Ejercicios para la memoria

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0:00:00 Hablaremos de personajes memoriosos, personajes y grupos que se destacaban por tener una capacidad extraordinaria de memorización.
0:00:10 En la antigüedad griega, los aedas o aedos, algo así como los poetas cantores, realizaban ejercicios nemotécnicos que consistían en recitar largas listas de nombres de los jefes, dioses o navíos.
0:00:28 Estas listas de nombres inconhexos servían para expandir la memoria y luego recordar con más facilidad el canto poético que por ser dueño de sentidos fluía de la memoria con mayor facilidad.
0:00:42 Entre algunos poetas antiguos se cita la extraordinaria memoria de Simone y de Zeus que vivió en el siglo V a.C.
0:00:52 Escribió odas, elegías, epitafios, epigramas. Era el cantor de las glorias de Grecia en maratón, en salamina, en las termópilas.
0:01:04 Era amigo de Anacreonte y de Esquilo y su rival era Píndaro. Lo tenía montado entre ceja y ceja.
0:01:13 Simone y de Zeus fue el que más premios sacó en los concursos de poesía. El espíritu agonal de los griegos incluía también el campo del arte.
0:01:24 No solamente competían en juegos gimnásticos, sino que también lo hacían en juegos artísticos y particularmente en poesía, para no hablar de las tragedias y las comedias,
0:01:44 cuya competencia era un acontecimiento muy perfilado. Todos los ciudadanos tenían la obligación de pertenecer a algún coro.
0:01:58 Los coros intervenían en las tragedias que se presentaban en los concursos y prácticamente todo el pueblo estaba involucrado de un modo u otro en algunas de las tragedias que se representaban.
0:02:16 Bueno, el caso es que Simone era el que más premios se sacaba y Píndaro quedó rabiosamente segundo en muchas oportunidades.
0:02:25 Simone era siempre consultado por su poder de cita, por casi todos los poetas. Cuando no se podía identificar a qué segmento de una obra se refería a alguien, Simone empezaba a recitar por completo la obra en cuestión
0:02:43 a la espera de ser detenido en el momento preciso de la cita buscada.
0:02:48 Cuéntas, Yserón, que Simone y les tenía también grandes aptitudes para recordar la ubicación de los asistentes en cualquier foro.
0:02:58 En una oportunidad asistió a un banquete multitudinario del que se retiró temprano.
0:03:06 Poco después el techo se desmoronó y aplastó a quienes habían quedado dentro.
0:03:13 Simone y les fue convocado para recordar el lugar que cada uno ocupaba y de ese modo pudo reconocerse a los finados.
0:03:22 Según Platón, otro tipo llamado Gipias de Hélida, con oír sólo una vez 50 nombres lo recordaba.
0:03:30 Seneca fue capaz de repetir 2.000 palabras en el mismo orden en que acababan de serles pronunciadas.
0:03:37 Se trató de una marca que fue aumentando hasta llegar ese punto a lo largo de su vida.
0:03:44 Muchas tradiciones apelaban a esos ejercicios de memoria porque se pensaba que la escritura podía llegar a ser peligrosa.
0:03:56 Los druidas, por ejemplo, prohibieron la escritura. No se sabe si para impedir la divulgación de sus secretos
0:04:03 o para que sus alumnos no dejaran de ejercitar la memoria que de hecho se necesitaba para pasarlos
0:04:10 con picadísimos ritos de iniciación.
0:04:13 Los sacerdotes druidas, sacerdotes celtas amados druidas, eran reclutados entre jóvenes
0:04:24 que pasaban el más alto rango o también entre aquellos que presentaban señales del favor divino.
0:04:33 Antes de alcanzar el título sacerdotal, había que estudiar 20 años, 20 años.
0:04:41 Uno de los grados de la iniciación consistía en aprenderse de memoria las extensas sagas de la serie mitológica.
0:04:50 Los alumnos dicen que la prueba central era morirse y regresar a la vida.
0:04:54 Es una prueba un poco difícil y especialmente no es cosa cuando uno no la cumple.
0:05:01 Otro, San Agustín tenía una memoria notable, pero admiraba mucho a un condicípulo que podía recitar a Virgilio de atrás para adelante,
0:05:11 ciertamente con gran menoscabo de la eficacia poéretica.
0:05:17 Cicerón habla también de un muchacho al que todo se le imprimía sobre las tablillas enseradas de su memoria.
0:05:24 Así dice Cicerón.
0:05:26 Algunos creían que memorizar un texto era beneficioso para el cuerpo y citaban como autoridad a Antilo,
0:05:34 un médico romano del siglo II, que decía que quienes nunca habían aprendido los versos de memoria
0:05:40 tardaban en eliminar los fluidos perjudiciales que permanecían en el cuerpo.
0:05:46 Y el que no ejercitaba la memoria tenía pésimas digestiones.
0:05:50 Entre los poetas más cercanos en el tiempo cuentan que Racín tenía una memoria prodigiosa.
0:05:58 En 1658 tenía 18 años Racín.
0:06:05 Estudiaba en la Bahía de Porro-Royal, ahí donde se escribió la gramática general.
0:06:15 Por esos años, además, lo calculo.
0:06:17 Bueno, estudiaba allí, Racín, bajo la mirada vigilante de los Mojes.
