Transcripción automática
0:00:07 ya hemos regresado a Buenos Aires, estamos en vivo y nos quedaremos aquí, Gorretti 5963.
0:00:14 Entre Rabia y el Índio ¿no?
0:00:16 Que tal si, que puede venir también.
0:00:17 Sí, totalmente, señoras y como este, en Batón.
0:00:19 ¿Cómo le vas señora, qué tal?
0:00:21 Con Batón me dije.
0:00:22 Sí, así no más, bueno, a un toro del Plata, Gorretti 5963.
0:00:27 Hablaremos de la risa de los reyes, haremos un cartálogo de los chistes preferidos por algunos reyes.
0:00:36 No nos referiremos a las demostraciones de los bufones.
0:00:39 Esa es forma de humor más burda ¿no?
0:00:42 No, no, sino los sucesos de la vida cotidianas que hacían reír a los reyes.
0:00:50 Hemos sostenido aquí, esto lo decía Bío y Casares, que un grupo de amigos inteligentes
0:00:57 con un código propio es mucho más gracioso que cualquier comediante profesional.
0:01:03 Digo, estudiantes que comparten un código, amigas que se burlan del novio de una amiga
0:01:10 ausente, bueno, a esas circunstancias en donde la inteligencia encuentra un campo mucho más
0:01:16 propicio que digamos un concurso de chistes por televisión.
0:01:22 Primer rey del catálogo, el rey inglés Eduardo Segundo que gobernó entre 1307 y 1327 en
0:01:30 Inglaterra.
0:01:31 Tenía a este muchacho una fan desmesurado por parecer chistoso.
0:01:37 Curioso, ¿no?
0:01:40 Para que un rey llegara a la televisión.
0:01:42 No, lo necesitas, por favor.
0:01:44 Era un hombre excéntrico que se divertía muchísimo con los difrases.
0:01:50 Por ejemplo, se difrasaba de Aluanyil y se mataba de risa con los funcionarios y nobles.
0:01:57 Se sorprendían en encontrarlo en obras, construcciones, en fin, ¿no?
0:02:02 También se difrasaba de carretero.
0:02:07 Qué lindo difrasarse de carretero.
0:02:12 Bueno, ese es el
0:02:42 realmente uno no sabía, no conocía las caras de las personas, entonces era la ropa y la
0:02:47 lo decisivo, entonces no se si era asioso.
0:02:49 No, ninguna.
0:02:50 Bueno, igual se disfrazaba el carretero y por ahí lo veían conduciendo un carroaje.
0:02:57 Bueno, imagínese si ahora los príncipes tuvieran eso, si se apan y viéramos a Barack Obama
0:03:04 conduciendo un carro, hay grito de...
0:03:07 Bien, Eduardo participaba constantemente en juergas voluctuosas, voluctuosas.
0:03:17 Acá dice, hiergas voluctuosas, me temo que son juergas.
0:03:22 Porque la voluctuosidad de una hierga...
0:03:24 Sí, como los falten a Roscos.
0:03:29 Los cronistas de su época de la época de Eduardo cuentan que recompensó espléndidamente
0:03:36 a un pintor, pintor de su corte, por bailar encima de una mesa en inorgia.
0:03:42 Yo para gastar la plata la gasto en otras cosas.
0:03:46 O sea, eso no es muy divertido.
0:03:49 No, no es muy divertido.
0:03:50 También pagaba a sus nobles para que se cayeran del caballo de un molde cómico.
0:03:55 Incluso tenía un escalafón, una jerarquía, según quién era y que se caía más graciosamente.
0:04:06 Los reyes ingleses, que tuvieron forma rara de divertirse fueron aquellos que tenían
0:04:11 la costumbre sacarle la silla al que se iba a sentar.
0:04:14 Una diversión.
0:04:15 Reja.
0:04:16 Clásica.
0:04:18 ¿Cómo se debía deerte?
0:04:19 Que duras a sentarse.
0:04:20 Yo casi no consigo otra manera, especialmente en el ámbito empresario, se arruncharle la
0:04:26 silla al que se quede sentar.
0:04:29 El rey Jorge I molestó a todos sus cortesanos durante 10 años con este chiste, la silla.
0:04:40 Parece que era lo único que lo debatía en el mundo.
0:04:42 Andaba siempre con una especie de melancolía y no se le iba nunca a salvo cuando les
0:04:47 acababa la silla al que se iba a sentar.
0:04:50 Esto lo hacía 100 veces por día.
