Transcripción automática
0:00:00 Bien, vamos a hablar acerca de algunas curiosidades relacionadas con la ciencia médica y particularmente con el uso de algunas medicinas.
0:00:22 Comencemos por decir que Plinio el Viejo culpaba a un tal Ostanes, un mago que acompañó a Jerjes en sus guerras, en tierras griegas,
0:00:34 Jerjes también llamado Sallarja, de ser el propagador de una serie de espantosos remedios, tales como la sangre de los glaleadores
0:00:45 o el cerebro de los niños de pecho para curarle epilepsia. Demócrito creía en la eficacia de los huesos de la cabeza de un criminal
0:00:55 para tratar las fiebres y artemón recetaba beber en una calavera agua juntada en una fuente.
0:01:04 Estas creencias antiguas y espantosas estaban todavía lejos de ser una práctica muy difundida en Europa desde el siglo XV hasta el XVIII.
0:01:15 Hablamos de la Necroantropofagia.
0:01:20 No, está mal escrito esto. Estas creencias antiguas eran muy espantosas, pero no tanto como una práctica muy difundida en Europa desde el siglo XV hasta el XVIII.
0:01:37 Hablamos de la Necroantropofagia. Dice el cronista que desde el Renacimiento Europa se comió prácticamente
0:01:47 todos los difuntos acartonados de Egipto y Asia menor, no uno ni dos, sino millones de cadáveres.
0:01:53 Vamos, es la momia. Sí, claro. La gente comía momia, ya veremos. Se creyó por mucho tiempo que comerse porciones de momias curaba el dolor de cabeza,
0:02:03 los dolores dentales, contrarrestaba a los venenos y alivaba la garganta.
0:02:09 Para todo aquello la recomendaba el veneziano Andrés Matioli ya en 1581.
0:02:17 Pero claro, las momias eran difíciles de conseguir. La voracidad de los europeos era tal que los sepulcros egipcios y sirios se quedaron finalmente vacíos
0:02:28 y los boticarios tuvieron dificultades para encontrar siquiera unos andrajos con que enriquecer sus posimas salutíferas.
0:02:36 Aparecieron entonces falsificadores de momias, señor. En realidad eran propiamente momias, pero definados nuevos.
0:02:45 Allá por 1562 se vendían en Egipto momias falsas por 25 escudos de oro, que era mucho.
0:02:52 En 1564, Guidi Lafontaine, médico del rey Carlos IX, se encontró en Alejandría con un mercader que le mostró cerca de 40 cuerpos momificados dispuestos para la venta.
0:03:06 Su antigüedad era de cuatro años. Preocupado entonces Lafontaine notó que aquellos cuerpos envueltos en trapos viejos se les había adjudicado nombres de inexistentes reyes y farabón.
0:03:21 Nombres que sonaban a farabón. Cessostris y cosas así.
0:03:26 Japs absurdos.
0:03:28 Sí, le ponían Ramsés.
0:03:30 Tritillocho, claro.
0:03:32 Así viajaron a Francia, Italia, España e Inglaterra, miles y miles de difuntos que más tarde pulverizados integraron las posimas más reputadas del momento.
0:03:44 Francisco I de Francia, amigo de este programa, no daba un paso si no llevaba de reservo a un tarro en momia.
0:03:52 Ahí está muy bien. Yo no salgo de casa sin el.
0:03:55 Ya en el siglo XVI, Francisco I justamente vivió en el siglo XVI o mejor todavía murió en el siglo XVI.
0:04:06 Algunos médicos comenzaron a cuestionar la bondad de semejante porquería.
0:04:12 Ambrúa Paré era el médico del hijo de Francisco I. Era el médico personal de Enrique II y lo atendió cuando Enrique II, en un torneo que hacía por jugar,
0:04:24 se enfrentó con un señor, un inglés que por accidente le clavó la lanza justo en el agujero del yelmo, se le ensartó un ojo y el tipo murió.
0:04:37 Bueno, este médico rechazaba el uso de momia, adusiendo que los caldeos y los egipcios no habían embalsamado a sus antepasados para que se los comieran los cristianos.
0:04:49 Escribió Paré en cuanto a la falsificación... no, eso no lo escribió Paré. Escribió en cuanto a la falsificación.
0:04:57 Está bien escrito.
