Transcripción automática
0:00:00 Hablaremos hoy de algunas curiosidades de la fauna china.
0:00:07 De China suceden cosas muy extrañas con la fauna, también con la flora y con la mismísima geografía.
0:00:16 En las afueras del pueblo de Ishi, justo al pie de una montaña, se alzan unas estatuas misteriosas.
0:00:26 Los nativos cuentan que en tiempos remotos, un soldado enamorado debió marchar a una guerra lejana.
0:00:34 La novia fue a despedirlo al pie de aquella montaña.
0:00:37 Con lágrimas en los ojos, vio como el guerrero se alejaba hasta perderse en el atardecer.
0:00:44 Sin embargo, esa permaneció en ese lugar durante largas horas, largos días y largos meses,
0:00:53 hasta que finalmente se convirtió en piedra.
0:00:58 En los años siguientes, en ese mismo lugar, otras personas resultaron petrificadas por despedirse demasiado.
0:01:06 Hubo también quienes pudieron huir a tiempo, pero con el corazón endurecido para siempre.
0:01:13 Hoy, las gentes de Ishi dicen que no debe despedirse a nadie al pie de la montaña.
0:01:20 El que lo hace, no vuelve a ver jamás al que se va.
0:01:24 Nosotros sabemos más que eso, y decimos que todos los pueblos son Ishi, que nadie vuelve a ver al que se va,
0:01:34 que todo regreso es falso, que toda despedida es definitiva.
0:01:41 Hay entre los animales de la China unos que son verdaderamente curiosos, que son los zorros.
0:01:54 Se ha hablado mucho acerca de las destrezas de los zorros chinos.
0:01:59 Se dice que son capaces de producir viento con las orejas, o de encender fuego con la cola,
0:02:05 o de retardar el paso del tiempo con sus garras.
0:02:09 Yo supone que estos animales son en realidad almas transmigradas de hombres que han muerto violentamente.
0:02:16 Suelen vivir cerca de los sepulcros, y se los considera de mal agüero.
0:02:22 Su longevidad es prodigiosa.
0:02:25 Vivir 800 años para ellos no es nada.
0:02:29 Pero lo que más asombra es su capacidad para las transformaciones.
0:02:33 La mayor facilidad asume el aspecto de guerreros, funcionarios, dragones, pájaros, y con toda frecuencia, mujeres hermosas.
0:02:44 Bajo esa apariencia tienen por costumbre seducir a los hombres.
0:02:48 Viven con ellos largos años, y luego, de ser posible, en el momento en que esos están más enamorados,
0:02:55 toman su forma original, o lo que es peor, forma de mujer desdeñosa.
0:03:02 Para completar estos engaños, actúan con enorme paciencia.
0:03:06 A veces se transforman en niñas, y van creciendo conforme a los plazos usuales,
0:03:12 hasta llegar a la edad más conveniente para la seducción.
0:03:18 Los sabios aconsejan el siguiente procedimiento para saber si una mujer es en realidad un zorro.
0:03:25 Se puede retirarle tres veces de la oreja derecha, y luego besarla.
0:03:32 Ante esas acciones, el zorro deberá egresar de su fingimiento y revelar su verdadera condición.
0:03:40 Los zorros chinos menos pacientes suelen aprovechar los viajes de las mujeres para raptarlas,
0:03:45 encerrarlas y sustituirlas en fingidos regresos.
0:03:51 Los esposos y novios casi nunca advierten estas usurpaciones.
0:03:57 Un funcionario de la ciudad de Chang'an permitió a su esposa que viajara al norte a visitar a sus padres.
0:04:05 Los zorros la capturaron, y uno de ellos tomó a su lugar para regresar junto al marido.
0:04:10 El hombre no sospechó nada, continuó subida junto al zorro siguiendo sus hábitos de siempre.
0:04:17 Después, el zorro chino aburrido de su papel de esposa del funcionario solicitó permiso para visitar nuevamente a sus padres,
0:04:26 e hizo liberar a la verdadera mujer para que regresara a Chang'an.
0:04:33 Pero esta vez el funcionario entró en sus fechas.
0:04:36 La dama estaba cambiada, su piel estaba gris y sus ojos rojos.
0:04:41 Además hablaba todo el tiempo de zorros y cautiverios.
0:04:44 El funcionario consultó a sus amigos de la administración y estos le aconsejaron que echara a su mujer, ya que con toda probabilidad era un zorro.
0:04:54 Los empleados del Censo han calculado que un quinto de la población del mundo ha sido sustituida por zorros.
0:05:04 A veces ocupan cargos de gran importancia, y es posible que algunos hasta gobiernan provincias.
0:05:11 Que así nadie efectúa denuncias porque los zorros que se han transformado en jueces se burlan de ellas y persiguen a los acusadores.
