Transcripción automática
0:00:00 Bueno, carreras de caballos en Grecia, atención los amantes del tour, venimos de las carreras, con Julio Alván, de las carreras de Alvín,
0:00:09 ¿sí? ¿Cómo hemos contado en más de una oportunidad entre los griegos antiguos existirá el espíritu agonal,
0:00:16 es decir, el espíritu competitivo, la competencia noble, sí en la amistad, la competencia sí en la amistad.
0:00:27 Bien, ese espíritu agonal se desarrollaba en los ámbitos más despacios.
0:00:33 Agón, de esta palabra de agón, proviene agonía.
0:00:37 La palabra agonía quiere decir algo así como lucha, como competencia, contra qué, contra la muerte.
0:00:43 La agonía es una lucha.
0:00:45 En ese sentido, en libro, La Agonía del Cristianismo y Unamuno,
0:00:49 no significa la proximidad de la muerte del cristianismo, sino la lucha del cristianismo.
0:00:57 Bien, este espíritu agonal, digo, se desarrollaba entre los griegos en el ámbito bien dispares, en la gimnástica,
0:01:06 en las charlas de los imposios, en la música, en el canto, en la retórica, siempre competían.
0:01:15 Y cuenta el amigo Burejard que uno de los poros de mayor despliegue del agonal era el de las competencias de caballo, la carrera de caballo.
0:01:25 Primero, la lucha de carros había sido la forma más distinguida del campeonato.
0:01:32 Y les llamaban hipotrofia a este herbór que tenía la clase noble por este tipo de competencias.
0:01:41 Antes de la aparición de Olimpia como ser de los juegos que lleva su nombre,
0:01:46 las competencias no podían celebrarse satisfactoriamente en la esfera de cada polis por un motivo de aburrimiento.
0:01:55 Los dueños de los carros estaban arrectos de competir siempre con lo mismo tipo.
0:01:59 ¿Qué es lo que pasa cuando uno vive en casero?
0:02:03 Y a esa carrera de carros, siempre lo mismo, los mismos carros siempre.
0:02:07 De carinc, de armadú, ro, que es todo lo que tiene en carros.
0:02:13 Entonces, se hacían necesarios que estara en encuentros generales con corredores de otros sitios.
0:02:21 Ya aparecieron entonces los primeros poros de carrera de carros en lugares neutrales para los que se inventaban incluso hijos de fundación para justificar un modo religioso en el tema.
0:02:35 Así se armaba un hipódromo en determinado sitio porque se decía que Pegasso, el famoso caballo volador,
0:02:43 había iniciado así su despegue montado por el finado del erojuante.
0:02:47 Pero hay mentira, pues, es el héroe. Por ahí mentira, es toda vez que no hay caballo volador.
0:02:53 Pero, ni siquiera había un origen legítimo del mismo, sino que se inventaba,
0:03:01 propósito para justificar la existencia de un hipódromo.
0:03:05 A veces un hijo proviene, tiene un origen histórico, un rey, un héroe, un hombre muy fuerte,
0:03:15 líder de origen al mito de Eratles.
0:03:20 En este caso ni siquiera había nada. Ponía un hipódromo y se llamó a tener que inventar que Pegasso, el caballo volador estuvo por aquí,
0:03:26 porque si no la gente va a preguntar por qué le pusimos aquí.
0:03:30 Así que en Grecia también había eso, esa ética del propietario de Surasqueria.
0:03:38 De todas maneras la formación de estos lugares agonales, panelénicos, esos sitios de encuentro para la competencia,
0:03:47 fue un paso enorme para el nacimiento de una nacionalidad elénica.
0:03:51 Y la conciencia que se tenía de ellos, que saben que los griegos vivían desparramados,
0:03:59 iba a decir algo terrible acerca de los locos, pero,
0:04:03 fue una comparación muy, ¿verdad?
0:04:06 Vivían desparramados.
0:04:09 Y una de las cosas que más ayudaron a la conciencia de una nacionalidad elénica más allá de la ciudad de Estado,
0:04:21 fue esto de la competencia. La más importante de las cuales, el nuevo, era la de los juegos eléctricos.
