Transcripción automática
0:00:00 Contaremos algunas historias del amor cortés.
0:00:05 Hemos hablado muchas veces.
0:00:08 Así que hay que situarse en Occitania, allá en el sur de Francia,
0:00:13 en los siglos XII por allí.
0:00:17 Y allí nació el amor cortés
0:00:19 y de tantas particularidades que esa forma amorosa ofrecía,
0:00:30 había una institución que consistía en ponerse un caballero al servicio de una dama,
0:00:35 posiblemente de una dama casada,
0:00:38 y realizar asañas para su mejor gloria y renombre.
0:00:42 El caballero se declaraba enamorado y servidor de esa dama,
0:00:46 casi nunca llegaban a nada,
0:00:48 se trataba simplemente de la realización de asañas por parte de un enamorado servicial.
0:00:55 Y hoy hemos de narrar algunas historias interesantes
0:00:58 gracias al historiador francés, Bob Antón,
0:01:01 que nos proporciona la posibilidad de asomarnos a estas curiosas narraciones.
0:01:10 Empecemos con Guilien de Ballon,
0:01:12 que eligió por amada una señora a la señora de Xavier.
0:01:18 Parece que Guilien daba por ahí una noche a dama,
0:01:24 había enamorar de esta señora de Xavier.
0:01:28 Se presentó ante la dama
0:01:30 y la dama consideró con venevolencia los ruegos del caballero
0:01:33 y lo aceptó como servidor regular.
0:01:36 Hay que decir que no había ningún contacto que pasara de ahí,
0:01:41 nada.
0:01:43 Durante cierto tiempo este amor platónico
0:01:47 continuó con los usos establecidos,
0:01:50 pura renegación y entrega solícita
0:01:53 a todo lo que la señora de Xavier pidiese.
0:01:57 Pero un día, Guilien de Ballon se enteró
0:02:01 del caso de una pareja de enamorados
0:02:03 que se habían peleado para reconciliarse después.
0:02:08 Aquí es un movimiento muy propio del amor cortés
0:02:11 y también de los estúpidos de la actualidad de todos los siglos.
0:02:16 Digo, el disfrutar con las reconciliaciones.
0:02:19 Alguna vez hablamos en este programa
0:02:22 de lo que sucede cuando un amor,
0:02:24 cuando un romance,
0:02:26 cuando una relación carece de toda pimienta,
0:02:29 cuando hay un aburrimiento enorme,
0:02:31 cuando hay una saciedad tal,
0:02:33 que solo puede ser conmovida poniendo en riesgo el amor.
0:02:37 Entonces, se juega eso,
0:02:39 se juega poner en riesgo la relación
0:02:41 de que es la única cosa que te puede emocionar.
0:02:45 Bueno, esto también dura poco.
0:02:47 La segunda o tercera vez que pones en riesgo el novio asgo,
0:02:52 esto empieza a aburrirte también.
0:02:56 Bien, el caso es que para lograr este movimiento
0:03:03 que conduzca una reconciliación,
0:03:06 los tipos y las muchachas hacen toda clase de movimientos
0:03:09 para enojarse,
0:03:11 si no se pueden enojar, fingen los enojos para jugar.
0:03:17 Jugar a que el otro no está,
0:03:19 a que el otro te deja y se va.
0:03:22 A ver si la reconciliación le pone un poco de alegría,
0:03:26 un poco de gracia,
0:03:27 esa porquería que ha andado en llamar amor.
0:03:29 Bueno, esto es justamente lo que hizo este muchacho Guillian.
0:03:32 Se había enterado de que,
0:03:36 si esto, una pareja se había peleado
0:03:38 y habían disfrutado mucho con la reconciliación
0:03:40 y pensó cuando se iba a hacer las pases con la dama
0:03:43 después de un periodo de amorosa disputa
0:03:46 y probó con su propia dama estar junto.
0:03:49 Bueno, ante todo se tenía que pelear con ella.
0:03:52 Lo logró del modo más torpe.
0:03:54 No se le ocurrió nada mejor que expulsar
0:03:56 a un mensajero que llevaba una carta de su señora,
0:04:00 la señora de Javiac había hecho llegar una carta
0:04:03 y el tipo expulsó al mensajero, dijo,
0:04:05 tomesela.
0:04:06 Poco más tarde la dama lo visitó personalmente
0:04:09 para ver qué pasaba
0:04:10 y Guillian de Ballon sostuvo una supuesta ofensa
0:04:15 y la hizo salir de su propiedad.
0:04:18 Y lo que pretendió ser un juego se volvió dramático
0:04:21 porque la dama se negó a tener un nuevo trato
0:04:24 con este enamorado.
