Transcripción automática
0:00:00 Hablaremos de amor.
0:00:01 Ah, era hora.
0:00:04 ¡Suélteme, señora!
0:00:06 La palabra amor estuvo durante muchos siglos,
0:00:10 vinculada a un sentido negativo,
0:00:13 sobre todo cuando no tenía nada que ver con el fervor religioso, con el amor a Dios.
0:00:18 El diccionario universal de Furetier de 1690 dice,
0:00:26 Amar se dice principalmente de esa violenta pasión,
0:00:31 que la naturaleza inspira en los jóvenes de ambos sexos para unirse.
0:00:36 Ejemplo, él se ha casado por amor,
0:00:39 es decir, desventajosamente y arrebatado por una ciega pasión.
0:00:45 Eso es lo que se pensaba del matrimonio por amor.
0:00:48 La palabra pasión, que ahora es casi imposible desvincularla del fútbol,
0:00:55 parece que fuera una buena cosa.
0:01:00 Claro, parece algo gozoso.
0:01:02 La palabra pasión fue una buena cosa cuando en su propia etimología es padecimiento.
0:01:06 Es algo que se padece, el pato.
0:01:09 El pato es exactamente negativo.
0:01:11 Después, si tiene, adquiere otros significados, alguna connotación,
0:01:15 algún espíritu romántico puede atraerlo.
0:01:18 Sí, pero en Occidente viene de la vida pasión y muerte.
0:01:21 Exactamente, pasión es vida, padecimiento, muerte y Jesucristo.
0:01:24 No, vida, fútbol y muerte de Jesucristo.
0:01:29 No, no tiene nada que ver con...
0:01:31 Ni es una cosa buena y...
0:01:33 Aplicar el fútbol me parece que es peor que lo que digo es una cosa.
0:01:36 Pero bien.
0:01:37 A juzgar por algunos partidos de fútbol, le decía, acerca bastante.
0:01:42 Bueno, más allá de la idea del amor corté,
0:01:45 ese amor a veces obsequente, la mayoría de las veces casto,
0:01:51 digo, pervivió durante mucho tiempo la implicancia inexolablemente pecaminosa
0:01:57 entre amor y carnalidad.
0:01:59 Los eruditos antiguos aseguraban que el amor carnal era venenoso.
0:02:06 Escribió San Pablo,
0:02:08 si vivís según la carne, moriréis.
0:02:13 San Agustín, acá dice, moriréis.
0:02:16 Es como si lo hubiera dicho.
0:02:18 San Agustín decía que el deseo era una enfermedad.
0:02:23 Avicena aseguraba que el amor era una melancolía
0:02:26 que llevaba a la pálidez y a la pérdida del apetito.
0:02:30 Melancolía en el sentido que en su almuerzo hemos mentado recién.
0:02:34 ¿No? Melancolía como...
0:02:36 Un mor negro de eso.
0:02:37 Un mor negro de eso.
0:02:39 También Galeno, Maimónides y Constantino el africano
0:02:45 creían que las uniones sexuales reiteradas podían llevar a la muerte.
0:02:53 Alberto Magno relató la historia de un hombre que había hecho el amor 66 veces seguidas.
0:03:01 La ruta 66.
0:03:02 La ulima.
0:03:04 En la autopsia se vio que su cerebro había quedado reducido a muy escasas proporciones.
0:03:13 El Aristóteles creía que la cimiente masculina la producía el cerebro.
0:03:17 Bueno, algo de su madre.
0:03:20 Todo lo produjo el cerebro.
0:03:21 La lujuria, señora, jamás se citó como el primero de los pecados,
0:03:26 puesto que ese lugar estaba reservado al orgullo, a la varicia,
0:03:30 pero todo lo concerniente al pecado carnal se consideraba ferozmente indigno.
0:03:37 Incluso los animales, pensaban algunos, eran de esa opinión.
0:03:43 Pedro Damián, un monje que llegó a ser cardenal de hostia a mediados del siglo XI,
0:03:50 sostenía que los elefantes sentían vergüenza.
0:03:54 Escribió.
0:03:57 Se cuenta que el elefante ama la pureza de la castidad de un modo tan excepcional
0:04:04 y va tan lejos en la execración de la obscenidad
0:04:07 que cuando está obligado a unirse para perpetuar la especie, gira la cabeza y mira un costado.