0:04:58 Estamos viendo cómo nos hace entragar de manera indiscrete y brutal la carroña idionda de los aburcados o de los peores canallas de la chusma de Egipto,
0:05:08 de sifrilíticos o de apestados o de leprosos, como si no hubiera otro medio de salvar a un hombre que introduciendo en él otro hombre.
0:05:16 Pareció una discusión política.
0:05:17 Es tremendo, que paz descanse.
0:05:20 Digamos que a pesar de las quejas de muchos, aún durante el siglo XVIII, la momia siguió formando parte de numerosísimas recetas, licores y arcanos.
0:05:37 Otra superstición estaba ligada con el uso del oro.
0:05:42 Desde la antigüedad clásica se usaba el oro como remedio y más tarde la medicina de los árabes lo ubicó oficialmente en la farmacopéa más distinguida.
0:05:52 En Europa, una crónica del acorde del rey Luis XI, Luis XI, dice que el rey bebía oro para controlar un mal conocido como el baile de San Vito.
0:06:04 El rey se tomaba 96 doblones de oro por mes, con presupuesto.
0:06:09 En un libro publicado en 1489 por Marcilio Fichino, llamado De Tripli Chivita, se dice que al oro le correspondía cierto papel en la cura de la viruela.
0:06:25 Era preciso cubrir el rostro afectado con una fina lámina de oro.
0:06:30 La fuerza radiante de aquel metal debía anular de San Fichino, la obra destructora de las pústulas malignas.
0:06:39 Un noble y general húngaro llamado Miklos Berchenji tuvo una esposa que enfermó de viruela y se intentó curarla como se ha explicado.
0:06:50 Pero la cura se complicó.
0:06:53 Les cubrieron la cara a la mujer con una lámina áurea y la muchacha permaneció con la máscara durante un tiempo.
0:07:01 Cuando fue preciso quitarle la lámina, los médicos no pudieron.
0:07:07 Se le había quedado pegada.
0:07:09 Emplearon sin éxito toda clase de líquidos.
0:07:13 Luego intentaron quitarse la de prepo con un punzón.
0:07:18 Lo lograron, pero por una reacción química desconocida, desconocida entonces, no eran óxidos, etc.
0:07:26 La nariz de la mujer quedó completamente negra y la viruela tampoco se curó.
0:07:31 Última curiosidad.
0:07:34 Por mucho tiempo se practicaron en Europa las sangrías, pero los médicos no las hacían.
0:07:41 Le indicaban que tenían un gremio de ayudantes, llamados justamente sangradores.
0:07:48 Como muchos de estos se ejercían simultáneamente el doble oficio de sangrar y cortar el pelo.
0:07:54 Estableció, allá por el 1500, una diferencia entre los simples sangradores y los barberos
0:08:01 que tenían abierto al público en los locales, donde acicalaban a un cliente
0:08:06 y lo aliviaban de una porción de sangre, que según creían podía estar sobrándole por el momento.
0:08:13 Los barberos sangradores se identificaban haciendo pintar en la entrada de las barberías unas rayas rojas.
0:08:21 Los dolores de cabeza se curaban abriendo las venas de las sienes.
0:08:26 Los dolores del tórax sangrando el brazo izquierdo.
0:08:31 Dolores de vientre requerían cortar una vena del brazo derecho.
0:08:36 A veces una o dos en los tobillos.
0:08:39 Una vez derramada la sangre sobrante, aplicaban unos vendajes para cortar la hemorragia.
0:08:45 Las sangrías se repetían a veces varios días seguidos o incluso varias veces en la misma jornada.
0:08:51 Nunca se pudo comprender muy bien las razones de la continuidad de esa práctica,
0:08:57 que hacía que los enfermos empeoraran notablemente.
0:09:03 En la mayor parte de las ocasiones se empleaba porque se achacaban dos males del paciente,
0:09:09 un exceso de fluidos malignos y como se ha dicho, un exceso de sangre.
0:09:14 Y algún éxito casual que hizo que la sangría, fue el que hizo que la sangría previviera.
0:09:21 ¿Temperamiento sanguídeo que se decía además?
0:09:23 No puede haber pasado que sangraron algún tipo que tenía hipertensión.
0:09:27 Entonces ahí el tipo le bajó la presión y enseguida dijeron,
0:09:32 la sangría es buena para todos.
0:09:35 No ha visto como a Fulano le bajó la presión.
0:09:38 ¿Gripe, sangría?
0:09:40 Bueno, esto es todo lo que quería decir por ahora respecto de esta práctica.
