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23 de Septiembre de 2008

Deportes en el Imperio Otomano

Transcripción automática

0:00:00 Bien, hablemos de deportes. El Sultan Mehmed III tenía 29 años cuando llegó a Sultan del Imperio Otomano, era el año 1595.
0:00:12 Mehmed había sido valiente, pero una sola vez. Parece que el ejército otomano había conquistado la fortaleza de Erlau en Hungría,
0:00:22 y después se enfrentó al grueso de los ejércitos de los Asburgos. Cuando las tropas se enfrentaron, Mehmed se vio aterrorizado, le agarró el terror.
0:00:32 Y estuvo a punto de salir rajando, pero para que no cometiera tamaño de santino, los soldados lo envolvieron en el Santo Manto del Profeta,
0:00:43 que tiene, como usted sabe, la propiedad de insuflar una valentía sobrenatural.
0:00:48 Efectivamente, después de esa maniobra, el ejército otomano venció y Mehmed creyó que había sido valiente,
0:00:55 pero por la duda no volvió a ponerse nunca más al frente de su ejército, sabe de dónde que los milagros ocurren una sola vez.
0:01:03 Pero lo que queremos contar es otra cosa. Es la historia de un órgano.
0:01:10 Vamos a buscar el...
0:01:14 Bien, el embajador inglés ante la sublime puerta, así se llamaba en la ciudad de Estambul, en los círculos diplomáticos,
0:01:25 la sublime puerta, golpea que te van a abrir.
0:01:28 Bueno, el embajador inglés en Estambul se llamaba Edward Barton.
0:01:34 ¿Qué tal? ¿Egward Barton? ¿Qué tal Barton?
0:01:37 Barton tenía la siguiente preocupación.
0:01:40 Había pedido a la reina de Inglaterra que le mandara un regalo a Mehmed III para conmemorar su advenimiento al trono.
0:01:49 Barton sugería que se mandara un reloj en forma de gaso que le había visto en el trujollero.
0:01:55 Pero a fines de 1597 el regalo también no había cegado.
0:02:00 Y esto perjudicaba mucho las relaciones entre el imperio y el sultan, pero también perjudicaba a los mercaderes ingleses
0:02:12 que estaban tratando de conseguir, a cerventas, etc.
0:02:16 La compañía de Levante, dicha compañía, agrupaba a mercaderes ingleses que podían ser beneficiarios de la buena disposición del sultan.
0:02:26 Era si reenganchaban un contrato para hacer una carretera, etc.
0:02:30 Pero como no le regalaban nada, el sultan estaba a uno de toda buena disposición.
0:02:37 Así que no pasaba nada.
0:02:40 Para peor Barton, disculpe y lo lamento mucho, Barton murió de un ataque de disentereía
0:02:47 poco después de enviar su última carta a la reina pidiendo que mandaran un regalo.
0:02:52 Finalmente la reina prestó atención tarde ya y ordenó la confección de un órgano.
0:02:58 Y se yo sé lo que le regalaba al sultan.
0:03:00 Un órgano.
0:03:01 Y mandó a hacer un órgano.
0:03:03 El encargado de hacerlo fue Thomas Dallan, que era miembro de la compañía de herreros de Londres.
0:03:08 Los hacían los herreros, los órganos, calcúlifes.
0:03:11 Según la crónica...
0:03:15 El órgano debía ser de una clase extraordinaria, provisto de varios mecanismos de carácter musical,
0:03:25 como así también de otros especiales.
0:03:28 Dallan construyó el órgano en un año.
0:03:31 En noviembre de 1598 hizo una demostración para la reina Isabel.
0:03:45 Y la reina dijo que estaba bien y lo aprobó.
0:03:50 El encargo realizado a Thomas Dallan exigía no sólo la presencia del órgano en esta bolsina,
0:03:57 sino la presencia de Dallan para armarlo y para hacer la demostración para que le enseñara al sultan a manejarlo.
0:04:03 Salió nomás el órgano con el con Thomas Dallan hacia el imperio de sultan.