0:04:13 Como el perro.
0:04:16 Como el perro que se hace el distraído.
0:04:20 De ahí la famosa frase.
0:04:22 Pero por qué no tiene dónde poner la trompa, señor?
0:04:28 Usted es un verdadero mago de las metáforas.
0:04:32 Bueno, más allá de estos decires antiguos respecto a las consecuencias del amor carnal,
0:04:39 citemos unas curiosidades históricas respecto al despliegue que debían desarrollar las parejas
0:04:46 si querían tener una conducta pura.
0:04:50 Debían limitarse las ocasiones para la unión.
0:04:54 El tanagustín decía que cuanto más frecuentemente los esposos se astuyeran el uno del otro,
0:05:01 mejor sería.
0:05:03 La Edad Media produjo un conjunto de prohibiciones referidas a lugares, momentos, modalidades, posturas, etc.
0:05:13 Se prohibió la unión sexual durante un determinado número de días del año.
0:05:17 Bueno, sin duda la prohibición que más se respetó fue la del domingo.
0:05:21 Claro, el domingo no.
0:05:23 Pero se debía ensuciar el día del Señor con contactos indecentes.
0:05:28 San Cesario lo había pedido en el siglo VI como una petición,
0:05:34 dice, ante todo cada vez que llegue el domingo que nadie conozca a su mujer.
0:05:39 Pero Roma nunca convirtió esto en una prohibición,
0:05:42 más bien fue una recomendación, una invitación.
0:05:45 Allá por el siglo IX, la doctrina de la continencia periódica desarrollada en los penitenciales,
0:05:52 había alcanzado una exigencia insoportable.
0:05:56 Además de desaconsejar el domingo, se añadió el miércoles, que era Día de Penitencia,
0:06:02 el viernes, porque era el día de la muerte de Jesús,
0:06:05 y el sábado dedicado al Recuerdo del Cristo ya Siente.
0:06:09 Se prohibió también el amor carnal durante las tres cuaresmas del año y durante la semana de Navidad.
0:06:16 También en los días de San Esteban, San Juan Bautista,
0:06:19 el San Juan de Invierno, el día de los Inocentes, los días de Epifanía,
0:06:24 la purificación de la Virgen, la ascensión, Pentecostés, la festividad de los apóstoles,
0:06:30 San Miguel, todos los santos, San Martín y San Andrés.
0:06:34 Una vez restados todos esos días, quedaban 93 días para unirse,
0:06:42 siempre y cuando la esposa no estuviera embarazada o en sus jornadas impuras.
0:06:48 El resultado entonces era una media de 44 días al año para el amor.
0:06:53 No es vida, sí.
0:06:54 Tales prohibiciones no podían ser respetadas y no lo fueron.
0:06:57 De lo contrario, el mundo cristiano hubiese sucumbido.
0:07:01 Contemos para terminar una breve historia a este respecto.
0:07:07 El caballero Charles de Marion participó de la primera cruzada a mediado del siglo XI
0:07:15 bajo las órdenes de Godofredo de Bullion, dejó en territorio franco a su esposa
0:07:21 y estuvieron separados seis años.
0:07:24 Charles de Marion luchó por su Dios con enorme frenesí, cuentan que tras horas de combate
0:07:32 contra los arrasenos, la sangre sica de sus manos no le permitía soltar la empuñadura de su espada.
0:07:39 Cuando no había batalla, de Marion cargaba el estandarte de la cruz
0:07:44 y emulaba el último andar cristiano.
0:07:48 Confesaba en cada iglesia del camino y no eludía ninguna nimiedad litúrgica.
0:07:57 Parecía no haber entre aquella hueste hombre más fiel a su fe.
0:08:03 Dice el cronista.
0:08:05 De Marion regresó a su hogar años más tarde, transido por cicatrices, pero con el entusiasmo pleno.
0:08:14 Quería ver a su esposa y amarla después de tanta lucha.
0:08:18 Cuando llegó a su pueblo de la Borgoña, luego del encuentro con su mujer,
0:08:23 Charles de Marion la quiso abrazar y quiso que aquel abrazo condujera a la intimidad.
