Transcripción automática
0:00:00 Muy bien, continuamos a la venganza, será terrible, estamos en el auditorio de Radio de Plata, con ese detalle musical, en la Casi Gorriti 5963.
0:00:17 Hablaremos esta noche de Claudia de Morbild, es la historia de una impostura, hablaremos de alguien que aseguró que era Juana de Arco, se hizo pasar por Juana de Arco.
0:00:35 Dice la historia que después de oír voces angélicas que la intimaba a salvar a Francia de la base inglés, Juana de Arco quiso presentarse ante el rey francés, Carlos VII, para ofrecer de su ayuda, era el año 1428.
0:00:56 Tuvo que esperar un año hasta que le dieron audiencia.
0:01:00 Y el relato de aquella entrevista es muy conocido, el rey se mezcló con sus cortesanos, se hizo el otario, se disfrazó de Pichy y se sentó por ahí en la silla Cualunque.
0:01:15 E hizo que uno de ellos, uno de los cortesanos, se vistiera aparatosamente, vamos, se disfrazó de Rey, se hiciera pasar por él, se los sentó en el trono a un género.
0:01:27 Cuando Juana entró en la sala, se dirigió directamente al verdadero rey, sin hacer caso del que lo estaba figurando.
0:01:36 Se arrodilló entonces ante Carlos y le anunció que su misión era salvar Orleans de la ocupación inglesa.
0:01:46 Carlos aprobó la expedición de Juana, convencido de su poder por la intuición que había tenido al reconocerlo aún sentado en un sillón secundario y vestido de Pichy.
0:02:02 En mayo de 1429, Juana liberó Orleans.
0:02:06 Un año más tarde, Juana de Arco, traicionada por noble francés, noble que recibía beneficios de Inglaterra y que envidiaban la influencia que se ha tenido sobre el rey francés, la apresaron y la entregaron a los ingleses.
0:02:25 Se inició contra Juana un proceso de eregía y la quemaron en Rán en mayo de 1431.
0:02:32 Cuenta la crónica que la fe ingenua de sus contemporáneos no les permitía creer que aquella muchacha de 19 años hubiese muerto de forma tan dramática.
0:02:47 En 1436, cinco años después del suplicio de Juana, apareció en Metz, una mujer que decía ser la enseña de Orleans, Juana de Arco.
0:02:58 Aseguraba haber escapado de la hoguera, Mercedes a una sustitución de calaboso, decía que una bruja condonada por la inquisición era la que verdaderamente había ardido
0:03:12 y que ella se había escapado del castillo de Juan por un túnel. Por supuesto era todo falso, pero por un tiempo le creció.
0:03:21 La muchacha que se hacía pasar por Juana de Arco se llamaba en realidad Claudia, Claudia de Mordil.
0:03:29 Tenía un asombroso parecido con Juana, parecido que le ayudó no solo a engañar al pueblo, sino también a las más altas autoridades.
0:03:40 El caso es que Claudia se presentó en todas partes como si fuera Juana de Arco.
0:03:44 Su conducta era absolutamente contraria de la verdadera Juana.
0:03:50 Aunque los conflictos con Inglaterra continuaban, esa no pensaba en batallas ni en guerras, sino en aprovechar la impostura con fines lucrativos.
0:04:02 La falsa Juana, si así era invitar a casas nobles, para chupar de ojo, o sea, alagada con banquetes, vestidos, joyas,
0:04:12 y entonces contaba sus proesas, sus visiones, con admirable despachate, dice aquí.
0:04:20 Claudia se presentó incluso ante los que habían sido compañeros de armas de Juana.
0:04:26 Ahí estaba nada menos que el Gilles de Ré, el barba azul de Perról, el que conocimos nosotros como barba azul,
0:04:34 era un personaje histórico llamado Gilles de Ré, que estuvo enamorado de Juana de Arco, y que después se dedicó a casas muchas veces para matar a las mujeres.
0:04:46 Pero fue a ver a Gilles de Ré que le había amado mucho sin lograr conquistarla, pero por entonces el tipo ya se dedicaba a cometer,
0:04:56 como se ha dicho, los peores crímenes y depravaciones.
0:04:59 Gilles de Ré cayó en la trampa y, maravillado por el milagro, rindió amor a la impostora.
0:05:07 Claudia de Morbién recibió un castillo, cartas de amor y promesas de lealtad eterna.
0:05:15 Cuando el enamorado comenzó a acercárselo peligrosamente, Claudia se alejó de él para siempre.
0:05:21 Marchó hacia Luxemburgo, donde le esperaba para agasajarla en el Palacio de Arblón el duque del lugar.
0:05:28 Así, Claudia fue cortejada por Ulrich de Wurtenberg, que también estaba de visita en lo del duque del Luxemburgo.
0:05:40 Ulrich le regaló una armadura de oro, caballos vestidos untuosos.
0:05:46 A Claudia, más allá de los obsequios, le gustó aquel caballero y lo hizo su amante.
0:05:53 Orgulloso Ulrich se hijactaba de haber destruido el apodo de don Silla de Orneas con que ya se la conocía a Juana desde el momento de su gesta.
0:06:06 La verdad es que Claudia de Morbién había perdido la don Silla hace mucho tiempo.
0:06:12 Más tarde, la falsa Juana abandonó a Ulrich y regresó a Metz.
0:06:17 Allí conoció a un tal Robert de Sarmuaz con quien se casó. Se casó con Robert de Sarmuaz y tuvo dos hijos.
0:06:28 Todos los días recibían en su casa ofrendas de antiguos soldados.
0:06:33 A nadie parecía interesarle indagar acerca de semejante aparición.
