Transcripción automática
0:00:00 Hablaremos esta noche de Dostoyevsky y de los balnearios
0:00:07 Centro Europeos, donde se hizo adicto al juego,
0:00:13 convertido en un ludópata confeso, dice este informe.
0:00:19 El autor de Crímen y castigo, ¿qué poco me gusta de eso?
0:00:25 ¿Que existe en una...
0:00:27 No, claro, referirse a Dostoyevsky como el autor de Crímen y castigo,
0:00:32 es característico de una forma torpe de escritura.
0:00:42 ¿De las reseñas de las revistas?
0:00:45 Sí, ahí decía. Un día uno nos hizo una crítica muy mala de lo que me costó el amor de Laura,
0:00:50 y ahí decía, y el autor del túnel se refería a esa mala.
0:01:00 El autor de Crímen y castigo, que era Dostoyevsky, les recuerdo,
0:01:06 contó el drama de su visión en la novela El Jugador,
0:01:12 que transcurre en una ciudad imaginaria, en la ciudad de Rulletburgo, creo que era, sí.
0:01:21 Y esta villa es una recreación de las ciudades termales en las que Dostoyevsky recorrió
0:01:29 su ruta de la ruina, porque el juego lo arruinó.
0:01:34 Los balnearios de Europa Central conocían su edad de oro
0:01:39 durante la segunda mitad del siglo XIX.
0:01:44 El German de las ciudades termales hay que buscar los siglos atrás.
0:01:50 A veces, muy atrás, cuando los soldados de los ejércitos romanos descubrían
0:01:56 los beneficios que tenían aquellas aguas, aguas a veces malolientes,
0:02:00 pero que tenían beneficios para la salud.
0:02:05 Una de las primeras ciudades balnearios fue la localidad belga de Spà,
0:02:10 que hoy da nombre genérico a los establecimientos termales,
0:02:16 pero existe como tal desde el siglo XVI.
0:02:20 Allí en Spà, como en otros lugares, las sencilla fuentes de agua,
0:02:28 carbo-gaseosa, empezaron a protegerse con suntuosos edificios
0:02:34 y junto a ellas se levantaron establecimientos hoteleros
0:02:39 para dar servicio a los que allí concurrían.
0:02:42 Después, las villas se transformaron en verdaderos centros de ocio,
0:02:49 se suponía que eran como paraísos salutíferos,
0:02:53 pero pronto estas aguas se convirtieron en la base para hacer de los balnearios
0:03:00 el epicentro de la vida mundana europea y así alrededor de las fuentes y los sanatorios
0:03:07 se construyeron también teatros, hoteles, villas, jardines y sobre todo,
0:03:13 casinos y salas de escolaso.
0:03:17 La cura termal era la perfecta excusa para justificar un momentáneo
0:03:24 al dejamiento de hogar, ningún marido por si no se lo que fuera
0:03:28 se extrañaba de que la mujer viajase kilómetros en busca de una cura
0:03:32 para el régum, los problemas digestivos y tampoco había esposa
0:03:38 que le negara al padre de familia la posibilidad de ir a pegarse una escuagada
0:03:45 y curarse algo.
0:03:48 La afición al juego de Fjodor Dostavijski se fraguó en forma casi fortuita
0:03:56 durante un viaje por Europa en 1863.
0:04:00 Era en realidad un autor sólo medianamente reconocido
0:04:05 que luchaba por salir de sus dificultades económicas,
0:04:09 ya había publicado títulos que hoy se consideran obras maestras,
0:04:13 pero que entonces sólo servían para sostener malamente la autoestima
0:04:20 y el bolsillo de Dostavijski.
0:04:23 Estaba enfermo, un hombre enfermo, también enfermo de epilepsia.
0:04:28 Y Dostavijski viajó desde Moscú a París,
0:04:34 donde esperaba reunirse con su amante, Paulina Zuzlova,
0:04:39 y pasó por casualidad unos días en la ciudad balnearia de Biesbaden.
