0:01:32 que en aquel entonces también era Grecia.
0:01:35 A veces
0:01:36 los pálicos pasaban por ser hijos de Zeus y Talía, una de las musas.
0:01:42 Cuando parece que cuando los llevaban en su seno
0:01:45 Talía por temoras represalias de era la mujer de Zeus,
0:01:49 quiso ocultarse y se dice, yo quiero dar a luz oculta,
0:01:53 porque tengo miedo a era.
0:01:57 Y entonces se ocultó en la tierra,
0:01:59 o tuvo esa idea.
0:02:01 Y como andaba con un Dios,
0:02:03 esa idea que parece un poco absurda se cumplió.
0:02:06 La tierra se abrió
0:02:08 y la escondió hasta que llegó el momento de dar a luz.
0:02:14 el espectáculo fue bastante extraño,
0:02:16 porque los chicos salieron del suelo.
0:02:18 En realidad habían salido,
0:02:20 brotaron.
0:02:21 Habían salido primero del seno de Talía,
0:02:24 pero luego salieron del suelo como si brotaran,
0:02:27 como si fueran sandias.
0:02:29 Disculpe mi expresión.
0:02:30 Y esta forma de nacer
0:02:33 plica su nombre, ya que pálico
0:02:36 significa los que vuelven.
0:02:38 Es decir, no explica su nombre.
0:02:40 Si pálico fuera sandía,
0:02:42 estaríamos mucho mejor.
0:02:44 Pero vuelven de dónde.
0:02:47 ¿Qué tiene devolvedora una sandía en cualquier caso?
0:02:50 De todos modos, había un culto a los pálicos,
0:02:52 cerca del siniestro,
0:02:54 lago de Nastia,
0:02:57 así se llamaba,
0:02:59 donde se producían unos fenómenos de los más extraños.
0:03:02 Y allí emanaba,
0:03:04 artículo primero, un fuerte olor azufre.
0:03:08 Se decía que las aves que se acercaban demasiado
0:03:11 morían enseguida
0:03:13 y que incluso los hombres que se acercaban morían a los tres días,
0:03:16 nada más que porque eran un poco más fuertes que las aves.
0:03:20 Había también un chorro de agua caliente
0:03:23 que salía para arriba y que después volvía.
0:03:26 Nunca entendía.
0:03:30 Sabes que el oleo lo entiendo menos.
0:03:32 Aquí no está escrito.
0:03:36 Parece que salía un chorro y después caía en el mismo lugar,
0:03:39 como si fuera
0:03:41 un milagro.
0:03:42 Todo un chorro.
0:03:43 El milagro es que salga un chorro.
0:03:44 Yo, por ejemplo,
0:03:46 frente a la vista del lago de Surich,
0:03:49 de donde sale un chorro,
0:03:51 caí desmallado.
0:03:53 Caí desmallado.
0:03:55 A mí los milagros me producen desmallados.
0:03:57 La primera vez que viajé en subterráneo vi que una puerta se había y asola
0:04:02 y que el diablo anda suelto.
0:04:06 Y en Surich hay un chorro que sale para arriba, no tiene.
0:04:09 En Ginebra me parece que es eso.
0:04:10 No, es en Surich porque yo lo vi y en Ginebra no estuve.
0:04:15 Está seguro, yo estoy en Ginebra y vi el chorro.
0:04:17 Es que será entonces que hay obligación de poner chorros en todos los lagos de Suiza.
0:04:22 Y la palabra Suiza, no hay idioma suizo,
0:04:26 pero si lo hubiera, la palabra para designar lago
0:04:30 sería la misma que para designar chorro.
0:04:33 La palabra es agua.
0:04:38 Como quiera que sea,
0:04:41 en este lago, el lago de Nastia,
0:04:43 hacían juramentos.
0:04:46 Cuando alguien tenía que afirmar una cosa,
0:04:48 la escribía en una tablita y tiraba la tablita al lago.
0:04:52 Si la tablita flotaba, la promesa era sincera.
