Transcripción automática
0:00:00 Bueno, hablemos del duelo, amigos. Sitúémonos en Europa, ya en el siglo XVII, cuando comienza la historia del duelo moderno,
0:00:14 y así es donde los enfrentamientos personales empezaron a tener como detalle esencial los buenos modales.
0:00:25 El ceremonial de duelo servía para marcarlo como conducta propia de un grupo, de una clase.
0:00:34 Si la aristocracia quería sobrevivir y conservar unos privilegios cada vez menos justificados,
0:00:42 debía distinguirse por una conducta apropiada que el plebillo pudiera distinguir como signo de su presión.
0:00:51 Lo que provocaba una lucha podía ser insignificante, generalmente lo era.
0:00:59 Pero el propio duelo se convertía en un ritual tan formal como una misa,
0:01:07 un ritual con el que se ennoblecía incluso la disputa más mal.
0:01:14 Ahí podríamos si tuviéramos ganas y no tenemos.
0:01:20 Establecer una diferencia entre esta aristocracia que lucha por buscar formalidades que vengan a sacralizar su hegemonía
0:01:31 y lo que Ortega consideraba la verdadera nobleza.
0:01:35 Pero es inútil porque lo que Ortega consideraba nobleza no es la nobleza ni la aristocracia de la que estamos hablando,
0:01:44 sino la nobleza de la superioridad verdadera, de aquel que defiende causas difíciles,
0:01:54 de aquel que no le haya gusto a la vida si no la hace consistir en un esfuerzo.
0:02:02 En algo agonal también, pero en algo agonal que se propone también un fin noble.
0:02:14 Porque hay una diferencia también Alejandro y a partir del siglo XVIII más bien la conducta del duelo
0:02:20 se puede convertir en algo más o menos adictivo, había tipo que no podían evitar batirse a duelo
0:02:24 y está muy ligado a ciertas costumbres semejantes que también puede ser adictiva
0:02:29 que era de él, a ver, el cortejo amoroso.
0:02:32 Era muy frecuente que algunos bolistas fueran también grandes amantes,
0:02:36 tipos que no podían evitar generar el riesgo de una situación de duelo
0:02:41 y tampoco podían evitar generar el riesgo de una situación de adulterio, por ejemplo.
0:02:45 Entonces andaban entre escapar de maridos y escapar de otros compatientes.
0:02:49 Bueno, por eso no tiene nada que ver con la nobleza de Ortega.
0:02:52 No, no, no. Por Dios son desvíos del duelo que se van dando como cortejo.
0:02:55 Ortega en la Revelión de las Masas habla de la verdadera nobleza.
0:02:59 Sí, sí, sí. Le llama criatura de excelencia a la persona noble,
0:03:04 criatura de selección sería mejor decir, o decía él.
0:03:09 Es así, pero es bueno.
0:03:11 Y ahí sale el asunto del hombre masa.
0:03:14 Y él decía que, contrariamente a lo que pasaba con estas aristocracias,
0:03:21 la criatura noble deseaba una vida esforzada.
0:03:28 Ponía alto el listón.
0:03:30 Se esforzaba, buscaba desafíos, trabajaba sobre sí mismo.
0:03:37 Mientras que Ortega decía que el hombre masa se caracteriza por negarse a cualquier esfuerzo.
0:03:45 Y no, incluso, no remitirse a instancias superiores.
0:03:50 Mientras que el verdadero noble enseguida se remite a instancias superiores.
0:03:56 La criatura, el hombre masa, no admite.
0:04:00 Dice, no, que va a saber más que yo.
0:04:04 Yo me la banco.
0:04:06 Yo lo hago.
0:04:08 Desdeña los desafíos.
0:04:10 Por el contrario, se refugia en una inacción, en una comodidad y se pasa todo el tiempo reclamando privilegios.
0:04:18 Ahora, hay una cosa en esto de Ortega que también alguna vez se le ha reprochado.
0:04:22 Es bastante fácil decir, bueno, en fin, yo no hago ningún esfuerzo.
0:04:28 Quiero decir, la nobleza, ese tipo de nobleza sería más accesible al tipo que no tiene un cobre.
0:04:33 Digamos, al hombre que tiene que ir conquistando cosas.
0:04:36 Y esto que si no hace fuerza ni siquiera de hecho se ha dormido.
0:04:39 Para Ortega, eso no tiene nada que ver con él.
0:04:41 No, no. Y la nobleza del espíritu.