0:04:45 Y bueno, allí había unas termas que se yo...
0:04:51 Allí fue Dostavijski, a ver qué pasaba.
0:04:59 Y hizo un día de reposo, ahí alojado en un hotel sencillo,
0:05:07 su economía no le permitía otra cosa,
0:05:09 y una mañana, por curiosidad, se inclinó sobre la mesa de la ruleta
0:05:15 y por pura diversión jugó un par de monedas,
0:05:19 y el destino quiso que la suerte le sonriera.
0:05:24 Y en un par de horas Dostavijski cayó víctima de la fiebre del juego.
0:05:29 El propio autor describe en una carta a su hermano
0:05:34 aquel proceso culminante que lo convertiría en un ludópatas.
0:05:39 Dice, en Biesbaden inventé un sistema propio de juego,
0:05:45 lo apliqué y de inmediato gané 10.000 francos.
0:05:49 A la mañana siguiente cambié el sistema y perdí.
0:05:53 Por la noche volví de nuevo a mi sistema,
0:05:56 y pronto gané de nuevo 3.000 francos.
0:05:59 Dime, ¿cómo es posible después de esto no entusiasmarse?
0:06:03 ¿Tienes razón?
0:06:04 No sé, no me parece.
0:06:05 Claro, como en toda la gente no está jugando en este momento,
0:06:09 en vez de trabajar.
0:06:12 Y esa misma tarde, perdió todas sus ganancias
0:06:16 y una parte de sus reservas para el resto del viaje.
0:06:20 Años más tarde, recordando el paso del escritor por Biesbaden,
0:06:25 su hija Alma escribiría,
0:06:29 allí mi padre jugó con pasión a la ruleta,
0:06:33 fue feliz ganando y experimentó una sensación no menos deliciosa,
0:06:38 perdiendo.
0:06:42 Sólo la falta de fondos y las cartas apremiantes de Polina,
0:06:47 que era su amante, desde París,
0:06:51 arrancaron al escritor de la mesa de juego.
0:06:54 Después volverá más adelante a Biesbaden
0:06:57 y ya lo hará para entregarse 100 reservas al visión.
0:07:02 Ya en París con Paulina,
0:07:06 el autor se detiene,
0:07:09 pero esta vez en la estación de Biesbaden,
0:07:12 la preferida de los aristócratas rusos,
0:07:15 bueno, ahí había mansiones, jardines, ese yo.
0:07:21 Y Biesbaden era la meca del juego,
0:07:27 ya de principios del siglo XIX.
0:07:31 Habían inaugurado el primer casino en 1809.
0:07:34 Y es un edificio fastuoso,
0:07:37 decorado con porcelanas, lámparas de cristal checo,
0:07:41 colgadura de terciopéo,
0:07:43 fotos de mujeres desnuda, qué es eso.
0:07:46 Bueno,
0:07:48 y no está vieja y no le importa nada,
0:07:50 porque lo único que quiere jugar,
0:07:52 y...
0:07:54 juega, que dice que descubrió el secreto del éxito de las apuestas, dice,
0:07:59 es de lo más simple y tonto.
0:08:01 Únicamente es preciso ser dueño de uno mismo,
0:08:05 y sean cuáles sean las peripeces de una partida,
0:08:07 hay que evitar quemarse.
0:08:10 Dice, eso no significa nada.
0:08:13 Pero jugó sin control,
0:08:18 ganó a ratos, y a veces,
0:08:20 ese ganarlo llevaba un cuadro de excitación
0:08:24 que le empujaba a perder todo.
0:08:27 En Baden-Baden, Dostogieff coincidió con otro escritor,
0:08:32 el escritor ruso Turghenev,
0:08:35 que era Ivan Turghenev,
0:08:37 era un ruso pudiente que tenía allí una casa propia, ¿no?
0:08:43 Y este...
0:08:46 y le pide grita,
0:08:49 le escribió el hermano Dostogieff,
0:08:50 mirá lo que dice.
