Transcripción automática
0:00:00 Bien, hablaremos de Luisa de Mecklenburg, que era una princesa, una princesa de segundo orden,
0:00:06 descasa de importancia nobiliaria, que consiguió casarse con el rey de Prussia, Federico Guillermo,
0:00:12 que calculo yo toda vez que era príncipe de Prussia, pertenecería a la familia Ogensoller,
0:00:18 que es mucho decir. Luisa era hermosa, pero muy hermosa, muy hermosa.
0:00:25 Dicen que cuando Federico Guillermo la vio, dijo a sus acompañantes, la quiero a ella,
0:00:31 y si no es ella, no será ninguna criatura del mundo. Un capricho.
0:00:37 Capricho es mucho mejor y más persistente que un amor.
0:00:41 Un capricho y quizás una mentira.
0:00:43 También, sí. La quiero a ella y si no es ella, no será ninguna criatura del mundo. Repitió.
0:00:49 No, alguien lo tiene que decir alguna vez en su vida.
0:00:53 O más ninguna.
0:00:54 Sí. Yo casi no digo otra cosa.
0:01:01 Bueno, de modo que si hay alguien que no ha dicho todavía esto, voy a que se apure.
0:01:07 Con la primera persona que tiene acerca, no.
0:01:10 Porque enseguida viene el espíritu burgues que nos impulsa a ser apuestas compensatorias.
0:01:16 Nada de jugar toda una carta, porque hubo también un poquito a lo del de costado.
0:01:22 Por ahí viene una amiga que dice, hay mirací, no te quieres.
0:01:26 Bueno, busquemos una en segundo lugar. Esa cosa, ¿vale?
0:01:30 Bueno, no importa. Todo esto no importa nada.
0:01:35 Pero sí, es lo único que importa de la llave.
0:01:38 Si vos querés a una y es la única que te interesa del mundo y no te quiere, ¿qué tenés que hablar?
0:01:46 Y vas a estar en un programa hablando del emperador Federico Guillermo de Prussia.
0:01:50 O del rey de Prussia. No, no, nada.
0:01:53 Aguante Napoleón.
0:01:54 Bueno, era muy linda en las representaciones que sobrevivieron.
0:01:59 Hay algo de neoelénico, pero eso no importa demasiado.
0:02:03 Es una énfasis para dar cuenta de su hermosura.
0:02:07 En el uso fructo de esa belleza reside el punto central de la historia que contaremos.
0:02:12 Que tuvo lugar a principios del siglo XIX.
0:02:15 Y finalmente es una historia napoleónica.
0:02:18 La llegada de Luisa a la corte prusiana fue alegre.
0:02:22 Se hicieron centenares de bailongos,
0:02:25 de los que Luisa participaba con Fervor, incluso con Fervor excesivo.
0:02:30 Ya que le gustaba mucho el baile, tanto es así que en 1803 dio a luz
0:02:35 una hora después de bailar frenéticamente.
0:02:38 Lo que no quiere decir, que lo uno fuese consecuencia de lo otro.
0:02:42 Estaba embarazada. Ya estaba embarazada.
0:02:46 Y estaba en medio de la milonga y en un momento le dice al compañero
0:02:51 voy a dar a luz y vengo.
0:02:54 Si me disculpan señor, voy a dar a luz y enseguida voy a ir.
0:02:58 Su relación con el rey también fue fervorosa en ese sentido.
0:03:03 Ya que en 14 años le dio a 9 hijos.
0:03:07 Pero en medio de todo aquello se presentó un problema,
0:03:10 que era el avance napoleónico sobre los territorios germanos y los territorios rusos.
0:03:15 La verdad es que Federico Guillermo era un rey no muy beligerante,
0:03:22 pero Luisa sí tenía instinto marcial
0:03:26 y estaba muy indignada por la ocupación de los territorios de Hannover
0:03:30 que ella acudiciaba para sí.
0:03:32 Un asunto galante hizo que Luisa convenciera a su marido
0:03:37 de destruir a las tropas de Napoleón.
0:03:40 En una localidad llamada Memel, a orillas del Báltico,
0:03:44 veraneaban las Cortes Prusiana y Rusa.
