Transcripción automática
0:00:00 Bueno, hablaremos... tenemos un pequeño catálogo, eh, de ciudades y lugares fantásticos, muy raro, muy lindo, ¿sí?
0:00:09 Primera ciudad, la ciudad de los ladrones.
0:00:13 Es una ciudad que las tradiciones orales han ubicado en la región al norte de Canadá, donde la fiebre del oro.
0:00:21 Es donde la fiebre del oro de Canadá está construida sobre un lago subterráneo de agua hirviente que protege a la ciudad de las inclemencias árticas.
0:00:35 Allí hay un enorme pofo de unos 50 kilómetros de diámetro que también la protege.
0:00:41 Si uno desea obtener permiso para visitar esa ciudad, deberá elegir una de las muchas actividades que podrían convertirlo en aspirante,
0:00:50 que puede robar una caja fuerte o secuestrar a un macanudo o encontrar algún nuevo modo de evadir impuestos.
0:00:59 Esto deberá ser lo fuera y antes de ingresar a la ciudad de los ladrones.
0:01:03 Un árbitro lo observará y una vez cometido el delito en cuestión, permitirá el ingreso del postulante si es que el delito fuera cometido con suficiente destreza.
0:01:15 La población se compone de ladrones, asesinos y chantajistas.
0:01:21 Pero dentro de la ciudad los delitos no existen.
0:01:26 Es una ciudad tranquila, aunque se ha producido un terrible debate entre los habitantes en cuanto al nombre de la ciudad, ya sea en honor a las actividades realizadas fuera de las ciudades y los delitos o dentro en donde sus habitantes son agricultores.
0:01:42 Prevaleció como se ve el primer criterio y se llama ciudad de los ladrones.
0:01:48 Es una ciudad bien poco interesante porque en realidad no hace falta irse tan lejos para dar con ciudades llenas de asesinos y criminales.
0:01:58 Cuál es la ciudad interesante es la llamada ciudad del presente, que se ubica en una región próxima al polo sur.
0:02:05 Acerca de esta tierra ha escrito nuestro amigo Edgar Allan Poe.
0:02:10 Parece que el señor Arthur Roger Fenn de Nantucket vio por primera vez esta ciudad de presente en 1828 y más tarde Alan Hart, un aventurero francés, la exploró.
0:02:29 El viajero se encontrará con una densa niebla que rodea la ciudad y divisará tras ella una cordillera de cráteres volcánicos que emiten un humo incandescente.
0:02:42 Una vez dentro del país verá sus habitantes, que son humanoides andróginos, semi transparentes.
0:02:51 Sus dedos están unidos por una membrana excepción del pulgar.
0:02:56 Sus gestos son amables y graciosos, su organismo no produce secreciones, ni tienen necesidades de ningún orden.
0:03:04 Camas duermen, viven del aire y no desean.
0:03:10 No desean.
0:03:12 ¿Están quietos?
0:03:13 Por eso el presente, porque no desean.
0:03:16 Este presente, dice Pau, es el país donde los habitantes no tienen pasado, ni futuro, ni en realidad...
0:03:30 No sé lo que tienen.
0:03:32 Por cada movimiento es nuevo y perfecto, dice Pau.
0:03:35 Nada cambia en ese presente inmóvil.
0:03:38 No hay misterios, ni secretos, ni mentiras, ni cansancio, ni dolor.
0:03:44 Los que llegan ahí verán cómo sus relógios se detienen.
0:03:48 Afortunadamente, solo deseamos pensando en lo que vendrá.
0:03:53 Mira lo que dice aquí, incluso nuestro organismo, nuestras lándulas, nuestro deseo, se prepara para efectuar algo con antelación.
0:04:02 Se prepara para una acción futura.
0:04:04 Aquí no.
0:04:06 El viajero puede también llevarse un recuerdo de su estadía en esta ciudad,
0:04:10 que es una piedra de forma elíptica parecida al lapizlácte.
0:04:14 No me gustó esta ciudad.
0:04:16 Vayamos a Irwong.
