Transcripción automática
0:00:00 Muy bien, continuamos en la venganza, será terrible, estamos en nuestro galponcito de la calle Gorriti 5963
0:00:08 en la ciudad de Buenos Aires, esto es Radio del Plata, le decimos también a la gente de Aedo, atención, que mañana va a estar Cabernet,
0:00:15 allá del Quinteto Bucal Cabernet, se presenta en Aedo mañana gratis, esto va a ser a las 9 de la noche
0:00:23 en el Centro de la Cultura Popular Diego Maradona, en presidente Perón 975 en Aedo.
0:00:30 Bueno, muy bien, vamos a hablar esta noche acerca de un nuevo catálogo que nos ha llegado, de seres y creaturas imaginarias,
0:00:42 algunas son en realidad leyendas, pero lo mismo, así que este es un, vamos a elegir a mí.
0:00:48 Empecemos con un pájaro extraño, el Alicanto, que aparece en los Andes, su cuerpo está hecho de oro y plata,
0:00:59 únicamente sale en las noches de luna llena y no proyecta ninguna sombra, su alimento es el oro y la plata,
0:01:09 que él mismo descubre entre las rocas, debido al peso del alimento metálico que engulie, le resulta imposible volar,
0:01:22 emite una luminosidad dorada o plateada según el alimento que haya comido, para los mineros es muy fácil seguir ese resplandor
0:01:36 y descubrir, gracias al Alicanto, ricos filones de minerales, sin embargo tiene que cuidarse de que el pájaro no los vea,
0:01:47 si el Alicanto descubre que lo están siguiendo apaga su resplandor y se aleja sin que nadie pueda saberlo,
0:01:55 y entonces los seguidores se pierden, pero en los peores casos el Alicanto engaña a los mineros
0:02:04 y los conduce con su luz a lugares remotos para luego abandonarlos causando así la muerte de los incautos,
0:02:11 incapaces de hallar el camino de regreso.
0:02:16 Hablemos, me gustó este pájaro,
0:02:21 hablemos de Agdistis, que es una criatura de la mitología griega,
0:02:28 era hijo de Zeus y de la madre tierra, era un ser monstruoso dotado de ambos sexos,
0:02:37 que tomó el nombre de, como se ha dicho, Agdistis, su fuerza era prodiciosa y también lo era, hay que decirlo,
0:02:47 su incontenible lujuria, lujuria que desahogaba sin distinción con todos los seres, sin respetar siquiera a los dioses,
0:02:58 le agarraba la lujuria al tipo y ahí no respetaba ni nada.
0:03:05 Otra que el jardinero.
0:03:06 Bien, los dioses finalmente encargaron a Dioniso que pusiera freno a la incontinente violencia del monstruo,
0:03:17 y entonces Dioniso con un truco que no se revela aquí,
0:03:24 que es muy probable que haya sido ocultado por el pacato redactor,
0:03:32 pero dice con un truco provocó que el propio Agdistis se castrace.
0:03:40 Ah bueno, estamos ante un caso de censura.
0:03:46 Sí, censura de la fuerza.
0:03:48 Claro, porque lo que nos hubiera gustado saber es que qué truco puede emplear uno para que un enemigo se castre,
0:03:57 instrucciones para lograr que un enemigo nuestro se castre.
0:04:02 Bueno, no sé, ya... no sé.
0:04:07 El caso es que Agdistis se castró y de la sangre manada de la herida nació un árbol de granadas.
0:04:18 Uno de estos frutos, cual es?
0:04:22 Esta granada de estos, puesto en el regazo de la hija del rey Sangarios, la dejó embarazada.
0:04:32 Para mí que eran cuentos de la hija del rey Sangario.
0:04:37 Que habrán dado con alguno, con el jardinero, con él.
0:04:41 Era un árbol.
0:04:43 El fue vino con el cuento de que las granadas nacidas del árbol que creció de la sangre manada de la castración de Agdistis
0:04:52 la habían dejado embarazada.
0:04:54 Vamos, a otro can con ese hueso.
0:04:58 No está ningún manual de botánica el asunto.
0:05:00 Bueno, acá dice, de esa anormal fecundación nacería luego Atis, quien padecería la misma suerte que el monstruoso Agdistis.
0:05:10 Es decir, Atis también fue, disculpe, me castrado.
0:05:18 Es raro este ser, ¿eh?
