Transcripción automática
0:00:00 El encierro de Juan segundo.
0:00:04 Nosotros días contamos una historia que tuvo lugar en tiempo de la guerra de los cien años
0:00:11 y que tenía como protagonista al rey Juan segundo.
0:00:15 Hoy el contexto, pero también el protagonista, se da los mismos,
0:00:20 con la historia naturalmente otra. Bueno, se vea que siempre contamos la historia de Juan segundo.
0:00:27 Es la historia de Juan segundo, pero es otra cosa que le pasó. No le pasaba siempre lo mismo, como a la Holanda ese rango.
0:00:36 En 1350 fue coronado rey de Francia, Juan Segur. Había enviudado, como contamos el otro día,
0:00:44 del Món de Luxemburgo, se había casado con Juana de Oberne
0:00:50 y también contamos el otro día que habían hecho unos grandes bailongos en París, como tío de la coronación,
0:00:57 que habían cargado las fuentes con vino y que en esas fuentes se variaban mujeres de nubes, así que esas eran plazas.
0:01:04 Y no las de ahora que ni agua tiene en las huayas.
0:01:13 Ya tenía, Juan segundo, de su matrimonio con bomba de Luxemburgo, siete hijos.
0:01:19 Las mujeres como Juanita de Oberne se libraron en Lanterros.
0:01:25 Juan segundo pasó cinco años muy agradables con Juana de Oberne,
0:01:30 su tiempo lo dedicaba a organizar los bailongos muy fastuosos y diversiones muy claras.
0:01:39 Eran tiempos de tregua en la guerra de 200 años y Juan segundo se divertía mientras que el rey Eduardo III de Inglaterra
0:01:47 organizaba minuciosamente sus ejércitos.
0:01:51 En 1355 la guerra entre Francia e Inglaterra volvió a empezar.
0:01:58 Al año siguiente los soldados de Juan Segur se encontraban en la meseta de Montpérdu.
0:02:06 No, esto es Mopalquí.
0:02:09 Sí, hay unos kilómetros de cuatía y se encontraron con los del rey, este,
0:02:15 inglés, con Eduardo III y el comate con el muy violento y desastroso para Francia.
0:02:23 Murieron tres mil franceses, 500 huyeron y el rey Juan ya estaba solo en medio de una enorme confusión.
0:02:31 Su hijo feliz de 14 años de edad, que no lo había abandonado, le avisaba de al de venir a los peligros
0:02:38 y Juan con golpes precisos de espada liquidaba los ingleses que se les marcaban.
0:02:45 Pero esta heróica resistencia no tenía otra actividad, quiera desalvar el honor.
0:02:49 Finalmente alguien gritó al rey, rendidos o sois muertos.
0:02:54 Y Juan segundo, que había sido herido en la cara, tenía un feito en el escacho.
0:03:00 Preguntó, ¿dónde está mi primo, el Príncipe de Gales?
0:03:05 Esa es la quien quiero ver.
0:03:07 Y le respondieron, saliendo a mi, Dios conduciría su presencia.
0:03:12 Soy de Mordec, caballero de Altoa, sirvo a Inglaterra porque ya no puedo servir a Francia
0:03:19 donde he perdido todos mis bienes.
0:03:22 Aquel hombre era un caballero que Juan segundo conocía, entonces el lector en Dios se rendió.
0:03:27 El rey fue conducir, inmediatamente, ante el Príncipe de Gales, que es el sucesor del trono de Inglaterra.
0:03:33 El Príncipe de Gales estaba en la batalla, lo recibió cortes metas, que dice,
0:03:37 ¡ah, qué prenso que no es divismo!
0:03:47 Días más tarde, Juan estaba en Burdeo, capital de Huliena, que los ingleses ocupaban desde así a dos mil.
0:03:55 Ya hemos dicho que los ingleses dominaban mucho territorio francés bajo la forma de feudos.
0:04:03 Había señores ingleses que tenían feudos en Francia.
0:04:09 Bueno, así permaneció en Burdeo, como parte del territorio francés, desde luego.
0:04:14 Permaneció algún tiempo hasta que al fin fue trasladado a Inglaterra.
0:04:18 Así Juan estuvo sometido a un trajo especial, desde luego era rey, y se lo trataba más o menos bien.
0:04:25 Hay todo, así hay siempre una cierta lealtad en la reamesa.
0:04:33 Se tratan más o menos bien las cosas.
0:04:37 Y entonces estaba en Cana, pero no encerrado en una selva.
0:04:41 Juan III le permitió tener a sus criados particulares, Juan hizo llegar desde país a mucha gente de sus éxitos e incluso a su burrón particular.
0:04:54 Ahora que le contará, sí.
0:04:57 Muy bien, pues habéis preso.
0:04:59 A ver si se cuelta si es bueno, había un Japón, que no sabía dónde quedaba el baño.
0:05:05 Es un buen comienzo para en cuenta quién le hace.
0:05:10 Era recibido frecuentemente en el castillo de Quensel y participaba en alegres ciertas sin extrañar demasiado.
