Transcripción automática
0:00:00 SINCRE DE VICHENZO
0:00:08 Continuamos, la venganza será terrible, estamos en el centro Roberto de Vichenzo, nuevamente aquí como cada año.
0:00:18 Hablaremos a continuación de objetos mágicos, es este un catálogo de objetos mágicos,
0:00:27 tanto en los mitos como en las crónicas históricas de distintas civilizaciones,
0:00:33 pasen objetos con distintas propiedades, y vamos a ver algunos de ellos.
0:00:40 Entre los árabes, el sabio Ibn al-Furad, allá por el siglo XIII,
0:00:46 dio cuenta de algunos aspectos alfombras voladoras.
0:00:51 Atención porque si explica poco acerca de la alfombra voladora, y vamos a dar algún dato,
0:00:59 parece que eran vehículos de vuelo bajo, aunque muy rápidos,
0:01:04 podían transportar hasta tres pasajeros a cualquier destino.
0:01:10 Las alfombras voladoras comenzaron a fabricarse en la India,
0:01:15 y sólo podían conseguirse a través de los vendedores de su fabricante.
0:01:20 El fabricante vivía en Bismagar, y nunca se supo el nombre.
0:01:25 Era inútil intentar copiar sus diseños, cuentan que las formas y los colores variaban continuamente al observarlas de cerca.
0:01:37 Vos mirabas la trama de la alfombra voladora y cambiaba, para que nadie pudiera copiar.
0:01:44 No es cuestión de que cualquier mamerto empiece a fabricar alfombras voladoras a granel.
0:01:51 ¿Cómo se manejaba una alfombra voladora como tantas cosas?
0:01:56 Merced al deseo.
0:01:59 Así así se encamena la actual tecnología,
0:02:05 que todos los aparatos respondan con sólo desearlo,
0:02:10 y a veces, o tecnología del infierno,
0:02:15 a veces digo que el aparato te anticipa a nuestro deseo,
0:02:20 y en los modelos los caros, reemplaza a nuestro deseo.
0:02:25 El caso aquí, esta alfombra, doblaba para donde vos querías, bastaba conquererlo.
0:02:31 Era peligroso...
0:02:33 ¿Qué volar tenía volante? Nada, una vez.
0:02:35 Nada, vos querías doblar a la derecha y la alfombra doblar a la derecha.
0:02:39 Era peligroso dejar que sí la alfombra a estas personas que no saben lo que quieren.
0:02:44 Y sí, claro.
0:02:47 Entonces las alfombras iban de un lado para otro, y me dijeron,
0:02:51 ¡eh, eh, eh! Todo bien.
0:02:56 Hace por el año 1000, el precio de una alfombra voladora era 40 bolsas de oro.
0:03:05 ¿Qué va la verdad?
0:03:07 Me compro un boliche.
0:03:09 Refieren las crónicas que una de las alfombras más conocidas,
0:03:15 y sea la última que pudo verse, es la que adquirió el príncipe Hassan,
0:03:20 de uno de los Emiratos del Golfo.
0:03:23 Compró la alfombra cuando su padre prometió la mano de la hermosa Nullin Har,
0:03:31 que era una mena, a aquel de sus tres hijos, que eran el propio Hassan Aldi y Ahmed,
0:03:38 aquel de sus tres hijos, digo, que le llevara a la corte el objeto más asombroso.
0:03:43 Le dijo, hijos, menos.
0:03:45 Aquel que me trajera el objeto más asombroso,
0:03:52 se llama Acredor a la mano de esta chica, que yo no era hija de ella.
0:04:00 Bueno, nos traigan objetos asombrosos.
0:04:03 Ali consiguió un tubo de marfil con el que se podía ver cualquier cosa del mundo.
0:04:09 Una especie de catalejo.
0:04:11 ¿En catalejo?
0:04:13 Sí, se mire y no se toque.
0:04:15 Ahmed llevó una manzana que podía curar las enfermedades, no está mal.
0:04:20 Hassan llevó la alfombra.
0:04:23 Bueno, el emir fue incapaz de decidir cuál de los tres objetos era el más maravilloso
0:04:28 y resolvió la cuestión con un concurso de arquería, es decir, sólo peor.
0:04:33 Ali fue el vencedor y se casó con Nullin Har.
0:04:36 Ali, que había traído el catalejo, ella era más escosa en la última que yo quisiera.
0:04:43 Bueno, y Hassan, viendo que ni siquiera un milagro le garantizaba un amor,
0:04:51 se retiró a la vida de meditación.
