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18 de Diciembre de 2008

Confabulación contra Gabrielle d'Estrées

Transcripción automática

0:00:00 Bien, hablaremos hoy de la confabulación contra Gabriel de Estruyre.
0:00:07 Así que ubiquemos en Francia, en el año 1528, era Enrique VII, no, Enrique VII no.
0:00:15 ¿Qué? ¿Qué es lo que es?
0:00:17 Enrique IV, tampoco era el año 1528.
0:00:21 Pero empezó muy mal ya.
0:00:23 Ni 1528 ni Enrique VII. Nunca hubo Enrique VII en Francia y hasta estaría por decir que nunca hubo 1528.
0:00:33 Pero eso sería demasiado.
0:00:35 El caso es que Enrique VIII tampoco era porque era de Inglaterra.
0:00:42 Cheque la información.
0:00:44 Conocencia a Enrique IV, que primero fue rey de Navarra, ya que era hijo de Juan Ángel Bred, la reina Navarra.
0:00:53 Y después ante la extinción de la dinastía de Valois, después de la muerte de Enrique III de Valois,
0:01:01 y después también de unas guerras, fue el primero de los reyes de Francia, Bourbon.
0:01:08 Y si esto habrá ocurrido, ya por 1570-1880.
0:01:12 Y tenía una amante llamada Gabriel de Estre.
0:01:16 Y ella estaba embarazada por cuarta vez del rey.
0:01:19 Quiere decir que era una amante ya tirando a...
0:01:24 Sí, la embarazó cuatro veces.
0:01:26 Claro, la embarazó cuatro veces y ya pasa en una categoría...
0:01:31 Una relación más seria.
0:01:32 Sí, casi matrimonial. No quería usar la palabra porque hay niños.
0:01:38 Y esperaba que Enrique le hiciera a su esposa.
0:01:41 Y sí, que espera una mujer de la que pueda llevar a la embarazada por cuarta vez,
0:01:45 y lo menos que puede esperar una dama.
0:01:53 Pero siempre.
0:01:54 En este caso, ser la esposa del rey tenía la ventaja que también te coronaba en Reina de Francia.
0:02:02 Parece que Enrique se lo había prometido muchas veces. Al menos cuatro.
0:02:16 Pero siempre se presentaba alguna dilación.
0:02:19 Que se yo, que no nos conocemos del toro.
0:02:26 Como cadadora, como pues.
0:02:30 Incluso en el palacio, la verdad es que muy pocos cortesanos la querían a Gabriel,
0:02:36 porque eran envidiosos.
0:02:40 Enrique, en ese momento, estaba casada con Margarita de Baluac,
0:02:45 que era la hermana del rey anterior, la hermana del Enrique III y la hija de Catalina de Mérich.
0:02:50 Se llevaban muy más.
0:02:52 Y él estaba interesado en gestionar la anulación de ese matrimonio.
0:02:56 Anulación que después coincidió.
0:02:58 Existía.
0:02:59 Tenías que ser amigo del papa.
0:03:04 También tenías que adornar alguno que se fue.
0:03:08 Enrique estaba muy enamorado de Gabriel.
0:03:10 Le escribía poemas.
0:03:13 Dice el cronista que era extraño que el rey, después de siete años de relación,
0:03:17 se expresara ante su favorita con tanto lirismo.
0:03:21 Vio, después de siete años, uno se torna un poco cotidiano.
0:03:25 Cuentan que los encantos de Gabriel eran tan atrayentes que la pasión del rey crecía.
0:03:32 Ahí está el secreto de un matrimonio duradero.
0:03:37 Los encantos crecientes de una dama.
0:03:43 Y la pasión atrayente del hombre igual le ves.
0:03:47 Cuando Gabriel recibía los versos de Enrique, pensaba que al fin sería coronada.
0:03:54 Muchos cortesanos también lo creyeron y empezaron a rendirle honores.
0:03:58 Vio como son de Alcahuetes.
0:04:00 Gabriel se volvió...
0:04:04 Recibía muchos favores.
0:04:07 Y se puso muy entusiasta en los cortesco privados del rey.
0:04:11 Empezó a decidir sobre asuntos del reino.
