Transcripción automática
0:00:00 Continuamos en la venganza Serata Arriba, estamos en el auditorio de Radio del Plata que está ubicado en la calle Gorriti 5963.
0:00:09 Entre Ravi y Niani y también Adévalo.
0:00:11 De la ciudad de Buenos Aires.
0:00:13 Hablaremos hoy de cuevas, grutas, cavernas, túneles y oso.
0:00:19 Hay lugares donde los pueblos suelen imaginar que ocurren sucesos maravillosos.
0:00:28 Con frecuencia, estas maravillas tienen lugar en sitios más o menos inexpugnables o mantiguos o ruinosos y muchas veces en cuevas o cavernas.
0:00:41 Y daremos hoy algunas cuevas famosas donde se ha dicho que sucedieron cosas extrañas.
0:00:47 Había en Irlanda un lago con una isla y en esa isla una caverna encantada.
0:01:03 Parece que mediados del siglo V, San Patricio, en realidad era natural de Escocia.
0:01:10 Propagó por Irlanda la fe de Cristo.
0:01:14 Pero muchos eran reasios a esas predicaciones y persistían en el homenaje a las antiguas divinidades.
0:01:23 Parece que fue necesario un milagro para que el pueblo abrazara las nuevas doctrinas.
0:01:31 Y merecé de los rezos de Patricio si abrió repentinamente en una isla del Lago Derg una caverna.
0:01:40 Y dijo, bueno, rezo, ojalá que se abra, que se abra, que se abra una caverna.
0:01:48 Y se abrió. Muchos curiosos visitaron aquella cueva y algunos se metieron en los caminos subterráneos y encontraron algo que los espantó.
0:02:00 Allá no se había creado.
0:02:05 En la época de San Patricio, todavía no había purgatorio.
0:02:10 Fue una solución decidida por la iglesia para ver a dónde metían los tipos que todavía estaban.
0:02:20 Esto fue bastante más adelante en el Concilio de Trento, me parece.
0:02:26 Debe hacer casi todos.
0:02:28 Y bueno, sí, dijieron, vamos a poner un purgatorio.
0:02:34 Sirvió también para que se hiciera institucional.
0:02:41 Una costumbre que sí ya existía.
0:02:44 Que era de cobrar, hacer misas, que sacaran del purgatorio, no del purgatorio, que sacaran de incluso del infierno.
0:02:51 Algún filado, claro.
0:02:52 Algunas almas.
0:02:54 Y sirvió para que alguien escribiese un tercio de esa maravillosa obra que es la comedia.
0:02:59 Así se hizo San Pedro.
0:03:02 El caso es que en aquella época, en aquella cueva, había una llave de la que se había hecho.
0:03:08 El caso es que en aquella época, en aquella cueva, había unas llamas que purificaban a algunos, a quienes no les daba la maldad como para infierno.
0:03:19 Y entonces allí sufrieron un cacho, hasta merecer el ascenso a la mansión de los bienaventurados.
0:03:26 Cuentan que el testimonio de aquellos que visitaban la cueva de Derg y veían las llamas y el sufrimiento de los demorados,
0:03:36 movió a muchos irlandeses a la conversión lisa y llana.
0:03:41 Y no es para menos.
0:03:43 Y si veis eso.
0:03:44 Y yo viera algunos, algunas almas sufriendo entre las almas del purgatorio en una cueva que se acaba de abrir en una isla,
0:03:55 inmediatamente me convertiría a la religión que usted me dio.
0:03:59 Claro, a lo que pidan.
0:04:02 Muchos oían hablar de aquel purgatorio y se convertían directamente sin ir a ver cómo era la gente.
0:04:14 El caso es que vamos a otra cueva.
0:04:17 Al lado del célebre templo del oráculo de trofonio en los bosques de Beosia había una cueva.
0:04:23 Estaba llena de serpientes y los visitantes aplacaban la ferocidad de aquellos reptiles arrojándoles tortas de miel para que los dejaran pasar.