0:04:43 Estamos hablando de eso, no, no, no dio otra cosa.
0:04:46 Pero habíamos resuelto a no hablar de esto.
0:04:48 Y hablar, sí, de esta aristocracia que, bueno, que se proponía conservar privilegios
0:04:59 mientras que el verdadero noble encuentra el privilegio en su propia conducta.
0:05:04 La excelencia es el privilegio.
0:05:06 Bueno, el duelo solo estaba permitido a los caballeros, no por ley,
0:05:11 sino porque los caballeros no se batían con quienes no los rellen.
0:05:18 Había algunas reglamentaciones, digamos, por ejemplo,
0:05:23 en tiempos anteriores, la justa, los torreos se hacían en público.
0:05:28 Ahora los duelos se hacían, cuando digo ahora,
0:05:31 estoy hablando después del siglo XVII,
0:05:33 los duelos se hacían en sitios apartados.
0:05:37 Mi tampoco estaban prohibidos por la ley en realidad.
0:05:41 Entonces había que tener cierta privacidad.
0:05:43 Sin embargo, eran públicos porque los resultados de los duelos
0:05:46 se volvían un tema principal entre las personas de cualquier ciudad.
0:05:51 Así entonces entendía que un caballero no podía tomar represalias
0:05:56 mediante la fuerza bruta contra quien lo ofendiera.
0:05:59 Debían intercambiar tarjetas, designar a su padrino.
0:06:04 Eligitar más también.
0:06:07 Los desafíos escritos debían presentarse en un lenguaje cortés.
0:06:12 No podía mandarle una tarjeta y dándote a Gavata.
0:06:15 ¡Me ha arrancado la cabeza!
0:06:19 Los luchadores debían saludarse antes de iniciar el combate.
0:06:22 Había testigos, por lo menos los padrinos.
0:06:25 Estigos cuyo deber era garantizar la transparencia de la disputa.
0:06:29 También estaba contemplada la ubicación de los duelistas, etc.
0:06:34 En París se hacían... casi siempre se hacían al amanecer en todas partes.
0:06:41 En París solían hacerse en los jardines del Paléu de Guarial
0:06:44 que usted debe conocer.
0:06:46 Que es el palacio donde vivía Richardier, que era en la calle Rivolier.
0:06:52 Supongo que en aquel entonces sería un poco más agrés este lugar.
0:06:56 Ahora es muy, muy...
0:06:57 Muy urbano.
0:06:58 Muy urbano, claro.
0:06:59 Efectivamente hay unos jardines, pero...
0:07:01 ...embaldozados en su mayoría.
0:07:03 En una época solían acudir allí las prostitutas de París.
0:07:08 Era el lugar central de la prostitución.
0:07:12 Pero allí al amanecer se realizaban las mayoría de los duelos en París.
0:07:19 Y había en los cafetines de los alrededores provisión de pistolas o de espadas de duelo
0:07:27 por si alguien se olvidaba.
0:07:29 Y se me olvidó la pistola.
0:07:32 Y me dieron, vamos a pedir una al café de la quina.
0:07:35 Moso dice...
0:07:37 Usted me entiende.
0:07:39 También había en esos alrededores algunos pequeños sucuchos que eran barberías en general
0:07:44 donde oficiaban ese tipo de tareas paramédicas los los peluqueros.
0:07:48 Digamos, hacer una sangría, el tapar una herida, el curar una herida después del duelo.
0:07:53 Los padrinos decidían cómo se daba la señal para el inicio de combate,
0:07:58 que podría ser una palabra, dejar caer un pañelo al piso,
0:08:03 tirar un tiro al aire, que sé, es más fácil eso.
0:08:07 En Inglaterra solían disparar por turno.
0:08:13 Tengo algunas películas de cierto rigor histórico,
0:08:19 los primeros a una distancia, primero tiraba uno, se tiraba una moneda.
0:08:23 Primero disparaba uno y el otro se quedaba, y después tiraba el otro.
0:08:26 También la otra forma era que el ofendido tuviese el privilegio de hacer el primer disparo.
0:08:31 Sí, puedes.
0:08:32 Entonces bueno...
0:08:34 Eso hacía más sangrienta la cosa porque si vos no tenías gana de matar al otro,
0:08:41 tenías que saber que después quedabas a mercer de su disparo,
0:08:45 de manera que una buena medida para asegurarse que el otro no te regara un balazo, era matarlo antes.
