Transcripción automática
0:00:00 Hablaremos hoy de dos adivinos extraordinarios de la vitología clásica. Se llamaban mobso y calcante, que era más famoso todavía. Hablaremos de ellos y vamos a ver cómo se inunden las historias de uno de otro.
0:00:22 Con respecto a mobso sabemos menos, a menudo se lo considera hijo de Apolo, pero esto es común en la mayor parte de los adivinos que todos decían provenir de Apolo.
0:00:33 Otras veces se lo presenta como hijo de Manto, una muchacha que tenía el don profético y que era hija nada menos que de Piresias, aquel mago que hemos hablado muchas veces aquí, incluso el otro día nos acordábamos de cómo había visto a unas serpientes acoplándose.
0:00:54 Era nieto de Piresias, este mobson. Parece que después de la muerte de Piresias Manto, la hija del mago permaneció a largo tiempo en Delphos dedicada a perfeccionarse en el arte adivinatorio e incluso desempeñando la función de civil en el oráculo.
0:01:15 Un día el dios Apolo la mandó a la ciudad de Claro y ella se casó con un tal racio.
0:01:21 El hijo que nació de esa unión fue mobso, heredor de su madre y de su abuelo Tiresias, el don profético.
0:01:29 Mobso fue fundador de ciudades, fundó la ciudad de Colofón y era muy famoso, pero no tanto como el otro, como calcánque.
0:01:40 Dicen que había nacido en mis senas que era el mejor en la interpretación del vuelo de las aves.
0:01:46 Él veía un ave volar y ya te decía el futuro.
0:01:52 También el que mejor conocía el presente, el pasado del futuro, que es el propio de los adivinos, fue el augur titular de la exposición griga contra Astrosa.
0:02:04 En todos los momentos importantes de la guerra y de su preparación aparecía una profecía de calcánque.
0:02:13 Cuando estuvo a punto de detonarse la guerra de Troya, Tepis advirtió a su hijo Aquiles que sí iba la guerra de Moriría.
0:02:22 Fue la famosa opinión entre las dos posibilidades que se le ofrecían.
0:02:31 Una vida corta y gloriosa o larga, pero sin gloria.
0:02:36 Y aquí es, pensó que era mejor convertirse en un héroe de poca vida y marzo a Troya.
0:02:42 Sin embargo los poetas tráficos citan esta historia de manera muy distinta.
0:02:48 Dicen que un oráculo había baticinado a Tepis que Aquiles moriría en la guerra, por lo que para evitar que lo incorporaran, intentó ocultar a su hijo,
0:02:59 diciendo lo de Don César y escondiéndolo en la corte del rey Lycomedes de Ciro.
0:03:05 Aquí les pasó nueve años y escondido, uno menos.
0:03:09 Ahí donde se hacía la Martirra, la Rubia.
0:03:13 Pero el difras fue inútil, sería mejor que inútil.
0:03:19 Pero el difras fue un útil para conocer en la corte del rey Lycomedes algunas amiguitas a las que se lucía, así no se pasaba primero por Rama y luego por caballero.
0:03:36 Pero fue en cambio inútil para burlar a Ulises, que se entiró de quien estaba escondido allí.
0:03:45 Ahí también intervino, capitante, porque el capitante dijo que la guerra de Kroos ya no podía ganarse sin la intervención de Aquiles.
0:03:55 Y así Ulises perseveró en la búsqueda y lo encontró ahí bañándose con las muchachas difrasados.
0:04:05 Recuerde ser como entró Ulises, el astuto Ulises al escondite de Aquiles, ¿no?
0:04:13 Se inició que era un vendedor, entonces ahí mostró unas telas, unas vestimentas femeninas, unos adornos, y por ahí sacó un cuchillo, sacó un cuchillo flamante.
0:04:29 Y ahí apareció la Rubia, dijo, ¿qué es eso?
0:04:34 A ver, y se mostró a esa parinera.
0:04:38 Era así.
0:04:40 Otra premonición de calcante fue la siguiente.
0:04:43 En Aulíde interpretó el prosaño suministrado por la serpiente que devoló a unos pájaros en el altar y declaró que la ciudad de Kroos ya sería tomada al décimo año de la guerra.
0:04:56 Pero le dijo también a los griegos que la ciudad no podría ser tomada a menos que se procuracen del arco y las flechas de Heracles,
0:05:05 por lo cual Ulises fue a ver a Filoptetes, uno que se había quedado con las armas de Heracles.
0:05:11 ¿Cómo se había quedado con las armas de Heracles?
0:05:13 Cuando murió Heracles le dijo a Filoptetes que escondía a su cadáver.
0:05:18 Y que a cambio de ese servicio le iba a dar el arco y las flechas.
