Transcripción automática
0:00:00 Hablaremos hoy acerca del hagnismo, la religión Jhāna, una de las más importantes de la India.
0:00:08 Así que bueno, vamos a ver qué es el trasáejo.
0:00:13 Los hagnistas decían que había que liberarse de la ronda infinita de renas y lientos,
0:00:19 en la cual hasta los dioses estaban incluidas.
0:00:22 El ascenso a los cielos, lo mismo que el descenso a los infiernos, era solo un paseo escínero.
0:00:28 Como resultado de una conducta meditoria, uno renacía como un dios entre los dioses.
0:00:34 Como resultado de una mala conducta, se renacía entre las criaturas del infierno o como un animal entre las bestias.
0:00:42 No había escapatoria de aquella perenne circulación.
0:00:46 Los hagnistas aseguraron que se continuaba girando siempre a través de las diferentes esperas de placeres,
0:00:53 sin importancia y de dolores insoportables, a menos que pudiera llegar uno a convertirse en un tir tan cara.
0:01:01 Esto solo podía realizarse merced a un escuadro soberoico por una larga y terrible prueba o serie de pruebas de austeridad y de autoadmegación.
0:01:15 Digamos que los tir tan caras o autores del cruce del río eran aquellos que libren rolón de toda envoltura material gracias a la meditación y las mortificaciones,
0:01:27 conseguían estar al morir extentos en hacer de nuevo.
0:01:31 Ser tir tan cara era la meta de los hagnistas y la desgracia de quienes no creen en lo que creían ellos.
0:01:40 Algunos dejar de ser al morir es una de las.
0:01:45 Nada es la animificación de la conciencia y para el hombre occidental el peor de los castigos.
0:01:53 Casi la certeza de que uno lo conseguirá.
0:01:58 Por el cambio para el hagnista era el objetivo a lograr y algo que casi nadie lograba porque eso jugaba en el terreno a ser era un castigo.
0:02:11 Bien, los tir tan cara conseguían estar más allá del suceso cósmico.
0:02:16 Cuentas, Berenburg, que se volvían trascendentes y limpios de temporalidad omniscientes, almas aisladas y en absoluta paz.
0:02:27 Por lo que Berenburg el hagnismo vino a solucionar un inconveniente al arte biográfico,
0:02:34 puesto que al menos alguna existencia llegaba a determinados fines.
0:02:39 Es decir, si los tir tan cara terminaban de existir era posible la biografía.
0:02:47 Para el creyente hinduista, para el que cree en las continuas recarnaciones,
0:02:55 que ninguna biografía está completa y entonces no se puede conocer el sentido de una vida.
0:03:03 Y, si veo, contar cómo usted cruzó la calle con fronpa, que te carame los nuevos,
0:03:07 una biografía, un momento de su vida, si no contamos todo lo que le pasó a usted, ya no es una biografía.
0:03:14 Entonces, los hinduistas sostienen que no hay manera de que la biografía salga o que en algún momento salga de aquellas personas,
0:03:22 por ejemplo, los tir tan cara, que en algún punto terminan de existir.
0:03:26 Entonces, un fenómeno.
0:03:28 El tir tan cara hizo este y aquello.
0:03:34 Era trabajoso, y dice lo mismo que yo, el crónica,
0:03:39 yo grafía a los habitantes de la India en que tanta reencarnación y reencarnación,
0:03:44 la gente que no terminaba nunca.
0:03:47 Los historiadores occidentales consideran que Barj Hamanah, más a vida,
0:03:54 con que por ello debuda, fue el fundador de Jainismo.
0:03:58 Pero los Jainas estiman que Barj Hamanah no fue el primero sino el último de una larga serie de tir tan caras,
0:04:05 cuyo número es de 24.
0:04:07 Sólo 24 personas consiguieron salirse tras la última muerte del eterno retorno.
0:04:15 Dicen los Jainistas que a los tir tan cara los defiene la indiferencia.
0:04:21 Su mejor virtud es la indiferencia.
0:04:23 No los comuere ninguna plegaria, ningún acto de devoción.
0:04:29 Tampoco defienden de los cielos en la ayuda de nadie.
0:04:37 ¡Incomodible!
0:04:39 Método atención, amigos, para hacer un tir tan cara.
0:04:43 Seguramente entre los presentes, he, amigos, habrá surgido el deseo de ser un tir tan cara.
0:04:50 Seguramente su marido, señora, me ha contradistido.
0:04:53 Yo quiero ser un tir tan cara.
0:04:56 Si sólo 24 fueron por qué no puedo ser yo.
0:05:00 Atención. Según el pesimismo de Rojaina,
0:05:06 solo pensamiento y todo acto ocasiona una acumulación de gérmenes
0:05:11 que tienen una esfera sutil o la monadalital que se aloja en el cuerpo.