0:05:20 El sabio Wei Hei escribió durante la dinastía Tang un libro erudito y revelador.
0:05:30 En él se establece la falsedad de todas estas creencias populares.
0:05:35 Si bien no niega la existencia de ciertos zorros, Wei Hei sostiene que la vida del zorro es perfectamente anodina y que no se diferencia mucho de seres tan poco milagrosos como por ejemplo el perro o el dragón.
0:05:52 Para desalentar la superstición, Wei Hei incluyó en el libro unas historias herificantes que cuentan las desgracias que padecieron los que se atrevieron a creer en la magia del zorro chino.
0:06:09 Leeré una.
0:06:11 El alfarero Xi acostumbraba a contar todas las noches historias de zorros chinos a sus amigos de la Posaba.
0:06:21 Una noche, al regresar a su casa, encontró en la puerta un monje armado con una espada de fuego.
0:06:27 La figura, con voz muy grave, le preguntó, ¿tú eres Xi, el alfarero que cuenta historias sobre zorros chinos?
0:06:35 ¡Si! contestó el hombre aterrorizado.
0:06:38 El monje le dijo, marcaré para siempre tu carne con esta espada de fuego para que veas el destino que los demonios tienen preparado para los supersticiosos, los hechiceros y los mistificadores.
0:06:52 El alfarero descreyó de los zorros y dedicó largos años al estudio de las matemáticas, la hidáulica y la predicción del futuro.
0:07:04 Una noche, volvió a encontrarse con el monje que, suspendido en el aire, le dijo estas palabras.
0:07:10 Has seguido el camino de la sensatez y la razón.
0:07:14 La marca que te hice desaparecerá.
0:07:18 A la mañana siguiente, el cuerpo de Xi ya no presentaba cicatrices.
0:07:23 El alfarero vivió muchísimo tiempo y enseñó a sus hijos a no hacerse eco de las leyendas que referían los ignorantes.
0:07:32 Este libro, el libro de Wei Hei, afirma que todas las historias de aparecidos forman en verdad un cuerpo de amenaza e intimidación, cuyo fin es abusar de las personas menos dotadas.
0:07:45 Pero los enemigos de Wei Hei hicieron ver a las autoridades un sentido de rebeldía en estas ideas.
0:07:53 Fue hostilizado y perseguido durante mucho tiempo, hasta que finalmente lo acusaron de promover la heterodoxia y la desobediencia.
0:08:02 Y su libro fue quemado en un acto público mientras unos ancianos repetían este refrán.
0:08:09 Ser un zorro es deshonroso, pero más deshonroso es ser un necio que no cree en los zorros.
0:08:17 Después, el verdugo se dispuso a asotar al sabio,
0:08:23 pero cuando el látigo estaba en el aire, Wei Hei se convirtió en zorro y desapareció velozmente.
0:08:34 Eso es todo lo que tengo que contar sobre el zorro chino.
0:08:39 A donde nuestro amigo, el discotecario, tiene que tener el tema del zorro, el tema del zorro por lo menos.
0:08:58 Me dijo que eso no era nada con lo que le había pasado.
0:09:05 Y había entrado un zorro en un gallinero y había comido dos gallinas. Me contó eso en media hora.
0:09:15 Media hora para contar ese beso.
0:09:17 Eso había mucho más interesante, fantástica.
0:09:20 El nego que fuera interesante, que en realidad no era nada comparado con el zorro que entró al gallinero.
0:09:28 ¿Y qué tema musical?
0:09:30 Un zorro en el gallinero y una noche lo rastríe.
0:09:33 Víde que usaba el pargata y eran del número 10.
0:09:40 ¿Pagatita chiquitita?
0:09:43 Era un zorro pequeño.
0:09:45 Los zorros que roban gallinero deben ser pequeños.
0:09:48 El ladrón de gallinas, disculpe que cambia el tema, debe ser pequeño.
0:09:54 Para pasar.
0:09:56 Para poder pasar bajo las pequeñas rupturas del alambre.
0:10:00 En cambio del grandote, el hombre robusto tiene que derribar postes.
0:10:06 Y afana gallinas a la pesada, que no es lo mejor.
0:10:11 Sí, es muy bien.
0:10:13 Además tiene que tener de cierta rapidez.
0:10:15 Rapidez y silencio.
0:10:17 El hombre que pesa más de 90 kilos, en servicio de ruido.
0:10:20 No hace un depilote.
0:10:22 Aquí hay un sujeto enjuto, y petizo.
0:10:27 Petizo se mete y hasta puede filtrarse en los espacios que hay entre los alambres tejidos.
0:10:36 ¿Y a mí qué me migran?
