Transcripción automática
0:00:00 La monografía de hoy se titula El desgraciado con de Raúl de Guine.
0:00:06 Así que, digamos, en el año 1338 empezó la Guerra de los Cierdaños entre Francia e Inglaterra.
0:00:14 Como he sabido, el rey inglés Eduardo III pretendía para sí el trono francés
0:00:21 y preparó una invasión con el pretexto de que unos lazos familiares lo hacían dueño del trono francés.
0:00:27 No era un pretexto, tenía razón. Tenía razón.
0:00:31 A ver si me acuerdo.
0:00:33 Eduardo III era hijo de Eduardo II de Inglaterra, pero también de la hija del rey de Francia, Felipe IV el hermoso.
0:00:47 Que se llamaba, me parece, Isabel.
0:00:50 Ahora bien, Felipe IV no es otro, que el rey maldito, aquel que ya demole maldice junto con toda su infrida en la obviedad.
0:01:02 Muchas veces a veces cuando uno maldice a alguien en la obviedad, la maldición se cumple.
0:01:07 Yo prefiero que no se cumple, al caso.
0:01:10 Pero se cumplió la maldición y se cumplieron todos los hijos de Felipe I.
0:01:16 Y aparece, muerto a todos los sucesores, posibles, aparece el hijo de hermano de Felipe, el hermoso.
0:01:27 El hijo de Carlos de Valvó, aquel es el primero Valvó.
0:01:30 Entonces, el rey de Inglaterra dice, momento, momento.
0:01:37 Se murieron todos los hijos del rey del hermoso, pero no hay ningún nieto.
0:01:44 Y sí, sí, hay uno, soy yo.
0:01:46 Yo soy nieto de Felipe I hermoso y ustedes no.
0:01:49 Es decir, que tenía legítimos derechos sobre la corona de clase.
0:01:55 Claro, imagínense usted, si casualmente ese tipo viene a ser el rey de Inglaterra,
0:02:00 mal negocio sería para Francia, decir, bueno, cómo no, su majestad venía a llegar a acercarlo.
0:02:05 Este paquete de pastillas para usted.
0:02:11 Y dice, ahí se murieron los egres, lo que se llama, es el Pa'l Dos.
0:02:16 Y además, desde hace varios siglos, los ingleses controlaban grandes zonas de Francia en calidad de salud
0:02:24 y tenían intenciones de ampliar esa dominación.
0:02:28 Muy bien, en el año 1345 empezaron los enfrentamientos más cruentos entre las tropas de Francia y la de Inglaterra.
0:02:37 En Francia se vieron perfilando un héroe, ¿no?
0:02:41 Se llamaba Raúl G.
0:02:44 Se lo llamaba así, ¿sí, G?
0:02:47 Y era conde de G.
0:02:50 Cuentan que era un hombre hermoso, muy codiciado por las mujeres.
0:02:55 Las princesas más importantes del reino habían requerido sus favores, por no decir otra cosa.
0:03:03 Estaba casado desde 1940 con Catalina de la Bossa.
0:03:08 Bueno, Raúl peleaba al mando de las tropas del rey Clasic, Felipe VI,
0:03:15 y había defendido con una valentía notable varias plazas que pudieron mantenerse en manos franceses.
0:03:22 Pero, en 1346 tuvo lugar la batalla de Correcillo, en la que los franceses fueron derrotados.
0:03:28 En aquella lucha, Raúl cayó preso de los ingleses y barchó encadenado a Londres.
0:03:35 Allí debió permanecer a la espera de que alguien de su familia o algún funcionario de la reina
0:03:40 reuniera la suma pretendida por su rescate.
0:03:43 Era muy usual cuando caía preso un noble después de la batalla, se pedía un rescate.
0:03:52 Me interesaba hacer prisioneros nobles a los combatientes que sabe poco, porque esto garantizaba un rescate interesante.
0:04:03 Pero sucedió que Raúl de Ginde no pudo juntar el dinero que había en la terra pedida por su liberación.
0:04:11 Pero además tuvo la suerte porque este precio, el precio que pudieron los ingleses por su rescate, era inusualmente excesivo.
0:04:21 Eduardo de Inglaterra no había respetado el código caballeresco, según el cual, cuando caía un noble preso,
0:04:30 el rescate no debía alcanzar una cifra que arruinase completamente al capturado.
0:04:36 En este caso, la cifra podía ser pagada solo si Raúl de Ginde entregaba absolutamente todas sus tierras y pertenencias a los ingleses.
0:04:45 Era una ruptura del código.
0:04:47 Bueno, Raúl esperó cuatro años para resignar sus domingos.
0:04:51 Finalmente, visto que no llegaba un sopa de ningún lado, entregó a Eduardo su capillo, su condado de Ginde, un sitio de sido a Caldez por otra parte.
