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6 de Septiembre de 2007

El conde de Mirabeau

Transcripción automática

0:00:00 Hablaremos de Mirabó, o sea de Honorge Gabriel Riquetti, más conocido como el conde de Mirabó.
0:00:09 Le creo que hace un tiempo contamos su relación con una holandesita, la señora de Nejera,
0:00:16 lo llevó a consagrarse como diputado del tercer estado en tiempos de la revolución francesa.
0:00:23 Uno de los detalles de aquella charla, que será principalísimo en esta, me imagino,
0:00:28 fue el señalar que Mirabó sufría de priapismo, una patología que lo sostenía en una perfezcoa
0:00:39 imposición galante, por no decir otra cosa, y que el tribuno nunca dejó de aprovechar para llevar adelante causas nobles.
0:00:51 Penetricio secretario del FICI, el tomale, ya vamos a tener una lista.
0:00:54 Nació Mirabó en 1749, y a pesar de su original isto crático, se unió al tercer estado cuando Luis convocó a los estados generales
0:01:04 y después a lo que se constituyó como Asamblea Nacional. Muy bien.
0:01:09 Cuando el rey expresó su descontento, Mirabó fue aplaudido al decir que sólo abandonaría la Asamblea por la fuerza de las vallonetas.
0:01:20 Sin embargo, esta radicalidad le duró poco. Mirabó en verdad, era partidorio de una monarquía constitucional,
0:01:28 e intentó reconciliar la Corte Reaccionaria de Luis XVI por un lado con las fuerzas revolucionarias por el otro.
0:01:37 Y consiguió, al inicio de conflicto, garantizar parcialmente a la corona el derecho de declarar la guerra y firmar la paz.
0:01:44 También procuró mantener el derecho real de veto, diseñó junto a la falleta la milicia de ciudadanos que fue la famosa Guardia Nacional.
0:01:55 Pero bueno, los asuntos amorosos que contaremos hoy sucedieron antes de la revolución.
0:02:03 En tiempos juveniles de Mirabó fueron amores de estudiantes.
0:02:07 Mirabó en aquel tiempo escribía, amaba, viajaba y pasaba incluso algunas temporadas presos por deudas,
0:02:16 porque, a decir verdad, le debía a cada santo una beba.
0:02:21 Era un hombre muy feo, Mirabó, medio parecido al chancho.
0:02:26 Un poco gordo, picao de viruela, como el tigre Millán, pero tenía un éxito infalible con las damas, como ya se ha señalado.
0:02:37 Su padre era misonario, pero le había negado su dinero y Mirabó no sabía de dónde sacar guita.
0:02:44 El papá de Mirabó también conde, era una especie de canalla, que incluso ni siquiera le dejaba usar su apercido,
0:02:53 porque decía que no había hecho todavía nada para ganarlo.
0:02:58 Y no le daba un mango, y Mirabó entonces incurrían deudas, que después no pagaba, gastaba lo que no tenía,
0:03:05 los acreedores lo apretaban y un día lo amenazaron con un juicio.
0:03:11 Entonces, Mirabó, para evitar el escándalo, solicitó, se fue a la comisaría,
0:03:19 y solicitó contra su propia persona una orden de prisión.
0:03:23 Esta medida extrema lo colocaba bajo el poder real, pero mantenía los acreedores lejos, no lo iban a buscar a la gana.
0:03:31 El caso es que lo mandaron al castillo de Yux, cerca de la localidad de Ponta Glia.
0:03:37 El gobernador de la Ciudadela, el señor Saint-Maurice, autorizó a Mirabó, que después de todo era un aristócrata.
0:03:48 No autorizó a que diera unos paseos por las alrededores cada tanto.
0:03:54 Lo dejaban salir, disculpenme, me acabo de caer sentado.
0:03:59 Si levantes, se dolinan, con cuidado.
0:04:01 El carcelero, el alcalde de la prisión, lo dejaban, lo sacaban de la cela y le dejaban pasear por allí.
0:04:10 Y Mirabó aprovechaba para ver si conseguía alguna novia.
0:04:15 Ya el primer día que lo largaron, se hizo amante de una tal Juana Milló.
0:04:20 ¡Qué rápido!
0:04:22 Esto molestó un poco al director de la prisión, Saint-Maurice, quien le pidió a su detenido que tuviera distracciones menos venereas.
0:04:32 La noche del 25 de junio de 1775, el señor de Saint-Maurice organizó una cina en honor de la consagración de Luis XVI al trono.
