Transcripción automática
0:00:12 Tenemos esta noche un nuevo catálogo de prodigios chinos
0:00:24 Muchas veces en este programa hemos hablado del Baiguan o Departamento de las Historias
0:00:31 que era una institución gubernamental de la China clásica
0:00:36 que rastreaba los sucesos maravillosos para incluirlos en un canon, en un documento general
0:00:45 Vamos a contar estos episodios
0:00:47 El primero es este
0:00:49 Un hombre llamado Liu Puyu, mercader de Xiangtong
0:00:55 solía recitar un poema dedicado a la diosa del río
0:01:02 La diosa del río se llamaba Loh
0:01:05 o el río también se llamaba Loh como suele ocurrir cuando una diosa lo patrocinó
0:01:10 Cuentan que el señor Liu Puyu siempre recitaba entre suspiros la frase
0:01:18 que hermosura de mujer para esposa
0:01:21 prensando precisamente en la diosa del río Loh
0:01:25 que era el personaje central del verso que él recitaba
0:01:29 Pero la esposa de Liu lo escuchó y se sintió despreciada
0:01:37 al ver que el marido parecía enamorarse de un personaje de poesía
0:01:43 Y además parece que el marido no la homenajeaba en forma suficiente
0:01:52 De modo que la pobre mujer despechada se agó en un río, se tiró al río
0:02:00 Algunas noches después de aquella muerte, la mujer se le presentó al mercader Liu en sueño
0:02:09 y le dijo, cuéchame, cuéchame, es un agregador mío
0:02:14 Le dijo, querías casarte con una diosa, bueno ahora yo también soy una diosa
0:02:21 Me ha sido asignado el río en el cual me ahogué, custodio las aguas a las cuales me arroje
0:02:29 Y durante el resto de su vida Liu no se atrevió a cruzar por un río o un arroso
0:02:36 Cada vez que pasaba además de esto, cada vez que una mujer pasaba por aquel río
0:02:43 al que se había arrojado a la esposa de Liu, que pasó a llamarse vado de la mujer celosa
0:02:50 tenía que ocultar el rostro o arrugar su vestido
0:02:54 Porque de lo contrario se producía una tormenta
0:02:59 Le daba celos a esta mujer que había sido convertida en diosa de aquel río
0:03:06 y cuando la mujer que pasaba sobre el río o cerca de él era muy linda, gustaba muy bien vestida
0:03:12 generaba una tormenta, en cambio si las que cruzaban eran feas la diosa no tenía celos
0:03:20 Se dice también que las mujeres que cruzaban el cauce sin arrugarse y sin taparse la cara
0:03:29 y sin embargo no provocaban ninguna tormenta salían tristes por la otra orilla sabedoras de su fealdad
0:03:38 Qué cosa, es un lindo episodio
0:03:41 Segunda historia, el príncipe Xi Zeng de la primera dinastía Zeng
0:03:48 tenía docenas de concubinas, solía hacerlas pasar a una cama alrededor de la cual vertía polvos de incienso
0:04:02 Las damas que eran muy livianas y que dejaban huellas escasísimas en el polvo
0:04:10 recibían como recompensa, collares de perlas y el homenaje del príncipe
0:04:16 En cambio las damas que dejaban huellas profundas eran expulsadas del palacio
0:04:21 opuestas a dieta con instrucciones para reducir el peso
0:04:26 En una oportunidad el príncipe Xi Zeng hizo pasar por la cama impolvada a una dama hermosa
0:04:37 que no estaba registrada entre sus numerosas concubinas
0:04:41 Y esta dama transitó el hecho príncipezco sin dejar ninguna huellas de tan delicada que era
0:04:50 Maravillado entonces Xi Zeng la quiso para si y fue a abrazarla extasiado
0:04:58 Sus brazos rodearon la nada, la bella, etérea, espectral, saludó sin palabras y se esfumó tras lanzar una sonrisa
0:05:12 El príncipe quedó triste, no hubo, aseguraron los funcionarios, ninguna dama que dejara huellas más profundas
0:05:21 y se funda en el corazón de Xi Zeng que aquella dama hermosa y fugaz que no había dejado ninguna huellas en el polvo de incienso
0:05:31 En el departamento de las historias no solo figuran sucesos tales como los que hemos contado
0:05:37 También aparecen datos puntuales sin desarrollo, nada más, damos algunos ejemplos
0:05:45 Su Wang era un hombre que solía mostrar sus artes por las ciudades del reino de Wu
0:05:52 Plantaba semillas de Peral, de Palma o de Castaño y enseguida ya habían dado sus frutos
0:06:00 Frutos que el mismo Su Wang comía, lo curioso anota el departamento de historias era que por todos los frutos que siga comiendo
0:06:09 otros tantos les desaparecían a los mercaderes de fruta de la región
0:06:14 Punta, termina el informe
0:06:17 Otro informe, en la provincia de Qi en tiempos de la dinastía Zhang el príncipe Xi Anx salió de caza
0:06:25 vio un jabalí enorme, estaba a punto de dispararle cuando el jabalí separó dos patas y suplicó que no lo matara
0:06:32 Xi Anx más asustado todavía disparó su flecha y mató a el jabalí parlante
0:06:38 En realidad son también relatos, son lo que más breves, última historia
0:06:44 Una noche allá por el año 434 después de Cristo en tiempos de la primera dinastía Zhang
0:06:52 la banda del ladrón Li Long hizo una partida, un salió a caminar por ahí, empezó a saquear al Dias
0:07:01 En eso estaban afanando, cuando fueron atacados los bandoleros por el comandante de la subprefectura de Molling
0:07:09 que se llamaba Tao Hixi y el ataque tuvo éxito ya que la banda del Lillong casó presa
0:07:17 lo metieron a todos en cano
0:07:20 Junto al grupo de apresados, casó en cano una mujer, una hermosa cantante que su nombre se ha perdido
0:07:27 que en realidad no tenía nada que ver con los chorros
0:07:31 Estaba paseando cuando la rodeó para halagar su canto la banda de saqueadores
0:07:38 que bien que cantabas que se yo, en eso cayó la cana
0:07:42 el comandante la vio entre los ladrones y la envió junto a los demás al calaboso sin molestarse en saber que había sucedido
0:07:51 los ladrones del Lillong y la cantante fueron ajusticiados
0:07:57 pero el espíritu de la dama se vengó delicadamente
0:08:03 el comandante de la subprefectura de Molling vivió hasta el último de sus días
0:08:11 con una melodiosa voz que lo acompañaba siempre y que siempre cantaba la misma canción
0:08:18 esta voz era perceptible, cualquiera que se acercaba al comandante Tao oía el canto de aquella dama mujer
0:08:28 ¡uy que miedo!
