Transcripción automática
0:00:00 Hablaremos hoy del amor estoico, el amor tal como lo concebían los estoicos.
0:00:07 Así que ubiquemosnos en medio del estoicismo, en medio de la Roma Imperial de los primeros años.
0:00:15 El amor estoico implicaba total fidelidad.
0:00:21 Mención. Mesura carnal e incluso un heroísmo del que ya daremos cuenta.
0:00:30 En lo que se refiere a la mesura carnal decía Cénica, aquel de quien uno se acuerda cada vez que mencionamos a los estoicos.
0:00:40 Decía, es cometer adulterio contra la propia cosa el amarla con excesivo ardor.
0:00:52 El sabio debe amar a su mujer gracias a un acto previo de voluntad y no a instancias de la pasión.
0:01:02 No hay que dejarse llevar.
0:01:06 No hay que amar con ardor, con pasión, sino con un acto de voluntad, irrasonablemente.
0:01:15 Tal vez por esto los sabios nunca han tenido mucho éxito con las chicas, pero bueno.
0:01:21 Digo porque dice el sabio debe amar a su esposa gracias a un acto previo de voluntad.
0:01:28 En el otro lado los de la visión filosófica enfrentada, los epicúreos, consideraban al amor como la mera satisfacción de un simple placer carnal.
0:01:40 Qué tanto ni qué tanto es un agregado medio.
0:01:44 Sí, claramente.
0:01:45 No proviene de las obras de epicuro ni mucho menos.
0:01:49 Volvemos a los estoicos.
0:01:51 La perfección del amor estoico de Ciacénica no podía llegar a realizarse más que en el alma de las personas sabias.
0:02:01 Sólo el sabio era capaz de superar los peligros del ardor amoroso.
0:02:10 Sista Pierre Grimal a dos mujeres que practicaron la moral del amor estoico.
0:02:16 Una era Adria, esposa de un señor llamado Sequina Paeto.
0:02:23 Cuenta Pildio que Adria y Paeto tenían un hijo.
0:02:29 Bueno, parece que Paeto y el hijo enfermaron y el hijo murió.
0:02:34 Adria ocultó la verdad a Paeto que estaba postrado en una cama.
0:02:39 Y ella sola se encargó de los funerales y cuando se encontraba en presencia de su marido fingía que su hijo aún estaba vivo.
0:02:48 Después, a Adria salía de la habitación y dejaba correr las lágrimas sin volver a estar junto a su marido hasta que sus ojos no se hubieran secado y su rostro no hubiera recuperado la serenidad.
0:03:02 Adria no reveló la verdad a su marido hasta que no lo vio lo bastante fuerte como para poder soportarla.
0:03:09 Paeto había participado de una revuelta contra el emperador Claudio.
0:03:15 Tras la derrota de los insurgentes fue arrestado y cuando los soldados lo embarcaron para enviarlos a Roma,
0:03:23 Adria suplicó a estos guardias que la llevaran con ellos.
0:03:29 Lleven men los soldados la rechazaron y entonces ella tomó una barca de pesca y se dispuso a seguir a la nave
0:03:39 y logró llegar a este lugar en donde se juzgó a los participantes en la revuelta.
0:03:47 Paeto fue condenado a muerte y en ese momento Adria tomó un puñal y se mató ella.
0:03:57 Sería injuriar a esta muchacha, dice Grimald, si se intentara explicar su conducta
0:04:04 recurriendo a lo que el estoisimo condenaba, el impulso pasional.
0:04:10 Pero a Adria no la movía a aquel impulso sino otro que es el honor.
0:04:17 Para el estoico, mejor hecho para el romano de aquellas épocas,
0:04:22 era deshonroso sobrevivir a la desaparición de su esposo o de su esposa.
0:04:29 Por encima de cualquier otro valor aparecía la fidelidad.
0:04:34 Ahora bien, esta conducta, si se piensa bien, es más propia de las matronas romanas un poco anteriores de la República.
0:04:43 Si estamos ya en tiempos de cénica, son estos ya tiempos de degradación en la Roma.
0:04:52 La Roma del Imperio es moralmente inferior o al menos siempre se recordaba la época republicana como una época más virtuosa.
