Transcripción automática
0:00:00 ¿Continuamos en la venganza? ¿Será terrible desde el auditorio de la radio pública?
0:00:10 Esto es en la calle Maypús 555 de la ciudad de Buenos Aires.
0:00:15 Hablaremos, entonces, Carlos V de Francia, que asumió el trono en 1364 cuando murió su papá, el rey Juan II el Bueno.
0:00:26 Hemos hablado aquí de Juan el Bueno. Juan el Bueno murió en Inglaterra.
0:00:31 Él lo habían tenido como reen, preso, recordese que estamos durante la guerra de los 100 años entre Inglaterra y Francia,
0:00:39 y el tipo, en ese tiempo, enamoró de una mina en Londres.
0:00:46 Lo soltaron, volvió y no era feliz porque en París no estaba la mujer que la amaba, y entonces volvió a Londres.
0:00:54 Y allí murió Carlos V de Francia.
0:00:57 Eran tiempos, como he dicho, de la guerra de los 100 años. Los ingleses habían invadido Francia.
0:01:02 Carlos V estaba casado con Juana de Borbón.
0:01:06 El 24 de mayo de 1364, la pareja real Carlos y Juana entró en París.
0:01:17 Juana, que era hermosa, montaba un espléndido caballo y vestía exquisitamente.
0:01:23 Por la noche un gran banquete reunió a todos los nobles que estaban al lado del rey en aquella guerra.
0:01:30 Y París se transformó durante dos días en una gran fárgo.
0:01:35 París era una fiesta.
0:01:36 Era una fiesta, dijo el amigo Ernesto.
0:01:39 La reina Juana fue colmada de alabanzas, ah, qué se yo, y también de regalos, sirvacé, qué se yo.
0:01:48 Esto alegró muchísimo al rey Carlos, que la amaba muchísimo.
0:01:52 Dos veces muchísimo.
0:01:55 En realidad aquellos reyes, si bien habían terminado queriéndose, se habían casado el mismo modo que se casaban casi todos los nobles.
0:02:04 Es decir, matrimonio que se había concertado con los nojanas, que tenía 12 años, y Carlos III.
0:02:11 No sólo se había concertado, sino que se había celebrado.
0:02:14 Cuentan que Carlos fue precoz en amores, y le pareció que el lecho con yugal era muy aburrido.
0:02:22 Y buscó amantes más experimentadas que su joven mujer.
0:02:26 Y a los 15 años se convirtió en el amante de una dama de la corte que, según la crónica, lo despabiló con refinamiento.
0:02:37 Dottado de un temperamento más bien generoso, por decirlo así, Carlos se había encargado de todas las mujeres que dormían en el palacio,
0:02:45 desde las cocineras hasta las esposas de los consejeros del trono, trono que todavía no ocupaba él.
0:02:52 Pero cuando sí lo ocupó, Carlos abandonó aquella vida licenciosa, dijo, bueno, muchacho, ahora había a reignar.
0:03:03 Y expulsó a todas las amantes, e incluso a todos los que habían sido cómplices de sus entreveros.
0:03:10 De ese modo, para evitar regresos del pasado, cerró de odio una corte de desconocidos.
0:03:17 Que es lo que le pasa a uno cuando quiere romper con el pasado, tiene que transar con el futuro.
0:03:22 Ya Rey, Carlos tuvo a su lado, con más frecuencia, a su mujer, Buena de Borbón, la hizo participar del gobierno.
0:03:30 Y se gobernó un rato vos. La llevaba regularmente al consejo, incluso tenía un asiento reservado.
0:03:36 Me imagino, ¿no? Va estar la reina de Francia de Parada en el consejo.
0:03:42 Cuando se reunía el Parlamento, Juana se sentaba al lado del Rey y él la consultaba en las cuestiones espinosas.
0:03:49 ¿Qué podemos hacer con los rosales? Carlos la llamaba, su bella luz y el sol de su reino.
0:03:57 Y ella ya se estaba empezando a pudrir. Calcule, si ya estoy medio podrid, yo.
0:04:01 Ya se dos páginas que estoy con este asunto, la mujer que llevaba años, oyéndolo al baboso este bello.
0:04:07 Bueno, lleno de alegría este muchacho no pensaba más que en hacerle regalos, cubrirla de joyas y de felicidad.
0:04:16 Por desgracia, aquel matrimonio que constituía la dicha del Rey fue fatal para Francia.
