Transcripción automática
0:00:00 Continuamos desde el Multiteatro de Buenos Aires, les recordamos que este programa se
0:00:07 hace con público presente y que la entrada es libre y gratuita.
0:00:11 Creemos nuevos datos del tártaro, el mundo subterráneo, el reino que gobernaba, el rey
0:00:18 Hades y la reina Persefone en los mitos griegos. Tenemos datos interesantes de este libro de
0:00:26 Robert Graves en un libro que no es el clásico de los mitos griegos.
0:00:32 Bueno, este lugar naturalmente se encontraba en las profundidades de la Tierra.
0:00:38 El primer dato no se la de Graves. Andá a saber de dónde lo sacamos.
0:00:44 Dice ¿A qué distancia estaba el tártaro de la superficie de la Tierra?
0:00:49 ¿Cuán profundo? Decía que una moneda arrojada desde la superficie tardaba nueve días en llegar al tártaro.
0:01:00 Entonces la respuesta es muy sencilla. Estaba muy profunda.
0:01:05 Bien, había otras mediciones que ya empezaban a tornar dificultosos la sombra.
0:01:16 Cuando los mortales morían, Hermes ordenaba a las almas que lo siguieran por el aire
0:01:24 y las conducía a la entrada principal del tártaro en una avenida de chopos negros junto al océano de Poniente.
0:01:35 Casi todas las culturas ubican a los muertos al Poniente, a lo caso.
0:01:43 Es el lugar donde las cosas terminan. En el caso de nota el fin de la vida y no el principio.
0:01:56 Bueno, allí las almas atravesaban un oscuro túnel hasta encontrarse con un río subterráneo llamado la estigia
0:02:07 de cuyas propiedades hemos hablado muchísimas veces.
0:02:11 Así las almas pagaban a Caronte, a quien se lo describe aquí como viejo y barbudo,
0:02:18 que era el barquero que transportaba a las almas a la ultradarbrilla
0:02:25 y pagaban utilizando las monedas que los familiares habían colocado bajo las lenguas de sus cabales.
0:02:32 Cuando alguien se moría, los familiares, salvo en familias muy poco creyentes o muy mezquinas,
0:02:41 donde omitían poner monedas bajo las lenguas, dejando de a pie al muerto querido.
0:02:50 En ese caso, o mejor dicho no, en cualquier caso se convertían en espíritus.
0:02:57 Caronte les decía a los espíritus cuando no traían dinero que tenían que elegir entre
0:03:05 quedarse para siempre tiritando en la orilla del río que es un destino, o hallar el camino de regreso a Grecia
0:03:14 y volver a bajar pero por una entrada lateral que había en Ténaro, donde ahí eran admitidos gratarola.
0:03:22 Es una entrada, la puerta de atrás de mi pierno imagínense lo que puede ser.
0:03:27 Y ahí ni siquiera te cobraban el óvolo que si tenías que pagar en la otra entrada.
0:03:34 Cervero, el enorme perro de tres cabezas perteneciente a Aves,
0:03:41 no dejaba escapar a las almas que querían salir y tampoco dejaba entrar a los mortales
0:03:49 que se pronunciaban en sentido imperio.
0:03:52 El cerumen de los telás.
0:03:54 La región más cercana del tártaro consistía en los pedregosos campos gamonales
0:04:01 por los que los espíritus vagaban eternamente sin encontrar absolutamente nada que hacer
0:04:07 más que casar los espíritus de los siervos, cosa que tampoco los divertía.
0:04:13 Los gamones son plantas altas con flores de color blanco, con hojas como puerros
0:04:20 y raíces como batatas, de culpa y señores, boniatos para la República Oriente.
0:04:26 Más allá de estos campos gamonales se alzaba el frío e imponente palacio de Aves.
0:04:35 A la izquierda de aquel palacio crecía un ciprés que señalaba el lete, el leteo,
0:04:42 la fuente del olvido, donde los espíritus acudían a saciar su sed.
0:04:49 Inmediatamente olvidaban sus vidas pasadas y se quedaban sin nada de que hablaba.
0:04:56 Aquí el espíritu griego aparece en pleno.
0:04:59 La vida no es otra cosa que algo de que hablaba.
0:05:03 La gente vive para tener algo de que hablase.
