Encontrá todos los archivos de audio en MP3 del programa de radio La Venganza Será Terrible de Alejandro Dolina

18 de Octubre de 2004

El encierro de Juan II

Transcripción automática

0:00:00 El encierro de Juan segundo.
0:00:04 Nosotros días contamos una historia que tuvo lugar en tiempo de la guerra de los cien años
0:00:11 y que tenía como protagonista al rey Juan segundo.
0:00:15 Hoy el contexto, pero también el protagonista, se da los mismos,
0:00:20 con la historia naturalmente otra. Bueno, se vea que siempre contamos la historia de Juan segundo.
0:00:27 Es la historia de Juan segundo, pero es otra cosa que le pasó. No le pasaba siempre lo mismo, como a la Holanda ese rango.
0:00:36 En 1350 fue coronado rey de Francia, Juan Segur. Había enviudado, como contamos el otro día,
0:00:44 del Món de Luxemburgo, se había casado con Juana de Oberne
0:00:50 y también contamos el otro día que habían hecho unos grandes bailongos en París, como tío de la coronación,
0:00:57 que habían cargado las fuentes con vino y que en esas fuentes se variaban mujeres de nubes, así que esas eran plazas.
0:01:04 Y no las de ahora que ni agua tiene en las huayas.
0:01:13 Ya tenía, Juan segundo, de su matrimonio con bomba de Luxemburgo, siete hijos.
0:01:19 Las mujeres como Juanita de Oberne se libraron en Lanterros.
0:01:25 Juan segundo pasó cinco años muy agradables con Juana de Oberne,
0:01:30 su tiempo lo dedicaba a organizar los bailongos muy fastuosos y diversiones muy claras.
0:01:39 Eran tiempos de tregua en la guerra de 200 años y Juan segundo se divertía mientras que el rey Eduardo III de Inglaterra
0:01:47 organizaba minuciosamente sus ejércitos.
0:01:51 En 1355 la guerra entre Francia e Inglaterra volvió a empezar.
0:01:58 Al año siguiente los soldados de Juan Segur se encontraban en la meseta de Montpérdu.
0:02:06 No, esto es Mopalquí.
0:02:09 Sí, hay unos kilómetros de cuatía y se encontraron con los del rey, este,
0:02:15 inglés, con Eduardo III y el comate con el muy violento y desastroso para Francia.
0:02:23 Murieron tres mil franceses, 500 huyeron y el rey Juan ya estaba solo en medio de una enorme confusión.
0:02:31 Su hijo feliz de 14 años de edad, que no lo había abandonado, le avisaba de al de venir a los peligros
0:02:38 y Juan con golpes precisos de espada liquidaba los ingleses que se les marcaban.
0:02:45 Pero esta heróica resistencia no tenía otra actividad, quiera desalvar el honor.
0:02:49 Finalmente alguien gritó al rey, rendidos o sois muertos.
0:02:54 Y Juan segundo, que había sido herido en la cara, tenía un feito en el escacho.
0:03:00 Preguntó, ¿dónde está mi primo, el Príncipe de Gales?
0:03:05 Esa es la quien quiero ver.
0:03:07 Y le respondieron, saliendo a mi, Dios conduciría su presencia.
0:03:12 Soy de Mordec, caballero de Altoa, sirvo a Inglaterra porque ya no puedo servir a Francia
0:03:19 donde he perdido todos mis bienes.
0:03:22 Aquel hombre era un caballero que Juan segundo conocía, entonces el lector en Dios se rendió.
0:03:27 El rey fue conducir, inmediatamente, ante el Príncipe de Gales, que es el sucesor del trono de Inglaterra.
0:03:33 El Príncipe de Gales estaba en la batalla, lo recibió cortes metas, que dice,
0:03:37 ¡ah, qué prenso que no es divismo!
0:03:47 Días más tarde, Juan estaba en Burdeo, capital de Huliena, que los ingleses ocupaban desde así a dos mil.
0:03:55 Ya hemos dicho que los ingleses dominaban mucho territorio francés bajo la forma de feudos.