0:04:26 Incluso Guillian se le apareció en el castillo
0:04:29 a la señora de Javiac
0:04:31 y ella ordenó que lo tiraran al foso.
0:04:34 Bueno, salió del foso, Guillian,
0:04:37 y le pidió un amigo que le explicara a la dama
0:04:40 enojar al verdadero motivo de su conducta
0:04:42 con el fin de dar por terminada aquella disputa.
0:04:46 Y el amigo regresó con la siguiente respuesta.
0:04:50 La señora de Javiac, os perdona,
0:04:52 pero como penitencia,
0:04:55 exige que os arranquéis la uña del dedo meñique
0:04:58 y que se la envíéis con un poema
0:05:01 en el que condenaréis vuestra propia estulticia.
0:05:05 Muy bien, Guillian mandó a buscar un cirujano,
0:05:08 se hizo arrancar la uña
0:05:10 y compuso los versos que se le pedían.
0:05:14 Acto continuo se dirigió al castillo de su amada.
0:05:18 Ahora bien, la señora de Javiac lo estaba esperando.
0:05:21 El caballero cayó de rodillas,
0:05:23 le presentó la uña arrancada y el poema.
0:05:26 Ella aceptó los presentes
0:05:29 y Guillian recibió como recompensa un beso en la mejilla.
0:05:33 Que era el beso del perdón.
0:05:37 Nada más, Alejandra.
0:05:39 Continuó sirviendo para siempre a su dama
0:05:42 en gestas feudales, en torneos.
0:05:48 Y sin recibir otra cosa que alguna mirada probatoria cada tanto.
0:05:53 Esta historia revela cómo se manejaban esos amores.
0:05:56 El tipo tuvo que arrancarse una uña,
0:05:59 tuvo que escribir un poema, la mina lo perdonó
0:06:02 y así pudo seguir haciéndose en mirar
0:06:04 con aprobación durante largos años.
0:06:06 A esto les llamaban el amor cortés.
0:06:09 Brantón cuenta también la historia de otro
0:06:12 caballero llamado Vincent Darman.
0:06:16 Darman se había comprometido a obtener para su amada
0:06:20 que tampoco era su novia, no?
0:06:22 Y en el mismo caso anterior.
0:06:24 Una mujer, una señora, la cual él había decidido servir.
0:06:27 Bueno, Vincent se había comprometido a obtener
0:06:30 los retratos de 30 damas.
0:06:33 Pero, de este curioso modo que vamos a contar,
0:06:37 Vincent llevaba pintada sobre su propio escudo
0:06:41 la imagen de su dama.
0:06:43 Había hecho un retrato y ahí estaba la mina.
0:06:47 Cuando se topaba con un caballero,
0:06:49 le pedía que inmediatamente reconociera
0:06:52 que el rostro pintado sobre ese escudo
0:06:54 era más bello que el de su propia dama.
0:06:57 Y si este caballero, como salió a ocurrir,
0:07:00 se negaba a admitir esa superioridad,
0:07:03 lo desafiaba a pelear.
0:07:06 Y el caballero vencido debía someterse
0:07:09 a que se pintara sobre el escudo de Darman
0:07:13 y el rostro de la dama bajo el retrato principal
0:07:17 a modo de homenaje y de sujeción.
0:07:22 ¿Entendés?
0:07:24 El tipo iba con el retrato de una mina, te encontraba a vos,
0:07:27 decía, buenas tardes caballeros, miren,
0:07:29 este es el retrato de la mina a la cual yo sirvo.
0:07:33 Y usted va a tener que admitir que es más linda que la suya
0:07:37 si no quiere pelear conmigo.
0:07:40 Si yo gano,
0:07:45 yo voy a tener derecho a ser pintar bajo el retrato principal
0:07:48 que es el de la mujer que yo amo, el retrato de la mina que usted dama.
0:07:53 Mujeres que ni a usted ni a mí nos dan ni cinco de bolillas.
0:07:56 Sí, claro, estaba pensando.
0:07:58 Pero bueno, la crónica afirma que
0:08:01 Messi y Darman logró alcanzar su objetivo al cabo de un año,
0:08:05 consiguió hacerse pintar 30 minas.
0:08:08 Y esta gesta no tuvo otra recompensa que el permiso
0:08:12 debe estar a su dama en la mano.
0:08:16 Para eso el tipo había tenido que pelearse, no sé si con 30
0:08:20 porque por ahí peleó con más de 30 y algunos lo bajaron.
0:08:24 Puede ser que alguno le haya ganado.
0:08:29 En el caso que acabamos de contar, era el caballero,
0:08:32 fue el caballero el que decidió
0:08:34 qué prueba de amor iba a concretar.
