Transcripción automática
0:00:00 Hablaremos entonces de una aventura amorosa de Ivan Rimsky Korsakov, no el músico Nicolás, sino el abuelo.
0:00:12 Así que vamos a ubicarnos en Rusia, allá por 1778. Catalina la grande era la emperatriz.
0:00:20 Tenía por entonces casi 50 años de edad, es decir, que ya no se cocinaba el primer hervor.
0:00:26 Hemos hablado de Catalina, contamos entre otras muchas cosas, un procedimiento que tenía para elegir a sus amantes.
0:00:36 Practicaba cuidadosas elecciones de sus compañías nocturnas.
0:00:40 La sarina no estaba dispuesta a admitir en su cama a cualquiera. Muchos sí, cualquiera no. Es una distinción interesante.
0:00:49 Muy interesante, tanto a tomar en cuenta.
0:00:51 Antes de que un hombre llegara a ella, lo hacía examinar en todos sus pormenores, morales y sobre todo físicos.
0:01:00 Lo curioso es que el examinador a desafirtudes no era la propia Catalina, sino que así intervenir a una dama de su confianza e incluso a un médico.
0:01:09 Entre la dama y el médico ponían a prueba las cualidades del posible amante de la sarina.
0:01:14 Durante mucho tiempo exerció esa función la Condesa de Bruce, en ella la responsable de aprobar o de expulsar a los candidatos.
0:01:25 Estos candidatos eran provistos nada menos que por Gregorio Aleksandrovich Potemkin, el viejo amante de Catalina.
0:01:34 Parece que algunos años después del inicio de las relaciones con Potemkin, Catalina empezó a observar a hombres más jóvenes que él.
0:01:43 Potemkin se preocupó porque quería seguir siendo el hombre de mayor confianza de la sarina.
0:01:49 Entonces para conservar su influencia y no tener que molestarse contra mites de Alcova, Potemkin se encargó de buscar él mismo para Catalina algunos neatos.
0:02:01 Buscaba en general tipos que no pudieran durar demasiado.
0:02:06 Digo para que el intruso no viniera a cautivar a la sarina más allá de lo que era inmediato y físico.
0:02:13 Cuidaba su lugar.
0:02:15 Bueno, una vez que Potemkin elegía a uno y a Catalina más o menos le gustaba, entonces se lo mandaban a la Condesa de Bruce para completar la operación.
0:02:25 Por ahí alguno lo sugería la propia Condesa.
0:02:29 Por esos días de 1778 había sido expulsado el amante Simon Forig y se pensó para Catalina en el sargento Ivan Rimsky Korsakov.
0:02:42 Era el abuelo del compositor como hemos dicho.
0:02:45 El nuevo elegido por Potemkin pertenecía a una familia de nobles de Smolensko y tenía 24 años de edad.
0:02:54 Una noche tuvo lugar el examen y Korsakov fue muy bien calificado.
0:03:00 Dicen que quizás fue el de mayor calificación de todos los que probó la Condesa de Bruce.
0:03:05 Parece que la Condesa maravillada, le dejo a la sarina que no podía perderse semejante posibilidad amorosa.
0:03:14 Bueno, Catalina comprobó lo que se decía acerca de este señor.
0:03:20 Parece que además de ser un buen amante, era buen cantor.
0:03:24 Y así entre canción y canción la amaba.
0:03:28 Dice la crónica que la sarina se pasaba los días justamente entre abrazos y bellas melodías.
0:03:34 Korsakov también estaba interesado en la literatura y Catalina, enamorada, le ordenó a un librero la tarea de formarle una biblioteca.
0:03:44 Y este librero anotó una respuesta del favorito que después vino a pesar en su contra.
0:03:51 Se ve que era un poco chistoso Iván Rimsky Korsakov.
0:03:55 Porque el librero le preguntó qué libro querría tener su señoría en la biblioteca.
0:04:00 Bien lo sabés, respondió Korsakov. Volúmenes gruesos abajo y pequeños arriba, como el emperatriz.
0:04:08 Bueno, parece que era como la naranja bitch, Catalina la grata.
0:04:12 Los embajadores decían que Korsakov era el colmo de la faturidad.
0:04:17 Pero tal vez esta estupidez agravianza del muchacho fue lo que insitó a Potemkin a llevarlo a los brazos de Catalina.