0:08:30 La mujer le dijo al cruzado que era el día de San Esteban.
0:08:34 De Marion, desesperado e indignado a la vez.
0:08:37 Nadie como él le había defendido la fe, imagínense.
0:08:41 Forzó a su esposa y luego arrepentido hizo su confesión en la iglesia de su pueblo.
0:08:47 El párroco que se llamaba Guillermo de Neulí lo retó violentamente
0:08:53 y amenazó con escribirle al cardenal Borgoñez por semejante falta.
0:08:58 Entonces Charles de Marion tuvo un ataque de ira, enloqueció, mató al religioso,
0:09:05 decapitó las figuras de la iglesia, volvió a astillas los bancos,
0:09:10 escupió sobre el agua bendita y se marchó de la Borgoña para siempre.
0:09:14 El rey Felipe I llegó a enterarse del asunto, mandó a que lo apresaran,
0:09:19 pero la verdad es que nadie supo más del destino de Charles de Marion.
0:09:24 Quiero dar una pequeña lista de personas que no cumplieron con estos mandatos de castidad.
0:09:34 El primero es nada menos que Zeus, el príncipe de los dioses,
0:09:38 que cuando se presentó ante Alcmena, disfrazado a su marido para amarla,
0:09:46 ordenó al sol que no saliera por nueve días.
0:09:52 Y durante aquellos nueve días o nueve noches, si usted quiere, amó Alcmena con gran entusiasmo.
0:09:59 Todo esto pasaba en la casa de un general llamado Amfitrion, a menos que ya hay bien la palabra.
0:10:03 Ese era el nombre del marido.
0:10:06 El otro es el emperador amarillo, el legendario emperador amarillo,
0:10:12 que tenía 1.200 con cubinas y era capaz de amarlas a todas una detrás de otra sin despeinarse.
0:10:21 La otra es Cleopatra, que en una noche alcanzó a tener 108 amantes.
0:10:27 Me imagino yo que sería en medio de las facilidades que para estos asuntos proporcionan la orgía.
0:10:35 No se imaginen ustedes que la tipa salía a levantarse a uno,
0:10:39 a ser el emperador y a ser yo y así hasta 108.
0:10:44 En una orgía donde hay 200 bien dispuestos,
0:10:47 y uno tiene la gana de hacer una marca,
0:10:51 entonces se ha preparado 24.
0:10:55 No digo que no sea casi imposible, pero se puede hacer.
0:11:00 La noche es San Juan, si es que hubo.
0:11:02 Cleopatra 108.
0:11:04 La otra historia es la de César Borges, que había emparentado con el rey de Francia
0:11:11 y lo habían casado con una francesa de la corte.
0:11:16 César Borges era el hijo de Alejandro Borges, el Papa.
0:11:20 Entonces le dijeron que tienes que amarlas muchísimas veces, que sé yo.
0:11:27 Y César para que aquella noche fuera inolvidable para aquella mujer
0:11:35 encargó a un médico, a un curandero, un percumista,
0:11:42 una especie de afrodisíaco.
0:11:46 Una pócima para la potencia.
0:11:48 Pero ya sea por equivocación, por la marévolencia, el boticario.
0:11:55 Confundió las recetas y le dio una purga.
0:12:06 Quiere decir que César Borges se mandó en vez de un afrodisíaco
0:12:11 una flor de purga y anduvo toda la noche de la cocina a la sala.
0:12:18 Entonces, después sin embargo escribió una carta que uno se conserva a su padre
0:12:23 diciéndole que había visitado cinco veces a su mujer.
0:12:30 Pero me imagino que nueve veces el excusado.
0:12:34 Y no le salió por equivocación.
0:12:40 Toda cosa que se pretende memorable y se planifica mucho termina siendo un fiasco.
0:12:46 Sí, es verdad, pero también puede decir que todo se planifica adecuadamente.
0:12:53 Solo la organización me hace al tiempo, pero si yo fuera de César Borges.
0:12:57 Pero detenemos una cosa que contó Alejandro.
0:13:00 San Agustín, que se puso tan puntilloso y prolijo que el día de San Esteban, Pentecostés,
0:13:05 es el mismo tipo que después de haberse beneficiado a la mitad de África del Norte.
