Transcripción automática
0:00:00 Bueno, hablaremos del destino en los mitos. Así que vamos, ya que estamos con Burhal, vamos a citar a Jacobo Burhal
0:00:08 y a su libro Historia de la Cultura Griega, y ahí habla el destino. Explica que siempre se ha querido sorgar a los dioses higües
0:00:16 una omnipotencia absoluta con la que ya no tenían. La verdad es que este pueblo conservaba desde los primeros tiempos
0:00:25 una idea fundamental acerca de los dioses que reducía su gobierno a muy poca cosa.
0:00:32 Los dioses existían, pero el destino era algo supremo e implacable.
0:00:38 Los dioses dispensaban dones o castigos, pero nada podían hacer contra el destino.
0:00:44 Si tenemos como ejemplo el caso de Héctor, Héctor parece un vecino de Casero, pero no.
0:00:52 Héctor, el hijo de Priamorre y de Trojan cuando intentó vacílese con Achilles, primero se entrenó, se entrenó todo cuanto pudo.
0:01:01 Contaba también para ese enfrentamiento, para utilizar contra Achilles el más poderoso de los Aqueos,
0:01:11 contaba con el apoyo de Zeus, el Príncipe de los Dioses.
0:01:17 Y Zeus quería salvarlo, pero consultó con los destinos, pesó en la balanza el destino de Héctor y el de Achilles
0:01:27 y averiguó entonces que aquí les mataría indefectiblemente a Héctor.
0:01:34 Y no pudo ponerse a Zeus aquí el decreto del destino por mucho que simpatizar a con Héctor.
0:01:41 Y incluso a Polo, que era el señor guardián de Héctor, se vio obligado a abandonarlo porque el destino quería que Héctor muriese.
0:01:53 En la mitología griga las moiras son las personas que creen mejor del destino.
0:02:01 El destino en el sentido de la suerte particular que cada uno tiene en este mundo.
0:02:08 En un principio de los niños, cada humano tenía su moira,
0:02:14 una moira inflexible que encarraba una ley que en los mismos dioses podían transgredir.
0:02:22 Las moiras finalmente fueron tres, y fueron las que impedían, como en el caso de Zeus,
0:02:33 a que se acudiera en su coro de un héroe determinado cuando ha llegado su hogar.
0:02:38 Si llegaba tu hogar, llegaba tu hogar. No podían los dioses amigos, ejercían influencia.
0:02:46 Las tres que quedaron fueron Atropocloto y Laquesis.
0:02:53 Se las conoce también como las parcas.
0:02:56 Regulaban la duración de la vida desde la 500 hasta la muerte con la ayuda de un piolin y un hilo
0:03:04 que Atropoclava, Cloto enrollaba y Laquesis cortaba cuando la correspondiente existencia llegaba a su tarde.
0:03:14 En la irrigadad están también unos seres que se llaman justamente seres, pero conocen.
0:03:21 Son unos genios, en el sentido no de un elogio, sino de disminuidades menores.
0:03:34 Y son los encargados llevados a cada héroe en el momento de tu muerte hasta los infiasmos.
0:03:41 Son unos héroes de monstruos alados, de color, no salados, sino alados con alas,
0:03:47 de color negro con grandes coliglos y con una filada suña.
0:03:53 Parece que debegarran los cadáveres e incluso veran la sangre de los muertos y los heridos.
0:03:59 Los seres participan en algunos episodios centrales de la mitología.
0:04:05 Por ejemplo, es la famosa elección de Achilles.
0:04:09 Achilles envía contra un to con dos seres, con dos vecinos.
0:04:15 Uno de estos seres le ofreció una larga vida lejos de la gloria y de la guerra.
0:04:24 Y el otro ser le procuraba en trozo un renombre impresidero al precio de la muerte prematura.
0:04:33 Aquí, como bien sabemos, él hizo la gloria, la vida breve pero nerviosa.
0:04:39 Lo mismo le sucedió a Eugenor.