0:09:50 Estaba pensando que la medicina iba heredando de la magia,
0:09:58 por ejemplo aquello que se conoce como la magia simpática,
0:10:01 es decir que una determinada sustancia o por ejemplo un color,
0:10:06 produce un efecto semejante a los tipos que tenía el exceso de vilis,
0:10:09 los hacían mirar por un chorlito, por el pájaro,
0:10:12 y suponían que esto producía algún defecto beneficioso.
0:10:16 El oro como agente curador no se ha dejado de usar.
0:10:20 Debe haber aquí mismo en la sala más de una persona
0:10:22 que habiendo contraído un orzuelo por accidente o por asqueroso.
0:10:27 Se ha pasado un anillo.
0:10:30 Y exigiendo que fuera de oro, descubriendo el timo y el matrimonio de sus propios padres.
0:10:34 Y los que a mí me lo han recomendado personas de notable inteligencia
0:10:39 y habiendo cuestionado yo ese tratamiento,
0:10:42 no por ser demasiado obvio sino por ser demasiado cuestionador.
0:10:45 Yo cuestiono también la aspirina.
0:10:48 Pero que no.
0:10:49 A mí me parece que la aspirina no sirve para nada.
0:10:51 Para el séptico.
0:10:52 Y el anillo de oro tampoco.
0:10:54 Porque me tomo un aspirino y me sigue doliendo
0:10:56 y me paso un anillo de oro por el orzuelo y digo,
0:10:58 me sigo el orzuelo.
0:11:00 Claro. Bien.
0:11:02 Hasta ahora no he encontrado nunca una medicina
0:11:04 que sea eficaz en el sentido que yo le doy a esa palabra.
0:11:11 El problema es quizás la palabra.
0:11:13 Justamente eso se trata otra de las variantes
0:11:15 que tiene la medicina y que tenía en tiempos muy añejos,
0:11:18 que es lo que todavía en el campo se conoce como la cura de palabra
0:11:21 y que se aplica no solamente sobre enfermedades humanas
0:11:24 sino sobre alguna matadura de un caballo
0:11:26 o sobre los sembrados de maíz cuando viene el gorgojo.
0:11:29 Tenía también, por así ha notado,
0:11:31 que en general, a la mayoría de la humanidad le ha pasado como usted.
0:11:35 La mayoría de las cosas que uno consume son placebo.
0:11:38 Depende de la estadística que la cosa funciona o no.
0:11:41 Incluso hay algunos remedios que por haber funcionado,
0:11:44 en uno o dos casos, se convierten en medicinas universales.
0:11:47 Hay una cosa en la que deriva un dicho,
0:11:49 una cosa que era una especie de pasta de zinc
0:11:51 que usaban los turcos y que eran descubiertos por occidente
0:11:54 cuando la batalla terminaba.
0:11:56 Y tenía el nombre de Atutía.
0:11:58 Cuando se acababa este menjunje para untar sobre las heridas
0:12:01 venía el dicho de no hay Tutía.
0:12:03 No hay Tutía.
0:12:04 Y de ahí anda que te cure Lola,
0:12:06 era que el que no tenía más esperanza.
0:12:08 Con el remedio iba a llorarle a la virgen de los dolores,
0:12:10 es decir, Lola.
0:12:11 Pero bueno, digo, esto en realidad,
0:12:13 la confusión pasa siempre por lo mismo.
0:12:15 Es el día de hoy que la ciencia todavía busca,
0:12:17 en la genealogía de un mal,
0:12:19 cuál es el origen para ir y apuntar justamente allí.
0:12:22 No siempre se logra, no siempre funciona,
0:12:25 no siempre lo que sirve para uno,
0:12:27 se nos dice que hay pacientes y no enfermedades.
0:12:29 Lo cual también, en el Fondo de Mentira,
0:12:31 porque si no, uno iría a una farmacia
0:12:33 y pediría Deme a Aspirina para Alejandro, por ejemplo.
0:12:36 Aspirina, el famoso es Aspirina Barton.
0:12:38 Cura la Barton.
0:12:39 Y en otra cosa es lo que pasa en el Cruce,
0:12:41 con las peores enfermedades que no son el cuerpo,
0:12:43 porque al fin y al cabo, como dijimos el otro día
0:12:45 con Comptes-Pombis,
0:12:46 uno viene acá para morirse, uno está acá para morirse
0:12:48 y esto pasa.
0:12:49 Claro, si curáramos todas las enfermedades,
0:12:51 nadie se moriría.
