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7 de Marzo de 2008

Cuevas, grutas, cavernas y hoyos

Transcripción automática

0:00:00 Vamos al tema inicial de hoy.
0:00:04 Hablaremos, con su permiso, de cuevas, grutas, cavernas y hoyos.
0:00:10 Es un tema que nos han pedido muchísimo.
0:00:13 Hable de la cueva, de la gruta, de la caverna y del hoyo.
0:00:25 Hay lugares.
0:00:29 Lo voy a decir de nuevo.
0:00:31 Hay lugares en donde los pueblos suelen imaginar que ocurren sucesos maravillosos, o cenarosquí.
0:00:40 Con frecuencia, estas maravillas se verifican en sitios más o menos inexpugnables,
0:00:49 o lejanos, o ruinosos, o antiguos, y muchísimas veces en cuevas y cavernas.
0:00:55 Citaremos hoy algunas cuevas famosas en donde se ha dicho que sucedían cosas extrañas.
0:01:05 No, llevar el programa, si es necesario.
0:01:08 Buen momento para terminar una carrera.
0:01:12 Bueno, había en Irlanda un lago en una isla.
0:01:22 Por ahí se había una caverna encantada.
0:01:26 ¿Cuentan que a madr. V, San Patricio, que en realidad era natural de Escocia,
0:01:36 propagó con gran celo la fe de Cristo.
0:01:40 Algunos en Irlanda eran racios, o mejor todavía, racios a esas predicaciones,
0:01:47 y persistían en el homenaje a las antiguas divinidades.
0:01:53 Parece que fue necesario un prodigio para que estas gentes abrazaran a las nuevas doctrinas.
0:02:01 Mándese un milagro que si no no vamos a creer aquí.
0:02:04 Bueno, Mercedes a los restos de Patricio se abrió repentinamente en una cueva profunda en una isla del lago Derck.
0:02:13 He ahí un prodigio. Si usted no quiere creer después de eso, usted ya tiene mala voluntad.
0:02:21 Se está parado ahí lo más tranquilo y se abre una cueva en las vecindades del lago Derck.
0:02:28 Muchos curiosos visitaron aquella cueva e incluso se animaron a recorrer sus caminos subterráneos
0:02:34 hasta que encontraron algo que los espantó.
0:02:40 Pasaron en el lugar en donde ardían las llamas de una especie.
0:02:46 Pasaron en el lugar unas llamas y pensaron que aquellas llamas pertenecían a una especie de purgatorio.
0:02:55 Cosa muy rara porque aquella institución todavía no se había creado.
0:03:01 ¿Saben ustedes que la Constitución del purgatorio es relativamente reciente?
0:03:08 Y en épocas de San Patricio no había purgatorio.
0:03:12 Ahora tampoco porque han sido abolidos y clausurados por diserción de la cueva.
0:03:19 Pero allí en la cueva había unas llamas que purificaban, según decían,
0:03:23 las almas de algunos a los que no les daba la maldad para el infierno y tampoco la bonda para el cielo.
0:03:30 Entonces sufriban allí hasta merecer el ascenso de los bienaventurados.
0:03:35 Cuentan que el testimonio de aquellos que visitando la cueva del Derck vieron las llamas
0:03:43 para que muchos se convirtieran.
0:03:48 Plisa y llanamente oían hablar de aquel purgatorio,
0:03:53 aquel purgatorio anacrónico y anticipado,
0:03:56 purgatorio afán de letros, dirían los franceses,
0:03:59 y se convirtían en el cristianismo en ese mismo acto.
0:04:03 ¿Me ha convierto?
0:04:06 Otra cueva, al lado del célebre templo del oráculo de trofonio,
0:04:13 en los bosques de Beosia, que todos conocemos,
0:04:17 había una cueva, estaba llena de serpientes,
0:04:22 y los visitantes aplacaban la ferociidad de estos reptiles arrojándoles tortas de miel
0:04:30 para que los dejaran pasar, porque ya se sabe que las serpientes,
0:04:34 cuando uno les arroja tortas de miel, permiten nuestro paso sin atacar.
0:04:41 Dentro de aquella caverna de Beosia había una fuente,
0:04:47 y quien bebía de aquella fuente borraba los recuerdos pasados,
0:04:55 borraba los recuerdos pasados,
0:04:59 ni más ni menos que la fuente del olvido.