0:04:43 A la derecha de Mirabó, que fue invitado a la reunión, era un preso, pero como era de Alcúrnia, lo invitaron.
0:04:52 Digo, a la derecha del preso se sentó la señora Sophie de Monnier, la mujer del presidente honorario de la Cámara de Cuentas de aquella región, Sophie.
0:05:03 Una señora casada al lado de Mirabó, dice el cronista, Leo.
0:05:10 A partir del primer plato, Mirabó empezó a desear fervientemente a su vecina.
0:05:17 A los entremeses estaba enamorada de él y a con el pescado, la joven se mostró inquieta.
0:05:26 A los postres se adoraban.
0:05:28 Con el champagne, sin haber hablado una sola palabra de amor, eran amantes de intención.
0:05:35 Parece que Sophie de Monnier esperó el momento para que Mirabó la amara, y el momento no tardó mucho.
0:05:43 Una tarde, una amiga de la muchacha, la señorita Margarita Barbo, que vivía sola con su criada, le prestó el dormitorio a los dos enamorados para que pudiesen encontrarse.
0:05:59 Y este es el centro de la charla de hoy.
0:06:02 La señorita de Barbo tenía un pequeño apartamento, un dormitorio y la correspondiente sala, y dice, yo te presto, le dijo a la amiga, a la Sophie, te presto la pieza para que te encuentres con este hombre.
0:06:23 Muy bien, llegaron, Mirabó y Sophie, y se metieron en la pieza.
0:06:28 Pero al ratito, nomás, le cae visita a Margarita Barbo, a la dueña de Gaza, quién es que se dio, unos familiares.
0:06:38 Somos unos familiares.
0:06:40 Bueno, los hizo pasar a la salita que era contigo al dormitorio, donde estaba la Sophie de Monnier con Mirabó.
0:06:50 Y los amantes de la habitación ni se enteraron de que había visita, como se van a enterar.
0:06:56 Incluso esta señorita de Barbo disimulaba, no dijo nada.
0:07:02 Bueno, qué tal, cómo le va, mucha conversación.
0:07:07 De repente la insípida charla de los familiares se vio ahogada por rumores que provenían de la otra pieza.
0:07:16 Descrugidos de cama en adelante.
0:07:20 Muy avergonzada, la señorita de Barbo la veía a casa, no, fingió no ir nada, y continuó la charla en voz más alta, no?
0:07:31 Lo hacía.
0:07:33 La precaución no sirvió de mucho, ya que los dos amantes no tardaron en gritar frases tiernas,
0:07:44 en las que a veces se mezclaba alguna obscenidad, como me caigo y me levanto,
0:07:51 o cómo será la laguna que el chancho la cruza al trote, o lo que sea.
0:08:02 Pero eso no fue todo.
0:08:04 La lucha amorosa fue tal, seguía tociendo, no, la señora de Barbo,
0:08:10 fue tal que un embate contra la pared divisoria hizo que cayeras parte del techo del salón.
0:08:19 La señorita de Barbo daba explicaciones acerca de la mala construcción de aquellos tiempos,
0:08:26 y con el sostenido afán de tapar los ruidos del amor, apartaba asillas, dejaba caber objetos,
0:08:34 y sacudía cajas de bombones.
0:08:38 Pero lo peor llegó cuando mira a vos, que no sabía nada de la visita, salió del apocinto desnudo y suspirante.
0:08:48 Y los familiares de Margarita Barbo salieron rajando.
0:08:57 Me encantó una jornada estupenda.
0:09:02 Es muy fantástica.
0:09:04 El señor de Sembo V vino a enterarse de estos amoríos y le prohibió a Mirabó que saliera de la fortaleza de Llux.
0:09:12 Mirabó desesperado, pidió permiso para salir por última vez.
0:09:17 La noche siguiente.
0:09:19 Una noche más.
0:09:22 Parece que el señor de Monied, el marido de Sophie, había organizado un bailongo.
0:09:29 Entonces el Sembo V aceptó que Mirabó fuera un rato aquella fiesta.
0:09:35 Pero en verdad nunca volvió a la celda, se escapó.
0:09:39 Viajó a Dichon, donde Sophie se encontró con él.
0:09:42 La dicha duro poco, porque lo reconocieron en otro bailongo.
0:09:47 Mirabó fue arrestado como fugitivo y como rebelde.
0:09:51 Rebelde a las órdenes del rey y también como raptor.
0:09:56 En realidad se volvió a escapar y por carta logró convencer a Sophie que lo acompañara a Holanda.