0:04:26 Evidentemente un joven radiante pero estúpido le convenía a Potemkin para que pudiera sustituirlo en el placer, pero no en la influencia política.
0:04:36 Bueno, lo nombraron a ayuda de campo, se le otorgó también el título de caballero del águila blanca, polaca.
0:04:43 Encantado con esta posición Rimsky recibió regalos, tierras, propuestas amorosas de otras damas,
0:04:51 pero entre todas las otras damas que no eran Catalina a Rimsky Korsakov le interesaba solo una, que ya lo había correspondido.
0:05:02 Iván no había podido olvidar a la Condesa de Bruz, la que lo había probado.
0:05:09 Si había enamorado y la Condesa también se había enamorado de él.
0:05:14 Entonces tuvieron encuentros secretos.
0:05:17 Durante un año cuentan que esos encuentros eran tan frecuentes, tan voluptuosos y tan encendidos
0:05:25 que la Condesa de Bruz empezó a mostrarse reticente a recibir a los otros candidatos que le enviaba Potemkin.
0:05:32 No esa profilidad a Korsakov, sino por estar exhausta.
0:05:37 La voluptuosidad de estos encuentros entre Korsakov y la Condesa era joven sí.
0:05:45 Los volvió poco cautos.
0:05:47 ¿Las sube en Condeja?
0:05:50 Sí, sin embargo lo que delató a los amantes no fueron los sonidos propios del comercio amoroso, sino una canción.
0:06:01 Lamentablemente no sabemos cuál.
0:06:03 Que Rimsky le estaba cantando a la Condesa.
0:06:06 Catalina lo sollo, se metió en la pieza y lo sorprendió cantando.
0:06:12 Entonces la Condesa de Bruz no pudo invocar las necesidades del servicio de la emperatriz porque ese tipo ya lo tenía bien probado.
0:06:21 No pudo decirlo, estoy probando.
0:06:24 La Condesa fue desterrada a las regiones más heladas y obligada a trabajar en minas,
0:06:31 contrariamente a lo que había venido así.
0:06:35 Nada más se supo de su vida.
0:06:40 Su lugar fue ocupado por la señora Protosova, una nueva probadora de hombres.
0:06:46 Un arbolero de proceso de evolución.
0:06:49 Protosova, sí.
0:06:52 Ivan Rimsky y Korsakov tras una fuerte pena de azotes, fue también desterrado pero a regiones más benévolas.
0:07:01 La verdad es que Catalina, un poco arrepentida por el castigo, lo echó pero con una generosa asignación.
0:07:08 La razón que se impuso para el exilio para que no se hablaran la corte de los amores de Catalina fue incompetencia como soldado.
0:07:16 Bueno, después se pierde la historia de Ivan Rimsky y Korsakov,
0:07:22 hasta que su nieto lo recupera como abuelo famoso.
0:07:27 Bueno, Nikolai Rimsky Korsakov es el autor del famoso vuelo del Moscar Don, que todos conocen.
0:07:38 Sabe que eso es, que pertenece a una ópera, que a mí me parece que se llama algo así como el zar saltán.
0:07:47 Si no recuerdo mal, yo nunca vi ni siquiera filmada ni nada ni ninguna referencia visual de la ópera.
0:07:59 Así que no sé cómo puede ser una apuesta de esto que le voy a contar.
0:08:03 Creo que hay una princesa que es raptada y uno de los personajes se convierte en Moscar Don
0:08:10 y marcha detrás del barco en el cual llevan a la princesa.
0:08:15 Y después aparece en el lugar donde la tiene secuestrada,
0:08:21 que no sé si es un palacio o algo por el estilo,
0:08:25 y ahí mientras el barco va llevando a la chica se oye esta canción que no tiene letrax,
0:08:34 pero que es una canción que ilustra más bien justamente esa circunstancia de la transformación de un hombre en Moscar Don.
0:08:45 Después la ópera no nunca la vi ni vi que alguien la viera.
0:08:49 No, no es cierto, es cierto.
0:08:51 Pero la canción sí, sí son muy famosas.
0:08:54 Nosotros deberíamos hoy pasar el vuelo del Moscar Don, que por otra parte es una composición breve
0:09:01 y que ya ha sido un poco apropiada por la música popular, pero adivine que...
