Tramo: Jacques Lebaudy, el emperador del Sahara
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Transcripción automática
0:00:00 Hablaremos de Jacques Levodie, el empeador del Sahara. Atención.
0:00:05 Así que ubiquemoslo en Francia a fines del siglo XIX, no muy lejos.
0:00:10 Ese año 1897 murió el señor Levodie, el papá de Jacques.
0:00:15 El fin de agua había hecho una enorme fortuna con el negocio del azúcar,
0:00:20 que Jacques Levodie, uno de sus hijos, recibió una herencia formidable.
0:00:25 Llevamos inmediatamente que Jacques estaba un poco loco.
0:00:29 Más adelante veremos, cabalmente, por qué.
0:00:32 Los cronistas y sincranados siempre vestieron de negro,
0:00:35 con un sombrero alto mal lustrado, con zapatos impomadas.
0:00:39 Jamás dejaba de salir...
0:00:42 Jamás salía sin paraguas, mucho mejor.
0:00:47 Cuando heredó la fortuna, una de las más importantes de Francia,
0:00:51 se metió en asuntos de política internacional.
0:00:54 No admitía que Francia cedía las tierras africanas a Inglaterra.
0:00:59 Miraba el mapa de África y veía más presidencias inglesas que francesas,
0:01:04 y esto le reventaba.
0:01:06 Estaba convencido de que una iniciativa francesa, aunque fuera particular,
0:01:11 debía reparar esta injusticia geográfica.
0:01:15 Jacques pensaba que se podía hacer fortuna con los nitracos del Sahara.
0:01:20 No sé qué serán los nitracos del Sahara,
0:01:22 pero Jacques pensaba que con ellos se podía hacer fortuna.
0:01:26 Un aventurero saliano, el padre Fygings,
0:01:29 que conoció a Mecafe de la Pé, que es un buen lugar para conocer gente,
0:01:33 le explicó que la Academia de Ciencias preparaba un informe
0:01:37 sobre las riquezas minerales del desierto.
0:01:40 Entonces, entusiasmado ante aquellas riquezas,
0:01:43 Jacques le volví, fue a ver al ministro de las Envenciones Exteriores,
0:01:47 Joaquino del Cacé, y al ministro Nolio Bolívia, imagínense.
0:01:52 Oye, escuchéme, ¿qué le parece si invadimos el Sahara?
0:01:55 Y el ministro Nolio Bolívia.
0:01:56 Jacques, indignado, pensó entonces el prescindible del gobierno francés
0:02:01 para llevar adelante sus propósitos.
0:02:03 Le comentó a su secretario, llamado Hidu, así se llamaba,
0:02:08 que tenía intenciones de crear una patria nueva en el desierto de Sahara.
0:02:11 Le dijo, mira, Hidu, ando con ganas de crear una nueva nación en el desierto de Sahara.
0:02:18 Quiero vivir en un perio, sigo diciendo,
0:02:22 cuyas meses fueran, sean redactadas a mi antojo.
0:02:27 Junto con Hidu se compró un barco, que es lo primero que debe hacer,
0:02:30 debe hacer a alguien que desea crear una nueva nación en Sahara.
0:02:35 El barco se llamaba la Frasquita y zarparon hacia las islas Canarias.
0:02:40 Se habían pensado conseguir así voluntarios para metérselo en el Sahara
0:02:44 por el lado cidertal, por el lado del mar.
0:02:48 Antes de salir, Jacques ya había comenzado a firmar su correspondencia
0:02:53 como Jacques I, emperador de Sahara.
0:02:56 Preséntame sencillo, Jacques I, emperador de Sahara.
0:03:00 La Frasquita era el único navío conquistador,
0:03:03 en realidad era una vieja goleza centenaria, no demasiado adecuada.
0:03:08 En Canarias juntaron 20 marineros y cinco bucilleros,
0:03:12 por enormes sumas, serían carísimos los marineros al tipo.
0:03:17 El 24 de marzo de 1903 anclaron cerca de la Costa Africana.
0:03:22 Jacques salió de su cabina, pidió a sus hombres que formaran en cubierta
0:03:27 y les leyó un bando que sonó increíble.
