Transcripción automática
0:00:00 Muy bien, continuamos en la venganza Serata Arrible, en esta edición de Cama,
0:00:06 esperando la absoluta y plena y rotunda recuperación de Alejandro Dorena,
0:00:11 momento en la cual volveremos al multi teatro de Buenos Aires.
0:00:15 ¿Pobló pronto estamos aquí?
0:00:17 ¿Y la cama?
0:00:18 Es la cama.
0:00:20 Bien, hablaremos hoy del bautismo de Clotilde.
0:00:24 Parece una obra de teatro, un bodevil, pero en realidad es un episodio temprano
0:00:29 de la historia de España que tuvo lugar a convienzos del siglo VI.
0:00:33 Antes de España, entonces incluso antes de España.
0:00:38 Nuestros cronistas, nuestras fuentes de hoy son Gregorio de Turz, Procopio y Jordanes.
0:00:45 ¿Cuál es la situación en los territorios de lo que luego sería España?
0:00:49 Después de todo era España.
0:00:51 España sí.
0:00:52 Gobernaban los visigodos, que eran partidarios de una de las primeras erigías del cristianismo.
0:00:58 Los visigodos eran arrianos, seguidores de arrio.
0:01:03 Básicamente minimizaban el poder de Cristo.
0:01:06 No reconocían ninguna igualdad entre el Hijo y el Padre, de modo que negaban,
0:01:12 principalmente la divinidad del Hijo, la divinidad de Jesús.
0:01:17 El rey visigodo que a comienzo del siglo VI era un señor llamado Amalarico, era naturalmente arrianos.
0:01:28 Este rey estaba en problemas con sus vecinos los merovingios,
0:01:32 es decir, los francos, que eran cristianos, pero cristianos ortodoxos.
0:01:38 Los arrianos también eran cristianos, pero heterodoxos.
0:01:41 ¿Ortodoxos que no confundir con la Iglesia Ortodoxa?
0:01:44 No, que justamente viene a señalar una heterodoxia.
0:01:47 ¿Una heterodoxia?
0:01:48 Insistentemente, los francos amenazaban con invadir los territorios visigóticos.
0:01:54 Este frase produce alguna gracia, a donde se imagina la situación de un pueblo fronterizo,
0:02:00 amenazando insistentemente al otro, diciendo, pegados a la frontera, la siguiente frase.
0:02:08 Miren que los vamos a invadir.
0:02:10 Bueno, el rey merovingio de esos tiempos era Childeberto.
0:02:19 Quiere decir que ambos, Amalarico y Childeberto,
0:02:22 cumplían con tener nombres que inmediatamente eran asociados a sus pueblos.
0:02:26 Amalarico, preocupado por la situación, consultó a su principal ayudante, que se llamaba Teudis,
0:02:34 y que era notablemente habil como diplomático, tal como ocurre con los principales ayudantes de los reyes.
0:02:42 Teudis encontró una solución ingeniosa que debía salvar la paz y la integridad territorial.
0:02:49 Le sugirió a Amalarico que se casara con una princesa merovinja,
0:02:55 a cambio de algunas riquezas y de alguna seguridad de fronteriza.
0:03:00 Amalarico se mostró encantado.
0:03:05 Mediatamente mandó mensajeros a las tierras de los francos para que le consiguieran un buen partido y una princesa hermosa.
0:03:13 Venimos del parque acá del rey Amalarico a ver qué es lo que tiene el suelo.
0:03:19 Los mensajeros regresaron con buenas noticias.
0:03:23 Informaron que la princesa con la que podía casarse a Amalarico se llamaba Clotilde,
0:03:29 y era nada menos que la hermana del rey, el rey Childeberto, que por otra parte también había aceptado el pacto.
0:03:39 Y además parece que Clotilde era hermosa.
0:03:44 Amalarico envió a los francos una embajada oficial que pidiera la mano de la princesa conforme a derecho.
0:03:55 Y hubo casorio. La verdad es que los merovingios suponían que la entrada de la princesa en territorios bisigóticos les podía servir para estar bien enterados de lo que allí sucedía y en algún caso intervenir.
0:04:09 Es decir, no habían abandonado ni por un momento el deseo de invadir.
0:04:15 Ve como son los cuñados.
0:04:18 Muy bien, cuando Clotilde llegó a España, Amalarico quedó estaciado.