0:05:17 La monadalital era en su estado original un cristal inmaculado
0:05:23 y perfectamente transparente que se oscurecía si uno ha realizado un acto humano.
0:05:30 Un acto malo.
0:05:32 Creían que este tipo de cosas estamos rodeados de algo así como un vídeo,
0:05:35 un aura, ¿cómo quieres llamarlo?
0:05:37 Está bien, me gusta.
0:05:41 Y que cuando uno realiza un acto malo,
0:05:47 ese vidrio, ese aura, como usted quiere llamarlo, se oscurece.
0:05:52 Algo así como el retrato de Doria Andrés.
0:05:56 Sin embargo, los actos virtuosos le dan a quien está un tono blanquecino o amaricio
0:06:02 y los pecados capitales producen manchas azules o negras.
0:06:07 Según la concepción Jaina, el peor delito que se puede comer
0:06:12 es el de matar o herir a otro ser vivo.
0:06:15 No solamente una persona, sino cualquier ser vivo.
0:06:18 Y es que se vive por una parte de esta inmensa circulación de reencarnaciones
0:06:26 y médicos y de médicos.
0:06:29 No dañar era entonces la primera regla Jaina de virtud.
0:06:34 Ahora bien, las esferas sutiles, o sea, el aura ese que dice usted,
0:06:40 por ejemplo los carniceros, los cazadores o los guerreros,
0:06:43 están recontramanchados de colores oscuros que les impedían eludir el infierno
0:06:51 y eludir desde luego los paredesimientos de la eterna reencarnación.
0:06:56 En verdad, muy poco conseguían dotar a la esfera esta sutil
0:07:01 de la transparencia necesaria para ser uno urtín, tijancada.
0:07:07 Es el cronista que los más generalos, los mejores,
0:07:11 apenas si lograban unos pálidos amarillos, pero nada de transparencia.
0:07:16 Para llevar a esta esfera sutila a su estado virtuoso había que cerrar todas las puertas
0:07:22 por donde pudieron entrar aquellos germenes teñidores de los malos actos.
0:07:28 Y para eso hacían cosas increíbles.
0:07:30 Damos algunos ejemplos.
0:07:32 Para no matar a ningún ser viviente se tapaban la boca con unas gásas.
0:07:37 No fuera cosa de que aspirase un accidentalmente algún insecto o algún dicho guajera.
0:07:46 Para cuidarse de lo mismo utilizaban unos coladores para el agua.
0:07:50 No fueran a tragarse a un gása ver qué.
0:07:54 Cuando salían a caminar los monjes jaina barrían el camino con unas escovitas
0:07:59 a fin de no pizar ninguna pequeña criatura viva.
0:08:03 No debían tampoco montar a ningún animal.
0:08:07 Eran vegetarianos.
0:08:09 Si por casualidad ingerían un pedazo de carne
0:08:13 a tragar la comida que recibían en sus escuillas cuando salían a manguear,
0:08:18 suponían que su estera sutil quedaba automáticamente manchada por un río oscuro.
0:08:24 Si se traga, no en caso de carne.
0:08:27 A veces por casualidad.
0:08:29 Ahora iban a mendigar a una casa y dicen, tome, buen hombre,
0:08:33 esta escudilla de arroz es para usted.
0:08:35 Y por ahí la vieja que no era caínita, sino a no saber qué es.
0:08:40 La vieja, la vieja.
0:08:42 Hablamos unos pedazos de chorizo o algo aquí
0:08:47 y el tipo sin que no se comían por esos chorizos y valencian.
0:08:51 Toda por culpa de la vieja.
0:08:53 Una gran siguiente.
0:08:56 O sea, comerte una empanada ya te condenaba a siete infiernos uno atrás de los.
0:09:03 Otro detalle, las relaciones sexuales les estaban prohibidas.
0:09:08 Imagínense una vida sin empanadas.
0:09:11 Y sin relaciones sexuales...
0:09:15 Era una vida un poco anodina.
0:09:19 Los monjeja y nace consagraban a las cesis, enermistas solitarias.
0:09:24 Dormían en el suelo y no hablaban.
0:09:27 Claro, de qué iban a hablar.
0:09:33 Para evitar todo encuentro humano finalmente,
0:09:36 tocaban una caracola que señaló una trompetiza,
0:09:40 que señalaba su presencia así.
0:09:43 Quienes escuchaban la trompeta, respetaban la señal y agarraban para el otro lado.
0:09:48 Algunos carenas, los de la secta, digan, vara,
0:09:52 vestían... qué parecido que hiciste el idioma de la India de los italianos.
0:09:57 Le gambara es un tano, es un apellido.
0:10:00 Se señala Renato de gambara.
0:10:02 Sin embargo era una secta de los carenas.
0:10:05 Se vestían despacio.
0:10:07 Querían decir que andaban completamente desnudos.
0:10:11 Como decíamos ayer, hablando del juego de los aztecas.
0:10:18 La mayoría se cubría con cortezas landas.
