Transcripción automática
0:00:00 Hablaremos hoy de comportamientos extraordinarios de filósofos antiguos.
0:00:05 Cuando digo extraordinarios quiero decir más bien demenciales.
0:00:09 Así que atención, yo creo que alguna vez hablamos de Aristóteles, que no toleraba quedarse dormido
0:00:16 y había inventado un aparato, un mecanismo que le garantizaba permanecer despierco.
0:00:22 Pero después, Heraclito, el oscuro défeso, que creía que untándose con estiércol
0:00:30 y ubicándose al sol, conseguiría expulsar las fiebres que lo aquejaban.
0:00:37 En verdad se murió, con lo cual las fiebres verdaderamente se fueron,
0:00:42 ya que los muertos carecen de toda calentura.
0:00:48 Hoy hablaremos de Diodoro de Megara, que vivió en el siglo IV antes de Cristo.
0:00:53 Nació en Nyazo, en el Asia menor, que entonces era Grecia.
0:00:58 Pero después pasó a enseñar en Megara.
0:01:00 Cuentan que en Megara había sitios en los que se armaban unas competencias lógicas y dialécticas
0:01:09 que se tomaban bien en serio. Era el deporte preferido de los griegos de entonces.
0:01:15 Y perder en una de esas competencias de razonamiento era humillante.
0:01:21 Los alumnos de los maestros perderores solían abandonarlos para pasar a formar parte del alumnado de los más peloses,
0:01:29 los más cancheros, ¿no?
0:01:32 Bien, muchos maestros trabajaban con incongruencias del lenguaje, con pequeñas paradojas.
0:01:40 Si le atribuyen a Diodoro de Megara la siguiente invención.
0:01:46 Lo que no has perdido lo tienes, decía Diodoro de Megara.
0:01:51 Entonces el primer asunto, el primer engaño, se trataba de hacer que alguien admitiera eso.
0:01:58 Lo que no has perdido lo tienes, ¿no cierto, Patricio? Sí, sí, sí, sí, Patricio.
0:02:01 Si no lo perdido tengo, ¿no cierto?
0:02:04 Una vez que el tipo aceptaba esto y era frecuentemente aceptado, roneamente,
0:02:10 Diodoro continuaba con la pregunta, ¿no has perdido unos cuernos?
0:02:16 Y el tipo decía, no, no he perdido unos cuernos.
0:02:19 Entonces Diodoro decía, pues entonces los tienes.
0:02:23 Tienes que admitir que no habiendo los perdidos tienes cuernos.
0:02:27 Y esto provocaba la risa, el estupor general y el triunfo en la competencia que hemos descrito.
0:02:35 Diodoro era maestro en esos torneos, en los que se debía atrapar a un contrincante para que no pudiera salir
0:02:42 de cierta construcción retórica con respuestas que no fueran absurdas.
0:02:47 No muy distinto de esto, son los debates televisivos antes de una elección.
0:02:53 Viene un tipo y te pregunta, ¿lo que no has perdido los tienes?
0:02:59 Dice uno, dice el tipo y uno lo dice sí y perdió la selección.
0:03:04 Y los votos.
0:03:06 Ese tipo pasa a gobernar el país porque es el mejor de los debates.
0:03:12 Y cuando no hay debates, todos dicen, ¿cómo no va a haber debates? ¿Cómo voy a saber a quién votar?
0:03:17 Si a mí me gusta votar, hay que saber si tu papá mata a un chancho vos te asustar.
0:03:25 ¿Sabe que últimamente se están decidiendo las elecciones por los debates televisivos?
0:03:31 Naturalmente, me parece horroroso.
0:03:35 ¿Cuál es la principal virtud para gobernar una nación?
0:03:39 Ser un vivillo de retruques de debate.
0:03:43 Que usted no lo conoce a Prada, dice uno.
0:03:47 ¿Qué Prada preguntáis?
0:03:49 El que te encaja una patada.
0:03:51 Ganó la selección.
0:03:56 Y después seguía aplicando esa forma de inteligencia en los asuntos de Estado.
0:04:04 Bien, algunas de estas gracias, como hemos visto, todavía no han podido ser eludidas.
0:04:08 Pero hay paradojas que han quedado y resueltas y que son mucho mejores que esta estúpida de diodoro.