0:04:03 Había señores ingleses que tenían feudos en Francia.
0:04:09 Bueno, así permaneció en Burdeo, como parte del territorio francés, desde luego.
0:04:14 Permaneció algún tiempo hasta que al fin fue trasladado a Inglaterra.
0:04:18 Así Juan estuvo sometido a un trajo especial, desde luego era rey, y se lo trataba más o menos bien.
0:04:25 Hay todo, así hay siempre una cierta lealtad en la reamesa.
0:04:33 Se tratan más o menos bien las cosas.
0:04:37 Y entonces estaba en Cana, pero no encerrado en una selva.
0:04:41 Juan III le permitió tener a sus criados particulares, Juan hizo llegar desde país a mucha gente de sus éxitos e incluso a su burrón particular.
0:04:54 Ahora que le contará, sí.
0:04:57 Muy bien, pues habéis preso.
0:04:59 A ver si se cuelta si es bueno, había un Japón, que no sabía dónde quedaba el baño.
0:05:05 Es un buen comienzo para en cuenta quién le hace.
0:05:10 Era recibido frecuentemente en el castillo de Quensel y participaba en alegres ciertas sin extrañar demasiado.
0:05:19 Tampoco extrañaba mucho a Juanita de Overnes, una mujer en Windsor, había conocido y conseguido también.
0:05:30 ¿Y se conoció de armas?
0:05:32 Lapsis.
0:05:35 A varias muchachas encantadoras que por las noches lo visitaban y él les contaba, les escribía la batalla de cuartillón.
0:05:43 El resultado de la descripción siempre era el mismo.
0:05:47 El rey se quedaba con alguna de estas señoritas, primero se maravillaban ante el héroe y después se entregaban a él.
0:05:55 Una de esas muchachas le gustaba sobre todas las demás.
0:06:00 Quiero decir que le gustaba más que las otras.
0:06:10 Algunos historiadores afirman que se trataba de la misma madre de Eduardo.
0:06:16 O sea que la mina andaba con los dos reyes y era la hermosa condeja de Salés Roy.
0:06:22 Aquel cómodo cantiverio duró cuatro años.
0:06:27 Mientras, Eduardo III se afirmaba como rey de Francia y en Clartefa.
0:06:34 Y establecía con sus consejeros un tratado de paz entre los josos en Clartefa y luego, y también iba perfilando el monto del rescate de Juan.
0:06:46 El cuantadita iba a tener que poner Francia para que le devolvieran al rey vivito y como se ha visto coleando.
0:06:54 En 1360, al cabo de muchas conversaciones, Inglaterra y Francia firmaron el tratado de Bretini.
0:07:04 Juan se vio a puest con libertad si pagaban una compensación enorme en la terra.
0:07:11 Pero las tarcas de Francia estaban vacías como siempre.
0:07:14 Juan buscó dinero por todos los medios, incluso por medios vergonzosos.
0:07:20 Entregó a su hija Isabel, por un buen precio, al peor de los piranos de Milán, Giovanni Galeazzo Bisconti,
0:07:31 que, entre otras gracias, casaba a hombres en las carres y arrojaba vivas a sus víctimas a unos hornos que había habilitado.
0:07:41 Gracias al dinero de Bisconti, Juan II fue liberado, aunque quedó algo sin garparlo.
0:07:50 Y daron de vida, pero lo alejaron.
0:07:54 Bueno, Francia daba pena y es el poeta Petrarca quien lo cuenta, porque fue él quien se acercó a Juan II
0:08:01 para felicitarlo por su liberación en nombre del serlo Galeazzo Bisconti, el que se iba a casar con su hija Isabel.
0:08:09 Y necesitemos entonces a Petrarca, nada menos.
0:08:12 Por doquier hay soledad, isolación y miseria.
0:08:15 Las casas están en ruinas.
0:08:17 Por todas partes se aprecia la huella fatal de los ingleses.