0:05:26 Y Filoptetes escondió el cadáver pero después batió.
0:05:29 Batió donde estaba.
0:05:31 Igual se hicieron con las armas de Ulises.
0:05:35 También ahí en Aulíde se mandó una premonición que le costó la vida, al menos en una versión, a la hija de Agamelón, a la hyfigenia.
0:05:47 Estaban ahí las tropas griegas de Aulíde dispuestas a partir para otro y no soplaba viento.
0:05:53 Y hasta que Calcante dijo, ay, lo que pasa dice que acá no va a haber viento,
0:05:58 hasta que sacrificen a los dioses a la hija de Agamelón y Figenia.
0:06:05 Muy bien dijo Agamelón, Figenia se venga para acá.
0:06:10 Y la sacrificó y empezó a soplar la vida solo.
0:06:16 Pero hay muchas versiones.
0:06:19 Después hubo mitógrafos que se estandalizaron,
0:06:24 que se trataron de convertir esos sacrificios pantosos en alguna otra cosa.
0:06:31 Finalmente, entre otras muchas profesías Calcante por quien anunció,
0:06:35 pero engañosamente a los trojanos, que el caballo de madera era una ofrenda para la viosa Atenea
0:06:41 y que si lo rechazaban, caería sobre ellos un desastre inexorable,
0:06:46 una profecía que más bien era en engañas.
0:06:49 En cambio, aseguraba que a Calcante, esto decía a los trojanos,
0:06:53 se lo dejan entrar con que estarán meseras y obtendrán el favor de la diosa.
0:06:58 Y el rey Príamos, que era un poco pavo, creyó agrandó las puertas de troja
0:07:03 porque el caballo no entraba, tuvo que agrandar la puerta.
0:07:07 Lo cual no era una gran pionada por parte de los griegos.
0:07:11 Si la idea era que los trojanos aceptaron el caballo,
0:07:15 debieron haberlo construido para que entrara por la puerta.
0:07:20 ¿Por qué hiciera una objeción?
0:07:25 Diría yo la más seria.
0:07:27 Mira, no lo podemos mostrar.
0:07:29 Muchas gracias, pero se quedó por la puerta.
0:07:31 Muchas gracias, pero no me entra por la puerta.
0:07:33 Muchas gracias, pero no me entra.
0:07:35 Es un inciso de uso vulgar en carfintería y en muchos otros menestés.
0:07:43 No, lo hicieron más grande.
0:07:45 Ahora Príamos era tan sonso y dijo,
0:07:48 bueno, no me entro, pero voy a agrandar la pual.
0:07:53 Y así le fue.
0:08:07 Cuando volvían de la guerra, Cajcante predijo a los griegos
0:08:10 que el viaje no sería nada fácil,
0:08:12 lo cual no era hacer... no había que ser mago para saberlo.
0:08:16 Pero se negó a volver con el grosso de la tropa
0:08:19 puesto que sabía que no llegaría de ese modo a buen puerto.
0:08:22 Pero atención, también había una profecía oracular para el propio Cajcante.
0:08:27 Y aquí viene la historia que queríamos contar.
0:08:30 Se le había anunciado que moriría el día que encontrara a un adivino más hábil que él.
0:08:38 Morirás, Cajcante, dijo El Oráculo,
0:08:41 el día que encuentres un adivino más hábil que tú.
0:08:45 Cajcante se embarcó de regreso con unos pocos compañeros,
0:08:49 fueron a parar a una costa del Asia Menor,
0:08:52 era la Sierra Necolofón.
0:08:54 ¿Y quién vivía en Colofón?
0:08:56 Nada menos que aquel adivino del principio del programa,
0:08:59 llamado Mobso.
0:09:02 El carácter agonal de los asuntos místicos
0:09:08 apareció rápidamente, o sea, hubo competencia.
0:09:11 Emperado de la llegada de Cajcante, Mobso,
0:09:14 lo retó a una competencia de predicciones
0:09:19 y saberes maravillosos.
0:09:22 Y Cajcante tuvo que acercar.
0:09:24 Muy bien, concurso a ver quién adivina mejor.
0:09:28 En Colofón creció una higuera notablemente fecunda.
0:09:33 Cajcante quiso poner el ridículo a Mobso
0:09:36 y le preguntó si podía decirle cuántos sigos tenía el árbol.
0:09:40 Dice el mitógrafo que Mobso, cerrando los ojos,
0:09:45 contestó 10.000.
0:09:48 Y se contaron los sigos.
0:09:50 La intuición de Mobso había sido infalible.
0:09:54 A Grandado dijo, para bajar de miles las cantidades menores,
0:09:59 podría usted decirme, le dijo, Mobso, a Cajcante,
0:10:02 cuántas crías hay en el viento de esa chancia preñada,
0:10:06 que cuiseñaló.