0:03:48 Llegaba el verano la corte de Rusia y la corte de Prusia
0:03:51 iban al mismo lugar de veraneo, a Memel.
0:03:55 Entonces allí se mezclaban los nobles, partidas de cartas y juegas, etc.
0:04:02 Y hasta allí había viajado al Sáralejandro de Rusia, un amigo de este programa,
0:04:06 que según tenemos entendido era un tipo bien parecido.
0:04:10 Bien parecido al charlo.
0:04:13 Bueno, hasta allí viajó también Luisa
0:04:15 y parece que ella se enamoró del Sár,
0:04:17 a pesar de que como hemos dicho era casada.
0:04:20 El Sár le había hecho algunos regalos untosos
0:04:24 y varios guiños seductores del orden que todos ustedes ya estarán imaginando.
0:04:30 Siempre le he ganado esto, sí.
0:04:32 Hasta tal punto llegaba la devoción de Luisa por el Sár de Rusia,
0:04:35 que a una de sus hijas la llamó Alejandrina,
0:04:38 y el Sár fue el padrino.
0:04:40 ¡Ah! Ahí había algo.
0:04:43 O quizá no.
0:04:44 Algunos insisten en que hubo entre ellos una relación íntima,
0:04:47 otras dicen que no.
0:04:49 ¡Disto!
0:04:51 Los ambos nos hacen perder tiempo.
0:04:54 Los que aseguran que hubo sexo entre ellos son en general espías franceses.
0:05:01 Incluso aquí, en el Bultiteatro,
0:05:04 si hay alguien que sostiene que entre Luisa de Prussia
0:05:07 y el Sár Alejandro de Rusia hubo sexo,
0:05:10 es porque se trata de una espía francés
0:05:12 y debe ser denunciado a la autoridad.
0:05:15 La cuestión fue que Alejandro hizo un pedido expreso a Luisa.
0:05:19 Le pidió que convenciera a su marido, a Federico Guillermo,
0:05:23 de firmar un pacto con Rusia para enviar un ultimatum a Napoleón.
0:05:28 Y Luisa actuó.
0:05:30 Bueno, Federico Guillermo fue convencido y firmó la alianza con Rusia.
0:05:34 La verdad es que no importa mucho si Luisa y el Sár se unieron sexualmente.
0:05:39 Al menos no importa a mí.
0:05:41 A ellos sí les habrán...
0:05:43 Lo cierto es que ella estaba enamorada
0:05:46 y con eso bastaba para complacer un pedido de Alejandro.
0:05:50 Aquella alianza no le fue muy bien.
0:05:54 Ahí está tampoco.
0:05:56 Ahí está tampoco.
0:05:58 Napoleón avanzó sobre Ulm, sobre Viena, sobre Austerlitz
0:06:02 y Luisa, indignada,
0:06:05 hacía apariciones públicas que fueron famosas
0:06:08 porque allí decía que había que combatir al monstruo
0:06:11 y que se convirtieron en lema patrióticos para los prusianos.
0:06:16 Pero no alcanzó con eso.
0:06:18 Napoleón siguió avanzando, incluso enterado de la beligerancia de la reina.
0:06:23 El boletín del Ejército, una publicación de propaganda oficial de los franceses,
0:06:29 imprimió una conversación que, al parecer, Napoleón había tenido con el mariscal Berthier
0:06:34 y el emperador dijo
0:06:36 una hermosa reina quiere ver una batalla, por lo tanto, seamos galantes.
0:06:42 Marchemos inmediatamente a esas sus tierras.
0:06:45 Eso dijo Napoleón.
0:06:47 Así que en octubre de 1806 Napoleón aplastó a las tropas prusianas
0:06:51 y la reina Luisa salió rajando de la corte.
0:06:54 ¿Y dónde viajó?
0:06:56 A Memel, al lugar donde iba a veranear,
0:06:59 pero aquel lugar se había vuelto espantoso.
0:07:02 Las localidades eran niegas, que de una temporada para otra cambian,
0:07:05 como aquí en la Argentina.
0:07:07 Las instalaciones estaban derruidas, se habían ido todos.