0:10:03 Sophie es una mujer casada, recuerden ustedes.
0:10:07 Bueno, ¿qué hizo Sophie? Le afanó al marido, guita, para conseguir el dinero suficiente para el viaje.
0:10:16 De sacronista que sustituyó unos fajos de billete por otros de cartones o papeles de pizzería.
0:10:25 El toco mocho.
0:10:27 Y rellenó con cascote en las bolsas de moneda que tenía guardadas el marido.
0:10:32 El dinero fue enviado a Mirabó y parte de él utilizado para viajar.
0:10:38 Sophie también le mandó algunas joyas, algunas pieles y después fue esa.
0:10:43 Se encontró con Mirabó para cruzar a Holanda.
0:10:47 Pero al cabo de unos meses se les acabó la guita y pasaban por tantas dificultades que Mirabó trató de publicar un libro.
0:10:56 Escribía fantásticamente bien, era un gran escritor.
0:11:00 Pero como su situación legal lo obligaba a andar entre mal andras, en un ambiente un poco abyecto, no conseguía entrar en relación con editores.
0:11:13 A lo sumo con editores sospechosos o que trabajaban para grupos difíciles y hacían muy peligroso negociar.
0:11:22 Y a su vez empezó a escribir para agitadores, agitadores pre-revolutionarios, que lo contrataban con toda alegría.
0:11:31 Y los escritos, un ensayo contra el nepotismo, por ejemplo, hicieron tanto ruido que lo descubrieron, descubrieron los amantes, se fueron deportados.
0:11:44 Mirabó, lo encerraron en Van Sen's y a ella en el asilo de Bé Sanzón.
0:11:51 En 1781 Mirabó quedó libre, había pasado tres años en Cana por aquel chiste.
0:11:57 Y corrió inmediatamente a ver a Sofía que todavía estaba en Cana.
0:12:01 Bé Sanzón había sido trasladada a Sian y sucedió algo espantoso.
0:12:07 Mirabó no era un buen tipo que entre nosotros.
0:12:11 Ahora que estamos solos. Pudo verla gracias a la complicidad de una religiosa.
0:12:17 Pero se decepcionó, no le gustó la mina. La encontró fea y desarreglada.
0:12:24 Bueno, claro, estaba en la cárcel. No estaba en el programa de Mirabó.
0:12:29 No se valiaba, se tiende, porque es que era bien.
0:12:32 Y entonces la miró un rato, hizo una mueca, saludó y se fue.
0:12:36 Se las tomó, se salió rajando el tiempo.
0:12:39 Y unas semanas más tarde la desvichada Sofía recibió una carta de ruptura que la desesperó.
0:12:48 Fue entonces cuando Mirabó una vez abandonada Sofía, se enamoró de la holandesita
0:12:55 que citamos al principio en requeta Melia de Nejera.
0:12:58 Bueno, y esa chica que era muy rica, lo ayudó a encumbrarse.
0:13:03 Y él pudo entrar a la política.
0:13:05 Sofí tardó mucho en volver a enamorarse.
0:13:08 Sufrió mucho por aquella ausencia de Mirabó, hasta que con mucha dificultad, vio cómo hacer.
0:13:14 Se rehizo, se rehizo.
0:13:17 En 1789 ya estaba a punto de casarse con un capitán de caballería.
0:13:25 1789 es ocho años después del episodio.
0:13:29 Pero este muchacho, el capitán de caballería, tres, cuatro días antes de la boda, se murió.
0:13:36 No liga, eh.
0:13:40 Y entonces ya no aguantó más Sofí y se suicidó.
0:13:45 Y si una cosa, va a ir pase, dice.
0:13:49 Pero ahora que se me muera el capitán de caballería, se suicidó.
0:13:53 Tenía 27 años.
0:13:55 Mirabó se enteró de la tragedia, justamente en el momento que estaba subiendo la tribuna, para decir un discurso.
0:14:02 Y no dio muestros de la menor emoción.
0:14:07 Recuerden ustedes cómo terminó Mirabó.
0:14:10 Lo hemos contado aquí.
0:14:12 Ya siendo un político consagrado, parece que andaba de orgía en orgía el hombre.
0:14:17 Se aleña de una para meterse en otra, que es la forma de estar en una orgía, ¿no?
0:14:33 Un día parece que estaba homenajeando a dos bailarinas del Valle de Nocedón,
0:14:38 y para homenajearlas con mayor ardor, se tomó un específico que le regaló un italiano, que tenía, no sé qué,
0:14:46 y le cayó mal.
