Transcripción automática
0:00:00 El tema de hoy es delirios acerca del oro, cosas extravagantes que se han escrito acerca del oro.
0:00:09 Claudio de Liano era un escritor romano del siglo II a.C., en la época de la República,
0:00:17 y escribió un librito muy lindo que se llama De Natura Animalium, un librito marrón, se lo voy a traer porque a veces lo traigo, está bueno.
0:00:26 Allí describió a los buitres, ciertos buitres, no cualquier buitre, los que habitaban en Bactriana.
0:00:33 Dijo que estos buitres tenían garras de fierro que se encargaban de separar el oro del granito y guardaban con feróselo los tesoros que reunían,
0:00:44 los guardaban desde luego de la codicia de los humanos.
0:00:47 Plinio al viejo, otro que no era Claudio de Liano, se mostró exéptico respecto a estas afirmaciones de Claudio.
0:00:55 Pero presentó en cambio, en su historia natural, el caso de las hormigas recolectoras de oro.
0:01:01 Plinio escribió, tengo aquí el manuscrito original, original.
0:01:08 Están en los márgenes, incluso anotados partidos de chinchón, que jugaba Plinio con sus amistades y están en números romano.
0:01:20 Bueno, dice Plinio.
0:01:23 En la región septentrional de la India beben hormigas, cuya tamaño es como el lobo.
0:01:32 Extran el oro de la tierra, lo acumulan durante el invierno y en verano se encierran para huir del calor.
0:01:44 Entonces los habitantes de la India roban el oro, pero deben actuar con mucha rapidez,
0:01:52 pues cuando huelen la presencia de los humanos, las hormigas persiguen a los ladrones
0:01:57 y si los camellos de estos no son veloces, destrozan a los intrusos.
0:02:03 Esto es lo que escribe Plinio.
0:02:06 Por ahora me impresiona bastante más esta hormiga.
0:02:09 Aparecieron otras crónicas.
0:02:11 De acuerdo con el odoto de Ali Karnaso, algunos de estos enormes inisientos habían sido capturados y se los mantenían a corte del rey de Persia.
0:02:21 Estrabó un escribión su geografía que los hombres para robarle el oro a estas hormigas parecían unos polvos árbios cerca de las madrigueras
0:02:30 y cuando los bichos salían para apropiarse a aquel polvillo, ellos entraban por el otro lado y le afanaban los lingos a que le afanaban.
0:02:38 Los eruditos de la Edad Media consideraban casi, sea crílega, cualquier expresión de septicismo con respecto a los autores antiguos.
0:02:47 Digo porque he visto aquí en la sala algunas expresiones escéticas.
0:03:01 En este momento le explico a los estudiantes.
0:03:05 Personal de vigilancia recorre la sala, escrutando y tratando de detectar expresiones escéticas para proceder a la expulsión del mencionado no creciente.
0:03:18 Nos vamos a quedar sin público porque son casi todos.
0:03:21 Probablemente si ha sido todo.
0:03:24 Ninguno dudaba entonces de las afirmaciones acerca de las hormigas y las hormigas que juntaban oro eran parte oficial de la zoología de la Edad Media.
0:03:36 Brunetto Dastini fue preceptor del Dante.
0:03:40 Fue también canciller de Florencia.
0:03:43 Dastini realizó un cabal resumen de todos los tesoros del conocimiento de su tiempo y redactó una enciclopedia que comenzaba reuniendo todos los materiales conocidos sobre etiografía, ciencias naturales, etc.
0:03:58 Y en el capítulo de Ciencias Naturales aparecieron estas hormigas que juntaban oro.
0:04:03 Dastini decía que no estaban en la India sino en las islas Estío.
0:04:08 Suponiendo que etiopía fuera una isla.
0:04:13 Dice Dastini que quien se aproximaba aquellas hormigas moría.
0:04:21 Esto lo creo más.
0:04:23 Esto que uno se aproxima a una hormigra y se muera.
0:04:29 Todavía en el siglo XVI se hiciera bastante cerca de nosotros.