0:08:53 Claro, también había una modalidad que la gente noble y valiente, además se daba,
0:08:58 y era que el disparo se hiciese ostensiblemente al aire.
0:09:02 Ahora uno quedaba mercer del otro.
0:09:04 Eso me parece... no sé si gente noble y valiente, no.
0:09:08 Es una forma extorsiva de renunciar al combate.
0:09:14 Lo tiro al aire y ahora a ver, tirame.
0:09:18 Ese es lo como esos tipos que tocan el timbre, y en vez de salir corriendo, caminan.
0:09:22 Como en que se van caminando, me dicen que yo no fui.
0:09:28 Bueno, allá por 1800 le diré antes de 1800, es correcto decir,
0:09:36 las pistolas no eran nada fiables, ¿no?
0:09:39 Y casi siempre se fallaba.
0:09:42 Si ambos fallaban, podía volver a ejecutarse las cosas.
0:09:47 ¿Estás en acto o a abandonar la disputa?
0:09:50 En los dos los con pistolas, la distancia habitual entre duelistas era 18 metros.
0:09:56 Es como un penal y medio, no es lo menos.
0:10:04 No es tan fácil.
0:10:06 Es donde está el señor de seguridad, me parece.
0:10:11 ¿Por qué tomás quizá?
0:10:13 Pegarle va a ser difícil.
0:10:15 A ver, démela pistola.
0:10:17 No, quédese quieto, señor, que no no vale.
0:10:20 No se esconde, señor.
0:10:22 Se la tomó.
0:10:24 Es mucho, 18 metros.
0:10:26 Otro deber de los padrinos era encargarse de que hubiera un médico cerca, aunque no mirando.
0:10:32 Tenía que estar cerca, pero no mirando.
0:10:34 Tampoco podía haber un cura porque la Iglesia condenaba el vero.
0:10:38 Todos cuidaban sus papeles, cada palabra, cada gesto,
0:10:44 estaban ensayados con esmero para producir un efecto de impasibilidad.
0:10:49 Aparecer impasible ante la posibilidad de morir.
0:10:52 Ese eran los modales de una clase.
0:10:55 El doctor Johnson decía que la indiferencia ante el accidente
0:11:00 era el sello de la buena educación.
0:11:02 ¡Esto es una frase!
0:11:04 Y pronunciar por un inglés está muy bien.
0:11:08 Usted controlaba, es pasada, este matemático amigo de este programa
0:11:12 con sus veintipocos años,
0:11:14 y en tal punto arregló sus papeles que resolvió en las ecuaciones de tercer grado.
0:11:18 Bueno, contaremos hoy algún otro duelo.
0:11:23 El primero es de ya como Casanova, en Barsovia.
0:11:27 Él estaba allí en 1776.
0:11:31 Se había hecho amigo del rey Estanislado, y fue invitado al teatro.
0:11:36 Bueno, Casanova se sentó al lado del rey Naldo,
0:11:40 en el palco de honor,
0:11:43 y en la obra participó una piamontesa que se llamaba Sofía,
0:11:48 de ella que ya como se enamoró.
0:11:50 Cuando la obra terminó fue a saludarla,
0:11:53 ella le reprochó no haberla visitado antes.
0:11:57 Ahí nos va a sevesar.
0:11:59 Que tal, muy bien.
0:12:01 En ese momento entró el con de Granici,
0:12:05 gran oficial de la corona polaca,
0:12:07 y esposo de Sofía.
0:12:09 Todo malo.
0:12:11 Entonces detuvo el beso.
0:12:13 ¡Mosventa, es momento!
0:12:16 Al grito de tenga mano detuvo el beso.
0:12:21 Y dijo, por lo visto, el señor tiene pretensiones sobre esta dama.
0:12:27 A lo que Casanova respondió,
0:12:30 ¡Fuertivamente!
0:12:33 ¡Importuno a su excelencia!
0:12:36 Muchísimo, dijo Granici, tenía los dos vos muy parecidos.
0:12:41 Dijo, yo la amo también, y no me gustan los rivales, no me gustan.
0:12:47 Casanova se apartó de Sofía, y dijo con ironía,
0:12:51 que se la cedía a Granici en ese mismo momento.
0:12:57 Sofía puso cara de desagrado y volvió a los brazos de ya como diciendo,
0:13:02 no, yo quiero estar contigo.
0:13:04 Granici, entonces furioso, ahí eso es lo que más le molestó.
0:13:08 Le dijo a Casanova que era un veneceano podrido y cobarde.
0:13:11 O sea, ya empezó a bajar.