0:04:52 Se animó que ya formaba parte del deber cortesano, el sentarse en el piso.
0:05:00 Cuando alguien se iba a sentarse a su mesa, Jorge II ordenaba a sus pages que tiraran
0:05:10 de unos finos silos atados a la silla.
0:05:13 Trabajaba todo.
0:05:14 Sí, sí, ya.
0:05:16 Estaban desde luego dismulados con telas y oropel, los pionines y las yogas.
0:05:20 Todos los ministros que tuvo durante 10 años cayeron ante el rey alguna vez y lo que es
0:05:24 peor, debieron soportar carcajadas que duraban horas.
0:05:28 Horas, ¿me te ha dicho?
0:05:30 Horas.
0:05:31 Parece que alguien se vengó de Jorge, una de sus preceptoras, que cometió esa osadía.
0:05:40 Empujó la silla del rey y el rey se casó.
0:05:44 Y le dio una risa tal que se desgració por no decir otra cosa.
0:05:50 Qué furia, qué sida de pantosa.
0:05:53 Algunas bromas de Luis XIV de Francia, disculpe me, digo eso, paveándome, pero de la risa.
0:06:02 Eran todavía peores.
0:06:04 Luis regalaba cajitas de dulce que tenían dentro un ratón vivo, como en el cuento
0:06:10 de Cortaz.
0:06:12 En realidad, a Luis le gustaban las bromas gastronómicas.
0:06:17 Echaba sal en el dulce de los nobles.
0:06:20 Es, ésta me gusta, me encanta esta broma.
0:06:24 Escondía amigos bajo la mesa para que gritaran justo en el momento de cortar el pavo.
0:06:30 ¡Qué tito!
0:06:31 Y ahora vamos a cortar el pavo.
0:06:35 Y ahora cortaremos el pavo.
0:06:42 ¡Qué maravilloso!
0:06:45 Uno nos explica cómo sobrevivió Europa con gente así gobernando.
0:06:48 Yo lo hago siempre que invito gente a casa, invito también a Barton.
0:06:53 Y grita cuando estoy por cortar el pavo.
0:07:00 ¡Qué pavo!
0:07:02 Otra diversión de Luis Cantorz tenía que ver con el canto.
0:07:08 Luis adoraba las canciones obscenas y adoraba escucharlas y cantarlas.
0:07:13 Y ahora vamos a cortar el pavo.
0:07:17 Tenía que ver con el canto.
0:07:19 Luis adoraba las canciones obscenas y adoraba escucharlas y cantarlas.
0:07:24 En una ocasión escuchando, ese que toca el bombo lo toca de mala gana.
0:07:30 Tuvo un espasmo de risa que lo agugó y casi se mueve.
0:07:35 Tuvieron que hacerle una sangría para salvar.
0:07:39 Y eso yo no dejo.
0:07:41 Es importante en mi presencia la canción, ese que toca el bombo lo toca de mala gana.
0:07:50 Carlos V de Alemania, Carlos I de España, se reía mucho ante la reacción de los cortesanos
0:07:58 si él tenía con ellos un gesto generoso.
0:08:03 Entonces, ante una limón, a un favor, una distinción inmerecida,
0:08:09 bueno, el cortesano, el súbdito tenía una reacción de sorpresa o algo así
0:08:16 que hacía reír muchísimo a Carlos V de Alemania.
0:08:20 Y para producir ese asombro armaba caballeros a los tiempos que se introduzaban en los pases de día.
0:08:30 Y se llevaba con la espada ahí, un te armo caballero.
0:08:33 Y esto generaba el súbdito una gran emoción.
0:08:36 Y en Carlos I de España, una gran risa para... No tiene ninguna gracia.
0:08:43 Incluso esta gracia de Carlos V provocó hasta no hace mucho tiempo
0:08:49 en los descendientes de esos ennoblecidos de súbdito,
0:08:55 porque pretendían gozar de nobleces hereditarias,
0:08:59 esto no fue admitido, etcétera, etcétera, etcétera.
0:09:05 Ahora, en esta dinastía de Carlos, los Áustrias, no eran tipos de regirse muy agentes, muy austera.
0:09:13 La risa era una cosa difícil, estaba mal vista y debían ocultarla.
0:09:18 Entonces, en él escribió sobre el hijo de Carlos V, pero siempre se lo hacía como siguiente.
0:09:24 No hay ningún otro rey que viva como el rey de España.