0:04:33 Se supo algo acerca de aquellos seres, guardiares del oro.
0:04:37 Y este señor Christophe de Kew, presidente del Parlamento de París en el Reynado de Carlos IX, aquel de la Matanza de Saint-Baptolomé,
0:04:46 contó que en 1559 el rey de Persia envió un magnífico regalo al sultan Solimán.
0:04:56 Solimán el magnífico, Sulaimán.
0:04:58 Y este regalo era una hormiga india salvaje y muntarás del tamaño de un perro.
0:05:08 Es la misma de antes, era un lobo.
0:05:10 Es la misma, el tamaño de un lobo es mucho más...
0:05:15 Es similar a un perro.
0:05:17 Impresionante, pero el perro del lobo se parece más...
0:05:19 Son casi iguales.
0:05:21 Es la misma hormiga.
0:05:22 En la cerca del oro aparecieron otras creencias ridículas.
0:05:26 En el mundo antiguo había existido la idea de que los metales eran entes orgánicos que crecían y se desarrollaban como las plantas.
0:05:35 Durante mucho tiempo circuló un libro que todos atribuían a Aristóteles, que se llamaba Relactos Milagrosos.
0:05:42 Era en verdad una falsificación el libro, ¿no?
0:05:45 Pero reflejaba las creencias de la época.
0:05:47 En uno de sus capítulos se afirmaba que si uno enterraba un pedazo de oro, este pedazo podía brotar y crecer.
0:05:55 Qué lindo, la planta de oro.
0:05:57 Pero bueno, negocio extraordinario plantar oro.
0:06:00 Plantaba 4 o 5 monedas de oro y salía un pedazo de árbol que te hacía rico enseguida.
0:06:06 La ciencia natural del Medio Evo adoptó fielmente la pauta clásica y desarrolló aún más la teoría de este crecimiento.
0:06:15 Se decía que había en la Tierra Oro, en estado blando semi-líquido y que ciertas plantas, especialmente la vid,
0:06:24 un día sus raíces en el oro fundido y absorbía ese metal, de modo que el oro se elevaba por las ramas, pasaba por las hojas y también aparecía en los frutos.
0:06:36 Es verosímil. ¿Cómo? Es verosímil, eso.
0:06:40 Yo me lo creo totalmente. No veo qué inconveniente tiene esta teoría.
0:06:44 De este modo también se creía en la antigüedad clásica que había unas manzanas de oro en el oeste de Europa, las manzanas de las Eperias, allá por las islas Valeares.
0:06:55 Después vino a sospecharse que aquellas manzanas doradas eran naranjas, que vistas por los marineros que venían del meditarreano o oriental, mediterráneo, o sea, ya todavía mucho mejor.
0:07:11 Parecían manzanas de oro, porque en el meditarreano oriental no se conocían las naranjas.
0:07:17 ¿Qué hace alguien que nunca vio una naranja cuando la ve por primera vez? Dice, es una manzana de oro.
0:07:25 Los niños de dos años dicen cuando ven una naranja por vez primera.
0:07:32 Claro, siempre y cuando antes hayan visto manzanas y oro.
0:07:38 Y hablen, aparte.
0:07:40 Y hablen.
0:07:44 Pietro Mártire de Miri, profesor de Teología en Axfol, declaró que en España y Portugal había muchos árboles bebedores de oro.
0:07:55 Parece que cierta vez cuando una princesa de Portugal se comprometió con el duque de esa bolga, el novio envió a la dama unos regalos carísimos.
0:08:05 La corte de Lisboa, que andaba a medios casaní de dinero, respondió a tal magnanimidad con curiosidades más bien baratas.
0:08:14 Entre ellas, dos enegros, de los cuales uno era rubio.
0:08:19 Una reliquia de aspecto repugnante y un arbolito de oro cultivado naturalmente.
0:08:27 La mayoría de los autores ha afirmado que la vid era el vegetal más aficionado a la dieta áurea.
0:08:35 En Francia, una vid de oro fue hallada en los viñedos de San Martín de Le Plén.