0:05:01 Vigo, las matronas de la República estaban obligadas por su honor,
0:05:06 incluso a no buscar un segundo matrimonio si su esposo fallecía.
0:05:11 El amor estoico no era un entendimiento pacífico destinado a ahorrar cualquier disturbio al ser amado,
0:05:18 sino que era un amor basado en unos principios tales que para cumplirlo a veces se había que ser heroico.
0:05:32 Cénica conoció un amor así a sus 50 años.
0:05:38 Se había casado con una muchacha llamada Paulina que velaba atentamente por su salud y siempre había sido muy dedicada.
0:05:49 Se quejaba incluso Cénica por ser colmado de demasiadas atenciones.
0:05:56 Cuando vino el incendio de Roma, que todos atribuyeron a Nerón, se gestó una conspiración contra este emperador.
0:06:06 Esa conspiración falló, pero otros funcionarios se empeñaron en que había una arma sagrada que debía acabar con la vida de Nerón
0:06:19 y que ese era el puñal del Templo de la Salud en Etruria, que a ti que tuviera en su poder aquel puñal iba a poder matar a Nerón.
0:06:28 Bueno, consiguieron ese puñal, pero la segunda revuelta también fracasó.
0:06:33 Todos los sospechosos fueron torturados y parece que uno acusó falsamente a Cénica de ser intrigante.
0:06:43 Fue entonces cuando Nerón, que después de todo era de algún modo el alumno de Cénica y el amigo, Cénica había sido consejero de Nerón.
0:06:54 Bueno, Nerón ordenó a Cénica que se diera muerte y se suicidara.
0:06:59 Cénica le dijo entonces a su mujer, Paulina, que era un emperador, le ordenaba suicidarse y ella declaró que no estaba dispuesta a sobrevivirlo
0:07:09 y exigió que alguien la matara.
0:07:12 Al final, alguien acordaron matarse juntos y al mismo tiempo los dos se cortaron las venas.
0:07:21 Se metían en un baño tibio para cortarse las venas, que era un suicidio muy usual en Roma.
0:07:29 Bueno, Cénica, que su cuerpo estaba muy consubino por su vida acética y que era muy flaco porque comía poquísimo,
0:07:40 vio que su sangre escapaba muy lentamente y entonces se abrió también la vena de los pies.
0:07:49 Pero temiendo que su sufrimiento perturbara a Paulina, la convenció para que se retirara a otra cámara.
0:07:57 Le dijo en otras piezas que...
0:07:59 Todo mientras se desangraba, ¿eh?
0:08:01 Sí, se desangraba en un tacho con agua.
0:08:05 Al poco tiempo llegaron a la casa de Cénica, funcionarios de Nerón.
0:08:10 Y Nerón, que no sentía hacia Paulina ninguna animosidad especial, ordenó que se salvara su vida.
0:08:17 Y a una señal de los soldados... Bueno, se hicieron... ¿a una señal de los soldados? ¿Qué señal?
0:08:25 Dale, así le habrá dicho, con la mano.
0:08:28 Hicieron veladuras en los brazos de la muchacheta, bueno, tuvieron la hemorragia.
0:08:33 Pero el pueblo romano, que se inclinaba siempre por las interpretaciones malintencionadas,
0:08:38 siempre creyó que los soldados en Nerón le ofrecieron salvarse por unas monedas y que ella aceptó que la curara.
0:08:49 Este ideal del amor estoico, con su desconfianza, ante la fuerza del instinto y con su exigencia de fidelidad eterna,
0:09:00 anunciaba buena parte de los ideales del matrimonio cristiano.
0:09:05 De todos modos, como vemos, no parecía existir aún en la antigüedad clásica la noción actual del amor.
0:09:13 Los estoicos apostaban al amor espiritual y la carnalidad era indeseable.
0:09:20 Los epicúreos veían en el amor sólo una satisfacción del impulso sexual.
0:09:26 No había aparecido, esto que aparece recién en el siglo XIII,
0:09:32 que es el amor integrado por ambas cosas.
0:09:40 Por el deseo, pero también por el espíritu.
0:09:46 Esa doble llama de la que habla Octavio Paz.