0:04:09 El viaje fue un poco grave y el órgano llegó roto.
0:04:14 Se le rompió. Dallan tardó otro año en arreglarlo.
0:04:19 Claro, porque me imagino que era enorme el quinta armado.
0:04:24 Finalmente lo entraron en el palacio Top Capy.
0:04:29 Llegó el día elegido para la presentación del regalo y visita crónica.
0:04:35 La música empezó y era un órgano mecánico. Tocaba solo.
0:04:40 Una vez que piano la...
0:04:51 Bueno, se pusieron a bailar enseguida en la Corte del Sultán.
0:04:57 Era una canción de cinco partes, la tocó dos veces.
0:05:01 En lo alto del órgano, que tenía cinco metros de altura, había una especie de jaulita llena de toros,
0:05:12 esos pájaros negros que hay cerca al puerto, que al final de la música cantaron y batieron sus salas.
0:05:19 También había otros diversos mecanismos que resultaron de gran maravilla para el sultan.
0:05:26 Dallan fue llamado al palacio Top Capy y lo convidaron a quedarse para siempre.
0:05:32 Se le prometieron dos mujeres para que fuera empezando su propio aren.
0:05:37 ¿Se pisa por dos?
0:05:39 Empezó con dos, veis... una buena, otra más o menos.
0:05:51 Todo le decía, quedate, quedate. Incluso los mercaderes de la compañía.
0:05:55 Le decía, sí, quedate. Quedate vos, maravilla, sanzultán.
0:05:59 Y este encantado de la vida que vos le proporcionas es bueno con los ingleses y les da contratos muy favorables.
0:06:06 Pero Thomas quería regresar y rechazó cortesmente los ofrecimientos de Sultán primero y los mercaderes después.
0:06:13 Pero pocos días después Dallan fue informado que el sultán quería trasladar el órgano a otra habitación del palacio.
0:06:20 No fue a trabajar allí. De pronto los ayudantes de Dallan salían corriendo.
0:06:26 Dallan le preguntó qué pasaba, por qué corría.
0:06:29 Le explicaron que el sultán y sus concubinas estaban por llegar hasta allí y que estaba absolutamente prohibido andar cerca del lugar.
0:06:39 Sob pena de muerte. No podía aceptar en presencia de las concubinas de Sultán.
0:06:45 Así que cuando el tipo andaba con las concubinas por los pasillos del palacio salían todos rajando.
0:06:50 Pero Dallan, como ya estamos a medio ceboja, el sultán lo trataba bien.
0:06:54 Medio le había ofrecido dos mil años y se llamaba que me importaba, que se yo hice y quedó. Cálculo mal.
0:06:59 Tuvo suerte porque llegaron unos tiempos con una cimitarra y le amagaron un poco.
0:07:05 Y Dallan hizo algo que le salió la vida. Salió corriendo.
0:07:10 Comprendió su error y salió rajando. Salió rajando de la pieza, salió rajando del palacio y salió rajando de Estambul.
0:07:19 Volvió a Inglaterra sin parar de correr.
0:07:23 Se tomó un barco de regreso y no se preocupó más del destino de los mercaderes,
0:07:29 que ciertamente por 20 años no le vendieron nada a nadie ni hicieron ningún contrato favorable ni nada.
0:07:35 En los últimos años del reinado de Mehmed, nadie se ocupó más del órgano.
0:07:42 No lo hicieron funcionar nunca más.
0:07:45 Pero cuando murió Mehmed subió al trono su hijo, Ahmed,
0:07:50 y cuentan que este tipo era mucho más piadoso, más piadoso en el peor de los sentidos,
0:07:56 más ringroso y ortodoxo, se sintió ofendido por las representaciones figuras activas,
0:08:01 contraria ciertamente a la espíritu del corán.
0:08:04 Y como el órgano estaba lleno de esas representaciones,
0:08:09 Ahmed ordenó que el órgano fuese destruido y expulsada a sus partes del palacio.