0:04:14 Empezó a opinar políticamente, ya como entrenándose para...
0:04:19 Subtura de función.
0:04:23 Y así que no vivía en el lunes como entonces vivía la familia real,
0:04:26 sino en una mansión de la calle Fremento cerca de la residencia real.
0:04:32 Y había incluso un corredor secreto que permitía Enrique ir
0:04:35 cuando quisiera visitarla sin andar saliendo a la calle.
0:04:39 Dice el cronista, que el ardor seguía tan vivo
0:04:43 que el deseo muchas veces obligaba al rey a interrumpir entrevistas de gran importancia
0:04:49 para pasar un rato por el corredor oculto.
0:04:53 Estaba hablando con el embajador de Austria y agarraba el deseo de ese momento.
0:05:01 Ya vengo.
0:05:08 El papa, Clemente Octavo, se negaba a pronunciar la anuración del matrimonio de Enrique
0:05:14 con Margarita de Varvá.
0:05:16 Esto sucedía por dos causas.
0:05:18 Una moral y otra interesada.
0:05:20 La causa moral era el producto de las noticias que les llegaban al papa
0:05:24 acerca del comportamiento de Enrique.
0:05:26 Clemente era informado por Alejandro de Medici, que era cardenal de Florencia,
0:05:31 que se especializaba en contarle todos los entreveros amorosos del rey
0:05:35 con la favorita incluso con otra porque a Enrique IV cualquier colectivo lo dejaba en la puerta.
0:05:41 Y la causa interesada era que el legado en París, que era, como se ha dicho, Alejandro de Medici
0:05:48 pasaba todos esos informes en forma tendenciosa
0:05:52 ya que su verdadero deseo era casar a su sobrina, María de Medici con Enrique.
0:05:57 Numerosos agentes florentinos estaban encargados, de acuerdo con Alejandro,
0:06:02 de alabar las condiciones de María de Medici
0:06:05 y de crear un movimiento en su favor.
0:06:08 Todos querían, ah, y casi sé con María de Medici, qué es eso.
0:06:11 Todos estos personajes vigilaban a Gabriel de Tre, pagados por Alejandro de Medici.
0:06:17 Inventaban entonces lujos desmedidos de la favorita, crueldades, amantes,
0:06:23 que según ellos tenía, y el papa, cuando recibía esos informes escandalizados,
0:06:28 ah, ya, ya, ya.
0:06:30 Enrique cayó incluso en las trampas tendidas por los florentinos
0:06:35 porque por un momento enfrió su relación con Gabriel, y empezó a hablar menos de casamiento.
0:06:41 La favorita se inquietó mucho, consultó con un adivino
0:06:46 y las predicciones que recibió la aterraron.
0:06:49 Un adivino le dijo que no se casaría, y otro que moriría muy joven,
0:06:53 y no vería la próxima pascua.
0:06:56 Bueno, muy asustada imagínense, ¿no?
0:06:59 Fue a ver al rey, y el rey, enternecido, la tranquilizó, y otra vez le prometió Casorio.
0:07:05 El 2 de marzo de 1599, Enrique anunció oficialmente su intención de casarse con Gabriel.
0:07:12 Como ofrenda de su promesa, le entregó el anillo que le habían entregado a él el día de su consagración.
0:07:18 Muy bien, llena de alegría, la chica, Gabrielita empezó a preparar la boda.
0:07:23 Unos meses más tarde, libre de todo pensamiento fulero, Gabriel Fontemblot acompañaba Enrique,
0:07:33 sin separarse de él ni un instante, hay Enrique Enrique.
0:07:36 Y el confesor del rey, el padre Benoit, dijo que era inconveniente
0:07:42 que los amantes vivieran juntos durante la Semana Santa.
0:07:46 Justo era Semana Santa, lo vio junto y se dijo, no, como.
0:07:49 Y recomendó que se separaran por esos días para dar al pueblo un mensaje edificante respecto de la castidad, etcétera.
0:07:58 El rey le hizo un caso, y al otro día Gabriel viajó a París, hasta su mansión,
0:08:04 no, hasta la mansión del financiero Florentino Samed, que era un amigo del rey.