0:09:51 Eso todavía no había aparecido.
0:09:54 Allá con el amor cortés empieza a gestarse la idea del amor, tal como lo concebimos ahora.
0:10:04 Eso es todo lo que tenía que decir acerca de los estoicos y su forma de ver el amor.
0:10:12 Estuve en la discoteca, le conté todo esto al discotecario
0:10:20 y él me dijo que conocía una mina que marcaba a 1,36.
0:10:26 Sé que no había estoicismo que era de tu vida.
0:10:30 Que bastaba el mínimo gesto para conducirla al lecho.
0:10:34 Era epicúria, la chica.
0:10:36 Sí, eso le dije.
0:10:38 No sé, no hay cual tipo, pero con eso le estoy diciendo todo.
0:10:43 Bueno, no dijo mucho, pero él siempre quiere ser autoreferencial
0:10:48 y que no conocía a ninguna tipo estoica salvo la que no les daban bolillas.
0:10:53 Que él creía que era por estoicas.
0:10:56 No, por ahí eran de muy epicurias.
0:10:59 Y por eso no le daban bolillas.
0:11:01 El hombre urbano tiende a creer que la que no le daba bolilla a él
0:11:05 no está interesada en ninguna clase de carnalidad.
0:11:08 Y la verdad es que está interesada en otras carnes.
0:11:16 Hemos ido a la discoteca, ya se lo dije, pero el discotecario me dio un pertinente esta vez,
0:11:22 ya que se llama amémonos.
0:11:24 Ah, sí, es un...
0:11:25 Es un pico más epicúreo que estoico, aunque la letra tiene aspectos de una y otra de escuela.
0:11:35 Canta Antonio Tormo, que afirmamente hoy perdió el equipo de Godoy Cruz Antonio Tormo.
0:11:45 Es así, eh...
0:11:47 No se llama así.
0:11:48 No, señor, el equipo Godoy Cruz, ¿decié usted?
0:11:52 ¿Si no es Godoy Cruz Antonio Tormo?
0:11:54 No, señor, no es Godoy Cruz Antonio Tormo, no sé bien de cómo es el equipo...
0:11:57 Antonio Tomba, señor.
0:11:58 ¿Es Antonio Tomba?
0:12:00 Bueno, Antonio Tormo, el cantor de las cosas nuestras, un gran artista que era popularísimo, popularísimo.
0:12:11 Va a cantar este bals de Montbruno Campos, que se llama amémonos. Adelante.
0:12:37 Buscaba mi alma con la fan tu alma
0:12:42 Buscaba yo la virgen que me incende
0:12:47 Buscaba con su labio dulcemente en el pedrín somio y la voz
0:12:57 Buscaba yo la mujer palida y beba
0:13:02 Que el sueño me visita desde niño
0:13:07 Para partir y con ella mi cariño
0:13:12 Para partir con ella mi dolor
0:13:16 Como en la saca sonleva del templo
0:13:21 Sin ver a Dios se siente su presencia
0:13:26 Que ofrece a ti en el mundo tu existencia
0:13:31 Y como a Dios inverte a doler
0:13:45 No preguntaba ni sabía tu nombre
0:13:51 En donde va a encontrarlo lo ignoraba
0:13:56 Pero tu alma cerca de mi alma estaba
0:14:01 Siempre es el timiento que hició
0:14:05 Amemos unos muy bien que en este mundo
0:14:10 Donde la grima tan cedera
0:14:14 Las que vienen quizás los que se aman
0:14:20 Y en el mundo se que en mi amor hacía
0:14:25 Amor
0:14:31 Es en papá el pensamiento
0:14:37 En la fragancia del edén perdido
0:14:42 Amar, amane y hevar herido
0:14:47 Con un gardo celeste el corazón
0:14:52 Es tocar los ínteles de la gloria
0:14:57 Es ver tus ojos, es escuchar tu acento
0:15:02 Es en el alma llevar el firmamento
0:15:07 Y es en morir a tus pies
0:15:13 De adoración
0:15:25 Era Antonio Tormo la venganza será terrible
0:15:29 Amémonos
No hay comentarios. ¡Podés ser el primero en comentar!