0:04:25 Entonces decidió amarla inmediatamente después de la llegada.
0:04:29 Y se hubiera amado inmediatamente.
0:04:32 Se duchó.
0:04:34 Y un poco patadas en los talones la condujo a sus aposentos.
0:04:39 Los sacerdotes godos que eran arrearnos le advirtieron que antes de tales menesteres era conveniente que recibiera a esta chica el bautismo.
0:04:49 El bautismo arreano, que no era el mismo que el bautismo cristiano, convencional.
0:04:55 Y allí empezaron los problemas.
0:04:58 El bautismo arreano se verificaba en una especie de piletón en el que los conversos desnudos debían hacer una triple inmersión.
0:05:09 La ceremonia podía resultar un tanto vergonzosa para que Clotilde, ya que, a semejante enjuagada, solían asistir todos los dignadactarios de la Corte,
0:05:19 mitad por protocolo y mitad por gusto.
0:05:22 La Iglesia de Roma antes bautizaba así y después ya.
0:05:26 Cuando el cristianismo se extendió hacia el frío.
0:05:29 Algo más rápido.
0:05:31 No, más bien.
0:05:32 Con una gota ya está.
0:05:33 Vamos a reventar todo.
0:05:35 Pero el caso que el Rey no hizo...
0:05:39 No dio beligerancia a los sacerdotes y se dedicó a los menesteres venerios con su mujer.
0:05:53 Pero había un problema más grave.
0:05:57 El problema del agua y de qué hay no me voy a enjuagar aquí desnuda ante cualquier.
0:06:07 Me estaban llamando.
0:06:09 Estaba llamando a la Corte de Asmalarico.
0:06:18 El problema era otro.
0:06:20 A ver si nos ponemos de acuerdo.
0:06:22 No era que tenía vergüenza.
0:06:24 El problema era que esta chica era ortodoxa y no iba a acceder de ningún modo a bautizarse conforme al rito arreano.
0:06:36 Lo cual también ponía supongo en cuestión el asunto de la desentencia después.
0:06:41 No se había un montón de líos.
0:06:44 Líos que se hicieron patentes cuando la chica dijo que no lo vayas a tomar mal.
0:06:55 Pero no quiero bautizarme.
0:07:01 Primero toda desnuda ahí delante de los dinatarios que están de le frotarse las malas.
0:07:07 Y entonces Amalarico dilató aquel bautismo aunque no la otra iniciación a la que ya hemos hecho mencionar.
0:07:14 Pero de todos modos a cada rato el clero arreano le recordaba a Amalarico la necesidad de bautizar a Clotilde.
0:07:21 Y el rey empezó a sondear con discreción a su esposa.
0:07:26 A su espasa que era el ciclopéia.
0:07:32 Y le preguntaba qué te parece amor mío si te bautizas a Rihanna.
0:07:39 La mina reaccionó con contundencia.
0:07:42 O sea que dijo que nunca renegaría de su fe.
0:07:44 Amalarico insistió.
0:07:46 Clotilde entonces indignada.
0:07:48 Comenzó a hacer ostentación de su liturgia e incluso a eludir las intenciones amorosas del rey.
0:07:55 Cuando el rey venía no ya bautizaba precisamente.
0:07:59 Clotilde se negaba.
0:08:01 So color de diferencia religiosa.
0:08:04 Solía ir Clotilde a las iglesias del cristianismo convencional que todavía existían en las regiones bisigóticas.
0:08:12 Entonces a Amalarico horrorizado y también los aferrotes arreano
0:08:18 Empezaron a pensar que se habían equivocado de esposa para su rey.
0:08:23 Cosa que nosotros sabíamos mucho de que.
0:08:27 A Amalarico poco a poco se fue descendiendo de Clotilde e incluso, lo digo acá entre nosotros.
0:08:36 Dirigió sus atenciones a algunas queridas que eran menos rígidas en asunto que yo.
0:08:42 La Rihanna es un poco más condescendiente.
0:08:45 Ahora la intransigencia de Clotilde se sostuvo y ese fervor molestó a los arreanos.
0:08:52 Imagínense algunos no supieron contenerse y pasaron a las vías de hecho.
0:08:57 Vamos que cierto día la reina fue una iglesia y en el camino le tiraron cosas y la insultaron.
