Transcripción automática
0:00:00 ¿Cuánta vamos en la venganza serata?
0:00:04 ¡Arribil! Estamos en el auditorio de Radio del Plata, aquí en la clase Gorriti 5963.
0:00:10 Entre Rady y Mianí y también la de Ibalón.
0:00:12 Mañana insistiremos.
0:00:13 Acabas de regalar después, para terminar de agradecerlo, entre otras cosas, una bandera peñaró.
0:00:19 Sí, señor, aguante el carbonero. La bandera y con unos alfajores.
0:00:23 A ver, nos estamos comiendo la bandera y colgándolos alfaj... digo, a través.
0:00:33 Hablaremos hoy del silencio, del casar.
0:00:39 Contaremos algunas curiosidades acerca de este asunto.
0:00:48 Citaremos a personajes famosos que hablaban poco.
0:00:53 Haremos referencia a cuestiones de etiqueta, que imponían cerrar la boca.
0:00:58 Incluso hablaremos de algunos grupos religiosos que tuvieron y tienen, aún como premisa, el silencio.
0:01:07 Algunos historiadores han dicho que el silencio ha sido uno de los elementos esenciales de muchas religiones.
0:01:14 En la antigüedad clásica, sin embargo, se privilegiaba una retórica elocuente, cuando no verbográgica.
0:01:26 Ahí están los grandes oladores griegos, cuya eloquencia servía como valor de prueba, tenía valor de prueba.
0:01:34 Si un abogado, vamos a llamarlo así, era elocuente, pues eso servía para ganar su caso.
0:01:44 No se analizaban tanto los hechos expuestos como la forma en la cual se los exponía.
0:01:53 Hoy, sin embargo, hablaremos del silencio, que en la antigüedad tampoco era infrecuente.
0:02:01 Había silencio religioso, silencio sagrado.
0:02:05 Ahí está Pitágoras, que sometía a sus discípulos a un silencio inicial de dos años.
0:02:12 Vos te notabas en la escuela de Pitágoras y por dos años no podías hablar.
0:02:19 Y bueno, era así.
0:02:23 El caso es que el silencio era decisivo entre los Pitagóricos, no solo como prueba inicial.
0:02:30 Plutarco decía que el silencio era algo profundo y reverente y aseguraba que el silencio era divino, que era lo que aprendíamos de los dioses.
0:02:40 De los hombres de si a Plutarco se aprendía la palabra, que para él era una cosa baja.
0:02:46 Y de los dioses el silencio.
0:02:48 Los padres de la iglesia se acercaron a ese pensamiento.
0:02:53 San Ambrosio se preguntaba retóricamente, de cual es una manera de hablar de más.
0:02:59 ¿San Ambrosio de hablar?
0:03:00 Preguntarse algo retóricamente.
0:03:02 Pero se preguntaba qué deberíamos aprender antes que cualquier cosa, sino acallarnos, para que podamos ser capaces de hablar.
0:03:15 San Ambrosio también refundió, dice nuestro...
0:03:20 Por refundar, seguramente.
0:03:22 Refundió con piloso, aviso, dios nuevos.
0:03:29 Iluminó de otro modo, pero cuando yo escucho refundió...
0:03:33 Piensa en una doble muerte.
0:03:34 Piensa no, piensa en un alumno.
0:03:38 Y justamente descarificado.
0:03:41 En caso de San Ambrosio, no sé en qué sentido, refundió el tratado de Cicerón.
0:03:51 Lo convirtió en otra cosa, creo yo.
0:03:54 Eso es lo que quiere decir, refundió.
0:03:57 Si es que no lo refundó, lo cual también quiere decir lo mismo.
0:04:02 El caso es que el tratado de Cicerón se convirtió en un manual de conducta para los clérigos.
0:04:08 Cosas que Cicerón, desde luego, no se proponía.
0:04:10 Todavía que no había clérigos de Cicerón, allá en Túsculum, y ni siquiera cristianos.
0:04:18 Bueno, en esa obra San Ambrosio, incluye la recomendación de silencio, como muestra de pudor y vergüenza.
0:04:26 Silencio fue siempre señal de gravedad.
0:04:29 La lectura en Bosalta tiene que ver con San Ambrosio.