0:05:02 Ningún historiador dice que era cierto,
0:05:09 Timargo dice que estuvo allí y que vi hoy escuchó algunas cosas,
0:05:14 que escuchó sonidos melodiosos,
0:05:20 voces inarticuladas,
0:05:23 vio torrentes de fuego, abismos profundos,
0:05:28 que jumbres de hombres y mujeres, ay, ay, etcétera.
0:05:35 Cuenta este hombre que presenció esas cosas sin saber si estaba dormido o despierto.
0:05:41 Ah, así yo también la vi.
0:05:45 Algunos dicen que Timargo había caído en un desmayo,
0:05:48 del que no salió hasta no regresar de la cueva,
0:05:53 así que todo esto se lo soñó, redondamente.
0:05:57 Algo parecido a lo que le pasó al Quijote en la cueva de Montesinos.
0:06:01 Don Quijote se propuso en el corazón de la mancha
0:06:07 a rentarse en la cueva de Montesinos para ver si era cierto lo que se decía.
0:06:12 Y cuando entró, lo agarró un sueño profundísimo y se quedó allí dormido.
0:06:19 Parece que en determinado momento, incluso se tocó
0:06:23 para ver si estaba despierto o dormido,
0:06:25 pero no sabe si soñaba que se tocaba, como tantos de nosotros.
0:06:33 El caso es que despierto o dormido,
0:06:37 vio a un palacio de muros transparentes y también a un anciano que era Montesinos,
0:06:43 escuchó so-yosos de doncellas vestidas de luto que iban llorando al héroe Durandarte.
0:06:49 En fin, cuando contó todas estas cosas, Sancho no le creyó nada
0:06:53 y explicó que Don Quijote era víctima de una ilusión.
0:06:57 Astucia de Cervantes, que un personaje de la novela no crea eso.
0:07:05 Entonces, el lector no sabe qué pensar.
0:07:11 No sabe qué pensar y no lo involucra al autor como mentiroso.
0:07:16 El autor dice, bueno, esto decía,
0:07:18 que Quijote y Sancho no le creyó y usted ha ver lo que quiera.
0:07:22 En cambio, cuando el autor se compromete mucho con lo que está contanto, insiste,
0:07:25 esto es verdad y es verdad y le juro que es verdad,
0:07:28 y se gono.
0:07:36 En tiempo de la conquista, los españoles supieron que los indios llamaban Salamancas
0:07:42 a algunos lugares y algunas cuevas en donde podían encontrarse maravillas.
0:07:49 Según un cronista, en las Salamancas podían encontrarse habitaciones
0:07:55 cuyas paredes y techos se enteseaban de diamante y oro brunido.
0:08:00 Y así, multitudes jóvenes besas danzaban graciosamente al compás de músicas suavísimas.
0:08:11 Bueno, el caso es que estas jóvenes danzaban ahí en esas habitaciones.
0:08:26 Lo leo de nuevo, multitudes jóvenes bellas danzaban graciosamente al compás de músicas suavísimas.
0:08:32 Parece una propaganda de un lugar nocturno.
0:08:36 El caso es que el afortunado que conseguía entrar a una Salamanca podía observar
0:08:42 estas hermosas muchachas que, por otra parte, eran custodiadas por serpientes terribles
0:08:48 que servían como último escollo a la constancia de los exploradores
0:08:53 y también se venía su lujuria.
0:08:56 Lujuria y constancia suelen ir de la mano.
0:08:59 El hombre lujuria, como suena a la gente, se veía en la casa de la gente.
0:09:05 El hombre lujurioso es constante.
0:09:10 Ulrich Schmidl, nuestro amigo, amigo de este programa, honesta, que anduvo por acá,
0:09:15 buscó a estas jóvenes bellas en América, pero no encontró ninguna.
0:09:20 Digo, estas de la Salamanca.
0:09:22 Yo me estaba visiblemente desesperado por encontrar jóvenes bellas, se ven sus crónicas,
0:09:29 pero no encontraba ninguna.
0:09:31 En todos sus comentarios acerca de los viajes de los que fue el protagonista,
0:09:36 se quejaba de la fealdad de las nativas.
0:09:40 Yo estuve acá en Buenos Aires, por ejemplo.
0:09:45 Mirá si viniera ahora.
0:09:49 Bueno, y no le gustaba.