0:12:52 Así dijo, triste.
0:12:55 No, pero lo dijo no hace mucho.
0:12:57 Yo no sé si el Dr. Liotta, uno de estos,
0:13:00 que dijo, bueno,
0:13:03 usted sabe que cerca del 20% de las personas
0:13:07 mueren por males del corazón.
0:13:11 Quiere decir que si pudiéramos evitar esos males,
0:13:14 el 20% de las personas no se moriría.
0:13:17 Es que el Montaigne decía que no se mueren,
0:13:20 por la enfermedad se mueren porque está vivo
0:13:22 y esto es inexorable.
0:13:24 El problema son las otras muertes,
0:13:25 menos lo que llaman los franceses, la petimog.
0:13:27 Digo, esas muertes que lo consumen a uno
0:13:30 y que tienen que ver con la mirada errónea
0:13:32 de otra persona, sobre lo igual que un médico.
0:13:34 Por ejemplo, sos un canalla, sos un mujeriego,
0:13:36 sos un jugador, sos un estupio.
0:13:38 Digo, ahí es lo que pasa.
0:13:40 En realidad, uno carece de esa, uno tiene esa enfermedad,
0:13:42 pero la cura que se le aplica es la muerte,
0:13:45 la más terrible de todas que es que a uno
0:13:47 lo ignore otra persona, en general, esa misma mina.
0:13:49 Entonces digo, que lo que uno tiene que hacer
0:13:51 ahí es rechazar directamente ese tipo de juicio
0:13:54 y abandonarla antes de que ella le diga
0:13:57 qué es lo que tiene usted.
0:13:58 Pero hay que tener mucho ojo para irse.
0:14:00 Sí, sígueme lo han hecho.
0:14:02 Yo que no me voy mucho antes.
0:14:05 Incluso no le dice nada.
0:14:08 No llega de decir nada.
0:14:10 Pero solo por el temor.
0:14:11 Por el temor.
0:14:12 Por el temor de verme.
0:14:13 Y disculpa si te abandono,
0:14:15 pero tengo temor de que me rechaces.
0:14:16 Porque eres un cobarde.
0:14:18 Y uno, y a veces así todo uno regala de mano.
0:14:22 Sí, a mí me han ganado de mano una, dos veces.
0:14:24 Pero era gente tan rápida que no había
0:14:27 terminado de aceptarte.
0:14:29 Bueno, yo por eso la tercera frase que digo
0:14:32 en una historia de amor es,
0:14:33 mira, déjame a mí con mi veneno
0:14:35 y quedate con tu diagnóstico.
0:14:37 Y tu diagnóstico es justamente una canción
0:14:40 que habla de un rechazo amoroso.
0:14:42 Canta Antonio Tormo.
0:15:15 No me voy a olvidar.
0:15:17 No me voy a olvidar.
0:15:19 No me voy a olvidar.
0:15:43 Ya está en la idea te llevo
0:15:46 y a cada instante te extraño
0:15:49 aunque ya no soy tu dueño.
0:15:59 Yo no me explico la causa
0:16:02 para mí eso es un misterio.
0:16:06 Que me sorprenda la aurora
0:16:09 sin considerar con el sueño
0:16:12 y que tú seas tan mala
0:16:15 con el que te fue sincero
0:16:19 y eso que tú me curaste
0:16:22 una sarra es amor eterno.
0:16:25 Mi cola con ya no ama
0:16:29 el pobre se encuentra ajeno.
0:16:32 Hoy te amo con la cabeza
0:16:36 con la locura del genio
0:16:39 y era Dios que no te contagie
0:16:42 la nación de este piego
0:16:46 porque entonces tú sabrías
0:16:49 lo que es tu ferido y un infierno.
0:16:53 Y como te quiero tanto
0:17:00 que no lo sufras prefiero
0:17:03 ya ves que no soy tan malo
0:17:06 desde que te vi muy bueno
0:17:10 y lo seré mientras vivas
0:17:13 y no te perdiste
0:17:17 y no te perdiste
0:17:21 y no te perdiste
0:17:24 porque tú es mi ferido
0:17:27 que me habrán hecho tus ojos
0:17:30 que me encuentro tan enfermo
0:17:34 que me habrán hecho tus ojos
0:17:39 que me encuentro tan enfermo.
0:17:51 Era Antonio Tormo en la venganza, era terrible tu diagnóstico.
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