0:04:22 Carlos y Juana eran primos.
0:04:25 Hacía tiempo que la iglesia no hacía respetar las leyes de consanguinidad y consentía que estos matrimonios entre parientes no se celebrara.
0:04:36 Muy cercano.
0:04:37 El matrimonio Carlos y Juana eran más de seis veces consanguíneos. Era casi como casarse con uno mismo.
0:04:45 Esto parece que amenazaba con reportar serias taras a sus herederos.
0:04:55 Pero no sólo Carlos y Juana habían cometido la usadía de casarse siendo primos.
0:04:59 Sus predecesores ya venían haciéndolo de diacía varias degeneraciones.
0:05:04 Generaciones.
0:05:06 Entonces no sólo los herederos podían padecer las consecuencias, sino que ellos mismos ya eran producto de aquella consecuencia.
0:05:13 Y efectivamente pagaron el precio.
0:05:17 Ellos deseaban tener hijos.
0:05:21 Juana dio a luz al del fin Carlos.
0:05:24 Como sus partos anteriores se habían fracasado, la reina se había hecho atar a la pierna, una piedra llamada aetita, a la que los antiguos atribuían propiedades abortivas.
0:05:38 En aquellos tiempos la corte residía en Sempol, no lejos de la Bastilla, que recién había sido construida.
0:05:45 Ya la tiraron abajo.
0:05:47 Allí residían los reyes que les gustaba más aquel palacio que el Lubre, que les parecía demasiado a usted.
0:05:55 Bueno, ahí vivían alegremente, rodeados de pocos cortesanos y de muchos bufones, porque les gustaba regrese.
0:06:04 Pero entonces aparecieron los problemas de la consanguinidad.
0:06:07 Juana empezó a dar muestra de desequilibrios mentales.
0:06:16 A veces gateaba por los corredores de Sempol.
0:06:20 Bueno, no hay que estar loco.
0:06:22 Hay gente que gatea por placer.
0:06:24 Sí, por dinero.
0:06:26 Padecía ataques de risa que las enfocaban.
0:06:29 Se reiría de ella misma gateando por el palacio Sempol.
0:06:33 Cuando se enfurecía, arrojaba sus muebles por la ventana.
0:06:37 Eso tampoco parece gran cosa.
0:06:40 Pero estos ataques eran pasajeros, los que arrojaba por la ventana.
0:06:45 Arrojaba pasajeros del ferrocarril Mitre por la ventanilla.
0:06:51 Esto ya es un poco más frecuente acá.
0:06:54 Un día de 1373, la reina, que tenía 35 años, sufrió una crisis que sí asustó a todos,
0:07:02 pero la señora no se asustaba.
0:07:04 Se arrastró por el suelo dando a la heridos y golpeó a un bufón.
0:07:11 El bufón huyó y dio aviso a los cortesanos.
0:07:15 Se pudo asistir al espectáculo de una reina en pleno ataque de alienación
0:07:20 diciendo cosas incoherentes, lo que llaman teratro contemporáneo.
0:07:26 Carlos V abandonó la sala del consejo y corrió al lado de...
0:07:31 Imagínense, estaba en el consejo, ahí anda su mujer pegándole a los bufones, etcétera.
0:07:37 Y arrastrándose por el fango.
0:07:41 La encontró, cuando llegó el rey, con la falda sobre la cabeza,
0:07:46 entregada a una danza bucina que lo consternó.
0:07:52 Con palabras suaves y mucho cuidado, palabras suaves como por ejemplo, molicie.
0:08:02 Logró conducirla a su habitación y allí la visitó un médico.
0:08:07 Este médico declaró que la reina probablemente estaba embrujada.
0:08:12 Muy deprimido, el rey Carlos hizo una pregrinación.
0:08:17 Toda gente muy cientista.
0:08:21 Juana permaneció en su locura durante un año, así que el rey no sé dónde habrá ido a peregrinar,
0:08:28 pero fue de gusto, por ejemplo.
0:08:30 Esto se le pasó.
0:08:32 Después empezó a recobrar la razón, me refiero a la reina, y también la memoria.
0:08:36 Pero ni el estado de razón ni la locura duraron mucho.
0:08:40 Juana quedó embarazada y murió de parto en la primavera de 1377.
0:08:45 Y entonces, el que se volvió loco fue Carlos.