0:05:07 Muy bien, los espíritus sin embargo podían recibir una contraseña secreta de Orfeo,
0:05:16 el poeta que estaba en el infierno, y se le iban pasando entre ellos
0:05:23 y podían beber, llegado el caso, en la fuente de la memoria, o Nemocine,
0:05:30 señalada por un álamo blanco.
0:05:33 Esto les permitía recobrar la memoria y hablar de sus vidas pasadas.
0:05:40 Y también de Yapa les permitía predecir el futuro.
0:05:44 Aves permitía a estos espíritus que sabían la contraseña
0:05:50 hacer visitas cortas al exterior cuando sus descendientes querían hacerles preguntas.
0:05:57 Eso sí les obligaba a sacrificar un cerdo como pago.
0:06:03 El cerdo como moneda corriente entre los espíritus que regresaban a la tierra
0:06:12 es el nombre de un buen libro.
0:06:14 No escrito, pero es el nombre de un buen libro.
0:06:18 Cuando por primera vez llegaban al tártaro,
0:06:22 los espíritus eran juzgados por los tres jueces de los muertos,
0:06:27 Minos, Radamantis y Eaco.
0:06:31 Algunas veces Radamantis es reemplazado por Zarpedón.
0:06:36 Me pregunto últimamente, ya que no lo encuentro tan seguido a Zarpedón,
0:06:42 ¿cuál será el autor que lo reemplaza?
0:06:47 Y me parece que soy yo, redondame.
0:06:50 Es mi mala memoria que alguna vez lo ha encajado a Zarpedón.
0:06:54 Yo lo lo vi como ayer por la mesopotamia a Zarpedón,
0:06:57 reinando en la mesopotamia.
0:06:59 Es que tiene un nombre parecido a Sargon, que es el nombre de un rey mesopotámico.
0:07:05 Zarpedón era hermano de un rey que tenía un pelo de oro.
0:07:11 ¿A dónde estaba?
0:07:15 Bueno, habíamos quedado ante los tres jueces.
0:07:20 Cuando usted no había sido ni muy bueno ni muy malo,
0:07:25 lo mandaban a estos campos gamonales, los campos incipidos de que le habías recibido.
0:07:31 Ahora si usted era muy malo, iban a lugar de los castigos detrás del palacio de Hades,
0:07:37 y ahí te la daban.
0:07:40 Y los muy buenos iban a la puerta contigua a la fuente de la memoria
0:07:45 que conducía a una tierra de huertos llamada, como todos sabemos, el elicio.
0:07:52 Otro dato que corresponde a nuestro propio archivo es que
0:07:58 no se consideraba que ya es que estabas dentro del infierno
0:08:05 hasta que no te comías algo.
0:08:09 Y cuando te comías algo, entonces ya no podía salir.
0:08:12 Antes de comer algo, se consideraba que todavía no hayas entrado realmente.
0:08:18 Y si podías, te rajabas.
0:08:21 Pero cuando manjabas algo, sonaba.
0:08:26 No sé quién se comió una granada, probablemente la propia Persephone.
0:08:31 Se comió una granada que le convidó a alguien
0:08:38 y después no pudo salir.
0:08:41 Bueno, este es un dato del equipo de producción de Radio del Plasmo.
0:08:49 Bueno, Hades era muy rico, era muy rico.
0:08:55 El Iseo tenía un sol perpetuo, juegos, música, diversión que no se sabía nunca.
0:09:03 Las flores jamás se marchitaban, lo cual indica que eran de papel.
0:09:07 Y siempre estaban en esa sonto de clase de frutos como ahora.
0:09:14 O sea, el paradiso es este en que vivimos.
0:09:17 Los espíritus afortunados que iban al Iseo
0:09:21 podían visitar la tierra sin que se le llamara,
0:09:24 pero solamente el día de todos los santos.
0:09:28 Un verdadero prodigio de anticipo histórico.
0:09:33 Porque no existía ni siquiera el cristianismo.
0:09:38 El que quisiera podía entonces meterse escondidas dentro de una habichuela,
0:09:44 una agua por otro,
0:09:46 con la esperanza de que alguna muchacha bondadosa, sana y rica, se la comiera.
0:09:51 Si me permiten la expresión.
0:09:53 Más tarde nacería este hombre como hijo de esa muchacha.
0:09:59 Esto explica porque ningún hombre honrado comía habichuelas en aquellos tiempos.