0:13:09 Recordemos que fue Obispo de Sayó, es decir, cuando escribió la Ciudad de Dios.
0:13:14 Y que es eso, tuvo la revelación.
0:13:16 San Agustín de Ipona, ahí pone la ciudad de Ero-Obispo.
0:13:19 Y había conocido que realmente se suponía que a la mitad de las vírgenes,
0:13:23 porque la otra mitad había dejado de serlo antes en sus propias manos.
0:13:26 Claro, había sido un calavera hasta los 30 años.
0:13:29 Y después se dedicó a Santo.
0:13:31 Acá decimos en este programa que lo verdaderamente meditorio es ser Santo antes de los 30 años.
0:13:36 Ya, se viva.
0:13:38 Y él incluso, en el momento en que recibe la revelación.
0:13:41 Y calavera los 60.
0:13:43 Claro. Dice, señor, dame la castidad y agrega cuando se está bajando, pero no tan pronto.
0:13:48 Así que San Agustín vuelve al marzo.
0:13:50 Estaba pensando que, graciosamente, esos días se les abrían el día de guardar.
0:13:54 Perdón, por la grosería, pero este es interesante.
0:13:57 Pensaba también que si se establecen algunas prohibiciones,
0:14:00 siempre hay otra razón, hay otro motivo.
0:14:03 La castidad nunca tiene un buen motivo, siempre hay alguna porquería que vuela el dinero.
0:14:07 Se le iba a todos los clérigos, por ejemplo.
0:14:09 Antes uno tenía a los húchios, andaba ahí y pues oficiaba los sacramentos.
0:14:12 Esto empieza para que la propiedad de la iglesia no fuera transmitida en herencia.
0:14:17 Estaba pensando también en lo interesante que sería el único momento interesante.
0:14:23 Estas normas son los días de liberación, como el carnaval, todos contra todos.
0:14:27 Habría que volver a recuperar esas cosas sin tenerlo días de extinción.
0:14:30 Así que usted dice que la castidad solo es buena como preparación para el desefreno.
0:14:34 Para el desefreno, exactamente.
0:14:36 Para qué trabajamos sino para esparrar el dinero que hay.
0:14:39 Así como es bueno un terciopelo que sirve como guarnición a un diamante.
0:14:45 Y parece mejor que un tarro lleno de diamante.
0:14:47 Pero claro, totalmente.
0:14:49 Estaba recordando también a dos amigos de este programa.
0:14:51 El primero es a Ligieri, y ante a Ligieri que por supuesto tuvo una vida erótica,
0:14:55 parece que bastante intensa, igual que una vida militar y una vida política.
0:14:59 Pero a la hora de escribirse...
0:15:00 Hasta que se enamoró.
0:15:01 No, yo creo que fue una especie de patraña de autor.
0:15:05 Dijo, esto es un libro.
0:15:06 Los libros son una cosa, las pibas son otras.
0:15:08 Y eligió a la antipática de Beatrizio Portinari, por la cual a uno no se le mueve un pelo.
0:15:14 Bien, el otro amigo es Denis de Agushumont, que lo diremos una vez más.
0:15:18 El escritor debería elegir una de esas.
0:15:21 Exactamente. Todo escritor y petrol que lo entendió.
0:15:25 Lo que le encontró el amor de Agus, necesitamos.
0:15:27 Pero reservar todo el resto para pasar la vida.
0:15:29 Pero más bien, por supuesto.
0:15:30 La escritura no se mancha, como dijo un autor roxtel medieval.
0:15:34 Denis de Agushumont es un tipo, un suizo, que a los 40 y pico de años se dio cuenta de la gran verdad que nos acecha a todos.
0:15:40 Recorrió 33 editoriales, dice la historia, hasta que encontró en un autipo que no era muy apasionado.
0:15:45 Era solo el mejor puente del siglo XX, llamado Thomas Elliot.
0:15:48 Y él publicó El Amor y Occidente, donde Agushumont explica.
0:15:51 Nos enseñan todo el tiempo a enamorarnos con pasión, desenfrenar sufrimiento y desenfreno para después conducirnos al matrimonio, que es todo lo contrario.
0:15:59 No mientan más.
0:16:01 Y después pensaba algunas cosas raras.