0:13:13 Sí, sí, el nivel delito.
0:13:15 Es como la discusión política en la Argentina.
0:13:19 Y Casanova le respondió que un cobarde veneceano podía matar un valiente polaco.
0:13:27 Uy, chiste, se recluzco todo lo largo de la historia.
0:13:30 Bueno, el día siguiente le escribió, Casanova a Granici.
0:13:34 ¡Caballero!
0:13:37 A noche en el teatro me insultó sin derecho.
0:13:42 Supongo que me aborrece y que por lo tanto decía sacarme de este mundo de los vivos.
0:13:48 Sírvase llevarme a un sitio donde mi derrota no pueda hacerlo caer bajo el rigor de las leyes de Polonia.
0:13:56 Media hora después, recibió una respuesta.
0:13:59 El con de Granici aceptaba el duelo a pistola.
0:14:03 Y si los tiros fallaban, a espada.
0:14:06 Ahí me gustó, ¿no?
0:14:08 Casanova se presentó sin padrino.
0:14:11 Fue así, en pelo.
0:14:13 Solari.
0:14:15 El con de...
0:14:17 Lo hizo junto a varios niatos.
0:14:20 Y presentó las armas.
0:14:22 Ya como eligió una, Granici dijo que garantizaba con su palabra de honor el buen estado de aquella pistola.
0:14:29 Y de la otra también.
0:14:31 Casanova dijo que le iba a probar contra ella.
0:14:36 ¿Qué está ahora, no?
0:14:38 Si ubicaron para disparar, los testigos dicen que ambos lo hicieron al mismo tiempo.
0:14:45 Sólo se escuchó una detonación.
0:14:48 Casanova recibió un balazo en la mano.
0:14:51 En la mano, en la que no tenía la pistola.
0:14:55 E inmediatamente se la metió en el bolsillo.
0:14:58 Por eso ya.
0:15:00 Granici cayó al suelo.
0:15:02 Casanova corrió hacia él para socorrerlo.
0:15:05 En ese momento, los tres acompañantes del con de, desembañaron sus espadas para matar allá como...
0:15:12 Qué miserablees.
0:15:14 Granici, con una bala en el pecho, los detuvo con un hilo de voz.
0:15:19 Canallas.
0:15:23 Dijo, canallas.
0:15:25 A ver, espérenos este caballero.
0:15:27 Me ha matado.
0:15:29 Me ha matado, señor Díaz.
0:15:36 Y le dijo a Casanova,
0:15:38 Uya, Uya, corre peligro.
0:15:46 Si no tiene dinero, agarrele mi bolsillo.
0:15:49 Tengo la mano ocupada, si el otro estaba conmigo.
0:15:52 Casanova lo besó en la frente y salió rajando.
0:15:55 Comenzó a trabajar un campo cubierto de nieve.
0:15:58 A cierta distancia encontró un campesino con un trineo que lo llevó hasta un convento cerca de Varsovia.
0:16:05 Y allí encontró refugio para curarse humano.
0:16:08 Tuvo algunos problemas.
0:16:10 Los médicos le dijeron que tenía la mano gangrenada y que debían amputarlas.
0:16:15 Casanova los echó.
0:16:17 Llegaron otros que opinaron igual y pedían amputar el brazo.
0:16:22 Los echó también.
0:16:25 En realidad la mano no estaba infectada en absoluto.
0:16:28 Y luego Casanova supo que quienes querían operarlo eran unos nobles intrigantes
0:16:34 que no pretendían otra cosa que halagar al con de Granikki que al final había sobrevivido.
0:16:41 Así, Casanova dejó Polonia.
0:16:45 Este es un lindo...
0:16:47 Historia.
0:16:49 Otros.
0:16:50 Hubo reyes que se ofrecieron a luchar entre sí para evitar guerras.
0:16:54 Se planteó en más de una ocasión llevar a cabo un duele entre Carlos V de España,
0:16:59 Francisco I de Francia, la isla no prosperó.
0:17:03 En 1600... disculpe, el llanto.
0:17:07 En 1611, Carlos de Suecia, viejo y enfermo, deshació a Cristian IV de Inamarca a un combate.
0:17:15 Cristian rechazó desdeñosamente la propuesta.
0:17:20 Otro que se vació a duele fue el músico Händel.
0:17:24 Parece que en 1704, en los comienzos de su carrera, Händel formaba parte de la apuesta de una ópera llamada Cleopatra.