0:10:04 Por temor atragarse el espíritu de sus antepasados.
0:10:08 Extraordinario esto.
0:10:11 Y se hemos explicado aquí en este programa
0:10:14 la interpretación que hemos hecho
0:10:16 de esta costumbre de los espíritus y de las almas
0:10:23 de visitar, instalarse en los porotos y las habas.
0:10:29 Hemos dicho que ánima significa también suspiro.
0:10:34 Que el alma es el suspiro en el mundo antiguo, son sinónimos.
0:10:39 Y el poroto y las habas siempre han tenido fama de suspiradores.
0:10:48 ¿De visitar el suspiro?
0:10:50 De provocar el suspiro.
0:10:53 De manera entonces que esta idea de un alma
0:10:58 que en realidad la que provoca los suspiros
0:11:01 viene a reforzar de un modo poético e inesperado mi juicio.
0:11:05 Está este mito y esta metáfora.
0:11:08 Si, si, incluso algunos gestos, una gestualidad como la de cubrirse la boca para el bostezo,
0:11:13 todo depende del ala que le toque.
0:11:15 Claro, claro. Es para que no se escape el alma.
0:11:18 Pero el alma como...
0:11:23 como viento expelido por el cuerpo, abre la puerta.
0:11:29 No había otro remedio.
0:11:33 A una serie de sucesos metáforos.
0:11:37 Sí, es inegotable.
0:11:42 Puede cerrar.
0:11:48 El caso es que ahí andaban en el elicio.
0:11:52 El origen de la riqueza de aves era el oro y los metales que había en la parte del mundo que le tocaba,
0:12:01 que era el bajo tierra, la parte de abajo de la tierra.
0:12:07 Sin embargo, por más que era rico todo el mundo lo odiaba,
0:12:11 incluyendo a su mujer presencia.
0:12:14 Sentía lástima por los pobres espíritus que estaban a cargo de aves.
0:12:20 No tenían hijos propios.
0:12:23 Y la posesión que aves más valoraba
0:12:28 era el casco de la invisibilidad,
0:12:31 que le hicieron los síclopes cuando cronos los mandó bajar al tártaro.
0:12:36 En cuanto crono fue desterrado, aves dejó en libertad a los síclopes siguiendo órdenes de Zeus
0:12:44 y ellos en agradecimiento le regalaron el casco.
0:12:47 Casco que aparece también bajo el nombre de casco de manbrinos
0:12:50 en otra novela que también seguramente nos ha gustado mucho.
0:12:54 Y que sí, que hijo.
0:12:56 Las tres furias estaban encargadas del lugar de los castigos.
0:13:01 Eran mujeres horribles, salvajes, con serpientes en lugar de pilo,
0:13:07 caras de perro, alas de murciélago, ojos que echaban fuego, creo que las conozco.
0:13:14 Llevaban unas antorchas y unos látigos de nueve colas.
0:13:20 Las furias también visitaban a menudo la tierra para cajar a los mortales vivos
0:13:24 que trataban cruelmente a los niños o descortezmente a los ancianos o a los invitados
0:13:31 o despiadadamente a los mendidos.
0:13:34 Incluso perseguían hasta darle muerte a cualquier persona
0:13:38 que tratara mal a su madre por muy malvada que esta fuese.
0:13:42 Hay aquí una lista de los más famosos criminales que estaban en el lugar de los castigos.
0:13:50 Ahí estaba las 49 Danaides.
0:13:56 Las casi totalidades de las hijas de Danao.
0:14:01 Y Danao las casó con casualas 50 hijas que tenía con los 50 hijos de Egipto.
0:14:08 Y les dio por malo que eran, no más.
0:14:11 Una alfiler a cada una para que en medio de la noche
0:14:17 los insertaran cada una a su marido lavando en el afine del corazón.
0:14:22 Hubo una de ellas, sin embargo, que se enamoró del marido,
0:14:26 cosa que ocurre una vez de cada 50, como se sabe.
0:14:29 Y esa no está en el lugar de los castigos,
0:14:35 sino probablemente en el...
0:14:37 Bastante castigo que se llamaba.
0:14:38 Y permestras se llamaban.
0:14:40 Estaban el Iseo.
0:14:42 Estaba tanta, lo famoso, lo que había robado la ambrosía de los dioses.