0:08:52 En Baden-Baden vía Turghenev,
0:08:54 en parte es un fatuo,
0:08:57 no le he ocultado qué juego,
0:09:00 me dio a leer sus fantasmas,
0:09:03 pero yo a causa del juego no la leí.
0:09:06 Dostogieff le pide finalmente el dinero a Turghenev
0:09:10 para saldar sus muchas leudas.
0:09:14 Muchas veces le pidió,
0:09:15 a veces el escritor,
0:09:18 o sea, Turghenev ni siquiera respondió a sus requerimientos,
0:09:22 otras veces le envió menos de lo solicitado,
0:09:25 que es...
0:09:27 En realidad,
0:09:30 Turghenev despreciaba profundamente a los jugadores
0:09:35 y ha sido de muestra en una novela,
0:09:36 se llama Humo,
0:09:37 que transcurre precisamente en Baden-Baden.
0:09:42 Y cito a Turghenev, dice.
0:09:45 En los salones de juego,
0:09:47 en torno de los verdes tapetes,
0:09:50 se amontonan las mismas caras de siempre
0:09:52 con la misma expresión estúpida,
0:09:54 avariciosa, contarnada,
0:09:57 casi feroz,
0:09:59 con ese aspecto derratero
0:10:00 que la fiebre del juego presta
0:10:02 a las facciones más aristocráticas.
0:10:05 Cosas de Turghenev.
0:10:07 Bueno, Baden-Baden recibía cada año la visita de
0:10:10 decenas de centenas de europeos elegantes,
0:10:15 Nijinski, Napoleón III, Eugenia Montijo,
0:10:19 Julio Bern,
0:10:21 la emperatriz Isabel de Austria,
0:10:23 que era la célebre.
0:10:25 Sí, sí, ¿no?
0:10:26 Tenía salud muy frágil,
0:10:29 y andaba ahí siempre, en los balearios.
0:10:35 Dostogueski no conocieron,
0:10:38 sin embargo, esa faceta frívola de la ciudad,
0:10:42 quiero decir, los tipos de la farangula,
0:10:46 no, no.
0:10:47 En realidad iban a un hotel muy mincio,
0:10:50 y solo salían del cuarto para entrar en el casino,
0:10:53 o sino en la casa de empeño,
0:10:55 donde, entre lágrimas,
0:10:57 Polín, Suslova,
0:11:00 tenía que deshacerse de joyas
0:11:01 para pagar las deudas y seguir viajando.
0:11:05 Y bueno, al final la situación de esta pareja
0:11:07 se hizo insostenible, ¿no?
0:11:08 El poco amor que quedaba
0:11:10 se acabó,
0:11:13 y Polín se rajo,
0:11:15 que fue,
0:11:16 que fue.
0:11:17 Creo que después se metió con un estudiante español,
0:11:22 no me acuerdo.
0:11:23 El caso es que la pasión por el juego,
0:11:25 en Dostogueski, era superior a todas las otras,
0:11:31 meses después de la partida de Polín,
0:11:34 regresó a Viesbaden a buscar la abuela suerte,
0:11:39 y en su correspondencia, en su diario,
0:11:41 dejé al autor un patético documento
0:11:44 de aquellas jornadas, ¿no?
0:11:46 Vivían cerrado en la habitación,
0:11:48 los dueños del hotel se negaban a servirle la comida,
0:11:51 porque no pagaba ninguna cuenta,
0:11:54 se enfermó, estaba solo,
0:11:58 y ahí trazó el argumento para una obra nueva,
0:12:02 y escribió,
0:12:03 quizá esto que estoy escribiendo sea superior
0:12:06 a todo lo que he escrito hasta ahora.
0:12:08 Y tenía razón,
0:12:10 porque,
0:12:11 en aquellos días se había encontrado
0:12:13 el German de Crimen y Castillo.