0:17:34 Su autor era Matensoin, que hacía el papel de Antonio, Marco Antonio, y también era el director.
0:17:42 En la ópera, como usted sabe, Antonio muere, por hecho, en la historia, porque todos mueren.
0:17:49 Pero Matensoin quiso ocupar el lugar de Händel en el clavicórdio.
0:17:57 Y Händel se negó a dárselo.
0:18:00 Entonces, ofendido, Matensoin salió de la escena y esperó.
0:18:05 Cuando terminó la obra, le salió el encarórego, que eso.
0:18:11 Y lo retó a duelo a Händel, y el músico aceptó el desafío.
0:18:16 Y Matensoin podía haber muerto por segunda vez esa noche.
0:18:21 Si la providencia no hubiera hecho que la espada de Händel chocara con un botón de la chaqueta de este hombre.
0:18:28 La espada se rompió, el golpe irió levemente a Matensoin, y lo dejaron ahí.
0:18:36 El último duelo que quiero contar fue protagonizado por Alexander Pushkin.
0:18:44 En La Hija de Capitán y en otras obras aparecen historias de duelo.
0:18:50 Pero este es uno de la vía real.
0:18:54 Pushkin se había metido en problemas con algunos de sus escritos.
0:18:59 Fue desterrado al sur de Rusia.
0:19:02 Cuando se le permitió regresar, tuvo el dudoso privilegio de contar con el favor del Sarnikolash,
0:19:11 a quien le gustaba patrocinar.
0:19:14 Patricio Barton no había visto.
0:19:16 Le gustaba patrocinar las letras rusas.
0:19:20 Parece que Natal y a la esposa de Pushkin recibía también algunos patrociños imperiales de otros personajes.
0:19:30 Andaba con tipos.
0:19:32 En 1836 un escritor anónimo envió unas coplas a Pushkin en las que se le informaba que era un cornuvo.
0:19:44 Natalia se había sentido atraída por un joven francés llamado Jordan.
0:19:49 Y este tipo le decía.
0:19:55 Hubo un desafío y al principio de 1877 un duelo con este tipo, con Jordan.
0:20:04 Pushkin murió, tenía 37 años.
0:20:08 Su adversario se fugó al extranjero y llegó a convertirse en senador de Francia.
0:20:13 Pushkin en realidad nunca había dejado el resultado odioso a los círculos más reaccionarios.
0:20:20 Entre ellos estaba Jordan, que era monárquico.
0:20:24 Todos eran monárquicos en la corte.
0:20:27 Pero corrieron rumores de que el duelo fue provocado por sectores que en verdad querían asesinar al escritor.
0:20:36 Esa es la última, el último duelo del que quiero dar cuenta.
0:20:41 El duelo en que murió, nada menos que Pushkin.
0:20:45 Hay unas cuestiones. Alejandro estaba pensando en el con de Granici, este que se bateó con Casanova.
0:20:50 Es curioso porque, y es la primera referencia que te encuentro para vincular con nuestra tradición,
0:20:56 a ver, en la misma situación un balló hubiera dicho, el hombre no es culpable en estos casos.
0:21:01 Y lo hubiera dejado ir quizás, porque si la dame incluso accedía el amor de Casanova,
0:21:05 es un triste lugar el de Granici, ciertamente.
0:21:09 El duelo no se produjo por el amor de esta chica, no era esta chica el botín del duelo.
0:21:17 El duelo se produjo a ver quién era más guapo.
0:21:21 Entonces te jaren claras esas cosas.
0:21:23 Hay otra cuestión respecto de las reglas originales del duelo que tiene que ver con la igualdad de condiciones.
0:21:28 En las fuerzas armadas, cuando la polión conduce a sus gloriosas campañas,
0:21:33 se establece esto de que el duelo está prohibido.
0:21:36 Inmediatamente se agrega el reglamento, que no podrán batirse personas de distinto rato, lo cual es muy gracioso.
0:21:42 Hay un cuento maravilloso, de Joseph Conrad, que está en una película llamada de The Realist.
0:21:46 Una novela extraordinaria y una película bastante buena.
0:21:51 Una película muy buena, donde dos tipos, desde el lado de Alferes hasta después de caído Napoleón,
0:21:57 vuelto a Napoleón y llegado a la restauración, se bate en el duelo y uno le impone al otro las reglas del duelo,
0:22:03 que son las reglas de la propia vida.
0:22:05 Así como el honor, es indefinible.