0:04:54 No volvió a tocar la alfombra voladora, cuyos paradero se desconocen.
0:04:59 Dicen que está guardada en algún sótano de Bacta.
0:05:03 Me gusta este inciso.
0:05:06 Viendo que ni con alfombra voladora podía conseguir el amor que deseaba,
0:05:15 el tipo se retiró de la vida, como un castigo al destino.
0:05:20 O destino. Eres tan cruel que ni aún haciendo milagros consiga ser al creedor del amor de la que lo quiero.
0:05:29 ¡Ah, me he retido!
0:05:32 Y es quizá la peor de las tristezas.
0:05:36 El del milagrero, el del hombre que, sobreponiéndose a su naturaleza vulgar,
0:05:44 consigue, en base a esfuerzos y a pertinacias, hacer un milagro o hacer una saña,
0:05:51 o hacer una demostración de valor que después no le sirve para nada.
0:05:56 Para que otro que con un catalejo te gane, entonces, bueno, me he retirado.
0:06:02 Me he retirado.
0:06:04 Otro objeto curioso.
0:06:06 Los célebres santoeojos de Karung al-Rajil.
0:06:09 No me dio a que veía a las mujeres del nuda.
0:06:12 No tan bueno como eso.
0:06:17 Resulta que un artesano, fabricante de extraños objetos, se lo regaló al Khalifa, ¿no?
0:06:24 A Karung al-Rajil.
0:06:26 Parece que el hijo de aquel artesano era un ladrón.
0:06:30 Cuando lo condenaron a una tanda de bastonazos por su delito,
0:06:35 el artesano pidió al Khalifa misericordia.
0:06:38 Oh, misericordia para mí, conseñador, que sé yo.
0:06:41 Entonces, Karung al-Rajil le dijo que perdonaría al joven
0:06:46 si el artesano, el papá, era capaz de inventar un método infalible
0:06:51 para identificar a los hombres honrados.
0:06:55 A los pocos días, el artesano regresó con estos antiojos
0:07:00 y le dijo al Khalifa que no podía verse a través de ellos nada más que a las personas sinceras.
0:07:07 Karung al-Rajil se puso los embrocantes,
0:07:10 miró a las caras de los principales ciudadanos de Baghdad que estaban así,
0:07:16 y la única cara que logró ver fue la de un joven sirviente que tenía él.
0:07:22 Giró y también pudo ver de sano que había construido los antiojos.
0:07:27 Entonces el Khalifa perdonó al hijo de aquel hombre,
0:07:30 echó a todos los invisibles a todo lo que no podía ver
0:07:34 y elevó al joven sirviente a un alto puesto.
0:07:38 Pocas veces, un poco meses más tarde,
0:07:41 descubrió que ya no podía ver ni siquiera el rostro del antiguo sirviente a través de los antiojos.
0:07:47 El poder lo había corrompido.
0:07:51 Y entonces, pensó y destruyó los antiojos
0:07:58 y resolvió ser más confiado y más feliz.
0:08:03 Otro objeto mágico, la dama-kherit, era un estafo.
0:08:09 Harit ibn-Hawala era un príncipe de Hirvath en los tiempos anteriores al profeta,
0:08:18 inmediatamente anteriores.
0:08:20 Harit, si había aliado con los romanos contra los persas,
0:08:23 pasó parte de su vida guiando a sus ejércitos en el campo de Batalla,
0:08:28 recibió grandes honores de los romanos, que es eso.
0:08:31 Harit extrañaba el disfruta de su palacio y de su ciudad,
0:08:36 pero no quería volver porque los persas lo querían matar.
0:08:40 Continuamente le enviaban asesinos disfrazados para matarlo.
0:08:44 Manzanas, manzanas, soy una anciana que vende manzanas y asesino disfrazado.
0:08:51 Pero, pero, asesino disfrazado.
0:08:56 En la barbaría.
0:08:57 Mandarina siempre se disfrazaban de lo mismo.
0:09:02 Bien, durante una batalla sus hombres se apoderaron tatuas,
0:09:08 un estatua de mujer de tamaño natural.
0:09:11 Estaba exquisitamente modelada, como tantas,
0:09:16 con metales preciosos, con esmeraldas como ojos y rubies en los labios.
0:09:21 Eso es un mal detalle.
0:09:23 Si, no?
0:09:24 Un estatua realista con esmeraldas en los ojos y rubies en los labios,
0:09:28 ya empieza a ser un poco monstruosa.
0:09:31 Sobre todo los labios porque los ojos pueden decir.