0:09:54 Con eso, ¿no?
0:09:58 Hasta que aparecieron las guaraníes.
0:10:01 Y ahí Schmidl se enamoró perdidamente, porque parece que eran hermosísimas.
0:10:06 Y aquí también Schmidl buscaba Salamancas,
0:10:09 aunque en realidad lo que quería encontrar era aquellas preciosas dramas
0:10:13 que danzaban custodiadas por una serpiente.
0:10:16 Muchos hombres acaudalados y caudillos poderosos, se decía,
0:10:21 que habían obtenido su fortuna en algunas Salamancas.
0:10:25 Un ejemplo tardío de dicha creencia es este.
0:10:28 En la revolución de los farrapos rotos, que tuvo lugar en el siglo XVI
0:10:33 en la provincia de Rio Grande de Dozul,
0:10:35 se destacaba un general llamado Ovento Manuel Ribeiro.
0:10:40 Siempre tenía suerte, ya sean los lances que hacían peligrar su vida
0:10:44 o en las expediciones que iniciaban el juego, a ver.
0:10:48 La gente atribuía esta buena estrella a las visitas que hacía la Salamanca.
0:10:53 Y particularmente a una Salamanca que estaba instalada
0:10:57 en uno de los cerros de El Yarao,
0:10:59 ahí al norte del río Cuaren, en la frontera entre Uruguay y Brasil.
0:11:05 No parecía haber en esa cueva rarezas, simplemente había un aire,
0:11:11 un aire que impregnava de buena suerte a quienes conseguían entrar allí y respirárselo.
0:11:18 Entonces Ribeiro parece que había puesto una guardia armada
0:11:21 para que nadie más entrara a la cueva y le gastara el aire.
0:11:26 Y con el aire la suerte que su respiración proporcionaba.
0:11:31 Qué extraordinario, esos son buenos aires.
0:11:35 Aires que al respirarlos, aires que al respirarlos,
0:11:40 que son aires, proporcionan muy buena suerte.
0:11:44 Lo contrario de la malaria, que era una enfermedad,
0:11:48 que no es otra cosa como se llama ahora la malaria,
0:11:51 la enfermedad que produce el mosquito anófeles.
0:11:54 ¿El quito?
0:11:55 El que es?
0:11:56 El paludismo.
0:11:57 Antes les llamaban malaria porque pensaban que el mal estaba en el aire.
0:12:02 Desde luego cundían los pantanos,
0:12:04 que era el lugar donde se alojaba este perverso mosquito anófeles
0:12:08 que disimulaba.
0:12:10 Era él el que causaba el paludismo y no lo decía.
0:12:15 Pero como en aquellos lugares había medio olor apodrido,
0:12:18 había, disculpenme la expresión,
0:12:20 creían que el aire estaba apodrido
0:12:22 y que al respirártelo te agarrabas la malaria.
0:12:25 Bueno, aquí el aire era lo contrario, era un aire beneficioso.
0:12:30 Y Ribeiro tenía suerte porque se respiraba ese aire.
0:12:34 Bueno, esto es todo lo que tengo que decir acerca de cuevas.
0:12:38 Eso tiene un atractivo.
0:12:42 No hemos hablado, pero porque no venía el caso.
0:12:45 Después de toda una cueva maravillosa.
0:12:48 Pero de la cueva de las cuevas,
0:12:52 que es la cueva de Max Pela,
0:12:54 aquella cueva donde están enterrados a Dani Eva
0:12:58 y a Abraham y Sara
0:13:02 y Isaac,
0:13:07 ¿cómo se llama la mujer de Isaac?
0:13:10 Y bueno, el hijo de Isaac,
0:13:12 Isaac, con su mujer, si me estás escapando el nombre de la mujer de Isaac.
0:13:17 Rebeca, Rebeca.
0:13:21 Y está Isaac, no con la mujer que él quería,
0:13:24 que era Raquel, sino con la otra,
0:13:27 que ahora me acuerdo un poco.
0:13:29 El caso es que ahí, en esa cueva, están enterrados.
0:13:32 Están ahí enterrados.
0:13:35 Pero ¿dónde está esa cueva?
0:13:37 Ah, no sabemos.
0:13:39 La respuesta actual es no sabemos.