0:22:07 También es indefinible la idea que tenga cada uno de la muerte.
0:22:10 Por eso uno lo perdona al tipo que ya disparó, por ejemplo.
0:22:14 Lo perdona, pero impone condiciones.
0:22:16 Por ejemplo, no te voy a disparar a la cabeza y moletearte, pero vos para mí estás muerto.
0:22:21 Entonces, ¿de a quién más no podés saludarme nunca más?
0:22:24 Lo podés hacer como que me conocés nunca más.
0:22:26 Si por eso ser perdonado, no duelo, es tremendo.
0:22:30 A veces peor que la muerte.
0:22:32 Hubo una batalla, que fue la primera que libraron los ejércitos revolucionarios franceses contra los prusianos, justamente,
0:22:40 donde se decía que era imposible que personas de origen tan mastardo como campesinos,
0:22:45 y desde yo pudieran batirse con caballeros, que no tenían sentido la batalla,
0:22:49 y así salieron como uniformes de galas los prusianos.
0:22:52 Bueno, ganaron los franceses.
0:22:53 No hubo más discusión al respecto.
0:22:55 Y también lo que decía la respuesta de Casano Batir, un antecedente entre nosotros,
0:23:00 y me acuerdo, no me pareció, recuerdo ver en la población de Curusucuatia,
0:23:04 que hay una especie de falsa tumba, y los recuerdos de la guerra de la triple infamia,
0:23:08 donde dice, aquí hace un cobar de correntino asesinado por cuatro valientes brasileños,
0:23:14 sino para iguales, curiosamente.
0:23:16 Lo que decía usted finalmente, en otra referencia, dos cosas.
0:23:19 Una de recuerdo y la otra en contra, porque sospecho.
0:23:22 Una del combate singular.
0:23:23 El combate singular fue el primer recurso, dicen algunos historiadores,
0:23:27 en que la humanidad propone evitar el sin sentido de la guerra.
0:23:31 David y Goliath, feliciteos, proponen a un gigante, nosotros son campeón.
0:23:35 Y después el asunto es el botón salvador.
0:23:37 Yo me equivoque varios años a la grigma.
0:23:40 Y el asunto es que muchas veces el momento más peligroso de una confrontación
0:23:45 es cuando se equibra el florete o la espada o lo que sea,
0:23:48 porque la otra parte, el acero es mucho más, tiene varias puntas.
0:23:52 Entonces es más fácil que penetre.
0:23:54 Si se quebró la espada contra el botón salvador, el florete o la espada se disfrutó del cuello.
0:23:58 Así que la escena esta es casi seguro mentira.
0:24:01 Pero volviendo a nosotros, digo, hay una cuestión curiosa,
0:24:05 porque aquí también se trasladaron las costumbres de la aristocracia.
0:24:08 Y sin embargo, digamos, aquí donde se suprimieron, gracias al querido Mariano Moreno,
0:24:12 los privilegios de clase, si yo existiendo esa costumbre,
0:24:15 porque la costumbre tenía que ver, no solamente con el honor,
0:24:19 sino con la condición de cada hombre.
0:24:21 Y es más, a partir de 1810 no fueron pocas las ocasiones
0:24:25 en las que el motivo del duelo tuvo que ver,
0:24:27 no con una ofensa al honor propio, a la dama, sino a la patria, nada menos.
0:24:32 Y ahí entre los paisanos, correntinos y entrepianos, sobre todo,
0:24:35 se refiere que yo conozco muy bien,
0:24:37 una costumbre que persiste aún y que se la debistear.
0:24:40 Los chiquilines, cuando empieza a conocer el manejo de las aguas y el cuchillo,
0:24:44 lo que acá llamamos este el facón.
0:24:47 La de la florentina, de los europeos.
0:24:49 Se tijan el índice con un poco de carbón y así prueban su pericia.
0:24:55 Finalmente, bueno, sabemos que con ese tipo de armas
0:24:58 es que se batió Martín Fierro en la ficción
0:25:01 y cientos de paisanos en la vida real.
0:25:04 Y allí no había ningún orgullo de clase,
0:25:06 no había otra nobleza que la que da la sangre, la tierra y las causajustas.
0:25:10 Así es motivo del duelo, era nada menos que el orgullo criollo.
0:25:13 El orgullo criollo es el tango que vamos a escuchar ahora
0:25:16 por Horacio Salgan y Ubaldo de Leo.
0:25:48 La de la florentina, de los europeos.
0:25:51 La de la florentina, de los europeos.
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