Transcripción automática
0:00:00 Valvaremos hoy un aventurero instigante que se arruinó del poder en Francia por algún tiempo y al cual mencionamos el otro día de pasada.
0:00:12 Este señor es conchino conchini, así se llamaba.
0:00:16 Así que podemos decir que todo comenzó en el año 1600 cuando la sobrina de Gran Duque de Toscana, heredera de los Monteros de Florencia,
0:00:27 es decir los Melchys, marida, ahí es Melchys, sentió de que el Rey Enrique IV de Francia solicitaba a su mano.
0:00:36 Como hemos dicho alguna vez el ministro de Enrique IV, Silvi, había convencido al Rey de que el adote de la princesa Florentina
0:00:46 podía solucionar los problemas económicos que tenía Francia.
0:00:50 Tiempo venturosos aquellos en que casar al príncipe con una, con una dama rica,
0:00:58 solucionaba los problemas del país y era así que era tan fácil.
0:01:03 Pues cuenta al endeco que las negociaciones las hizo el propio ministro Silvi por su cuenta sin pedirle permiso al Rey
0:01:13 y se fue ahí tal que hablar con los Melchys.
0:01:15 Cuando volvió, Enrique le preguntó de dónde venía el ministro y Silvi respondió,
0:01:23 Majestad, venimos de casaros, lo habían casado, no?
0:01:27 Parece que el Rey quedó perplejo, permaneció mudo, durante un rato y más tarde exclamó, bueno,
0:01:33 ya que por el bien de mi reino decís que es necesario estar casado, entonces hebo asarlo y se casó ni más.
0:01:40 Se casó con María de Melchys.
0:01:43 María de Melchys decidió viajar a Francia con dos mil personas de séptito, ni uno ni dos, dos mil.
0:01:52 La más importante era una hermana de leche de María, se llamaba Leonora Doci,
0:01:58 y se había convertido en su primera ayudante.
0:02:01 Parece que era muy fea, feísima.
0:02:06 Leonora era indispensable para María de Melchys,
0:02:10 hasta tal punto que había puesto como condición María a su boda con Enrique,
0:02:15 que es la que Leonora Doci la acompañara a París.
0:02:18 El reino dijo más así.
0:02:21 Entre los dos mil que viajaron a Francia estaba este señor con Chino con Chini,
0:02:26 era un personaje noble, venido a menos.
0:02:29 A los 18 años exigió su parte de la fortuna paterna y la dilapidó en próstilos.
0:02:38 Buenas tardes, aquí es donde se dilapida en fortuna, muy bien.
0:02:43 Voy a dilapidarla, qué lindo verbo dilapidar.
0:02:48 Dilapido, bien.
0:02:52 Se gastó toda la guita.
0:02:55 Entonces debió emplearse como matón al servicio del cardenal de Lorena,
0:03:00 como pato ubica, diría Bernardo Orquenzán.
0:03:02 El cardenal, sin embargo, lo expulsó de su tropa cuando se enteró de que con Chini parecía el mal francés.
0:03:09 El nombre que daban, especialmente los italianos, a las sífilis,
0:03:15 los francés en cambio le decían el mal de Napoles.
0:03:19 Más tarde fue Croupier, de un garite naturalmente,
0:03:22 va a ser Croupier de un colegio de monjas,
0:03:26 y organizador de orgías.
0:03:29 A milite.
0:03:30 Sí, la tarjita decía.
0:03:32 También trabajó como comediante, era experto en representar papeles de mujer.
0:03:38 La situación varias veces cuenta de que su despresticio era tal,
0:03:42 imagínate por el 200% oficios en Alal,
0:03:46 que lo primero que los padres florentinos prohibían a sus hijos era acercarse a este señor.
0:03:53 Que estaba arruinado cuando se enteró de la boda de María de Medici
0:03:56 y decidió unirse a la escolta de la princesa,
0:04:00 para ver si podía ser por una entrancia.
0:04:02 Una vez en Marseille el cortejo de María de Medici debía llegar hasta el limón.
0:04:06 El viaje fue lamentable.
0:04:08 Como nadie había previsto escolta tan numerosa,
0:04:11 nadie estaba preparado para recibirlos.
0:04:14 En las distintas parás se amontonaban como podían, en casuchas,
0:04:19 dormían sobre sergonas de paja, uno arriba a loa, creó una porquería.