0:04:29 Bien, vamos a citar lugares importantes donde se corrían.
0:04:35 Uno de ellos debió ser el bosque de Posidón de Oncesto en Beosia,
0:04:39 citado como tal en un hino américo a Polo.
0:04:42 Allí se enfusase quejaba a Polo por el ruido de los carros y los cavales.
0:04:46 Vivía cerca del hipógramo y los ruidos y los carros no lo dejaban donde.
0:04:51 Las pitias bélficas, es decir, las avillinas, las pitonistas,
0:04:57 y fueron,
0:05:02 y fueron a un lugar, a algunas fiestas,
0:05:05 en las que también, para darle color al guisobio, unas cuadradas.
0:05:10 Otras eran las fiestas enemigas.
0:05:13 Y hubo un momento en que apareció Olimpia.
0:05:20 Olimpia como ser de los juegos.
0:05:24 Y había algo curioso en algún periodo de Olimpia con esto de los cavales.
0:05:29 Parece que había mucha mula.
0:05:32 Hubo un momento en que los jueces de Olimpia eran tipos muy tendenciosos y obedientes del poder.
0:05:39 De modo tal que a veces se daba por ganador el que había entrado cuarto,
0:05:43 nada más que porque era el caballo de comisario.
0:05:46 Y esto sucedió en Olimpia.
0:05:51 En ese tiempo había carreras de carro con cuadras, es decir, tirados por cuatro caballos,
0:05:56 y también carreras con cienes.
0:05:59 Ustedes saben que en la historia libre, en casi todas las historias,
0:06:03 el cienete es posterior al carro.
0:06:06 Lo que primero se le ocurre a un tipo que domestica un caballo,
0:06:10 es atarle atrás a un carro.
0:06:13 Y recién después montarlo.
0:06:16 El cienete es posterior.
0:06:19 En la guerra de Troya había carros.
0:06:21 Un día el tipo montaba los caballos.
0:06:23 Es decir, que el cienete aparece en un momento posterior.
0:06:29 Dice que al lado de los conductores o de los cienetes se mostraban los dueños
0:06:33 que no tenían la obligación de conducir sus caballos personalmente,
0:06:38 sino que, bueno, incluso mandaban el caballo y ellos no iban.
0:06:42 Pero la gloria era para los dueños.
0:06:46 Las coronas del triunfo de Olímpia eran para los dueños.
0:06:50 Bueno, en el hipólogo también pasó eso.
0:06:53 Es para el dueño caballo.
0:06:56 Yo aquí, bueno, sé nada, pero es para el dueño del caballo.
0:07:01 Una de las pocas ventajas que tenía el cine,
0:07:06 era que se dedicaba un canto coral.
0:07:11 Al cienete que ganaba el Olímpia le dedicaban un canto coral.
0:07:14 No había coronas de laurel, pero sí un canto coral.
0:07:17 Vos ganaste el nacional canto coral.
0:07:23 Le guisamos solo gritos los nenas de la popular.
0:07:30 Le guisamos al cerote por el terrafismo en los del oficial.
0:07:37 Ese es el canto coral.
0:07:39 No muy coral en ese caso.
0:07:42 Es un orden.
0:07:43 Sería distinto a ponerle cómo se llama el yolque.
0:07:48 Y el dinero...
0:07:59 Teoso.
0:08:03 Teoso por la luz.
0:08:10 Por un campo.
0:08:17 No debían hacer los modos termónicos.
0:08:21 Es todo moral.
0:08:22 Todo moral.
0:08:31 Están pocos.
0:08:37 La trascendencia que estas victorias tenían
0:08:41 está demostrada por una anécdota del rey pílico de Macedonia.
0:08:47 Al mismo tiempo le comunicaba a un asilipo,
0:08:50 un triunfo de uno de sus generales en Iliria,
0:08:55 y el nacimiento del príncipe heredero Alejandro.
0:08:58 Al enterarse una victoria de un caballo suyo,
0:09:03 consideró esta última noticia como un mensaje divino
0:09:06 porque era equivalente a las dos anteriores.