0:04:42 Eugenor, el hijo de un adivino llamado Polido, era de Corinto, ahí donde elismo.
0:04:49 Y de su niñez, su padre y la divino le había asesinado repetidas veces la suerte que le estaba reservada.
0:04:57 Podía elegir en verdad entre una muerte dulce en su casa y otra violenta y repentina si se marcaba a combatir contra Troya.
0:05:06 Y él eligió combatir contra Troya y al poco tiempo su partida cayó ensartado por una flecha de París,
0:05:16 justamente porque había desencadenado la guerra de Troya.
0:05:20 O el marido de aquí en la desencadenó.
0:05:23 Los hombres no escapaban nunca a un destino prefijado.
0:05:27 Allí estaban fiarados, protegidos de Zeus y de Apolo, que era adivino, como bien saben ustedes.
0:05:32 Era uno de los siete jefes que lucharon contra Tebas.
0:05:37 Y en una oportunidad obligado por su mujer Eryphila, justamente en el caso de esta lucha,
0:05:43 pareció a la expedición contra Tebas.
0:05:45 La mujer lo obligó, no contaré el episodio.
0:05:50 Pero ansiará o sabía porque era adivino que así lo esperaba la mujer.
0:05:54 Y sin embargo no le importó y fue.
0:05:56 Sin embargo ahí los dioses pudieron hacer una trampa.
0:06:01 Zeus lo salvó, hizo que la tierra lo tragará y le consiguió la inmortalidad y lo mandó a Orofo,
0:06:10 donde siguió formulando sus horáculos.
0:06:14 Ahí pudo hacer trampa, Zeus.
0:06:17 Otro que aceptó su destino fue Ilmón, uno de los argonautas,
0:06:21 aquellos que fueron en barco a buscar el velozino de Oro, allá en el Marnego, en la Colquera.
0:06:27 Y él mismo había hecho la predicción de su futuro.
0:06:32 Moriría en la búsqueda del velozino.
0:06:34 Si así fue, un día fueron a casar, lo agarró un jabalí y lo amaseó.
0:06:40 Y de eso había.
0:06:42 Pero fue igual.
0:06:44 Así como en la mitología griega los dioses están obligados a respetar el destino,
0:06:51 en los mitos nórdicos sucede lo mismo.
0:06:54 A veces sucede lo mismo no por casualidad, sino porque en algún punto los mitos ríos han incluido los mitos nórdicos.
0:07:01 En los relatos del norte, en lugar de las móviles o las seres,
0:07:10 existen unas mujeres llamadas las Nornas, que son las señoras del destino.
0:07:14 También son precios.
0:07:16 Y no dependen de los dioses.
0:07:18 De los dioses en este caso de las garmas.
0:07:21 Los dioses no pueden cuestionar ni influir en los secretos de las Nornas.
0:07:29 Incluso el Poderoso Odín, amigo de este programa,
0:07:33 no puede conocer en todo su alcance lo prescrito por el destino.
0:07:37 Un 100 por dicen la edad de oro en que los dioses ignoraban la existencia del destino.
0:07:44 Era el reino de la simplicidad y de la inocencia.
0:07:48 No se tenía la fugacidad del tiempo ni el peso implacable de la muerte.
0:07:56 Cuando la malicia creció en el corazón de los dioses,
0:07:59 aparecieron las Nornas y apareció la idea de la fatalidad.
0:08:03 Las Nornas eran hijas del gigante Nory, que también era padre de la noche de noche.
0:08:10 Vivían en el manantial Urdar al lado del fresno y el árbol universal.
0:08:17 Las Nornas eran, como se ha dicho, tres hermanas, Urd, Verdandi y Hulv.
0:08:24 Y personificaban el pasado, el presente y el futuro.
0:08:29 Su labor principal también era el de tejer el telar del destino.
0:08:33 Regaban también diariamente el fresno y el Brasil
0:08:37 y ponían tierra fresca alrededor de las raíces para que permaneciera verde sin el fresno.