0:03:32 Se presentó como el emperador Jacques I y advirtió tras una serie de reglas
0:03:36 a cumplir entre las que figuraba, referirse a eso, lo como suma sectad,
0:03:42 que al día siguiente desembarcaría para fundar una nueva nación.
0:03:46 El chacho, prepare sí que mañana vamos a desembarcar y a fundar una nación nueva.
0:03:51 Algunos de los hombres que estaban formados en cubierta supieron
0:03:54 inmediatamente que le bode y estaba loco, pero contentos con lo que les garpaban,
0:03:59 le hicieron que así desembarcaban.
0:04:01 Jacques I bautizó al lugar al que llegaron al sudoeste de Marruecos
0:04:07 como bahía de la libertad.
0:04:09 Cada tanto pasaban algunos pobladores que miraban un poco sorprendidos,
0:04:14 y aquí el despliegue de Jacques I.
0:04:17 Bueno, se adentraron en zonas desérticas, después de haber recorrido las colinas de arena,
0:04:23 si pueda cerca de Tarrajo, a 14 millas al sur del Cabo Jovín,
0:04:29 Jacques dijo a sus hombres que allí edificaría la capital del imperio
0:04:34 y que la llamaría Troya, una nueva capital.
0:04:38 Vamos a hacer una nueva capital y les llamaremos Troya.
0:04:42 En el lugar, en el lugar no hay nada, la capital del arena,
0:04:45 dejó algunos hombres bajo la comandancia de un señor llamado Lepicard.
0:04:51 A esto se agregaba la locura de los que aceptaban semacantes comandancias,
0:04:57 en aquellos lugares fantosis se quedó Lepicard con algunos tipos defendiendo unas lunas.
0:05:02 Y Jacques continuó su travesía para establecer los límites del imperio.
0:05:07 Las redacciones de los grandes diarios de Francia recibieron por intermedio el señor Renoir,
0:05:12 que era el secretario parisino de Jacques, toda la información sobre el avance en el Sahara.
0:05:18 El jornal de París decía, el señor Jacques Lepodis ha ocupado una parte de la costa occidental de África.
0:05:26 La expedición está bien equipada, los indígenas no han opuesto a resistencias,
0:05:31 ya se ha elegido la ubicación de una ciudad y se procederá a la construcción de un puerto.
0:05:37 Ahora muy bien, el asunto desató un problema diplomático con Inglaterra,
0:05:42 que inmediatamente ha procesado como el sexo que van a hacer a Jacques,
0:05:46 pero el gobierno de Francia minimizó aquel asunto y logró calmar el problema.
0:05:50 Lepodis fue preocuparse por las complicaciones internacionales que su delirio podía provocar,
0:05:56 el emperador Jacques inventó una bandera.
0:06:00 Era blanca, decorada con abejas,
0:06:03 y en el medio tenía una estrella, una medialuna dorada y una enorme jota bordada.
0:06:11 Mientras Jacques primero recorría en desierto cercano a las costas occidentales,
0:06:16 las únicas que hay, Lepicard quedó en la inexistente troya, junto con cuatro hombres.
0:06:27 Fueron apresados por un grupo de marroquíes.
0:06:30 ¿Qué están haciendo al Jacques?
0:06:32 Cuando Jacques volvió a buscarnos, no encontró más que los restos de un campamento, pero no le importó nada.
0:06:38 Continuó su marcha y los desvolvigados.
0:06:41 Diseñó para una primera parte de las obras una fortaleza de dos pisos,
0:06:46 una escogiera de 500 metros en un faro y una altura de 50 metros.
0:06:49 Lo diseñó, no es que los construyó.
0:06:52 Mientras tanto, el caíd marroquí, que tenía presos a los hombres de Jacques primero,
0:06:57 envió una nota al gobierno central de Francia en la que pedía rescate.
0:07:01 Como respuesta al gobierno francés, envió una flota al mando de Jové,
0:07:07 que era el hermano de Jean Jové, el tribuno socialista.
0:07:13 Apocaron a los marroquíes y Lepicard y los otros fueron rescasados.
0:07:17 Con aquel rescate, las autoridades tuvieron más noticias acerca de las locuras de Jacques Levolet.