0:04:58 Si la tablita se hundía, era falsa.
0:05:02 Curioso modo de comprobar la validez de un juramento.
0:05:07 ¿No esperaban que usted cumpliera con el juramento o que lo incumpliera?
0:05:12 Si no esperaban que se hundiera o no la tablita.
0:05:15 Hay mucha gente que vive de esa forma.
0:05:17 El símbolo le resulta preferible a la cosa.
0:05:22 Los palicos, estos dioses gemelos,
0:05:24 se gaban a los mentirosos.
0:05:27 Los dejaban ciegos.
0:05:29 Especialmente si los habrían involucrado a ellos en el juramento.
0:05:33 Poner el que el tipo decía, te juro por los palicos, que quese yo.
0:05:37 Aparecen también en los mitos griegos unas pruebas
0:05:39 que incumbían a las muchachas.
0:05:44 había una chica llamada Rodope,
0:05:49 que había prometido a la diosa Artemis,
0:05:53 conservar la virginidad.
0:05:54 Se prometía esto siempre a la diosa Artemis,
0:05:57 porque era la diosa de la caza y odiaba el amor
0:06:01 y favorecía la castidad.
0:06:03 Afrodita era al revés.
0:06:05 La diosa del amor favorecía el erotismo,
0:06:13 el goce amoroso, el placer carnal, etc.
0:06:15 Y odiaba la castidad.
0:06:17 Bueno, esta chica, Rodope,
0:06:21 prometió virginidad a la diosa Artemis
0:06:25 y lleno de afrodita.
0:06:26 Irritada por ese juramento de castidad,
0:06:29 hizo que Rodope se enamorara de un pastor llamado Eukínico.
0:06:36 Grecia estaba llena de pastores.
0:06:39 Pastores que lo último que hicieron era cuidar ovejas.
0:06:43 Y se encontraron los dos en el monte,
0:06:45 Rodope y Eukínico,
0:06:48 y sucumbieron al amor, por no decir otra cosa.
0:06:53 Entonces, Artemis la diosa casta
0:06:58 transformó a Rodope en una fuente llamada Estige,
0:07:02 que rotaba en el mismo lugar donde había perdido su castidad.
0:07:06 Ahí mismo.
0:07:07 Aquí perdiste la castidad.
0:07:09 ¡Fuau! ¡Es un chorro!
0:07:11 ¡Qué rey te desurrich!
0:07:13 Esa fuente servía para mostrar a las jóvenes que decían ser vírgenes.
0:07:18 También allí, las jóvenes que decían ser vírgenes,
0:07:22 escribían su juramento.
0:07:25 Se lo colgaban Dríko Gote y se tiraban al agua.
0:07:29 Si eran vírgenes tal como decían la tablita,
0:07:34 el agua les llegaba a las rodillas.
0:07:37 Pero si habían mentido y no eran tan vírgenes como pretendían,
0:07:41 el agua les subía hasta ahogarlas.
0:07:45 Curioso.
0:07:46 En ese orden se contaba que cerca de Ephesó,
0:07:50 allí donde el famoso templo de Artemis,
0:07:52 había una gruta donde el dios pan había depositado la primera siringa,
0:07:59 esa flauta hecha con cañas de distinto largo,
0:08:08 que usan también los afiladores.
0:08:11 Los afiladores, en todas partes, usan una flautita que se llama siringa,
0:08:16 aunque lo llaman de otra manera para evitar incluso
0:08:21 la intervención de los niños de la barriada.
0:08:29 Bueno, allí había guardado el dios pan en una gruta,
0:08:42 la primera siringa.
0:08:44 Esa gruta también servía para que las jóvenes probaran su virginidad,
0:08:49 si las encerraba en la gruta y si eran realmente puras,
0:08:55 se oía un son melodioso de la siringa.
0:09:03 Al poco tiempo las muchachas reaparecían con una corona de pino.
0:09:09 En cambio, si habían mentido,
0:09:12 se oían otras melodías de siringa.