0:08:49 No fue una locura grandilocuente.
0:08:51 No era de esos locos molestos.
0:08:54 No, tranquilo.
0:08:56 No coman solos.
0:08:58 Tiraba por la ventana pero cosas más chicas, me imagino.
0:09:03 Parece que se volvió tan triste que dejó de ocuparse de los asuntos de Estado
0:09:08 y nunca más se lo vio sonreír.
0:09:10 En general lo que pasa es al revés.
0:09:12 No se ocupa de los asuntos de Estado.
0:09:14 Ya no sonríe.
0:09:16 Pero Carlos V no solo abandonó la política, sino que entró en una melancolía
0:09:20 poblada de llantos y de resos a la Reina Muerta.
0:09:24 Encerrado en la capilla de Sempol,
0:09:28 incapaz de sobreponunciar el dolor.
0:09:30 Ahí andaba.
0:09:32 Y murió tres años después de Juana en 1380 a los 43 años.
0:09:36 Esta locura, dicen, continuó en su hijo.
0:09:41 Ya conocemos a Carlos Sexto, el rey loco, que jugaba las cartas con una muchacha.
0:09:46 En realidad no estaba tan loco.
0:09:49 Medio de la familia de Carlos Sexto había conspirado para hacerlo pasar por loco.
0:09:53 Y había una muchacha que por piedad lo iba a visitar.
0:09:59 Estaba en Cerro y Súcio, no se lavaba Carlos Sexto.
0:10:02 El hijo de este muchacho.
0:10:04 Y esta muchacha le iba a entretener
0:10:07 y lo entretenía con un juego nuevo que habían traído de las cruzadas.
0:10:13 O sea, tan nuevo no era, pero no era sombra.
0:10:16 Parece que en Medio Oriente jugaban con unos cartones pintados,
0:10:21 a un juego que se llamaban A.I.B.
0:10:23 Y entonces jugaban a los naipes, jugaban a las cartas con esta chiqui.
0:10:28 Después empezaron a fabricarse las barajas,
0:10:35 y los 40 cartones pintadas.
0:10:37 Bueno, ¿a quién podemos dedicar este relato?
0:10:42 Yo creo, Alejandro, que es hora de reivindicar.
0:10:45 No, esa forma de la locura que reivindicaron tristemente el surrealismo
0:10:49 y algunos tangos, incluso desgraciadamente.
0:10:52 Algunos tangos y algunos viejos que nos aconsejaban que decían
0:10:56 es preferible un loco, etcétera.
0:10:58 O los que lo están locos son los que están afuera.
0:11:01 No es elogio de la locura.
0:11:03 Esa es la diferencia de nuestro querido amigo.
0:11:06 Pero esa parte de la locura es ciertamente siempre triste.
0:11:09 Pero hay otras locuras, está pensando en Juan Alaloca, la española,
0:11:14 que por lo menos se volvió loca por amor.
0:11:16 Estaba pensando también en Juanita Alarraori,
0:11:19 por ejemplo, que nunca se volvió loca, o Juan Azurdúy,
0:11:21 que por lo menos eran patriotas.
0:11:23 Estaba pensando también en otra Juana, que tenía algo de Pirucci,
0:11:28 ciertamente porque hablaba con personas que ya creían que eran santos,
0:11:31 pero que a la hora de los vifes contra los británicos,
0:11:34 justamente, se hubo que ponerse una armadura
0:11:36 y llevar a Francia a una victoria que todavía hoy están disfrutando.
0:11:39 Hablo de Juana de Arco.
0:11:42 Que también un poco loca de viola está.
0:11:44 Porque si iba a cortar el pelo a una chica.
0:11:47 Pero bueno, me parece que esas Juanas y alguna otra Juana
0:11:50 de la que no mencionaremos el apellido,
0:11:52 merecen por esa locura de otro orden,
0:11:55 por una locura menos sucia, menos patética,
0:11:57 menos triste y más eficaz,
0:11:59 pero que se merecen la victoria para esta noche,
0:12:02 para una loca como corresponde.
0:12:04 Entonces, para esa clase de locas,
0:12:07 oiremos esta chacarera que tocan Ariel Ramírez y Jaime Torres,
0:12:12 y que se llama la loca justamente.
0:14:59 Era Ariel Ramírez y Jaime Torres en la venganza.
0:15:02 Será terrible la loca.
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