0:08:09 Y en aquella casa Gabriel disfrutó de un banquete espléndido, se acostó con un poquitito de malestar.
0:08:20 Al día siguiente, que era jueves santo, abandonó la mansión para ir a la iglesia,
0:08:25 después regresó a Lo de Samed, agitada por convulsiones,
0:08:32 y suplicó que la sacaran de aquella casa.
0:08:34 La llevaron a la casa de una tía, Madame de Soudis.
0:08:38 Su estado empeoró, se ahogaba, tenía los ojos desorbitados, y la cara convulsa por el sufrimiento.
0:08:48 Enrique se enteró de lo que sucedía, y acompañado por un pequeño cortejo, galo po a París.
0:08:55 En medio del camino se cruzó con tres caballeros,
0:08:58 ogna, no, va son tie, y pom pom de valiar.
0:09:02 Le dijeron al rey que Gabriel había muerto, y mentira, no había muerto,
0:09:08 pero esos tres caballeros le dijeron que había muerto.
0:09:11 Enrique se le doblaron las rodillas, se le doblaron.
0:09:14 Calló al suelo, gritó que quería ir a buscar a su amada, para tenerla una vez más entre sus brazos,
0:09:23 pero los caballeros lo dijeron, asegurándole que estaba terriblemente desfigurada,
0:09:28 y que era preferible no destruir el recuerdo que tuviera de él.
0:09:33 Enrique entonces regresó a Fontembló, sin sospechar que lo dicho por los tres hombres era mentira.
0:09:39 Gabriel vivía.
0:09:41 La idea de crear dicha ilusión fue de un hombre llamado Fakhen de Labaden,
0:09:46 un antiguo cocinero que se había convertido en hombre de confianza de Enrique.
0:09:51 Algunos dicen que tal vez Gabriel le...
0:09:56 no sé, la verdad es que hubo un complot,
0:10:01 y aquel tipo de Labaden era un engranaje de aquel complot.
0:10:06 Y la favorita murió, pero murió unos días después, el 10 de abril de 1599 a los 26 años,
0:10:14 y también murió el hijo que llevaba el hijo de Enrique.
0:10:18 El rey que creyó en la muerte unos días antes ordenó una autopsia,
0:10:23 se dictaminó un envenenamiento.
0:10:26 Las investigaciones no fueron muchas y nunca se supo más.
0:10:30 Parece que la desaparición de Gabriel satisfizo a muchos personajes,
0:10:34 y las sospechas cayeron en el Papa y en los médices.
0:10:38 El Papa, que le mente octavo, salió de su capiz al día siguiente de la muerte,
0:10:42 y le dijo a sus familiares, Dios lo ha querido.
0:10:47 Después hicieron unos festejos y unos banquetes.
0:10:51 Alejandro de Medici, un día antes, le había escrito al canónico Bonjane,
0:10:56 el amor del rey por su dama va a un aumento,
0:10:59 y esto se convertirá en un mal incurable si Dios no interviene.
0:11:03 Algunos se preguntaron quién había sido la mano que invenenó a Gabriel.
0:11:07 Se señaló a Zamet, que finalmente había estado en relación con el Luca Alejandro.
0:11:12 Otros señalaron al ministro Gillier, que deseaba una unión venturosa con María de Medici,
0:11:18 porque era económicamente muy favorable a Francia.
0:11:21 De hecho, Enrique se casó con María de Medici y la adopte,
0:11:25 alcanzó para pagar todas las deudas que tenía el quesoro francés.
0:11:30 Y otros lo acusaron a Enrique, que dijeron que era un cobardes o metido a los desingios de los florentinos,
0:11:36 y que no sabía cómo sacarse de encima a Gabriel.
0:11:39 Los historiadores aún no logran ponerse de acuerdo.
0:11:43 Algunos dicen que lo más probable era una muerte natural,
0:11:49 debido a una enfermedad que atacaba las parturientas.
0:11:53 Lo único que sabemos es que poco después Enrique se casó, como he dicho, con María de Medici,
0:11:58 y que se liquidaron las deudas del reino de Francia.
0:12:02 Es una triste historia porque Enrique realmente la amaba, y eso también.