0:07:23 Un día, el nuevo emperador, junto con su secretario Hidu,
0:07:27 decidió regresar a Europa para contar su logro.
0:07:29 Bueno, ya lo vemos bastante.
0:07:31 Vamos a contar nuestras cañas en Europa.
0:07:34 El gobierno francés, nada.
0:07:37 El ministro del Cacé deseaba mantener esta escandalosa historia lo más oculta posible.
0:07:43 Si apresaba o atacaba Jacques Levolet,
0:07:45 el asunto podía tomar una dimensión que no se le quería dar.
0:07:50 En septiembre de 1904, Jacques llegó a Hamburgo.
0:07:53 Se conectó con familia de agricultores para ir a poblar la ciudad de Troyes.
0:07:58 También se conectó con sacerdotes cristianos, 18 maestros.
0:08:03 A los voluntarios les hacía firmar un papel membre estado que desea.
0:08:06 Imperio de Sara, libertad de conciencia, fuerza, trabajo, industria, comercio, agricultura.
0:08:12 Un trabajo tenaz todo lo logra.
0:08:14 Sí, más o menos, lo logran usuales.
0:08:21 En este caso, redactados por un demente, en otros casos, probablemente también.
0:08:28 Anunció también que había creado la orden del mérito del Zahara,
0:08:32 unas medallas doradas con aplicaciones de rubies.
0:08:36 Incluso había encargado un trono, se encargó un tron,
0:08:38 se era empedido un pedador de centrón que se iba a sentar, un tabureste.
0:08:42 Al mejor evanista europeo y una guisotina,
0:08:46 a un ingeniero de Centro Honore.
0:08:49 ¿Por qué también?
0:08:50 Porque no sé que tenía una buena guisotina por chivas morcas.
0:08:55 ¿Cuál lo sentiró de que el jeque marroquí había encontrado?
0:09:00 Se enteró de también lo que pasó.
0:09:03 Un jeque marroquí agarró el estandarte que le había robado al epic out
0:09:09 y se hizo unos casos enseguidos.
0:09:13 Como casos enseguidos no estaban mal, decorados con abecas, con unas jocas.
0:09:19 Era el jeque.
0:09:22 Y entonces se enojó tanto Jacques, que prometió exterminar a todos los marroquíes.
0:09:29 Poco después el gobierno de Francia, para detenerlo con su pides,
0:09:32 le pidió que pagara una suma misionaria por los gastos de la expedición de Dobé
0:09:37 para salvar a sus hombres.
0:09:39 Pero Jacques hizo el tonto y llevó a la deuda.
0:09:43 Se preocupó suci por continuar el diseño de su imperio, pero ya desde Europa.
0:09:47 Decidió confiar sus negocios a Sidhu,
0:09:50 el único hombre fiel que le quedaba.
0:09:52 Ligidoso viene a Francia y continuaron los trámites en el Sahara
0:09:59 para demostrar que allí se podía levantar un imperio.
0:10:04 Y él, por un rato se desentendió de todo esto, lo dejó a Sidhu al frente,
0:10:09 porque se había enamorado.
0:10:11 Se enamoró de Alistine de Ller, un actriz, y se casó con él.
0:10:17 El hombre le prometió que sería consagrada en Peratriz, en su palacio de Troya.
0:10:22 Cuando la mujer quedó embarazada, él saltó de alegría
0:10:26 y gritó que la dinasquilla sahariana estaba salvada.
0:10:29 A todos los que vivieron del secretario, se encargaba de pagar deuda
0:10:33 a los marinos que habían quedado en África.
0:10:36 La mayoría habían reducido y habían ido a las canarias contando la historia de su jefe loco.
0:10:41 Como un beje y un varón, Augustine tuvo una niña.
0:10:46 Jacques la repudió.
0:10:48 La hija llamada Jacqueline fue declarada hija de padre desconocido.
0:10:53 Como se sintió traicionado, Jacques, después de los Estados Unidos,
0:10:57 abrió unas oficinas financieras, especuló y se olvidó de la locura del imperio.
0:11:02 Pero no de otras.
0:11:04 Llevaba siempre encima, por ejemplo, una bolsa que tenía títulos de oro,
0:11:09 lingotes, naranja, pan y un sertillo de dientes.
