Encontrá todos los archivos de audio en MP3 del programa de radio La Venganza Será Terrible de Alejandro Dolina

14 de Noviembre de 2003

Dos adivinos de la mitología clásica

Transcripción automática

0:00:00 Hablaremos hoy de dos adivinos extraordinarios de la vitología clásica. Se llamaban mobso y calcante, que era más famoso todavía. Hablaremos de ellos y vamos a ver cómo se inunden las historias de uno de otro.
0:00:22 Con respecto a mobso sabemos menos, a menudo se lo considera hijo de Apolo, pero esto es común en la mayor parte de los adivinos que todos decían provenir de Apolo.
0:00:33 Otras veces se lo presenta como hijo de Manto, una muchacha que tenía el don profético y que era hija nada menos que de Piresias, aquel mago que hemos hablado muchas veces aquí, incluso el otro día nos acordábamos de cómo había visto a unas serpientes acoplándose.
0:00:54 Era nieto de Piresias, este mobson. Parece que después de la muerte de Piresias Manto, la hija del mago permaneció a largo tiempo en Delphos dedicada a perfeccionarse en el arte adivinatorio e incluso desempeñando la función de civil en el oráculo.
0:01:15 Un día el dios Apolo la mandó a la ciudad de Claro y ella se casó con un tal racio.
0:01:21 El hijo que nació de esa unión fue mobso, heredor de su madre y de su abuelo Tiresias, el don profético.
0:01:29 Mobso fue fundador de ciudades, fundó la ciudad de Colofón y era muy famoso, pero no tanto como el otro, como calcánque.
0:01:40 Dicen que había nacido en mis senas que era el mejor en la interpretación del vuelo de las aves.
0:01:46 Él veía un ave volar y ya te decía el futuro.
0:01:52 También el que mejor conocía el presente, el pasado del futuro, que es el propio de los adivinos, fue el augur titular de la exposición griga contra Astrosa.
0:02:04 En todos los momentos importantes de la guerra y de su preparación aparecía una profecía de calcánque.
0:02:13 Cuando estuvo a punto de detonarse la guerra de Troya, Tepis advirtió a su hijo Aquiles que sí iba la guerra de Moriría.
0:02:22 Fue la famosa opinión entre las dos posibilidades que se le ofrecían.
0:02:31 Una vida corta y gloriosa o larga, pero sin gloria.
0:02:36 Y aquí es, pensó que era mejor convertirse en un héroe de poca vida y marzo a Troya.
0:02:42 Sin embargo los poetas tráficos citan esta historia de manera muy distinta.
0:02:48 Dicen que un oráculo había baticinado a Tepis que Aquiles moriría en la guerra, por lo que para evitar que lo incorporaran, intentó ocultar a su hijo,
0:02:59 diciendo lo de Don César y escondiéndolo en la corte del rey Lycomedes de Ciro.
0:03:05 Aquí les pasó nueve años y escondido, uno menos.
0:03:09 Ahí donde se hacía la Martirra, la Rubia.
0:03:13 Pero el difras fue inútil, sería mejor que inútil.
0:03:19 Pero el difras fue un útil para conocer en la corte del rey Lycomedes algunas amiguitas a las que se lucía, así no se pasaba primero por Rama y luego por caballero.
0:03:36 Pero fue en cambio inútil para burlar a Ulises, que se entiró de quien estaba escondido allí.
0:03:45 Ahí también intervino, capitante, porque el capitante dijo que la guerra de Kroos ya no podía ganarse sin la intervención de Aquiles.
0:03:55 Y así Ulises perseveró en la búsqueda y lo encontró ahí bañándose con las muchachas difrasados.
0:04:05 Recuerde ser como entró Ulises, el astuto Ulises al escondite de Aquiles, ¿no?
0:04:13 Se inició que era un vendedor, entonces ahí mostró unas telas, unas vestimentas femeninas, unos adornos, y por ahí sacó un cuchillo, sacó un cuchillo flamante.
0:04:29 Y ahí apareció la Rubia, dijo, ¿qué es eso?
0:04:34 A ver, y se mostró a esa parinera.
0:04:38 Era así.
0:04:40 Otra premonición de calcante fue la siguiente.
0:04:43 En Aulíde interpretó el prosaño suministrado por la serpiente que devoló a unos pájaros en el altar y declaró que la ciudad de Kroos ya sería tomada al décimo año de la guerra.
0:04:56 Pero le dijo también a los griegos que la ciudad no podría ser tomada a menos que se procuracen del arco y las flechas de Heracles,