0:08:21 En París, arregonzado por la devastación que llega a sus puertas, en cena se desliza con tristeza y llora y tiembla por el gino de todo el país.
0:08:32 Bueno, Petrarca le entregó al Drey dos ortijas que le enviaba a Bisconti.
0:08:38 Después agasacó al acorde con un sermón en latín sobre el texto bíblico del regreso de Manasés, del acorde de Babilonia, en referencia al regreso al cual.
0:08:47 Pero esa visita no entusiasmó mucho al Drey.
0:08:51 El lube le parecía más triste que el castillo de Gensor y su reina, su mujer, Juanita de Ogás, era más fea que las ingleses que había conocido durante su cautiverio.
0:09:07 Y pronto se aburrió, se asecasó.
0:09:10 Se tenía tal melancolía que la reina, Juan, le preguntó un día por qué andaba meta suspiro.
0:09:16 Y el rey después respondió sin ninguna cortesía que sus suspiros eran porque extrañaban los aires en gran perra.
0:09:25 Cuentan que la pobre reina que tanto había sufrido por la insuficiencia de su esposo entró en una profunda tristeza y murió de pena pocos meses después.
0:09:38 Así que piensen a aquellos maridos, aquellos novios que están a punto de decirle a su amada que suspiran porque extrañan los aires en gran perra.
0:09:47 Porque bien sabemos que este entamen produce la muerte de los parrotianos del Porto de Aguil.
0:09:56 No, de los novios en cuestión.
0:10:00 Juan II, para ver si se le iba la tristeza, decidió realizar un viaje por Provencia, que por su refaz.
0:10:09 En la Avignon hizo proyectos de matrimonio como Juan de Nápoles, pero renunció a estos proyectos al enterarse de que esta dama había hecho ahogar a su anterior marido entre dos colchones.
0:10:26 Y hace un señor cuando descubre que una dama que le interesa ahogó a su novio anterior entre dos colchones.
0:10:37 Dormir con uno solo, dirán a algunos.
0:10:43 Pensando que yo dormía en cámara de dos colchones, comienza un célebre culanito.
0:10:52 Bueno, por fin Juan regreso a París, soñando con guenzo, y en medio de sus sueños tuvo asubar.
0:11:07 Porque sucedió algo, que lo viva a ayudar.
0:11:11 El hijo del rey había caído prisionero en el calle y se había escapado.
0:11:18 Los ingleses lo buscaban frenéticamente entre los usos.
0:11:22 La de los usos, que se subió la regalidad o mía, pero lo buscarían por ahí.
0:11:27 Y Juan aprovechó la situación de siguiente enoja.
0:11:31 Declaró que para salvar a su hijo no podía ser otra cosa que constituirse él mismo como prisionero y clausurar así la persecución.
0:11:41 Y en ver eso, solo más palombre.
0:11:44 Y así llegó con el corazón sino de alegría el 10 de enero 1364.
0:11:51 Se me vengo a presentar como prisionero y al fin pudo estrechar entre sus brazos a la contestar de Salisbury, que era la que él quería.
0:12:02 Por desgracia, después de pasar un invierno muy feliz, según refiere el amigo Fawassard, Juan segundo murió.
0:12:14 Esto fue el 8 de abril de 1364 y aclara el cronista que no pudo disfrutar de su iglesita.
0:12:22 Uno verá cómo va a poder disfrutar de las iglesitas, pues morirse.
0:12:26 No, acá dice no pudo disfrutar de su iglesita más que tres meses.
0:12:31 Tanto lío, es así, es como de la iglesia.
0:12:39 Los reseos de uno nunca se cumplen, especialmente si uno se arrae Juan segundo de Francia y se mueve el 8 de abril de 1364.
0:12:49 Dicen que Juan consiguió engañar a unos cuantos.
0:12:52 Aún cuando algunos cronistas los han acusado de haber vuelto en la pedra para disfrutar de una vida agradable, para encontrarse con un amante,