0:09:06 No la teníamos, la teníamos, pero no la teníamos.
0:09:09 En ese caso yo creo a Alejandro que hay que apelar a la generosidad de las personas y pensar...
0:09:15 Pensar al mirante Potionkin, que además de haber liderado el título en una maravillosa película,
0:09:20 hecha mucho tiempo después y en contra de la misma familia a la que él sirvió de algún modo,
0:09:24 tuvo esta especie de mirada bonachona como para seguir siendo un hombre de pro.
0:09:29 Esa especie de muy bien tener que borrarla de mi lexico,
0:09:32 pero bueno, un hombre garante y un hombre serio, un hombre que se hace cargo en su lugar,
0:09:37 esta especie de dejar que los jóvenes pasacen alrededor de la muchacha catalina y conservar su influencia.
0:09:42 Me parece que estos gestos, aún cuando tengan su gran familia, hablan de un verdadero amor,
0:09:46 amor por el poder, pero amor al fin.
0:09:48 Pero amor al fin.
0:09:49 Después el muchacho otro, que se lo merece, es el muchacho Iván, el abuelo de Nicolay,
0:09:54 porque digo, está muy bien, fíjese el heroismo de este muchacho,
0:09:58 que no contento, además conservira, la emperatriz, servía a que esa mujer
0:10:01 que le había llamado la atención y que lo había promovido a ciertos lugares.
0:10:04 Claro, es una forma de agradecimiento.
0:10:06 Es una forma de agradecer a que uno debería mantener siempre y que no siempre le da el cuero a uno como para hacerlo.
0:10:10 Y finalmente al médico, pobre, digo, que se la pasó mirando muchachos,
0:10:14 ahí al servicio de la emperatriz, hermanos, dos cosas me encontran a la falta de una.
0:10:18 Para que los tres, al encontrarse algún fogón, pudieran decir, ¿te acordás cómo era?
0:10:22 Sí, aunque no lo puedas creer, yo soy aquí el muchacho.
0:10:25 Yo sé que es que el muchacho escucharemos en la versión de Hugo del Carril.
0:10:36 Ya pasó la primavera con sus flores,
0:10:41 golondrinas mensajeras de mis sueños.
0:10:47 Hoy te alejas y te llevas mis amores.
0:10:51 Y yo sigo tu viaje con empeño.
0:10:56 Vuelve pronto que los toños para Isiánero
0:11:00 se ocultan la tristeza de sus días.
0:11:06 Quiero ser a tu regreso el cancionero
0:11:10 que dejen un te quiero rendir un corazón.
0:11:14 Yo soy aquí el muchacho que puso sin agravios
0:11:19 en tus pintados labios la gloria de un vivir.
0:11:23 A que te entrecarís y a torrenabas es un viso
0:11:28 y que el destino quiso unirlo en el sufrir.
0:11:33 Yo soy aquel que tuvo costencias vecinas.
0:11:38 Yo fui la primavera y tuve lo toño cruel.
0:11:42 Te ha vuelto golondrina
0:11:47 en lo que si fue el espacio
0:11:52 que fue como un palacio
0:11:56 para vivir tu enero.
0:12:01 Si en el viaje te asotarán a todo el venta
0:12:07 de un engaño y con su frío que embalterata
0:12:14 no le pongas cara fiera esta contenta
0:12:19 de con risa saldolor se ves barana.
0:12:23 Yo también cuando te fuiste golondrina
0:12:27 a mi llanto lo ves que lejos la alegría
0:12:33 y diré como nerviosa seres sentida
0:12:37 el ave menos espina que ha muerto mi dusión.
0:12:42 Yo soy aquel muchacho que puso sin agravios
0:12:48 en tus pintados labios la gloria de un vivir.
0:12:53 Aquel te entrecarís y a tornavas es un viso
0:12:57 y que el destino quiso unirlo en el sufrir.
0:13:03 Yo soy aquel que tuvo costas y vecinas.
0:13:08 Yo fui la primavera y tuve lo toño cruel.
0:13:13 Te has vuelto golondrina
0:13:18 en lo que se fue el espacio
0:13:24 que fue como un palacio
0:13:28 para vivir tu enero.
0:13:39 Era ugo del carril en la venganza será terrible
0:13:43 Yo soy aquel muchacho.
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