Transcripción automática
0:00:00 Continuamos en la verganza, será terrible, ya estamos de regreso aquí en Argentina en Buenos Aires,
0:00:08 en nuestro galponcito en la calle Gorrite, 5963, los esperamos cada medianoche aquí.
0:00:16 Hablaremos esta noche del Dosto y Eski y de los balnearios centraeuropeos,
0:00:26 donde se hizo adicto al juego, convertido en un ludópata confeso, dice este informe,
0:00:37 el autor de Crímen y castigo, qué poco me gusta eso.
0:00:42 Que existen una…
0:00:44 No, claro, referirse a Dosto y Eski como el autor de Crímen y castigo,
0:00:50 que es característico de una forma torpe de escritura.
0:00:58 De las reseñas de las revistas.
0:01:02 Sí, ahí decía, un día uno nos hizo una crítica muy mala de lo que me costó el amor de Laura,
0:01:07 y ahí decía, y el autor del túnel se refería a…
0:01:14 El autor de Crímen y castigo, que era Dosto y Eski, les recuerdo,
0:01:23 contó el drama de su visión, la novela El Jugador, que transcurre en una ciudad imaginaria,
0:01:33 la ciudad de Rulletburgo, creo que era así.
0:01:38 Y esta villa es una recreación de las ciudades termales en las que Dosto y Eski recorrió
0:01:47 su ruta de la ruina, porque el juego lo arruinó.
0:01:52 Los balnearios de Europa Central conocieron su edad de oro durante la segunda mitad del siglo XIX.
0:02:01 El German de las ciudades termales hay que buscar los siglos atrás,
0:02:07 a veces, muy atrás, cuando los soldados de los ejércitos romanos descubrían los beneficios
0:02:14 que tenían aquellas aguas, aguas a veces malolientes, pero que tenían beneficios para la salud.
0:02:22 Una de las primeras ciudades balnearios fue la localidad belga de Spà,
0:02:28 que hoy da nombre genérico a los establecimientos termales, pero existe como tal desde el siglo XVI.
0:02:37 Allí en Spà, como en otros lugares, las sencilla fuentes de agua carbogaseosa
0:02:47 empezaron a protegerse con suntuosos edificios y junto a ellas se levantaron
0:02:54 establecimientos hoteleros para dar servicio a los que allí concurrían.
0:02:59 Después, las villas se transformaron en verdaderos centros de oscio, se suponía que eran como paraísos
0:03:08 salutíferos, pero pronto estas aguas se convirtieron en la base para hacer de los balnearios
0:03:17 el epicentro de la vida mundana europea y así alrededor de las fuentes y los sanatorios
0:03:25 se construyeron también teatros, hoteles, villas, jardines y sobre todo casinos y salas de escolaso.
0:03:34 La cura termal era la perfecta excusa para justificar un momentáneo alejamiento de hogar,
0:03:44 ningún marido por si lo soque fuera se extrañaba de que la mujer viajase kilómetros
0:03:48 en busca de una cura para el réguma o los problemas digestivos y tampoco había esposa
0:03:55 que le negara al padre de familia la posibilidad de ir a pegarse una jugada y curarse algo.
0:04:04 La afición al juego de Fjodor Dostavijewski se fraguó en forma casi fortuita durante un viaje por Europa en 1863.
0:04:16 Era en realidad un autor solo medianamente reconocido que luchaba por salir de sus dificultades económicas,
0:04:26 ya había publicado títulos que hoy se consideran obras maestras pero que entonces solo servían
0:04:33 para sostener malamente la autoestima y el bolsillo de Dostavijewski, que estaba enfermo,
0:04:42 un hombre enfermo también enfermo de epilepsia. Y Dostavijewski viajó desde Moscú a París
0:04:50 donde esperaba reunirse con su amante, Paulina Suslova, y pasó por casualidad unos días
0:04:58 en la ciudad balnearia de Biesbaden. Y bueno, allí había unas termas que se yo, allí fue Dostavijewski,
0:05:11 y no... a ver qué pasaba. Y hizo un día de reposo ahí, alojado en un hotel sencillo,
0:05:24 su economía no le permitía otra cosa, y una mañana por curiosidad se inclinó sobre la mesa de la ruleta
0:05:32 y por pura diversión jugó un par de monedas y el destino quiso que la suerte le sonríera.