0:04:31 Sí, claro, fue el primero que le dio en Bosalta.
0:04:34 Y esto lo cuenta claramente San Agustín, en las conversiones.
0:04:39 Le dice que entró y lo vio a Ambrosio, leyendo en silencio, dice con todo asombro.
0:04:43 Que es lo que estaba loco más o menos.
0:04:45 Claro, porque antes se leía hablando, como algunos niños, que leen diciendo lo que leen.
0:04:50 Algunos, Jolina.
0:04:51 Sí, algunos.
0:04:53 Bien, hablar demasiado siempre fue señal de vacuidad, de ligereza.
0:04:58 Se relacionaba la reserva verbal con la noblesa.
0:05:02 Y por el contrario la locoacidad con la bajesa.
0:05:08 El charlatano, el hombre que se ganaba la vida hablando en la plaza del mercado.
0:05:13 O sea, el locoace.
0:05:17 El Papa Pio V publicó un decreto especial en el año 1568.
0:05:22 Tenemos aquí el texto en el que se dice que está prohibido charlar en la iglesia.
0:05:28 Muy bien, me parece muy bien.
0:05:31 ¿Qué es eso de ir a chamoyar? Es como charlar en el cine.
0:05:34 En el cine, claro.
0:05:35 Es igual de malo.
0:05:36 Con el problema de que la película le puede responder ahí.
0:05:40 Prohibido charlar en la iglesia.
0:05:42 San Carlos Borromeo, Arzobispo de Milán, impuso la pena de 10 días a Pan y Agua a quien conversara en la iglesia.
0:05:51 Bien, algunos grupos de religiosos sostuvieron un silencio total pensando que el silencio era señal de virtud.
0:06:00 San Bruno de Colonia fue el fundador de la orden de la cartuja, los cartujanos.
0:06:07 E hizo voto, el amigo San Bruno, de silencio riguroso junto a los monjes que lo siguieron.
0:06:15 Se retiraron al desierto de la Chatroise, cerca de Grenoble, donde cada uno empezó a vivir como vivían los antiguos anacoretas de la Tevahida,
0:06:26 pero no en la Tevahida, sino así en Grenoble.
0:06:28 Hay una anécdota graciosa cerca de San Bruno.
0:06:32 Cierto personaje visitó el taller de un escultor famoso, que no me acuerdo quién era.
0:06:36 Vio una de las estatuas con las cuales el escultor estaba trabajando y quiso hacer el cumplido clásico.
0:06:44 Y le dijo, qué belleza, qué linda estatua, qué maravilla, solo le falta hablar.
0:06:50 Y el escultor contestó, pues si hablara yo sería el menos talentoso de los hombres, porque es el estatua de San Bruno,
0:07:00 que justamente no ha hablado.
0:07:02 El caso es que la orden de la cartuja, esta de San Bruno, tuvo cada vez más fieles.
0:07:08 Nadie hablaba, tenían un complicado lenguaje de señas, entonces lamento decirle que hablaban.
0:07:15 Claro, seron lenguajes sí.
0:07:17 Claro. Bueno, el caso es que los cartujos escribían en vez de hablar acerca de los peligros espirituales de la locuacidad.
0:07:26 Yo digo, se puede incluso ser demasiado hablador escribir.
0:07:30 Escribir, es muy simple.
0:07:31 Como saben cualquiera.
0:07:32 peligroso y gastador.
0:07:33 Es cuioso, no renunciaban a la expresión de los pensamientos, renunciaban a la forma sonora de esa expresión.
0:07:39 Pero escribían todo lo que querían.
0:07:42 No parece tanta renuncia.
0:07:45 En el siglo XIV ya muerto San Bruno, supongo que habrá muerto en silencio.
0:07:52 El papo urbano V quinto quiso dar a la orden de los cartujanos una muestra de aprecio y consideración.
0:08:00 Y decidió reformar las reglas austeras de aquella orden, haciéndola más suave en algunos aspectos.
0:08:07 Por ejemplo, en el referente a no hablar.
0:08:10 Pero ese proyecto indignó a los cartujos que enviaron una carta con objeciones, una carta de 20 páginas.
0:08:19 El urbano, pensando que les hacía un favor, decidió seguir adelante con la reforma.
0:08:24 Decidió dejarlos que hablaran.