0:09:03 Al regreso al palacio se quejó ante Amalarico y le escribió a su hermano,
0:09:11 Childe Berto, el rey del Mero Víngios, una carta desesperada.
0:09:15 Acá me tratan mal, que se piensan, que se yo, sin vergüenza.
0:09:20 Me dicen nombres por la calle.
0:09:22 Claro, me ponen nombres.
0:09:24 Al recibir el mensaje a Childe Berto se le ocurrió una idea.
0:09:31 Ya tenía lo que vulgarmente se llama un casubeli.
0:09:35 Es decir el detonante necesario para desetar una invasión a España.
0:09:40 Y entonces explotó el asunto de Clotilde, hizo circular por toda la región la noticia de que
0:09:47 Clotilde había sido cruelmente maltratada por culpa de sus creencias.
0:09:53 Mostró como prueba, sin de Berto, un pañuelo manchado con sangre.
0:09:58 Ah, una prueba irrefutable.
0:10:00 Yo no le creía.
0:10:02 Pero ¿qué sucede cuando uno muestra?
0:10:05 Esto me enseñaron en el curso de detectives.
0:10:08 Mostrar un pañuelo manchado con sangre
0:10:13 demuestra que la hermana de uno ha sido maltratada en un país vecino por su esposo, que es el rey.
0:10:22 Bien, entonces los ejércitos francos marcharon contra los bici-godos
0:10:28 y el rey Amalarico, el rey de los bici-godos, salió al paso de estas tropas, fue derrotado,
0:10:35 se retiró, pero ni la puro.
0:10:38 Se olvidó de cargar nada menos que el tesoro real.
0:10:42 Lo dejó ahí.
0:10:44 Y entonces, así sobre el piano que ya jamás toca.
0:10:48 Entonces quiso regresar precipitadamente a buscarlo, pero ya era tarde.
0:10:52 Los francos le habían cortado el camino.
0:10:55 Y Amalarico huyó, huyó, hasta que lo mataron en Barcelona.
0:11:00 Fue muerto por un franco llamado Besón en el año 531, en ese año.
0:11:09 Mientras Chileberto se adueñaba de un buen número de regiones bici-godas,
0:11:14 Clotilde cargó tranquilamente en unas carretas el tesoro de su marido y marchó.
0:11:21 Emprentieron viaje hasta Lutestia.
0:11:25 Hasta París.
0:11:26 Hasta París, y más lejos.
0:11:27 Pero Clotilde no llegó nunca.
0:11:29 Murió misteriosamente durante el camino.
0:11:32 Digo misteriosamente porque parece que Chileberto la liquido.
0:11:38 Tener a costumbre de liquidar familiares para quedarse con sus bienes.
0:11:44 Y la hermana no fue la excepción.
0:11:47 Liquidado hermano, sobrinos, parientes, y aca paraba su tesoro.
0:11:53 Te dirá, ¿qué pruebas tiene?
0:11:56 Un pañuelo machado de sangre que tengo aquí.
0:12:00 Y que prueba eso y cualquier otra cosa que a mí se me veniere.
0:12:04 Inhala.
0:12:05 A ocurrir.
0:12:06 Y aquí termina la historia que bien puede ser una historia trágica de desencuentros fundados en discrepancias religiosas.
0:12:14 Pero nuestra idea quizá es otra.
0:12:18 Y que es...
0:12:22 Se trata de aprovechar una vez más para denostar la figura del cuñado.
0:12:33 El hermano de la novia de uno, de la mujer de uno, es la peor persona imaginable en el camino.
0:12:39 Y generalmente se queda con nuestros bienes.
0:12:43 De una manera o de otra.
0:12:44 Y eso realmente es doloroso.
0:12:46 No hay peor destino para los bienes de un hombre que el bolsillo del hermano de la mujer que anda con él.
0:12:52 Pues si me dicen la hermana, bueno, vaya y pase.
0:12:55 Las hermanas de la novia de las mujeres pueden hacer la alegría de una familia.
0:13:00 Pero no los hermanos jamás.
0:13:04 Y si una vez más se demuestra, sin necesidad de pañuelo, se han encrucado alguno que el cuñado es siempre culpable.
0:13:11 El cuñado debe haber sido un vínculo establecido por el demonio en los orígenes de la humanidad.