0:04:16 Digo las aporías de Senón, la famosa flecha eléatrica, que para llegar a un lugar tiene que recorrer primero
0:04:25 la mitad del trayecto y después la mitad de la mitad y después la mitad de la mitad de la mitad, etc.
0:04:29 Todavía hoy hay algunos cerebros que pierden su tiempo en eso.
0:04:33 Pero tiene su gracia.
0:04:37 Diodoro tenía mucha estima a un personaje llamado Stilpong.
0:04:41 Algunos los consideraban grandes enemigos.
0:04:45 Y en realidad lo eran.
0:04:48 Pero a diodoro le daba cierto miedo enfrentarse con Stilpong, que era muy hábil, capaz de resolver grandes enemigos.
0:04:58 Pero finalmente, en una oportunidad confrontada,
0:05:02 diodoro y Stilpong se encontraron en una competencia en la que, según la crónica, participó como juez
0:05:10 Ptolomeo Sotter, que no era otro que el rey de Egipto.
0:05:15 Parece que Ptolomeo se había acercado a Megara para ver aquella competencia.
0:05:19 Y lo nombraron curado.
0:05:21 Bueno, a la hora establecida, en la gran sala de un palacio,
0:05:27 Stilpong se puso de pie y planteó lo siguiente.
0:05:31 A ver, honorable diodoro,
0:05:35 ayúdame, te ruego a salir de este problema.
0:05:40 Me he dado cuenta de que nadie en verdad puede decirse mortal.
0:05:46 Los vivos no pueden decir,
0:05:50 he muerto sin mentir.
0:05:52 Y los muertos,
0:05:54 nada pueden decir.
0:05:56 En cuanto a los inmortales,
0:06:00 va de suyo que para ellos no es una frase que resulte verdadera.
0:06:07 Si es cierto que nadie puede decir,
0:06:09 soy mortal,
0:06:11 el hecho de ser mortal no designa más que una posibilidad futura
0:06:15 en lo que concierne a cada uno de nosotros,
0:06:18 y para nada una certeza.
0:06:23 Una respuesta filosófica, adecuada,
0:06:27 hubiera sido, déjenme deshorobar.
0:06:31 Pero diodoro no tuvo esa ocurrencia.
0:06:36 Empezó a pensar en dónde se encontraba la fasa
0:06:40 de aquel razonamiento,
0:06:42 pero no lograba despegar el hilo de su planteo.
0:06:46 Entonces, tartamudeó un murmullo,
0:06:48 recorrió la sala.
0:06:50 Murmullo, por favor.
0:06:58 Y luego, otra vez, el silencio.
0:07:01 Tolomeo, el juez,
0:07:03 instó a diodoro a que diera una respuesta.
0:07:05 Bueno, dice, responda.
0:07:07 Pero no hubo caso.
0:07:09 Todo lo que le venía a la mente a diodoro era complicado,
0:07:13 retorcido, poco certero,
0:07:15 y diodoro se retiró abucheado.
0:07:19 ¡Oye, mal!
0:07:23 Antes de retirarse, entre cruzar la puerta,
0:07:27 se dio vuelta para decirle al auditorio
0:07:30 que su respuesta sería escrita,
0:07:32 pero no logró convencer a nadie
0:07:34 y los abucheos recrudecieron.
0:07:44 Cuando llegó a su casa,
0:07:46 llamó a su escriba
0:07:48 y le dictó una respuesta sabia y argumentada.
0:07:50 A la mañana siguiente la leyó
0:07:52 y no le gustó.
0:07:56 Entonces pensó dos cosas.
0:07:59 Que estaba viejo y que había perdido.
0:08:03 Pero se le ocurrió de pronto un argumento irrefutable.
0:08:09 Y se presentó al otro día ante la sala
0:08:15 y dijo que el mejor modo de acercar la aseveración
0:08:19 soy mortal al suceso era del siguiente modo.
0:08:23 Y se subió a lo alto de una muralla
0:08:28 justo en el ápice de una barranca
0:08:32 se lanzó al vacío
0:08:34 y se mató.
0:08:38 Se subió a la barranca,
0:08:40 una llecta
0:08:42 soy mortal, dijo.
0:08:48 Y se mató.
0:08:50 La mostración ostensible
0:08:52 de la que hablaba Bertrand Russell.
