Transcripción automática
0:00:00 ¿Continuamos en la venganza? ¿Será terrible? Estamos en la plata, en el teatro Coliseo Podestá,
0:00:10 custodiados por los muchachos de 45. ¿45 y qué muchachoso?
0:00:15 Algo más dice eso, ¿no? 45 y 6. ¿Qué es una pensión?
0:00:21 ¿Te dice qué es parecido? ¿El hijo?
0:00:25 Sí, no sé si hay que escuchar.
0:00:28 Es un departamento con un...
0:00:30 ¿Y todos viven allí?
0:00:33 Debe ser un cuadro dantesco.
0:00:35 Sí, de momento. Son 45 y con un simio.
0:00:38 Deben ser 45.
0:00:40 Muchas gracias, por ahí.
0:00:42 Después sí, después vamos a tomar unos mates allá.
0:00:45 Claro que sí.
0:00:47 Bueno, vamos a hablar entonces del bandolero José María y no José Cobacho.
0:00:54 También llamado el Tempranillo. Es un lindo nombre para un bandolero.
0:01:00 Jauja es una aldea perteneciente a la ciudad de Lucena, ubicada en la campiña Cordobesa.
0:01:07 Me refiero a Córdoba, la sultana en España.
0:01:10 En aquella aldea, en 1805, nació un niño y le pusieron José María.
0:01:17 Era hijo de Juan y no José y María Cobacho.
0:01:20 La madre del niño era una dama de extraordinaria hermosura.
0:01:24 Parece que la vida de aquel matrimonio era difícil.
0:01:28 Juan y no José trabajaban en el campo,
0:01:32 pero por esos tiempos la sequía era tan terrible que nada crecía en el campo.
0:01:37 Y lo único que se podía hacer era salir de caza, a cazar.
0:01:42 Un día, cuando José María ya tenía 11 años,
0:01:45 Juan, el papá, fue hallado mal herido.
0:01:49 Lo encontraron unos arrieros que lo conocían, lo llevaron hasta su casa,
0:01:53 y poco después, y no José murió sin poder informar acerca de lo que le había sucedido.
0:01:59 José María, que era monaguillo, dejó la iglesia, imagínense,
0:02:05 y salió a trabajar para poder sostener a su madre.
0:02:08 Trabajó durante mucho tiempo para un vecino gitano.
0:02:13 Pasaron algunos... no sé, le ayudaría a adivinar.
0:02:16 Pasaron algunos años, y el gitano, viendo que José y María ya eran un mozo,
0:02:25 resolvió revelarle las circunstancias en las que había muerto su padre.
0:02:30 Le dijo, mirá, ya eres un hombre adulto, te diré cómo murió tu padre.
0:02:35 Y le contó que el tipo había sido muerto por los disparos
0:02:38 de uno de los más ricos asendados de la región.
0:02:42 Además, el gitano contó que en realidad aquel hombre pretendía matar al padre de José María
0:02:50 para poder seducir a la madre sin obstáculos.
0:02:54 Siempre el marido de una dama es más bien un obstáculo para la seducción.
0:02:59 Bueno, entonces José María decidió vengarse.
0:03:05 Y le dijo, bueno, fenómeno me voy a vengar.
0:03:08 Y lo hizo muy sencillamente, que es como conviene.
0:03:11 Esperó al tipo en un recodo del camino que conducía a Aguilar de la Frontera,
0:03:16 le salió al paso y lo liquidó de un tiro.
0:03:19 Y entonces volvió a la casa del gitano y le contó lo que había sucedido.
0:03:23 Es más sencillo, no pudo ser realmente.
0:03:25 Pero el gitano no estaba, así que no sé cómo se lo contó.
0:03:30 En realidad se lo fue a contar, pero el gitano no estaba.
0:03:33 Y se lo estaba a hablar solo.
0:03:35 Vio como si uno, cuando acaba de pegarle un tiro a un asendado en un camino
0:03:38 que lleva a Aguilar de la Frontera.
0:03:41 Ahora muy bien, al rato encontró en la casa del gitano, mientras se hablaba solo,
0:03:46 un amante del gitano que lo estaba esperando.
0:03:50 Se llamaba María Fuen Santa.
0:03:53 ¿Qué está haciendo, señorita aquí?
0:03:55 Estoy esperando al gitano que es mi amante.
0:03:57 La mujer sorprendida por la precociidad de José María en esto de cometer asesinatos,
0:04:03 ya que el tipo no va a si lo encontrarse a esta chica, ante la ausencia de todo gitano,
0:04:10 asombrado por la precociidad, lo llamó el Tempranillo.
0:04:15 Y así se lo conoció en la historia.
0:04:18 El Tempranillo de aquí, el Tempranillo de allá.