0:07:13 Mientras tanto, el Sar Alejandro estaba en Tilsit.
0:07:17 ¿No está en Tilsit?
0:07:19 Nada menos, negociando una tregua con Napoleón.
0:07:23 Si reunieron en una isla en medio del río, el río que es el río Niemen,
0:07:28 que es el que pasa por Tilsit,
0:07:30 un lugar que ahora convenientemente ha cambiado de nombre,
0:07:33 se llama Sovietsk.
0:07:35 No creo que ahora se vea santificada.
0:07:37 Creo que ahora le debe haber cambiado el nombre de nuevo,
0:07:39 quizás llame incluso Tilsit.
0:07:41 ¿O Luisa?
0:07:43 ¿O Luisa, digo?
0:07:45 Yo como son los occidentales.
0:07:47 Bueno, queda muy a lo este de Rusia, también sobre el Áltico.
0:07:52 No lejos de donde veraneaba esta gente.
0:07:55 Tampoco lejos de Letonia, de Polonia, por ahí queda Tilsit.
0:08:00 Ahora no sé cómo se llama.
0:08:02 No hay más que saber, claro.
0:08:04 Digo por si alguno va.
0:08:08 Porque por ahí uno está recorriendo Europa,
0:08:10 gastando una fortuna en remise,
0:08:12 buscando la ciudad de Tilsit,
0:08:14 que ahora no existe, le han cambiado el nombre,
0:08:17 como sucede.
0:08:19 Ahora se llama, ya tampoco se llama Sovietsk.
0:08:22 Ahora que llegamos se llama de otro modo.
0:08:26 Basta con decir Sovietsk y poner una K.
0:08:29 Sovietsk.
0:08:33 Y el remicero los deja con toda seguridad.
0:08:36 El caso que se reunían en una isla en medio del río.
0:08:39 El rey Federico Guillermo, el rey de Prussia,
0:08:43 mientras también estaba en el Sar de Rusia y Napoleón.
0:08:48 Bueno, en realidad solo estaban en la isla,
0:08:51 estaba el Sar de Rusia y Napoleón.
0:08:53 Federico Guillermo estaba en la brilla del río,
0:08:56 bajo una lluvia torrencial mojándose a Talapera,
0:08:59 lo cual era una humillación,
0:09:01 una humillación premonitoria,
0:09:03 porque se venía un tratado que quitaría territorios a Prussia
0:09:06 y obligaría a Federico Guillermo
0:09:08 a enfrentar reparaciones feniancieras enormes.
0:09:11 En ese momento alguien pensó en usufruir la belleza de Luisa.
0:09:15 Algunos cortesanos de Prussia
0:09:19 se convencieron de que la hermosura de la reina
0:09:22 conquistaría a Napoleón.
0:09:24 Entonces las convocaron para que fuera a la reunión
0:09:27 de Tilsit a enamorar a una parte.
0:09:31 Al principio ella se resistió, como es uno.
0:09:34 Mientras la reina lo consideraba cruzaban apuestas.
0:09:38 Voy a que sí, voy a que no.
0:09:41 Lo que sucedió realmente no fue muy satisfactorio para nadie.
0:09:44 La reina llegó a Tilsit,
0:09:46 Napoleón se comportó con suma cortesía en todo momento
0:09:49 y cuando Luisa lo apremió amablemente
0:09:53 e imploró por su compasión en nombre de Prussia,
0:09:56 Napoleón respondió con cumplidos acerca del vestido que ella usaba.
0:10:01 La mina le decía,
0:10:04 Sire, ¿por qué no tiene un poco de piedad de Prussia?
0:10:07 Y él le contestaba,
0:10:09 ¿qué lindo vestido que se ha puesto?
0:10:11 ¿Qué es lo político?
0:10:15 Los cronistas franceses, hay que dudar entonces,
0:10:19 dicen que ella le envió una nota en que le ofrecía
0:10:22 quitarse para él el vestido que tanto le había gustado.
0:10:25 Pero no sé si es cierto.
0:10:28 El caso es que el avance de Napoleón fue desastroso para Prussia.
0:10:32 El sacro imperio cayó,
0:10:34 la Confederación del Rí, vino a ocupar su lugar
0:10:37 bajo el dominio francés.