0:09:15 Y después la chica mentirosa desapareció.
0:09:27 Está muy bien, es entrar en una cueva para ver si es cierto lo que una anda diciendo.
0:09:37 Otra historia.
0:09:42 Recordaremos a un cretense,
0:09:49 a cretense y domeneo, que fue árbitro en un concurso de belleza,
0:09:54 concurso con dos participantes, nada más.
0:09:58 Tétis y Medea.
0:10:00 Y domeneo, obviamente, como cualquiera de nosotros, eligió a Tétis.
0:10:06 Y Medea, muy ofendida, dijo que todos los cretense mentían.
0:10:13 Y domeneo era cretense.
0:10:15 Y maldijo a la raza de y domeneo, obligándola a no decir nunca la verdad.
0:10:20 Por eso todos los cretense esmienten.
0:10:23 Y por eso la famosa paradoja de piménes, de ser cretense.
0:10:28 Todos los cretense esmienten,
0:10:30 cuando yo digo que todos los cretense bastó esas cosas,
0:10:34 que aparecen centenares de cuentos.
0:10:38 ¿Cómo? ¿Qué preguntarle a un cretense para saber dónde está el puerto?
0:10:44 Un último mentiroso.
0:10:48 Se llamaba Siranipo y era un tesalio.
0:10:51 Te salía ese lugar de los caballos.
0:10:56 Ahí tomes el mapa de Grecia,
0:10:58 a la derecha y arriba hay como una palma, una mano de tres dedos.
0:11:02 Es una península.
0:11:04 Bueno, por ahí anda tesalio.
0:11:08 Había muy buenos caballos.
0:11:10 Este tesalio Siranipo,
0:11:12 si había casado con Leucones, que era una chica muy hermosa.
0:11:15 Siranipo era un gran casador.
0:11:18 Y no renunció a ese hábito de cazar luego del matrimonio.
0:11:24 Pues es que todas las noches iba a cazar y dejaba sola a la mujer.
0:11:27 Esta mujer se aburría muchísimo.
0:11:30 Un día se hartó y empezó a pensar que su marido le mentía.
0:11:34 Dice, en vez de casar, por mí que se va con una.
0:11:38 Y dice, lo voy a seguir, dijo.
0:11:42 Y lo siguió.
0:11:44 En un momento determinado se encontró en un monte de peso,
0:11:48 en un bosque,
0:11:50 y los perros del marido, que verdaderamente estaba casando,
0:11:55 la descubrieron.
0:11:57 Y la jauría se arrojó sobre él y la mató.
0:12:11 El marido vio la escena.
0:12:14 Se desesperó, levantó ahí mismo.
0:12:17 Se agarró la desesperación cuando vio a la mujer.
0:12:20 Levantó una pira.
0:12:23 Y se una fogata y arrojó a su mujer a ella.
0:12:28 Para que, en vez de la costumbre,
0:12:31 empece a enterrar a los muertos en alguna ocasión,
0:12:36 prendí una pira y lo tiraba a salir.
0:12:40 Después, si Anipo mató a los perros,
0:12:43 también los tiró a la pira.
0:12:46 Y después, para hacerla completa, se mató a él.
0:12:49 Y se tiró a la pira.
0:12:54 Última mentira es la de Acidamia, durante una casería.
0:12:57 Peleo, el famoso peleo, había dado muerte accidentalmente
0:13:01 a uno de los cazadores que andaban con él.
0:13:04 Y para purificarse del homicidio,
0:13:06 era muy frecuente en la antigua Grecia,
0:13:09 que ante la comisión de un homicidio
0:13:13 tuvieras que emigrar de tu tierra para ir a purificarte en otra.
0:13:17 Fue a ver entonces, para purificarse,
0:13:21 a Castro, el rey de Yorco.
0:13:24 Pero resulta ser que Acidamia, la esposa del rey Acasto,
0:13:27 se enamoró del Huesper.
0:13:33 Y el Huesper, Peleo, no le dio gorillas.