0:05:20 Agdistis.
0:05:22 Otro extraño ser fue Licas.
0:05:24 Se trata de un demonio de los mitos griegos que había hecho su aparición en la ciudad de Temesa.
0:05:32 Así, los habitantes estaban obligados a pagarle un tributo.
0:05:38 Pero había sucedido lo siguiente.
0:05:40 En realidad, esta aparición llamada Licas no era otra cosa que el alma de un antiguo compañero de Ulises llamado Polites.
0:05:52 Cuando Ulises llegó a Temesa, este Polites borracho atrope yo y viórento a una virgen del lugar.
0:06:01 Entonces, los habitantes lo lapidaron.
0:06:05 Fue entonces como el alma de Polites, bautizado más tarde Licas,
0:06:11 persiguió a la gente de Temesa para vengarse de muchas maneras, enviándoles sequías, inundaciones, etcétera.
0:06:19 Y exigió, además, que se le erigiese un santuario y que cada año se le sacrificase a la joven más hermosa de la ciudad.
0:06:32 Las crónicas describen a Licas del siguiente modo.
0:06:36 Su color era de un negro angustioso servidor.
0:06:43 Su vestido era una piel de lobo y su aspecto horrible.
0:06:48 El tributo se satisfizo hasta el día en que apareció un pugilista famoso llamado Eutimus de Lócris,
0:06:57 cuya historia hemos contado, pero desde el otro extremo del mito.
0:07:02 Eutimus desafió a aquel ser en el momento en que estaba a punto de sacrificarse a otra muchacha.
0:07:10 El oráculo ya había dicho que cuando Eurito apareciera y coincidiera su aparición con la inminencia de un nuevo sacrificio,
0:07:21 aquella exigencia de Licas iba a terminar para siempre.
0:07:29 Y así fue porque Eurito, que era pugilista, desafió a Licas, lo venció y Licas se arrojó entonces desde un peñazco.
0:07:38 Ahora, Eutismo vio a la muchacha que estaban por sacrificar y dijo que era una ocasión para ser un brindis.
0:07:46 Y se casó con ella.
0:07:50 Se casó con ella, vivió hasta una edad muy avanzada, tan avanzada que nadie lo vio morir.
0:07:57 Y según dicen desapareció un día misteriosamente.
0:08:00 Bueno, esa es la muerte. Desaparece uno un día misteriosamente.
0:08:05 Así es morirse.
0:08:07 ¿Qué es la muerte?
0:08:09 Madre, pregunta un hijo.
0:08:11 La muerte, hijo mío, es desaparecer uno misteriosamente.
0:08:17 Bien, me gustó igual, este Licas.
0:08:20 Ahora contaré una historia pésima y es quizá la más extensa en la historia de Melucine,
0:08:29 que es un hada fundadora, según se dice, de la dinastía de los Lusinián.
0:08:37 Parece que Elinas, el rey de Albania, un día fue a cazar.
0:08:42 Estaba casando ahí, que se yo, y se encontró entre los lluvios con un hada,
0:08:52 una adacuática muy hermosa llamada Precine.
0:08:57 Apenas la vio, este señor Elinas, olvidó a todo lo demás que habían, olvidó la casa.
0:09:07 Y redondamente le pidió a la hada que se casara con él.
0:09:11 Nada, le prolegó, menos que lindo día, bla, bla, bla.
0:09:16 No, directo.
0:09:18 Casi, casate conmigo. Precine aceptó enseguida, pero puso una condición.
0:09:27 Cuando las hadas ponen una condición, es una trampa.
0:09:32 La condición era que el rey Elinas no tuviera nunca la curiosidad de asistir al nacimiento de sus hijos.
0:09:40 Papa para el loro, dijo Elinas, es una condición muy fácil de cumplir.
0:09:45 Muy bien, tiempo después, celebrada la boda, Precine tuvo tres gemelas.
0:09:52 Pero el rey olvidó su promesa y justo entró en la habitación donde el hada estaba con la recién nacida.
0:10:02 Bueno, al ver que la promesa había sido incumplida, Precine agarró a las tres chicas y se fue.
0:10:10 Pese a las súplicas del rey Elinas, dijo, me había olvidado que se yo, que sentido tiene, que estamos elaborando este proyecto juntos.
0:10:22 Se fue.