0:04:34 Dentro de la caverna había una fuente y quien bebía de aquella fuente borraba de la memoria los hechos y recuerdos pasados.
0:04:44 Ni más ni menos que la fuente del olvido.
0:04:47 Timargo estuvo allí y contó lo que vi hoy escuchó en aquella cueva.
0:04:55 Sonidos melodiosos.
0:04:57 Melodiosos no, melodiosos.
0:05:00 Voces inarticulares, torrentes de fuego, abismos profundos, que jumbres en su mano.
0:05:09 Cuenta Timargo que presenció aquellas cosas sin saber si estaba dormido o despierto.
0:05:16 Algunos dicen que Timargo había caído en un desmayo del que no volvió hasta que lo sacaron de la cueva.
0:05:23 Así que para mí que todo eso se lo soñó lisa y llanamente.
0:05:29 Algo parecido a lo que le pasó al Quijote en la Cueva de Montesinos.
0:05:34 Don Quijote se propuso en el corazón de la mancha entrar a la cueva de Montesinos para ver si era cierto lo que se decía.
0:05:43 Y cuando entró cae un sueño profundísimo y ahí se quedó dormido.
0:05:49 Parece que en determinado momento él se tocó para ver si era cierto o no, como tantos de nosotros.
0:05:58 Era para ver si le estaba ocurriendo a él o a otro.
0:06:04 Y vio palacios de muros transparentes, un anciano que era Montesinos, escuchó sollosos de doncellas vestidas de luto,
0:06:15 que iban llorando el cuerpo del héroe Durandarte.
0:06:18 En fin, cuando contó todas estas cosas, Sancho no le creyó y explicó que Don Quijote era víctima de una ilusión.
0:06:26 Lo cual probablemente era cierto.
0:06:29 Pero bueno, otro episodio.
0:06:33 En tiempos de la conquista de los españoles en América,
0:06:38 supieron que los indios llamaban Salamancas algunos lugares y cuevas donde podrían encontrarse maravillas.
0:06:47 Ha escrito un cronista que en las Salamancas podrían encontrarse espaciosas habitaciones
0:06:55 con paredes y techos que se enteleaban como el diamante.
0:07:00 Y allí, multitudes jóvenes bellas danzaban al compás de música suavísima.
0:07:08 Él ha afortunado que conseguía entrar a una Salamanca,
0:07:11 y ha podido observar a estas hermosas muchachas que, por otra parte, eran custodiadas por serpientes terribles.
0:07:20 Ulricho Schmidel buscó esas cuevas pobladas de mujeres bellas.
0:07:26 Ulricho Schmidel siempre estuvo muy preocupado por encontrar mujeres bellas.
0:07:34 No siempre le iba bien.
0:07:36 En este caso, por ejemplo, no encontró nada.
0:07:38 El parque de Zamas sigue esperando su nombre.
0:07:43 También se decía que muchos hombres poderosos y de acaudalada fortuna habían obtenido ese poder en una Salamanca.
0:07:53 Un ejemplo tardío de semejante creencia es este.
0:07:59 En la revolución de farrapos, que tuvo lugar a mediados del siglo XIX,
0:08:05 se destacaba un general llamado Bentos Manuel Ribeiro.
0:08:09 Siempre tenía suerte, ya sea en los lances que hacían peligrar su vida o en las empresas que comenzaban.
0:08:17 La gente atribuía esta buena estrella de Ribeiro a las visitas que hacían a la Salamanca
0:08:23 que había en uno de los cerros del Yarao, que están al norte del río Cuaren,
0:08:28 ahí cerca de la frontera entre Uruguay y Brasil.
0:08:32 No parecía haber en esa cueva rareza geográfica, sino únicamente un aire que impregnava de buena suerte
0:08:39 a quienes conseguían ingresar en ella.
0:08:43 Ribeiro había puesto una guardia armada para que nadie más entrara
0:08:48 y se gastara la suerte que es la inhalación de aquel aire proporcionada.