0:11:14 No de dientes, porque le quedaba un diente solo.
0:11:17 En Estados Unidos escribió a su mujer Augustine para que volviera a unírsele y lo logró.
0:11:24 Pero poco después la locura de Jacques se volvió inmanejable.
0:11:28 Lo internaron en un asilo de Long Island.
0:11:31 La primera guerra mundial lo había excitado,
0:11:35 había querido jugar un papel importante en la guerra.
0:11:38 Con ese fin se había comprado una gran cantidad de caballos
0:11:42 para formar un regimiento y reforzar las tropas aliadas.
0:11:46 Lo fueron a buscar para meterlo en el manicomio y él lo encontraba en el medio del campo,
0:11:50 montado en un pony de polo,
0:11:52 con una trompeta de juguete colegada del cuello y un bastón de mariscal,
0:11:57 dando órdenes a nadie.
0:12:00 Cuando salió del asilo, entró en la residencia donde vivía y le dejó una nota a su esposa.
0:12:05 Le dijo, señora, le informo que he tomado la decisión de violar a nuestra hija esta tarde
0:12:10 y le aconsejo que no se oponga mi proyecto.
0:12:12 Firmado el emperador de las arenas.
0:12:15 Agustina y Jacqueline se encerraron en una habitación.
0:12:19 Jacques quiso cumplir con su advertencia,
0:12:21 porzó la puerta y apenas entró a Agustina, su esposa, lo mató de seis balazos.
0:12:28 Era el año 1925.
0:12:31 Un último detalle.
0:12:32 Por esa misma época en París se daba una ópereta con letra de Fernando Jou y música de Gajón.
0:12:39 La escena de las tomas aquí tituladas Jacques Codd primero,
0:12:43 el pequeño emperador de Zajarra.
0:12:47 Esa es la historia de Jacques Le Bodin, el emperador de Zajarra.
0:12:53 Me gustaba, ¿eh?
0:12:56 Usted preguntaría qué pasó con la situación.
0:12:58 No se construyó nada, ¿no?
0:13:00 O sea, por ahí creen que...
0:13:02 Sí, sí, que quedó algo en pie, ¿sabes?
0:13:04 No, no, nunca.
0:13:09 El viejo Le Bodin, que se rompió el alma laburando con el azúcar
0:13:14 y le dejó a la fortuna porque su hijo se le agastara en pavadas.
0:13:18 A Hidu, al fin el secretario Hidu.
0:13:23 Y a los marineros de la frasquita.
0:13:25 Y al explicar que quedó ahí que fue prisionero de los marroquises.
0:13:32 ¿Y a quién más?
0:13:33 A la nena.
0:13:34 Que a la pobre y aquel niño que fue repudiada.
0:13:37 Por ejemplo, dice, no, repudiada, que fue declarada hijo de padre...
0:13:40 Hija de padre desconocido solo por ser mujer.
0:13:43 ¿Qué le costaba nombrar a la emperatriz?
0:13:46 Directamente.
0:13:52 Hemos ido a la discoteca a buscar canciones inspiradas en Zajarra de Bodin
0:14:00 y por tener ciertos al repistorio de tango y canciones privadas.
0:14:03 En Zajarra es un lugar que ha enquilado mucho a los autores de tango.
0:14:09 El desierto.
0:14:11 El desierto.
0:14:13 No a los autores de tango, ciertamente, mejor a los autores de canciones criolias.
0:14:19 El paisaje de la canción criolla es el desierto.
0:14:27 El señor Conan Gangrejan ha dicho que los hombres de la llanuga, del desierto,
0:14:34 se refería particularmente a la gente del sur de Brasil,
0:14:39 a la gente de la República Oriental y a la gente de las Pampas Argentinas.
0:14:43 Y los comparaba con la gente del norte de Brasil o con los montañeses
0:14:48 y decían que era gente que propendía una estucia casi patológica,
0:14:54 una confianza general.
0:14:56 Que los hacía muy poco supersticiosos,
0:14:59 pero también casi inevitablemente desconfiadas y supicas.