0:10:21 Entonces no andaban desnudos, señor.
0:10:23 Un momento, con una corteza blanda ya es algo...
0:10:26 Mucho más tarde empezaron a usar unas mantas blancas.
0:10:32 Había una burocracia para llegar a ser un monje jaena
0:10:36 y participar de estas mortificaciones que no señalaban.
0:10:39 Se aceptaba sin distinción a hombres de cualquier casta.
0:10:42 Los escritos jaenas excluían sin embargo a los siguientes postulantes.
0:10:47 Especialmente señores, están excluidos los niños, los enucos, los cristes, los enfermos, los ladrones,
0:10:54 los enemigos del rey, los locos, los ciegos, los esclavos, los reglores, los entropiados
0:10:59 y las mujeres jóvenes y las embarazadas.
0:11:02 Es casi nada, ni siquiera.
0:11:05 Una ceremonia solemne señalaba el momento del renunciamiento al mundo.
0:11:10 Tenía que llevarse a cabo un diafasto designado por los astrólogos naturalmente.
0:11:15 Un barbero rapaba al futuro monje y le pegaban una enjuagada y después lo ungían.
0:11:24 Así que salía bien enjuagado y bien enjido.
0:11:28 Y tras el baño lo instruían de los principales deberes, algunos de los cuales son precisamente los que acabamos de contar.
0:11:35 Eso es todo lo que teníamos que decirle a ustedes, queridos amigos,
0:11:39 que están deseando convertirse en monjes haina para ver si deben sentir tan cara.
0:11:46 Aquellos autores del cruce del río, aquellos a los que nada perturban y comuere,
0:11:56 aquellos que han dejado de reencarnar y de ser para no ser.
0:12:02 Y si no son, pues entonces, como se van a comover, como van a cumplir con nuestras peticiones.
0:12:11 Bueno, así es la vida del hinduista.
0:12:15 Si acercas al hinduismo con el espíritu cínico, la va a pasar muy mal.
0:12:22 Digo, yo después de haber ejercido el sinismo era entre los últimos 20 minutos.
0:12:26 Pero bueno es decir que el sinismo invalida cualquier psicognistica y cualquier posible.
0:12:33 Que ver o leído con contomitos o carrón y haciendo comentarios laterales y comparaciones sin decoros.
0:12:42 O sea, es también una cosa que mueve a risa.
0:12:46 Así que si usted quiere ser jaimista o peor todavía, así es tan cara, querido señor, que escucha,
0:12:54 lo primero que tiene que hacer es abandonar por un momento la incredulidad y dejarse de sinismo.
0:13:07 Ahora, sin sinismo, sin sexo y sin empanadas, imagínense lo que podría hacer la vida de cualquiera de nosotros.
0:13:15 No es una relación como para nosotros.
0:13:20 No, no, no, así que me voy a ir a otras religiones más compadres.
0:13:25 Donde haya mucha empanada, muchos cerdres.
0:13:31 Y así, yo sé, pero...
0:13:33 Y hemos tenido sinismo acá, tenemos empanada atrás.
0:13:37 Sí, y luego vamos a ver cómo anda.
0:13:40 Vamos a ver cómo queda el programa.
0:13:42 Bueno, que yo se recuerda de nosotros.
0:13:46 Qué charroloj.
0:13:48 Qué charroloj.
0:13:50 Bien, hemos ido al discotecal, que es verdaderamente un jaimista.
0:14:00 Así que no hace nada y duerme en el suelo, en el suelo de la discoteca.
0:14:07 Y le pedimos un disco sobre el jajismo.
0:14:12 Y toda vez que se trata de evitar el eterno retorno,
0:14:20 nos han proporcionado una milonga que habla del eterno retorno.
0:14:25 Ciertamente es la bellísima milonga tu vuelta, que va a cantar Nelly O'Mar.
0:14:36 Nelly O'Mar.
0:15:07 Y se me hace que su cuchón, cualquiera su híjito el lujo.
0:15:22 A veces que viste tu mamá con las limacetas,
0:15:29 porque ando en medio culella y todo sueldo en la cama.
0:15:36 Y todo sueldo en la cama.
0:15:39 En la última pancerada, por salir desagregada, creyéndose había ciclado.
0:15:59 Y creen tan negra y jamás te juegan y de tu reto,
0:16:11 y van al consencio de los mal llamados y los desplazan.
0:16:18 Lejos en con los platócanos que con la luna me aparterán.
0:16:25 Que alguna noche de espera me han amorado secuido.
0:16:40 A veces en ti hura un mostrador la tranquila.
0:16:47 Hace porra yo mi espera, que el privato se amargura.
0:16:54 Aunque no es como la luz, pero hoy me animé a seguir creer.
0:17:00 Porque tengo que decirte que somos dos a esperarte.
0:17:14 ¡Hagantado Nelio Mar, tu vuelta!
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