0:05:00 Raúl obtuvo su libertad y, aunque pobre, regresó a Francia para presentarse ante su rey que lo había convocado.
0:05:10 Cuentan que durante su cautiverio Raúl de Ginde había seducido a una gran cantidad de jóvenes londinenses que lo vieron marsearse con el corazón.
0:05:21 Entonces, el cautiverio era relativamente benévolo de modo tal que permitía a los cautivos seducir unas cuantas jóvenes canatas.
0:05:30 Si tenían suerte, no quese el australiano tampoco.
0:05:32 Pero bueno, por él lo dejaría salir o recibir visitas o aquí no dice.
0:05:39 Cuando llegó a Francia en 1350 recién había sido coronado Juan II.
0:05:45 Cuando coronaron a Juan II le hicieron algunas fiestas estupenas, que ya no se hacen por cierto y por suerte.
0:05:54 Duraron ocho días, imagina, ocho días de fetichola.
0:05:58 Por ejemplo, las fuentes de París habían sido cargadas con vino.
0:06:03 En vez de agua, cumplían vino.
0:06:05 Un vino ordinario se quejaban algunos.
0:06:08 Algún que siempre tiene que cargar a los cuentos que había así, pero se quejaban los cabellos.
0:06:13 Quiero saber. Así que imagina.
0:06:17 Algún día vamos a hablar de estas fiestas porque también tuvieron su carácter orgiástico.
0:06:22 Pero no desviémos el asunto.
0:06:27 Apenas terminaron los festejos, la noticia de la llegada de Raúl de Ginde, si no le alegría al pueblo, lo consideraba un héroe.
0:06:34 En cuanto a esto entró a París, Raúl fue aludor, en ese entonces vivían los redes, para saludar a Raúl Juan.
0:06:43 Muchos enteraron rápidamente y la multitud de muchachas se congregó ante el palacio para verlo salir y saludarlo, sabiendo que se trataba de un hombre muy galante.
0:06:54 Pero llegó la noche y gonde no sabía al balas para saludar.
0:06:59 Algunas de las ciclas se volvieron a sus casas.
0:07:03 Al día siguiente volvieron, montaron guardia creyendo que esa vez tendrían suerte y podían saludar al héroe, pero otra vez tranquilo la jornada, el tipo no salió.
0:07:13 Muchos pensaron que el rey Juan había organizado una fiesta interminable para el conde de Ginde.
0:07:21 Al amanecer del tercer día, los vecinos de París recibieron una noticia.
0:07:26 El conde Raúl de Ginde había sido decapitado por orden del rey sin juicio que le diara.
0:07:34 Decapitado por orden del rey.
0:07:37 Bueno, mucha gente protestó.
0:07:39 ¡Oh, que soy yo!
0:07:41 Esa es la idea de la protesta que no tiene.
0:07:45 El rey fue criticado.
0:07:47 Nadie sabía por qué había logrado este bodo.
0:07:50 Si se tiene en cuenta que después de ser liberado, el rey Juan lo había llamado a Raúl para que se presentara antes.
0:07:58 Pero poco después se conocieron las razones que son extraordinarias.
0:08:03 Antes de ser coronado, Juan tenía una esposa que se llamaba Bon de Luxemburgo.
0:08:10 Bon había muerto mil 342 años antes de la coronación de Juan.
0:08:16 Fuyó de peto.
0:08:19 Esta muerte sucedió mientras Raúl de Ginde estaba preso en Londres.
0:08:24 El rey Juan, afligido por la muerte de su esposa, se encerró justamente en los aposentos de Bon de Luxemburgo
0:08:35 para estar al menos cerca de los objetos privados de su mujer.
0:08:42 Bueno, en medio de su duelo, en medio picado por la curiosidad, Juan empezó a revolver los papeles de su amor y hoy encontró una carta.
0:08:53 Nada menos que correspondencia amorosa entre Bon de Luxemburgo y Raúl de Ginde.
0:09:00 Parece que había sido amante durante mucho tiempo.
0:09:04 En las cartas, ella lamentaba que Raúl le pidiera preso, le contaba que estaba juntando guitas para pagarle la liberación
0:09:13 y además, inevitablemente, figuraba en algunas frases de los amantes describiendo su albulterio.
0:09:21 Te acordás cuando equis, cuando yo equis vivos y te acordás mientras la necesidad vivos, zeta
0:09:32 que quiere amanecer que los dos alfa.
0:09:40 Desde ese momento, el rey Juan explicó que encontre regresar a Francia para hacerle pagar por el ultraje cunigrancieste.
0:09:49 Por eso cuando supo que lo había liberado, lo convocó con el falso mensaje de hacerle algunos honores.
0:09:56 Sí, se que tenía que hacer unos honores, le mando a decir.
0:10:01 Supongo que no conoce a vos.