0:05:42 Y en un par de horas Dostavijewski cayó víctima de la fiebre del juego. El propio autor describe
0:05:49 en una carta a su hermano aquel proceso fulminante que lo convertiría en un ludópata. Dice,
0:05:58 en Biesbaden inventé un sistema propio de juego, lo apliqué y de inmediato gané 10.000 francos.
0:06:07 A la mañana siguiente cambié de sistema y perdí. Por la noche volví de nuevo a mi sistema
0:06:14 y pronto gané de nuevo 3.000 francos. Dime, ¿cómo es posible después de esto no entusiasmarse?
0:06:20 Tienes razón.
0:06:21 Y no sé, no me parece.
0:06:22 Claro, como toda la gente no está jugando en este momento en vez de trabajar. Y esa misma tarde
0:06:32 perdió todas sus ganancias y una parte de sus reservas para el resto del viaje. Años más tarde,
0:06:39 recordando el paso del escritor por Biesbaden, su hija Alma escribiría,
0:06:46 allí mi padre jugó con pasión a la ruleta, fue feliz ganando y experimentó una sensación
0:06:54 no menos deliciosa, perdiendo.
0:06:59 Sólo la falta de fondos y las cartas apremiantes de Paulina, que era su amante,
0:07:07 desde París, arrancaron al escritor de la mesa de juego. Después volverá más adelante a Biesbaden
0:07:15 y ya lo hará para entregarse sin reservas al visión.
0:07:19 Ya en París con Paulina, el autor se detiene, pero esta vez en la estación de Biesbaden,
0:07:29 la preferida de los aristócratas rusos, bueno, ahí había mansiones, jardines, ese yo.
0:07:38 Y Biesbaden era la meca del juego, ya de principios del siglo XIX.
0:07:48 Habían inaugurado el primer casino en 1809 y es un edificio fastuoso, decorado con porcelanas,
0:07:56 lámpar de cristal checo, colgadura de tercio, pedos, fotos de mujeres desnuda, qué es eso.
0:08:05 Y a mí no me importa nada porque lo único que quiere jugar.
0:08:11 Juega, que dice que descubrió el secreto del éxito de las apuestas, dice,
0:08:16 es de lo más simple y tonto. Únicamente es preciso ser dueño de uno mismo
0:08:22 y sea en cuál sea las prepeces de una partida hay que evitar quemarse.
0:08:27 Dice, eso no significa nada.
0:08:31 Pero jugó sin control, ganó a ratos y a veces ese ganarlo llevaba un cuadro de excitación
0:08:41 que le empujaba a perder todo.
0:08:44 Bade en bade, Dostoyevsky coincidió con otro escritor, el escritor ruso Turganiev,
0:08:52 que era Ivan Turganiev, era un ruso pudiente que tenía allí una casa propia.
0:09:04 Y le pide guita, le escribió el hermano Dostoyevsky, mira lo que dice.
0:09:09 En bade envía a Turganiev, en parte es un fatuo, no le he ocultado qué juego,
0:09:18 me dio a leer sus fantasmas, pero yo a causa del juego no la leí.
0:09:24 Dostoyevsky le pide finalmente dinero a Turganiev para saldar sus muchas deudas.
0:09:31 Muchas veces le pidió, a veces el escritor, o sea Turganiev,
0:09:36 que ni siquiera respondió a sus requerimientos, otras veces le envió menos de los solicitados.
0:09:44 En realidad Turganiev despreciaba profundamente a los jugadores y ha sido de muestra en una novela
0:09:54 que se llama Humo, que transcurre precisamente en bade en bade.