0:08:53 Bueno, esto es todo lo que tengo que decir sobre la cueva de Ribeiro.
0:08:59 Una cueva de buena suerte.
0:09:02 Hablaré de la cueva de Macpela, que es una cueva doble que contaría pares de tumbas.
0:09:20 Aquellas tumbas eran las de Adani Eva, las de Abrán y Sara.
0:09:28 Acá dice la Disac y Rebeca.
0:09:35 No, está bien. La Disac y Rebeca está bien.
0:09:38 La de Jacob y Lea.
0:09:40 ¿Qué le dirán ustedes? ¿Por qué Jacob estaba con Lea y no con Raquel?
0:09:48 Parece que la cueva de Macpela estaba en Jebus
0:09:55 y Abrán la encontró porque fue a buscar un becerro.
0:10:02 Se le había escapado, se metió en la cueva el becerro,
0:10:06 Abrán corrió tras él, cuando entró, vio a Adani Eva,
0:10:11 que era lo único que estaba en aquel entonces,
0:10:14 que estuvieran durmiendo en sus camas,
0:10:16 mientras que unas velas encendidas alrededor de ellos,
0:10:22 bueno, exhalaban un olor fragante.
0:10:27 Otros dicen que Adán está enterrado exactamente debajo
0:10:34 del tiro de la cruz del Cristo en Jerusalén.
0:10:40 Pero la cueva de Macpela incluso tiene una ubicación
0:10:46 más bien contante y sonante, aunque de luego no se pueden encontrar.
0:10:51 Estuvo muchos, muchos centenares de años esa cueva en manos del islamo.
0:10:59 Claro, claro, lógicamente.
0:11:01 Estaba pensando con lo que decía de nuestro amigo San Patricio,
0:11:07 los irlandeses, hay un diálogo en que en una de las discusiones
0:11:11 entre los líderes del Saint Féin, del partido independentista,
0:11:15 en que la Iglesia condena un atentado y hay uno de ellos dice,
0:11:18 pero de cuando somos católicos en serio,
0:11:20 siempre lo fuimos para ocultar que éramos celtas,
0:11:22 es decir, que eran druidas.
0:11:24 Pero bueno, digamos que toda caverna alejándola es especial
0:11:27 para los hombres, uno viene de alguna forma
0:11:30 de esa especie de caverna natural que es el vientre materno
0:11:33 y quizás eso, además de las fieras salvajes, el clima,
0:11:36 se va la gente a tal caverna que ahora están abiertas como museos,
0:11:39 las de Lasco, las de Altamira, en España, las de Lasco, en Francia y todo eso.
0:11:43 Tenemos la caverna de Alibaba, que es un tipo un chorro,
0:11:46 un busco en la caverna.
0:11:48 La puerta se abrió famosamente.
0:11:50 Con la esforza digital de Ávete 6.
0:11:54 Tenemos la cueva de la tortuga, para los orientales,
0:11:59 que dicen que unos refugiados entraron a cueva
0:12:01 y había una tortuga que les enseñó el secreto
0:12:03 para vivir mil años como si aún no le interesara.
0:12:05 Que tiene que ver con moverse poco,
0:12:07 tomar una gota de agua por día y pavadas por el estilo.
0:12:09 Y están las de Spelunca, Osparlonga, Italia,
0:12:13 inmortalizadas en un poema de Alberto Giri
0:12:15 que recuerda ese origen y todo lo demás.
0:12:17 Yo estuve en una Sencana en Bali, en West Virginia,
0:12:20 donde le advierten al turista que no se divierta
0:12:23 metiéndose en cuevas porque puede ocurrir
0:12:25 que haya un oso durmiendo
0:12:27 y si uno entra se va a despertar y va a morir inmediatamente.
0:12:30 También hay unas grutas interesantes en Capri.
0:12:34 Capri, bueno.
0:12:36 La famosa gruta azul y la gruta del cane,
0:12:41 una gruta donde se dice que los perros se morían al entrar.