0:04:24 La caravana se igualde en diciembre de 1600,
0:04:27 y el rique cuarto no estaba porque se había ido a visitar a un amante.
0:04:33 Eso me parece estupendo.
0:04:35 El rey no fue a conocer a su futura esposa porque había ido a visitar a un amante.
0:04:40 Apareció varios días más tarde y solicitó una entrevista sola con su futura esposa.
0:04:47 Famoso fue el malestar y el mareo de María de Medici
0:04:52 cuando sintió el olor que tenía el rey en las patas.
0:04:57 De la unión de María y André que nació el del Prében Luis
0:05:00 se iba a hacer Luis III de Francia, de quien hablamos creo que el viandose.
0:05:04 Pero más allá de este encuentro, nos interesa saber que Leonora Doshi,
0:05:07 la ayudante fea, durante el viaje se enamoró de Conchini, el organizador de orgías.
0:05:14 Aquel hombre que sabía el trato que Leonora tenía con su reina la había seducido.
0:05:19 Cuando la corte llegó a París, se hicieron entre los rey las presentaciones oficiales
0:05:24 de todos los ayudantes de la nueva reina.
0:05:27 Desde un principio, André que no les hacieron bien Leonora y Conchini.
0:05:31 De todos modos aceptó tenerlos en su corte para tranquilizar su mujer y fue un error.
0:05:37 Conchini le propuso casamento a Leonora, de ese modo podía consolidar su lugar en el luge,
0:05:42 o sea en el lugar donde vivían los veces.
0:05:45 Leonora aceptó maravillada, trabajaron juntos para lograr la aprobación del rey,
0:05:50 esa le pidió a María de Medici que comienciera Enrique,
0:05:53 Conchini hizo lo mismo con un amante de Enrique, de Enrique, el que se llamaba.
0:05:58 Pero, entiendieron su rey.
0:06:01 Al final lo convencieron, se celebró la boda en San Germán,
0:06:04 el rey le regaló al novio miles de libras,
0:06:07 y Conchini empezó poco a poco a acumular poder.
0:06:14 Para llegar hasta la habitación de la reina de María de Medici,
0:06:19 era necesario estar en buenas relaciones con Conchini y con Leonora.
0:06:22 Los dos personajes manejaban a la reina a su gusto.
0:06:27 Incluso mucha parte de la riqueza que se llevaba a manos de María de Medici
0:06:32 pasaba a manos de Conchini y de Leonora bajo la forma de regalos, etcétera.
0:06:38 Él se dedicaba a vender a España secretos políticos que escuchaban la corte,
0:06:44 así que era también estira.
0:06:47 Un día Enrique visitó la casa en donde vivía Conchini con su mujer Leonora,
0:06:53 y descubrió un palacio sin rival en París, un lujo provicioso,
0:06:58 objetos de plata que en la cuarta parte el mismo no poseía,
0:07:02 y se las tomó preocupado y dijo,
0:07:05 no recuerdo haber sido tan generoso.
0:07:08 El ministro Chilli le aconsejó arrestar a Conchini o descerrarlo,
0:07:14 pero Enrique, por respecto a su mujer y panócorobar, no hizo nada.
0:07:20 Sabemos que Enrique IV fue asesinado por Ravellac.
0:07:24 Nunca se supo claramente quién indujó el crimen,
0:07:28 y se dejó que seguramente Conchini fue uno de los agentes que entre varios se asociaron
0:07:33 para sugerir a Juanfua Ravellac matar al rey.
0:07:37 De ese modo, la regencia pasaba a manos de María,
0:07:41 y a María la manejaban a esos.
0:07:43 Por entonces, el delfín, el heredero del trono lo hizo el niño.
0:07:48 Murió Enrique IV asesinado y Conchini fue nombrado marical de Francia.
0:07:53 En realidad nunca había agarrado ni un rebó al delfín.
0:07:56 Había que tratarlo de silencia,
0:07:58 si hacía seguir por 20 escuderos, 40 y algo, unos pages, todo uno tipo.
0:08:04 Luego de semejante incumbramiento,
0:08:08 los llamados grandes del reino quisieron expulsar a Conchini.
0:08:12 Se trataba de los nobles más importantes.