0:04:18 Es raro, además, un recuerdo de la ciudad del presente.
0:04:21 Claro, es imposible.
0:04:23 Irwong es un reino del que ha tomado nota Samuel Butler, que está situado en el centro de Australia o por allí.
0:04:31 Porque en realidad quienes han explorado el lugar no han querido indicar su ubicación exacta.
0:04:37 Los habitantes parecen más bien mediterráneos, con una magnífica presencia.
0:04:42 Todas las mujeres allí son hermosas.
0:04:45 Hay un ciclo donde se han construido varias figuras de piedra, dispuestas de tal modo que cuando el viento sopla entre ellas, se deja oír una melodía de händel.
0:05:00 Hay varios barrios que ofrecen desde lejos un panorama de agujas, esbeltas y cúpulas.
0:05:07 La enseñanza se imparte en colegios del desatino, donde solo se estudia lo hipotético.
0:05:14 Se afirma que en Irwong, que enseñar a los jóvenes la naturaleza de las cosas que hay, es dar una noción limitada que no sirve.
0:05:25 En realidad aquí se estudian los universos posibles, estudian lo ausente, lo que no hay.
0:05:37 Las leyes de Irwong son muy rigurosos.
0:05:41 La enfermedad y la pobreza son consideradas delito, también conozco algunos lugares,
0:05:46 y hay un tribunal de desgracias personales que juzga a los infractores.
0:05:52 La muerte es menos detestable que la enfermedad en Irwong.
0:05:56 No se reúnen en el velorio, no va nadie.
0:05:59 Eso sí, los amigos de la familia envían cajitas de lágrimas que contienen de 2 a 16 según el grado de intimidad con el muerto.
0:06:11 Dicen que vivieron en la ciudad unos hombres que conocían el futuro,
0:06:17 pero que murieron al cabo de un año a causa del dolor que este conocimiento les causó.
0:06:23 Irwong evoluciona rápidamente y va cambiando, pero hace años que no se reciben informaciones de lo que allí sucede,
0:06:31 de modo que debemos declinar toda responsabilidad de esta descripción que hemos dado.
0:06:37 Para terminar, dos ciudades breves, dos breves testimonios de ciudades.
0:06:42 ¿Qué limpas es que... cuánto recién, eh?
0:06:45 Estas son de Italo Calvino.
0:06:47 Mi primera llama tecla y está en Asia y ostensiblemente a medio construye.
0:06:53 Sus habitantes dicen que la construcción se prolongará eternamente para que no empiece nunca su destrucción.
0:06:59 Otavia también está en Asia.
0:07:03 La ciudad está suspendida sobre una red atada a dos montañas muy altas.
0:07:09 Se camina por la ciudad sobre travesaños de madera, abajo el abismo a cientos y cientos de metros.
0:07:18 Entre madera y madera hay como unos agujeros y los pacientes miran por ahí una nube pasar bajo sus pies o el remoto fin de la caída.
0:07:31 Hay peligro, el peligro que en otros lugares es difuso, aquí aparece con exacta precisión.
0:07:39 A cada paso te puedes caer por el agujero.
0:07:42 Es extraordinario vivir en una ciudad donde...
0:07:46 Todo el tiempo en riesgo de caer por un agujero a un abismo.
0:07:50 Y esto es todo lo que tengo.
0:07:53 Esto es todo lo que tengo.
0:07:55 ¿Cuál ciudad le gustó más?
0:07:57 A mí yo sé la que me gustó menos.
0:07:59 ¿O usted no le gustó la del no deseo, la del presente?
0:08:02 La del no deseo.
0:08:04 Hay una ciudad también citada por...
0:08:12 A mí me parece que era Rimsky Korsakov en una obra.
0:08:17 Que es una ciudad invisible por un lado, pero también se moviente.
0:08:24 Y aquí hemos hablado alguna vez de ciudades semoviantes.
0:08:28 Es decir, ciudades de locación inconstante.
0:08:32 Eso es una idea extraordinaria.