0:12:46 Sí, por los gases.
0:12:48 Explicaban que había unos gases que llegaban hasta cierta altura
0:12:51 que entonces mataban solamente a los perros
0:12:53 que son más bien petizos.
0:12:55 La misma implicación se daba para una de las siete plagas de Egipto.
0:13:00 Decían que se morían los hijos primogénitos
0:13:03 y ninguno de nosotros porque había habido
0:13:06 una explosión de un volcán allá por donde Cudas perdió el poncho
0:13:10 y habían llegado gases, o habían salido gases
0:13:13 desde el lago de No sé qué,
0:13:15 que llegaban hasta una cierta altura
0:13:17 y parece que los hijos primogénitos
0:13:19 dormían en las camas de abajo.
0:13:21 Las camas de abajo, bueno.
0:13:22 Las camas de arriba, lo cual hace remontar las camas marineras
0:13:26 a una época donde quién sabe si se había inventado.
0:13:31 Y además, quita el sentido de la maldición,
0:13:33 que es lo único divertido de esa historia.
0:13:36 Todo para dar una explicación ebemerista.
0:13:39 Es decir, para creer en la maldición sin creer.
0:13:42 O se cree o no se cree.
0:13:44 Arunas de dos.
0:13:45 Te metes en una caverna y sabes que vas a encontrarte algo desconocido
0:13:48 o haces como hace uno cuando va a los Estados Unidos
0:13:51 y se mete a ver esta lactita y esta lágnita.
0:13:53 A la media hora dice, ¿quién diablo me mandó a meterme a casa?
0:13:56 Y es todo igual.
0:13:57 Justamente eso le quería hablar porque en nuestro país,
0:14:00 en distintos sectores, en el noroeste, sobre todo,
0:14:02 hay cosas que nadie cree,
0:14:04 pero que la gente en el lugar las menciona con cierto temor.
0:14:07 La cosa del basilisco, por ejemplo,
0:14:09 o el familiar, ese perro con ojos de ensamas.
0:14:11 Y le advierten a uno que se escucha justamente una música suave
0:14:16 y hay una caverna.
0:14:17 Lo más probable es que así no encuentre muchachas hermosas,
0:14:20 sino que le estés echando el mismísimo demonio,
0:14:23 porque donde hay una cueva siempre está el demonio cerca.
0:14:26 Y en ese caso solo le dirán a Madrid de Contraseña,
0:14:29 ojo con la Salamanca.
0:14:31 Y la Salamanca es también una samba que estuvo muy de moda,
0:14:35 muy de moda.
0:14:36 Y que ahora escucharemos con un poco de incredulidad.
0:14:42 Y de miedo.
0:14:43 Y de miedo.
0:14:44 Cantan los fronterizos. Adelante.
0:14:50 елんと.
0:15:20 De Montor del caballo y el baile empezó con la cola marcando el compad
0:15:28 Un rococo de la isla cantaba su amor o una zapa vestida de azul
0:15:36 Carbonsillo bailaba luciendo la flor que a los ciegos devuelve la luz
0:15:45 Carbonsillo bailaba luciendo la flor que a los ciegos devuelve la luz
0:15:53 Socavón donde el alma muere a salir salamanca vencerlo matar
0:16:01 Que las noches de luna se puede sentir la mandinga y los diablos canvan
0:16:09 Que las noches de luna se puede sentir la mandinga y los diablos canvan
0:16:18 A vento, gileteando un estopa cruzaba el anillo de los cielos la bruja mayor
0:16:43 La rechusa en el hombro y el gran tenedor disparando lea a la cruz del sur
0:16:59 Un kikincho barbudo tocaba el violín de un solrino con bol de tenor
0:17:08 Te ganaba el silencio con un jarabi que mandinga cantarle el señor
0:17:24 Socavón donde el alma muere a salir salamanca vencerlo matar
0:17:33 Que las noches de luna se puede sentir la mandinga y los diablos canvan
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