0:13:35 Y la mina se enojó.
0:13:37 La típica historia de la mujer de Putifar,
0:13:40 le pasó a Belirofonte,
0:13:42 hay casi todos los segres.
0:13:45 La mina se enojó muchísimo porque Peleo no le dio gorillas.
0:13:48 Y mintió.
0:13:50 Dijo que el típico la había atropellado.
0:13:53 Y le mandó un mensaje a la mujer de Peleo,
0:13:56 diciéndole que su marido estaba dispuesta a dejarla por otra.
0:14:00 Y la mina se orcó.
0:14:04 Todavía herida.
0:14:06 ¿Quién se orcó?
0:14:10 La mujer de Peleo.
0:14:19 El caso es que le dijo a Acasto,
0:14:22 evidentemente era la mujer de Peleo, la que se orcó.
0:14:26 Y la que no se orcó,
0:14:28 con esa elocuencia que tiene la que no se ha anarocado,
0:14:32 ya que a orcarse uno lo obliga a mantener
0:14:37 un silencio más que prudente.
0:14:39 Bueno, esta mala mujer, Acidamia,
0:14:42 le dijo a su marido, a Acasto,
0:14:44 que Peleo había tratado de seducirla.
0:14:47 Dijo, no sabes, ese huésped,
0:14:49 lindo huésped te trajiste,
0:14:51 me dio como echándole la culpa al marido.
0:14:53 Dice, yo estaba tranquilamente levantando una moneda de 50 centavos.
0:14:58 El típico de protegería cambio.
0:15:00 Y me lo veo venir a llevarlo.
0:15:03 Y Acasto le creyó.
0:15:06 No atreviendo a se amartar a un huésped con sus propias manos,
0:15:09 porque estaba prohibido, había que honrar la hospitalidad,
0:15:12 lo llevó a casar al monte Peleón.
0:15:15 Allí se echó a dormir un rato y esperó que se durmiera.
0:15:18 Y le escondió la espada para que no pudiera defenderse
0:15:22 de las muchas fieras que había,
0:15:24 tiene aquellos andurreales.
0:15:26 Y entonces aparecieron las bestias.
0:15:29 Peleo hubiera sucumbido a ellas,
0:15:32 pero una vez que verdaderamente el centauro sabio, Quirón,
0:15:36 le devolvió a la espada, lo despertó,
0:15:39 primero lo despertó en realidad,
0:15:41 porque devolver la espada a un tipo que estaba dormido...
0:15:44 Sí, no tiene mucho.
0:15:45 Es un poco confuso.
0:15:47 Y lo ayudó e impidió que las bestias se lo comieran.
0:15:50 Tiempo más tarde, Peleo se vengó,
0:15:53 despedazó a la mina de esta estidad.
0:15:56 Tomó a la ciudad de Estado de Xolco
0:15:58 y repartió los pedacitos por el camino.
0:16:01 Me refiero a los pedacitos de estidad,
0:16:03 de la ciudad de Estado de Xolco.
0:16:05 Y ya que estaba, también mató a Castro, al red.
0:16:08 Mató a todo.
0:16:10 Ya ven ustedes que Peleo después secasó,
0:16:14 nada menos que con la ganadora del concurso de belleza
0:16:17 del relato anterior, con Tétis.
0:16:20 Y tuvieron un hijo ilustre que fue nada menos que Aquiles.
0:16:27 La moralega de esta historia, de Peleo,
0:16:32 la esposa de cuyo anfitrión Selena Mora,
0:16:36 es ésta.
0:16:37 Hay que cuidarse de la mujer de nuestro anfitrión.
0:16:40 Es muy larga la experiencia mítica y literaria,
0:16:44 indicando que cuando la mujer de nuestro anfitrión
0:16:47 se nos acerca con intenciones de meternos en la cama,
0:16:50 lo mejor es no resistirse.
0:16:53 Lo mejor es no resistirse.