0:06:38 Todos estaban cómodos y contentos con el hecho de que Juana de Arco viviera entre ellos.
0:06:44 En 1900... No, en 1900, no. En 1400, eso hubiera sido milagroso realmente.
0:06:50 Pero en 1439, ambiciosa y alcanzada de tanto homenaje, el segundo orden,
0:06:57 quiso entrevistarse nada menos que con el rey Carlos VII, aquel que había recibido
0:07:03 en el episodio que contamos al principio, la verdadera Juana.
0:07:07 Quería hacerlo para confirmar rotundamente su superchería y conseguir favores de orden reado.
0:07:15 Cuenta el cronista que cuando Claudia escribió a Carlos, el rey fingió aceptar encantado la visita.
0:07:25 Fíjese que este es el mismo rey que había hecho la trampa de esa de hacerse el don Cipietro
0:07:31 y sentarse en costa. No era un hueso fácil de rober.
0:07:35 La verdad es que en París habían llegado los rumores de una que se hacía pasar por Juana
0:07:42 y algunos consejeros escépticos se habían encargado de advertir al rey acerca de su postura.
0:07:49 Carlos VII hizo lo mismo que había hecho con la verdadera Juana.
0:07:54 Se disfrazó de otro y apareció un falso Carlos que se dirigió a la falsa Juana con gran solicitud.
0:08:04 Y Claudia de Morbiel piso el palito.
0:08:07 O su majestad que soy yo le dijo al Pichy.
0:08:11 Fue inmediatamente detenida, la ensarraron, la amenazaron con tormentos
0:08:17 e inmediatamente confesó que no era Juana de Arco.
0:08:21 Entre los desengañados se estaba nada menos con su marido, Robert de Sarmaso.
0:08:25 Claudia de Morbiel fue condenada al desquiero, pero antes fue puesta en la picota,
0:08:32 en la puerta de la cárcel, para que una multitud la viera y la insultara.
0:08:38 ¿Le fue mejor que la Juana de Arco en ese sentido?
0:08:40 Sí, pues en realidad sí, porque incluso ella no fue muy resignada.
0:08:46 Dice la crónica que con lenguaje Procaz insultaba a ella, a la gente que se acercaba.
0:08:52 O sea, le retrucaba.
0:08:56 En cuantito fue desatada, montó a caballo y se dirigió al Neance,
0:09:01 donde tuvo tiempo todavía de engañar a las autoridades locales
0:09:05 antes de que llegaran así las noticias de París.
0:09:08 Ya con algún dinero volvió a visitar a Gilles de Ré,
0:09:11 pero ella estaba a punto de ser conducido al patíbulo por sus crímenes.
0:09:15 Después de esa visita, Claudia de Morbiel desapareció de la historia.
0:09:21 Se conoce en algunos documentos que atestiguan,
0:09:24 que se casó otra vez con un tal Jean de Lluis,
0:09:28 y que vivió oscuramente en Allure, y no sabemos cuándo murió.
0:09:34 Qué linda historia, ¿no?
0:09:36 Qué linda historia.
0:09:38 Hemos sido a la discoteca, le contamos esto al discotecario que enseguida,
0:09:44 dijo que para él, él sí creía en Claudia de Morbiel,
0:09:49 creía que era verdaderamente Juana de Arco,
0:09:52 y que los demás...
0:09:55 ¿Sigue para hacerle la contra usted?
0:09:58 No, porque él es de esa clase de personas,
0:10:01 que creen la New Age, en Claudia de Morbiel,
0:10:05 en el Trengo de las Bermudas, y en todo eso.
0:10:09 Les confía de las evidencias, Jean.
0:10:11 Sí, claro, en las evidencias, no, pero...
0:10:16 Me dio, le digo de mí, un disco falso, de cosas falsas,
0:10:19 me dio un disco hermoso, un tanguito chiquito y breve,
0:10:22 que canta Gardel, y que se llama Falsas Promisas,
0:10:25 dedicado a Claudia de Morbiel, la falsa Juana de Arco.
0:10:41 Con un mundo de esperanzas e ilusiones,
0:10:45 hasta él viene tu ventana un día hoy,
0:10:49 por adártela volando las canciones,
0:10:53 en las beísas más tibales a francí,
0:10:57 los nuevos que lastugan la mensajera,
0:11:01 la divina mensajera de mi amor,
0:11:05 que corría siempre en voz de esa quimera,
0:11:09 yo no ha llenado de dolor.
0:11:13 Con el turrisas y promesas engañados no me tuviste,
0:11:17 hasta que me convirtiste en un tremendo sufrir,
0:11:23 y de engratas terrenias,
0:11:27 sabiendo que en mis amores,
0:11:31 a pesar de sus valores, solo soñaba en ti.
0:11:37 Y andando entre las salsas del camino,
0:11:41 nada es pero de la vida en mi amulada,
0:11:45 yo me alegro de los pájaros de afrinos,
0:11:49 y vengo en las bellosas del minar,
0:11:53 es que llevo las congotas de tu engaño,
0:11:57 es que siento de arrumba de mi ilusión,
0:12:01 y el recuerdo del pasado en mi incindadio,
0:12:05 es que me sentí en un cero corazón.
0:12:09 Con el turrisas y promesas engañados no me tuviste,
0:12:13 hasta que me convirtiste en un tremendo sufrir,
0:12:19 y de engratas terrenias,
0:12:23 sabiendo que en mis amores,
0:12:27 a pesar de sus valores, solo soñaba en ti.
0:12:35 Era Carlos Gardel en la venganza,
0:12:41 será terrible falsas promesas.
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