0:08:38 Pero había casos, como el de ya citado de la uña de Guillen,
0:08:42 en los que la dama fijaba condiciones durísimas
0:08:46 para conseguir sus menesterosos favores.
0:08:50 Muchas veces estos admiradores se sometían a estas pruebas
0:08:54 sin la menor protesta.
0:08:57 Y nuestro cronista, Paran Tom, cuenta la historia de tres caballeros
0:09:01 y de la llamada prueba de la camisa.
0:09:04 Parece que había tres hombres en Marsella
0:09:07 que competían por los favores de una dama.
0:09:10 Y la dama resolvió, resolvió inclinarse
0:09:13 por el que vistiera la camisa de ella en un torneo.
0:09:16 La en agua, yo que sé.
0:09:18 Puede creerse que se trataba de una prueba sencilla, pero no.
0:09:21 Porque el caballero no debía vestir la camisa
0:09:24 ni encima ni debajo de la armadura, sino en lugar de la armadura.
0:09:28 Y presentarse a aquellos torneos donde te daban con una lanza,
0:09:31 con un H, con una espada, sin armadura,
0:09:34 era arriesgarse una muerte segura.
0:09:37 En las más favorables condiciones, a lo mejor te dejaban inútil
0:09:41 y mormoso para toda la cosecha.
0:09:44 Bueno, de los tres tipos que andaban atrás de la mina,
0:09:47 hubo dos que se asustaron y rajaron, que no, no.
0:09:51 Rechazaron la prueba y se retiraron de la disputa.
0:09:55 Y ahí quedó el aconde de François, que se sometió a la prueba.
0:10:00 Bien dijo el aconde, yo voy a vestir la camisa de esta dama
0:10:05 en ocasión del torneo.
0:10:08 Y ocurrió, lo que la decíamos, le dieron al aconde de François,
0:10:15 le dieron pafruta.
0:10:17 Y al final del torneo lo llevaron medio muerto
0:10:21 en presencia de su dama y le entregaron a la dama la camisa.
0:10:24 Él entregó a la dama la camisa que había sido sin signia.
0:10:28 Como era costumbre, la homenajeada ofreció un banquete
0:10:32 y sirvió a sus huéspedes en honor del héroe, el héroe que estaba ahí agonizando,
0:10:36 pobre tipo.
0:10:38 Lo último que François pudo disfrutar fue ver a su amada servir a sus invitados
0:10:43 vestidas con la camisa sin signia manchada de sangre.
0:10:47 Y esa fue la última satisfacción, ya que el aconde,
0:10:51 después de ver a su dama,
0:10:55 reventó.
0:10:57 Reventó ahí mismo en la fiesta.
0:11:00 Quiero decir que entregó su alma.
0:11:03 Digamos para terminar que algunos caballeros,
0:11:05 para demostrar su coraje y heroísmo, iban a la guerra
0:11:09 y se sometían a dificultades adicionales,
0:11:12 más allá de las propias de un conflicto armado.
0:11:15 Algunos, por ejemplo, salían sin armadura,
0:11:18 otros se ataban un brazo,
0:11:20 como los jugadores de paleta que dan ventaja,
0:11:23 que te juegan con una mano atada o con la izquierda, que se yó,
0:11:27 otros se tapaban uno, pues se ataban las piernas.
0:11:31 Bueno, estos caballeros hacían lo mismo,
0:11:34 además de lo pesada que eran las armaduras,
0:11:36 llevaban un lastre que no los dejaba avanzar,
0:11:39 colgaban plomos en las piernas y daban ventaja.
0:11:44 Qué bueno que esto ocurriera en la guerra actual.
0:11:47 Imagínense un general dice,
0:11:49 mira, a este lo peleamos con una sola mano, con esta.
0:11:53 Curioso.
0:11:56 Bueno, recordamos para terminar una historia
0:12:00 que quizá representa la opinión que tenemos nosotros
0:12:04 sobre esta cosa desagradable.
0:12:06 Y más por el papel de las mujeres en este asunto,
0:12:09 en estas costumbres.
0:12:13 Esa sí, esta historia.
0:12:20 Una dama extravía su guante,
0:12:23 no me acuerdo si entre un montón de serpientes o de bestias,
0:12:28 una mujer que estaba llena de animales muy peligrosos,
0:12:31 no me acuerdo cuál era,
0:12:33 y la mujer lo desafía a rescatar ese guante.
0:12:36 Y el caballero rescata el guante
0:12:38 y el mismo guante le cruza la cara.
0:12:43 Bueno, Rolo,
0:12:48 esto no existe hoy, esta clase de amor,
0:12:51 esta clase de melindres.