0:10:26 Cuando las tres chiquitas crecieron y se enteraron de la ofensa hecha por su padre, a Precine, oh, gran cosa.
0:10:35 Seguían, reencoró.
0:10:37 Y luego vengan a la, ahí ya empiezan los de Satino, ya venía bastante desatilado.
0:10:44 Pero ya venía saldado porque ya se había ido.
0:10:47 Bueno, se fue, pero bueno, las chicas escucharon, ay, no sabes la que me hizo tu padre.
0:10:54 Me prometió que no iba a entrar, cuando ustedes, mirad, saben qué hizo, entró.
0:11:00 Entonces, un día, entre las tres decidieron, vengar a su madre y liquidar al padre.
0:11:08 Y la mayor de las tres hermanas, llamada Melucine, se encargó de organizarlo todo.
0:11:14 Las tres hermanas raptaron a Elinas y lo encerraron en una caverna de la montaña y lo descaron que se muriera.
0:11:20 Creyendo que habían realizado una obra de justicia, si lo contaron a la madre, le fueron a Nortibar, ay, mamá, mamá, mirá lo que hicimos.
0:11:28 Pero prescine, que en realidad todavía estaba enamorada del marido.
0:11:33 Si estaba enamorada, ¿por qué no se quedaba con él?
0:11:36 Ya todas esas, las maldijo.
0:11:39 Y en particular a Melucine, que fue la inventora.
0:11:44 Y la condenó, las maldijo, o sea, le puso otro castigo, que era,
0:11:50 adoptar cada sábado el aspecto de serpiente de la cintura para abajo.
0:11:56 ¿Qué es más o menos lo mismo?
0:11:59 Para eso...
0:12:01 Acepte toda.
0:12:02 Me hago del todo. Por lo menos lo saben que soy yo.
0:12:05 Acepte reptil.
0:12:09 O serpiente entera o billetera.
0:12:12 Y le dijo también, aquí viene también otra condición que no tiene gracia ninguna.
0:12:20 El único modo para lograr que este castigo no sea eterno, dijo la vieja,
0:12:25 es que encuentres un esposo que te prometa no querer verte nunca los sábados.
0:12:34 Si esto sucede, cuando esto suceda,
0:12:40 recobrarás tu aspecto habitual y podrás vivir y morir como todos.
0:12:44 Pero si esta previsión es violada,
0:12:48 tu condena durará por toda la eternidad.
0:12:51 Melucine empezó a andar por ahí a ver si conseguía uno.
0:12:56 Hasta que un día, en Francia, conoció al caballero Ray Monden.
0:13:01 El hombre era descendiente de una familia bretona.
0:13:05 Sin amorar ni secasar.
0:13:07 Por supuesto, Melucine le hizo prometer a su marido
0:13:11 que nunca le avería los sábados y que nunca intentaría saber por qué.
0:13:18 Yo no le agarro viajes con una cosa.
0:13:21 Juto los sábados.
0:13:23 Son condiciones que hay que anotarlas por eso.
0:13:27 Ah, qué sí.
0:13:29 Melucine fundó la ciudad de Lujinián, construyó su castillo.
0:13:36 Con el tiempo le dio a Ray Monden 10 hijos.
0:13:41 Cada uno de ellos tenía una anomalía física.
0:13:45 Uno, por ejemplo, era más ancho que alto.
0:13:47 Ah, lo conozco.
0:13:49 Otro tenía una oreja grande y otra chica.
0:13:53 El tercero tenía un ojo arriba el otro.
0:13:56 Y el sexto tenía un solo diente enorme.
0:13:59 Pero aparte de eso, todo iba bien.
0:14:02 Pero había un personaje envidioso de la prosperidad de aquella familia
0:14:09 que empezó a llenarle la cabeza a Ray Monden.
0:14:13 Y se me dice, ¿por qué?
0:14:15 Me quiere decir por qué.
0:14:17 No quiere que...
0:14:19 Que justo los sábados.
0:14:21 Así lo trabajaba.
0:14:23 ¿A ver por qué?
0:14:25 Para mí que tiene un amante.
0:14:27 Y le llenó la cabeza.
0:14:30 Bueno, carcomido por la sospecha,
0:14:33 Ray Monden un sábado la fue espiada.
0:14:38 Y la vio en la bañadera transformada en mujer serpiente.
0:14:46 La promesa quedó rota y Melucine debió irse condenada a su castigo por toda la eternidad.