0:05:05 por lo cual Ulises fue a ver a Filoptetes, uno que se había quedado con las armas de Heracles.
0:05:11 ¿Cómo se había quedado con las armas de Heracles?
0:05:13 Cuando murió Heracles le dijo a Filoptetes que escondía a su cadáver.
0:05:18 Y que a cambio de ese servicio le iba a dar el arco y las flechas.
0:05:26 Y Filoptetes escondió el cadáver pero después batió.
0:05:29 Batió donde estaba.
0:05:31 Igual se hicieron con las armas de Ulises.
0:05:35 También ahí en Aulíde se mandó una premonición que le costó la vida, al menos en una versión, a la hija de Agamelón, a la hyfigenia.
0:05:47 Estaban ahí las tropas griegas de Aulíde dispuestas a partir para otro y no soplaba viento.
0:05:53 Y hasta que Calcante dijo, ay, lo que pasa dice que acá no va a haber viento,
0:05:58 hasta que sacrificen a los dioses a la hija de Agamelón y Figenia.
0:06:05 Muy bien dijo Agamelón, Figenia se venga para acá.
0:06:10 Y la sacrificó y empezó a soplar la vida solo.
0:06:16 Pero hay muchas versiones.
0:06:19 Después hubo mitógrafos que se estandalizaron,
0:06:24 que se trataron de convertir esos sacrificios pantosos en alguna otra cosa.
0:06:31 Finalmente, entre otras muchas profesías Calcante por quien anunció,
0:06:35 pero engañosamente a los trojanos, que el caballo de madera era una ofrenda para la viosa Atenea
0:06:41 y que si lo rechazaban, caería sobre ellos un desastre inexorable,
0:06:46 una profecía que más bien era en engañas.
0:06:49 En cambio, aseguraba que a Calcante, esto decía a los trojanos,
0:06:53 se lo dejan entrar con que estarán meseras y obtendrán el favor de la diosa.
0:06:58 Y el rey Príamos, que era un poco pavo, creyó agrandó las puertas de troja
0:07:03 porque el caballo no entraba, tuvo que agrandar la puerta.
0:07:07 Lo cual no era una gran pionada por parte de los griegos.
0:07:11 Si la idea era que los trojanos aceptaron el caballo,
0:07:15 debieron haberlo construido para que entrara por la puerta.
0:07:20 ¿Por qué hiciera una objeción?
0:07:25 Diría yo la más seria.
0:07:27 Mira, no lo podemos mostrar.
0:07:29 Muchas gracias, pero se quedó por la puerta.
0:07:31 Muchas gracias, pero no me entra por la puerta.
0:07:33 Muchas gracias, pero no me entra.
0:07:35 Es un inciso de uso vulgar en carfintería y en muchos otros menestés.
0:07:43 No, lo hicieron más grande.
0:07:45 Ahora Príamos era tan sonso y dijo,
0:07:48 bueno, no me entro, pero voy a agrandar la pual.
0:07:53 Y así le fue.
0:08:07 Cuando volvían de la guerra, Cajcante predijo a los griegos
0:08:10 que el viaje no sería nada fácil,
0:08:12 lo cual no era hacer... no había que ser mago para saberlo.
0:08:16 Pero se negó a volver con el grosso de la tropa
0:08:19 puesto que sabía que no llegaría de ese modo a buen puerto.
0:08:22 Pero atención, también había una profecía oracular para el propio Cajcante.
0:08:27 Y aquí viene la historia que queríamos contar.
0:08:30 Se le había anunciado que moriría el día que encontrara a un adivino más hábil que él.
0:08:38 Morirás, Cajcante, dijo El Oráculo,
0:08:41 el día que encuentres un adivino más hábil que tú.
0:08:45 Cajcante se embarcó de regreso con unos pocos compañeros,
0:08:49 fueron a parar a una costa del Asia Menor,
0:08:52 era la Sierra Necolofón.
0:08:54 ¿Y quién vivía en Colofón?
0:08:56 Nada menos que aquel adivino del principio del programa,
0:08:59 llamado Mobso.
0:09:02 El carácter agonal de los asuntos místicos
0:09:08 apareció rápidamente, o sea, hubo competencia.
0:09:11 Emperado de la llegada de Cajcante, Mobso,
0:09:14 lo retó a una competencia de predicciones
0:09:19 y saberes maravillosos.
0:09:22 Y Cajcante tuvo que acercar.
0:09:24 Muy bien, concurso a ver quién adivina mejor.
0:09:28 En Colofón creció una higuera notablemente fecunda.
0:09:33 Cajcante quiso poner el ridículo a Mobso
0:09:36 y le preguntó si podía decirle cuántos sigos tenía el árbol.
0:09:40 Dice el mitógrafo que Mobso, cerrando los ojos,
0:09:45 contestó 10.000.