0:10:39 Incluso en las sombras, en una gallina más.
0:10:42 Conviene robar gallinas de noche, evidentemente.
0:10:46 Sí, pero la gallina de noche duerme.
0:10:50 Acostaba en la cama.
0:10:52 Si acuesta con la gallina.
0:10:54 Pero el ruido de la gallina acosada...
0:10:58 La gallina, ¿qué?
0:11:00 La gallina acosada.
0:11:03 ¿Acosada? Qué linda novela.
0:11:05 La gallina acosada.
0:11:07 Vea la en el canal 57.
0:11:11 Digo, el ruido que hace la gallina se hace más evidente en el silencio de la noche.
0:11:14 ¿Has subido la gallina cuando la acosan de noche?
0:11:17 Ah, yo no lo sabía.
0:11:19 Entonces, ¿se puede robar?
0:11:21 No, pues se puede escuchar un unular de las alas.
0:11:24 La gallina no tiene, casi es un objeto.
0:11:27 La gallina de la noche.
0:11:29 Porque si se le engancha en el alambrado,
0:11:31 esos alambrados son ingenierarias regulares, los alambres de los gallineros.
0:11:34 Es un gallinero, no es la cancha de tigres.
0:11:38 ¿Es peligroso que la gallina se le engancha y uno pese a tironear?
0:11:44 Lo que ocurre en esos casos es siempre que la gallina es despedazada.
0:11:48 Comprendo esa situación.
0:11:52 Si en vez de entrar usted,
0:11:56 así como eso es bueno para robar huevos.
0:12:00 Ve un nido, mete la mano por el alambrado,
0:12:03 manotea un huevo, u dos,
0:12:07 y lo saca y por ahí el huevo sale por el espacio.
0:12:12 Pero para robar gallina no es bueno, pero la gallina no pasa.
0:12:15 La pasa por el agujero de la dosada.
0:12:17 No había calculado.
0:12:19 Por ahí usted insiste, insiste y cuando quiere acordar le queda un pedazo de gallina.
0:12:23 Si mirá lo que me afane un cobote.
0:12:27 ¿De dónde se le agarra la gallina del cobote?
0:12:29 Para robarla.
0:12:31 ¿Y dónde la va a agarrar? Las patas.
0:12:33 No, de las patas. La tiene que enlazar.
0:12:35 Para mí las patas.
0:12:38 ¿Dónde me co... algunos saben...
0:12:40 Algunos ladrones de gallina aquí.
0:12:42 Ahí la señora.
0:12:44 Ahí está, un amigo consiguió que le aspiré.
0:12:46 Ya ese me gusta, el ladro de gallina me gustó.
0:12:48 Bueno, como quiera que sea, este hombre no sabía nada.
0:12:51 De gallineros ni de zorros chinos.
0:12:54 Me dio un disco cualquiera
0:12:57 que es el viejo tango que se llama Sorro Gris.
0:13:00 En una versión del extraño conjunto de los muchachos de antes.
0:13:04 Pancito Cao, Horacio Malvicino,
0:13:08 Gran Nene Nicolini,
0:13:10 que curiosamente era uno de los conjuntos preferidos de Borges
0:13:15 y de Vio y Casares.
0:13:18 Tal vez porque...
0:13:21 era un conjunto que ejercía un cierto chantaje sentimental.
0:13:24 Tocaba tangos de la Guardia Vieja, que eran los que le gustaban a Borges.
0:13:27 Que eran tangos que todavía no habían contraído cierta...
0:13:32 No quiero decir cristal, cierta complejidad,
0:13:35 que a Borges le molestaba.
0:13:37 Escucharemos entonces Sorro Gris.
0:13:40 Es un tango compuesto evidentemente en alusión al sorro chino.
0:13:49 No sé si pensamos.
0:13:51 No sé si al sorro chino.
0:13:54 ¿A cualquier sorro Gris que anda por ahí?
0:13:57 Sorro Gris puede ser aquella tabío que algunas damas usaban antes.
0:14:04 El sorro, el sorro de sentido estapado de piel.
0:14:08 Puede ser también el agente municipal de tránsito.
0:14:12 Hoy desaparecido.
0:14:14 Sí, que ni siquiera creo que usan ya un traje gris.
0:14:17 Puede ser también una persona canosa.
0:14:22 O puede ser el animal del que estamos hablando, en su color gris.
0:14:27 Escuchemos ya mismo a los muchachos de antes en Sorro Gris.
0:14:47 No sé si el sorro gris es el agente municipal de tránsito.
0:14:52 Puede ser también el agente municipal de tránsito.
0:14:57 Puede ser también el agente municipal de tránsito.
No hay comentarios. ¡Podés ser el primero en comentar!