0:09:10 Era tan importante para el pílico que le hubiese nacido un heredero
0:09:15 que uno de sus generales triunfara en Iliria como ganar uno de sus caballos.
0:09:19 La victoria confería al ganador la concreción de un deseo
0:09:23 que podía ir por encima de una pena legal.
0:09:26 Es decir, pues tenía derecho como ganador de una carrera
0:09:29 a pedir un deseo que incluso podía significar
0:09:33 ir por encima de la ley, ponerle que vos tuviérase en cana.
0:09:37 Bueno, mi deseo es salir de la cana.
0:09:41 No podía pedir lo que quiera, lo que quisieras.
0:09:44 Gané, bueno, a ver pida algo bueno, que cambien el pincelito,
0:09:48 que es eso, esa clase de pedidos que no.
0:09:53 Como ciudad que solía dedicarse compasión a la cría de caballo,
0:09:57 se cita siempre a Sirén,
0:09:59 parece que era costumbre general, todo el mundo criaba caballo en Sirén.
0:10:06 Entrasia, creo que también estaban los buenos caballos.
0:10:09 Dice Burhard que no hay que olvidarse de que los peligros en esta carrera serán enormes.
0:10:17 Grandes peligros.
0:10:19 Pausanias contaba que en el hipódromo de Sirra
0:10:22 no había una sola carrera que no fuera accidentada.
0:10:27 Píngaron nada menos.
0:10:29 Ha dicho que en una jornada con seis carreras morían un promelo de 15 hombres.
0:10:35 Bueno, pero entonces...
0:10:39 Algunos decían que las rodadas se producían por la aparición de un fantasma
0:10:44 que era propio de cada hipódromo.
0:10:46 Se llamaba, me corrisioné, era propio de cada hipódromo,
0:10:48 sino que era un fantasma que estaba en todos los hipódromos.
0:10:50 Allí donde se corrida estaba Taracipo,
0:10:54 que era una especie de sombra que espantaba los caballos en la primera curva de cada arena.
0:11:00 Allí estaba Taracipo, se espantaban los caballos y se morían 15.
0:11:07 Se morían más gente, evidentemente, porque los carros son más peligrosos que los caballos.
0:11:12 Te caes de ahí, carros, y te pisan los carros,
0:11:14 y siempre es preferible que uno lo pise un cabal y no un carro, me parecía mal.
0:11:18 Dígan, ¿a qué hora en lo preferencia se tuquia?
0:11:23 Reportaje a Patricio Abredeviche.
0:11:28 Siempre es preferible que lo pise un carro o un caballo.
0:11:32 No prefiero nada, lo prefiero que no me pise de nada.
0:11:37 Existen varias leyendas con relación al fantasma de Taracipo.
0:11:40 Se decía que era el alma en pena del héroe llamado Olisqueno,
0:11:45 que fue sacrificado para poner término a una carestía.
0:11:49 En Grecia, muchas veces para obtener vientos favorables,
0:11:53 se sacrificaba alguien.
0:11:56 El mismo gaméon mató nada menos que a la hija para que viniera un poco bien.
0:12:00 Pobre y cincena.
0:12:01 Pobre y cincena.
0:12:02 Después le dio tanto asco a los mitógrafos que enmendaron la plana de que el sacrificio
0:12:07 y resultó ser que unos dicen que la mandó no se dó,
0:12:10 que no era la hija, pero que eso.
0:12:13 Este hombre parecía que hubiera estado a cara de la cebolla
0:12:16 y lo sacrificaron para ver si lo acababa.
0:12:22 Otros dicen que era el alma de Olenio, un célebre cochero de Olimpia.
0:12:27 También se encontraba que el perturbador de caballo
0:12:30 era el cató, hijo de Portaón, que había sido muerto por el nomado
0:12:34 cuando trataba de obtener la mano de Ipodamía,
0:12:36 nada menos que aquella doncilla en cuya ocasorio los entabros se encurdelan.
0:12:43 Bueno, pero además la doncilla solo podía ser entregada
0:12:47 si el pretendiente triunfaba precisamente en una carrera contra su padre.