0:15:11 Así que me imagino que los habitantes de Zajarra serán lo mismo
0:15:16 si es que tenía razón cosa que no creo con Conan Gangrejan,
0:15:20 acerca de la influencia de una geografía autera en una mentalidad demasiado reciente.
0:15:27 Me imagino a los marroquíes mirando el gigantesco pasto de Loro Pele
0:15:35 que sobre la nada desplegaba este hombre.
0:15:39 Así que a más lugar fue a parar para la fantasía.
0:15:45 Me parece oportuno recordar también a Antoine Horrido,
0:15:48 otro francés que quiso ser ser rey, justamente de la Patagonia,
0:15:52 con resultados parecidos a los de Levo Avis.
0:15:59 Todo eso me dijo el discotecario,
0:16:02 antes de confesar que tenía una bella samba,
0:16:05 que había sido creada no pensando ya en el desierto patrio,
0:16:10 los desiertos patios que no son de arena.
0:16:16 Esta samba se llama la Arenosa,
0:16:21 y ciertamente puede estar pensando en el desierto patrio.
0:16:25 La ciudad de Troya es la no construida ciudad de Troya,
0:16:30 que en griego quiere decir la Arenosa.
0:16:36 En realidad no quiere decir la Arenosa,
0:16:39 pero debió querer decirle la Arenosa.
0:16:47 Va a cantar Mercedes Sosa, esta bella canción,
0:16:52 y vamos a notar en la voz de Mercedes
0:16:57 una velada aducción a este aventurero.
0:17:02 ¿Cómo lo vamos a notar? Y no sé.
0:17:04 No sé cómo lo notaremos.
0:17:07 Lo notaremos porque lo hemos dicho ahora,
0:17:09 porque tenemos ganas de notarlo.
0:17:12 Contraremos esa alusión como encontramos corderos
0:17:16 en las nueves que los buscamos.
0:17:19 Si no los buscamos, no.
0:17:21 Pero si pensamos que Mercedes está pensando en el Sacle Bodí,
0:17:24 a la quinta o sexta estrofa de...
0:17:27 Ahí se le notó.
0:17:30 Ahí se le notó, eso lo dijo pensando en Le Bodí.
0:17:34 Ahora, si uno no se hace seguir de antes, claro que no.
0:17:37 Si uno no pone un poco de hígido...
0:17:39 Claro, claro, para hacerse una ilusión hay que poner algo.
0:17:44 Que todo lo tenga que hacer Mercedes Sosa tampoco.
0:17:47 Bueno, adelante Mercedes Sosa, la Arenosa,
0:17:50 que no se paga.
0:18:07 Arenosa, Arenosa,
0:18:11 tu piel la caza y la teña.
0:18:14 El que bebe de tu vino
0:18:18 ganas soñe y pierde pena.
0:18:21 El que bebe de tu vino
0:18:24 ganas soñe y pierde pena.
0:18:27 Que la cobertad ya quiera
0:18:31 la bebe toda la fiembra.
0:18:34 Cuando no se deja y no vuelve
0:18:37 canta llorando y no sueña.
0:18:40 Cuando no se deja y no vuelve
0:18:44 canta llorando y no sueña.
0:18:47 Arena, Arenisa,
0:18:50 Arenata, mi huella.
0:18:54 Para que la bendiña
0:18:57 si se yo vuelva verla.
0:19:00 Para que la bendiña
0:19:03 si se yo vuelva verla.
0:19:21 Luna de los melanales
0:19:25 en esta capa ya se me.
0:19:28 Luna de las amorelas
0:19:32 encarna vale que ausencia.
0:19:35 Luna de Arenas, Morena,
0:19:38 encarna vale que ausencia.
0:19:41 Pusca el que bebe con tu vino
0:19:45 la cabia que vaya a hacer
0:19:48 y que me pierda en la cueca
0:19:52 cantando antes que me muera.
0:19:55 Pusca el que me pierda en la cueca
0:19:58 cantando antes que me muera.
0:20:01 Arena, Arenita,
0:20:04 Arenata, mi huella.
0:20:07 Para que la bendiña
0:20:10 si se yo vuelva verla.
0:20:22 Ha cantado Mercedes Sosa
0:20:25 La Arenosa.
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