0:12:07 Aunque lo engañaba a veces, Gabriel no es otra que aquella que estaba en el lecho de Enrique IV,
0:12:14 en ocasión de una anécdota que hemos contado mucho.
0:12:18 Él estaba con un tipo.
0:12:20 Ah, sí, me acuerdo.
0:12:21 Y llegó Enrique y el tipo se escondió abajo a la cama,
0:12:24 y Enrique se puso a comer unos caramelos que tenía,
0:12:28 y por ahí le tiró tres o cuatro caramelos para abajo de la cama,
0:12:35 y se levantó y se las tomó.
0:12:38 Bueno, o sea, le convidó a Bonbonne al nieto que estaba abajo de la cama
0:12:43 y que había ya sido con su novia.
0:12:46 De todos modos queda mal el pobre Enrique acá, que era un buen disco,
0:12:51 que era un rey popular.
0:12:55 La gente lo quería mucho.
0:12:57 La gente lo quería mucho, y su principal meta era conseguir que la gente pudiera comer todos los días.
0:13:04 Eso es lo que le decía.
0:13:07 Bueno, hemos ido a la discoteca y le hemos contado esta triste historia.
0:13:10 La historia de Gabriel de Estrella, amante de Enrique IV.
0:13:16 ¿Qué dijo el discoteca? ¿Qué fue bastante insensible?
0:13:19 No importa. Se puso a contar una historia de él.
0:13:23 De él, de nada que ver, que decía que tenía una novia en Martín Coronado,
0:13:27 y que no la veía más porque le quedaba lejo.
0:13:31 Y bueno, eso es una historia de la muerte.
0:13:33 No va a comparar.
0:13:35 No dio un disco diciendo que era para ilustrar la historia de Enrique IV,
0:13:38 y a mí me parece que recuerda mejor la historia de él,
0:13:42 ya que se llama la novia ausente.
0:13:44 Se puede estar ausente por haberse muerto, pero también por vivir en Martín Coronado.
0:13:49 Es una de las peores formas de ausencia que se conoce.
0:13:56 Entonces vamos a escuchar la clásica versión de Carlos Gardel,
0:14:00 del tango que se llama la novia ausente.
0:14:14 Cuando era estudiante y tú eres lavada,
0:14:18 te contó sonrisa, me partías en fereas
0:14:22 a los juntos altos de aquella barriada,
0:14:26 a las noches cibias, a las fantasías
0:14:30 de nuestra beina y abrilas felices.
0:14:34 Cuando solo vencés tu risa se oía,
0:14:38 y solo tenías, y estabas los grises.
0:14:44 Fijamos del brazo y tú supirabas,
0:14:48 porque muy cerritita te decía mi bien.
0:14:52 Ves como la luga se enrede los filos,
0:14:56 y su luz de plaga te besa en la piel.
0:15:00 Al raro con puro de noche y receda,
0:15:04 te emplaban las hojas del parque también,
0:15:08 y tu verdadías que te recitara,
0:15:11 esta zona vina es oño, Robey.
0:15:16 La princesa está triste, que tendrá la frontera,
0:15:20 los suspiros se escaban de su boca depresa,
0:15:23 que han perdido la risa, que han perdido el color.
0:15:27 La princesa está pánida en su ciudad de oro,
0:15:30 está mudo el teclado de sus claves honoros,
0:15:33 que nunca se olvidaba de un malo gran flor.
0:15:37 Te duentes lograron, que ya no existe,
0:15:41 que en vano hueso dajueilando mis males,
0:15:45 y que penaltiva, hoy me he hecho tan triste,
0:15:49 que hice como el lejo de las catedralas.
0:15:53 Ay, ya sé, ya sé, pues la novia ausente,
0:15:57 aquella que jugaba y rejuniara, te me llamaba,
0:16:01 que al morir un beso te dejé en la frente,
0:16:05 porque estaba brilla, porque me dejaba.
0:16:11 Al raro concuro de noche y reseda,
0:16:15 te emplaban las hojas del parque también,
0:16:19 y tu verdadías que te recitara,
0:16:23 esta zona vina es oño, Robey.
0:16:31 Era Carlos Bardell, en la venganza será terrible,
0:16:35 la novia ausente.

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