0:10:39 Mucho después, en Santa Elena,
0:10:42 cuando se le dio vuelta la tortilla,
0:10:44 Napoleón se refirió a los modos seductores de Luisa
0:10:47 para conquistarlo.
0:10:49 Por su parte, Luisa lloró amargamente durante mucho tiempo
0:10:52 y se refirió a su decepción frente al rechazo napoleónico.
0:10:57 En verdad, Luisa no pudo ni siquiera asistir a la caída de Bonaparte
0:11:01 porque murió después de haberse agarrado un tifus
0:11:04 en julio de 1810.
0:11:06 Tenía solo 34 años.
0:11:09 Muchos pensaban que se había muerto porque se le había destrozado el corazón.
0:11:15 Todo el mundo cree que las muertes suceden por cosas como en Santa Elena.
0:11:18 El gente que tiene una visión dramática de la historia,
0:11:20 como si la historia tuviera las mismas leyes que el teatro.
0:11:23 Lamentablemente no es así.
0:11:25 Yo he creído mucho tiempo.
0:11:27 Esto, que había algo teatral en la vida,
0:11:29 entonces esperaba de la vida reparaciones,
0:11:32 reparaciones que no llegaban.
0:11:34 Sin metría, que no se producían,
0:11:37 creía que a cada ida correspondía un regreso,
0:11:40 que a cada pérdida correspondía una ganancia.
0:11:43 Entonces, mentira.
0:11:45 No esperé que nada vaya a ocurrir por simetría
0:11:47 o por priorito artístico y mucho menos por merecimiento.
0:11:50 Sería el colmo de la superstición.
0:11:53 La mina se murió porque se murió.
0:11:58 Muchos años después, cuando se cumplía el 6. aniversario de su muerte,
0:12:02 en julio de 1870,
0:12:04 su hijo, el hijo de Luisa,
0:12:06 que todavía era el rey Guillermo de Prussia,
0:12:09 fue a rezar a su tumba, a la tumba de Xumaba.
0:12:12 Y ese fue el día en que le declaró la guerra a Francia,
0:12:17 casualmente contra otro Bonaparte.
0:12:20 A Napoleón III.
0:12:22 Una guerra que esta vez Prussia ganaba.
0:12:25 La famosa guerra Franco-Prussian.
0:12:29 Bueno, de la historia de Luicita de Prussia,
0:12:32 ¿a quién quiere dedicarlo?
0:12:34 Yo creo que la belleza de Luisa merece una dedicatoria,
0:12:37 pero son mejores de dedicar a las personas
0:12:40 que se han portado mejor con el emperador de Francia,
0:12:43 que pese a los suyos, pese a ese Bonapartismo,
0:12:45 que tanto nos denuncian los populistas como uno,
0:12:48 digo, tuvo gente que lo vio mejor.
0:12:50 La chica de la Malmesón, José Fina Bougarnet,
0:12:53 o María Valleusca, una amiga polaca,
0:12:55 una polaquita que también hizo lo mismo que Luisa,
0:12:58 ya que también se dudo a Napoleón
0:13:02 y pidió piedad para Polonia.
0:13:07 Ahora, apoyemos a esas muchachas, digo, en general,
0:13:09 apoyemos a las muchachas, pero digo,
0:13:11 a esas que mezclan el amor a la parte con el amor
0:13:14 hacia el hombre que ellas quieren,
0:13:17 porque hay otras, es quizás el estilo de Dolores G.
0:13:20 y es pensarlo en la boca, que hacen una especie de maniobra,
0:13:23 como decir que nunca da buenos frutos,
0:13:25 ni para la patria, ni para ellas,
0:13:27 y menos para el galón en cuestión,
0:13:29 porque detrás de una negociación siempre está la Trampera.
0:13:32 La Trampera es la milonga que vamos a escuchar ahora
0:13:34 y que nos dio el discotecario a falta de otro mejor.
0:13:39 Escucharemos esta milonga en la versión de Aníbal Troil
0:13:43 y Roberto Grela.
0:13:53 La Trampera
0:14:23 La Trampera
0:14:53 La Trampera
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