0:12:17 Y, bueno,
0:12:19 parece que en Viesbaden era inspirador,
0:12:22 algunos otros artistas
0:12:24 concebieron allí algunas obras maestras,
0:12:26 como Brands,
0:12:27 que escribió la tercera sinfonía,
0:12:29 la llamada de Viesbaden justamente.
0:12:32 Richard Wagner compuso los maestros cantores.
0:12:35 Richard Wagner se pasaba tratando de...
0:12:40 de hacer que las personas no jugaran,
0:12:42 porque él tuvo una época de jugador,
0:12:44 se curó,
0:12:46 entonces le hablaba a todo lo que fue Richard,
0:12:47 y yo no jugué, no jugué, que te va a ser mal,
0:12:49 pero nadie le hacía caso.
0:12:54 Y, bueno...
0:13:04 Ahora bien,
0:13:06 después de su última estancia en Viesbaden,
0:13:09 agobiado por las deudas,
0:13:11 los d'Otowietski aceptó el encargo
0:13:13 de escribir una novela en tiempo récord.
0:13:15 En realidad, el tipo hacía siempre arreglos pésimos.
0:13:20 Los editores lo obligaban a escribir en tiempo récord,
0:13:24 y le ponían como penalidad
0:13:26 que si no entregaba el libro,
0:13:28 iban a quedar ellos dueños
0:13:30 de toda la obra futura de d'Otowietski.
0:13:32 Entonces, sí, corría para...
0:13:35 para poder evitar esa circunstancia,
0:13:37 y siempre consiguió evitarla.
0:13:39 Pero nunca ganó mucho.
0:13:45 siempre peleó con esa...
0:13:49 con esa premura, ¿no?
0:13:53 sus amigos le dieron un consejo, ¿no?
0:13:55 Para agarrar tiempo, contratar a una secretaria,
0:13:57 alguien que pudiera tomar la obra
0:13:59 al dictado a todo lo que da.
0:14:01 Y así fue como conocido a Ana Grigoriérna.
0:14:03 Y gracias a su ayuda,
0:14:05 terminó en tres semanas
0:14:07 la gravedad de la obra de D'Otowietski.
0:14:09 Y en su ayuda terminó en tres semanas
0:14:11 la gran novela sobre la ludopatía,
0:14:13 que es el jugador, ¿no?
0:14:15 Una terrible síntesis de sus propias experiencias.
0:14:19 Y sólo unas semanas después,
0:14:21 Ana se convirtió en su segunda esposa,
0:14:23 y en realidad es un feliz compañera
0:14:25 en un nuevo descenso
0:14:27 a los infiarros de la ruleta.
0:14:29 Se va pocas semanas casado,
0:14:31 y el tipo se mandó a él
0:14:33 un viaje por Europa,
0:14:37 pasó por Hamburg,
0:14:39 perdió todo lo que tenía,
0:14:41 la madre de Ana le mandó
0:14:43 un poco de dinero,
0:14:45 y D'Otowietski se fue a Baden-Baden
0:14:47 a jugar,
0:14:49 y la llevó a Ana,
0:14:51 y le hizo colocar
0:14:53 una postura en la mesa de juego.
0:14:55 Ella perdió, ¿no?
0:14:59 Nunca le gustó el juego.
0:15:03 escribo ella misma,
0:15:05 dice,
0:15:07 Fedor se ha ido a la sala maldita.
0:15:09 Yo prefiero quedarme en casa
0:15:11 en una habitación oscura
0:15:13 y no moverme.
0:15:17 Van a parar a los osureros
0:15:19 las joyas de Ana,
0:15:21 algunos de los vestidos,
0:15:23 la salianza de la boda,
0:15:27 y así quedó todo.
0:15:31 Al final,
0:15:33 se curó D'Otowietski,
0:15:37 pero...
0:15:41 en realidad,
0:15:45 no se curó porque hubiera
0:15:47 tomado una decisión,
0:15:49 sino porque...
0:15:51 creo que fue en 1877,
0:15:57 se cerraron todas las salas
0:15:59 de juego
0:16:01 de Europa Central.