0:08:34 Por ejemplo, usted sabe que para ir a la ciudad de azul
0:08:37 hay que tomar una cierta dirección, incluso hay una ruta.
0:08:42 Y usted sabe que hay una sucesión de pueblos previsible.
0:08:47 Es una sucesión tan previsible como la sucesión natural de los números.
0:08:52 Miguel del Monte sigue las flores, y a las flores sigue Cacharilla, Cacharilla y azul.
0:09:01 Pero si las ciudades se movieran, esta previsibilidad desaparecería.
0:09:09 Y usted tendría que indagar a cada momento la locación de las ciudades,
0:09:14 incluso la dirección que llevan y la velocidad con que se desplazan.
0:09:19 O a ver con cuál se cruza, cuál viene.
0:09:22 Hay que incluso en algunas ciudades conviene esperarlas.
0:09:26 Usted va a ir de veraneo a Mar del Plata y en vez de hacerse 400 kilómetros,
0:09:30 al enterarse que Mar del Plata viene en esta dirección,
0:09:35 sale al camino y la espera.
0:09:37 Cuando pasa Mar del Plata entra en el ya y sigue con el ya.
0:09:42 Es una idea extraordinaria.
0:09:44 Las ciudades se movienten, que por otra parte producen una variación continua del paisaje
0:09:51 y aún de la economía de cada ciudad.
0:09:55 Porque una ciudad marítima cuyos habitantes se dedican a la pesca,
0:10:00 pues al mes siguiente, si es que la ciudad toma rumbo a la pampa,
0:10:07 tiene que empezar a labrar la tierra,
0:10:11 no la pesca marítima que hay en la pampa, hay que reconocerlo.
0:10:16 No se ofenda nadie en general pico,
0:10:20 pero la pesca de peces marítimos en general pico es absolutamente nula,
0:10:27 por mucho que se insiste y por mucho que la incendencia incluso subsidie a los pescadores
0:10:36 que se suben a sus barcos que están en el medio de la níxia.
0:10:41 Pero te dice que hay planes de estímulo para el pescador.
0:10:44 Es planes de estímulo para el pescador, pero todo esto tendría mucho sentido
0:10:47 si general pico se desplazara.
0:10:49 En algún punto sería una ciudad marítima, al menos por un rato.
0:10:54 Pero ¿por qué le decía lo de Rinsky?
0:10:59 Bueno, porque era una ciudad que se movía.
0:11:03 Y me acordé cuando hablaba de Rinsky, Corsacos,
0:11:06 de una escena que no tiene nada que ver con esto, pero me gustó.
0:11:11 Hay una obra que se llama El Sard-Saltán.
0:11:15 Es una ópera.
0:11:17 Y un personaje se convierte en mosca.
0:11:25 Y sigue convertido en mosca a un barco en el que va su amada.
0:11:34 Y esa canción, la música que acompaña ese seguimiento,
0:11:38 no es otra cosa que el vuelo del mosca.
0:11:41 Es una canción que escuchamos en las piezas musicales,
0:11:45 muy interesante que tocan todo, porque se toca con mucha velocidad, etc.
0:11:50 Pero y proviene de una ópera y hay un personaje que es el mosca-rón.
0:11:55 ¿Qué es el mosca-rón?
0:11:57 Se convierte en mosca-rón.
0:11:59 Nunca he visto una puesta, yo de esas obras.
0:12:01 Me imagino que no se verá.
0:12:03 Imagínense un...
0:12:05 Un señor de flazón en mosca-rón.
0:12:07 Un señor de flazón en mosca-rón con su salida.
0:12:11 Y es el tenor.
0:12:13 Es un tenor, el mosca-rón.
0:12:17 En la parte del mosca-rón no hay canto.
0:12:20 Pero no es una mala idea para...
0:12:23 Suponente que hubiera canto después.
0:12:26 ¿Cómo harías la puesta de un mosca-rón en escena?
0:12:30 No lo ves.
0:12:32 Un cantante atrás del telón extraordinario.