0:08:27 Y entonces hizo su operación en el Palacio Papal de Avignon.
0:08:31 Era la época en que los papas estaban en Avignon.
0:08:33 Una cometiva muy extraña.
0:08:36 Una delegación de ancianos cartujos que defilaron silenciosas y tristemente.
0:08:43 Como en el tango La Gallola.
0:08:45 Silenciosas y largamente como te miraba ayer.
0:08:48 Antiorubano, quinto y su corte.
0:08:51 Tanto el papa como los cardenales, quedaron maravillados por lo insólito de aquella embajada.
0:08:58 Porque en verdad todos los que acudían ante él lo hacían para mangiar algo.
0:09:04 Algo, una dispensa, un indulto, una exención.
0:09:08 Pero no, los cartujos querían vivir con toda severidad y mantener su silencio.
0:09:13 Entonces urbano no continuó con sus reformas.
0:09:16 Tampoco ni siquiera los obligó a que le dijieran las palabras y ni siquiera los atendió.
0:09:21 Los dejó nomás que hicieran lo que quisieran.
0:09:24 O mejor dicho, los dejó nomás que no hicieran lo que quisieran.
0:09:28 Los cuáqueros consideraban a las palabras como signos de bileza.
0:09:37 Como una parte del siglo, no del mundo exterior.
0:09:42 Y recomendaban a sus hermanos que se actugieran de decir muchas palabras.
0:09:47 La ilustración más notable del repudio de los cuáqueros por la palabra
0:09:52 fue la institución de la llamada reunión silenciosa.
0:09:56 Una forma de cultos, ignoraciones, insermones, de exclusiva meditación.
0:10:02 Los reyes también consideraban una virtud el permanecer silenciosos.
0:10:07 Los reyes de Pallas, de Felipe II, de Carlos II,
0:10:11 es decir, todos los áustrias menos Carlos, primero,
0:10:14 eran particularmente célebres por esa condición silenciosa.
0:10:18 Incluso lo usaban como estrategia para parecer más dignos.
0:10:22 Entre los reyes de Francia dicen que los más conversadores fueron
0:10:26 Enrique IV, Luis XIV y Luis XV.
0:10:29 Napoleón hablaba poco.
0:10:31 Napoleón III muchísimo.
0:10:33 Artaba a todos los ministros porque se ponía a hablar sobre balística.
0:10:38 Se sabe que Napoleón III era un experto en balística.
0:10:41 Y enseguida sacaba el tema.
0:10:44 Balística, que es decir, estaba muy preocupado por el ángulo de los tiros de artillería.
0:10:50 En la Corte de Versalles nadie podía hablar con el rey durante las comidas públicas
0:10:57 a menos que el rey le dirigiera primero las palabras.
0:11:01 Y si que estabas ahí, ponéle que al rey se le estaba prendiendo fuego la camisa.
0:11:08 Bueno, no le podía decir nada si él no te dirigiera la palabra.
0:11:12 Te lo dejaba que se quemara.
0:11:15 Ahora, si el rey no estaba muy elocuente a veces, nada más que para facilitar la comida,
0:11:21 decía una frase cualquiera como para dar permiso a los demás que hablaran.
0:11:25 El tipo no tenía ganas de hablar, pero decía,
0:11:28 no sé a dónde vamos a parar con él.
0:11:31 Y ya está, ya la conversación seguía.
0:11:36 Bueno, hablarán los animales.
0:11:43 Melampo tenía la facultad de oír el lenguaje de los animales.
0:11:48 No sólo de oírlo, sino de entenderlo.
0:11:51 Pero bueno, esos son mitos.
0:11:55 Quiero decirles, por no hacer que el tema central de esta charla.
0:12:00 Yo no estoy seguro de que sea una virtud en silencio, verdaderamente.
0:12:07 Y no estoy seguro, como decíamos recién,
0:12:12 que un lenguaje de señas o un lenguaje de escrito
0:12:18 no puede hacer también palabras.
0:12:21 Pero totalmente.
0:12:23 Roland Barck hablaba de un silencio consignificado.
0:12:30 Él decía, por ejemplo,
0:12:32 la persona que no habla nos está diciendo,
0:12:37 soy silencioso.