0:16:03 Tenía Sir Lancelot, pero dejémoslo para otro día.
0:16:06 La virginidad es un prurito que viene para evitar justamente estas cosas y la pasión.
0:16:11 Y uno puede aceptarla.
0:16:12 Ahora, una vez que uno acepta superar el tabú de la virginidad, ¿por qué no aceptando el adultelio?
0:16:17 Hice una cosa de tiempo, nada más.
0:16:19 La cuestión es que no se superpongan.
0:16:21 Y esto digo solo para terminar.
0:16:22 Pensando en Urquiza, en Buchar y en Jérmales-Rachid.
0:16:25 Digo que son gente que amó mucho también y que a la hora de poder narrar esta acción,
0:16:31 no se pone a enumerar como si fuera un catálogo, una vez tras otra,
0:16:34 sino que lo interesante del arte está en producir una síntesis en la que quejan todas las experiencias
0:16:40 como si se tratase de una singularidad particular,
0:16:43 que solo entenderán como traer a aquellos safios, a aquellos hombres charros que no sepan nada del amor.
0:16:49 Así va a estar el tipo, el atorrante o el gran escritor, diga apenas, me enamoré una vez.
0:16:54 Está muy bien eso que te acabo de decir.
0:16:56 Me enamoré una vez, es una ranchera que vamos a escuchar ahora,
0:16:59 pero también la declaración de un hombre que conoce los términos del amor.
0:17:03 Esos tipos de, digamos, del circo mediático que hacen listas de los amores que han tenido,
0:17:12 no saben.
0:17:14 No saben más lo que han entendido.
0:17:15 No es que uno le tenga miedo a publicar su centraña, su otra cosa, pero tiene razón eso.
0:17:21 Esa es la que se habla de la que usted habla de eso.
0:17:24 Es una lista es contradecir.
0:17:27 Nadie puede pertenecer a esa lista.
0:17:30 Algún día vamos a hablar en serio sobre ese asunto.
0:17:34 ¿Cuál es la manera de anotar un amor que ya no es?
0:17:38 Solamente se puede anotar si no es.
0:17:40 Es muy raro eso.
0:17:42 Sí, porque además, así este precedido de cientos, otros,
0:17:46 por si era algo que consiste en esa especie de pretensión definitiva y universal de singularidad.
0:17:52 Sí, pero además lo que hay es la numeración.
0:17:56 Lo que es pecaminoso es poner un número.
0:17:59 Bueno, yo por suerte también me enamoré una vez.
0:18:04 Y escucharemos entonces a Carlos Gardel con la impostación de cantor de cámara, cantar esta ranchilla.
0:18:26 No me hiciste y ahora que querés prenderte no te doy al fin, te doy al fin, te doy al fin.
0:18:32 Cuando lo contase viva y te percería nunca te involutaré.
0:18:37 Y ahora que yo te largo, porque bien pensamos que ven y buscarlo.
0:18:42 Y ahora que yo te largo, que ven y buscando pero no hay de que.
0:18:48 Yo soy así para que sepa y si te amaba de la no me interesa.
0:19:00 Yo soy así y sé por qué y sé si se lo sé.
0:19:07 Empecé a la vez, me enamoré una vez, no me enamoro más.
0:19:11 A mí no me busqué porque no me encontré, me enamoré una vez.
0:19:14 Y no me han desaterado porque por más que antes a mí no me ensalía.
0:19:29 Cuando yo te di unas citas en el gallinero, en el gallinero.
0:19:33 Me dejaste sin visita y sin entrevero, y sin entrevero.
0:19:38 Cuando te opres sin mi boca porque estaba loco y me quedé de a mí.
0:19:42 Y ahora que te encuentras cosas que muy buena voz, te eres de la vez.
0:19:47 Y ahora que te encuentras cosas que eres de la vez, pero no hay de que.
0:19:56 Yo soy así para que sepa y si te amaba de la no me interesa.
0:20:06 Yo soy así y sé por qué y sé si se lo sé.
0:20:13 Empecé a la vez, me enamoré una vez, no me enamoro más.
0:20:17 A mí no me busqué porque no me encontré, me enamoré una vez.
0:20:21 Y no me han desaterado porque por más que antes a mí no me engañas.
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