0:12:59 Juan consiguió negar a la historiada y a muchos manuales, entre ellos el manual del alumno Bonairense, me parece.
0:13:09 La reputación de un rey que prefirió perder su libertad para salvar su honor.
0:13:21 He visto esta historia, este fue un fenómeno de un tiempo, fue a donde estaba, este fue un fenómeno,
0:13:27 un principal.
0:13:29 Cuando uno es principal no tiene derecho a tener preferencias cotidianas y personales, las preferencias que debe tener su hablar en su patria.
0:13:43 Por eso hay en el principio es ineditable crueldad cotidiana, pero es indispensable.
0:13:55 Es indispensable que un principio llegue al caso, de que abandonada la condesa y salió es lui,
0:14:02 porque conviene que le esté en su padre reina y no en el castillo del Drain Sword,
0:14:10 agasajando por lo más que lo que pasa en la condesa.
0:14:14 Así que no sé cuáles serán sus dedicatorias, pero yo se las dedico a los principios que no agasajan con Densha
0:14:21 por muchas ganas que tuvieren, si es que este agasajo conspirará contra el futuro de la pala.
0:14:28 Y en lo de D'Androjo voy a dedicar a aquí las encantadoras muchachas que escuchaban los relatos del rey
0:14:34 cuando estaba en cautiverio, especialmente a la condesa de la verdad que fue muy bonita para ser elegida por dos reyes al mismo tiempo.
0:14:40 Claro, por si es verdad que era también la amante Eduardo III Cero, siendo que los reyes tienen la cierta prerrogativa,
0:14:49 eligen primero y no son contrariados en su deseo como uno, debió haber sido la más bonita del barrio.
0:14:58 Hemos ido a la discoteca y hemos aprovechado para cantar este tango que alguien englosaba en los estudiantes,
0:15:08 para cantar no, para pasar este tango, ya me recordando, te se acuerdo, en la versión clásica de Don Carlos Gardel,
0:15:15 recordándote desde luego hace alusión a esta melancolía de Juan II, recordando a la condesita,
0:15:23 le dan corriente por otra parte, costó la vida a su pobre mujer.
0:15:31 Así que escuchamos ahora este hermoso tango que se llama recordándote.
0:15:53 Alcindignado por el occhio que me dice tan bolero, francamente fue cabrero, jamás conmigo,
0:16:01 y una noche empavizada, te jure que te quería mucho más que a la mamía, el día ni malo también.
0:16:09 Si acopiaste tal cosa, a veces más cierra, agarrero, te jurgas a mi cero por tenerse conmigo,
0:16:17 si acabaron las gracias de mi papá agrido, si quieres verlo más brillo, ya vale perucar.
0:16:31 En mis noches vení por los ríos de cargáter, ríme tiernos matigares, un criatural de poder,
0:16:47 puse vida encarecrowa, mi amor, mi facilitud, y la ineforte cura, donde al tu alvo me dure.
0:17:03 Cuantas noches en mi rante por inciso de fuerza, una lágrima incresa, por activa de este caso,
0:17:10 este que fuera celbero, lo más inmenso de vida, por que aún en gran herida, que creciase me causó,
0:17:18 los que sabés el pecimiento de los juntos que sufrieron, de tu invenciencia, que ya no como más intensa pasión,
0:17:26 y del fondo de tu alma, silenciosa tu engrura, la yencera de la ventura, de mi amor.
0:17:40 En mis noches vení por los ríos de cargáter, ríme tiernos matigares, un criatural de poder,
0:17:55 puse vida encarecrowa, mi amor, mi facilitud, y la ineforte cura, donde al tu alvo me dure.

Comentarios (0)

No hay comentarios. ¡Podés ser el primero en comentar!


Tenés que Iniciar sesión para comentar.
Podés darle estilo y formato al texto utilizando Markdown