0:08:44 Como personificaciones del tiempo, las Nornas eran representadas como mujeres de diferentes edades
0:08:51 y características. Urd era vieja y decrética en el pasado.
0:08:56 Verdandi era joven, hermosa, se octora, el ser.
0:09:03 Era el presente.
0:09:07 Hitchcock, lo del futuro, llevaba siempre un espezo velo.
0:09:12 Era misterioso.
0:09:15 Y sostenía un pregamino que todavía no había sido desanrotado.
0:09:22 Los dioses visitaban diariamente las Nornas, las consultaban incluso el mismo Urdín,
0:09:27 bajaba hasta el manantial para solicitar su ayuda.
0:09:31 Y ya que respondían a todas las preguntas, Milo las tenían que ver con el propio destino de Urdín.
0:09:36 Eso me sorprendía.
0:09:38 Las Nornas tejían a veces celares tan espenso que Montazuna estaba en la cima de una montaña,
0:09:42 la otra estaba en su base. Usaban Milos de todos colores.
0:09:46 Y cuando en la tela apareció un hilo negro, era prestación de muertes.
0:09:51 Además, las tres hermanitas otorgaban a la humanidad ciertas cosas.
0:09:56 Urdín y el pasado daban riquezas.
0:09:59 Verdandi, el presente, la inspiración poética.
0:10:03 Hitchcock, el futuro, no conocería a ningún hombre, pero eso provocaba calvicia.
0:10:14 Por un lado la riqueza, porque el otro lado la inspiración poética,
0:10:18 y por el otro lado la calvicia.
0:10:20 No está mal la calvicia como donde el futuro.
0:10:25 En el futuro de muchos de nosotros hay calvicia.
0:10:30 Hay calvicia que es un donde escudo.
0:10:34 Lo que dicen las propagandas, el tipo que te masajean y te hacen crecer el preno.
0:10:40 Te hacen crecer un preno.
0:10:44 El cuenta que a veces las nornas abandonaban el árbol segura pil
0:10:50 y visitaban las casas de la gente.
0:10:53 Y un día visitaron Dinamarca y que metieron en la habitación de un noble matrimonio
0:10:57 que acababa de tener un hijo.
0:10:59 La primera norna prometió que el niño sería guapo y valiente.
0:11:03 La segunda que sería próspero.
0:11:05 Mientras tanto las noticias de la visita llegaron a oído al todo el pueblo,
0:11:09 y la gente se amontonó en la casa y atropezaron sin querer la tercera norna,
0:11:13 S.C.U.L.T., que estaba a punto de dar sus predicciones.
0:11:17 Y S.C.U.L.T. se enojó y gritó que el niño viviría solo tanto tiempo como la vela que había en su habitación.
0:11:25 Los familiares se aterrorizaron y suplicaron por la vida del niño.
0:11:29 Y S.C.U.L.T. se arrepintió, apagó la vela, se la dio a la madre, la vela, ¿no?
0:11:36 Y S.C.U.L.T. nunca volviera a encenderla hasta que tu hijo se hubiera asciado de la vida.
0:11:41 El niño creció y todos los pregendeos se cumplieron.
0:11:45 Cuando la madre murió, le dio a Jove la vela y explicó que nunca la�יsemviera.
0:11:52 El museo se hizo hombre, vivió 300 años cuidando la vela.
0:11:58 Hay que cuidar la vela porque hay procesión para la madre.
0:12:05 Pero un día se castó, ya el discoteño 300 años, ya es hora de que me establezca.
0:12:13 Y se siente a cabeza.
0:12:15 ¿Cómo hay gente que cree que así es como se vive?
0:12:18 Que la madurez es una cuestión de almanaje y que casarse y dejarse de corrobar como dicen ellos.
0:12:25 No quisiera ser la mujer de ellos.
0:12:29 ¿Cómo va a ser una la mujer y un tipo que quiere dejarse de corrobar?
0:12:35 ¿Preferible ser la mujer y un tipo que quiere empezar a corrobar?
0:12:41 Y esa es una buena razón para casarse.