0:08:54 Decía que era lo mejor cuando no quería mostrarlo.
0:08:57 Lo mejor era agarrar un huevo con la madre
0:08:59 y exhibirlo.
0:09:09 ¿Y dónde estaban los que tanto abuchaban
0:09:11 y murmuraban?
0:09:15 Porque lo están.
0:09:17 Están acá. Son todos esos que están sentados ahí.
0:09:19 ¿Qué le dicen ahora?
0:09:21 Bueno, pero no les sirvió de nada ganar.
0:09:26 La solución...
0:09:28 Bueno, que se llama.
0:09:30 La contundencia retórica de Diodoro
0:09:32 comovió a todos.
0:09:34 Murmuso de conmoción.
0:09:38 Todo lo meo el juez
0:09:40 le dio el triunfo.
0:09:42 Dice, bueno, ganó el finado
0:09:44 Diodoro.
0:09:46 El rival, Stilpón,
0:09:48 al final solo perdió algunos alumnos.
0:09:50 Porque, claro, generalmente
0:09:52 se iban con el...
0:09:55 Pero tener como maestro un muerto
0:09:59 es algo que Vedo nunca lo ha logrado nada.
0:10:01 ¿De bien?
0:10:03 Recuerdan el soneto de que Vedo, ¿no?
0:10:07 Escuchando con los ojos a los muertos.
0:10:09 Quiera leer después de todo.
0:10:11 Y esta es la historia de hoy.
0:10:13 Que se cierra con una profunda oposición
0:10:15 a estos ejercicios
0:10:17 a los cuales eran tan aficionados los griegos, ¿no?
0:10:21 Los buenos sofistas decían que el mejor ejercicio
0:10:24 consistían en defender posiciones opuestas
0:10:26 con idéntica destreza.
0:10:28 Y esta es una manera legulella,
0:10:30 tramposa de considerar la inteligencia,
0:10:32 como si la inteligencia estuviera en las sacadillas.
0:10:36 De todos modos, el pensamiento griego
0:10:38 también nos dio
0:10:40 los instrumentos para evitar
0:10:42 estas sacadillas.
0:10:44 Y quiero creer que esto tenía en vista
0:10:46 una enseñanza más profunda.
0:10:50 Y la enseñanza más profunda es esta.
0:10:53 Conviene desconfiar.
0:10:55 Tener un cierto escepticismo
0:10:57 puesto que cualquier lenguaraz
0:10:59 puede poner en aprietos
0:11:01 a una inteligencia profunda.
0:11:03 Repito.
0:11:05 Conviene desconfiar
0:11:07 y mantener un cierto escepticismo
0:11:09 puesto que cualquier lenguaraz
0:11:11 puede poner en aprietos
0:11:13 a una inteligencia profunda.
0:11:15 El amigo Unamuno
0:11:17 hablaba de una virtud
0:11:19 que a él le parecía letal para la inteligencia.
0:11:22 Que es la facundia.
0:11:24 Esa rapidez, ese ingenio
0:11:26 que tienen algunos
0:11:28 que suele oscurecer
0:11:30 la naturaleza más profunda
0:11:32 de algunos asuntos.
0:11:34 Unamuno decía que él prefería
0:11:36 la inteligencia seca
0:11:38 austera
0:11:40 de pocas palabras.
0:11:42 Cierto día hablaremos, algún día hablaremos.
0:11:46 De un estilo argentino
0:11:48 en las artes, en la literatura,
0:11:51 pero también en lo actoral
0:11:53 que es un estilo
0:11:55 de demasiadas palabras,
0:11:57 de demasiada viveza,
0:11:59 gente que está todo el tiempo
0:12:01 en estado de su prevencia.
0:12:03 Unamuno detestaba eso.
0:12:05 El arte argentino
0:12:07 en una época también.
0:12:09 Nuestros mejores
0:12:11 exponentes artísticos
0:12:13 son austeros.
0:12:15 Son muy austeros.
0:12:20 Así que, si ustedes me permiten,
0:12:22 dedico a esa austeridad
0:12:24 esta charla
0:12:26 de hoy sobre
0:12:28 el amigo Diodoro de Megara
0:12:30 que se mató para demostrar
0:12:32 que tenía razón.
0:12:36 Hemos sido a la discoteca
0:12:38 y le explicamos todo este asunto.