0:12:54 Pero estos asuntos vinieron paralelamente al nacimiento de la idea
0:12:58 que hoy tiene el occidente del amor,
0:13:00 más allá de estos servicios,
0:13:02 porque ahí nació la poesía amorosa
0:13:05 y le negoció el amor tal como lo concebimos hoy.
0:13:11 Pero hoy nos limitaremos a dedicar a algo a estos caballeros,
0:13:20 a Frasuar, a Quillen y al Darman.
0:13:25 Pero no dejo a usted que haga una dedicatoria, si quiere.
0:13:30 Bueno, Alejandro, yo voy a dedicar esto,
0:13:32 entonces, a esta charla que me gustó mucho,
0:13:34 a los que juegan el juego grande en esto del amor.
0:13:38 No estos juegos pequeños de pelearse
0:13:41 para ver cómo nos amigamos después.
0:13:43 Y si me permite, no tampoco esto de hacerse maltratar por una dama
0:13:49 para poder rendirle un homenaje sin obtener nada a cambio.
0:13:52 El juego, creo que el juego grande del amor,
0:13:54 ineludiblemente, con nota al erotismo, Alejandro,
0:13:57 de un lado y del otro.
0:13:59 Creo que estos juegos donde lo que se da
0:14:01 no tiene que ver con la sexualidad y el erotismo,
0:14:04 no tienen que ver en serio con el amor.
0:14:06 Entonces, para los que juegan el juego grande,
0:14:08 que dar lo que tienen que dar,
0:14:10 arriesgan lo que tienen que arriesgar.
0:14:12 Y sí o sí eso va a tener que ver en el amor con el erotismo.
0:14:15 Hemos sido la discoteca, a ver si encontramos alguna canción
0:14:24 que aludiera estas cosas que hemos contado,
0:14:29 y encontramos un bachecito que alude a este premio,
0:14:34 este beso en la mejilla,
0:14:37 que recibió el primero de nuestros caballeros,
0:14:40 después de sudar la gota gorda.
0:14:42 El amigo Guilien de Ballon.
0:14:45 Y si el dama me besó y se fue,
0:14:49 ¿qué es lo que hizo la mena?
0:14:51 Un beso en la mejilla y se la tomó,
0:14:53 se la tomó con el tipo que verdaderamente la aceitaba los patillas.
0:14:56 Claro, que era otro.
0:14:58 Al que no le había pedido ninguna uña.
0:15:00 Ninguna asaña.
0:15:02 Ninguna uña de ningún dedo.
0:15:04 O le pediría otras asañas.
0:15:06 Le pediría otras asañas que no implicaban semejante mutilación.
0:15:11 Escucharemos entonces,
0:15:13 me besó y se fue que es un hermoso bal criollo
0:15:16 en la voz de Hugo del Carril.
0:15:26 En un balcón de la vieja filaça
0:15:37 que adorna mi pueblo donde son así
0:15:41 con prove con pena que la vida pasa,
0:15:45 que la vida pasa sepando de aquí.
0:15:49 Y he tardado tanto para comprenderlo
0:15:53 tu voz que alejarse la que yo adoré
0:15:57 para darme cuenta que así sin saberlo
0:16:00 heredida en sus labios morí a mi piel.
0:16:09 Sentado en el banco, recordé las tardes
0:16:13 el que muy culpito te quimo los dos
0:16:16 hermos y ardientes y un cariño salio
0:16:20 de los cojuevos y a lo que soñó un amor.
0:16:24 Esa era una diosa que se cuame y pueblo
0:16:28 olvidé eso así y me encinaba el vez
0:16:32 se arruzó en mi tanto, mi vida y tirada
0:16:36 y una gris mañana me besó y se fue.
0:16:42 Y he quedado solo con mis pensamientos
0:16:51 en la vieja filaça que en el Dios perece
0:16:55 escucho en silencio tanto puramente
0:16:59 mentiras piados al día que es la mujer.
0:17:03 Cuantos sueños loco por comiendeles
0:17:08 cuando en su regazo su voz me arrudó
0:17:12 ave pasajera que asiosa de besos
0:17:16 se posó en mi boca bebesón para ti.
0:17:24 Sentado en el banco, recordé las tardes
0:17:28 el que muy culpito te quimo los dos
0:17:32 el román y el herviente y un cariño salio
0:17:36 el otro provinciano que soñó un amor.
0:17:40 Esa era una diosa que se cuame y pueblo
0:17:44 olvidé eso así y me encinaba el vez
0:17:48 se arruzó en mi tanto, mi vida y tirada
0:17:52 y una gris mañana me besó y se fue.
0:18:02 En la venganza será terrible hemos escuchado
0:18:05 Hugo Delcarril interpretando de canet
0:18:08 me besó y se fue.
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