0:09:29 Todas sus acciones y todas sus ocupaciones son siempre las mismas.
0:09:33 Y andan a un paso tan igual que día por día se sabe lo que hará toda su vida.
0:09:39 Los que se le han acercado aseguran que nunca le han visto sonreír.
0:09:44 Y saben que jamás lo hará a él.
0:09:48 Se metía en negro, además, y se dice que aquellas cosas,
0:09:52 de Carlos V, aún siendo políticas, se las tomaba en broma como combatir los protestantes,
0:09:57 Felipe II no entendía el chiste y se las tomaba en serio.
0:10:00 Entonces se cargaba de a miles y ya lo han dicho.
0:10:03 Probablemente el caso más cruel de diversión a costa de un súbdito sea el de Federico I de Prussia.
0:10:10 Federico se divertía grosieramente en la mesa con sus oficiales.
0:10:14 Se recuerda la rudeza y falta de gusto que tenían aquellos de generar.
0:10:19 El objeto favorito de diversión era un tímido cronista de la corte llamado Zakofon Gundin.
0:10:26 Aquí en el Vos Reunidos hacía un objeto de burlas de toda clase.
0:10:31 Le prendían fuego la ropa, después llevaban un mono vestido con la misma ropa que la del cronista
0:10:38 y proclamaban que el animal era hijo natural de Gundin y lo obligaban a abrazarlo y besarlo.
0:10:44 Bueno, una tante vida, ¿no?
0:10:48 Igual comparada con estas diversiones resulta fina y mansa,
0:10:52 otra modalidad que consistían remitir con la firma de Gundin a los periódicos
0:10:58 unos artículos brotescos que habían sido preparados con los amigos entre grandes resultadas.
0:11:05 En 1731 Gundin murió, pero las bromas continuaron después de muerto.
0:11:11 Federico ordenó que el cuerpo de su cronista fuera conservado en un tonel de vino
0:11:15 al cual continuaron dirigiendose con irrisión durante unos días.
0:11:19 Al final hubo presiones del clero o tal vez se aburrió, Federico,
0:11:24 que accedió a que Gundin fuera enterrado como cualquier otro difunto.
0:11:30 En Enrique IV le enseñaba toda clase de bromas obscenas a su hijo, el pequeño Luis XIII.
0:11:37 Así que las muchachas lo manosearan desde chico.
0:11:42 Con tan buen éxito, el pequeño Luis XIII ya desde muy chico
0:11:48 tomó odio a todas las cuestiones de la sanja con el sexo,
0:11:52 nunca pudo reponerse de todo ese asunto.
0:11:56 Pero, bueno, Enrique se divertía enseñándole chanchadas a su hijo.
0:12:05 Hacemos un paréntesis con el doctor Florencio Barton.
0:12:12 ¿Está bien enseñarle bromas grosidas al hijo?
0:12:17 Está muy mal.
0:12:18 Bien, gracias.
0:12:19 Gracias por haberse llegado desde aquí.
0:12:21 Sabemos que tuvo que llegar desde Mendoza, especialmente.
0:12:25 Así que lo dejamos libre.
0:12:27 ¿A quién dedicar este catálogo de gracias?
0:12:33 Hay una cosa que me llama la atención,
0:12:35 es que si un tipo de rey, y algo le produce a reyes a cualquier cosa,
0:12:39 digamos, cómo diferenciar a un rey con buen humor de un psicótico,
0:12:43 como el caso de Jorge III, no le tiene la terra,
0:12:45 porque si uno rey, y esto le pasa, bueno, en la época los reyes se con los reyes,
0:12:49 pero cualquier tipo poderoso, siempre lo que más abundan son los adultores.
0:12:54 Basta con que el tipo haga una payasana, o sea,
0:12:57 que el tipo sea reto.
0:12:58 Si cualquiera que haya tenido poder por un rato,
0:13:01 sabe lo que es eso, incluso en su propia casa.
0:13:05 Qué gracioso.
0:13:06 Qué señor Dorio es.
0:13:08 Pero he estado pensando también,
0:13:11 que hay un viejo triste clásico,
0:13:13 de El Umor en Guzajón,
0:13:16 donde le preguntan a un tipo que está puñagado,
0:13:18 por todos lados, si le duele,
0:13:20 y el tipo responde, sólo cuando me río.
0:13:22 Que es un buen chiste, de algún modo,
0:13:24 pero que nos remite a este lugar curioso de la reyes.