0:13:15 Probablemente, claro.
0:13:16 Pero estaba pensando, Alejandro, que justamente del mismo modo que la institución del cuñado, hay algunas diferencias que dan que pensar.
0:13:23 Esto de la realismo, conveniamos igual que la conversión de todos los emperadores fue siempre de mala gana.
0:13:30 Sí, al último momento.
0:13:31 Mismo, el mismo, este muchacho, Constantino.
0:13:35 Constantino.
0:13:36 También la esposa debería llenar de la cabeza y mira que somos cristianos.
0:13:39 Bueno, cuando se anda más por si acaso se convirtió.
0:13:42 Pero el caso del arrianismo, que estuvo a punto de ser la versión oficial del cristianismo,
0:13:47 digamos que aparece muy claramente esta especie de capricho.
0:13:50 Y la forma en que la Santa Madre Iglesia a lo largo de dos mil años se las ha arreglado para convertir un capricho después en un dogma.
0:13:57 Fíjese que bueno, primero fue la Iglesia, la Iglesia Ortodoxa, la Iglesia Oriente, vinieron los arrianos.
0:14:02 Bueno, esto se definía en un concilio.
0:14:05 O sea, iban 20 chabones, votaban.
0:14:07 Y el que tenía más voto decidía si esa era la palabra de Dios o no.
0:14:12 La verdad se revelaba por comisión y por influencias de este tipo poder económico.
0:14:19 Incluso a partir de esta cuestión de los arrianos me da por recordar que el obispo de Roma no solía asistir más a los concilios.
0:14:26 Primero, porque no le interesaba mucho que eso.
0:14:28 Y después, porque se dio cuenta que al no ir, el tipo podía laudar con su voto lo que se disputó.
0:14:34 Y desde ese modus logrando la eminencia en la Iglesia.
0:14:37 Pero dado que la herodina de este relato es clotilde, yo creo que también hay que pensar en estas mujeres que la Santa Iglesia empezó a reconocer.
0:14:46 Allá por el siglo XI cuando hacían falta para la producción.
0:14:48 Y veo que además a las mujeres le caben los diminutivos.
0:14:53 Porque uno dice, igual que algunas deficiencias.
0:14:56 Por ejemplo, uno dice el cieguito.
0:14:58 ¿Por qué? El señor ciego.
0:15:00 O sea, la finadita.
0:15:02 Digo, no ha bastado el occidente.
0:15:04 El hecho de denostrar a la mujer, relegarla, ponerla siempre en condiciones más o menos que animen, darle hermanos.
0:15:10 Y no ese diminutivo que se les pone cada dos minutos.
0:15:13 Cada dos minutos.
0:15:14 Con lo cual, creo que el mejor homenaje es recordarla a clotilde, que no solamente tuvo un esposo que le existía para compartirla, sino un hermano que se la cargó, la pobrecita.
0:15:23 La pobrecita es la samba que ilustrará esta historia y que va a cantar nuestra mercedesosa.
0:15:30 Le llaman la pobrecita porque esta samba nació en los ranchos.
0:15:42 Con una guitarra mal encordada, la cantan siempre los tucumanos.
0:15:54 Allá en los cañabrales, cuando la noche viene llegando, los furgos se ven de lejos, los tucutucos de los cigarros.
0:16:04 Allá en los cañabrales, cuando la noche viene llegando, los furgos se ven de lejos, los tucutucos de los cigarros.
0:16:23 Por entre los tucos se ven de lejos, los tucutucos de los cigarros.
0:16:33 Salcita del camino, solita de mis pagos.
0:16:43 En la pobrecita samba del sur, con cantan sus perros los tucumanos.
0:17:03 Mi samba no canta dichas, solo pesa este en el paisano.
0:17:18 Con las hielachitas de una esperanza forman su sueño los tucumanos.
0:17:28 Con las hielachitas de una esperanza forman su sueño los tucumanos.
0:17:38 Conozco la triste enverga de las ausencias y del mal pago.
0:17:48 Que en mi noche larga prendan sus fuertes, los tucutucos del desengañar.
0:18:08 Salcita del camino, solita de mis pagos.
0:18:18 En la pobrecita samba del sur, con cantan sus perros los tucumanos.
0:18:28 Con cantan sus perros los tucumanos.
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