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3 de Agosto de 2007

Agón

Transcripción automática

0:00:00 Hemos hablado aquí algunas veces de lagón entre los griegos, ¿no?
0:00:05 Palabra de la que proviene el término agonía, que es en cierto modo lucha.
0:00:12 Pero la lucha agonal es una lucha exenta de enemistad, ese es el agón.
0:00:17 Y toda la civilización griega estaba teñida por el carácter agonal, el gusto que tenían por medirse, por competir.
0:00:28 Generalmente se daba en ámbitos como la gimnástica, la música, la oratoria.
0:00:36 Di la convicción que según la cual el agón poseía un carácter lúdico, algunos han venido a preguntarse
0:00:46 en qué grado se puede clasificar la guerra como una función agonal en determinadas sociedades antiguas.
0:00:53 Es decir, si existía una guerra sin encono y hay una serie de formas...
0:01:02 Primero hay formas bélicas, la mayoría de las formas bélicas no tienen un carácter agonal.
0:01:06 Es decir, no es la lucha exenta de enemistad, sino que se proponen una victoria a como se pueda.
0:01:16 Por ejemplo, ataques por sorpresas, emboscadas, expediciones de rapiña.
0:01:22 Y hay luego todas las formas de la guerra moderna que desde luego carecen de todo sentido agonal.
0:01:28 Pero han existido enfrentamientos, incluso mortales, en los cuales las características competitivas eran tan notables
0:01:37 que hacían prevalecer el juego y los gestos honoríficos por encima del resultado de la contienda.
0:01:44 Y aún algunas en que la enemistad estaba reducida al punto de conflicto.
0:01:51 Y solamente así.
0:01:57 Vamos a internarnos en ese asunto.
0:02:00 En la antigüedad y hasta tiempos medievales, se hacía la guerra para obtener, mediante la prueba de perderla o ganarla,
0:02:07 una decisión de valor sagrado.
0:02:12 En lugar de la contienda judicial de los dados, de Oráculo, que podía manifestar de igual modo la voluntad de los dioses,
0:02:20 se elegía el poder de las armas, como si fuera un juicio de Dios.
0:02:24 Y el desenlace ponía en claro la sentencia de la divinidad.
0:02:28 Es decir, vos ganabas la guerra porque Dios consideraba que tenías razón.
0:02:33 Para que el arbitrio divino pudiera desenvolverse a la perfección, se desarrollaban entonces estos enfrentamientos.
0:02:40 Pero se desarrollaban con reglas propias de lo agonal.
0:02:44 Existían, por ejemplo, convenios sobre el tiempo y el lugar de la batalla.
0:02:51 En ese caso no había invasiones sorpresivas.
0:02:56 No, se establecían, se impactaban las condiciones.
0:03:01 Viejas fuentes nórdicas, por ejemplo, describen cómo el campo de batalla se acercaba con estacas o con ramas de abellano.
0:03:11 Fuera de ese lugar, la lucha no tenía valor. Incluso no te podían matar.
0:03:18 En Grecia, hubo una guerra entre Cálsis y Heretria, que tuvo lugar en el siglo VII a.C.
0:03:26 Y según la tradición esa guerra transcurrió en forma de competición.
0:03:32 Se depositó en el templo de Arte-Mies un convenio en el que se fijaban las reglas del combate.
0:03:39 Y estaban prohibidas todas las armas arrojadizas.
0:03:43 La javelina, la lanza, el arco, la onda, como dijo aquel francés,
0:03:48 maldito sea el cobard que inventó las armas capaces de matar a distancia.
0:03:53 Bueno, solo se permitían en aquella guerra la espada y la lanza.
0:03:58 Lo curioso de esta disputa guerrera era que el espacio sin conscripto a los enfrentamientos
0:04:04 estaba demarcado tal como hemos dicho de los nórdicos,
0:04:07 de tal forma que aquel que se retiraba, aunque fuera unos pasos del límite impuesto,
0:04:12 que era imposibilitado de matar y de recibir cualquier agresión.
0:04:17 Árbitros de ambas ciudades observaban la lucha como si se tratara de una prueba gynárpica.
0:04:27 En la Edad Media, en la Baja Edad Media había la costumbre de desafiar en tiempo y lugar.
0:04:36 La batalla de Cressy en el año 1346 fue precedida por un cambio de cartas
0:04:41 en las que el rey de Francia, Felipe VI, daba a elegir al de Inglaterra, el ordo tercero,
0:04:47 amigo de este programa, dos lugares y cuatro días para enfrentarse.
0:04:52 Y a tal punto eran respetados la elección del desafiado,
0:05:01 que como si fuera un duelo singular, los dos ejércitos se entrenaron
0:05:08 y se fortalecieron en campamentos vecinos sin molestarse,
0:05:13 hasta el día pactado para la lucha.
0:05:17 Una costumbre que procede de la concepción de la guerra agonal,
0:05:24 como un noble juego de honor, era el intercambio de cortesías con el enemigo.