0:12:44 Bien, en la noche de bodas, entre la hormiga, su mujer se despertó y se iba descusado.
0:12:55 Y se la creó una grega de menos.
0:12:57 Y se la prendió y el tipo se murió.
0:13:02 Es una gran enseñanza.
0:13:06 No sé cuál, pero es una gran enseñanza.
0:13:11 Por ejemplo, que no hay que casarse o que hay que explicarle todo a la mujer.
0:13:19 Señora, ¿Esta vela la ves?
0:13:21 Bueno, ¿Esta vela?
0:13:27 Gracias a ella estoy vivo.
0:13:33 Pero nada, tener que encender cuando yo estoy dormido.
0:13:41 Eso me hace guardar mucho la historia de melancho.
0:13:44 Bueno, si, la vida dependía de un tizón.
0:13:48 Bueno, no conviene hacer depender la vida de uno de una vela o de un tizón y en realidad nada.
0:14:01 A los dioses viejos que estaban supedidos al destino, como tanto gerentes.
0:14:08 Que cacadean, pero no pueden, no son dueños del ninguno.
0:14:15 Pero no está nada, me parece que está bien eso de los poderosos que, a pesar de su poder, se rigen por una ley superior a ellos y no la trajeran.
0:14:28 Sí, pues eso, en el sentido, esa metáfora con respecto al olor de burico me gusta.
0:14:35 Con respecto a la soberanía me gusta menos.
0:14:38 Siempre hay normas que están más allá de los supuestos dioses locales en los que creo.
0:14:45 Sí, eso, señor.
0:14:47 Pero yo prefiero su metáfora, que quiero creer que las normas son cierta ley, cierto orden que el universo reclaman.
0:14:58 Pero también...
0:15:00 No, no diré.
0:15:04 Hemos ido a la discoteca.
0:15:06 La discoteca, disco sobre el destino, no es lleno de arroz.
0:15:12 Solamente no tenemos.
0:15:17 No le quiso dar.
0:15:20 No le quiso dar.
0:15:25 No se lo quiera.
0:15:27 No se lo dé.
0:15:29 Si en el libro es destino, no, y en la orden del día diferente que me digo, usted se afana los dioses.
0:15:38 Y entonces vamos a escuchar un disco nuestro, que es la Vidalito del Carmeno.
0:15:42 La canción de la piconisa.
0:15:46 Que canta Mercedes-Benz, o sea.
0:15:49 Y que habla justamente de la predejimación, el determinismo o lo que sea.
0:15:59 El libro me está escrito el pasado de Vallas a la Vidalito.
0:16:03 Y escucharemos un dado de ella, muy muchísima Vidalito.
0:16:07 Adelante, menea Mercedes-Benz.
0:16:16 Menea Mercedes-Benz.
0:16:18 Menea Mercedes-Benz.
0:16:20 Menea Mercedes-Benz.
0:18:24 Aquí tu y con fuego.
0:18:30 Para el perido.
0:19:04 Pero yo atrás
0:19:10 Que no esta nada
0:19:16 Laloríatra en contigo
0:19:21 El amor deня
0:19:27 la luz de la luz de la luz de la luz de la luz de la luz de la luz de la luz de la luz de la luz de la luz de la luz de la luz de la luz de la luz de la luz de la luz de la luz de la luz de la luz de la luz de la luz de la luz de la luz de la luz de la luz de la luz de la luz de la luz de la luz de la luz de la luz de la luz de la luz de la luz de la luz de la luz de la luz de la luz de la luz de la luz de la luz de la luz de la luz de la luz de la luz de la luz de la luz de la luz de la luz de la luz de la luz de la luz de la luz de la luz de la luz de la luz de la luz de la luz de la luz de la luz de la luz de la luz de la luz de la luz de la luz de la luz de la luz de la luz de la luz de la luz de la luz de la luz de la luz de la
0:19:57 palpipp맥 m
0:20:08 m
0:20:18 hemos escuchado
0:20:20 y de la Orquíncha de Cámara dirigida por Federico Miraghi.
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