0:05:19 Tampoco extrañaba mucho a Juanita de Overnes, una mujer en Windsor, había conocido y conseguido también.
0:05:30 ¿Y se conoció de armas?
0:05:32 Lapsis.
0:05:35 A varias muchachas encantadoras que por las noches lo visitaban y él les contaba, les escribía la batalla de cuartillón.
0:05:43 El resultado de la descripción siempre era el mismo.
0:05:47 El rey se quedaba con alguna de estas señoritas, primero se maravillaban ante el héroe y después se entregaban a él.
0:05:55 Una de esas muchachas le gustaba sobre todas las demás.
0:06:00 Quiero decir que le gustaba más que las otras.
0:06:10 Algunos historiadores afirman que se trataba de la misma madre de Eduardo.
0:06:16 O sea que la mina andaba con los dos reyes y era la hermosa condeja de Salés Roy.
0:06:22 Aquel cómodo cantiverio duró cuatro años.
0:06:27 Mientras, Eduardo III se afirmaba como rey de Francia y en Clartefa.
0:06:34 Y establecía con sus consejeros un tratado de paz entre los josos en Clartefa y luego, y también iba perfilando el monto del rescate de Juan.
0:06:46 El cuantadita iba a tener que poner Francia para que le devolvieran al rey vivito y como se ha visto coleando.
0:06:54 En 1360, al cabo de muchas conversaciones, Inglaterra y Francia firmaron el tratado de Bretini.
0:07:04 Juan se vio a puest con libertad si pagaban una compensación enorme en la terra.
0:07:11 Pero las tarcas de Francia estaban vacías como siempre.
0:07:14 Juan buscó dinero por todos los medios, incluso por medios vergonzosos.
0:07:20 Entregó a su hija Isabel, por un buen precio, al peor de los piranos de Milán, Giovanni Galeazzo Bisconti,
0:07:31 que, entre otras gracias, casaba a hombres en las carres y arrojaba vivas a sus víctimas a unos hornos que había habilitado.
0:07:41 Gracias al dinero de Bisconti, Juan II fue liberado, aunque quedó algo sin garparlo.
0:07:50 Y daron de vida, pero lo alejaron.
0:07:54 Bueno, Francia daba pena y es el poeta Petrarca quien lo cuenta, porque fue él quien se acercó a Juan II
0:08:01 para felicitarlo por su liberación en nombre del serlo Galeazzo Bisconti, el que se iba a casar con su hija Isabel.
0:08:09 Y necesitemos entonces a Petrarca, nada menos.
0:08:12 Por doquier hay soledad, isolación y miseria.
0:08:15 Las casas están en ruinas.
0:08:17 Por todas partes se aprecia la huella fatal de los ingleses.
0:08:21 En París, arregonzado por la devastación que llega a sus puertas, en cena se desliza con tristeza y llora y tiembla por el gino de todo el país.
0:08:32 Bueno, Petrarca le entregó al Drey dos ortijas que le enviaba a Bisconti.
0:08:38 Después agasacó al acorde con un sermón en latín sobre el texto bíblico del regreso de Manasés, del acorde de Babilonia, en referencia al regreso al cual.
0:08:47 Pero esa visita no entusiasmó mucho al Drey.
0:08:51 El lube le parecía más triste que el castillo de Gensor y su reina, su mujer, Juanita de Ogás, era más fea que las ingleses que había conocido durante su cautiverio.
0:09:07 Y pronto se aburrió, se asecasó.
0:09:10 Se tenía tal melancolía que la reina, Juan, le preguntó un día por qué andaba meta suspiro.
0:09:16 Y el rey después respondió sin ninguna cortesía que sus suspiros eran porque extrañaban los aires en gran perra.
0:09:25 Cuentan que la pobre reina que tanto había sufrido por la insuficiencia de su esposo entró en una profunda tristeza y murió de pena pocos meses después.
0:09:38 Así que piensen a aquellos maridos, aquellos novios que están a punto de decirle a su amada que suspiran porque extrañan los aires en gran perra.
0:09:47 Porque bien sabemos que este entamen produce la muerte de los parrotianos del Porto de Aguil.
0:09:56 No, de los novios en cuestión.
0:10:00 Juan II, para ver si se le iba la tristeza, decidió realizar un viaje por Provencia, que por su refaz.
0:10:09 En la Avignon hizo proyectos de matrimonio como Juan de Nápoles, pero renunció a estos proyectos al enterarse de que esta dama había hecho ahogar a su anterior marido entre dos colchones.
0:10:26 Y hace un señor cuando descubre que una dama que le interesa ahogó a su novio anterior entre dos colchones.
0:10:37 Dormir con uno solo, dirán a algunos.
0:10:43 Pensando que yo dormía en cámara de dos colchones, comienza un célebre culanito.
0:10:52 Bueno, por fin Juan regreso a París, soñando con guenzo, y en medio de sus sueños tuvo asubar.
0:11:07 Porque sucedió algo, que lo viva a ayudar.
0:11:11 El hijo del rey había caído prisionero en el calle y se había escapado.
0:11:18 Los ingleses lo buscaban frenéticamente entre los usos.