0:06:21 Un día descubrió un libro antiguo griego que era Las Historias Etiópicas de Teágenes y Clariquea.
0:06:31 Bueno, Racín se fue al bosque con el libro.
0:06:35 Había empezado a leerlo cuando lo sorprendió un sacristán que se lo arrebató y lo quemó.
0:06:43 Entonces, el tipo se consiguió un segundo libro del mismo título.
0:06:47 También fue Descubierto y Quemado.
0:06:49 Y eso lo animó a Racín, a buscar un tercer ejemplar y aprenderse lo de memoria.
0:06:56 A continuación, entregó el libro al sacristán y le dijo con todo el desdén que ya podía quemarlo.
0:07:03 De mal o no más.
0:07:05 Bueno, ya fuera por miedo o por pasión, Racín sostuvo esta costumbre.
0:07:11 Y se aprendió de memoria cada libro que le dio en aquella abadía.
0:07:16 Durante el tiempo que permaneció así, se aprendía de memoria los libros.
0:07:20 Del mismo modo que Simón Yres, Racín era constantemente consultado por su literalidad.
0:07:29 Seguida decía a qué obra pertenecía a un verso, por más que fuera muy poco transitado.
0:07:39 Petrarcha puso estas palabras en boca de San Agustín en un diálogo imaginario.
0:07:45 Las palabras son estas.
0:07:47 Siempre que lea su libro y te tropieces con frases maravillosas que te deleiten,
0:07:52 fuérsate a aprenderla de memoria, de manera que cuando se presente un motivo de aflicción,
0:07:58 tengas el remedio preparado como si lo llevara escrito en la mente.
0:08:03 Un poco largo, un poco palabras.
0:08:08 Terminamos con un caso contrario, el de la desmemoria, comentado por Sift,
0:08:15 para el caso de los pobres Struelbrocks en los viajes de Cúlibir.
0:08:20 Se trataba de los inmortales que se conducían como mortales hasta los 30 años
0:08:26 y luego gradualmente iban tornándose melancólicos y abatidos hasta llegar a los 80.
0:08:32 Cuando llegaban a esa edad, no sólo tenían todas las flaquezas de la vejez,
0:08:36 sino muchas más nacidas de la perspectiva de no morir nunca.
0:08:41 Los Struelbrocks no podían divertirse leyendo ya que la memoria
0:08:46 no les permitía ir desde el principio hasta el final de una frase,
0:08:50 puesto que a cada paso olvidaban la palabra antecedente.
0:08:55 En el caso contrario está el pobre Funes, en su mundo abarrotado,
0:09:01 Funes que lo recordaba todo, y en aquel mundo no había sino detalles.
0:09:06 El recuerdo era tan minucioso que lo inhabilitaba para cualquier actividad.
0:09:11 Como dice Borges, el menos importante de sus recuerdos
0:09:19 era más vivo que nuestra percepción de un goce físico o de un tormento físico.
0:09:26 Hay que decir que la memoria sirve también como hilo del collar
0:09:34 de estos numerosos seres que somos.
0:09:37 A veces puede conjeturarse que cada día somos alguien diferente
0:09:43 o que el hombre de hoy ha venido a sustituir al de ayer
0:09:47 y que a lo largo de nuestra vida vamos cambiando de tal modo
0:09:52 que casi somos una sucesión de personas diferentes.
0:09:56 Pero el hilo que ensarta esas cuentas, ese hilo es la memoria.
0:10:02 Pero también es cierto que la memoria puede ser falsa.
0:10:06 A lo mejor los hilos del collar están anudados
0:10:09 y tenemos las cuentas del collar recorriendo caminos artificiales.
0:10:16 Digo, hablo de la memoria como género ficcional,
0:10:20 pero recuerda cosas que no han pasado nunca.
0:10:23 Yo creo que siempre sí, que todas las cosas que recordamos no han pasado nunca.
0:10:27 Pero bueno, no hay ninguna seguridad de que seamos nosotros tres
0:10:33 los mismos que han estado aquí la semana pasada haciendo el programa.
0:10:38 Pero ahí somos otros.
0:10:41 Nadie se da cuenta y mucho menos nosotros.
0:10:45 Cuando hemos ido a la discoteca para buscar discos de memoria y olvido
0:10:52 nos dieron el tango recuerdo que resultó no ser el que decía ser.
0:11:03 Serio, trajimos aquí el disco y había otra cosa dentro.
0:11:07 ¿Qué había?
0:11:10 Había no, era otra clase, discos cantados.
0:11:14 Canciones cantadas, recuerdo, generalmente se oye sin depra.
0:11:18 Entonces volvimos ya de apuro la discoteca.
0:11:24 Le explicamos de nuevo este asunto de olvido.
0:11:27 Ya se había olvidado el discotecario.
0:11:29 Sí, y nos dijo el hombre que después de todo
0:11:35 él consideraba que el olvido era preferible al recuerdo, especialmente con las penas de amor.
0:11:43 Y penas de amor llama justamente esta canción que vamos a escuchar,
0:11:50 esta conocidísima melodía que ha compuesto Fried Kreitzler.
0:11:56 Y por Kreitzler justamente la escucharemos ahora. Adelante.
0:12:34 La canción es muy lenta.
0:12:39 La canción es muy lenta.
0:12:44 La canción es muy lenta.
0:15:29 Era a Craigsler en la venganza, será terrible, penas de amor.