0:10:05 Cuando Raúl se presentó en el lunes, Juan lo llevó a un salón privado y le mostró un papel.
0:10:11 Dijo, mira esta carta, la conocéis.
0:10:17 Y Raúl, que ya se supo para él y no, respondió que ciertamente era una carta muy tierna.
0:10:24 Y fue a parar al verdugo sin intentar defenderse alguna.
0:10:29 Hay quienes dicen que Raúl llegui, pagó con su cabeza otras cuestiones políticas.
0:10:34 Pero en realidad el cronista que estamos siguiendo y el mejor criterio,
0:10:42 José Ar significa que certifica mejor dicho que las razones fueron los celos del rey Juan,
0:10:50 los celos retroactivos, celos que ya no tenían razón de ser.
0:10:55 Aquel romance había terminado por muerte de uno de sus participantes.
0:11:01 Ahora, antes de hacer las dedicatorias, el reemplazo de las dedicatorias,
0:11:07 asunto en el cual suelo consultarlo, le pregunta a usted,
0:11:11 si se pueden tener celos retroactivos.
0:11:15 Sí, claro, hay muchas gente que sufre celos de gente que ya no está o cosas que ya pasaron.
0:11:23 Incluso hay gente que sufre celos de gente que ha pasado antes de aparecer uno en la vida,
0:11:28 tal cual mujer o de cual hombre.
0:11:31 Pero usted ya se dice que a la mina, ¿no?
0:11:34 Ya, se le hizo una pasión.
0:11:36 ¿Cómo le pasó?
0:11:37 No, no me pasó.
0:11:39 Le pregunta si sus novias anteriores eran más lindas y todas esas cosas.
0:11:44 Por lo general, ¿sí?
0:11:46 A que los hombres son de enferma.
0:11:49 Los hombres son mucho peores.
0:11:51 Sí, los hombres tienen mucho más de propensos a la locura sin en esos asuntos.
0:11:56 Porque me parece a mí un elemento.
0:11:59 Ahí en eso es un factor que en la mujer no juega,
0:12:02 que es el confundir el amor con una cuestión internacional con derecho de propiedad.
0:12:09 O sea que en la mujer no sucede.
0:12:12 Para la mujer ser engañada por el marino es una desgracia amorosa.
0:12:17 Para el marino es un deshonor.
0:12:20 Así que eso es espantoso.
0:12:22 Luego, siempre y cuando uno comparta la despectable moral
0:12:28 que aún prevalece en algunos sograres, en algunos cobros.
0:12:35 Bueno, así que sí se puede tenerse los que cosas que hagan sucedido.
0:12:44 O de cosas que aún han sucedido.
0:12:48 ¿Qué es lo que va a decir Mato Profe?
0:12:56 Usted lo va a tener ahí en que ya le empezó a broncar por lo que usted va a hacer.
0:13:01 Sí, dentro de media o.
0:13:03 Ya lo va a venir aún.
0:13:06 Bien, entonces dedicamos a las víctimas de los hélos de todas las épocas
0:13:12 de Pachabla que muestra la desgracia muerte de Dragoel de Gim.
0:13:20 Que fue discapitado por un traje que se consideraba ultrajajaja.
0:13:28 Hemos buscado algunas canciones que no hablan antes de eso.
0:13:35 El discotecario prefirió la desgracia especuniaria del Conde
0:13:43 toda vez que tuvo que pagar un rescate muy superior a la habitual
0:13:49 y se quedó sin un mano.
0:13:50 Tuvo que entregar toda la que tenía para que lo largas.
0:13:53 Entonces el discotecario me ha dado el tango en la vía
0:13:56 que cantaba un revivrío que alude ciertamente al desastre económico de Dragoel de Gim.
0:14:04 Adelante, pues donde oné.
0:14:53 No, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, n, no no, no, no, no no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no no, no, no, no, no no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no no, no, no, no, no, no, no, no, no, no no, no, no, no, no, no, no, no, no, no i call providers only
0:15:23 nada a veces paciente y pancreoso, que tanto merengue por una mujer,
0:15:30 y aquel que pierda mirando su bolso, no es hombre ni si le vergüenza con él,
0:15:38 que adiós olivito, que adiós oliviaras, el maldue valiendo todo al ganador,
0:15:45 paciencia con padres, no es culpa al estar, me vuelto al momento,
0:15:52 no parece calor, si llegaste a llorar, por el cielo final,
0:16:01 y la encerrido, no hay que rompar de vacío, en un río con ventajón,
0:16:10 y el desacado un pañuelo, para hacer el palizón,
0:16:17 y la vivir como un globo, porque en la vida te ves.
0:16:30 Ha cantado el mundo rivero de Mendes y Bacaro en la Vía.
No hay comentarios. ¡Podés ser el primero en comentar!