0:10:00 Y cito a Turganiev, dice, en los salones del juego, en torno de los verdes tapetes,
0:10:07 se amontonan las mismas caras de siempre con la misma expresión estúpida,
0:10:11 avariciosa, contarnada, casi feroz, con ese aspecto de ratero que la fiebre del juego
0:10:19 presta a las facciones más aristocráticas, cosas de Turganiev.
0:10:24 Bueno, bade en bade recibió cada año la visita de decenas de centenas, de europeos elegantes,
0:10:32 Nijansky, Napoleón III, Eugenia Montijo, Julio Bern, la emperatriz Isabel de Austria,
0:10:41 que era la célebre. Sí, sí, ¿no?
0:10:43 Que tenía salud muy frágil y andaba ahí siempre en los balnearios.
0:10:52 Dostoyevsky no conocieron, sin embargo, esa faceta frívola de la ciudad, quiero decir,
0:11:00 los tipos de la farándula, no, no.
0:11:04 En realidad, iban a un hotel muy mincio y sólo salían del cuarto para entrar en el casino,
0:11:10 o sino en la Casa de Empeño, donde, entre lágrimas, Polín, Suslova,
0:11:17 tenía que deshacerse de joyas para pagar las deudas y seguir viajando.
0:11:22 Y bueno, al final la situación de esta pareja se hizo insostenible, no, el poco amor que quedaba
0:11:27 se acabó y Polina se rajo, que fue, que fue.
0:11:34 Creo que después se metió con un estudiante español, no me acuerdo.
0:11:40 El caso es que la pasión por el juego, en Dostoyevsky, era superior a todas las otras
0:11:46 y meses después de la partida de Polín, regresó a Viesbaden a buscar la buena suerte
0:11:56 y en su correspondencia, en su diario, dejé al autor un patético documento de aquellas jornadas.
0:12:03 Vivían cerrados en la habitación, los dueños del hotel se negaban a servirle la comida,
0:12:08 porque no pagaba ninguna cuenta, se enfermó, estaba solo.
0:12:14 Y ahí trazó el argumento para una obra nueva y escribió,
0:12:20 quizá esto que estoy escribiendo sea superior a todo lo que he escrito hasta ahora.
0:12:25 Y tenía razón porque en aquellos días se había encontrado el German de Crimen y Castillo.
0:12:34 Y bueno, parece que Viesbaden era inspirador, algunos otros artistas
0:12:41 concebieron allí algunas obras maestras como Brahms, que escribió la tercera sinfonía,
0:12:46 la llamada de Viesbaden justamente. Richard Wagner compuso los maestros cantores.
0:12:53 Richard Wagner se pasaba tratando de hacer que las personas no jugaran,
0:12:59 porque él tuvo una época de jugador, se curó, entonces le hablaba a todos los que jugó,
0:13:04 y no jugué, no jugué, que te va a ser mal, pero nadie le hacía caso.
0:13:21 Ahora bien, después de su última estancia en Viesbaden, agobiado por las deudas,
0:13:29 Dostoyevsky aceptó el encargo de escribir una novela en tiempo récord.
0:13:33 Pero en realidad el tipo hacía siempre arreglos pésimos.
0:13:36 Los editores lo obligaban a escribir en tiempo récord y le ponían como penalidad
0:13:43 que si no entregaba el libro iban a quedar ellos dueños de toda la obra futura de Dostoyevsky.
0:13:49 Entonces él corría para poder evitar esa circunstancia y siempre consiguió evitarla,
0:13:57 pero nunca ganó mucho y siempre peleó con esa premura.
0:14:09 Y sus amigos le dieron un consejo para ganar tiempo con tratar una secretaria,
0:14:16 alguien que pudiera tomar la obra al dictado, a todo lo que da.