0:04:22 Bien, el Tempranillo para evitar la acción de la justicia se marchó a las sierras,
0:04:26 que es lo que hace uno en aquellas regiones cuando comete un delito.
0:04:30 Y empezó a vivir oculto allí, ya que bastó con contárselo a esta mujer
0:04:34 para que lo supiera todo el mundo.
0:04:36 Cada tanto regresaba a encontrarse con quien, con esa mujer, con María Fuen Santa,
0:04:42 porque me olvidé de decir que mientras esperaban al gitano,
0:04:45 y una vez que el Tempranillo hubo terminado su relato,
0:04:49 tanto para matar el tedio se hicieron amantes.
0:04:54 Y cada tanto el tipo volvía de la sierra y le hacía una visita a la Fuen Santa.
0:04:59 Pero un día coincidió la visita de José María con la del gitano,
0:05:04 que continuaba siendo el amante.
0:05:06 Es decir, la mina tenía dos amantes, uno en la legalidad del comercio,
0:05:10 que era el gitano y el otro en la ilegalidad de la sierra.
0:05:13 Justo un día cayeron los dos a la misma hora,
0:05:16 y el gitano, muerto de celos, le prohibió al Tempranillo que volviera a aparecer por ahí.
0:05:21 Le dijo, te prohibo o Tempranillo que vuelvas a aparecer por aquí.
0:05:26 Pero el Tempranillo le dijo al gitano que no pensaba cumplir con esa orden,
0:05:30 y ahí nomás se batieron a cuchillo.
0:05:33 Y el gitano casó muerto.
0:05:36 O sea que el Tempranillo en menos de un mes se había cargado a dos.
0:05:42 Los pobladores presionaron al corregidor don Pedro Aureoles y Longoria,
0:05:48 para que persiguiera al Tempranillo,
0:05:53 como el corregidor no disponía de soldados, optó por el siguiente plan.
0:05:58 Hizo detener a modo de reen prácticamente a la madre del Tempranillo,
0:06:04 la ya mencionada María Cobacho, cuya belleza permanecía casi intacta.
0:06:10 A esta detención se le dio máxima publicidad con carteles tales como
0:06:15 hemos detenido a esta mujer.
0:06:19 El Tempranillo, enterado de la detención de su madre,
0:06:23 contestó el siguiente modo.
0:06:25 Raptó a Clara de Aureoles, que era la hija del corregidor.
0:06:28 Dijo así que vos tenés de reen a mi madre,
0:06:31 y bueno yo la tengo a tu hermana.
0:06:33 En realidad a la hija, pero a los efectos de truque que daba mucho mejor la hermana.
0:06:39 Día más tarde, el funcionario reconoció su fracaso
0:06:43 y puso libertad a María Cobacho.
0:06:46 El fracaso del corregidor fue doble porque Clara, la hija del funcionario,
0:06:50 en vez de regresar se quedó con el Tempranillo.
0:06:53 No se dejó soltar porque se había enamorado.
0:06:56 Bueno el padre naturalmente horrorizado,
0:07:00 cuando la tuvo a tiro, porque ya bueno,
0:07:02 que a tanto iba a visitar lo que yo,
0:07:04 la encerró en un convento, la encerró.
0:07:06 Incluso acá se dice que cuando el corregidor este murió,
0:07:10 Clara salió del convento, fue a buscar el Tempranillo,
0:07:14 y fueron novios un tiempo.
0:07:16 Acá todo se soluciona con la muerte de una persona.
0:07:19 El caso es que el Tempranillo un día reunió a unos hombres
0:07:24 y formó una banda para robar en los caminos.
0:07:26 Dijo tengo que ser alguien en la vida.
0:07:29 Sus compañeros más importantes eran el reinozo,
0:07:33 el nero y el veneno.
0:07:36 Cuentan que allá por 1827 el Tempranillo era prácticamente
0:07:42 el dueño de Sierra Morena, desde Despeñaderos al Río Guadalquivir,
0:07:46 y también el dueño de todos los caminos que conducían
0:07:48 desde Córdoba, a Jaén y a Granada.
0:07:51 El rey Carlos IV había redactado,
0:07:55 porque no era Carlos IV el rey ciertamente,
0:07:57 había redactado una ley en 1804 a la que Fernando VII,
0:08:01 que sí, el rey, dio curso.
0:08:03 Fernando VII, de larga fama.
0:08:06 Sí, por la Farsa de Vallona y porque era lo que nos hizo el mayo del 10.
0:08:09 Y también porque según parece jugaba el villar,
0:08:12 y los cortesanos le dejaban paga a las carambolas.
0:08:16 Dejaban dos bolas juntas, y todavía se dice en España,
0:08:19 o me gusta, creo que todavía se dice,
0:08:21 así se las ponían a Fernando VII.