0:08:15 Incluso el Príncipe de Condé publicó un manifiesto en el que se acusaba
0:08:19 a María de Médici de cubrir de honores a Conchini,
0:08:24 los tejidos, pero bueno, trataron incluso de enmatarlo.
0:08:34 Pero se salvaron. Conchini y de honor a continuaron ofreciendo al poder.
0:08:38 Pero no prestaron atención a una cosa.
0:08:41 El hijo de Enrique, Luis, ya tenía 15 años.
0:08:45 Según Michelle Le, Luis XIII fue, el príncipe Luis,
0:08:50 fue hambre en la corte de Francia.
0:08:53 Tragaba en silencio unizaciones cotidianas
0:08:57 y sabía perfectamente todo lo que sucedía a su alrededor.
0:09:01 En abril de 1617 Luis recibió una carta
0:09:05 en la que se denunciaba todo con datos precisos.
0:09:08 Pero a las submigraciones que soportaba a su reino se agregó una más.
0:09:14 Le dijeron que Conchini era amante de su madre, o sea, de la reina.
0:09:19 Esa carta, según dicen, fue enviada al príncipe Luis por el viejo Sisi,
0:09:25 por el ministro de la muerte de Enrique IV, y ha sido despedido.
0:09:29 Luis fue con la carta, a ver, a un amigo,
0:09:35 allí el del fin confesó su obvio por los Conchini,
0:09:40 y ahí mismo este amigo, junto a varios nobles,
0:09:47 y resolvieron matar a Conchini.
0:09:50 Así que el 23 de abril de 1617 llegó Conchini al Louvre,
0:09:55 caminó hacia la puerta, no liquidaron ya cinco días.
0:10:01 Al poco tiempo llegó Luis, que era nadie,
0:10:05 porque el reino estaba con la regencia de su madre.
0:10:08 Luis pidió levantar a las tropas, dieron viva al rey,
0:10:13 y el rey, Luis entró en función, inmediatamente.
0:10:16 Quiere decir que su primera acto fue quizá la muerte de Conchini,
0:10:20 pero si ese no fue el primero, el que sigue fue el primero,
0:10:23 mandó a su madre al exilio.
0:10:27 El cuerpo de Conchini fue sepultado en la Iglesia de San Germán,
0:10:32 lo observó.
0:10:34 Al día siguiente, una multitud invadió la Iglesia,
0:10:37 y se apoderó del cuerpo del florentino,
0:10:42 arrastraron en cadáver hasta el fomles,
0:10:45 donde lo colgaron, lo ahorcaron, gafinaron el hombre.
0:10:50 La gente estaba lanzó sobre el cuerpo, le dio punetazos y puñaladas.
0:10:55 Le cortaron la nariz, las orejas, el cetro, a otras partes.
0:10:59 Un hombre logró arrancarle el corazón, y se lo comió únicamente.
0:11:08 Leonora también fue detenida y condenada a muerte.
0:11:13 La decapitaron y luego quemaron su cuerpo.
0:11:16 Las cenizlas fueron cargadas por el verdugo,
0:11:19 que tenía la hora de arrojarlas a los cuatro begrados.
0:11:23 O sea, fue la historia de este aventurero con Chino Conchini,
0:11:31 y particularmente ese ensañamiento,
0:11:35 un póstumo que sufrió.
0:11:42 Curiosa reacción tiene a veces los pueblos.
0:11:48 Recorremos este historio, no aparece nadie a quien dedicar nada,
0:11:56 salvo el rey entre los cuartos, que siempre es.
0:12:00 Un ejemplo, no de reexcitó, pero sí de bondad.
0:12:04 Era una corrente, pero era bueno.
0:12:09 No, al ministro, al chidlis, siempre fue un buen patriote,
0:12:15 un hombre preocupado por el destino de Francia.
0:12:23 Y a nadie más.
0:12:26 ¿No hay nadie que le caiga bien usted?
0:12:29 No, la verdad.
0:12:31 ¿Y al final de la noche?
0:12:35 Bueno, hemos buscado situaciones, y hay muchas,
0:12:43 porque esa es una historia de venganza, de rencor,
0:12:47 de ensangamiento, de violencia,
0:12:51 y también de engaños, de corrupción.