0:13:27 Usted ha dicho alguna vez, comentó alguna vez este asunto,
0:13:30 que El Umor nació allí donde una cosa estaba puesta fuera del lugar.
0:13:35 Y digo, me parece que es el punto en el que El Umor
0:13:38 puede relacionarse inmediatamente con el dolor.
0:13:41 No es poco frecuente el caso de que alguien,
0:13:44 ante una muy mala sorpresa, ante una emoción violenta y brutal,
0:13:48 ante una gran decepción, está inmediatamente encarcajada.
0:13:51 Como si lo brutal de la situación
0:13:53 sólo pudiese desembocar en algo que es una parodia.
0:13:56 Sí, pero Rollón diría que no son carcajadas,
0:13:59 como reaccionan El Umor,
0:14:01 sino alguna otra cosa de esas que dice Rollón.
0:14:04 Sí, pero por eso justamente,
0:14:06 por eso no le creemos allí, si pensamos en el demonio, por ejemplo,
0:14:09 ¿quién ha visto un demonio que no sería en todas las películas?
0:14:12 Cuando aparece un melo, se escucha...
0:14:14 Sí, la carcajada del diablo, la metrayadora.
0:14:17 Sí, la metrayadora.
0:14:19 Y finalmente, una de las sonrisas a las que apelaban también
0:14:23 los amigos del renacimiento, era la famosa risa sardónica,
0:14:27 los rictos sardónicos, que no es otra cosa que la sonrisa
0:14:30 que se implante en la cara del tipo que acaba de morir.
0:14:33 Frente a eso, uno que cada vez reacciona
0:14:36 con menor excepción, con menor fervor ante los rictos,
0:14:39 quizás tenga una última esperanza y es la de mirar hacia atrás.
0:14:43 Y por un motivo o por el otro,
0:14:46 es decir, ¿qué hay en mi vida? ¿Qué risa?
0:14:49 Y ¿qué risa es el tango que escucharemos
0:14:52 en la voz del mundo rivero?
0:15:09 ¿Qué risa es pensar que te entregué mi vida entera?
0:15:15 El matis de la cadrera y el mar rojo de ayer,
0:15:20 y olas de un vuelto miserable que se olvida,
0:15:26 te devolvía la vida y fuiste mi mujer.
0:15:30 ¿Qué risa es pisarme en tu sonrisa desmayada,
0:15:35 y en tu boca gastada, y en tu rincón?
0:15:41 Me has hecho un reacuñón del lado izquierdo,
0:15:46 y de broma me muero por tanto el sin razón,
0:15:50 cuando el sol te alumbró con su alegría.
0:15:56 Te pudo complejar, me fui achicado,
0:16:00 hasta que me cansó mi mundo un día,
0:16:04 y entonces resindaba, y dije, ¿hasta cuándo?
0:16:09 Y ahora, ola a cuándo quiera,
0:16:12 yo sigo en mi rincón afanimada,
0:16:16 si así pagas lo que borbo al billete,
0:16:19 andate al emirau, oye mi maldade,
0:16:24 yo sigo aquí a Murau, sin venc, sin ilusión,
0:16:29 venando este filau después de corazón.
0:16:34 ¿Qué risa, pedirte una palabra, cariño,
0:16:39 para mi vida sarosa que confíe solo a vos?
0:16:44 Pero te escó con mi caricia,
0:16:48 vi el burleto en canto,
0:16:50 y confundí tus andos creyéndote mi Dios.
0:16:54 ¿Qué risa, seguir este papel de buenitario,
0:16:59 que mundo sanguinario que te rastro a mi lado?
0:17:04 Qué angustia, qué palabra,
0:17:07 que un pobre diablo sueña,
0:17:10 el destino de emperia,
0:17:12 he dejado colgado,
0:17:14 cuando el sol te alumbró,
0:17:18 con su alegría,
0:17:20 me pudo complejar,
0:17:22 me fui achicado,
0:17:24 hasta que te cansó mi mundo un día,
0:17:28 y entonces resignado,
0:17:30 y hasta cuando,
0:17:33 ya tenés alas por la palom de quiéras,
0:17:37 yo sigo en mi rinto para animarte,
0:17:41 si así pagas lo que el corvo su hiciera,
0:17:44 andate, mi vida,
0:17:46 oye mi maldade,
0:17:49 yo sigo aquí a Murau,
0:17:52 sin venc, sin ilusión,
0:17:55 venando al que final,
0:17:58 lo que fue mi corazón.
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