0:14:20 Y así fue como conoció a Ana Grigoriävna y gracias a su ayuda terminó en tres semanas
0:14:28 la gran novela sobre la ludopatía que es el jugador, una terrible síntesis de sus propias experiencias.
0:14:35 Y solo unas semanas después Ana se convirtió en su segunda esposa
0:14:40 y en realidad su infeliz compañera en un nuevo descenso a los infiarros de la ruleta.
0:14:47 Se llevaban pocas semanas casados y el tipo se mandó a él un viaje por Europa,
0:14:56 pasó por Hamburgo, perdió todo lo que tenía, la madre de Ana le mandó un poco de dinero
0:15:03 y Dostoyevsky se fue a Baden-Baden a jugar
0:15:09 y la llevó a Ana y le hizo colocar una postura en la mesa de juego, ella perdió,
0:15:17 nunca le gustó el juego y escribe ella misma dice,
0:15:23 Fedor se ha ido a la sala maldita, yo prefiero quedarme en casa, en una habitación oscura y no moverme.
0:15:35 Van a parar a los susurreros las joyas de Ana, algunos de los vestidos, las alianzas de la boda
0:15:40 y así quedó todo.
0:15:49 Al final se curó Dostoyevsky, pero en realidad no se curó porque hubiera tomado una decisión,
0:16:07 sino porque creo que fue en 1877, se cerraron todas las salas de juego de Europa Central
0:16:20 y no volvieron a abrirse hasta que Hitler tomó el poder en Alemania, entonces no tenía donde ir a jugar.
0:16:29 Dostoyevsky murió en 1871 con la conciencia asumida en la degradación,
0:16:39 solamente una semana antes de su muerte, ya gravemente enfermo,
0:16:45 el autor recibió en su casa la visita de un caballero desconocido,
0:16:50 y era un enviado de Turgenev que quería reclamar un dinero que se le debía desde el principio de esta charla,
0:16:59 ¿se acuerda? y lo había mangado a Turgenev, le mandó un tipo para cobrarle y no tenía nada,
0:17:10 no tenía nada así que no le pagó nada, murió pobre, sin mucho éxito.
0:17:22 El juego es más el consejero, hemos ido a la discoteca, no estaba el discotecario,
0:17:33 estamos jugando al 7 y medio, y le pregunté si no tenían alguna canción sobre juegos,
0:17:52 me dijo que no había otra cosa, todos los tangos de cada dos tangos que se componen,
0:18:00 los dos son muy buenos, y me dio este que es el que más me gusta,
0:18:06 es el tango que se llama Monte Criollo y lo canta a Susena Maizane,
0:18:12 es un tango dedicado a Dostoyevsky evidentemente, y escrito por Romero Mansi,
0:18:21 que también conoció esa tragedia, ese aburrimiento cósmico que conduce a la escola,
0:18:35 Monte Criollo canta ahora a Susena Maizane, adelante.
0:18:52 Cuarenta cartones pintados con palos de ensueño, de engaño y de amor,
0:18:59 la vida es un maso marcado, baraja los náíbes, la mano de Dios,
0:19:06 las malas que en busca la villa se dieron el juego en cada ilusión,
0:19:14 y así forrobándome fillas la carta negada de tu corazón.
0:19:22 Hagan juego, Monte Criollo que en su boca tu ternura palpite,
0:19:30 Hagan juego, me mandé mi resto en copes y después de los tres toques con tu olvido me tope.
0:19:40 Perdí los primeros convites parando en carpetas de suerte y verdad,
0:19:46 y luego buscando de esquite cien contra seguidas, me dio tu maldad,
0:19:53 me ofrece la espada a su filo, rencores del basto, te quieren venga.
0:20:01 Hoy juego mi trampa tranquilo y entre oros y copas te abre de olvidar.
0:20:09 Hagan juego, Monte Criollo que en su boca tu ternura palpite,
0:20:17 Hagan juego, me mandé mi resto en copes y después de los tres toques con tu olvido me tope.
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