0:08:15 Así los mercaderes se quedaron sin sultán agradecidos, sin órgano,
0:08:20 sin pájaros negros mecánicos, sin contrato y sin nada.
0:08:24 ¿Cuál es la moraleja de esta historia?
0:08:33 ¿A quién dedicarla?
0:08:35 Qué triste el destino del órgano.
0:08:37 Y nunca más hubo solamente una vez lo tocaron y una pequeña milagro.
0:08:42 ¿Se existían órganos en aquel momento?
0:08:45 ¿Eran todos así como electromecánicos?
0:08:50 ¿No había electricidad?
0:08:51 No había electricidad, claro.
0:08:52 ¿No eran con fuese?
0:08:55 ¿Algunos tipos?
0:08:57 ¿Con tubos?
0:08:58 Sí, claro, tubos.
0:09:00 Pero la parte eléctrica que usted dice era reemplazada,
0:09:03 por uno fue a los que le daban unos neatos, unos ayudantes.
0:09:06 Me tocaba el tipo de la monija.
0:09:10 Había distintos mecanismos.
0:09:13 Incluso había algunos que usaban energía hidráulica,
0:09:18 tenían una rueda, en un arrollito la rueda caminaba
0:09:22 y trabajaba uno fue.
0:09:24 Otros podían guardar una cierta compresión,
0:09:26 que se llamaban así.
0:09:28 Pero sí había órganos.
0:09:30 Eran unas construcciones que todavía están, unas de ellas.
0:09:34 Y funcionan.
0:09:36 Porque el anterior creo que es el armonio.
0:09:40 Yo no sé si es anterior.
0:09:42 Me parece que debe ser posterior, porque es como un órgano de cámara.
0:09:47 Sí, para Bogareño.
0:09:49 Sí, claro. Y esto le da con la pata.
0:09:52 Pero usted cree que a todas las grandes catedrales tienen órganos.
0:09:58 No serán tan antiguos los órganos como los catedrales,
0:10:01 pero hay algunos que tienen 4 o 5 siglos y que funcionan.
0:10:06 Y hay conciertos prácticamente todas las semanas.
0:10:14 Bueno, yo le voy a dedicar esto a Don Tomas Dalán,
0:10:19 el constructor de órganos que se la bancó y se opuso al sultán.
0:10:25 Y además se negó a quedarse diciendo que le daban la posibilidad
0:10:30 de empezar a construir un pequeño aren.
0:10:35 Un aren, mellor, ¿no?
0:10:37 Y decirlo, la mínima composición de un aren es 2.
0:10:41 Es 2, porque uno no.
0:10:43 Uno es lo contrario de un aren.
0:10:46 Si algo no es un aren, es una mujer.
0:10:50 Usted dice que la ausencia de mujer es más aren que la presencia de una.
0:10:54 Posiblemente, la ausencia de mujer es más aren que la presencia de una.
0:10:59 Es curioso.
0:11:02 Porque usted puede tener un aren virtual, ¿no?
0:11:07 En cambio, cuando hay una sola mujer,
0:11:09 esto impide imaginar otras.
0:11:15 Las mujeres imaginarias usen ante la presencia de una sola mujer
0:11:26 Bien, hemos ido a la discoteca para ver si tenían algún disco
0:11:31 referido a esta historia.
0:11:34 Y nos dieron paquedóales los muchachos.
0:11:36 Y resulta que aludé a la utilidad que tenía ese órgano
0:11:39 en la corte del sultán del Imperio de Tomás.
0:11:43 Escucharemos entonces a Aníbal Troyes y Roberto Greila
0:11:48 en este tango, compuesto ciertamente en homenaje a Tomás Dalán
0:11:53 y a los constructores de órganos todos.
0:12:36 La presencia de mujer es muy importante.
0:12:41 Y es muy importante.
0:12:45 Y es muy importante.
0:12:49 Y es muy importante.
0:14:39 Aníbal Troyes y Roberto Greila.
0:14:43 ¡Muchachos!

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