0:14:47 Y de allá para les sirvió a los dioses también un banquete caníbal,
0:14:55 un estofado caníbal hecho con sus obrinos.
0:14:59 Y los dioses se enojaron un poco.
0:15:01 Bueno, ya sabemos la lista de los que moraban en el Tántaro.
0:15:12 Acá hay algunos datos interesantes acerca de la relación cruel
0:15:18 sobre el que no tuvieran hijos.
0:15:21 Y esa contraseña,
0:15:25 esa contraseña que Orfeo esparramaba
0:15:28 para que aquellos que habían perdido la memoria la recuperaran
0:15:33 y pudieran hablar de sus vidas pasadas.
0:15:36 Y yo diría que ser quienes sean.
0:15:41 Uno no es mucho más que su memoria.
0:15:45 Hablábamos ayer con Barton,
0:15:48 de una persona muy famosa,
0:15:51 que había perdido la memoria y cuando...
0:15:53 De Ada Falcón.
0:15:55 Ada Falcón vivió sus últimos años sin recordar quién había sido.
0:16:01 Entonces a veces la visitaban algunos periodistas o amigos
0:16:05 y le mostraban fotos de la hermosa mujer,
0:16:08 de la hermosa cantante que había sido Ada Falcón.
0:16:12 Ella las miraba como quien miraba fotos ajenas,
0:16:16 porque no se reconocía como...
0:16:18 Eliminada nuestra memoria queda bien poco de nosotros.
0:16:24 Y eso puede ser a favor o en contra, Alejandro,
0:16:26 porque el infierno no se hace otra cosa que pagar cosas hechas antes
0:16:30 y que si no no las recordaste seguramente.
0:16:32 Y por eso conviene que las recuerda el infierno,
0:16:34 pero conviene para el cristianismo.
0:16:36 Claro, conviene justamente.
0:16:38 En esos infiernos donde una tienda puerta de entrada,
0:16:41 esto visitamos siempre,
0:16:43 diránse a menos, un forco secreate,
0:16:45 sino el eterno, el idio eterno duro,
0:16:47 la siácte en esperanza voy que entrate,
0:16:49 pero no se cuenta antes que había hierna piedra
0:16:51 escrito con esos caracteres brutales.
0:16:53 Pero estaba pensando también, Alejandro,
0:16:55 que estos viajes al infierno,
0:16:57 digamos, son hechos en general por algo así como profesionales.
0:17:01 Uno debe confiar en los profesionales que viajan al infierno,
0:17:04 que saben que van al infierno a buscar algo.
0:17:06 Digo, porque el infierno...
0:17:08 ¿Encuentran lo que van a buscar?
0:17:09 Exactamente, y esto, así cualquiera es un aventurero,
0:17:11 cualquiera es un chef, digo, este es un estudio de eso.
0:17:14 En realidad el infierno se puede tentar
0:17:17 con un amigo francés de este programa
0:17:19 que decía que el infierno son nosotros,
0:17:21 pero también el paraíso son nosotros,
0:17:23 de modo que eso no nos sirve.
0:17:25 Pero sí, al caso, saber que al no haber un lugar,
0:17:27 o al no haber un tiempo que marque,
0:17:29 porque no necesariamente el infierno aparece después de la muerte,
0:17:32 y este es el gran problema,
0:17:34 y no necesariamente estar en un lugar,
0:17:36 puede estar en cualquier lugar.
0:17:38 El infierno bien puede ser, justamente, una ausencia,
0:17:41 o puede ser una ambición
0:17:43 que hace inútil el resto de las cosas logradas.
0:17:46 Esa cosa que aparece recurrentemente,
0:17:48 porque el problema del infierno
0:17:50 no es que esté en un lugar y uno vaya ahí,
0:17:52 puede escaparse, sino que así echa en cada recodo del camino.
0:17:55 Y este es el problema, porque una vez que uno descubre
0:17:58 cuál es el infierno, sabe que en cualquier momento,
0:18:01 mientras está caminando la luz del sol,
0:18:03 puede caer en una de esas emboscadas,
0:18:05 insisto, de la ausencia, del dolor,
0:18:07 del recuerdo mismo, del mal,
0:18:09 y entonces quedar definitivamente perdido en las sombras.
0:18:12 Entre las sombras es el tango
0:18:15 y lo que necesitaremos ahora en la versión del pianista y amigo
0:18:18 Sebastián Junda.
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