0:08:42 Fue enviado al rey Enrique IV, amigo de este programa, que mandó a investigar aquella extraña planta.
0:08:49 En Hungría decían que el oro natural crecía como enredadera y que servía para fabricar anillos naturalmente.
0:08:56 El rey, lo es un décimo de Francia, bebía oro para curarse del baile de San Vito, una enfermedad muy desagradable para un rey.
0:09:06 Algo pareció al parque de Quimson.
0:09:08 Parecido, había en mi tiempo lo decía en el baile de San Vito.
0:09:13 Parece que mucho oro tomaba.
0:09:17 Se hacían fundir por mes 96 doblones para el dreto.
0:09:23 Imagino como le quedaría el estómago al pueblo de Luis Viles.
0:09:26 Una cosa espantosa.
0:09:28 Mucha reputación medicinal tenía el oro húngaro.
0:09:32 El oro húngaro es el mejor para curar cualquier cosa.
0:09:35 Se lo utilizaba como remerio contra elictericia.
0:09:39 Los médicos consideraban lógico que la enfermedad que te tornava amarillo fuera curada mediante un metal amarillo.
0:09:46 A esto le llamaban pensas.
0:09:53 Como si las ofensas inferidas a un tigre fueran rayadas, decía Borges.
0:09:58 Esto no decía Borges respecto a aquellos que propugnaban la eternidad del infierno.
0:10:06 Porque decía las ofensas inferidas a Dios, Dios es infinito.
0:10:11 Luego una ofensa inferida a Dios es infinita.
0:10:15 Y Borges decía como si la ofensa inferida a un tigre tuviera que ser rayada.
0:10:23 Dicen que las verrugas del rey Luis XIV fueron eliminadas con aceite de oro.
0:10:29 Después, en 1726, muertos a Luis, se acuñaron en Francia nuevas monedas de oro.
0:10:36 Los especialistas en belleza empezaron a consejar a las damas frotárselo el labio con esa moneda.
0:10:43 Nunca pensaron que la cantidad de bacterias tienen la moneda.
0:10:50 A lo mejor perjudican a la paciente.
0:10:54 Pero igual inventaron formas de aplicar directamente el oro.
0:10:58 Mezclaron limaduras de oro en el alimento de las gallinas.
0:11:05 Limaban monedas.
0:11:08 Ponían limaduras entre el maíz, el rabacillo, etc.
0:11:15 Y cuando llegaba el momento de sacrificarlas, la carne calculaba ya, habría absorbido la virtud del metal.
0:11:23 Entonces comías esa gallina y te curabas de cualquier cosa.
0:11:28 En verdad nunca pudo comprobarse otra cosa que una considerable mortandad de gallinas,
0:11:36 en los gallineros reales.
0:11:39 Te morían como mosca las gallinas, después de comer maíz con oro.
0:11:44 ¿Y ahí no vienen los de las gallinas los huevos de oro y todo eso?
0:11:49 Bueno, estas son cosas que tenemos respecto del oro.
0:12:00 Hemos sido la discoteca.
0:12:02 ¿Discos de oro?
0:12:04 La verdad que es una historia linda para el discotecario porque...
0:12:07 Hay algunas historias lindas. ¿Cuál le gustó más de todas estas historias?
0:12:11 A mí me gustó la idea del oro como el líquido que nutre a las plantas, a la vegetación.
0:12:19 Esa idea botánica del oro me gusta.
0:12:22 El árbol de oro.
0:12:23 El árbol que da moneda de oro, eso es fantástico.
0:12:26 Fotosíntesis de oro.
0:12:29 A mí me gustó la de las gallinas.
0:12:32 Eso de hacerle comer oro a la gallina y esperar que luego este oro nos haga bien a nuestras enfermedades,
0:12:41 me parece el colmo del optimismo.
0:12:44 Y el del pizbarro, de luego.
0:12:47 Imagínense, no le afanarían los tipos que le daban de comer a las gallinas en los gallineros reales.