0:16:03 Y no volvieron a abrirse
0:16:05 hasta que Hitler tomó el poder
0:16:07 en Alemania.
0:16:09 Y entonces no tenía dónde ir a jugar.
0:16:13 D'Otowietski murió
0:16:15 en 1871,
0:16:19 con la conciencia sumida
0:16:21 en la degradación.
0:16:23 Solamente,
0:16:25 una semana, santa de su muerte,
0:16:27 ya gravemente enfermo,
0:16:29 el autor recibió en su casa
0:16:31 la visita de un caballero desconocido.
0:16:33 Era un enviado de Turgenev,
0:16:35 que quería reclamar
0:16:37 un dinero que se le debía
0:16:39 desde el principio de esta charla.
0:16:41 ¿Se acuerdan?
0:16:43 Y le había mangado a Turgenev,
0:16:45 bueno, le mandó un tipo
0:16:47 para cobrarle,
0:16:51 no tenía nada.
0:16:53 No tenía nada, así que no le pagó nada.
0:16:55 Murió pobre,
0:16:59 sin mucho éxito.
0:17:05 El juego es más consejero.
0:17:09 Hemos ido
0:17:11 a la discoteca,
0:17:13 no estaba el discotecario,
0:17:15 estamos jugando...
0:17:17 Estamos jugando al 7 y medio.
0:17:19 Tiene un garito ahí atrás.
0:17:21 Sí, junto con
0:17:23 la comisión directiva de esta raria.
0:17:25 Hablan todos allí,
0:17:27 en el que hay un montón.
0:17:31 Y le pregunté si no tenían
0:17:33 alguna canción sobre juegos.
0:17:35 Hay un montón.
0:17:37 Me dijo que no hay otra cosa.
0:17:39 Todos los tangos,
0:17:41 cada dos tangos que se componen,
0:17:43 los dos son su...
0:17:45 Y me dio éste,
0:17:47 que es el que más me gusta.
0:17:49 Es el tango que se llama
0:17:51 Monte Criollo,
0:17:53 y lo canta a Susena Maisane.
0:17:55 Es el tango dedicado
0:17:57 a Dostoyez, que evidentemente...
0:18:01 Y escrito por Romero Mansi,
0:18:03 que también conoció
0:18:05 esa...
0:18:07 esa tragedia.
0:18:11 Ese aburrimiento cósmico
0:18:13 que conduce
0:18:15 a la escola.
0:18:17 Monte Criollo canta ahora
0:18:19 a Susena Maisane.
0:18:25 Mentecado Tito
0:18:27 Tito
0:18:29 Mentecado Tito
0:18:33 Tito
0:18:35 Cuarenta cartones pintados
0:18:37 con palos de sueño
0:18:39 de engaño y de amor.
0:18:41 la vida es un maso
0:18:43 marcado
0:18:45 paraja los náй coupling
0:18:47 la mano de Dios.
0:18:49 Las malas que envozca la vida
0:18:51 se dieron
0:18:53 En cada ilusión y así por robándome fillas
0:18:59 La carta negada de tu corazón
0:19:04 Hagan juego, monte clio, yo que llengo que tu ternura palpite
0:19:12 Hagan juego, me mandé mi resto en cove
0:19:16 Y después de los tres tofles con tu olvido me tope
0:19:22 Perdí los primeros convites parando en carpetas de suerte y verdad
0:19:29 Y luego buscando de esquite, cien contra seguidas, me dio tu maldad
0:19:36 Me ofrece la espada a su filo, rencores el basto, te quieren venga
0:19:43 Hoy juego mi trampa tranquilo y entre oros y copas te abre de olvidar
0:19:51 Hagan juego, monte clio, yo que llengo que tu ternura palpite
0:19:59 Hagan juego, me mandé mi resto en cove
0:20:03 Y después de los tres tofles con tu olvido me tope
0:20:13 Era Susena Maizani, en la venganza será terrible, monte clio
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