0:05:32 Una victoria agonal lo era en tanto que era noble.
0:05:36 En las guerras feudales chinas se enviaba al enemigo una jarra de vino
0:05:41 que se bebía en recuerdo del pasado en paz que habían vivido.
0:05:47 Qué lindos.
0:05:49 Existían saludos recíprocos con toda clase de demostraciones de afecto,
0:05:54 que incluían banquetes comunes y regalos de armas.
0:05:58 En la época feudal china se podía hablar de victoria solo
0:06:02 cuando de ella salía incrementado el honor del vencedor.
0:06:07 Y eso no se lograba con la ventaja concedida sino más bien mostrando moderación.
0:06:15 Una brevísima historia, dos nobles,
0:06:18 Ching y Qian estaban frente a frente con sus ejércitos.
0:06:22 Se habían colocado en orden de batalla.
0:06:25 Por la noche llegó un mensajero de Ching para comunicar a Qian
0:06:29 que debía prepararse para la lucha.
0:06:31 Los capitanes de Qian observaron que el mensajero no miraba con mirada firme,
0:06:37 ni su voz resonaba con seguridad,
0:06:40 y conjeturaron que los de Ching tenían miedo y estaban en dificultades.
0:06:44 Por lo tanto, instaron a Qian a atacar rápidamente,
0:06:48 pero Qian no aceptó la propuesta de sus capitanes.
0:06:53 El ejército permaneció quieto y el enemigo que efectivamente estaba medrentado
0:06:58 pudo retirarse sin ser molestado.
0:07:01 El honor impedía atacar a los débiles.
0:07:05 Entre los guerreros chinos, el vencedor renunciaba a levantar cualquier monumento triunfal
0:07:11 sobre el campo de batalla.
0:07:13 Algo así aparece en los mitos griegos, por ejemplo entre Glauco y Diomedes.
0:07:18 Glauco elijo de Hipóleco, y Poloco sería mejor.
0:07:22 Como andaba junto a Sarpedón, aquel que después fue juez del infierno,
0:07:26 un ejército que pertenecía al bando trollano, Glauco.
0:07:30 Y por ahí en el curso de los combates se encontró con Diomedes, que venía con los aqueos.
0:07:36 Y antes de matarse, se acordaron de que sus familias estaban unidas en otros tiempos
0:07:42 por lazos de hospitalidad.
0:07:45 Y entonces Diomedes ofreció a su enemigo Glauco sus armas, que eran de bronce,
0:07:51 y Glauco en retribución le ofreció las suyas, que eran de oro.
0:07:55 Y después cada uno volvió a ocupar su puesto en la guerra y siguieron matándose.
0:08:01 Otro ejemplo antiguo, también en la China, el príncipe Ken Ching,
0:08:05 estaba en guerra con otro príncipe feudal llamado Jin Heng.
0:08:09 Ken Ching se enteró de que un tercero que no estaba en guerra con Jin Heng
0:08:15 le había cortado a su enemigo el abastecimiento de sal para las tropas.
0:08:20 Ken Ching ordenó inmediatamente a sus súbditos enviar abundante sal al enemigo
0:08:26 con una carta en la que decía que lo esperaba para luchar cuando estuvieran bien alimentados.
0:08:33 Y Ken Ching perdió aquella guerra.
0:08:36 ¡Rodinaria!
0:08:38 Leo, un fragmento de Borges.
0:08:43 Magnus Barford en el año 1102 emprendió la conquista general de los reinos de Irlanda.
0:08:51 Se dice que la víspera de su muerte recibió este saludo de Moirgetag rey en Dublin.
0:09:00 Dice así que en tus ejércitos militen el oro y la tempestad Magnus Barford.
0:09:09 Que mañana en los campos de mi reino sea feliz tu bataza.
0:09:17 Que tus manos de rey tejan terribles la tela de la espada.
0:09:23 Que sean alimentos del sígne rojo los que se oponen a tu espada.
0:09:29 Que te sacien de gloria tus muchos dioses que te sacien de sangre.
0:09:35 Que seas victorioso en la aurora rey que pisas Irlanda.
0:09:40 Que de tus muchos días ninguno brise como el día de mañana.
0:09:45 Porque ese día será el último te lo juro rey Magnus.
0:09:49 Porque antes que se borre su luz deben seré y te borraré Magnus Barford.
0:09:58 Todo esto que hemos examinado muestra ciertamente la existencia de una espiritu en que el honor tiene un papel primordial.
0:10:07 Pero no debemos creer que las cosas serán siempre así.
0:10:11 Estas debieron ser excepciones.
0:10:13 En la antigüedad se mataba y se traicionaba y se masacraba con la misma brutalidad que ahora.
0:10:21 Hay sin embargo si un detalle de su partición que hemos señalado al principio.
0:10:26 Que es la de creer que la guerra más bien consistía en una revelación del poder de los dioses.