0:09:33 Dice que acá, que en el pecho también.
0:09:35 Vamos mal.
0:09:37 Bueno, mientras Harit admiraba esa figura,
0:09:40 le golpeó el estatua, abrió la boca y le habló.
0:09:44 Yo me muero, si estoy en el lugar de Harit, me caigo redondo.
0:09:48 Si me hablo en un estatua.
0:09:50 El estatua ahí, quieto, dice solito esta noche.
0:09:53 Le dijo, soy la dama, que Harit, y aviso a mi propietario de la traición.
0:10:00 Se cayó después, no hablo más.
0:10:03 Entonces, Harit, agarró el estatua, decidió volver a su ciudad.
0:10:09 La puso sobre un pedestal al estatua, acerca de la puerta,
0:10:13 y una noche, un grupo de mercaderes,
0:10:15 entró en la ciudad acompañando una caravana,
0:10:18 y la dama, que Harit, volvió a hablar.
0:10:21 Aviso a mi propietario del peligro que nos le he hecho.
0:10:26 Fue a vos, tía, tan linda la hacía.
0:10:28 Sí, era muy linda, pero era un poco coordinado.
0:10:30 Se decía, dice Polín.
0:10:32 Se había traído un rubín.
0:10:34 Y empezó a pronunciar esa oración cada vez más fuerte.
0:10:37 Aviso a mi propietario del peligro que nos le he hecho.
0:10:42 Entonces despertó a los guardias y a la población.
0:10:46 Cercaron a los mercaderes,
0:10:48 quienes resultaron una vez más ser asesinos y brazados,
0:10:52 que tenían la orden de liquidar a Harit y a Bala.
0:10:57 A partir de entonces, Harit ubicó el estatua en la puerta de su alcoba.
0:11:03 Dicen que la dama, que Harit, no volvió a hablar.
0:11:06 Y Harit murió ansiado.
0:11:09 Cuando el profeta comenzó a predicar la doctrina de Alá,
0:11:13 los árabes consideraron que la figura no era más que un ídolo pagano,
0:11:18 y la dama, que Harit, fue destruida.
0:11:22 Y de una verdadera lágrima.
0:11:28 Yo estuve pensando en este último objeto mágico,
0:11:39 que es la hornucopia, el cuerno de la abundancia.
0:11:44 Era uno de los cuernos de la cabra amaltea
0:11:46 que había amamantado a Zeus, el príncipe de los dioses,
0:11:49 cuando era niño.
0:11:51 Y Zeus quedó tan agradecido que la instaló en los cielos,
0:11:55 como una constelación.
0:11:57 Y ese siempre era un premio consuelo que le daban los dioses a los que los ayudaban.
0:12:04 Pero le quitó, antes de ponerlo como constelación a la cabra,
0:12:08 un cuerno.
0:12:10 Se lo regaló a las ninjas.
0:12:14 Y ese cuerno empezó a cumplir deseos.
0:12:22 Y se pudo desear algo delante del cuerno
0:12:25 para que lo que vos deseabas apareciera en el interior.
0:12:28 Las ninjas comprobaron que esto era cierto.
0:12:32 Normalmente pedían fruta, alimentos, grano, vino, miel.
0:12:41 Y se perdió.
0:12:43 Y ya se perdió, no vieron más.
0:12:48 Me parece el más flojo de los artículos que cumplen deseos.
0:12:55 ¿Por qué? Le voy a explicar por qué.
0:12:59 En los buenos cuentos con deseos cumplidos, tiene que haber una trampa.
0:13:06 Sí, yo pensaba en esos genios que se corporizaban en las lámparas.
0:13:13 Y finalmente lo que vos deseabas cuando se cumplía era tu maldición.
0:13:19 Porque yo quiero vivir externamente.
0:13:22 Y se morían todos.
0:13:24 Y se morían internamente con un bejecía.
0:13:26 Porque se había olvidado el tipo de pedirla a un juventud eterna.
0:13:29 Entonces quedaba así el novio de Selén, me creo.
0:13:32 Cada vez más viejo, más viejo, lo metieron adentro un cobre.
0:13:36 Yo se quería morir.
0:13:38 Pero no podía, porque se había gastado el deseo.
0:13:40 ¿Y cómo se fue a cobrar la jubilación?
0:13:42 Es decir, el destino, los dioses, siempre hace trampa.
0:13:47 Siempre hace trampa.
0:13:49 Y la peor de las trampas, me parece a mí, es la trampa que cumple con las leyes.