0:12:40 No hay un tango de esto.
0:12:42 Como se volvió loco.
0:12:44 Y se dice no, porque qué sé yo,
0:12:46 me hizo explicar
0:12:49 y la flecha que nunca llega al blanco.
0:12:51 Y se como que no llega al blanco.
0:12:53 Tal o como dice.
0:12:55 Creciendo que es un argumento.
0:12:57 Hay gente que prefiere
0:12:59 esa clase de intimidaciones
0:13:01 más que los argumentos.
0:13:03 Es como más vistosa, ¿no?
0:13:05 Esa cosa que decía usted
0:13:07 teniendo cierta destreza
0:13:09 de procedimiento, cierta
0:13:11 de estresa discursiva,
0:13:13 hace como fueguitos artificiales.
0:13:15 Sí, eso sí, pero yo me estoy refiriendo
0:13:18 que es la ausencia total de argumento.
0:13:20 Por ejemplo, te voy a matar.
0:13:24 Esa es una forma intimidatoria.
0:13:26 Así como mostrar un huevo
0:13:28 es la mostración ostensible de un huevo,
0:13:30 el argumento intimidatorio es
0:13:34 no hables más porque te fajo.
0:13:38 O está la otra,
0:13:40 Falacia, que también tiene un nombre
0:13:42 que comentábamos el otro día.
0:13:44 Y usted que habla que se casó siete veces.
0:13:47 Ah, eso sí, le había bate.
0:13:49 Está hablando del Teorema de Pitágora.
0:13:51 En la política, los debates a televisivo
0:13:53 pasan todo el tiempo.
0:13:55 Eso no hay que votar al que gane los debates.
0:13:59 En la discoteca, finalmente, nos dieron
0:14:01 un beso tango que alude a la barranca
0:14:03 de la cual se tiró
0:14:05 el pobre Diodoro de Megara
0:14:07 para hacer ver que tenía razón.
0:14:09 Y se llama la barranca.
0:14:11 Yo creo que, oigo, la barranca
0:14:13 me acuerdo de Diodoro de Megara.
0:14:16 Volando en dirección
0:14:18 a la razón, finalmente.
0:14:28 La barranca va a ser cantada por
0:14:30 uno de nuestros grandes cantores,
0:14:32 que es Charlo.
0:14:34 Adelante por lo que más quieran.
0:14:46 Con corralidad
0:14:48 cortona
0:14:50 y pañuelo bolador
0:14:54 pantalones de cambrona
0:14:56 clavele la oreja
0:14:58 y voy a punzó
0:15:02 Bienes cuarteando
0:15:04 se envía
0:15:06 hasta el día de la noche
0:15:08 y la noche de la noche
0:15:10 y la noche de la noche
0:15:12 y la noche de la noche
0:15:14 hasta el recente nomás
0:15:18 con 30 metros de trecho
0:15:20 y al grito de soja y nos
0:15:22 ya quedan atrás
0:15:26 La barranca de Patricio
0:15:30 tiene una espina rosada
0:15:34 donde se quedó
0:15:36 clavada su triste y negra
0:15:38 mirada como quien mira
0:15:40 de vídeo
0:15:44 y viene su pena de compadre
0:15:48 viene canteando su gaga
0:15:52 te la cura por la madre
0:15:54 por ella tan solo
0:15:56 la va a perdonar
0:16:00 también su vida es
0:16:04 barranca
0:16:06 que es todo el sol
0:16:08 de sin cor
0:16:10 le va una pena
0:16:13 y un triste recuerdo
0:16:15 que lo hace aflojar
0:16:19 y como dicen
0:16:21 que de tiempo
0:16:25 es el reneño mejor
0:16:29 de las sus penas el tiempo
0:16:31 y al grito de soja y nos
0:16:33 aparte el dolor
0:16:37 La barranca de Patricio
0:16:43 tiene un espina rosada
0:16:47 donde se quedó
0:16:49 clavada su triste y negra
0:16:51 mirada como quien mira
0:16:53 de vídeo
0:16:55 viene su pena de compadre
0:16:57 viene canteando su gaga
0:17:05 te la cura por la madre
0:17:07 por ella tan solo
0:17:09 la va a perdonar
0:17:13 charlo
0:17:17 la barranca
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