0:10:31 Uno iba a la guerra y si triunfaba era porque los dioses le asignaban a uno la razón.
0:10:37 Esta idea fatalista de la guerra si establecía una singular diferencia.
0:10:43 De modo tal que las ventajas no se obtenían con acciones de guerra.
0:10:47 Si no más bien con triunfos que eran consagrados en una batalla y después recién después se obraba en consecuencia.
0:10:55 O en día la guerra consiste exactamente en lo contrario.
0:10:58 En apropiarse de lo que uno quiere del modo menos costoso.
0:11:01 Es una forma distinta de ser la guerra.
0:11:05 Nadie dice vamos a pelearnos y el que gana se queda con la ciudad de Tebas.
0:11:11 Vos te vas apropiando de la ciudad de Tebas si acaso cuadra por cuadra.
0:11:18 Y durante la noche y tratando de tener la menor pérdida de vidas y del modo más económico.
0:11:27 Y en un momento te encontrarás dueño de Tebas.
0:11:30 Por ahí en un momento a la vuelta de una esquina aparecerá el ejército entero de los defensores y te derrotará.
0:11:35 Pero es así como se lucha ahora y no.
0:11:39 Pero si no, si no, bueno, peleamos en tal lugar, a tal hora.
0:11:42 Y el que gana se queda con Bagdad.
0:11:45 No se pertenece.
0:11:47 No se pertenece.
0:11:49 Bueno, ¿quién quiere dedicar esto querido Gabriel?
0:11:53 Muy linda, muy linda en la charla Alejandro.
0:11:56 En esto de este tipo de combates y eso voy a dedicarles.
0:12:02 Usted le lloro de Borges recién.
0:12:04 Permítame dedicarle esto al amigo Alejo Alborno
0:12:06 que murió como si no le importara también.
0:12:08 Me quedo con esta historia de la victoria y el honor.
0:12:13 Usted como buen jugador de fútbol, Alejandro, y desde hace tanto tiempo como como lo he oido yo,
0:12:19 sabe que muchas veces hemos parado un partido.
0:12:22 Me esclen un poco, estamos ganando muy fácil.
0:12:25 A nadie le gusta ganar muy fácil.
0:12:27 Para nadie que no sea un millonario.
0:12:30 A aquellos que tienen este tipo de actudes y juguemos, que sea parejo y vamos a ver quién gana.
0:12:36 Y me quedo también con tres situaciones y tres personas, tres dedicando.
0:12:43 El sargento Cruz, que también le pareció que un hombre había que matarlo con honor.
0:12:48 Aquel personaje, ¿usted recordará el nombre del actor?
0:12:51 Yo no. Que en la guerra gaucha, cuando lo están por matar Ángel Magaña,
0:12:54 los de Tiene también dicen, así no se mata un valiente, citando.
0:12:58 Al Martín Fierro, ¿no?
0:13:01 Y a un amigo suyo, que según usted me dijo una vez, era guapo en serio.
0:13:06 Y cuando había alguien que se aprovechaba, alguien que estaba medio vencido le decía,
0:13:11 basta, porque si no tallaba él.
0:13:14 Y por honor.
0:13:17 Claro, hay algunos que se agrandan, ¿no?
0:13:20 Cuando ven que la cosa viene fácil, se agrandan.
0:13:26 Bueno, hemos ido a la discoteca y no bien entramos, sentimos que alguien nos golpeaba la cabeza por la espada, ¿verdad?
0:13:41 Nos robaron todo el dinero y después nos preguntaron qué queríamos.
0:13:44 Y le dijimos que queríamos un disco acerca del honor.
0:13:48 Y se rieron de nosotros durante 40 minutos.
0:13:56 Y después nos dieron un disco que hace alusión a una batalla, es el nombre de una batalla del Estudio de Argentina,
0:14:04 que se ha cantado incluso desde distintos bandos y todos han reclamado honor allí.
0:14:09 Y en la Samba de Vargas, le escucharemos en la versión de Ariel Dramedes. Adelante.
0:16:55 Y el día de hoy, el día de hoy, el día de hoy, el día de hoy, el día de hoy, el día de hoy, el día de hoy, el día de hoy, el día de hoy, el día de hoy, el día de hoy, el día de hoy, el día de hoy, el día de hoy, el día de hoy, el día de hoy, el día de hoy, el día de hoy, el día de hoy, el día de hoy, el día de hoy, el día de hoy, el día de hoy, el día de hoy, el día de hoy, el día de hoy, el día de hoy, el día de hoy, el día de hoy, el día de hoy, el día de hoy, el día de hoy, el día de hoy, el día de hoy, el día de hoy, el día de hoy, el día de hoy, el día de hoy, el día de hoy, el día de hoy, el día de hoy, el día de hoy, el día de hoy, el día de hoy,
0:17:25 el día de hoy, el día de hoy, el día de hoy, el día de hoy, el día de hoy, el día de hoy.

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