0:14:47 Vamos, se envenenó.
0:14:48 Se envenenó y crepó allí mismo delante de las dos bailarinas que lo sacudían.
0:14:55 Y fue inútil.
0:14:57 Fue casi como sacudir a...
0:15:00 Usted, dirán, se lo merecía.
0:15:05 Todo el mundo se muere, aunque no todo el mundo se lo merece.
0:15:11 Esa es la historia que quería contar. Le gustó.
0:15:14 A mí el episodio del salón contiguo, a la pieza donde estaba Mirabó con Sofi, es sectorial.
0:15:22 Muy linda historia.
0:15:24 Yo le quiero decir, elegando una pequeña cosita.
0:15:27 Cuando usted conté esta historia, yo creo que los franceses se agradecerían mucho que alguien les cuente esto,
0:15:33 porque lo que usted está contando son permanentes estaciones de subte, de tren, increíbles,
0:15:39 que la gente no sabe de qué se trata, ¿no?
0:15:44 Siempre me causó mucha gracia la estación Paster, de subterráneo, no de acá.
0:15:53 Es una estación Paster que, si no me equivoco, está en el verdecito, que pasa por la torre y fe, y creo que va hasta de gol.
0:16:03 Y una de esas estaciones del medio se llama Paster, y es muy gracioso.
0:16:06 ¿Estás ahí? Paster.
0:16:08 Es casi la ilusión de que te bajas y estás en el once.
0:16:14 Bueno, le digo que...
0:16:18 Cuando baja la desilusión no está tan mal.
0:16:20 No, no está tan mal.
0:16:22 ¿A quién quiere dedicar todo eso?
0:16:24 Bueno, a los amantes de intención, en primer lugar.
0:16:27 Parece que es una categoría, Alejandro, que si no se estira demasiado, es un momento muy gozoso.
0:16:32 ¡Este lindo, sí!
0:16:33 Este lindo, ¿no?
0:16:34 Ya sabemos.
0:16:35 No se ha dicho nada.
0:16:36 Ya sabemos que...
0:16:37 Pero ya sabe que usted cuenta con la anuencia de la mina y la mina sabe que...
0:16:42 ¡Es maravilloso!
0:16:43 ¡Es maravilloso!
0:16:45 Ese ratito es delicioso.
0:16:47 Sí, es maravilloso.
0:16:48 Segura dos años, es un asco.
0:16:50 Tres semanas ya, si una es una.
0:16:52 Lo peor que puede ocurrir es que un estado de amante de intención se destine.
0:17:00 Que es lo que pasa cuando se prolonga demasiado este estado.
0:17:03 Claro, se destine por alguna circunstancia porque uno se enfermó y no pudo ir al día siguiente.
0:17:08 Pasaron dos, tres semanas y ya no te gustamos.
0:17:10 Sí, como me dijo vos que lo empezó a ver de reyes cabuchas.
0:17:13 En el medio parece uno que más que amante de intención, es amante de verdad.
0:17:16 Eso distrae la atención a que negarlo.
0:17:18 Y si me permite, Alejandro, se lo voy a dedicar a Margarita, la amiga de Sophie.
0:17:23 La que le prestó el bulo.
0:17:26 ¡Es el bulo!
0:17:27 Ah, le prestó el bulo, sí.
0:17:28 Me encanta esa gente.
0:17:31 Claro, como se trata de amores juveniles de Mirabó, oiremos amores de estudiantes,
0:17:39 la bella canción.
0:17:41 Que cantarán esta vez Irusta, Fugazote y de Mare, los integrantes del Trio Argentino.
0:18:17 En unos labios ardientes De estar una promesa apasionadamente
0:18:26 Quiero calmar los enojos De aquellos lindos sobos
0:18:32 Siempre vinciendo a amor
0:18:40 Por un mirar que ruera Perder la quietud
0:18:46 Tus versitas sonrienten Que juran virtud
0:18:52 Es una ocálvata La que hoy me provoca
0:18:58 Hay un collar de amores En mi juventud
0:19:08 Pantan más el pasado Perfume de ayer
0:19:14 Revocare doliente Platienta mis hiel
0:19:20 Vandara de recuerdos De un tiempo perigo
0:19:25 Lejano y barino Que no olminaré
0:19:56 Hoy un juramento Mañana una traición
0:20:04 Amores de estudiantes Florendía no
0:20:25 En la venganza será terrible Hemos escuchado al Trio Argentino
0:20:28 Interpretando amores de estudiantes

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