0:11:22 La de los usos, que se subió la regalidad o mía, pero lo buscarían por ahí.
0:11:27 Y Juan aprovechó la situación de siguiente enoja.
0:11:31 Declaró que para salvar a su hijo no podía ser otra cosa que constituirse él mismo como prisionero y clausurar así la persecución.
0:11:41 Y en ver eso, solo más palombre.
0:11:44 Y así llegó con el corazón sino de alegría el 10 de enero 1364.
0:11:51 Se me vengo a presentar como prisionero y al fin pudo estrechar entre sus brazos a la contestar de Salisbury, que era la que él quería.
0:12:02 Por desgracia, después de pasar un invierno muy feliz, según refiere el amigo Fawassard, Juan segundo murió.
0:12:14 Esto fue el 8 de abril de 1364 y aclara el cronista que no pudo disfrutar de su iglesita.
0:12:22 Uno verá cómo va a poder disfrutar de las iglesitas, pues morirse.
0:12:26 No, acá dice no pudo disfrutar de su iglesita más que tres meses.
0:12:31 Tanto lío, es así, es como de la iglesia.
0:12:39 Los reseos de uno nunca se cumplen, especialmente si uno se arrae Juan segundo de Francia y se mueve el 8 de abril de 1364.
0:12:49 Dicen que Juan consiguió engañar a unos cuantos.
0:12:52 Aún cuando algunos cronistas los han acusado de haber vuelto en la pedra para disfrutar de una vida agradable, para encontrarse con un amante,
0:12:59 Juan consiguió negar a la historiada y a muchos manuales, entre ellos el manual del alumno Bonairense, me parece.
0:13:09 La reputación de un rey que prefirió perder su libertad para salvar su honor.
0:13:21 He visto esta historia, este fue un fenómeno de un tiempo, fue a donde estaba, este fue un fenómeno,
0:13:27 un principal.
0:13:29 Cuando uno es principal no tiene derecho a tener preferencias cotidianas y personales, las preferencias que debe tener su hablar en su patria.
0:13:43 Por eso hay en el principio es ineditable crueldad cotidiana, pero es indispensable.
0:13:55 Es indispensable que un principio llegue al caso, de que abandonada la condesa y salió es lui,
0:14:02 porque conviene que le esté en su padre reina y no en el castillo del Drain Sword,
0:14:10 agasajando por lo más que lo que pasa en la condesa.
0:14:14 Así que no sé cuáles serán sus dedicatorias, pero yo se las dedico a los principios que no agasajan con Densha
0:14:21 por muchas ganas que tuvieren, si es que este agasajo conspirará contra el futuro de la pala.
0:14:28 Y en lo de D'Androjo voy a dedicar a aquí las encantadoras muchachas que escuchaban los relatos del rey
0:14:34 cuando estaba en cautiverio, especialmente a la condesa de la verdad que fue muy bonita para ser elegida por dos reyes al mismo tiempo.
0:14:40 Claro, por si es verdad que era también la amante Eduardo III Cero, siendo que los reyes tienen la cierta prerrogativa,
0:14:49 eligen primero y no son contrariados en su deseo como uno, debió haber sido la más bonita del barrio.
0:14:58 Hemos ido a la discoteca y hemos aprovechado para cantar este tango que alguien englosaba en los estudiantes,
0:15:08 para cantar no, para pasar este tango, ya me recordando, te se acuerdo, en la versión clásica de Don Carlos Gardel,
0:15:15 recordándote desde luego hace alusión a esta melancolía de Juan II, recordando a la condesita,
0:15:23 le dan corriente por otra parte, costó la vida a su pobre mujer.
0:15:31 Así que escuchamos ahora este hermoso tango que se llama recordándote.
0:15:53 Alcindignado por el occhio que me dice tan bolero, francamente fue cabrero, jamás conmigo,
0:16:01 y una noche empavizada, te jure que te quería mucho más que a la mamía, el día ni malo también.
0:16:09 Si acopiaste tal cosa, a veces más cierra, agarrero, te jurgas a mi cero por tenerse conmigo,
0:16:17 si acabaron las gracias de mi papá agrido, si quieres verlo más brillo, ya vale perucar.
0:16:31 En mis noches vení por los ríos de cargáter, ríme tiernos matigares, un criatural de poder,
0:16:47 puse vida encarecrowa, mi amor, mi facilitud, y la ineforte cura, donde al tu alvo me dure.
0:17:03 Cuantas noches en mi rante por inciso de fuerza, una lágrima incresa, por activa de este caso,
0:17:10 este que fuera celbero, lo más inmenso de vida, por que aún en gran herida, que creciase me causó,
0:17:18 los que sabés el pecimiento de los juntos que sufrieron, de tu invenciencia, que ya no como más intensa pasión,
0:17:26 y del fondo de tu alma, silenciosa tu engrura, la yencera de la ventura, de mi amor.
0:17:40 En mis noches vení por los ríos de cargáter, ríme tiernos matigares, un criatural de poder,
0:17:55 puse vida encarecrowa, mi amor, mi facilitud, y la ineforte cura, donde al tu alvo me dure.
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