0:12:40 Y es que a veces el silencio se convierte también en un signo.
0:12:44 Así como las señas, así como los signofonéticos.
0:12:51 El no decir nada es signo.
0:12:55 Es decir, tiene correspondiente...
0:12:58 Era significante fortísimo, seguro.
0:13:00 Un significado fortísimo.
0:13:03 Y creo que esto lo dice Bart en el libro,
0:13:08 Lo Neutron, donde pretende que hay un silencio
0:13:11 que no se convierte en sí.
0:13:14 Yo no sé si es posible.
0:13:18 El silencio de los neutros es el silencio
0:13:21 que no se convierte en sí.
0:13:24 Y dice, para oponerse a una serie de signos,
0:13:31 se crea otro signo, y es el silencio.
0:13:35 Pero yo no sé tampoco si...
0:13:43 si es una sola naturaleza del silencio.
0:13:47 Si es lo mismo, no hablar porque...
0:13:52 porque es uno silencioso por naturaleza.
0:13:55 O no hablar porque estás queriendo oponerte al decir.
0:14:02 Así que yo no sé si es algo bueno,
0:14:06 el silencio o algo malo.
0:14:07 Yo creo, Alejandro, que entre las dos formas de exceso,
0:14:10 digamos, ciertamente,
0:14:13 a ver esta esplada,
0:14:15 grandiloquense va a ser más que el exceso de palabras,
0:14:19 es más notorio que el exceso de silencio.
0:14:21 Es más molesto, entonces.
0:14:23 Esto sí influye o interfiere entre las otras expresiones.
0:14:27 Pero estoy de acuerdo con ustedes,
0:14:29 que tienen mucho que ver con el signo
0:14:31 de que vengan a cargar la comunicación.
0:14:33 Y sobre todo la forma en que se manifieste esto.
0:14:36 La humerta, el código del silencio,
0:14:39 implicaba claramente una actitud y una postura
0:14:41 en la que a uno le iba la vida.
0:14:43 En general, la palabra del prisionero
0:14:45 implica el silencio, el prisionero,
0:14:47 mejor dicho, implica una forma de la lealtad.
0:14:50 Déjeme decirle que el silencio
0:14:52 aparece muchas veces como castigo.
0:14:56 Quiere decir que debe ser placentero hablar.
0:14:59 O debe ser al menos algo de lo cual duele privarse.
0:15:04 Quiere decir que por eso,
0:15:06 si a uno no lo condena a hablar,
0:15:09 sino que en general lo condena a callar.
0:15:12 En eso consiste la censura.
0:15:14 Y también en otros ámbitos,
0:15:16 en el diálogo jurídico o el diálogo amoroso,
0:15:19 cuando aquel que tiene que hablar calla
0:15:21 está infligiendo, su vez, una tortura,
0:15:23 está infligiendo un mal,
0:15:24 está infligiendo un daño,
0:15:25 aquel que no confiesa o que nada
0:15:27 ha explicaciones de una conducta,
0:15:29 no es digno al callar, es un verdadero miseráneo.
0:15:31 Estaba pensando también
0:15:34 que hay otra forma
0:15:36 del silencio, que tiene que ver
0:15:38 con algo mucho más rastrido todavía,
0:15:40 que en lo que dice el charlatán
0:15:42 se lo decodifiquen dos segundos.
0:15:44 Es fácil descubrir quién es un charlatán.
0:15:46 En cambio, usted recorda una obra
0:15:48 que hemos disfrutado bastante por sus consecuencias
0:15:50 y las afinidades de la vida cotidiana,
0:15:52 que es desde el jardín,
0:15:54 esa obra de Jérsico Sinfie,
0:15:56 donde un rústico, un charro,
0:15:58 un tipo, un jardinero,
0:16:00 que hablaba poco, se convierte para la sociedad
0:16:02 burguesa norteamericana
0:16:04 en un salto solo por callar
0:16:06 o por hablar de una manera asigada
0:16:08 de lo único que sabía que era de injertos
0:16:10 y estaciones y este tipo de cosas.
0:16:12 Creo que esto aparece en muchos dirigentes
0:16:14 que han descubierto la venta de
0:16:16 Chansey Gardiner, el nombre del tipo
0:16:18 y creen que la...
0:16:20 Jérsico Sinfie era el mismo.