0:12:35 Volvíis cantar y los otros personajes,
0:12:38 al golpearse, al sentirse molesto,
0:12:41 al ausentar con repasadores...
0:12:44 Al mosca-rón te dan la idea de una presencia que no existe.
0:12:50 Indagar en la ausencia, como decía,
0:12:52 creo que era la isla de...
0:12:54 la isla no, el país de Iguón,
0:12:56 creo que recién lo mencionaba, ¿eh?
0:12:58 Donde se habla de lo ausente.
0:13:00 Por ejemplo, el actor que hace el mosca-rón.
0:13:04 Está, mueve toda la acción.
0:13:06 Y no está.
0:13:08 Pero no está.
0:13:09 Pero ¿hice eso no estar?
0:13:15 y hemos consultado al discotecario.
0:13:19 ¿Qué no estaba?
0:13:20 ¿Qué no estaba?
0:13:21 Se oculta.
0:13:22 Se oculta.
0:13:23 Y me dijo que de ciudades no tenía ningún disco.
0:13:27 Y de Buenos Aires hay un montón de discos.
0:13:29 Sí, pero ayer era una ciudad...
0:13:31 Estas son ciudades imaginarias.
0:13:33 Imaginarias.
0:13:34 Y Buenos Aires le pareció a él,
0:13:36 con alguna razón,
0:13:37 que era una ciudad con tantos isonantes.
0:13:40 Y no imaginarias.
0:13:42 Y él me dijo que, si bien no podía entregarme una ciudad
0:13:45 y ni siquiera un barrio,
0:13:47 podía entregarme una casa.
0:13:51 Es como la unidad mínima de una ciudad.
0:13:53 Sí, una ciudad.
0:13:54 Una casa que después de todo, era imaginaria,
0:13:57 como este cacerón de Texas,
0:14:00 de que tanto acerque a cuál se ha cantado alguna vez.
0:14:03 Y escucharemos la versión que de Ceballs
0:14:06 ha hecho libertad a la marquina.
0:14:08 A mí juicio, la mejor de todas.
0:14:10 La escucharemos ahora.
0:14:11 Imaginario, cacerón de Texas.
0:14:32 Barrio de Delgrano, cacerón de Texas.
0:14:37 Te acordas de maravillas, de noche sobre la vereda.
0:14:41 Cuando un cacerzano nos deja a Batrice,
0:14:46 rara sañuranta, bajo la templanta suave de rosar.
0:14:53 Todo fue tan simple, claro como el cielo,
0:14:58 bueno como el cuento que en las últimas no falso el abuelo.
0:15:03 Cuando en el pianito verás la oscura,
0:15:07 sangraba la oscura, tu hermanda de un gual.
0:15:12 Revivió, revivió en la voz de dormidas el piano,
0:15:21 y al concuro sucín de tu mano,
0:15:25 el pardón del abuelo vencerá.
0:15:30 Llámalo, llámalo, viviremos el cuento de Cano,
0:15:38 que en aquel cacerón de Belgrano,
0:15:42 venciendo al Arcano, nos llama mamá.
0:16:01 Barrio de Belgrano, cacerón de Texas.
0:16:07 Donde está la alquibe, donde están tus pases, donde están tus rejas.
0:16:12 Volverás al cielo, mi hermanita vieja,
0:16:16 y en las melodías vivirán los días claros pero van.
0:16:22 Tu sonrisa hermana, rubico mi duelo,
0:16:28 y como en el puerto que en las luces fíjanos con feramelo,
0:16:33 torna del pianito, verás la oscura,
0:16:38 hasta el gran lasuras de hermura de un gual.
0:16:43 Revivió, revivió en la voz de dormidas el piano,
0:16:51 y al concuro sucín de tu mano,
0:16:55 el palto del abuelo vencerá.
0:17:00 Llámalo, llámalo, viviremos el cuento de Cano,
0:17:10 que en aquel cacerón de Belgrano,
0:17:13 venciendo al Arcano, nos llama mamá.
0:17:25 Era libertad la mar que, en la venganza será terrible, cacerón de Texas.
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