0:09:48 Y se contaron los sigos.
0:09:50 La intuición de Mobso había sido infalible.
0:09:54 A Grandado dijo, para bajar de miles las cantidades menores,
0:09:59 podría usted decirme, le dijo, Mobso, a Cajcante,
0:10:02 cuántas crías hay en el viento de esa chancia preñada,
0:10:06 que cuiseñaló.
0:10:08 Y cuántas de cada sexo parirá y cuándo?
0:10:12 Parecía más fácil.
0:10:15 Cajcante respondió, parirá ocho chanchitos, todos machos,
0:10:20 y los parirá dentro de nueve días.
0:10:24 Algunos dicen que Cajcante contestó eso
0:10:27 con la esperanza de poderirse antes de que pariera la chancia.
0:10:31 Pero Mobso dijo, yo soy de otra opinión.
0:10:42 Cajcuno tres chanchitos, uno solo macho,
0:10:46 y nacerá mañana el medio día, y un minuto antes y un minuto después.
0:10:50 Chau! Acertó.
0:10:52 Al otro día, el medio día, la chancia tuvo tres chanchitos, uno macho.
0:10:58 Y Cajcante murió de puro desesperado,
0:11:02 puro pesaroso.
0:11:05 Otros dicen que se suicidó.
0:11:07 Sus compañeros lo enterraron en Nocio.
0:11:10 El alma de Cajcante anda en pena por el monte de Río de Dauna,
0:11:17 cerca de Colofón.
0:11:19 Allí en la cumbre mantiene un oráculo
0:11:22 pasado en la interpretación de los sueños
0:11:25 que todos ustedes pueden consultar por un modo constiprendio.
0:11:30 Aquí termina la historia de Cajcante y Mobso.
0:11:36 La historia de aquel adivino que sabía que iba a morir
0:11:40 cuando encontraba uno mejor.
0:11:44 Qué raro, ¿no?
0:11:47 Qué raro, es una historia rara ahí, Inda.
0:11:53 Bueno, a quién sirve de dedicar esto?
0:11:56 A Isisena.
0:11:58 ¿Cobrecita?
0:12:00 Pero por ahí muchos dicen que no murió en realidad.
0:12:02 En una de las versiones de la vida.
0:12:04 Después los hijos de Agamemno, los otros, ¿no?
0:12:07 Orestes, etcétera.
0:12:09 Sí, lo encontraron en Tauri.
0:12:14 ¿Cómo? ¿Eso es la errotiza?
0:12:16 Era, se es rotiza, cortaba lo acaalado.
0:12:18 Pero eso es otra historia.
0:12:20 Ahí les puede.
0:12:22 Bueno, al pobre que alcance, ¿no?
0:12:25 A Chile.
0:12:27 Y a Chile que tuvo una vida, el pobre aquí le tuvo una vida corta, pero obvio.
0:12:30 Bueno, muy bien.
0:12:34 Hemos ido a la discoteca y nos han dado un disco que tiene que ver
0:12:39 con la clarivirencia, con la adivinación del futuro.
0:12:43 Es decir, con el dominio del después.
0:12:46 Y después, este bello tango que canta para todos ustedes,
0:12:50 ¡Libertad la Mase!
0:12:52 ¡A ver!
0:13:30 Y después, la noche dorme en el cristal
0:13:37 y tu fascina de vivir
0:13:41 y mi deseo de luchar
0:13:45 luego tu piel como de nieve
0:13:48 y en una ausencia le ve tu cualito final.
0:13:55 Todo retorna al recuerdo,
0:13:58 en la incursión,
0:14:00 cuando te ayude mi fe.
0:14:03 Todo se avisa en el pasado
0:14:06 con el amor de pedido,
0:14:08 tu duda y tu manzanzio
0:14:11 con la más fuerte que la muerte.
0:14:16 En el río corres,
0:14:18 suena el olvido.
0:14:21 Un tanto que cuento de un trajazo
0:14:24 y un antionista penazo
0:14:26 y aún es tan chido.
0:14:29 Y después,
0:14:34 vende el olvido en noven
0:14:38 y mentires para reír
0:14:43 y mentires para morar.
0:14:47 Porque canta para el pasado
0:14:50 bailando en el cinturón
0:14:52 y siempre por olvidar
0:14:56 te vi a ver.
0:15:00 En el silencio de tu amor
0:15:04 que hará un dolor de corredad
0:15:08 y grisca es para vivir
0:15:12 como si un cero del recuerdo
0:15:15 en el repentiliento
0:15:18 para poder morir.
0:15:23 Todo retorna al recuerdo
0:15:26 tu pelea y tu fileta
0:15:28 más que el misterio.
0:15:31 Todo se avisa en el pasado
0:15:34 con el amor de pedido,
0:15:36 tu duda y tu manzanzio
0:15:40 con la más fuerte que la muerte.
0:15:44 Un tanto que cuento de un olvido
0:15:49 y un antionista penazo
0:15:52 y aún es tan chido.
0:16:14 Subtítulos por la comunidad de Amara.org

Comentarios (0)

No hay comentarios. ¡Podés ser el primero en comentar!


Tenés que Iniciar sesión para comentar.
Podés darle estilo y formato al texto utilizando Markdown