0:10:08 Y cuántas de cada sexo parirá y cuándo?
0:10:12 Parecía más fácil.
0:10:15 Cajcante respondió, parirá ocho chanchitos, todos machos,
0:10:20 y los parirá dentro de nueve días.
0:10:24 Algunos dicen que Cajcante contestó eso
0:10:27 con la esperanza de poderirse antes de que pariera la chancia.
0:10:31 Pero Mobso dijo, yo soy de otra opinión.
0:10:42 Cajcuno tres chanchitos, uno solo macho,
0:10:46 y nacerá mañana el medio día, y un minuto antes y un minuto después.
0:10:50 Chau! Acertó.
0:10:52 Al otro día, el medio día, la chancia tuvo tres chanchitos, uno macho.
0:10:58 Y Cajcante murió de puro desesperado,
0:11:02 puro pesaroso.
0:11:05 Otros dicen que se suicidó.
0:11:07 Sus compañeros lo enterraron en Nocio.
0:11:10 El alma de Cajcante anda en pena por el monte de Río de Dauna,
0:11:17 cerca de Colofón.
0:11:19 Allí en la cumbre mantiene un oráculo
0:11:22 pasado en la interpretación de los sueños
0:11:25 que todos ustedes pueden consultar por un modo constiprendio.
0:11:30 Aquí termina la historia de Cajcante y Mobso.
0:11:36 La historia de aquel adivino que sabía que iba a morir
0:11:40 cuando encontraba uno mejor.
0:11:44 Qué raro, ¿no?
0:11:47 Qué raro, es una historia rara ahí, Inda.
0:11:53 Bueno, a quién sirve de dedicar esto?
0:11:56 A Isisena.
0:11:58 ¿Cobrecita?
0:12:00 Pero por ahí muchos dicen que no murió en realidad.
0:12:02 En una de las versiones de la vida.
0:12:04 Después los hijos de Agamemno, los otros, ¿no?
0:12:07 Orestes, etcétera.
0:12:09 Sí, lo encontraron en Tauri.
0:12:14 ¿Cómo? ¿Eso es la errotiza?
0:12:16 Era, se es rotiza, cortaba lo acaalado.
0:12:18 Pero eso es otra historia.
0:12:20 Ahí les puede.
0:12:22 Bueno, al pobre que alcance, ¿no?
0:12:25 A Chile.
0:12:27 Y a Chile que tuvo una vida, el pobre aquí le tuvo una vida corta, pero obvio.
0:12:30 Bueno, muy bien.
0:12:34 Hemos ido a la discoteca y nos han dado un disco que tiene que ver
0:12:39 con la clarivirencia, con la adivinación del futuro.
0:12:43 Es decir, con el dominio del después.
0:12:46 Y después, este bello tango que canta para todos ustedes,
0:12:50 ¡Libertad la Mase!
0:12:52 ¡A ver!
0:13:30 Y después, la noche dorme en el cristal
0:13:37 y tu fascina de vivir
0:13:41 y mi deseo de luchar
0:13:45 luego tu piel como de nieve
0:13:48 y en una ausencia le ve tu cualito final.
0:13:55 Todo retorna al recuerdo,
0:13:58 en la incursión,
0:14:00 cuando te ayude mi fe.
0:14:03 Todo se avisa en el pasado
0:14:06 con el amor de pedido,
0:14:08 tu duda y tu manzanzio
0:14:11 con la más fuerte que la muerte.
0:14:16 En el río corres,
0:14:18 suena el olvido.
0:14:21 Un tanto que cuento de un trajazo
0:14:24 y un antionista penazo
0:14:26 y aún es tan chido.
0:14:29 Y después,
0:14:34 vende el olvido en noven
0:14:38 y mentires para reír
0:14:43 y mentires para morar.
0:14:47 Porque canta para el pasado
0:14:50 bailando en el cinturón
0:14:52 y siempre por olvidar
0:14:56 te vi a ver.
0:15:00 En el silencio de tu amor
0:15:04 que hará un dolor de corredad
0:15:08 y grisca es para vivir
0:15:12 como si un cero del recuerdo
0:15:15 en el repentiliento
0:15:18 para poder morir.
0:15:23 Todo retorna al recuerdo
0:15:26 tu pelea y tu fileta
0:15:28 más que el misterio.
0:15:31 Todo se avisa en el pasado
0:15:34 con el amor de pedido,
0:15:36 tu duda y tu manzanzio
0:15:40 con la más fuerte que la muerte.
0:15:44 Un tanto que cuento de un olvido
0:15:49 y un antionista penazo
0:15:52 y aún es tan chido.
0:16:14 Subtítulos por la comunidad de Amara.org
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