0:08:25 Gracias al bueno, a un amigo este programa,
0:08:27 como Francisco de Goya, sabemos la cara de Navo que tenía Fernando VII.
0:08:29 Sí, por más que Goya, digo que no le ponía ni media onda.
0:08:32 No, nada.
0:08:34 Bueno, los ponía al servicio de una estética a la que convenía más un feo.
0:08:41 Y bueno, esta ley decía que todos los corregidores tenían amplia facultad
0:08:48 para ejecutar a los bandoleros allí donde los prendieran.
0:08:51 Pero también toda persona de cualquier estado o condición
0:08:55 podía ofenderlos, prenderlos o matarlos.
0:08:57 O sea, que matabas a un bandelero y encima te felicitamos.
0:09:01 La Real Audiencia de Córdoba tentó a sus habitantes a buscar al tempranillo
0:09:06 y ofreció 8.000 reales, que era mucho, a quien lo entregara con o sin vida.
0:09:12 Y lo que sigue es propio de un mundo sin medios de comunicación.
0:09:16 Tan pronto como el tempranillo supo que por ese pagaría en 8.000 reales
0:09:21 fue hasta la sede del gobierno civil de Córdoba,
0:09:24 entró sin ser reconocido y preguntó por el gobernador.
0:09:29 El empleado que le salió al encuentro le manifestó que no podía recibirlo.
0:09:32 El tempranillo insistió y le dijo que el asunto que lo llevaba hasta allí
0:09:36 estaba relacionado con el tempranillo.
0:09:40 Entonces fue recibido por el gobernador,
0:09:42 cuando quedó solo frente al funcionario, siempre sin ser reconocido.
0:09:47 Le dijo, le puedo decir algo acerca de ese hombre que usted busca.
0:09:54 Pero usted me tiene que mostrar los 8.000 reales de la recompensa.
0:09:59 Lo que tengo que decir es muy importante, así que hasta que no vea los 8.000 reales
0:10:05 uno arriba y el otro, yo no voy a empezar a hablar.
0:10:08 Muy bien, el gobernador había un cajón y le mostró la guita.
0:10:11 Y entonces el visitante dijo, bueno, aquí me he traído.
0:10:15 Soy el tempranillo y vengo a buscar mi precio.
0:10:20 Le encajó unas trompadas al gobernador, lo ató, se agarró la guita y salió lo más tranquilo.
0:10:27 Todas las tropas que tuvieron a cargo del seguimiento del tempranillo resultaron inefficaces.
0:10:32 Muchos propietarios indignados, veo que el propietario enseguida atiende a la indignación.
0:10:37 Primera característica del poseedor de un bien,
0:10:42 de aquel que detenta un derecho real, es que se indigna.
0:10:45 Se indigna porque ve que otros le codicean el real.
0:10:49 Bien, entonces recurrieron al rey y pidieron algo curioso.
0:10:54 Pidieron que se perdonara a los bandoleros.
0:10:57 Creyeron que ese era el único modo de terminar con el bandolirismo.
0:11:01 Es decir, le perdonaron si prometían no volver a ser bandolero.
0:11:05 Y en agosto de 1832, el Referrando VII,
0:11:09 concedió el perdón a las tres cuadrillas de los bandoleros más importantes del reino.
0:11:13 Todos los perdonados conservaron, incluso como legalizados, bienes legítimos,
0:11:18 todo lo que habían afanado.
0:11:20 Se comprometieron a vivir honradamente, de manera pacífica y bajo las órdenes del rey.
0:11:25 El tempranillo lo aceptó y más tarde, siguiendo indicaciones del rey,
0:11:31 armó un escuadrón de caballería y pasó del ladrón a vigilante.
0:11:35 Bien, estos escuadrones de antiguos bandoleros fueron conocidos como contrapartidas.
0:11:42 Se enfrentaron al antiguo gremio que muchos de ellos se habían rehusado a abandonar.
0:11:48 O también había ladrones nuevos.
0:11:51 No habían sido perdonados porque todavía no habían cometido ningún delito.
0:11:56 Y no te pueden perdonar por un delito que todavía no cometido.
0:11:59 Acuenta. Perdónenme, padre, acuenta que el sábado tengo una pie.
0:12:04 Y resulta que el tempranillo atacó a un tipo llamado El Barba, que tenía una banda nueva, y lo mataron.
0:12:15 Y así terminó la historia.
0:12:17 Este tempranillo que también fue tempranillo para morir porque era muy joven.
0:12:23 Y aquí estoy. Es una linda historia.
0:12:27 A mí me gustó la parte donde el tempranillo, sin ser reconocido, entra.