0:13:42 Se dice que está en un lugar,
0:13:47 pero que en este momento es el lugar,
0:13:49 está en manos del Islam,
0:13:52 y que no dejan entrar,
0:13:55 porque también se agrada el Islam,
0:13:57 desde luego, y no dejan entrar
0:13:59 a los que no profesen esa religión.
0:14:04 No lo sé, pero algún día hablaremos de esta cueva,
0:14:09 y de su ubicación,
0:14:11 no de su ubicación en términos reales,
0:14:13 sino en términos míticos.
0:14:16 Fuemos a la cueva donde está el discotecario,
0:14:22 y tratamos de que nos diera un disco,
0:14:27 no tenía.
0:14:29 Pero yo recordé que de todo esto
0:14:33 me había impresionado mucho esa fuente del olvido,
0:14:38 donde iban a asaciar su sed de desmemoria,
0:14:46 algunos dolientes,
0:14:48 algunas personas sufren y quieren olvidar,
0:14:51 otras personas sufren y quieren no olvidar su sufrimiento.
0:14:55 No sé qué es mejor, no sé, no importa.
0:15:00 Como no teníamos ningún disco traje uno,
0:15:02 donde estamos nosotros, el pequeño grupito,
0:15:06 de un alumno de Fontenla, que es Federico Mirragi,
0:15:10 y hay un cuarteto de cuerdas,
0:15:12 y lamentablemente estoy yo cantando,
0:15:14 el bello tango que se llamó olvido,
0:15:16 y compuesto con toda seguridad,
0:15:18 en atención a estas aguas
0:15:20 donde se podía conseguir el olvido.
0:15:24 Olvido es un hermoso tango
0:15:27 de Charlo y Luis Sanamadori,
0:15:30 que interpreta el cuarteto de cuerdas
0:15:33 de Federico Mirragi,
0:15:35 con Federico Mirragi al piano,
0:15:37 y yo cantando, que vamos a hacer.
0:15:57 No sé qué es mejor, no sé qué es mejor,
0:16:00 pero sé que hay que olvidar el día del vivo,
0:16:05 sin protestar en las jugas caravanas de dolor,
0:16:12 de los hombres que perdieron en local,
0:16:17 sin blaspevar, sin un rencor más solo,
0:16:23 con mi canción.
0:16:25 Nadie pregunta,
0:16:27 ¿daro que si con el pasado,
0:16:29 si fue rico, si fue honrado,
0:16:31 si hubo sedas en mi cura?
0:16:33 ¿Ada a ti e importa quién soy,
0:16:35 ya de dónde vengo?
0:16:37 Y si alguno se ve acerca,
0:16:39 me pregunta cuánto tengo.
0:16:42 Miran los cerados,
0:16:44 que de lado es mi pobreza,
0:16:46 dioy, y en esos cerados,
0:16:48 ceramos para gente cuánto valgo y quién soy,
0:16:53 pero no importa para mí qué lo he vivido,
0:16:57 sos el todo lo que he sido,
0:16:59 lo que nunca más seré,
0:17:03 es por eso que mi boca no dirá,
0:17:08 el secreto de un pasado que me he redido,
0:17:13 fui un gran señor,
0:17:16 y luego en un día o día veces,
0:17:19 me niega el paz,
0:17:22 en los muras caravanas de dolor,
0:17:26 de los hombres que perdieron en local,
0:17:31 sin blaspevar, sin un rencor más solo,
0:17:37 con mi canción.
0:17:40 Nadie pregunta,
0:17:41 ¿daro que si con el pasado,
0:17:43 si fui rico, sin dorado,
0:17:45 si hubo sedas en mi muna?
0:17:48 A nadie importa quién soy,
0:17:50 ya de dónde vengo,
0:17:52 y si alguno se ve acerca,
0:17:54 me pregunta cuánto tengo.
0:17:57 Miran los cerados,
0:17:58 que de lado es mi pobreza,
0:18:00 dioy, y en esos cerados,
0:18:03 de la gente cuánto valgo y quién soy,
0:18:07 pero no importa para mí qué lo he vivido,
0:18:11 yo sé todos los que he sido,
0:18:14 los que nunca más seré.
0:18:24 Escuchamos en la venganza
0:18:26 Será Terrible a Alejandro Dolina
0:18:28 y el cuarteto de Federico Mís Ragi,
0:18:31 interpretando el tema Olvido.

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