0:14:52 Y así convertía en serpiente.
0:14:55 Y con él era de murciélago porque ya le pusieron.
0:14:57 Al final ya el fabulista se sacó.
0:15:01 Ya da lo mismo después.
0:15:04 Y fue volando del castillo y parece que sólo regresaba para anunciar la próxima muerte de algún miembro de la dinastía luiginea.
0:15:15 Soy yo. Cuidado que va a crepar uno.
0:15:20 Esenojosa, ¿no?
0:15:23 Son condiciones parecen infantiles, ¿no?
0:15:25 Como cuando el chico dice...
0:15:27 La fueran infantiles.
0:15:29 Como he dicho que es el que más me gusta de todo, el más breve y así se construye una cosa.
0:15:34 Nombremos al man-man de la China.
0:15:37 Se trata de un medio pato con una sola ala y un solo ojo.
0:15:43 Los man-man sólo pueden volar acoplados.
0:15:47 Un izquierdo con un derecho.
0:15:50 Moviendo cada uno su ala al unísono con el otro.
0:15:54 Fin.
0:15:59 ¡Bien!
0:16:01 ¡Bien!
0:16:09 Me gustaron algunas historias, pero son raras y en general bastante chuecas.
0:16:15 ¿Veo?
0:16:19 Hemos ido a la discoteca.
0:16:22 El tipo me empezó a comentar...
0:16:26 Otras. Me habló de la chancha con cadena.
0:16:29 No, se iba a decir que...
0:16:31 Todo eso, ¿no?
0:16:32 De el cúco.
0:16:34 ¿Cómo es el cúco?
0:16:36 Y del hombre de la bolsa.
0:16:39 Y el hombre de la bolsa me dijo,
0:16:42 es un señor que pasa a la hora de la siesta
0:16:45 y que mete en la bolsa a los niños que estén holgazaneando por ahí, por la calle.
0:16:52 Es muy viejo ese cuento.
0:16:54 No, no, es verdad.
0:16:56 Yo le dije, pero eso es verdad.
0:16:58 Si yo justamente me quedaba dentro de mi casa
0:17:02 por temor a este hombre, el hombre de la bolsa, ¿cómo?
0:17:05 No, pero no existe.
0:17:06 Y me dijo, no, es un mito.
0:17:08 Sí, es un mito.
0:17:10 Es amigo de los resemagos, el hombre de la bolsa.
0:17:12 Sí, claro, del cúco y de todo.
0:17:15 Finalmente examinamos una por una estas leyendas.
0:17:20 Y el discotecario con aire pensativo me miró y me dijo,
0:17:27 parece mentira.
0:17:30 Y sí, yo le dije, tiene razón, parece mentira.
0:17:32 No, no, no, parece mentira.
0:17:34 Es el tema musical que yo le voy a dar para que usted ilustre esta chata.
0:17:41 Y escucharemos entonces, Anely Omar,
0:17:44 en este hermoso balsesito que se llama, parece mentira.
0:17:49 Yo soy como siempre, yo nunca cambié.
0:18:07 Mi ropa es la de antes, mi vida también.
0:18:11 Por eso de pronto me cuesta creer
0:18:15 que sea la misma, la misma de ayer.
0:18:21 Parece mentira que todo de un golpe se pueda romper.
0:18:27 Parece mentira que el sueño majuro nos piebre la fe.
0:18:31 Te miro y no sé, me cuesta creer
0:18:35 que sea la misma que quise una vez.
0:18:45 Son tus ojos, dos bruseros, dos abrojos,
0:18:51 el chisero, dos abrojos de luz que se queman
0:18:58 en la noche de mi corazón.
0:19:03 Son mis penas, 100 tormentas,
0:19:07 son mis penas, 100 condenas, 100 condenas,
0:19:13 un horror que encadena mi vida perdida
0:19:18 tras de tu amor.
0:19:26 Tú calles la misma, tu esquina también,
0:19:33 las noches del barrio, las mismas de ayer,
0:19:38 la luna es la misma, te vivo los dos,
0:19:42 colgada en la punta de aquel callejón.
0:19:49 Sí, todo es como antes, sin nada cambiados, todo es igual.
0:19:57 Parece mentira que solo tu vida pudiera cambiar.
0:20:01 Te miro y no sé, me cuesta creer
0:20:05 que sea la misma que quise una vez.
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