0:16:22 Que la parqueidad es sinónimo
0:16:24 de algún tipo de mesura.
0:16:26 No es así en cambio cuando uno viaja a otras latitudes.
0:16:29 Por ejemplo, en general tiene que ver
0:16:31 con la gente muy en contacto con la naturaleza.
0:16:33 El campo no necesariamente argentino,
0:16:35 también el argentino y otras áreas rurales
0:16:37 en el mundo, donde el hombre de campo
0:16:39 acostumbrado a la sociedad mide sus palabras,
0:16:41 pero también disfruta de la escucha del otro.
0:16:43 Ese silencio te disfruta justamente
0:16:45 de un sonido que no le es propio
0:16:47 por incapacidad o por mesura.
0:16:49 De los dos casos es de nobleza.
0:16:51 Yo diría que a la hora de los bifes,
0:16:53 por supuesto, no hay que pensar,
0:16:55 en la señas son un lenguaje claramente
0:16:57 y son una lingua también.
0:16:59 Hay lenguajes que son los de los animales.
0:17:01 Y hay personas que hablan
0:17:03 con la lengua de todos nosotros,
0:17:05 pero funcionan como animales.
0:17:07 No usan solo para lo más elemental.
0:17:09 Pero algún sentido de tener esto,
0:17:11 sí, las palabras dicen en un principio en el verbo.
0:17:13 Sospecho que algo de eso debe haber.
0:17:15 Sí, y también
0:17:19 me parece que es
0:17:21 interesantísimo pensar
0:17:23 y aquí la palabra pensar.
0:17:25 Si el lenguaje
0:17:27 no es indispensable para pensar.
0:17:31 Quiere decir que sin lenguaje
0:17:33 no habría pensaneo.
0:17:35 Del mismo modo, también es cierto
0:17:37 que hay que ser muy consciente
0:17:39 de aquello que se dice, no como propio
0:17:41 en términos de derecho de autor, sino como
0:17:43 expresión de lo propio.
0:17:45 Porque uno se enfrenta en más de una ocasión
0:17:47 a cosas que han sido supuestas por el otro
0:17:49 y que nunca han sido dichas por uno
0:17:51 y que ha llegado el caso la mejor manera
0:17:53 de demostrarle al otro o a la otra
0:17:55 su verdad es decirle, la verdad, yo
0:17:57 nunca te dije nada.
0:17:59 Y nunca te dije nada
0:18:01 es una milonga
0:18:03 de Omar Moreno Palacio
0:18:07 que es también un arrepentimiento
0:18:09 por no haber hablado.
0:18:11 Claro, por supuesto.
0:18:13 Es un arrepentimiento por no haber hablado.
0:18:15 Escucharemos a la extraordinaria
0:18:17 suma paz en esta milonga
0:18:19 nunca te dije nada.
0:18:55 Y tu carita niñada
0:18:59 el sol
0:19:01 de tu mirada
0:19:03 la tristeza
0:19:05 de tu llanto
0:19:07 pensar que te quise tanto
0:19:09 y nunca te dije nada.
0:19:25 Capaz de montar un truero
0:19:27 por un borrón
0:19:29 de ginebra
0:19:31 y dormir
0:19:33 con cien culebras
0:19:35 sin que me me llelven
0:19:37 eno
0:19:39 mi sangre
0:19:41 y no tiene freno
0:19:43 a cualquiera
0:19:45 tropellada
0:19:47 hago patancha
0:19:49 con nada
0:19:51 con nada
0:19:53 al diablo más
0:19:55 entrañudo
0:19:57 yo que juí tan corajudo
0:19:59 y nunca te dije nada.
0:20:17 Extraña filosofía
0:20:19 la de mis noches serenas
0:20:21 oigo una voz
0:20:23 que con pena
0:20:25 me dice
0:20:27 yo soy María
0:20:29 del hilo en mi fantasía
0:20:31 por la frase tan deseada
0:20:33 sea giganta
0:20:35 una encordada
0:20:37 y un triste canto
0:20:39 me llega pude ser
0:20:41 tu serena
0:20:43 y una voz
0:20:45 que con pena
0:20:47 me llega pude ser
0:20:49 tu santo veda y nunca
0:20:51 te dije nada.
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