0:13:57 Cuando la gente habla de corrupción, cuando la gente habla...
0:14:03 y la gente afana toda la grita,
0:14:05 está pensando en el robo como lo pensábamos a los 11 años.
0:14:11 Un tipo trabaja en un banco, gacha en un paco,
0:14:15 que ahí se lo meten los y se los lleva para acá.
0:14:19 Sueldo de jubilados viene.
0:14:22 Y en un tipo, que sí, en mil chancan se los lleva.
0:14:27 Es muy difícil ese chorego ahora.
0:14:29 ¿Por qué? Porque nada sucede que no sea público.
0:14:34 Satellites, camas bichaderas, alcauciles por todas partes,
0:14:41 micrófonos, registros, la grabación digital...
0:14:46 No, todo sale, lo que haces sale.
0:14:48 ¿Qué hinchadura de teléfono?
0:14:50 No hay nada privado, es todo público.
0:14:53 Entonces, ¿cómo haces para afanar?
0:15:03 El procedimiento que el mundo está perfeccionando
0:15:08 es amañar las leyes de un modo tal
0:15:13 que te permitan afanar sin cometer de ritmo alguno.
0:15:19 Si la fan o más grande que se produce en estos días,
0:15:23 no es que un tipo viene a tu casa, entra o te engañe,
0:15:27 porque eso sale alguna vez, eso aparece alguna vez.
0:15:32 Lo que quiero decir es que los Lemon Brothers
0:15:34 no están involucrados en ningún escándalo.
0:15:38 Si la fanan por derecha, los dioses hacían lo mismo.
0:15:47 No faltaban a su promesa, no violentaban las leyes del universo,
0:15:53 pero las hacían tan injustas estas leyes
0:15:58 que sin necesidad de faltar a tu palabra te hacían mortal,
0:16:02 te hacían deslichado, te hacían víctima de injusticia,
0:16:05 víctima de enfermedades y desonetimiento.
0:16:09 Así que eso es lo que yo tenía que decir de la cornucopia.
0:16:15 Fui a la discoteca, conté todo esto y tuve el mismo efecto que ahora.
0:16:19 No, bueno, ¿por qué?
0:16:24 Me dijo el tipo, vea, no me importa lo que usted dice.
0:16:29 Y dice, yo no tengo alfombra maga,
0:16:37 pero nací en una población que estaba a vecina a un río,
0:16:43 y ese río era nuestra alfombra mágica.
0:16:46 Sí, que se tiraban a barrenar.
0:16:49 Y nuestra alfombra era una ganoa,
0:16:54 que no funcionaba de acuerdo a nuestro deseo, sino al deseo del río.
0:17:00 Algo me dice que la alfombra mágica también tenía su deseo,
0:17:05 y que era que finalmente se cumplía.
0:17:07 Entonces, dice, solíamos meternos en ganoa y dejar que el río nos llevara a donde él quisiera.
0:17:18 Vivimos en pensar que este río era un cielo, un cielo azul que viajaba.
0:17:26 Y todo eso lo contamos en esta canción, que se llama Río de los Pájaros, me dijo el tipo.
0:17:33 Y esta es la canción que vamos a escuchar ahora en la interpretación de nuestros cabernet,
0:17:39 de nuestros queridos cabernet.
0:17:41 Río de los Pájaros, una canción también que te lleva donde cabernet quiere.
0:18:03 El Uruguay no es un río, es un cielo azul que viaja.
0:18:13 Pintor de nubes, camino con sabor a mi eléctroana.
0:18:21 Pintor de nubes, camino con sabor a mi eléctroana.
0:18:27 Los amores de la costa son amores sin de ti,
0:18:34 camalones de esperanza que se va llevando el río.
0:18:44 No cante más toracasita que llora sangre, señor.
0:18:59 Venita en la bandera, viva asíta de la coca, enrolla te la polla,
0:19:09 poned de alabar en la ropa.
0:19:14 Tu madre cocina charquera, tu padre fue el ringo arriba y vos te quedaste sola,
0:19:24 lavando ropa en la orilla.
0:19:29 No cante más toracasita que llora sangre, señor.
0:19:44 No cante más toracasita que llora sangre, señor.
0:19:53 Canoita pescadora, aguántame el temporal, si mis brazos no se cansan,
0:20:03 remándote de sacar.
0:20:08 Pucito pelo chuso, ojito de yacaré, barriguita chifladora,
0:20:18 lomitos color café.
0:21:06 Era Cabernet en la venganza, será terrible, Río de los Pájaros.
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