0:12:54 No se afanarían las limaduras.
0:12:58 Tomar y se la tendrían que mezclar bien porque si no, vos vas a despegantar la limadura y le encajas el maíz.
0:13:05 A hacer ríen.
0:13:06 Debe hacer ríen, le metes.
0:13:08 O virulán.
0:13:11 Con esa historia además cambia el carácter del ladrón de gallina que parece una causa menor.
0:13:17 Claro, el ladrón de gallina.
0:13:19 A saber desde que la gallina ingería oro, se afanaba la gallina, la liquidaba y buscaba en el estómago la limadura.
0:13:26 Para mí el cocinero se hacía toda la limadura.
0:13:29 O las gallinas digieren la limadura.
0:13:33 Sí, la digieren y la hacen propias, las similan.
0:13:37 Y bueno, estaría, disculpeme usted, los excrementos de las gallinas reales llenos de limaduras de oro.
0:13:44 Pero qué gallina va a excretar el oro si solamente se excreta lo que no se necesita, la gallina.
0:13:49 Y uno, la gallina se daría cuenta allá en su ambición que el oro era bien necesario.
0:13:59 Y la retenía, tenía retención de oro.
0:14:01 Sí, como tantos que conocemos.
0:14:07 Y en el discoteque...
0:14:08 Tiene una constipación áurea.
0:14:14 Áurea y siempre.
0:14:17 Hemos ido a la discoteca y el hombre me...
0:14:19 Una linda historia, porque es muy interesado.
0:14:21 Sí, muy interesado, muy materialista.
0:14:23 Yo me dio el disco extraordinario y tiene todo que ver con esto, pucherito de gallina.
0:14:29 El tango pucherito de gallina, ¿cómo?
0:14:31 Bueno, hablamos de gallina.
0:14:33 Y el oro donde está.
0:14:34 Y el oro donde está.
0:14:35 Pensé a Luis XIV comiendo gallina, sopa de gallina de oro.
0:14:41 La letra tiene algo que ver con esto.
0:14:43 Absolutamente no. Yo creo que paradisimular.
0:14:47 Vamos a escuchar entonces a Don El Mundo Rivero cantando este bello tango,
0:14:54 este gracioso tango que se llama...
0:14:56 Le me diga, ¿no? Que se llama Pucherito de Gallina.
0:15:08 Con veinte abridas me vine para el centro.
0:15:13 Mi debut fue en corrientes y my food.
0:15:16 El brazo de hombre jugado y con vento.
0:15:20 Así que hice quemar mi juventud.
0:15:24 Al día aprendido que ser un carabera
0:15:28 me enseñaron que nunca hay que fallar.
0:15:32 Me hice una vida en mi tonga insensibliera
0:15:35 y entre otras cosas me daba por cantar.
0:15:41 Cabaré pero besó el eterno rutina.
0:15:49 Pucherito de gallina con viejo bilo Carlos.
0:15:56 Cabaré me dejó un amor en cada esquina.
0:16:05 Uno se espera en la mina para tomar el chocolate.
0:16:09 Otro factura con mate, cruel raje para el coboll.
0:16:14 Cante del viejo bariete del parque gol.
0:16:18 Y en los dals sin del bajo le ando al lejo.
0:16:22 Donde llegaba en chicas mal de casas bien.
0:16:26 Con esas otras chicas bien de casas mal.
0:16:30 Con veinte abridas me vine para el centro.
0:16:35 Mi deboza en corrientes y maipú.
0:16:39 Hoy han pasado los años y no he encuentro.
0:16:43 Calor de hogar para mi bien y juventud.
0:16:47 Cabaré pero besó el eterno rutina.
0:16:56 Pucherito de gallina con viejo bilo Carlos.
0:17:03 Cabaré me dejó un amor en cada esquina.
0:17:11 Uno se espera en la mina para tomar el chocolate.
0:17:16 Otro factura con mate, cruel raje para el coboll.
0:17:33 Era el mundo rivero, la venganza será terrible. Pucherito de gallina.
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