0:16:56 Porque si vos te resistís encima de las minas de enojas,
0:16:58 yo dice al marido que vos la tropellaste,
0:17:01 el tipo viene y te mata.
0:17:03 Al final terminás muerto.
0:17:05 Igual le va a decir.
0:17:07 Y bueno, pues si le va a decir lo mismo.
0:17:09 Entonces para qué.
0:17:10 No es cierto, este como eres un hombre.
0:17:14 Dedicamos este catálogo a Hegel,
0:17:17 que creía que el símbolo mataba la cosa.
0:17:19 Y después también a Peleo, sus amigos,
0:17:22 y a Rodope, porque...
0:17:26 Si han mentido a ellos,
0:17:28 por lo menos mentieron para pelear contra la muerte
0:17:31 y a favor del amor.
0:17:33 Así que se lo dedicamos.
0:17:35 Hemos ido a la discoteca a buscar algún tango.
0:17:43 Sobre estos episodios.
0:17:45 Se lo conté al discotecario y no se interesó en el sonido.
0:17:51 Tienes tango mentira.
0:17:53 No, sí, pero el tipo...
0:17:56 No te moraba.
0:17:57 Me interesa.
0:17:58 Me dijo, ¿a quién le puede importar?
0:18:01 Le pedí ese mismo tango.
0:18:04 Tampoco lo tenía.
0:18:05 Sí que lo traje yo de mi casa.
0:18:07 La única versión que tengo es aquella donde yo canto.
0:18:10 Pero por lo menos está nuestro amigo Fernando Marzán
0:18:17 con su trigo.
0:18:19 ¿Quién toca?
0:18:20 Sí, creo que está Dimitri.
0:18:21 No sé qué linda versión de a quién le puede importar,
0:18:25 arruinada por mí.
0:18:27 El tango es de María Nomorés,
0:18:29 uno de los tangos menos conocidos de María.
0:18:32 Y ha sido compuesto por María Nomorés,
0:18:34 pensando en que estas historias míticas
0:18:38 de mentiras con yugales no le importan a nadie.
0:18:43 Y me mando miedo, grabé y resomgó
0:18:59 en la nocturna verbena.
0:19:04 En mi corazón jugando sozón
0:19:10 hace más onda mi vela
0:19:14 con tu gruta sentimenta
0:19:19 más enredando mi viejo mar
0:19:24 un viejo mal que me ha tengado enamorado
0:19:28 arringonado ni olvidado para siempre
0:19:33 sin una sola caricia
0:19:37 que mi triste sapitine
0:19:41 su risa mala me persigue
0:19:44 y me persigue mientras sigue tu resposo panconeo
0:19:50 a quién le puede importar
0:19:55 se panconeo si he sido bueno
0:20:01 a quién le puede importar
0:20:05 el novedor del palajejo
0:20:11 si a esa que mueve y usía
0:20:15 no le importó mi abatimiento
0:20:21 a quién le puede importar
0:20:25 llevando miedo mi sufrimiento
0:20:38 suena veloj de riz
0:20:41 ancho para mí
0:20:44 si es que capaz se la encuentro
0:20:49 me sacré a bailar
0:20:52 para distrazar el drama que llevo adentro
0:20:58 en otros brazos me engañaré
0:21:03 en otras bocas me aturbiré
0:21:08 aunque sus ojos y su risa
0:21:11 me persigan y me sigan y me digan que la quiero
0:21:16 iré a borrar el fantasma
0:21:21 de aquel amor y siempre atento
0:21:26 así termina el lamento y el dormento
0:21:30 de este cruento sufrimiento panconeo
0:21:39 se panconeo si he sido bueno
0:21:49 el novedor del palajejo
0:21:55 si a esa que mueve y usía
0:21:59 no le importó mi abatimiento
0:22:09 llevando miedo mi sufrimiento
0:22:19 con la voz de Alejandro Dolina
0:22:26 a quien le puede importar
0:22:30 de Mariano Morez
No hay comentarios. ¡Podés ser el primero en comentar!