0:12:55 Así que casi no hay una canción que no le caiga bien la historia.
0:13:03 Las canciones son hijas de los destinos infaltos.
0:13:08 Entonces, que yo comprendí tardíamente,
0:13:11 cuando era el chico le pregunté, y le juro que sí, que le pregunté a mi abuela,
0:13:15 porque a los sujetos de denunciación de las canciones les iba tan mal.
0:13:21 Porque yo notaba que las historias que referían eran siempre de
0:13:29 a normalidades que habían venido a perturbarse en vidas,
0:13:33 mujeres que les habían abandonado,
0:13:36 pobrezas emergentes,
0:13:40 vejeces prematuras, muertes súbitas, familiares queridos, en fin.
0:13:48 Y me dijo mi abuela que me dejaba de molestar.
0:13:54 Esa fue una gran enseñanza.
0:13:59 No sé bien en qué consistía la enseñanza, pero fue una gran enseñanza.
0:14:04 Uno tiene por qué saber qué es lo que le han enseñado,
0:14:08 siempre que lo haya aprendido.
0:14:12 Después comprendí que lo que quería decir mi abuela, aunque no me lo dijo,
0:14:17 era que no hay gran arte sin falta, sin que algo le falte a uno,
0:14:21 que el arte se dio,
0:14:25 está siempre referido a algo que se ha perdido.
0:14:29 Eso es lo que le vio haberme dicho mi abuela,
0:14:31 o lo que me hubiera dicho si no hubiera estado haciendo empanadas,
0:14:36 que es una tarea que suele competirlo entajosamente con el ejercicio de la filosofía.
0:14:43 De modo tal que cuando no hacen empanadas no le queda tiempo para filosofar con su nieto.
0:14:51 El caso es que, del mismo modo que mi abuela,
0:14:56 el discotecario me dijo que me dejara de molestar,
0:15:00 aunque no estaba haciendo empanadas, se limitaba a los riscos.
0:15:06 Ese hombre le tiró ahí a lista y suele seguir.
0:15:11 Inmediatamente entamos como un brazado, un rencor,
0:15:14 que es un tango de rencores y que seguramente ha sido compuesto.
0:15:19 Y hay una memoria de estos sucesos con los cuales comenzó el reinado del estrés.
0:15:27 Así que vamos a escuchar al mundo rivero,
0:15:31 interpretando este como un brazado, un rencor,
0:15:35 y nos haremos en la voz de Don Armundo un matiz que parece decirnos,
0:15:42 ojo, si bien parece esta mi historia sinceramente personal,
0:15:46 y que es un rol que estoy pensando en Luis III de Francia,
0:15:50 en Don Oradoce, dosi, en Conchino con Cini,
0:15:56 en las paradojas de la ida de los pueblos,
0:16:01 que cuanto más tardan llegar, más fuerte es.
0:16:06 Adelante, don Armundo.
0:16:08 Está listo que entranciaron las rumores.
0:16:12 ändernos, ya y junto en el presagio,
0:16:15 en el último momento de su pobre vida real,
0:16:18 dejó al mundo el textamento de estas amargas palabras
0:16:22 y amzada de su rencor.
0:16:42 Esta noche es para ti, caro miren lo que se ha caído, un chamullo ingenioso me acorre
0:16:51 del corazón, alguien que hay de los rincos, el río me aguarda, y anda un algo de hermosa
0:16:59 y el barrio cuatea de la cajón, los recuerdos bajo lejos me destrozan las travesas, un
0:17:06 rejones que triunfuen, un pájaro sin honor, el rigor de una cajón, la húmeda que va
0:17:13 la pudierna, y una hija que arrodita, un carré con trevarón, yo quiero morir con amigos,
0:17:25 un incongruente unigillo, si te cao al verano, como la calma al tren, cada vez le veo la
0:18:09 vida, entre malnamente como una memoria al botón, solo usted, madre, hija, y bienvenida,
0:18:19 el concierto de un fenzer que cuatro dejan a mi amigo, que volca todos sus pesos sobre
0:18:26 mi herencia con vida, que lloran todos mis manos y se vio en el corazón, cada vez le
0:18:35 veo la vida, nada le veo al amor, aquella que dio amargura, y el amor, una traición.
0:18:54 Ha cantado el mundo rivero como al rastado a un rencor.
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