0:08:29 Tao Hissy enloqueció luego de ser expulsado de sus funciones por los inconvenientes que generaba su presencia musical
0:08:40 era como tener una radio en la que se obtien
0:08:46 esta es la última de las historias que hoy tenemos que provienen del registro del departamento de las historias
0:08:55 el Bayh-Wan, que extraordinario que un estado tenga un registro de historias extraordinarias
0:09:04 y que se encargue de guardarlas
0:09:08 hemos ido a la discoteca y el discotecario se mostró impresionado por estas historias
0:09:16 especialmente por la última y él dijo que también...
0:09:21 ¿Qué le pasó ahora?
0:09:22 nada, atribuía todo a la radio transistores
0:09:27 que según me contó había sido inventada por los chinos allá en el siglo V después de que...
0:09:33 no, no es verdad, no es verdad
0:09:34 inventaron todo pero eso no
0:09:36 saque se lo de la cabeza a nuestro discotecario
0:09:42 le pedí una canción que ilustra alguno de estos pequeños sucesos o grandiosos sucesos y se miraba bien
0:09:50 y me dijo que ya que le había gustado mucho el último, en realidad creo que el último es el único que escuchó
0:09:58 entonces tenía un bal que había sido compuesto justamente para conmemorar ese suceso
0:10:06 si es que no era el mismo que cantaba aquella mujer
0:10:12 y que se oía en la vecindad del comandante estado
0:10:16 un bal que se llama justamente tu palida voz
0:10:20 tu palida voz es la interpretación de charlo
0:10:25 la letra no parece hablar de bandas de ladrones
0:10:30 de cantantes injustamente justiciadas
0:10:33 de subprefectos atormentados por una voz interior que se oía desde afuera
0:10:40 eso es lo malo de la voces interiores cuando se oyen desde afuera
0:10:44 y si la voz interior la escuchaba solo, eso me dijo el discotecario
0:10:49 bueno, tembró más
0:10:50 pase y pase
0:10:51 pero si te acostas a dormir y tu mujer oye tus voces interiores
0:10:57 y no duerme, eso es muy malo para el matrimonio
0:11:01 seguramente, sobre todo por todo lo que puede decir
0:11:05 vamos a escuchar entonces tu palida voz en la versión de charlo
0:11:22 te oí decir
0:11:26 adiós, adiós
0:11:29 cerré los ojos y oculté el dolor
0:11:35 sentí tus pasos cruzando la tarde
0:11:40 y no te atajaron mis manos
0:11:44 cobardes
0:11:46 mi corazón lloro de amor
0:11:53 y en el silencio resonó tu voz
0:12:00 tu voz querida, leca ni perdida
0:12:05 tu voz que era mía, tu palida voz
0:12:11 en las noches de sonada que sacud el tiempo
0:12:15 grillas las estrellas frías del remordimiento
0:12:19 y me engaño que ahora devolver otra vez
0:12:24 desandando el olvido y el tiempo
0:12:28 siento que tus pasos vuelven por la senda tinga
0:12:32 oigo que me nombra llena de mortal fatida
0:12:36 para que si ya sé que si no tiene apan
0:12:41 nunca, nunca vendrás
0:12:50 te vipartí, dijiste adiós
0:12:57 temble de angustia y oculté el dolor
0:13:03 después pensado que no volvería
0:13:07 veráte de alcanzarte y ya no era mía
0:13:14 mi corazón sangro de amor
0:13:22 y en el recuerdo resonó tu voz
0:13:28 tu voz querida, leca ni perdida
0:13:32 tu voz querida, tu palida voz
0:13:39 en las noches de sonada que sacud el tiempo
0:13:43 grillas las estrellas frías del remordimiento
0:13:47 y me engaño que ahora devolver otra vez
0:13:52 desandando el olvido y el tiempo
0:13:58 siento que tus pasos vuelven por la senda tinga
0:14:02 oigo que me nombra llena de mortal fatida
0:14:06 para que si ya sé que si no tiene apan
0:14:11 nunca, nunca vendrás
0:14:28 era a charlo la venganza será terrible tu palida voz
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