0:12:52 Así que Ipodamía era una mía.
0:12:54 El padre era este, este, el homa.
0:12:58 Y cada vez que hubiera un novio,
0:13:00 yo decí, le me quiero casar con esta chica Ipodamía.
0:13:03 Dice, bueno, pero es así la cosa.
0:13:06 Correrme en una carrera, si yo te gano te mato.
0:13:10 Y si me ganas, te casas con mi hija.
0:13:14 Y este parece que Portaón fue uno de los cantos que perdió la carrera.
0:13:18 Y la vida.
0:13:20 Después Ipodamía hizo trampa, le echaron la mariposa a la rueda del padre.
0:13:28 Pero no importa eso.
0:13:30 Bueno, uno de los novios de Ipodamía era este Portaón,
0:13:33 cuya alma en pena espantaba los caballos en la primera curva,
0:13:37 nada más que por probar.
0:13:38 Todo eso provocaba, como se ha dicho, numerosos accidentes en los Ipodos.
0:13:44 Esto es todo lo que tengo que decir de la revista Palermo de...
0:13:49 Palermo Rosa.
0:13:51 Palermo Rosa, dedicada en la pena, se enlunía en todos saltes y empresas.
0:14:00 Todos nosotros hemos visto muchas carreras en el cine,
0:14:03 carreras de carros en el cine, ¿no?
0:14:05 Siempre también son muy peligrosos y mueren unos 15 también.
0:14:11 Yo vi de Núru.
0:14:13 De Núru, sí.
0:14:14 De Núru.
0:14:16 Sí, me pareció.
0:14:18 Estaban vuelta y vuelta y se chocaba las ruedas
0:14:23 con aquellos caballos blancos que tenían nombres de estrellas,
0:14:26 que empezaban con B.
0:14:31 ¿A quién quiere dedicarle este... qué recuerdo de caballo?
0:14:36 Solamente para Amantes del Torque.
0:14:38 Para hacerlo un poco más excesivo, Alejandro,
0:14:41 para aquellos que todavía consigan esta idea
0:14:44 de la posibilidad de competir sin rencores y sin hoy.
0:14:51 Hemos sido...
0:14:54 a la discoteca y nos vieron por una cabeza,
0:14:57 como era obvio.
0:14:59 Querimos palermo, en realidad, y nos estaba palermo.
0:15:01 No, pero está por una cabeza y es este,
0:15:04 el lindo cabello, es el clásico para esta clase
0:15:07 de conversaciones dícticas.
0:15:11 Así que vamos a escucharlos ya mismo,
0:15:13 la versión clásica de Carlos Jávez.
0:15:57 Viendo del amor que está viviendo
0:16:00 que más en uno vea
0:16:02 todo un diquere.
0:16:05 Por una pobreza
0:16:09 toda la cura
0:16:14 con la cabeza borra la quiseza
0:16:18 al mal amargura.
0:16:21 Por una pobreza
0:16:26 todo el mío le diría
0:16:30 hay falta perderme
0:16:32 mil veces la vida
0:16:34 para que vivir
0:16:36 cuanto que tenga yo
0:16:38 por una cabeza
0:16:40 yo jure mil veces no vuelvo ahí
0:16:44 pero si un mirar
0:16:46 me quiere al pasar
0:16:48 todo suave fue lo que lo quiero
0:16:51 para basta de carrera
0:16:54 que ha cago la pinva
0:16:56 un final reino
0:16:58 yo no puedo haber
0:17:00 pero si algún pinto
0:17:02 que la acerciza al domingo
0:17:04 yo me juego entero
0:17:06 ¿qué le voy a hacer?
0:17:09 por una pobreza
0:17:14 toda la cura
0:17:18 con la cabeza borra la quiseza
0:17:22 al mal amargura
0:17:25 por una pobreza
0:17:30 y el mío le diría
0:17:34 hay falta perderme
0:17:38 para que vivir.
0:17:46 Ha cantado Carlos Verdeen
0:17:48 por una cabeza
0:17:52 por una pobreza
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