0:12:32 A mí me contaron que eso lo hizo John Dillinga.
0:12:36 John Dillinga se metió en una comisaría o en una agencia del FBI, allí donde estaban el entonces joven Hoover, o algunos de sus...
0:12:49 Sí, no, sí, vienen por ahí porque el FBI estaba justamente a secuera para...
0:12:53 Y se metió, se metió ahí a curiosidad.
0:12:56 Y lo estaban buscando, era el enemigo público número uno.
0:12:59 Lo buscaban por todo el país, se metió ahí adentro de la comisaría, tuvo un rato, preguntó, tequilado, y se fue.
0:13:05 Es extraordinario.
0:13:06 Y otra cosa me cuentan, me cuentan que Dillinga estuvo en el velorio de la madre de George Raft.
0:13:13 El actor George Raft estaba en el velorio de su madre y buscado por toda la policía apareció Dillinga.
0:13:23 No está mal.
0:13:24 A mí me busca toda la policía, pero...
0:13:26 Pero compro con los amigos.
0:13:27 El velorio de un amigo, eh.
0:13:28 Claro. Bueno, bien.
0:13:29 Hay otras historias, reflejas en esto, querido Alejandro.
0:13:32 Estaba pensando en el caso de Pat Garrett, aquel delincuente conocidísimo en los Estados Unidos, que alguna vez fue beneficiado con el indulto.
0:13:39 Y cuando, semanas después, bueno, con el encargo de asumir la jefatura de un pueblito perdido del oeste.
0:13:45 Y cuando poco después llegó su amigo Billy de Kit, Pat Garrett le dijo que la hora se había hecho bueno,
0:13:50 y se batirá de bueno y lo reventó al Billy de Kit, que murió ahí mismo.
0:13:53 Pero me parece que esto de pasarse del delito a la ley, tiene una contrapartida mucho más interesante en nuestra historia.
0:13:59 Es la de un hombre que, perteneciendo al campo de la ley, Tadeo Isidoro, eran sus nombres de pila,
0:14:04 se pasó al lago marginal, el lago que estaba en contra de esa ley que era ejecutora de justicias,
0:14:10 digo, el sargento Cruz, cuando por no dejar que se mate hacia un valiente, se pasa al lado del martín Fierro.
0:14:15 Y aquí le voy a decir una cosa que es obvia, que no soy yo el primero en pensar.
0:14:22 Pero no siempre la ley y la justicia corren del mismo lado.
0:14:30 No siempre la ley y la bondad y la benevolencia corren del mismo lado.
0:14:37 Las instituciones, las actividades.
0:14:38 No siempre el poder y las instituciones que supuestamente lo representan están del mismo lado.
0:14:45 Muchas veces el bien no está del lado de la ley, muchas veces el poder no está del lado de que gobierna.
0:14:53 Y estas contradicciones es preciso advertirla para no tomar automáticamente, por eso.
0:15:00 De todos modos conviene ser muy cuidadoso, muy cuidadoso porque tampoco es exactamente al revés siempre.
0:15:08 Hay gente que tiende a simpatizar con todos los chorros, solo porque tiene bronca lo vigilante.
0:15:16 No, convengamos que en ciertos tiempos, allí el comienzo del siglo XIX, el poder de la monarquía,
0:15:21 que ya era un poder ciertamente demasiado evidentemente injusto, el poder del totalitarismo,
0:15:27 Fernando VII fue un miserable y además tradicionó la causa de los reformistas.
0:15:31 Y además, recordemos cómo había sido la historia de la mamá del Tempranillo,
0:15:36 que se ha sido seducida por un asentado.
0:15:40 Por un tipo que mató al marido.
0:15:41 Sí, con dados hacen con dados, los asentados, es decir, otro muchacho de por allá.
0:15:44 Y en general creo a Alejandro que quienes se merecen una dedicatoria más de Guillermo Tello,
0:15:48 Romy Hutzig, si alguna vez se nos hubieran interesado, digo, algunos paisanos nuestros
0:15:52 que han quedado siempre del lado que no correspondía más allá de su escasa percepción del bien y del mal.
0:15:57 Que son Bairolet, el hormiga negra, y alguien que quizá ya podamos decir el mitológico Juan Moreira.
0:16:03 Aquellos que sabiendo que allí donde hay una necesidad, hay un derecho,
0:16:06 piensan que donde hay una injusticia es necesario que alguien se plantea frente a ella,
0:16:10 aún sin medios, de puro guapo, no más.
0:16:12 De puro guapo se llama el tango que vamos a escuchar,
0:16:15 en la versión de Horacio Salgan y Ubaldo del Ligo.
0:18:03 Era Horacio Salgan y Ubaldo del Ligo.
0:18:15 La venganza será terrible, de puro guapo.
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